“Oveja en piel de Lobo”
Los ángeles sangran
Por el tacto corrompido de mi caricia…
[Reptile, Nine Inch Nails]
Los ángeles sangran
Por el tacto corrompido de mi caricia…
[Reptile, Nine Inch Nails]
Jung Yunho emprendió rápidamente la marcha de vuelta a la colonia de hombres lobo, internándose en las entrañas del bosque hasta llegar a la gran cueva que daba la entrada a su hogar.
Recorrió el largo túnel que separaba la colonia del bosque y apenas llegó al otro lado volvió a su forma humana, comenzando a caminar hacia los aposentos del jefe.
La colonia de hombres lobo estaba compuesta de varias cuevas y madrigueras donde las manadas vivían en comunidad. Generalmente una manada estaba compuesta por 6 a 7 miembros, entre hombres y mujeres lobo, sólo había una madriguera que era única y esa era la que albergaba los aposentos del jefe de todos los hombres lobo.
Yunho era el macho Alpha de la comunidad, él tenía a su cargo a todas las manadas y por ende, debían obedecer sus órdenes. Claro que él sólo ejercía las órdenes que le daba el jefe, su superior, pues su palabra era ley.
Al pasar por el campo de entrenamiento de hombres lobo, observó como todos detenían sus actividades y lo saludaban respetuosamente, él les hizo un gesto con la mano y continuó su rumbo. Estaba por llegar cuando una voz familiar lo interrumpió.
“¡Oppa!” exclamó Ji Hae, su hermana menor, al lanzarse a sus brazos
“Ji Hae, me asustaste. ¿Cómo te ha ido en tu entrenamiento?” le preguntó al estrecharla con fuerza entre sus brazos
“Bastante bien, hoy vencí a dos de las más fuertes de la clase” contestó ella, esbozando una sonrisa
“No me extraña, la fortaleza la llevamos en la sangre” Yunho le sonrió cuando ella se separo de él
“Oppa, el jefe te está buscando…” susurró, agachando la mirada
“Si lo sé, escuché el aviso cuando andaba patrullando. Mejor no lo hago esperar” lanzó un suspiro y se despidió de su hermana, rápidamente retomando la marcha hasta los aposentos del jefe. Apenas entró dentro de su madriguera lo vio sentado en una silla con unos planos sobre la mesa.
Shim Changmin era su nombre, el actual líder de la comunidad de hombres lobo del bosque. Era una persona bastante reservada, de pocas palabras, pero de una…aterradora fortaleza.
A pesar de que se veía más joven que Yunho tenía muchos años más que él, pero la condición de jefe le daba la ventaja de estancar su envejecimiento, era una fuerza bastante sobrenatural la que ejercía sobre cada líder, casi…inexplicable.
Dirigía con precisión, dando órdenes y siempre preocupándose por el perfecto entrenamiento de sus hombres lobo, visitando personalmente los campos de entrenamiento. Estaba completamente obsesionado con la destrucción de los vampiros y Yunho estaba seguro de que si no hubiese sido por el tratado establecido, Changmin hubiese seguido mandando hombres lobo para enfrentarse hasta la muerte.
Al escucharlo entrar, él levantó la mirada de los planos y le hizo una señal con la mano para que se acercara. Yunho caminó hasta la mesa y se sentó en una silla frente a él.
“Yunho” Changmin lo miró y esbozó una sonrisa antes de volver a trabajar en los planos
“Señor”
“Sabes que no me gustan las formalidades cuando estamos solos” le espetó, sin levantar la mirada, y Yunho lanzó un suspiro
“Lo siento…” susurró
“¿Cómo te fue en el patrullaje? ¿Alguna novedad?”
“Si, de eso quería hablarte. Sorprendí a tres de la nueva camada molestando a un vampiro en la zona este del bosque. Lo habrían matado si no hubiese sido porque llegué a tiempo para impedirlo”
“Ya sabes como es la fiebre en las nuevas camadas y lo difícil que es aprender a controlarla” Changmin hizo una señal de resignación con la mano y Yunho resopló, desviando la mirada. “Cuando apenas eres un cachorro…la sola esencia de un vampiro te puede perturbar. Además que no todos son tan blandos como tú” masculló, levantando la cabeza de los planos y escudriñándolo con la mirada
“No se trata de ser blando, sino de respetar el tratado” contrarrestó Yunho, volviendo a mirarlo con expresión desafiante
“¡Ah, Yunho!” exclamó, lanzando una risita. “Siempre tan leal a tus principios, eso es lo que más me gusta de ti. Haré que paguen su desobediencia prohibiendo que salgan de la colonia, ahora...quita esa mueca de frustración de tu lindo rostro, ¿si?”
Changmin le sonrió, dejando los planos a un lado y levantándose de la mesa, estirando sus músculos y caminando hasta su amplia cama, desplomándose sobre ella. Yunho lo observó en silencio por un rato; sabía lo que vendría…y se estaba preparando mentalmente para ello…
“Ven a la cama” le ordenó y Yunho volvió a suspirar, derrotado. Una orden era una orden…y él sólo podía obedecer, así que lentamente se acercó a su cama, deteniéndose a los pies de ella
“Ya he hablado con la colonia central y han autorizado nuestra unión…así que en un par de meses más estaremos unidos para siempre” lo observó incorporarse y gatear hasta él, sentándose en el borde de la cama.
Por tradición, en las colonias de hombres lobo, el jefe o la jefa de la colonia debía unir su sangre con el lobo más fuerte de la comunidad, para así ambos fortalecerse y darle estabilidad a toda la colonia. La unión entre hombres lobo era para toda la vida, y establecía un vínculo tan profundo que si tu elegido encontraba la muerte, tú instantáneamente morías junto con él, pero la gran ventaja de todo ello era la fuerza que obtenías del vínculo.
Yunho sabía que se uniría a Changmin sólo por obligación, ya que por él sentía respeto y prácticamente nada de afecto. Yunho siempre había sido una persona orgullosa, y tener que someterse ante él de esta manera…era algo que simplemente le sulfuraba. A pesar de que estaba consciente de que su destino era servir a la colonia, no podía evitar sentir lástima por su situación. Muy dentro extrañaba sentir algo verdadero…porque sabía que Changmin no lo quería y tan sólo lo utilizaba para probar la hegemonía que ejercía sobre todos. Si tan sólo fuera posible para él sentir algo más que sólo lujuria de una noche...
Qué estúpido me siento al pensar en ello…lanzó un suspiro al observar que Changmin le sonreía de esa manera...
Changmin acercó sus manos a sus caderas, rozando tentativamente sus dedos sobre la zona de su entrepierna. Hoy…quería todo de él y nadie podría impedírselo, ya que por ley…él le pertenecía.
Aún podía recordar el primer día en que Yunho llegó a la colonia siendo sólo un niño. Desde que lo vio supo que él estaba destinado a ser grande…y el tiempo no hizo más que confirmar sus sospechas, probando sus verdaderas capacidades. Yunho era una verdadera maquina de pelea y rápidamente comenzó a destacar entre los muchos otros licántropos que se atrevían a desafiarlo.
Su ascenso a macho Alpha fue sólo cuestión de años, y cuando por fin llegó a tan alto puesto, Changmin supo que le pertenecería…y que él sería su arma secreta para acabar con todos sus obstáculos.
Yunho mordió su labio inferior. Se sentía horriblemente tenso, pero sabía que una vez que Changmin empezaba con sus juegos no se detendría hasta que estuviera satisfecho.
Sus manos comenzaron a acariciarlo con más rapidez y Yunho cerró sus ojos, tratando de pensar en algo que lo ayudara a acelerar el proceso para terminar con esto de una vez por todas. De pronto, una imagen comenzó a formarse en su mente: pálida piel, pelo azabache y la misma oscuridad de la noche fijada para siempre en sus ojos. Comenzó a recordar a aquel vampiro, aquel vampiro que había salvado y…no pudo evitar preguntarse qué se sentiría ser mordido por uno de ellos. Su mente lo traicionó, enviándole una imagen del vampiro trepando a su regazo y mordiendo su torso desnudo. Una corriente eléctrica lo recorrió de pies a cabeza y se sintió endurecer al tan sólo pensarlo. Abruptamente abrió sus ojos, horrorizado con el pensamiento, sólo para ver a Changmin mirándolo con intensidad…
“Hoy estás que ardes…” le dijo con tono bastante juguetón y luego sus manos se situaron en sus pantalones, desabrochándolos para liberar su miembro y dejarlo expuesto ante él. Casi al instante Yunho sintió la boca de Changmin envolverlo por completo y no pudo evitar lanzar un gemido al sentir su aterciopelada lengua comenzando a masajear su miembro.
A pesar de que se sentía bastante horrorizado por haberse excitado al pensar en ese vampiro, su cuerpo finalmente se rindió a las atenciones de su jefe. Mordió sus labios y situó una mano en sus cabellos, comenzando a incitarlo a que aumentara el ritmo, mientras él lo lubricaba con su saliva y masajeaba la cabeza de su miembro con su lengua, todo su cuerpo vibrando al sentir que Changmin lamía su virilia con experticia, y su raciocinio lentamente se adormecía…
Aumentó su ritmo hasta que escuchó las palabras incoherentes de Yunho tornarse en gemido tras gemido y supo que ya había ganado, sonriendo internamente al sentir todo el poder que tenía sobre él.
Cuando Changmin finalmente dejó la tortura sobre su miembro, los instintos animales de Yunho tomaron posesión de su cuerpo y comenzó a actuar en piloto automático, empujándolo a la cama y abalanzándose sobre él. Changmin lo atrajo hacia sí y lo besó. Yunho ya sabía que el beso era la distracción…y cómo odiaba que funcionase tan maravillosamente bien, porque ahora lo tenía más que enloquecido en esa intensa pelea por dominancia entre sus lenguas.
Y finalmente le gana y Yunho ya no puede resistirse a Changmin…él ha despertado todos sus instintos, toda la lujuria que su bestia puede acumular y no hay nadie que pueda detenerlo, poseer su cuerpo se ha transformado en más que una necesidad, ahora…es una urgencia. Como una patética oveja Yunho se retuerce, friccionándose al cuerpo de Changmin mientras su miembro comienza a quemar de deseo, vibrando cada vez más al sentir que él se apega aún más a su cuerpo y apura sus movimientos, azotando sus caderas contra las suyas y rozando sus miembros duros en un frenético vaivén.
El bulto en los pantalones de Changmin comenzó a hacerse evidente y la espera lo estaba desesperando…necesitaba liberación. Abruptamente rompió el beso, volteándose para apegar su parte trasera contra la entrepierna de Yunho, sonriendo al sentir que ha derrumbado todos sus muros. Él lanzó un gruñido y bajó los pantalones de Changmin de un sólo tirón, clavando sus manos en su cintura y llevando su hinchado miembro hasta su entrada, entrando de una sola estocada y enterrándose profundo dentro de su calor.
Changmin lanzó un grito, el miembro de Yunho era bastante grande…y casi al instante golpeaba el punto preciso, aquel punto que lo hacia perder la cordura y desligarse casi instantáneamente del usual dolor...
Yunho inmediatamente comenzó a salir y a entrar de su cuerpo, incapaz de pensar en algo, su mente totalmente en blanco mientras sólo se concentraba en el placer. Changmin gemía con intensidad, apegándose a su cuerpo y gritando de placer cuando él volvía a golpear aquel punto dentro de su cuerpo.
Ninguna palabra era dicha durante el transcurso del acto y Yunho se odiaba a si mismo por no poder resistirse a Changmin y eventualmente terminar volviendo a caer. Se sentía como un juguete y esta ‘relación’ que tenía con su jefe era como una infección, una enfermedad que lo corroía por dentro y de la que no se podía liberar…
Luego de más de media hora, Yunho finalmente colapsó dentro de él, retirando su miembro al instante de su cuerpo. Changmin cayó rendido sobre la cama, su cuerpo completamente empapado en perlado sudor. Estaba exhausto y más que satisfecho, su pesada respiración salía en cortos jadeos mientras trataba de calmar su agitado ritmo cardiaco después de aquel intenso encuentro.
Yunho se levantó y cogió sus pantalones del suelo, vistiéndose lo más rápido posible para abandonar el lugar, demasiado avergonzado consigo mismo. Y como no estarlo si Changmin lo había vuelto a utilizar como una mesa de cartas, y cada vez que la magnitud de su situación volvía azotarlo sentía asco. Aquella sensación de asco siempre aguardaba a que la neblina de la lujuria se disipara para volver a atacarlo, como un recordatorio infernal de lo impuro y sucio que se sentía…
“¿Me puedo retirar?” a pesar de que lo único que quería era irse sin decir ni una palabra, estaba en la obligación de preguntar…
“S-Si…nos veremos pronto” murmuró, lanzando un suspiro y enredándose en las sabanas.
Al escuchar sus palabras, Yunho prácticamente salió corriendo de la madriguera, demasiado avergonzado como para aguantar un segundo más en ella. Corrió hasta su madriguera, que estaba un poco alejada de las demás, y al entrar encontró a su hermana durmiendo pacíficamente. Yunho sonrió, ella era también la razón principal por la que hacia todo eso.
Él sabía que si se negaba, Changmin se desquitaría con ella y estaba seguro que hasta sería capaz de torturarla, forzándolo a que accediera de todas formas.
Trató de hacer el menor ruido posible mientras se metía en el lecho de paja, volviendo a sonreír cuando logró no despertarla, ya que lo menos que quería hacer era preocuparla.
Cerró sus ojos, el cansancio del encuentro con Changmin lo estaba consumiendo por completo. Finalmente logró relajarse, respirando hondo y dejando que el sueño lo invadiera, permitiéndole caer en la inconsciencia.
xXx
El mes pasó volando y Junsu se vio completamente sobrepasado por los quehaceres, entre las clases de combate y la cocina, prácticamente no le quedaba tiempo para salir. Y es que eso era precisamente lo que había querido hacer durante todo ese tiempo…quería volver al bosque. El recuerdo de aquel hombre lobo no lo dejaba en paz, invadiéndolo hasta en sus sueños…confundiéndolo de una manera impresionante. Él era un vampiro y lo menos que quería hacer era tener problemas involucrándose con un hombre lobo…pero aun así, no podía dejar de pensar en él, las ganas de volverlo a ver consumían su mente cada vez que tenía tiempo para pensar en ello; por suerte, poco era su tiempo libre. En las clases de combate, las charlas con su amiga Bianca lo entretenían. Junsu le contó sobre el mundo de los mortales y ella de la metrópolis, a varios kilómetros del bosque…donde todas las criaturas que pudiese imaginar caminaban por sus calles libremente. Aprendió bastante, entre las cosas más destacadas estaban la manera correcta de empuñar la daga y los puntos que se debían apuntar para dañar con más precisión al hombre lobo.
Pero hasta hoy llegaba su calma…el fatídico día 13, donde todos los trabajadores parecían andar con miedo y sobre todo él…estaba aterrado. Hoy le tocaba turno en la cocina y sabía que sólo era cuestión de tiempo para que llegara Yoochun y le dijera que era hora de su muerte…y realmente fue solamente cuestión de horas, ya que abruptamente apareció en la cocina y sus ojos se posaron sobre él.
“Ya sé” masculló, dejando sus implementos y el delantal que ahora usaba para cuidar sus ropajes en el mesón mientras caminaba hacia salida y lo seguía en silencio.
El trayecto fue horriblemente silencioso. Junsu no dijo ninguna palabra, ignorando todos los consejos típicos de Yoochun como: ‘si cooperas no será tan malo’ ‘debes ser sumiso’ y todas esas tonterías que él sabía que nunca cumpliría.
Como Junsu ya sabía lo que ocurriría, ni se molestó en cambiarse de ropa y simplemente cogió la silla que había cerca de su cama y la situó cerca del ventanal, sentándose y dirigiendo la vista hacia fuera. Allí estaba ese vasto bosque…Junsu se preguntó cómo estaría aquel hombre lobo en ese momento, se preguntó si estaría corriendo libremente por el bosque y el pensamiento lo llenó de tristeza, porque lo único que quería era ser libre como él, libre para correr junto a él, y libre…para tomar sus propias decisiones.
Escuchó la puerta abrirse y supo que hasta ahí llegaba su tranquilidad. Giró su rostro para mirarlo y ahí estaba…parado en la puerta, con la maleta a su lado y aquella satírica sonrisa en su rostro angelical. Ahí estaba para jugar aquel juego que tanto placer le provocaba…ahí estaba, dispuesto a matarlo si no cooperaba...
Dejó la maleta a un lado y lentamente se acercó a él, deteniéndose a sólo pasos de la silla donde se encontraba.
“Hola, mi pajarillo” lo saludó y Junsu lo miró con extrañez
“¿Ese será mi nuevo apodo?” preguntó, volviendo la mirada hacia el ventanal
“Si, ¿Te gusta? Lo acabo de inventar…porque pareces un pajarillo atrapado en una jaula, anhelando volar”
“Es bastante acertado” contestó con un dejo de amargura
“Mírame” le dijo. Junsu decidió que era mejor no hacerlo enojar…tan pronto, así que volteó a mirarlo. Sus ojos no expresaban ningún tipo de emoción mientras lo contemplaba
“Ya eres todo un vampiro, Junsu. Tu desempeño en la clase es excepcional” él asintió sin decir ni una palabra. Jaejoong pausadamente comenzó a caminar hacia la cama, sentándose al borde de ella
“Ven aquí” le dijo, tendiéndole la mano
Junsu dio una última mirada al bosque antes de levantarse y acercarse a él; Jaejoong tomó su mano y súbitamente la apretó contra su entrepierna. Los ojos de Junsu se abrieron como dos platos al sentir su miembro sobre la ropa.
“Te propongo un trato, no quiero ser malo contigo así que esto es lo que haremos: Si tú cooperas y eres bueno conmigo, yo seré igual de bueno contigo”
Al escuchar sus palabras…Junsu se quedó paralizado, incapaz de decir algo. Jaejoong le lanzó una sonrisa y luego puso su otra mano alrededor de su cabeza, forzándolo a arrodillarse con la cara delante de su hombría
“Esfuérzate…y seré dulce contigo, lo prometo” susurró al abrir el cierre de sus pantalones. Junsu se percató de que no llevaba ropa interior e inmediatamente apartó su rostro, tratando de levantarse, pero el amarre de Jaejoong era demasiado fuerte. Al darse cuenta de su negativa, Jaejoong le agarró la cabeza con las manos, levantando su rostro y mirándolo fijamente a los ojos
“Intenta rebelarte conmigo y te cortare tan fuerte que desearás no haber nacido” le lanzó una mirada asesina. Junsu comprendió que no tenía escapatoria…y el sólo recuerdo de aquella daga lo hacia temblar, así que descendió su rostro hasta su miembro, aproximándose aún más; luego abrió la boca y se lo introdujo adentro. Él lanzó un sonoro gemido y sus manos se aferraron a su nuca, apretándolo bruscamente. Jaejoong lo tenía tan presionado que Junsu comenzó a sufrir horrendas arcadas al sentirlo casi al nivel de su garganta…pero aun así continuó por un rato hasta que sintió que ya no podía aguantar más las nauseas e hizo una jugada desesperada: clavó violentamente sus colmillos en el miembro de Jaejoong, logrando que él lanzara un grito casi desgarrador y lo empujara violentamente contra la pared.
Junsu se sintió algo aliviado, pero cuando observó a Jaejoong mirarlo con ojos llenos de ira…supo que esa jugada probablemente le costaría la vida…
“¡MALDITO MAL AGRADECIDO!” bramó, levantándose de la cama y dirigiéndose a su maleta, sacando aquel estuche y abriéndolo para sacar esta vez, nada más ni nada menos que un látigo
“Te voy a desangrar…” Jaejoong se acercó rápidamente a él. Junsu trató de correr hacia la puerta, pero en menos de un segundo sintió sus dedos aferrarse a su cuello, empujándolo con fuerza en dirección a la cama. Cayó sobre ella y Jaejoong prácticamente voló hacia él, acercándose tan veloz como un rayo a la cama
“Te di la oportunidad, te dije que podía ser bueno contigo…pero tú la desperdiciaste y ahora…pagarás las consecuencias” dijo, tomando el látigo entre sus manos y estirándolo completamente
“No me importa si tengo que sufrir cada vez que me hagas esto, pero que algo te quede grabado en tu mente: ¡JAMAS ME ENTREGARE A TI VOLUNTARIAMENTE!” exclamó, y en ese mismo instante Jaejoong azotó el látigo contra su abdomen.
Su cuerpo se arqueó de dolor al sentir su piel despedazarse con aquel azote. Jaejoong miraba con fascinación la herida que ahora le quedaba impregnada en el pecho. Sus manos se aferraron a su cuerpo y lo volteó mientras levantaba el látigo una vez más y comenzaba a darle reiterados azotes en la espalda, riendo como un verdadero desquiciado al escucharlo gritar.
“Qué hermosa piel tienes...Susu...” le susurró, tomando un pedazo cercenado de piel de su espalda y acariciándola entre sus manos.
“Grita para mí” le dijo al propinarle otro violento azote. El látigo quemó con fuerza en la nívea piel de Junsu, cercenando aún más su espalda y logrando con éxito que él articulara un agudo grito en esa voz tan preciosa que poseía. Los gritos de Junsu eran música para sus oídos, y eso sólo lo incitó a azotarlo con más agresividad.
Junsu, con ojos llenos de lágrimas, mordió con desesperación su almohada, tratando de amortiguar en algo el dolor que lo atacaba pero era tan brutal…cada azote que le daba era como si un millón de agujas se clavaran en su cuerpo, haciéndolo gritar tan fuerte que sentía su garganta quemarle con cada grito que articulaba.
Continuó azotándolo, Junsu llevaba la cuenta…ya llevaba más de treinta azotes propinados y la piel de su espalda había comenzado a caerse a pedazos. Finalmente Jaejoong dejó el látigo a un lado y se posicionó sobre su magullada espalda, retirando los pedazos de su rota camisa y acercando su boca hasta su oído.
“Puedo seguir azotándote toda la noche hasta que mueras, ¿te gustaría?” Junsu no contestó, sentía tanto dolor que estaba como aturdido…
“¿Te gustaría?” insistió, alzando su voz para que pudiera escucharlo
“N-No…p-por favor…” le suplicó, usando sus últimas fuerzas para hablarle en un intento desesperado para que lo dejara en paz…
“¿Cooperarás?” la pregunta resonó dentro de su cabeza. Junsu lo meditó por un momento y decidió que ya no podía recibir más azotes, el dolor era demasiado y sentía que si recibía uno más moriría en una profunda agonía…así que simplemente asintió con la cabeza, completamente desahuciado…
“Buen chico” susurró. Luego llevó una de sus uñas hasta su muñeca, haciendo un corte en sus venas y acercándola hasta su boca
“Bebe, pero te advierto…que si luego de beber mi sangre me contradices, volveré a azotarte y esta vez no me detendré”
Junsu asintió y sus labios se apegaron con fuerza a la herida, bebiendo desesperado de él mientras sentía como lentamente el dolor de su cuerpo disminuía y la energía retornaba a su cuerpo.
Bebió sólo unos minutos hasta que Jaejoong apartó abruptamente la muñeca de su boca. Esto provocó que Junsu lanzara un quejido al sentirse despojado de la sangre.
Jaejoong palpó su espalda con sus dedos, delineando las gruesas cicatrices que se habían formado en su espalda y Junsu se sorprendió al no sentir dolor. Luego rápidamente bajó los pantalones de Junsu de un sólo tirón y acto seguido, se despojó de los suyos, arrojándolos al suelo.
Sus manos se situaron en sus caderas, atrayéndolo a él y acomodándolo a su cuerpo, pero Junsu se paralizó al sentir su erección en su entrada. Jaejoong pudo notar que estaba tenso y antes de irrumpir le susurró.
“Levanta un poco tus caderas…” decidió no contradecirlo e hizo lo que le dijo. Jaejoong deslizó su miembro hacia dentro, gimiendo al sentir sus músculos aprisionarlo y Junsu lanzó un grito, volviendo a sentir aquel desgarrador dolor…
“M-Me…d-duele” murmuró, aferrándose a las sabanas
“Trata de relajarte…si te pones tenso te desgarrare como la vez anterior” le dijo y Junsu resopló. Para él era muy fácil decirlo si no sentía nada de dolor y sólo sacaba placer de esto. Jaejoong comenzó a moverse adentro, pero el dolor aún era muy intenso y Junsu lanzó reiterados quejidos mientras él continuaba entrando y saliendo de su cuerpo.
Decidió tratar de relajarse y cerró sus ojos en un intento desesperado por desligarse un poco del dolor y pensar en otra cosa. Su mente inmediatamente viajó hacia el bosque y el recuerdo de aquel hombre lobo lo invadió por completo. Súbitamente fue invadido por un extraño pensamiento; Junsu se preguntó cómo sería si fuese él quien lo poseyera…y su mente le envió una imagen de aquellas cálidas manos aferrándose a su cadera, embistiéndolo reiteradamente mientras su calor lo invadía por completo. Lanzó un gemido al pensar en ello y de pronto…el dolor ya no se sentía tan intenso. Si bien aún persistía, ahora era bastante más soportable…
Jaejoong continuó embistiéndolo, gimiendo desesperado al sentir su miembro aprisionado por su cuerpo mientras Junsu se anestesiaba a si mismo pensando que otras manos lo tocaban…logrando así disminuir considerablemente la sensación de ardor dentro de su cuerpo para ser reemplazada por una especie de…placer.
Luego de lo que pareció una eternidad de violentas embestidas, Jaejoong colapsó dentro de él, causando que Junsu lanzara un gemido al sentir el clímax recorrerlo en un voraz hormigueo interno. Se dejó caer sobre la cama, todavía algo adolorido y aturdido al haber pensado en aquel hombre lobo de esa forma, y no tardó en escuchar a Jaejoong levantarse.
“Bastante mejor esta vez. Si te comportas así siempre no tendré necesidad de ponerme violento contigo” le susurró, acercándose para acariciar sus cabellos. Se vistió en silencio y luego de un rato lo escuchó abandonar su habitación. Junsu estaba demasiado cansado para seguir pensando así que simplemente cerró sus ojos y casi al instante, cayó rendido en un profundo sueño…siendo nuevamente invadido por la presencia de aquel hombre lobo en sus sueños…
omo... me sorprendió muchisimo que Jae no le hiciera tanto esta vez owo pero si susu no llega a aceptar ser sumiso... x.x mejor no qe lo deje casi muerto XD
ResponderEliminarasi qe los dos pensando en el otro a distancia~~ pobres TT
muchisimas gracias por la actualizacion! tenia muchas ganas de seguir leyendo ya >w<
Adoro este fic <3
El blogger no me dejó comentar en el capítulo anterior ¬¬
ResponderEliminarMadre mia!!! Junsu y Yunho sufren y yo sufro con ellos >< cada uno pensando en el otro~ espero ese reencuentro en el bosque. Cada vez se pone mejor!! :D
;_________________;
ResponderEliminar(T_________________T)
my homin no se ama y eso no gustarme mucho ; =;
D:! debo decir que me impactó bastante el HoMin es que no me esperaba que fuera Changmin quien utilizara a Yunho...pobrecito se nota que no le gusta mucho ceder ante su jefe D: pero Changmin aun sigue logra presionar sus botones xD
ResponderEliminarY ya se siente la atraccion entre Yunho y Junsu <3 continualo pronto porfavor esta demasiado bueno ^^
continualo porfavor!!!!! estaba recontrainteresante
ResponderEliminarXQ=?? YH no siente nada por CH el HOMIN asi no me gusta me da mucha tristesaa!! pero uvo lemon eso me emociono xD *w*!! q bueno q estabes JJ no le izo tanto daño a SUSU como la otra vez en serio rezaba para q el fuera menos sadico!!!!.... wa!!! por favor continuala!! essta muy buenaaa~~.. ah y porfas as q el HOMIN sea mas romantico!!! *w*
ResponderEliminarAigoo!
ResponderEliminarmuy buen capo u.u no me gusta que Min quiera utilizar a Yunnie para quitar los obstaculos u.u pero excelente capo xD siguire leyendo ^ o ^
me gusta este fic!! es mi primer HoSu =) como Jae odia a muerte a los hombres lobo y Min tb a los vampiros se genial si al final quedan juntos heheheh ¨:P
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