Te amo incluso, cuando te odio - Cap. 10

Seduciendo a un heterosexual

Jaejoong se acercó  temeroso; acaricio ese hermoso rostro, paso sus dedos por aquellos labios tan deseables y sin poder resistirse más se abalanzo sobre ese cuerpo tembloroso intentando besar aquellos labios seductores. El aliento de alcohol se entremezclo en ese torpe beso, Jaejoong fue empujado contra la pared y separado de aquellos labios.

—No seas torpe— balbuceo su amante acorralándolo por completo y besándolo de una manera apasionada y desenfrenada.

El beso se volvió cada vez más húmedo y caliente; ambos respiraban entrecortadamente, tenían el rostro completamente rojo, los labios muy hinchados y la ropa completamente desarreglada cuando fueron obligados a salir del baño.

Al salir sus miradas se cruzaban constantemente buscándose, llamándose y cuando sus cuerpos se volvieron a encontrar Jaejoong se abalanzo nuevamente sobre su amante, con un beso ansioso lo arrastro hacia el cuarto más cercano abrió la puerta y mientras se acercaban hacia la cama la ropa fue cayendo una a una quedándose ambos completamente desnudos.

Jaejoong enredo sus piernas en la cintura de su amante sin dejar de besarlo, unos pasos torpes pasearon por la habitación antes de dar con la cama y depositar a Jaejoong en las sabanas entre besos y caricias. Las manos de los amantes se recorrieron acariciando cada palmo de piel, los besos húmedos descendieron del rostro de Jaejoong por su cuerpo, las mordidas lo sacudieron de placer, tenía el cuello y los pezones rojos por las mordidas y lamidas, las manos de su amante eran tan expertas que Jaejoong no dejaba de arquear la espalda y gemir en cada momento clavando las uñas en la espalda de su amante.

Aun sumido en el placer Jaejoong reclamaba los besos de su amante jalándole del cabello y mordiendo aquellos labios que se habían vuelto su perdición.

[…]

Jaejoong no estaba de acuerdo con el accionar de su padre pero al mismo tiempo tenia curiosidad de cómo podría ser la persona que su papá le había escogido; en estos momentos quería aferrarse a algo porque después del beso que le había robado Yoochun sus sentimientos estaban confusos, no se imaginó nunca respondiendo el beso con la misma ansiedad de la otra persona como si se amaran de toda la vida y solo se hubieran distanciado días. Jaejoong se había prometido a si mismo que sin importar el motivo, nunca iba a regresar con Yoochun y por eso y solo por eso quería conocer a esta persona que su padre convirtió en su esposo, arreglo sus maletas y se dirigió a la casa que su padre había adquirido recientemente.

Cuando ingreso a la casa, busco cautelosamente a la persona con la que lo habían casado, finalmente lo diviso durmiendo en el jardín en medio de dos frondosos árboles que evitaban que el sol le diera de lleno en la cara, se fue acercando de a pocos y cuando lo vio, su corazón latió fuertemente; ese rostro perfecto, esos labios, se perdió por completo en ellos tanto que no escucho que el desconocido le hablaba.

—Y tu ¿Quién eres?

—

— ¿No piensas hablarme acaso?

—

— ¿Quién eres?— abriendo los ojos y enfocando la mirada.

—Yo no puedo hablar— trato de decir Jaejoong prendado de esos hermosos ojos cafés.

—La verdad es que no entendí nada.

Es tan hermoso— pensaba Jaejoong embriagado de la belleza de su esposo.

—Veamos— pensando— ya se, te hare algunas preguntas y tú me contestaras asintiendo o negando con la cabeza.

—Si— respondió Jaejoong asintiendo con la cabeza, la hermosa voz de su esposo le sonaba como música; nunca ni cuando conoció a Yunho por primera se había sentido tan desconectado como ahora, su esposo era tan hermoso, tan varonil que de solo verlo su corazón quería salírsele del pecho.

— ¿Tu eres esposo del viejo ese?…que digo— jalándose los cabellos— no creo que tú le digas así verdad, entonces ¿Eres el esposo del señor Kim?

—No— moviendo la cabeza y sonriendo por el nuevo apelativo de su padre.

—Entonces debes ser un nuevo sirviente.

—No— sonriendo

— ¿Eres hijo del señor Kim?

—Si— asintió.

—Ohhh…o sea que eres algo así como mi hijastro, no te molesta que tu nueva…—palmeándose la cara— ya estoy enloqueciendo estaba a punto de llamarme madre, puedes creerlo— soltando una carcajada— debo estar mal de la cabeza.

—

—No te molesta que tu padre haya reemplazado a tu madre por alguien que podría ser tu hermano menor o mejor no te molesta que tu padre se haya casado con un hombre…

—No— sonriendo— Porque tu estas casado conmigo no con mi padre.

—Porque a mi sinceramente me daría asco la situación— sin fijarse en la reacción de Jaejoong— no puedo siquiera imaginarme en la cama con un hombre, te imaginas…—viéndole a los ojos— tener que abrazar a un hombre, besarlo, tocarlo…de solo pensarlo me dan ganas de vomitar, sino fuera por la crisis de mi familia no estaría aquí, aunque de todas maneras espero no quedarme por mucho tiempo; ahora si me disculpas voy a mi habitación ya me aburrí del jardín…adiós.

[…]

— ¿Podrías decirme que te pasa? —abriendo las cortinas— tu papá me llamo sabes, estaba muy preocupado…—tirando al piso la cama con la que estaba cubriéndose Jaejoong— no has venido a la universidad y tu papá dice que no has querido salir de tu apartamento por más de una semana— moviendo a Jaejoong desesperadamente— Sabes que soy tu amigo, podrías confiar en mí por favor— sentándose en la cama.

—Vete

Jaejoong estaba sucio, tenía los ojos hinchados, el rostro pálido y demacrado, el cabello enmarañado; su departamento estaba hecho un caos, con basura tirada por todos lados.

—Sabes que no me voy a ir hasta que me cuentes que te está pasando— haciéndole cosquillas.

—Basta— exigió Jaejoong—Vete

—Bótame, entonces.

Jaejoong se levantó e intento botar a su amigo de su apartamento pero no pudo hacerlo porque se sentía débil y casi se desmayó antes de llegar a la puerta.

—Ya dime, que te está pasando— ayudándolo a sentarse en el sillón.

—Nada…solo quiero estar solo, así que por favor vete.

—Y la universidad que, piensas arruinarte y hundirte por un problemita.

—Tú qué sabes— con el rostro enfurecido

—Cuéntame entonces

—No yo no…

—Por favor— suplico

—Mi esposo es heterosexual—dijo desganadamente.

— ¿Y? — pregunto confundido.

—Sabía que no me entenderías…—caminando a su habitación.

—Te gusta es eso— deteniéndolo.

—Yo lo amo—sentándose— creo que lo amo.

—Amor a primera vista.

—Eso creo, yo lo vi hace poco y…él es tan…tan hermoso, es bellísimo y me gusta muchísimo pero él dijo que le daría asco acostarse o siquiera besarse con un hombre.

—Él sabe que tú eres su esposo.

—No él cree que está casado con mi padre.

—Ohhh…no crees que dijo eso porque le disgusta tu padre.

—No lo sé pero a mí me dio la impresión que le dan asco todos los homosexuales.

— ¿Qué piensas hacer?

—No lo sé, no tengo la más mínima idea de lo que quiero hacer y eso me tiene frustrado tanto que me ves aquí encerrado sin querer salir.

—Según yo lo veo ahora solo tienes dos opciones

— ¿Dos opciones?

—Sí; divorciarte y alejarlo de tu vida para siempre o conquistarlo.

—Yo no creo que sea capaz de dejarlo ir tan fácil, yo no…

—Lo sé, hay que hacer la lucha.

—Creo que prefiero intentarlo pero no sé cómo…

—Pues yo sí, soy un experto— riéndose.

—Podrías no bromear en una situación así.

—Primero debemos saber si es 100% heterosexual

— ¿Y cómo sabremos eso? ¿Tienes un radar o algo? —burlándose.

—Chun va a organizar una fiesta este fin de semana porque no traes a tu esposito.

— ¿Y después qué?

—Yo me encargo, tu solo tráelo

— ¿Estás seguro?

—Claro que sí, tu solo tráelo y yo te ayudare con el resto.

Fiesta de Yoochun

La fiesta era sencilla sin mucha gente pero la música ambientaba muy bien el lugar, el apartamento de Ricky había sido adornado con uno que otro globo y algunas decoraciones.

Jaejoong logro convencer a Chagmin para que lo acompañara a la fiesta y cuando llegaron Ricky y una amiga suya se encargaron de recibirlos y animarlos casi toda la noche. Mientras Yoochun atendía a sus invitados, Ricky y su amiga se encargaron de embriagar a Chagmin y solo un poquito a Jaejoong.

—Voy al baño—dijo Chagmin mientras caminaba tambaleándose entre la gente

—Porque no lo acompañas— susurro Ricky a Jaejoong

— ¿Para qué? — interrogo confundido

—Ahora que esta borracho porque no lo sigues y compruebas si es completamente heterosexual— le susurró al oído.

—Acaso enloqueciste.

—Es la única forma de saber— empujándolo— así que llévalo al baño

[…]

—Ahhh—bostezando y estirando los brazos.

Desde su llegada a Nueva York era la primera vez que se divertía tanto al punto de olvidar todos sus problemas. La fiesta logro que se olvidara por un momento de su ex-novia y de su reciente casamiento, definitivamente tenía que salir más seguido con su dizque hijo.

La cabeza le dolía, se levantó retirando la sabana para poder buscar agua cuando se dio cuenta de la persona que dormía a su lado.

— ¿Qué diablos hice? — se reclamó asustado, él no era el tipo de persona que engañaba a la mujer de su vida aunque ya no estuviera con ella, él no haría una cosa así.

Retiro la sabana de un solo jalón y no pudo procesar lo que vio, el hijo de su esposo estaba totalmente desnudo durmiendo a su lado, se vio a sí mismo y casi salto al darse cuenta que también estaba desnudo; busco su ropa y la encontró tirada por todos lados, aún no salía de su asombro.

—Esto no está pasando— se repetía constantemente— Yo no pude hacerlo, no pude haberme acostado con un hombre— negando con la cabeza— no pude haber hecho algo así.

Salió de la habitación luego de vestirse y huyo de la casa, no podía enfrentarse a esa persona; tenía que recordar sus acciones del día anterior o no volvería a tener paz nunca más.

Llego a la casa donde estaba viviendo; se metió a la bañera por casi dos horas, se bebió cinco botellas de agua antes de que pudiera recordar vagamente.

—No seas torpe— y la imagen donde besaba frenéticamente a Jaejoong salto en su cabeza.

Sus posteriores acciones destellaron como pequeñas luces, tuvo que correr al baño para no arrojar en la costosa alfombra, la sola imagen del beso y las caricias que tuvo con ese muchacho le producían asco e incertidumbre porque no entendía su comportamiento.

Sentía el ardor en su espalda y eso solo hacía que recordara aún más sus acciones; su mano sobre ese cuerpo, sus dedos llenos de semen, el placer que sentía al tocar aquella piel cálida, aquellos labios sedosos, lo atormentaban minuto a minuto. Intento distraerse pero fue imposible nada lograba que olvidara la noche anterior.

—Hola

Escucho una rara voz mientras divagaba en cómo afrontar esta situación y como enfrentar al hijo de su  “esposo” principalmente, se giró para ver quién era y su curiosidad fue más grande que su vergüenza.

— ¿Tu puedes hablar? Yo creí que tú…eras mudo.

—Y lo soy— mostrándole la pantalla de la tablet— es solo un aplicativo que me ayuda.

—Ohhh ya veo

— ¿Que tal estuvo la fiesta ayer? ¿Fue de tu agrado?

—S-iii— totalmente rojo al pensar en el Jaejoong desnudo de ayer.

—Qué bueno pensé que mis amigos no te habían caído bien, como te fuiste tan rápido en la mañana sin despedirte.

—La verdad es que me sentí un poco incómodo no sabía cómo despedirme por lo que ni bien me desperté salí corriendo para que nadie notara que me quede hasta tarde pero parece que no logre mi cometido— desviando la mirada y tratando de eliminar los recuerdos sugerentes de su mente.

—Entonces en la próxima fiesta te invitare de nuevo.

—Claro, pero no crees que eso moleste a tu papá, digo salgo a cada rato...

—De eso precisamente quería hablar contigo.

—En serio, yo pensé que querías hablar so-so--sobre lo de ayer…lo-lo que paso en la noche— tratando de ocultar su nerviosismo.

— ¿Qué paso? —con la mirada muy brillante— ¿Podrías por favor decirme? La verdad es que soy muy malo recordando después de beber, cuando desperté hoy muchos de mis amigos se reían así que me imagine que hice un gran alboroto ¿recuerdas algo?

—L-la verdad es que no te recuerdo mucho.

—Mejor así, así no te burlas de mí— riéndose.

— ¿Querías hablar de tu padre dices?

—Sí y del matrimonio.

— ¿Qué hay con eso?

—Veras yo soy mudo debido a problemas psicológicos, fui testigo de accidentes y actos violentos lo cual gradualmente me convirtieron en mudo, mi padre siempre ha tratado de ayudarme, en estos momentos estoy asistiendo al psicólogo para superar el trauma…

—Ok pero eso que tiene que ver conmigo.

—Mi padre piensa que si convivo con alguien por más tiempo lograre superar esta dificultad que padezco y por eso me caso contigo.

—Entonces no estoy casado con tu padre sino contigo.

—Exacto

—Y eso te parece bien a ti.

—Por supuesto que no, no quería casarme tan joven sin embargo para mi padre este matrimonio es importantísimo porque piensa que a través de ti puedo lograr hablar de nuevo.

—Y por eso tú piensas seguir con esta farsa.

—Pues sí, pero no por mucho tiempo, a mi padre le gustan los resultados inmediatos por lo que si yo sigo igual por más de un año él disolverá el matrimonio, entonces te pido que hasta que se cumpla ese tiempo tratemos de ser amigos y finjamos frente a mi padre ser un poco más cercanos, espero que el hecho de que sea gay no te límite de ser mi amigo.

—No tengo problemas con eso, está bien para mí.

—Que bien…también voy a mudarme aquí dentro de unos días, por lo de la convivencia.

—Vamos a dormir en diferentes cuartos supongo.

—Claro, solo lo digo porque ya debes haberte acostumbrado a estar solo.

—Eso si… pero es tu casa no.

—Por ahora también es la tuya así que puedes aprovechar este tiempo en estudiar aquí en Estados Unidos.

—Yo estaba estudiando en Corea y lo deje cuando me obligaron a casarme…

—Puedes llevar cursos a distancia, si lo deseas puedo pedirle a mi padre que se encargue de las solicitudes correspondientes para que tu no tengas problemas.

—Enserio

—Por supuesto, no tienes que vivir encerrado en este lugar puedes seguir haciendo las cosas que te gustan esto es solo temporal.

—Gracias…aún tengo jaqueca por la borrachera de anoche, no te molesta que te deje solo verdad.

—No para nada, descansa yo voy a hacer lo mismo.

[…]

—Entonces como te fue

—Bien supongo, fingí total indiferencia como me explicaste

—Perfecto y ahora debemos aplicar la fase 3.

— ¿Qué tengo que hacer?

—Solo debes sacarle celos.

—Y lo dices como si fuera tan fácil.

—Lo es, además así te vengas de lo que te hizo mi hermano, no creo que se moleste mucho si lo usas un poquito.

—No puedo hacer eso.

—Claro que si puedes, ya saliste con él una vez y ya lo besaste y todo lo demás solo debes fingir que aun te gusta y todo fluirá y ya.

—No creo que Yoochun se preste, según yo recuerdo dijiste que Chagmin y yo nos besamos en medio de la fiesta y todo el mundo nos vio cuando nos arrastramos a la habitación cercana…

—Eso es cierto, debiste ver lo furioso que se puso mi hermano, quiso meterse a la habitación y agarrar a golpes a Chagmin, si no le hubiera dicho que era tu esposo no se hubiera calmado nunca.

—Ves, él cree que estoy casado…

—Según yo lo veo, él está obsesionado contigo y nadie ni Chagmin le quitara la idea de regresar contigo.

—Te estás escuchando, me estas pidiendo que empeore la situación de tu hermano.

—No, te estoy pidiendo que te aproveches de la situación, solo eso

—Y después que

—Solo hay que esperar un poco y vas a ver que el dizque heterosexual va a saltar encima de ti como lo hizo en la fiesta.

—No sé ni porque te estoy escuchando.

—Porque soy tu mejor amigo y el mejor en romances

Tal vez y solo tal vez hubiera deseado no haber escuchado los concejos de su amigo en esa ocasión porque nada resulto como quería, e incluso salió más herido.

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