YunJae, La noche más larga: Cap 4

Orgullo.

La pelea del día anterior había sido más que estúpida.
-¿Quieres que le enseñemos quien manda?-preguntó Seung Ho.
-No, esta bien….
-Enserio Hyung, no hay problema.
-No quiero que lo toquen. ¿Entendido?
-Esta bien hyung,-dijo Han Soo- si cambias de parecer….
-Ahí viene -dije- váyanse.
Me encontré con la fría presencia de Jaejoong salpicada con un tono de elegancia, la cual me había cautivado en un principio de él. El Jaejoong que yo conocía había desaparecido de la noche a la mañana. El Jaejoong que sonreía, el Jaejoong que me miraba constantemente, el Jaejoong que jugaba con mi mano cuando se aburría en clase. Ahora hace como si yo no estuviera ahí.
No estaba seguro de si estaba enojado, herido o arrepentido, pero ninguno de los dos habló en todo el día. Nuestra pelea no había tenido sentido en realidad. Yo sé muy bien la razón por la que estaba enojado, no me había gustado la manera en la que trató a mi hermana, y su actitud estuvo fuera de lugar. Pero me había consternado un poco la reacción de Jaejoong. Cuando lo emparejo como mi esposa esta bien, ¿pero con otra persona está mal? Sé que él debe de pensar lo mismo que yo, pero mi orgullo me impide pedirle perdón.

Al día siguiente esperaba que todo se arreglara, pues no quería estar enojado con mi mejor amigo el día de mi cumpleaños, pero Jaejoong no se apareció .El día después de ese era mi cumpleaños, y no podía dejar plantada a Park En Ji por mucho que yo quisiera ver a Jaejoong.
A las cuatro en punto ella apareció. Como había dicho, ni un minuto más. Sonreí al ver lo bonita que estaba y la ternura de haberse arreglado para mí. Tan linda.
-Yunho-ah feliz cumpleaños.
-Hola, gracias.
-Te compré esto.
Me entregó una caja cubierta con papel rojo y un listón de color plata.
-Gracias, hmm… ¿Lo puedo abrir ahora?
Ella asintió con timidez y proseguí a abrir la caja, cuyo contenido era una bufanda de color azul.
-Una bufanda…
-oh…e-es que hace como dos semanas atrás estábamos en la escuela y vi que traías puesto un abrigo y unos guantes pero aún así tenías frio, entonces pensé que tal vez necesitabas una. Espero que te guste, tardé mucho en elegirla para que te gustara, pero si no te gusta está bien, yo…
-Me gusta mucho. Gracias. Y ¿A dónde deberíamos ir? Después de todo es nuestra primera cita.
-Eso debería de preguntarte yo a ti. Hoy es tu cumpleaños.
-…Hay una película que quiero ver ¿Te interesa?
-Claro que si, vamos.
Empezamos a caminar mientras hablábamos de muchas cosas y reíamos de cualquier tontería. Los años entre Park Eun Ji y yo no han cambiado y siempre que estamos juntos es como si aún tuviéramos cinco años.
-¿Sabes? Me gusta mucho esta librería.
Paré en seco en aquel lugar, Eun Ji parecía alejarse más y más, su voz se iba apagando. Yo estaba desconectado, viendo la ilusión de un hermoso ser humano frente a mí.
-El dueño es amigo de mi padre, desde niña vengo aquí a leer, no muchas personas saben esto, pero amo leer… ¿Yunho, estas bien?
-Perdón. Es…es solo que aquí conocí a mi mejor amigo. Pero en fin, sigamos.
-Tu mejor amigo…es Kim Jaejoong ¿verdad? El chico nuevo.
-Así es.
-El es muy popular entre las chicas, bueno, no solo entre las chicas.
-Tú ¿Cómo sabes eso?
-Él es amigo mío, bueno, más que mi amigo supongo. Mi primo.
-Yo sabía que lo había visto en alguna parte.
-¿Lo conoces? ¿Tú como lo sabes?
-Se nos acercó el otro día a preguntar el nombre de Jaejoong, además…lo he visto mirándolo…distingo la mirada de un hombre enamorado.
-Sí…lo quiere mucho. Pero ¿Kim Jaejoong lo sabe?
-Sí, él lo sabe.
-Y a él…ya sabes. ¿Le interesan los hombres?
-No…él no es así. Se enojo cuando se lo insinué.
-¿Se enojo?
-No hablamos desde hace dos días.
-Eso es horrible. Espero que se arreglen las cosas entre ustedes dos. Pero ahora no te pongas triste. No te lo permitiré. Hoy es tu cumpleaños. Cuéntame todo de ti.
-¿Todo de mi?
-Sí, quiero saberlo todo de ti.
Después de eso comenzamos a platicar. Hablamos de muchas cosas en el camino al cine. También al salir fuimos a cenar y seguimos charlando. Ella era muy linda y era tan fácil hablar con ella que no me acordé de Jaejoong. Ni siquiera cuando fuimos a pasear al parque donde solíamos ir los dos juntos. Comencé a creer que tal vez las personas tenían razón, y debería de darle una oportunidad a Park Eun Ji para ser más que mi amiga.

-¿La pasaste bien? –preguntó.
-Muy bien, gracias.
-Feliz cumpleaños.
Me miró de una manera muy linda, así que en realidad no vi el problema con abrazarla. Cuando ella estaba así, tan cerca, tuve que probar algo, pues tenía que saber.
Tomé su barbilla y la hice mirarme, con mi otra mano acaricie su cabello mientras la veía a los ojos. Me acerqué a ella lentamente y cuando estuve lo suficientemente cerca ella cerró sus ojos. Pero al faltar solo unos centímetros para besarnos, incapaz de hacerlo me hice a un lado.
-Lo siento…eres muy bonita. Pero…
Antes de que pudiera articular otra palabra me dio una bofetada y se separó por completo de mi.
-No estoy diciendo que te enamores de mi justo ahora. Pero date cuenta de la situación de una buena vez. Y otra cosa…yo no estaré aquí por siempre.
Me dio la espalda y se fue. Acaricié mi mejilla roja por el golpe y mi teléfono sonó. Era una llamada de Jaejoong….Dudé en contestar. Lo que parecía ser un buen cumpleaños, resultó si ser horrible después de todo.
-… ¿Hola?
Intenté escuchar algo, pero había un sonido extraño del otro lado del auricular. Como sollozos.
-Yunho-ah…ayúdame…
-Jaejoong-ah ¿Qué sucede? ¿Dónde estas?
-…En el restaurante –escuché su silencioso llanto- ven rápido…tengo mucho miedo…por favor Yunho.
-¿Jaejoong-ah? ¡Jaejoong-ah!
Intenté llamarle pero ya se había ido.
En ese momento no pensé en ninguna otra cosa que no fuera correr. De pronto no había dolor, ya no había frio. Simplemente quería protegerlo….
En el restaurante las luces estaban apagadas y no había nadie alrededor. Traté de abrir la puerta pero estaba cerrada, desesperado la golpee y grité el nombre de Jaejoong varias veces sin respuesta. Entonces vi que una luz venía desde adentro.
Jamás olvidaré ese pequeño infarto que me dio al ver a Jaejoong acercarse con un pastel lleno de velitas prendidas. Caminó lentamente y me miró solo al llegar a la puerta. Se detuvo frente a ésta y quitó el seguro. ¿Entraría…? Claro que sí.
Al momento en el que abrí la puerta y entré lentamente él comenzó a cantar feliz cumpleaños, cuando acabó se quedó mirando las velas frente a él con un rostro inexpresivo.
-Yo…lo siento mucho.
-No…yo lo siento.
-Sobre reaccioné, además, me porté muy mal con tu hermana, lo siento.
-No. Yo sobre reaccioné, no le hiciste nada.
-Como sea yo…me arrepiento de haber dicho lo que dije. No sé si tú…
-¿Bromeas? Me arrepentí cinco segundos después de que te fuiste.
Sonrió.
-Entonces ¿estamos bien?
-Claro que sí.
-…Apaga las velas, tienes que pedir un deseo.
“Deseo ser feliz contigo siempre…”
Cuando todo se quedó en oscuridad Jaejoong dejó el pastel en una mesa y fue a encender las luces, cuando regresó a sentarse fue cuando pude notar que usaba un delantal blanco y estaba cubierto de harina en el cabello en su frente y su mejilla izquierda.
-¿Tú lo hiciste?
-Sí.
-Wow. Jaejoong-ah, no sabía que cocinabas, bueno, ya sabes, sin cortarte un dedo.
-Hay muchas cosas que no sabes de mi, Yunho.
-Ah, ¿si? ¿Cómo cuales?
-Como que…sé cocinar.
Reí mientras yo limpiaba su cabello.
-Y ¿Cómo estuvo tu cita? –Hice una mueca de dolor- ¿Tan mal estuvo?
-Me golpeó.
Le mostré mi mejilla roja.
-Ouch! Lo siento.
-Está bien. Yo también me hubiera enojado.
-¿Qué pasó?
-En realidad me la estaba pasando muy bien, pero al final, cuando estaba apunto de besarla…simplemente no pude hacerlo. Wow, el pastel está delicioso.
Me miró.
-¿Podrías imaginártelo?
-¿Qué cosa?
-Estar enamorado de alguien durante más de la mitad de tu vida. Verlo con alguien más y aún así fingir que todo está bien, fingir que estas feliz. ¿Podrías imaginarte como se siente? ¿Cómo sería ser Park Eun Ji…?
-mh?
Rodó los ojos.
-Nada, olvídalo. ¿Qué más pasó?
-Me dio un regalo.
Dije enseñándole la bufanda en mi cuello.
-¿Cómo me veo?
-mmh…Sexy. Pero creo que encontrarás el mío mejor.
Se levantó y fue a la cocina.
-¿Me compraste un regalo?
-Sí.
Regresó y puso frente a mi una caja envuelta en papel azul, después de sentó frente a mi con una mirada ansiosa en el rostro.
-…Jaejoong-ah…
-Es el teléfono que querías ¿no?
-Debió haberte costado una fortuna….
-Tenía algo de dinero guardado para una emergencia. Supongo que el cumpleaños de tu mejor amigo podría llamarse emergencia ¿no?
-Muchas gracias….
No podía creer que se había acordado de eso, además de que se lo hubiera tomado tan enserio cuando yo sólo estaba bromeando.
-No es para tanto.
-En serio no puedo creer que lo hicieras….
-Cállate antes de que me arrepienta.
Sonrió y llevó los platos sucios a la cocina, donde se puso a lavarlos. Yo lo seguí. Al principio, con la mirada, pero finalmente mis pasos me llevaron hacia él, mirando su espalda tan hermosa como el resto de su cuerpo. Por un momento dudé si debía hacerlo. Pero finalmente lo abracé, hundí mi cabeza en su hombro y entrelacé mis dedos sobre su abdomen. Una parte de mi quería soltarlo y desear no haber hecho eso nunca. Pero la otra parte, por el contrario, quería que él dejara sus manos libres y correspondiera ese abrazo. Pero me cansé de esperar algo que jamás pasaría. Así que lo solté y caminé hacia la puerta de la cocina, donde me recargué, suspiré, cerré los ojos y toqué mi pecho, pidiéndole por favor a mi corazón que se calmara.
-Yunho…Si te pregunto algo ¿Prometes que no harás preguntas, y que jamás volveremos a hablar de eso?
-Sí, lo prometo.
-… ¿Me lo presentaría?
-¿Qué…?
- A su primo… ¿Park Eun Ji me lo presentaría?
-Sí, claro que sí….
-Y tú… ¿Lo conoces?
-La verdad no…-Miré su rostro algo ansioso…e incluso en ese momento…podría jurar que en lo más profundo de su mirada brillaba algo de esperanza…queriendo escuchar aquellas palabras que yo no quería decir- Pero te quiere mucho…
Dije. Al fin y al cabo, si él siempre sonriera así…yo siempre sería feliz….

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