Maze - Capitulo 14

El brillante sol bañó su cuerpo recostado en la cama; cerró aun más fuerte sus ojos sintiendo el cambio en la iluminación, y luego perezosamente colocó una mano encima de ellos. Cambia de posición antes de finalmente abrir sus ojos.

Ajustando el enfoque de sus ojos recuerda como fue a cama la anterior noche, luego del beso que le dio Yunho, que duró bastante, hubo un incómodo silencio y miradas, antes de que Yunho decidiera que él debería dormir en el sofá y Jaejoong en su cama.

No hubo mucho luego de aquello mas que un largo y calmo sueño.

Despertando Jaejoong se dio cuenta que estaba solo en la casa; Yunho ya se había ido al trabajo, pensando de nuevo en lo amable que había sido con él, por dejarlo quedarse y todo eso pensó en prepararle almuerzo y luego ir a la Universidad para comer con él. 

Preguntó por los alrededores cómo encontrarlo y ahora estaba caminando en dirección al gimnasio, ya podía ver a algunos alumnos dejando el lugar, ya que era el final de la clase, solo esperó un poco hasta que no vio a nadie mas y entró. 

Luego lo ve a él besándola a ella, Yunho besando a una de sus alumnas, su largo y bonito cabello justo como la de aquella que aquel hombre había besado aquella vez, Yunho era justo como él después de todo. 

Jaejoong quedó estático, se marcha sin ser notado y tira la caja de almuerzo a la basura, y piensa que no tendría por que revivir esa escena nunca más. 

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Yoochun abre la puerta y todo se ve tan sin vida, tan vacío y para hacer las cosas aun más difíciles cada cuarto huele como él y como Jaejoong, aroma de buenos tiempos, de felicidad y shampoo de manzana verde, de lágrimas y jabón de limón, de proximidad y de corazones rotos. 

Gime tratando de contener mas de esas saladas lágrimas que han recorrido su rostro y manos durante toda toda la noche y día. 

Todo le hizo pensar que era demasiado tarde, pero su corazón era terco. Se tira en el sofá y siente su celular clavandole en la espalda, lo agarra y mira, él podría llamarlo, pero y si ese tipo contestaba, entonces podría dejarle un mensaje, un mensaje era algo de él y Jaejoong, ellos siempre se mensajeaban. 

Dejó rozar sus dedos sobre las teclas pero dudó, siempre lo hacía. 

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Tiene que pensar a un lugar a donde ir donde nada en él puede terminar lastimado, este lugar tiene que existir. 

Una alerta de mensaje. 

"Estoy en casa." Se muestra en la pantalla, Yoochun está de vuelta. 

Casa es siempre un agradable lugar a donde ir. 

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La puerta se abre y él esta allí. 

"Te estaba esperando." No lo dice pero estaba escrito en sus ojos. Jaejoong entra sin perder contacto visual con los ojos de Yoochun. 

Él mira hacia adelante y pasa por su lado hacia el pasillo, Yoochun puede ver su remera cayendo al piso, él camina sobre ella, puede ver la siguiente prenda deslizándose por sus piernas, puede escuchar la puerta del baño abrirse, puede escuchar cuando el agua de la ducha golpea el piso de baldosas del baño, y puede escuchar como su propio corazón le dice que no es demasiado tarde. 

Yoochun sigue la trayectoria de Jaejoong, dando pequeños pasos, con sus pies descalzos sintiendo el frío suelo, se detiene en la puerta y mira arriba. Su aliento se atoró en su garganta, nunca había estado tan hermoso como ahora, desnudo bajo la ducha, sus ojos cerrados, su cabello mojado y sus labios partidos dejando al agua correr por su pálida piel. 

Jaejoong abre los ojos y mira hacia él a través de las gotas cayendo de sus pestañas, sus ojos llaman a Yoochun, todo su ser llama por él, haciéndolo acercarse, cada paso más cerca. 

Llegó a hasta la entrada de la ducha, que fue abierta, las gotas de agua ya alcanzaron su ropa.

“Estoy cansado de esto.”  Dicen sus ojos.

“Ya no puedo disimular más…”  Los ojos de Yoochun responden.

“Estoy herido…”  Él me ha herido.

“Estoy aquí para ti…” Nunca podría herirte, Jaejoong.

“Te necesito…” Tú nunca me lastimarías, Yoochun.

“Te amo…” Lo sabes.

Está lo suficientemente cerca, las manos de Jaejoong se encuentran agarrando el collar de Yoochun luego empujándolo dentro de la ducha.

El agua esta helada, empapando su ropa y cabello, aunque no lo suficientemente fría como para enfriar su ardiente cuerpo, ambos están bajo el chorro de agua mirando directo a los ojos del otro, cuando Jaejoong lo besa, justo en los labios, lo siente abiertamente y acogedor.

Sus lenguas se deslizan juntas, saboreando todos los sentimientos encerrados dentro. Jaejoong palmea la empapada camisa de Yoochun antes de desabotonar todos los botones uno por uno. Las manos de Yoochun tocan la espalda desnuda de Jaejoong, sintiendo la aterciopelada piel bajo sus palmas.

La camisa de Yoochun es tirada a la pared detrás suyo, Jaejoong profundiza el beso mientras lo acerca aun más a sí mismo, retirando el cinto y el resto de la ropa.

Un gemido de puro placer puede ser oído de parte de Jaejoong cuando las manos de Yoochun se deslizan de su espalda hasta la parte posterior de sus muslos, adentrándose.

Yoochun aprovecha este momento para besarlo en su mandíbula, en la curva de su cuello, en la unión entre su hombro y cuello, lamiendo la piel mojada, sabe como Jaejoong, dulce pero deja la punta de su lengua con un hormigueo como pimienta, deliciosa, refrescante. 

Los brazos de Jaejoong se encuentran en el cuello de Yoochun mientras él levanta una de sus piernas, guiado por las manos de Yoochun en su muslo, sus dedos tocando provocativamente su suave piel hasta su rodilla, finalmente colocándolos en su cintura.

Se besan nuevamente, pues no hay nada más erótico que sus labios rozándose contra los del otro y el sonido de los gemidos y el agua cayendo sobre sus cuerpos.

En un impulso, Yoochun inclina a Jaejoong contra la pared, él sisea con la sensación de frío de las baldosas contra su espalda, pero continua devorando los labios del otro, que ahora se encuentran presionando contra los suyos con mayor ferocidad y agilidad.

Jaejoong entonces quita sus manos del cuello de Yoochun para ir hacia abajo, en su pecho y luego jugando con su ombligo hasta llegar a su miembro ya duro y lo encierra a su alrededor.

Yoochun gruñe y deja caer su cabeza hacia atrás disfrutando la sensación de la mano de Jaejoong yendo arriba y abajo en unión con sus propias manos acariciando el muslo del otro.

Las piernas de Yoochun empiezan a temblar de placer cuando Jaejoong acelera el ritmo, Jaejoong entonces con su otra mano alcanza la botella de shampú, haciendo a Yoochun observarlo, abre la botella, sacando una buena cantidad del liquido entre sus dedos.

Luego, sin dudar, los posiciona en su entrada, presionándolos contra su carne uno por uno, lentamente, cerrando sus ojos en el proceso.

Yoochun lame sus labios mientras observa la escena, aun sosteniendo la pierna de Jaejoong contra su cintura, cada expresión que el rostro del otro muestra lo hace sentirse aun más caliente, si es posible.

Jaejoong abre sus ojos y como en aquel otro momento lo llaman, Yoochun no se puede resistir y con un rápido movimiento, presionando a Jaejoong contra la pared, lo penetra.

Ambos gimieron ante aquella sensación de dolor y placer, aquel toque tan intimo dejó en blanco sus mentes de todo el dolor que alguna vez existió allí.

El placer era demasiado, tan preciso, que no tomó mucho para que ambos alcanzaran el clímax, Jaejoong agarrando el cabello de Yoochun mientras el otro intentaba recuperar el aliento, descansando su cabeza en el pecho de Jaejoong.

El agua pudo limpiar toda la suciedad, pero ¿pudo limpiar los sentimientos impregnados en el cuerpo y la carne? Quizás si frotas bien fuerte…

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