Aunque parezca una coincidencia no significa que no esté predestinado- cap 2

El era uno de los artistas más importante de Japón, tenía una voz hermosa y era considerado una de las mejores voces de Asia, al parecer lo tenía todo pero en su interior siempre había sentido que faltaba algo, no importaba cuanto cantara o cuantas personas lo amaran, el seguía sintiéndose solo.

El mundo es muy pequeño o muy grande?

Esa es la pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez…tal vez, tan solo tal vez el destino es quien decide al final a donde nos dirigimos y que haremos.

será que hay alguien mas quien nos controla, que nos hace cumplir y reunirnos con las personas que necesitamos conocer….

Qué pasaría si en lugar del inframundo fuera Dios quien nos impusiera una prueba para llegar nuevamente a su lado? Eso nadie lo sabe o si lo sabemos no lo queremos ver…..
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Sentado en su escritorio frente a su PC decidió conversar con uno de sus amigos, lo había conocido por casualidad nada del otro mundo, simplemente le había mandado una solicitud de amistad porque tenía en su foto de perfil la revista que le gustaba a su novia, Tiffany.

-Lo siento pero me tengo que ir-era lo que había escrito hace apenas unos instantes

-No te preocupes, yo también me tenía que ir ya- dijo su interlocutor

-Si, lo siento… nos vemos- escribió en el teclado

-Bye- fue lo único que apareció en la pantalla

Después de eso se cerró todas las ventanas abiertas y apago la computadora dispuesto a dormir, ya que mañana seria un día largo en la escuela.
El era uno de los estudiantes más destacados de su universidad y si tenía suerte lograría conseguir una beca para ir a estudiar al extranjero, junto con su novia tiffany, habían planeado su futuro juntos casi desde que se conocieron, ellos sin duda eran la pareja perfecta o al menos eso creía él y al parecer el resto del mundo. “Yunho y Tiffany la pareja perfecta” así les decían sus amigos!! Pero sería esto verdad??

El destino les depararía un futuro juntos como ellos creían?.... o solo era lo que ellos y al parecer el resto del mundo querían creer… solo el destino lo sabrá…
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Jaejoong caminaba tranquilamente por uno de los corredores de su Universidad, se dirigía hacia los comedores donde se supone que se encontraría con su novia, Sunny.

Al llegar a los comedores busco con la mirada a su novia, al divisarla a lo lejos sentada a en una de las mesas junto a una ventana esperando tranquilamente, llevaba puesto unos jeans ajustados, una blusa con encaje rosa pálido, tenía el cabello suelto con algunos mechones cayéndole cerca de la cara. “hermosa” fue lo que se le vino a la mente al verla mientras avanzaba y se dibujaba en su rostro una sonrisa.
-Que haces sin mi he?- al llegar a su lado se sentó en frente de ella

-Solo te esperaba, que mas podría hacer? -sonrió

Sonrió complacido al oír la respuesta de su novia- Quieres comer algo? O vamos a algún otro lado?-pregunto mirándola directa mente a la cara

-No te hable para eso- dijo seria

-Qué pasa? sucede algo?- pregunto JJ preocupado

-Papa quiere que regresemos a Japón- Sunny
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Park Yoochun eran uno de los empresarios más importantes de corea, desde su corta edad había ido a vivir a USA con sus padres, a decir verdad no se le podría llamar empresario ya que el negocio familiar lo manejaba su padre desde que tenía memoria, pero él era el heredero mayoritario de la familia Park.

Cuando tenía 10 años sus padres conocieron a la Familia Lim, que tenían como hija a la hermosa Lim Yoona de 8 años, desde ese entonces es como si hubieran firmado un contrato implícito de que sus hijos se casarían y al paso de los años las 2 empresas se unirían. Así a la edad de 24 años de el hijo mayor de la familia Park los dos se casaron, pocos meses después la dos empresas se unieron, al mismo tiempo Yoona paso a ser la imagen de la empresa y Yoochun el propietario principal de esta.
Todo parecía ser perfecto, sin en cambio no era así, Yoochun nunca había sentido más que un cariño por Yoona, tampoco le interesaba la política o los negocios pero había estudiado para manejar la empresa de sus padres y ahora que su padre había decidido que era hora de cederle la presidencia de la empresa, así que él y su esposa tendrían que mudarse a corea.

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