El primer día.
La imagen que querían dar del perfume, era una mezcla entre suavidad y fuerza, por lo que en palabras de Yoochun, él era perfecto para ser el rostro, como “caído del cielo” fueron sus palabras exactas.
Según él, Jaejoong poseía una inocencia y dulzura que se reflejaba en sus ojos, en su sonrisa y en su voz, pero a la vez demostraba una fuerza externa e interna que se proyectaba a través de su masculino y bien proporcionado cuerpo, sin mencionar además la delicadeza de sus cabellos y piel. Para Jaejoong todas las cosas que dijo el joven publicista si estuvieran solos, no tendrían mayor efecto en él, salvo una sonrisa de su parte y quizás un poco de vergüenza, ya que en cierta medida estaba acostumbrado a este tipo de halagos -claro que no tan cursis- pero en estos momentos cuando lo estaba diciendo en frente de casi todo el personal que trabajaba en su agencia, Jaejoong solo quería que la tierra lo tragara, sobre todo, porque también estaba Changmin, a quien evitaba mirar, pero como ya era costumbre, de todas formas podía sentir su potente mirada sobre él.
En esos días sólo lo había visto para firmar el contrato, sus reuniones principalmente habían sido con el equipo creativo liderado por Yoochun, por lo que no era fuera de lo común no haberlo visto, lo extraño era que en cierta forma quería verlo, no sabía por qué y tampoco quiso analizarlo, como también ya era costumbre. Por eso se sorprendió mucho cuando lo vió junto con el resto del personal, todos reunidos esperándolo.
Le habían preparado una bienvenida oficial para hacerlo sentir parte del equipo, si no hubiese sido por la pomposa e innecesaria -según él- presentación que hizo Yoochun, estaría sonriente y contento de la bienvenida que habían preparado para él, pero ahora, solo quería estar tres metros bajo tierra y no salir en mucho tiempo. Sentía hasta sus orejas arder y miraba al suelo queriendo evitar las miradas que le dirigían todas las personas en la sala en la que se encontraban.
Changmin, al ver tan incómodo a Jaejoong por las palabras de su siempre adulador e impertinente amigo, tuvo que intervenir, porque al parecer iba a continuar.
-Está bien Yoochun, ya entendimos que te gusta la “poesía”, pero es mejor que les presentes a Jae a todo el equipo para que podamos disfrutar de la comida de bienvenida que nos preparó nuestra Jin -esta última, era la secretaria encargada de esos pequeños eventos dentro de la compañía.
Jaejoong no sabía si estaba más sorprendido por el diminutivo cariñoso que utilizó Changmin o por la sonrisa que le brindó mientras hablaba.
Entre risas, todos estuvieron de acuerdo, así que cada uno se presentó formalmente ante Jaejoong, incluso a quienes ya conocía y finalmente disfrutaron de la deliciosa comida que habían preparado para la ocasión. Todos querían saber sobre él y Jaejoong no tuvo inconveniente en contestar todo lo que le preguntaban.
Como su abuela siempre decía, a Jaejoong desde pequeño le había gustado ser el centro de atención, por lo mismo, estuvo muy contenta en cuanto le contó lo que le había pasado esa mañana de lunes, para ella su nieto había nacido para ser una celebridad, por lo que estaba convencida que después de esto se convertiría en un modelo famoso, Jaejoong inmediatamente le dijo que era un favor, porque él prefería mil veces disfrutar sus vacaciones y volver descansado a su trabajo que le gustaba mucho. Pero su querida abuela no lo escuchó y solo lo felicitó, mientras le pedía detalles de cómo consiguió el trabajo.
Jaejoong notó de inmediato cuando Changmin despareció e intentó no sentirse decepcionado, por lo que continuó conversando amigablemente.
Luego de terminada la bienvenida, se pusieron inmediatamente manos a la obra, y le mostraron a Jaejoong el estudio preparado, ya le habían realizado pruebas fotográficas el día anterior y ahora correspondía hacer las fotos oficiales en el estudio, una segunda sesión de fotos se realizaría en un ambiente paradisiaco. Esta parte es la que más le gustó a Jaejoong ya que serían unas vacaciones pagadas en algún lugar hermoso, además esto del modelaje según lo que le decían los expertos -Yoochun y su equipo- era algo natural en él y de a poco le comenzaba a gustar.
Hasta el momento aún no se decidían a qué lugar irían, pero las opciones que tenían eran todos lugares maravillosos y que no conocía, así que se encontraba muy contento en su nuevo trabajo. Lo único que opacaba su alegría era la inexplicable reacción que le causaba Changmin, ya estaba convencido que soñaba con él y cuando despertaba no recordaba ni un segundo de su sueño. Sacudiendo la cabeza, desechó esos pensamientos como cada vez que llegaban a molestarlo y de nuevo se enfocó en el trabajo, cuando las estilistas y asistentes de vestuario lo guiaron para prepararlo y comenzar con la sesión fotográfica.
*
Yoochun, mientras observaba al nuevo modelo haciendo las poses para la sesión, siguiendo las instrucciones del fotógrafo, no podía sentirse más orgulloso de sí mismo. La sencilla camisa de color blanca acentuaba el tono de su piel, con dos botones desabrochados se lograba apreciar parte de su cuello, mientras su cabello y el pantalón oscuro lograban el efecto final que esperaba. Pero algo faltaba, y de inmediato supo que era.
-Jaejoong, ¿podrías desabrocharte dos botones más? -Después que lo hizo, aún no era suficiente así que le pidió dos más, necesitaba que se viera más piel, así que término por pedirle que se desabotonara toda la camisa y el fotógrafo se encargó de las poses adecuadas.
Yoochun estaba fascinado, ya que el modelo era capaz de atraer tanto a hombres como a mujeres, exudaba sensualidad y lo más maravilloso es que la mezclaba con un toque de inocencia. Hasta él, que era un admirador de las mujeres, no pudo evitar ver, lo encantador que era el hombre.
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Changmin quería evitar ver a su vecino, de eso estaba seguro, por eso se fue antes de la bienvenida y se encerró en su oficina. Pero en estos momentos tenía que hablar con Yoochun y cuando le preguntó a su secretaria dónde estaba, le dijeron que se encontraba en la sesión fotográfica, por lo que no tuvo más remedio que ir a buscarlo.
Una vez llegó al estudio, respiró hondamente y entró mirando al suelo, para no tener que ver a Jaejoong, luego se golpeó mentalmente, pensando que era un estúpido por actuar de esa forma, así que valientemente se acercó a donde estaba Yoochun, quien estaba muy concentrado observando. Sin poder evitarlo por más tiempo, dirigió su vista al modelo, pero en cuanto lo miró, deseó no haberlo hecho, ya que se encontró con una imagen que si bien ya había visto antes -un casi desnudo Jaejoong- esta vez con la gran diferencia de que el joven buscaba, a través de su mirada y sus movimientos atraparte, hechizarte, seducirte.
Changmin tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para apartar la vista, pero temía que si no lo hacía caería bajo el embrujo, sacudió su cabeza para borrar esos peligrosos pensamientos y vió a su alrededor, notando que no era el único que parecía hipnotizado, todos en el estudio estaban en un estado similar y sobre todo Yoochun. Sintió un enojo repentino y sin pensarlo le tocó el hombro con más fuerza de la que pretendía, Yoochun sorprendido al darse cuenta de quién era, le sonrío y le hizo un gesto para que esperara un momento. Changmin se molestó más aún, pero no dijo nada ya que estaba haciendo un esfuerzo descomunal para no volver a mirar al modelo. Estaba tan concentrado en mirar al suelo que no se dió cuenta cuando terminó la sesión, hasta que Yoochun le preguntó.
-¿Para qué me buscabas? -Changmin por un momento no supo que decir, pero se recuperó lo más rápido que pudo.
-Te quería hacer una consulta sobre los gastos. -Le dijo, mientras veía como los estilistas se acercaban a Jaejoong con una bata.
-Ok, vamos. -Dijo alegremente Yoochun, mientras se encaminaban a las oficinas. Changmin nuevamente con un gran esfuerzo dejó de mirar.
-¿No te parece que es perfecto? Es increíble que no sea profesional, las cámaras lo aman, -Yoochun seguía mostrándose impresionado con el modelo y Changmin sintió de nuevo ese enojo irracional con Yoochun y lo siguió sin decir una palabra.
Jaejoong había sentido esa mirada que ya conocía muy bien, por un momento hace unos instantes, pero no quiso mirar, ahora que ya había terminado la sesión, se atrevió a ver a su alrededor, pero no lo vió por ningún lado, por lo que pensó con decepción y algo de preocupación que se lo había imaginado, ¿acaso estaba alucinando con Changmin?
*
-Cuéntamelo todo, ¿Cómo estuvo tu día? -Le preguntó muy emocionada su abuela, cuando regresó a la casa, muy entrada la tarde.
-Muy bien, pero no me imaginé que sería tan agotador. -Le contestó su nieto cansado, pero se le notaba muy contento. –Me dijeron que había nacido para esto, que las cámaras me amaban. -Continuo contando Jaejoong algo avergonzado, pero muy complacido por tantos halagos que le dijeron después de la larga sesión.
-Pues como ves, para variar tenía razón. -Dijo su abuela muy contenta.
Jaejoong solo pudo sonreír, sin duda se había divertido mucho en su primer día como modelo, las luces, el maquillaje, la ropa y al parecer por todos los halagos, era bastante bueno, pero no estaba tan seguro como su abuela, de que había nacido para ese mundo.
*
Cuando aceptó ser modelo debido principalmente a la desesperación que mostró Yoochun y la promesa de hacerlo en menos de dos semanas, nunca se imaginó que el joven publicista lo cumpliría al pie de la letra, ya que en ese momento estaban a punto de abordar un avión a la isla Jeju, que finalmente fue el lugar escogido por el equipo creativo y aceptado por los clientes.
Todos ellos se encontraban en el aeropuerto cuando llegó algo apresurado, pensando que se había atrasado, intentó no pensar en la decepción que sintió al no ver a cierto vecino mal humorado, pero él no formaba parte del equipo creativo, por lo que era razonable que no viajara con ellos.
El viaje le pareció más corto de lo que fue, ya que estuvo conversando con su compañero de viaje, Yoochun, quien le contó durante todo el trayecto acerca de sus ideas para las sesiones fotográficas y el concepto que querían transmitir en cada una de las locaciones que ya habían escogido.
Se notaba muy entusiasmado, así que escuchó atenta y pacientemente.
*
Desde el primer momento que Jaejoong puso un pie en esa hermosa isla, no pudo dejar de admirar la belleza a su alrededor. Siempre le encantó la naturaleza y era una de las razones porque amaba visitar el lugar donde vivía su abuela, así que con una enorme sonrisa comenzó a observar todo y a todos, mientras Yoochun los guiaba al transporte que los llevaría al hotel.
Una vez llegaron Jaejoong no paraba de maravillarse de todo a su alrededor, nunca había estado en un hotel cinco estrellas, ya solo en el recibidor se sentía como en otro mundo. Yoochun también estaba maravillado, pero no por la isla y su belleza, sino por lo adorable que se veía Jaejoong mirando para todos lados y haciendo preguntas cada cinco minutos. Parecía un niño en una fábrica de dulces.
Mientras caminaba mirando hacia todos lados, no se fijó por donde iba, así que no fue extraño que chocara con algo. Todo pareció muy familiar, desde el fuerte pecho, hasta las fuertes y grandes manos que lo sujetaron por los brazos para estabilizarlo y que no se cayera al suelo por el impacto.
Al mirar hacia arriba, ya sabía a quién se iba a encontrar, pero aun así, eso no evitó que de nuevo quedara con la mente en blanco y fuera él esta vez quien preguntara en un susurro.
-¿Qué haces aquí?
Pero antes de que Changmin pudiera contestar, Yoochun se les acercó y le dijo algo que no escuchó, ya que se demoró más esta vez en salir del trance que siempre le causaba mirar o tocar a Jaejoong.
Lo soltó lo más rápido que pudo y le pidió a Yoochun que le repitiera la pregunta.
-Te pregunté, que si ya estaba todo listo con las habitaciones. -Le dijo Yoochun, saludándolo con una palmada amistosa en la espalda.
-Sí, ya está todo listo, aquí están las tarjetas -Le dijo mostrándole las tarjetas de acceso para las habitaciones. –Nos dieron habitaciones individuales para todos, parece que están muy contentos con nosotros.
-Excelente, claro que están contentos, ya que gracias a Jaejoong, está será la mejor campaña que hayan tenido. Dámelas, yo las repartiré. -Le dijo quitándole las tarjetas de las manos.
Jaejoong aún estaba algo desconcertado por el encuentro con su vecino, pero intentó recuperarse lo más pronto posible, así que una vez recibió su tarjeta se dirigió rápidamente a su habitación, sin mirar para ningún lado. Ya habían quedado de tomar un breve descanso y luego juntarse para almorzar todos juntos en el mismo hotel, para luego dirigirse inmediatamente al lugar de la primera sesión. Después de todo solo tenían tres días para completar las fotos.
Changmin solo pudo ver como Jaejoong evitaba mirarlo y se alejaba de ahí. Tenía esa extraña sensación de querer decir algo, saludarlo, preguntarle como estaba, no sabía qué, pero no quería que se fuera así de rápido. Pero no pudo hacer nada para detenerlo.
Finalmente también se dirigió a su habitación, no sin antes preguntarle a Yoochun como sería la agenda que tenían preparada.
A pesar de que no tenía necesidad de quedarse después de realizar las gestiones de la estadía, Yoochun lo había convencido de quedarse para que los acompañara y aprovechara de descansar un poco, ya que según él, Changmin no paraba de trabajar ya sea en su casa o en la oficina. Al final terminó aceptando, porque en cierta medida su amigo tenía razón y además sin querer reconocerlo quería ver a Jaejoong. Se dijo a sí mismo, que era porque todas las esperanzas estaban puestas en esta campaña y quería observar de cerca el resultado del trabajo.
*
El almuerzo fue rápido pero muy delicioso, todos los gastos estaban cubiertos por los jefes, así que algunos no se midieron en pedir muchas cosas. Jaejoong, quien no tenía mucho apetito, sólo comió un poco, pero no era el único, ya que Changmin tampoco parecía con mucha hambre y eso sí que era muy extraño, por lo que Yoochun no pudo evitar preguntar.
-No puedo creerlo, ¿no tienes hambre?
-Ahh, lo que pasa es que… ya comí un poco antes de que ustedes llegaran. –Le contestó algo nervioso. La verdad es que no había comido en todo el día, pero realmente no tenía hambre. Ahora que lo pensaba era realmente muy extraño, así que se obligó a comer un poco más, para no llamar tanto la atención de Yoochun.
Yoochun no conocía mucho a Jaejoong aún, pero si sabía en estos pocos días de conocerlo que era muy conversador y alegre, y ahora durante el almuerzo también encontró muy extraño que estuviera callado y pensativo, por lo que se imaginó que podían ser los nervios.
-Jae, ¿estás nervioso? –Le preguntó, con una sonrisa para que se relajara un poco.
-Eh, no, para nada, ¿por qué lo preguntas? –Contestó Jaejoong rápidamente. La verdad es que si lo estaba. Había estado muy emocionado por el viaje y su nuevo trabajo, pero la llegada de Changmin lo perturbó, porque cada vez que se encontraba con él, no sabía cómo tratar al extraño hombre y se sentía a su vez, extraño e inquieto ante su presencia. No entendía porque le caía tan mal al vecino, que según su abuela era una buena persona.
-Porque estás un poco callado y desde que te conozco no te había visto en silencio por más de cinco minutos. –De nuevo le contestó con una sonrisa Yoochun.
-Ehhh, me estás diciendo parlanchín. –Dijo Jaejoong con un leve puchero, de esos que le salían inconscientemente.
-Claro que no, lo que pasa es me gusta tu voz. –Le dijo Yoochun en tono de burla, pero levemente distraído por el gesto del modelo, ya que se veía realmente adorable.
-Pues mí no me gusta la tuya. –Le contestó Jaejoong sacándole la lengua, y esta vez de nuevo le pareció un adorable niño, por lo que rió de buena gana, la cual se le contagió a Jaejoong, quien agradeció la distracción para dejar de pensar, aunque sea por un momento.
Changmin solo miró en silencio el pequeño intercambio entre su amigo y Jaejoong, quedando nuevamente impresionado por otro aspecto de su vecino, su risa era contagiosa y adorable. Aunque haya sido por un breve momento le encantó escucharla y no pudo evitar sonreír.
Aunque Yoochun estuviera entremedio de los dos, Jaejoong pudo ver la sonrisa de Changmin y eso fue suficiente para mejorar su humor. Era un hombre muy extraño, pero debía sonreír más seguido porque se veía muy bien.
*
Habían decidido realizar la primera sesión en la piscina del hotel. Era un lugar muy hermoso, así que decidieron aprovecharlo. Una vez Changmin hiciera las gestiones para utilizar el lugar, el equipo preparó la locación y Jaejoong ya estaba listo para comenzar con su trabajo.
Lo maquillaron y vistieron con una ropa que destacaba el contraste de colores, de nuevo con una camisa blanca como su piel, abierta completamente y un sencillo pantalón de color oscuro ajustado y descalzo, con un escenario de fondo que se caracterizaba por el verde y los colores de las diversas flores que embellecían el lugar. Luego iban a tomar las fotos al borde de la piscina con otro vestuario.
Changmin había pensado ir a pasear mientras la sesión se llevaba a cabo, ya que a pesar de tener todas las ganas de quedarse a mirar, no quería parecer un acosador y asustar más a Jaejoong. Ya que estaba convencido de que lo había asustado suficiente, con su comportamiento tan extraño y algo violento.
Así que mientras se alejaba del grupo que estaba trabajando, lo vió caminando al lugar que se le pidió y comenzar a hacer las poses que le indicaban y Changmin supo que estaba perdido, ya que en esta ocasión iba a ser imposible dejar de mirar.
Todo era tan perfecto. El paisaje si era posible, lograba resaltar la belleza del modelo, que con una naturalidad lograba mimetizarse con todo a su alrededor. Una vez que Jaejoong comenzó a seguir las instrucciones del fotógrafo, Changmin sólo pensaba que era lo más hermoso que había visto en su vida.
Y finalmente lo entendió o más bien lo aceptó, todo ese extraño comportamiento, el miedo y el conjunto de emociones que le provocaba el modelo, no era por otra cosa más que, por la desconocida atracción que experimentaba. Nunca antes había sentido algo como eso.
Podría mirarlo por horas, pero sabía que no sería suficiente, quería tocarlo, pasar sus manos por su rostro y seguir descendiendo, sentir su esencia. Se preguntaba cómo sería enterrar su nariz en ese esbelto cuello… luego de esos aterradores pensamientos, inexplicablemente se sintió un poco mejor.
Mientras lo observaba se puso de pie y se alejó del lugar, para pensar un poco, sin el modelo intentando hechizarlo.
Caminando sin destino, comenzó a reflexionar. Era natural sentirse así, por muchas razones. Primero, nunca había conocido a alguien tan atractivo; segundo, estaba en una relación de amistad más que de pareja y tercero, por más de un año había estado llevando una vida de celibato. De hecho ya estaba creyendo que no necesitaba el sexo, ya que no había sentido ningún deseo por nadie desde que estaba con Junsu.
Ahora todo cambió en que ¿un par de días?, se dijo a sí mismo que todo era puramente físico, porque apenas conocía al hombre, y que podía controlarlo, sólo tenía que estar lejos de él, aunque dadas las circunstancias sería difícil, pero podía hacerlo, él siempre lograba lo que se proponía. Con este último pensamiento Changmin se tranquilizó un poco más y regresó al hotel, imaginando qué le podría inventar a Yoochun para decirle que se tenía que ir.
*
No se dió cuenta cuanto se había alejado del hotel, ni tampoco de la hora que era, pero cuando regresó ya estaba oscureciendo y todos los del equipo habían decidido salir a tomar unas copas en el bar del hotel.
Cuando vió a Yoochun, no alcanzó a decirle la elaborada historia que había inventado, ya que éste lo arrastro sin más, al bar dónde todos se encontraban, en una mesa circular ya repleta de los más diversos tragos. Al primero que divisó fue al modelo que se veía muy sonriente mientras Yong -el fotógrafo- le decía algo. Desviando la mirada, se sentó en el único asiento libre, que para su desgracia estaba al lado de él.
Jaejoong se dió cuenta de inmediato de la presencia de Changmin en cuanto entró al bar. Era imposible que no llamara la atención, se veía tan apuesto con un atuendo casual. Hasta ahora sólo lo había visto cuando llegó al hotel y a la hora de almuerzo y aunque jamás lo admitiría en voz alta, quería verlo más seguido.
Esa mirada que lo ponía nervioso y lo estremecía, era tan fuerte y penetrante como el hombre mismo, tan misterioso y perturbador. También esa mirada le provocaba una calidez y algo indescifrable que lo hacía extrañarlo cuando no lo estaba mirando.
Con un sobresalto se dió cuenta que se había sentado a su costado derecho y quiso preguntarle dónde había estado todo este tiempo, pero no se atrevió, no eran amigos, de hecho apenas se hablaban y esto lo entristeció inexplicablemente.
El que lo sacó de sus pensamientos fue Yoochun quien se unió a la mesa y pidió más tragos para todos, diciendo nuevamente que corrían por cuenta de los jefes, causando la risa de todos.
-¿Cómo estuvo tú primer día de trabajo? –Preguntó Changmin muy nervioso. Se atrevió a hablarle por una parte porque quería sacar de su mente lo que le provocaba tener tan cerca a Jaejoong y por otra, porque realmente quería saber cómo le había ido, si le había gustado, si se había sentido cómodo.
Al principio Jaejoong pensó que se había imaginado la pregunta de Changmin, así que rápidamente se volteó a su lado para verlo y aunque fue por un segundo pudo ver que lo estaba mirando, así que no fue su imaginación, Changmin le estaba preguntando como había sido su día. Esto le provocó una alegría inmensa y cuando estaba a punto de contestar, Youra -una de las maquilladoras- lo interrumpe.
-Jaejoong, me imaginaba que eras muy popular, pero no sabía que tanto.
-¿Cómo? –Pregunta Jaejoong, sorprendido por la interrupción.
-Mira disimuladamente a tu izquierda, hay un par de hombres muy apuestos que no han dejado de mirarte desde que llegamos y a tu derecha hay otro también.
Como dijo esto en voz alta, todos en la mesa se voltearon para mirar, excepto Changmin que se tomó el contenido de su vaso de un sorbo y Jaejoong, que avergonzado miró a cualquier parte menos a los supuestos hombres que lo miraban.
Todos se rieron luego de ser tan obvios, así que no fue una sorpresa que los dos hombres de la izquierda se dieran la vuelta de inmediato, pero lo que si fue una gran sorpresa para todos, fue que el hombre de la derecha se comenzara a acercar a su mesa.
-No puede ser, uno viene para acá. -Dijo esta vez Iseul, otra de las maquilladoras.
Changmin en esta ocasión, tomó el vaso de alguien más, no supo de quien y nuevamente se lo tomó de un solo sorbo, mientras Jaejoong quería salir corriendo.
En ocasiones cuando salía por la noche, era algo común que lo invitaran a un trago o a bailar, pero estando Changmin a su lado, se sentía extraño, él solo quería hablar con él, con nadie más.
Todos en la mesa se intentaron colocar serios, pero con los tragos que ya se habían tomado y lo divertido de la situación, lo único que se escuchaban eran risillas.
Cuando sintió que le tocaron el hombro, Jaejoong volteó rápidamente para decirle que estaba ocupado con sus amigos y que gracias de todas formas, por lo que le fuera a invitar. Pero no estaba preparado para lo que se iba a encontrar y lo único que salió de su boca fue.
-¿Tú… qué haces aquí?
¿Por qué lo cortas acá? ¿Por qué mujer? T_________T
ResponderEliminarMe alegro que hayas seguido escribiendo, por favor sigue y muchos ánimos! Me gusta mucho la historia, y como lo narras, como todo va yendo de a poco.
Saludos, y gracias <3