Aversiones y oportunidades.
A la mañana siguiente el despertar para
Changmin fue bastante duro, su alarma se accionó a la hora correcta pero la
apagó por error y no volvió a encenderse, así que simplemente volvió a caer
dormido. Casi media hora después, su manager aun con una resaca asesina, lo
levantó haciéndolo saltar del colchón mientras el corría a bañarse. El hombre
mayor casi cayó desmayado al sillón luego de haber logrado su cometido y no se
levantó ni siquiera cuando Changmin salió de la ducha y comenzó a vestirse.
Era como si el cuerpo de su manager
estuviera accionado para hacer su trabajo automáticamente. Lo que era admirable
y perturbador al mismo tiempo.
Luego de vestirse, Changmin tenía que
apresurarse hacia el salón de las estilistas para tener listo el vestuario del
día y poder comenzar a grabar. Aún le quedaban quince minutos, así que se
apresuró, con la camisa semi descubierta y el pelo húmedo por la ducha. Después
de todo, en vestuario se encargarían de secarlo y arreglarlo.
Corrió por el pasillo llegando hasta
el ascensor y toco el timbre, abotonando su camisa con torpeza mientras
aguardaba el “ding” del accionar de las puertas. El sonido tardó solo unos cuantos segundos y
se apresuró a entrar levantando la vista solo hasta que las puertas estuvieron
cerradas de nuevo.
Solo hasta un momento después sintió
una molestia particular en su cuello, como si presintiera que algo o alguien lo
estaba observando fijamente.
—Buen día, Changmin—ah.
Changmin inmediatamente dio la vuelta
para verificar si ese tono de voz correspondía a quien sospechaba, y
efectivamente se trataba de Jaejoong. Vestido con una extraña chaqueta de cuero
rebordeada en púas y cadenas de metal en conjunto con varios collares que
colgaban en su cuello, un par de anteojos gigantes, el impresionante juego de
piercings en cada oreja y, como no podía faltar, pantalones de cuero que hacían
juego, todo esto culminado con unas extravagantes botas de piel de serpiente.
El alto sintió sus ojos pesados al
momento inmediato de verlo, ya se había habituado a su imagen más normal,
debido a que para grabar el pelirrojo tenía que deshacerse de todas las
extravagancias y usar una peluca para cubrir hasta su tinte de pelo. En el set
generalmente solo vestía sudaderas y pantalones de ejercicio debido al
extenuante horario de grabaciones. Solo lo había visto vestido de forma similar
el día que lo conoció.
Al
mirarlo detenidamente, lo primero que se le vino a la cabeza a Changmin fue
la reacción de los pasajeros del vuelo que abordó, ya que ese atuendo era
demasiado inapropiado a pesar de ser apenas unas horas de viaje de Tokyo a
Okinawa.
—La gente educada responde a los
saludos—Exclamó molesto Jaejoong—
Para entonces no podían culparlo por
quedarse sin palabras, su poca interacción con el mundo exterior le impedían
ver lo exuberante de este tipo como algo común, y para cubrir su estupefacción Changmin
simplemente se inclinó volviendo su vista al frente y tratando de regresar a lo
que estaba pensando minutos atrás.
Ah, si… llegaría tarde a la
grabación.
El alto tomó su celular y comenzó a
textear a Oonoki para avisar su atraso cuando se percató de un pequeño detalle.
El día de ingreso al hotel las habitaciones habían sido asignadas por sorteo, y
si no recordaba mal la habitación de Jaejoong quedaba dos pisos debajo de la
suya. ¿Qué hacia el tipo entonces en su piso en primer lugar, tan temprano en
la mañana?
Changmin guardó el celular y se viró
ligeramente hasta alcanzar a ver al pelirrojo que como siempre seguía concentrado
en su espalda.
— ¿Qué? —Preguntó impaciente Jaejoong—
— ¿Se te perdió algo en mi piso? Si
no estoy mal, tu habitación no está ni un poco cerca de ahí.
Jaejoong se rio de inmediato
quitándose los lentes, debajo de ellos ocultaba su pesado maquillaje oscuro,
cosa a la que también el alto no terminaba de habituarse, además de que esta
vez llevaba lentillas de color gris.
—Quería ver tu cara. — Respondió
corto y sin vergüenza dejando a Changmin descolocado.
— ¿Eh?
—Bueno, quería ver tu reacción luego
de lo que escuche anoche, pero que decepción… no pareces tan irritado como te
oías ayer.
El actor se quedó tieso al momento de
escuchar ese recordatorio, lo había olvidado por completo y si no hubiera sido
tan idiota de cuestionar al pelirrojo lo hubiese podido dejar pasar como si
nada. Ahora solo podía escuchar en su mente las risas que el otro soltaba anoche
mientras él perdía los estribos.
— ¡Oh! Qué lindo, te has sonrojado.
Changmin se inmediato cubrió su
rostro con su mano, afortunadamente el ascensor volvió a abrirse y se escabulló
lejos, caminando rápidamente por el pasillo hasta llegar al lobby donde para su
sorpresa no había ni un alma.
Miró en varias direcciones pero
ningún miembro del staff estaba ahí, así que tomo de inmediato el teléfono y le
texteó al director Oonoki que de inmediato le respondió:
“Todo el staff salió de fiesta anoche y parece que algunos de los
actores se les han unido y han terminado con una resaca terrible. Ya que
Jaejoong—san no estará aquí hasta mañana, todos han decidido tomarse el día
libre. Lo siento Changmin—san, puedes volver a descansar a tu habitación”
Changmin no entendió mucho al
principio, podía ser cierto que todos estuvieran de fiesta y ahora no pudieran
con sus almas, pero Jaejoong estaba en la isla y era imposible que no hubiera
avisado de este hecho a Oonoki o al menos a Amure. Lo más importante es que él
estaba listo para trabajar, no podían pedirle volver a la habitación como si
nada luego de que su cuerpo estuviese en modo trabajo.
—Dios, eres tan rápido. Me acabo de
gastar los últimos gramos de energía que tenía persiguiéndote.
Jaejoong hizo aparición jadeando dramáticamente mientras alcanzaba al
alto en el lobby, ahora que se percataba, aun tenia las maletas encima por lo
que lo más probable era que acabase de llegar, pero simplemente no era posible
que no se comunicara primero con los directivos avisando su llegada, ya que la
única razón por la cual todos se la estaban tomando con calma era porque él no
estaba presente:
— ¿Soy el único que sabe que estas
aquí?
Jaejoong sonrió colocándose de
regreso las gafas mientras lanzaba uno de sus bolsos el cual Changmin atrapó en
el aire por reflejo.
—Hmm Solo Ryo—san lo sabe, pero le
pedí que no le dijera a nadie más.
El alto quiso preguntar de nuevo pero
guardó silencio concluyendo que aquello no era su asunto.
Inconscientemente comenzó a seguir al pelirrojo por el pasillo,
que parloteaba sobre algo gracioso que había sucedido en el aeropuerto pero no
le prestó demasiada atención, su mente estaba en por qué tanto favoritismo con
el sujeto que prácticamente podía hacer
lo que quería en el set y nadie decía nada. Aunque siempre trabajaba
diligentemente, esta situación era una total falta de respeto con el tiempo de
todos.
Tan sumido estaba en sus quejas
mentales que antes de darse cuenta había entrado en la habitación del tipo
cargando el maletín que le había arrojado sin razón. Pronto se sintió
avergonzado de haber sido llevado allí como un botones, por lo que inmediatamente entró, dejó el maletín en el piso y regresó a la
puerta de entrada para volver a su propia suite:
— ¿A dónde vas? —Pregunto Jaejoong
quien se dio cuenta de que pretendía irse—
—A reponer las horas de sueño que
perdí por culpa de tu maldita ineptitud —Respondió Changmin con saña—
— ¿Estas cabreado conmigo por alguna
razón?—
Changmin quiso responder de inmediato
que de hecho lo estaba, pero la verdad es que nada ganaba con eso, no podía
enfadarse con él porque simplemente era tiempo perdido, y de todas formas no tenía
mucha importancia. Este era el momento perfecto para cortar los pasos de
Jaejoong que con cada acercamiento se hacía más y más entrometido.
—Olvídalo—. Dijo como un susurro Changmin,
moviendo su mano en forma de despedida y comenzó a andar rumbo a la salida. Antes de lograr
traspasar la puerta, su brazo fue halado con fuerza de regreso al interior de
la habitación, el alto quiso anteponer una protesta pero fue demasiado tarde,
al instante recibió un ataque repentino por parte del pelirrojo que lo dejó
estupefacto.
Jaejoong estaba de puntillas con los
brazos anclados a su cuello y la cara a milímetros de la suya, aunque al
principio estaba sonriendo repentinamente se puso serio y se acercó hasta
cubrir sus labios con los de Changmin.
Changmin sintió una corriente en su
espalda y cerró su boca de inmediato mientras acudía al llamado de pánico pero
Jaejoong no se detuvo, se quedó inmóvil por unos segundos, hasta que finalmente
el pelirrojo se alejó de su cara y negó efusivamente.
—Sigues tieso como un palo—. Emuló
con desdén liberando al actor del improvisado abrazo.
—P—Pero que…
Changmin, atontado como estaba, no
pudo decir media palabra y comenzó a fruncir el ceño. Jaejoong seguía
imperturbable como si lo que hubiera hecho no hubiese sido una obvia invasión a
su espacio privado y un rotundo atrevimiento.
— ¿Has leído el libreto estos días?
Esta es nuestra próxima escena.
Changmin se mantuvo en silencio un
momento mientras revisaba en su mente la última lectura que le había dado al
libreto y si, había una escena muy similar a esta, pero aunque la hubiera no
entendía porque fue atacado sin consentimiento alguno. Después de todo, no
tenían una sola cámara cerca.
No estaban trabajando ahora mismo.
— ¿Y eso qué demonios tiene que ver
con esto? —Alegó alterado, pero su interlocutor siguió con su discurso.
—Sencillo, que sigues sin reaccionar,
con o sin cámaras reaccionas de la misma forma ante mis acercamientos, eso
significa que sigues igual de incomodo que siempre.
— ¡Por supuesto! —Repuso de inmediato—
—El caso es que tenemos que grabar
esa escena mañana y contigo quedándote en blanco solo nos dará más trabajo y
probablemente nos llevara todo el día grabar esta escena. ¿Revisaste el resto
del guion? Tenemos escenas más subidas de tono a partir de ahora, si no puedes
darme un beso correctamente ¿cómo esperas hacer lo demás?
Changmin abrió la boca para reponer
pero cierta parte de lo que dijo Jaejoong era acertada, él se había encargado
de leer el guion, y entendía que lo que debía hacer a partir de ahora sería
mucho más revelador pero quería enfrentarlo en su momento, justo ahora no podía
pensar en ello.
—Me encargué de no avisarle a nadie
porque creo pertinente arreglar tu problema primero, tu actuación hasta el
momento ha sido muy mediocre y lo cierto es que no me gusta trabajar con
personas mediocres.
El alto sentía la vena de su
indignación creciendo cada que el sujeto soltaba una nueva diatriba en su
contra, nunca en su vida lo habían por de bajeado tanto como en este momento y
lo peor es que no podía decir nada para desmentirlo. Él tenía razón, solo
estaba dando la mitad en todo porque en el fondo esperaba no ser recordado por
este papel justamente.
— ¿Y Que quieres que hagamos
entonces? El hecho de que te atreviste a hacer
eso y no hubiera estrellado mi puño contra tu boca ya es mucho
autocontrol para mí. Te repito que no me van los hombres, no puedes pedirme que
de una mañana para otra eso cambie.
Jaejoong asintió con sutileza
mientras apuntaba el sofá en la habitación indicándole al alto que se sentara.
A pesar de que la primera intención de Changmin era irse, no pudo resistir la
curiosidad de saber qué era lo que haría el sujeto, así que accedió a sentarse
y tratar de calmar un poco su mala leche.
Jaejoong lo dejó ahí mientras se
dirigió a sus maletas y comenzó a rebuscar en su interior, poco después regreso
al sofá con una mascada en las manos y de inmediato el alto retrocedió en su
asiento.
¿Qué tipo de cucarachas pasaban por
la cabeza de este enfermo?
—Vamos, confía un poco en mi —Mencionó
el pelirrojo al ver el rostro cada vez más furioso del actor— Sabes que no
puedo hacer nada si tu no quieres.
Jaejoong se acercó hasta colocar una
de sus rodillas en el mueble y rodeó los ojos de Changmin con la mascada
comenzando a anudarla en la parte posterior de su nuca, pronto la vista de
Changmin estuvo completamente cegada y solo escuchaba la cercana respiración
del otro, a pocos centímetros, contra su frente.
— ¿Por qué no intentas pensar algo
distinto a mí, al elenco o a una chica cuando tenemos que besarnos? Algo más
simple, como un lugar que te guste o una golosina.
—Esto es estúpido —mencionó irritado,
si tenía que hacer eso no necesitaba tener esa extraña cosa en la cabeza.
—Inténtalo solo un poco, cuando me
acerque a ti evoca alguna cosa que te agrade y concéntrate en ello y trata de
no poner resistencia.
Changmin accedió resignado a tomar la
prueba como alguna de las clases de actuación a las que asistió en sus años de
entrenamiento, llevando su mente a algún lugar lejos de allí, pero por
supuesto, nada de eso funcionó:
— ¡Abre la jodida boca!— apuntó con
saña Jaejoong usando sus dedos bruscamente para abrir los labios herméticamente
cerrados de Changmin—
— ¡¿Para que necesitas que abra mi
boca?! ¡Solo hazlo así! —Repuso Changmin entre dientes—
— ¿Eres un niño de primaria acaso?
¡Es un jodido beso!
— ¡Cállate, maldición!
Luego de aquella infantil discusión,
Changmin suspiró y entreabrió sus labios aún bastante reticente. Trató de
llevar su mente a cualquier cosa lejos del aliento que golpeaba su cara. Lo
cierto es que no tenía un gusto particular por las golosinas, pero le agradaban
las frutas, en particular las mandarinas. Tenía un sabor dulce y a la vez
cítrico que era muy agradable.
Pudo verse a sí mismo tomar una
pelarla y llevarla a su boca, entreabrir sus labios para poder morder la rodaja
suavemente y poder disfrutar de su particular sabor. La imagen en su mente era
muy clara, hacia todo lo que se suponía para imaginar, el sabor de la fruta,
pero todo lo que sentía era humedad en sus labios.
Y solo entonces se dio cuenta que ya
estaba besando a Jaejoong. No apresuradamente, más bien con calma y no se
sentía particularmente desagradable.
Era más bien raro, siempre estuvo
acostumbrado a la delicadeza de un beso, a que debía tratar a las chicas como
una pieza de cristal pero ahora no se preocupaba por eso, sin embargo era
extraño porque no tenía el control del beso. Sus labios se sentían bien, aunque
extrañaba el olor y el sabor particular de los bálsamos de labios que las chica
usan, no podía quejarse ya que siempre tenía en la mente que besar a un hombre
se sentiría algo… áspero. Esto era en una escala muy distinta a lo que
esperaba.
Suspiró con paciencia dejándose
arrastrar por los dedos que ahora se enterraban suavemente en su cabello
rememorando imágenes de sus frutas y luego dejo a un lado las fantasías y pudo
concentrarse en la realidad. Sentir su lengua merodear por su boca no era
asqueroso. Si tenía que admitir algo es que el tipo era un bueno en los besos y
sabía qué hacer para no hacerlo sentir como un idiota.
Finalmente el beso se deshizo poco a
poco dejando al alto con una sensación mojada en su boca y una cierta
incomodidad que era bien justificaba. Era la primera vez que besaba a alguien
dejándose arrastrar y no tomando el control:
— ¿Mejor?
Changmin bufó para evadir esa
pregunta capciosa y procedió a soltar el nudo en la mascada para poder irse de
una vez estando el asunto terminado, pero Jaejoong volvió a atajar sus manos,
rehaciendo el nudo de inmediato.
— ¿Qué haces? —Pregunto inquieto—
—Esto solo está comenzando. Aun estas
muy a la defensiva, necesitas relajarte.
Las defensas de Changmin se
encendieron de inmediato ante aquella afirmación.
—Y que pretendes ¿Qué nos besuqueemos
todo el día hasta ya no más?
—Vele el lado positivo, cuando
terminemos podrás besarme como si se tratara de abotonar tu camisa en la
mañana.
— ¿Y para qué es necesaria esta cosa
entonces? —Entonó señalando la mascada obstruyendo su vista—
—Nos desharemos de ella conforme
avances un poco. Solo relájate y no cierres la boca.
— ¡No me digas que hac…!
Antes de poder meditar una vez más
los labios contrarios se cerraron contra los suyos dejando un suspiro en su
boca a medio camino.
Quizás el pelirrojo tenía razón,
quizás estaba demasiado lleno de prejuicios y lo único que necesitaba era
experimentar un poco, después de todo, esto no sería más que una enseñanza que
enriqueciera su vida. Y aunque esto pudiera afectar su imagen, lo cierto era
que una vez que la grabación concluyera los caminos de ambos estarían tan
distantes que no volverían a encontrarse de nuevo, por lo que podría volver a
desviar los ojos de los demás hacia un nuevo papel y no tendría por qué sentir
esta cierta comodidad al besar un hombre nunca más.
[…]
En su cabeza rondaban uno tras otro miles
de pensamientos infantiles que le permitían afrontar con cierta calma el que
más de 80 personas entre staff y actores estuvieran presenciando la grabación
de su escena.
Y estaría bien si fuera cualquier
escena y no este “tipo” de escena.
La arena se había colado incluso por
su ropa interior y se sentía extraña, su espalda estaba más fresca debido al
agua que había mojado la arena bajo su cuerpo, pero no podía decir lo mismo del
potente sol que abrazaba sus piernas. Respiró profundo tratando de abrir la
boca un poco más al ritmo del demandante beso del que era preso, tenía los ojos
cerrados así que no podía ver a nadie y quizás era mejor así, la estúpida
mascada había tenido su funcionalidad después de todo, pues no tenía vergüenza
de los pares de ojos que miraban con curiosidad.
Sintió los suaves dedos paseando por
su mejilla en movimientos oscilantes, hasta que acaban enredándose en su pelo.
La lengua que vibraba en su boca se sentía cálida impregnada con un dulce sabor
a zumo de naranja.
A pesar de que estaba disfrutándolo
en lo que podía significar esa frase en aquel contexto, el beso estaba tomando
mucho más tiempo del habitual, su piel estaba hirviendo aun cuando llevaba algo
de ropa encima y no quería saber que sería de la persona encima de él que tenía
la espalda desnuda.
Ciertamente imaginarle quejarse como
un bebé por la quemadura de sol que le quedaría luego de esto era muy
divertido, por lo que comenzó a reírse aun sobre el beso causando que el
pelirrojo jalonara un mechón de su pelo para mantenerlo enfocado.
Finalmente el director dio el grito
de corte avisando que la grabación había terminado y Changmin pudo apoyar su
cabeza contra la arena y liberarse del que estaba comenzando a ser un
asfixiante beso.
Y Ahí estaba Jaejoong con su estúpida
sonrisa, goteando agua a su cara con su peluca negra empapada de agua de mar.
—No te muevas —musitó, levantándose
de la arena mientras Changmin continuaba tendido con el sol quemándole las
pestañas. Fue entonces que saco el teléfono y pronto se escuchó el sonido del
clic que le avisaba que le habían tomado una foto.
El alto gruñó usando sus piernas para
golpear las del pálido muchacho hasta hacerlo caer de bruces al piso causando
la risa inmediata del staff y el elenco que los rodeaba.
La atmosfera alrededor de ellos se
había amenizado mucho y con cariño habían sido llamados los comediantes del
grupo por el notorio número de peleas infantiles a las que incurrían. A pesar
de que Changmin era más bien serio y trataba de mantenerse así, Jaejoong no demoraba en decir alguna
estupidez para sacarlo de quicio y causar que riñeran como perros y gatos
causando que todos a su alrededor estallaran en carcajadas.
Poco después de concluida su corta
discusión, Oonoki se acercó con una brillante sonrisa al tiempo que las
ayudantes de escena los protegían del sol con un paraguas y refrescaban sus
pieles con ungüento.
— ¡Eso fue hermoso, chicos…! No sé lo
que han hecho pero la grabaciones de las escenas han sido perfectas ¡Gracias
por el duro trabajo!
El director tenía muchos motivos para
estar entusiasmado. Desde aquel día en que habían “practicado” esto de tener
intimidad, Changmin sentía algo rutinario y normal el tener que besar al
pelirrojo. Las escenas juntos habían ido sin tomas falsas y todos estaban
sorprendidos al verlos actuar tan naturalmente luego de las desastrosas dos
semanas que habían tenido en Tokio. Su manager era uno de los más exaltados con
su nueva actitud hacia Jaejoong, por supuesto, trató de sacarle algo de información
a Changmin pero este se mantuvo callado, no quería bajo ningún motivo revelar
el secreto de su buen resultado.
Eso sería darle más importancia a
Jaejoong de la que ya creía que tenía.
Durante los seis días que
permanecieron en la isla todo marchó sin ningún problema, y ahora que se había
liberado de gran parte de sus temores, Changmin sentía que podía darlo todo por
hacer de este su mejor papel, por el momento.
[…]
El último día de grabación en la isla
finalmente llegó y el ambiente en la improvisada fiesta armada por el personal
al atardecer era agradable. Habían terminado todo el trabajo en la mañana
y partirían rumbo a Tokio al día
siguiente.
En la fiesta, Changmin se entretuvo
charlando con la mayor parte del elenco femenino, todas eran mujeres de mayor
edad pero con infinita gracia y elegancia, que guardaban mucha sabiduría en su
interior para compartir con él.
Tomó poco y conversó con casi todo el
mundo exceptuando a dos personas: Jaejoong su co—estrella y Amure el director
creativo de la serie.
Ryouchiro Amure era un hombre en sus
treinta, un poco bajo pero de contextura delgada que podía pasar fácilmente por
un estudiante en sus veinte, justo como su manager lo había descrito, era una
persona de pocas palabras y bastante reservada, solo se había dirigido a él un
par de veces como saludo cordial pero jamás pudieron entablar una conversación.
Sin embargo, cuando Jaejoong estaba alrededor el parecía ser un poco más
conversador pero permanecían tan aparte del resto del grupo que era difícil
descifrar que tipo de temas tratarían entre ellos. Al menos parecía que se
conocían muy bien.
Jaejoong también era extraño, aunque
revoloteaba mucho a su alrededor e insistía con vehemencia un poco de atención
mientras el alto quería ignorarlo, cuando Amure aparecía en el panorama,
Changmin o cualquier otra persona tendía a desaparecer por completo.
Gracias a esto, muchas ideas pasaron
por la cabeza de Changmin, no sabía respecto Amure pero Jaejoong le aseguró
abiertamente cuando se conocieron que era homosexual, quizás todo este trato
especial se remitía a que Jaejoong y Amure…
— ¡Fuegos artificiales! — ¡Que
bonitos!
— ¡Vamos, vamos a verlos! ¡Changmin —san!
Las chicas del staff rompieron a
gritos e inmediatamente todos corrieron hacia las ventanas del salón para ver
el espectáculo. Hoy se celebraba en la isla algún tipo de festival de verano
por lo que los juegos artificiales en este momento no eran nada extraño.
Changmin no sentía especial interés por estas cosas, sin embargo, fue
arrastrado por las actrices y mientras ellas se deshacían en murmullos sobre lo
bonito de los colores de la explosión del pólvora, el trataba de volver a su
burbuja de pensamientos anterior.
Si lo pensaba detenidamente aquella
era la explicación más lógica de porque todos aceptaron sin problemas los días
de falta de Jaejoong, todos podían saberlo o haberse dado cuenta y guardaron el
secreto entre ellos, o quizás solo Oonoki fuera consiente y para mantener
armonía con el otro director aceptaba sus circunstancias.
Eso lo comprendía perfectamente, lo
que no entendía era porque eso lo hacía sentir un poco molesto… como si el
Jaejoong que podía ser tan insoportable, le preocupara un poco.
Después de todo ellos dos eran muy
diferentes, Jaejoong demasiado llamativo y escandaloso, Amure reservado e introvertido,
además de que ese tipo de relación al ojo público sería muy perjudicial para
dos personas del medio.
—Changmin—ah, ¿Puedes mirar aquí un
segundo?
Al escuchar su nombre, el alto viro
un poco su cuerpo por reflejo, entonces recibió una fuerte luz que le cegó la
vista un segundo. Luego de que el efecto cegador desapareció, pudo darse cuenta
de que “Hablando del rey de roma…” Jaejoong apareció frente a sus ojos con su
particular acoso fotográfico.
— ¡Que guapo!
Lo cierto es que el asunto de las
fotos le resbalaba un poco, decirle que no lo hiciera era pedirle que lo
hiciera más y ya que no podía pararlo lo único que pudo exigirle es que no
subiera esas fotos a internet o lo mataría. Jaejoong siempre sonreía asegurando
que eran para su colección personal y que nadie además de él las vería. Ya que
era uno de sus extraños hobbies a Changmin no le quedaba de otra más que
acostumbrarse a ello.
[…]
Los sentidos del alto estaban
comenzando a titubear llegada la medianoche, jamás imagino que aquellas delicadas
mujeres pudieran tener un ritmo de bebida tan rápido y aunque ellas poco podían
hablar luego de la cuarta botella, no era educado simplemente levantarse de la
mesa y dejarlas solas. Muchos de sus superiores se habían retirado ya, aún permanecían los más férreos bebedores y
aquellas damas junto a él.
El actor nunca había tenido una
tolerancia extrema al alcohol y lo cierto es que poco bebía, principalmente por
los afectos adversos que tenía la bebida a la mañana siguiente, pero en esta
ocasión se vio arrastrado a ello sin oportunidades para negarse.
Cuando finalmente las mujeres se
dieron de baja y se retiraron a sus habitaciones, Changmin suspiró
sosteniéndose de la pared más cercana antes de perder el equilibrio por culpa
del mareo. Estaba ebrio, y su estómago revuelto era una prueba fehaciente de
ello. Sin embargo aún estaba consiente, y ya que pudo mantener su fachada
frente a las actrices, ahora podía desahogarse en el inodoro de su baño antes
de que fuera tarde y lo hiciera en el pasillo.
Se las arregló para llegar hasta el
ascensor del hall principal y apretó el botón como pudo ya que su vista
comenzaba a distorsionarse, a este punto, irse a la cama no parecía la mejor
opción, quizás con un poco de aire fresco y un revitalizante podría calmar su
estómago antes de dormir. Aunque lo cierto es que no le quedaban energías para
subir a la terraza del hotel, aún estaba el balcón de su habitación.
El ascensor bajó finalmente y para su
sorpresa estaba ocupado. Jaejoong y el director Amure estaban dentro y parecían
estar riéndose a carcajadas del algún asunto antes de percatarse de la
presencia del alcoholizado actor, entonces detuvieron las risas. Changmin se
sorprendió, pero pudo disimularlo inclinándose hacia Amure con cortesía e hizo
su mayor esfuerzo para no demostrar su terrible estado de embriagues.
Creyó que los dos ocupantes dejarían
el ascensor cuando llegaron al piso que les correspondía, pero al final, solo
el director lo hizo, quedándose Jaejoong en su lugar hasta que las puertas se
cerraron nuevamente.
—Tu piso no está arriba —Anunció el
alto con su voz terriblemente arrollada, aunque pudiera aparentar sobriedad
externamente, su voz lo delataba por completo.
Jaejoong rio mirándolo sorprendido.
— ¡Estas borracho!
Al oírlo mencionar tal obviedad,
Changmin frunció el labio y prefirió guardar silencio. Era bastante evidente
que lo que menos necesitaba era un sermón por parte de un personaje tan salido
de contexto.
Estaba comenzando a irritarse con
solo su presencia, no entendía porque contaba con tan mala suerte de
encontrárselo a todo momento y lugar.
—Changmin, en serio estas pálido ¿Te
encuentras bien?
El pelirrojo intentó acercarse para
verificar si todo estaba en orden pero Changmin se apartó bruscamente ocultando
su rostro. Pronto su respiración comenzó a escucharse pesada y todo a su
alrededor comenzó a dar vueltas. Como pudo, apoyó sus manos en una de las
paredes del ascensor pero eso no evito que se desplomara en el piso siendo
auxiliado inmediatamente por el otro ocupante.
—Estas sudando, Changmin dime ¿Qué
fue lo que bebiste?
De tantas copas que había aceptado no
tenía idea de que bebió, así que no podía saber cuál de esas bebidas estaba
causando este calor en su cuerpo. Comenzó a sentir su aire más pesado y su
cuerpo caliente, hirviendo, necesitaba agua, una compresa fría o cualquier cosa
que ayudara a bajar su temperatura.
Su mirada desenfocada estaba en
cualquier parte y solo podía escuchar los murmullos de Jaejoong mientras lo
arrastraba hacia su habitación. Al tiempo que el pelirrojo le preguntaba por su
tarjeta de acceso el simplemente lo miraba perdido, sin fuerzas siquiera para
hablar.
Jaejoong comenzó a tantear con sus
manos alrededor y sin ningún motivo Changmin jadeó sintiendo una descarga
eléctrica bajar por su espina dorsal, el pelirrojo lo miró con tal cara de
asombro que apenas y pudo terminar de buscar dentro de su chaqueta hasta que
finalmente dio con la tarjeta de acceso.
Entraron juntos a la habitación y el
alto fue llevado con rapidez en su cama.
Luego de aquello solo hubo un
silencio incómodo, silencio solo interrumpido por la respiración trabajosa de
Changmin. Cuando Changmin pretendía pedirle a su compañero que se fuera, este
se acercó abruptamente tomándolo por los hombros y luego acunó con sus manos el
rostro del alto.
Changmin no reaccionó, contrario a
cualquier situación anterior, esta vez no sentía ninguna necesidad por
apartarlo y sus fuerzas no parecían suficientes como para ejercer tal acción.
Lo miró, sintiéndose atraído por el intenso color azul que ahora llevaba en sus
ojos. Hasta entonces no hubiera pensado que Jaejoong era guapo, pero mirándolo de
cerca no estaba nada mal.
Después de todo no se sentía el mismo, la
habitación se sentía extraña y su cuerpo cada vez más caliente.
—Necesitas un baño de agua fría. De
inmediato.
Changmin comenzó a reírse suavemente
ante la petición apresurada del pelirrojo, solo estaba algo borracho, nada más.
No era necesario llegar tan lejos.
—Estas exagerando —murmuró
tambaleante—
—No estoy exagerando—A diferencia de
otras ocasiones Jaejoong permaneció serio y con un rostro incambiable, extraño
siendo una persona propensa a comentarios estúpidos en momentos inoportunos— No
estas borracho, estas drogado.
Changmin comenzó a reírse
histéricamente moviendo su cabeza de un lado a otro como un niño pequeño, al
pie de la cama, Jaejoong continuaba con una expresión de preocupación.
El pelirrojo sabía que algo andaba
mal desde que lo vio ingresar al ascensor y aunque creyó que estaba en
principio pasado de tragos, el accionar del alto no parecía el de una persona
ebria. Aquello lo hizo sospechar de inmediato.
—Changmin ven, vamos al baño.
Changmin se removió levantándose
trabajosamente y se dejó arrastrar por el mayor que pasó uno de sus brazos por
su hombro y comenzó a arrastrarlo rumbo al baño. Estaban a unos cuantos metros
de llegar, pero los pies del alto se sentían como plomo y no tardó en detenerse
provocando que ambos cayeran al piso estrepitosamente.
Nuevamente, Changmin rompió en
carcajadas.
—Esto definitivamente es éxtasis, y
en esta condición no hay forma de que puedas tomar ese vuelo mañana.
Exclamó preocupado Jaejoong
observando las pupilas perdidas del actor y su euforia enfermiza. Después de
todo, el conocía de primera mano los efectos de las drogas, lo había vivido, y
para alguien que no tuviera ningún contacto con ellas el primer choque era
fatal.
Él había sido un joven estúpido y por
ello sabía que nada bueno saldría de todo esto y Changmin no podía permitirse un escándalo de
este tipo si por casualidad lo obligaban a hacer una prueba de doping en el
aeropuerto a causa de su terrible condición.
—Venga, levántate.
Insistió tratando de levantar el
pesado cuerpo sobre el suyo pero no lo logró, Changmin lo miraba con una
sonrisa brillante pero perturbadora, para él era extraño pues ni una sola vez
había recibido tal respuesta por parte del alto, nada además de sus rutinarias
miradas de desprecio y silenciosos “me fastidias”. Y aunque estaba de cierta
forma agradecido por ver una sonrisa, el saber que aquella procedía por efectos
de una droga no era algo que lo hiciese feliz.
Jaejoong se incorporó con cuidado y
usó sus brazos para levantar el cuerpo inerte de Changmin, quien era un buen
par de centímetros más alto, lo que dificultaba su labor. El pelirrojo no tuvo
más opción que sostenerlo por sus brazos y al abrazarlo para poder levantarlo, pero
el actor estalló en risas provocando que perdieran el equilibrio de nuevo, esta
vez siendo atajados por la pared a espaldas del pelirrojo.
Jaejoong continuo pacientemente
esperando a que las risas se detuvieran y luego de unos segundos sucedió, solo
que las risas fueron reemplazadas por murmullos inaudibles. El pelirrojo
insistió pasando su brazo por la espalda del alto y apoyando su cabeza
tambaleante en su hombro para por fin arrastrarlo camino al baño. Estaba en su
tarea cuando percibió en su cuello una inspiración profunda y seguidamente el
contacto cálido de la lengua del actor contra la piel expuesta de su cuello.
—Dulce…
Basta decir que aquel estimulo provocó
una reacción en cadena en todo su cuerpo, después de todo, Changmin besaba su
piel tan delicadamente que era casi imposible no derretirse. A pesar de que
aquella caricia estaba comenzando a causar estragos, se recordó así mismo que
era una persona colocada y que no tenía ningún derecho de excitarse por ello.
Rápidamente alejó a Changmin para
encontrarse con su mirada perdida y brillante y sus labios provocadoramente
húmedos.
—Deja de hacer eso.
Mencionó secamente, contrario a ello
recibió una sonrisa preciosa que lo envió directamente a los pies del infierno.
Changmin no tenía ni la más mínima idea de lo que provocaba en esa postura tan
indefensa, mucho menos cuando el mayor estaba tan habituado a su rostro neutro
o enfurecido. Su sonrisa era diez veces más preciosa.
El pelirrojo murmuro una maldición y
cansado de negociar se inclinó tomando las piernas de Changmin y alzándolas
obligado a llevarlo en su hombro como un saco de papas. Era claro que en estado
normal lo único que recibiría de Changmin sería una patada en la entrepierna,
pero este no era su estado normal.
El alto no muy dispuesto pataleo un
poco, pero luego de unos segundos se calmó, extrañamente susurrando entre
dientes una canción infantil.
— ¿Cuánto de esa mierda te dieron?
—se preguntó el pelirrojo llegando finalmente a la puerta del cuarto de baño.
Lograr que Changmin ingresara a la
ducha fue una larga y agotadora lucha, pero lo consiguió, viéndose obligado a
ingresar con él para evitar que se cayera. Con cuidado accionó la ducha dejando
que el alto se adaptara a la temperatura poco a poco mientras gradualmente la
bajaba hasta que el agua estuviera completamente fría. Changmin lanzó un jadeo
mientras sostenía con fuerza los brazos de Jaejoong con la boca abierta y sin
poder oponer demasiada resistencia al inminente castigo.
Finalmente Changmin dejó de luchar y
Jaejoong detuvo el agua y corrió hasta el vestíbulo a traer un par de toallas.
El alto permanecía de pie temblando como un animalillo empapado hasta los
calzones. El pelirrojo lo cubrió con las toallas y comenzó a secarlo, aquel
baño ayudaría al menos a bajar su temperatura y a que recobrara un poco los
sentidos.
Cuando estuvo un poco seco lo sacó
del baño y comenzó a rebuscar a ciegas en la habitación por algo de ropa
mientras el alto deambulaba a su espalda, como un fantasma con ambas toallas en
su cabeza y cuerpo. Luego de desordenar un poco pudo encontrar unas pijamas las
cuales extendió hacia el muchacho para que se vistiera. Changmin miró su brazo
extendido pero no hizo ademan de tomarlas, simplemente dejo caer las toallas y
comenzó a desvestirse.
— ¿Q—Qué haces?
Por primera vez el tono del pelirrojo
se escuchaba algo nervioso, Changmin lo miraba sin prestarle mucha atención
hasta que quedo solo con sus boxers.
—Esa es de mi manager, yo duermo de
esta forma —señaló su cuerpo casi completamente desnudo—
Jaejoong entendió que no podía
retarlo y lo dejó ser, asegurándose de que se metiera bajo las sabanas, pero
sus ojos siempre curiosos no pudieron evitar desviarse hacia el resto de su
cuerpo, sobre todo a la parte que se levantaba notoriamente por encima de la
única prenda de vestir que llevaba.
Changmin era un hombre hermoso, su
cuerpo era delgado con finos músculos en las partes correctas, simplemente
proporcionado. Ya lo había admirado de esa forma en la playa, pero la bermuda
que llevaba entonces no se comparaban con el pequeño y ceñido bóxer que llevaba
ahora. Esta prenda no dejaba absolutamente nada a la imaginación.
No había que ser un adivino para
darse cuenta que el actor le gustaba, ya sentía curiosidad por el hasta antes
de conocerlo, pero ahora que interactuaban era como visionar en el todo lo que
soñaba.
Él era su tipo, todo lo contrario a su
personalidad y todo un reto para domar, justo lo que le encantaba. Si, Changmin
era hetero, pero Jaejoong había escuchado eso muchas veces ya y sabía que todos
lo eran hasta que se demostrara lo contrario y su cama era testigo de cuantos
heteros cayeron en sus redes por curiosidad.
Aunque siempre había enredado a los hombres
por pura diversión con este chico era diferente, simplemente le gustaba, no
solo por pasar el rato, era agradable compartir tiempo con él.
Quizás se parecían, ese fuerte
orgullo que tenía Changmin lo hacía simplemente irresistible.
Por todo lo anterior esta era una
oportunidad de oro, la que debería estar feliz de tener y la que debería
aprovechar de inmediato pero de alguna forma este comodín no se adaptaba a sus
necesidades. No solo porque sería comportarse como el pervertido que Changmin
aseguraba que era, sino porque acceder a él en tal estado no era algo que lo
pondría orgulloso.
Doblegarlo y convencerlo estando a
completa conciencia, eso sí sería algo que el pelirrojo celebraría sin medida.
El alto se sentó en el borde de la
cama y a espaldas de la vista de Jaejoong, mantenía el rostro escondido entre
su cabello y parecía un poco confundido. Jaejoong sabía que solo un baño no
calmaría su ansiedad y que probablemente esa noche no conciliaría el sueño, por
lo que se acercó tratando de percatarse de su estado encontrándose con la
sorpresa de que de hecho estaba masturbándose. No lo hacía directamente, solo
acariciaba su miembro por sobre la tela mordiendo sus labios para no emitir
sonido alguno, pero poco podía hacer para acallar sus jadeos.
Jaejoong no sabía qué hacer, dejarlo
solo no era la mejor opción, cuando el efecto terminara sería un golpe muy
fuerte pero tampoco podía ignorar lo que estaba pasando, el por supuesto no era
ciego ni de piedra. Changmin parecía haber perdido toda inhibición, la forma
tan abierta en la que se acariciaba y sus hermosas facciones hacían palidecer a
cualquier actor porno que haya visto antes, era simplemente…
Antes de darse cuenta había comenzado
a excitarse también, pero por supuesto trato de apartar esos pensamientos e
intentó salir de la habitación, al menos hasta que Changmin hubiese terminado.
—Ah… ngh…
Su voz era demasiado provocadora, escucharlo
por teléfono era algo, pero esto, traspasaba cualquier escala de erotismo
estipulada por sí mismo hasta entonces. Los pies del pelirrojo se quedaron
tiesos y no pudo dar otro paso hacia adelante, esta era probablemente la peor
de las canalladas, pero mirar un poco no le haría daño a nadie.
Se dio la vuelta solo un poco y
observo la mano del actor viajar de arriba abajo por sobre la tela en un
movimiento lento y frustrante. Changmin parecía sentirlo así también pues
comenzó a fruncir sus labios y a quejarse más y más.
Jaejoong sabía que estaba metiéndose
en muchos problemas, más cuando al virar completamente su cuerpo la mirada de
Changmin le decía muchas más cosas de las que jamás pudo imaginar.
—Mierda— Murmuró, tratando de hacerse
consiente que estaba a punto de pisar terreno peligroso.
Dios !!!!!! Como se quedo hasta ahi *U* jaejoong pervertidote hahaha y tomala changmin vas a morir cuando te enteres de la realidad jajajaja que hara jaeeeeeeeee ?????? Ni modo a esperar el nuevo capitulo.
ResponderEliminarya quiero la continuacionnnnnnnnnnnnnnnnnnnn *O*
ResponderEliminarconti , conti, conti ...ahhhhh,....no soporto la espera
ResponderEliminarOh por diooooooooooh :v se me había olvidado que había otro capítulo... y arg, está tan bueno ;_;
ResponderEliminarjusto acabó en una parte tan buena!
ahhhh espero la conti pronto...nos dejo con las ganas...me pregunto que pasara...
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