Cautivo - Prólogo

No sé por qué lo traje aquí.

No entiendo por qué tomé ésta decisión tan drástica y cambié de planes… Quizás porque podría obtener el monto total de las ganancias y no unas simples migajas, aunque llamar a esa cantidad de dinero migajas… Aún así, conozco a gente que me pagaría mejor por éste trabajo.

Lo observo, sigue dormido, al parecer esas drogas fueron demasiado para su frágil y delgado cuerpo. Bueno, era de esperarse, la dosis que le apliqué fue más de la necesaria pero es que el mocoso no dejaba de moverse.

Siempre me gustó realizar mi trabajo de la forma más pacífica posible… sólo por recomendaciones del médico. Sin embargo, era necesario cambiar mi actitud hacia mis víctimas. Sí, víctimas. Son prácticamente mi fuente de ingreso y hacerles daño sería en alguna situación de extrema delicadeza, como para extorsionar a una familia que no respondiera a las amenazas. Aceptémoslo, existe gente mala en éste mundo, inclusive tus familiares pueden darte la espalda cuando menos los esperes.

Por eso lo observé por meses antes de llegar a un acuerdo con ese viejo gordo. Tenía que asegurarme que la familia estuviera dispuesta a pagar un precio bastante alto por el chico, y sí, sus padres lo aman. No había problema con proceder con lo que el viejo ese tenía planeado, llegamos a un acuerdo y firmé el “contrato”, que consistió en un simple apretón de manos.

El chico. Es bastante perfecto, creo yo. En esos meses que lo observé llegué a aprender muchas cosas de él. Primero, era un estudiante modelo e hijo prodigio, toda una maravilla; seguía Derecho en la Universidad Nacional de Seúl, lo que sólo podía significar una cosa, era jodidamente inteligente. Segundo, se rodeaba de idiotas. Lo juro, el momento en el que lo vi junto a esas… Patéticas excusas de amigos, quise agarrarlo del brazo y alejarlo de ellos. Pero no podía intervenir, así que me limité a observarlos desde la distancia, pasando completamente desapercibido. El chico también tenía otros encantos, y con eso me refiero a que físicamente… Estaba demasiado bien.

Aclaro que eso no es lo que YO pienso sino más de la mitad de los estudiantes. Al parecer, este mocoso atraía tanto a hombres como mujeres. Tsk, no sé qué le ven.

A veces creo que la gente debería prestar más atención a lo que ocurre a su alrededor, no tengo habilidades de ninja a o nada parecido... ¿A quién engaño? Soy el mejor en esto.

Sigue dormido, pero no por mucho tiempo. Estoy seguro que ese catre no es muy cómodo que digamos. De hecho, esta sucia y pequeña habitación no será de su agrado cuando despierte. Pero es todo lo que puedo ofrecerle, con él no haré la diferencia, es igual que todos los demás.

¿En cuántas horas más despertará?

Fui un verdadero idiota al darle esa dosis.

Lo observo un poco más y volteo dispuesto a salir, lo miro una última vez sobre mi hombro y finalmente salgo de la habitación.

De este preciso momento en adelante, él no es nada más que mi prisionero.

Siguiente