El viaje a Nívea y las “Gemas elementales”
Durante el viaje hacia Nívea Junsu actuó como guía de la expedición, a pesar de haber ido solo un par de veces. El clima era el peor que Changmin recordara, incluso peor que en Arai, había ventiscas y nieve casi todo el tiempo, sin embargo todos los conocimientos acerca del agreste terreno fueron vitales. Sin querer volvió a estar agradecido de haber hallado a Junsu.
La reina de Nívea era “pariente” de Junsu, porque el término “amiga” de pronto empezó a incomodarle, el de cabello azul hablaba de ella con afecto antiguo y eso corroía su fuero interno, ya por fin se había librado de su primera esposa al enviarla a Miltia en secreto. Junsu debería hablar con cariño solo acerca de él y de nadie más. Se reprendió por lo infantil de sus suposiciones y recordó que ellos no habían vivido juntos las casi tres décadas pasadas.
Dos días antes de llegar el clima amainó y por fin lograron cabalgar a mejor paso y sin tantos contratiempos, jamás se imaginó que una región así existiera en su continente. En las noches era muy difícil hacer fuego suficiente para que las tropas soportaran el frío. Tenía muchísimo que aprender. Mientras avanzaban una mancha negra fue tomando claridad en la distancia, se fue convirtiendo en un grupo de personas que esperaban al convoy del ejército de Ilani que se mantenía junto para evitar perderse.
Ya más cerca el séquito que les esperaba era el de la reina Amelia de Nívea, aquella esperaba de pie en su carro adornado con grabados de plata, tirado de dos caballos completamente blancos, de musculaturas perfectas y patas con penachos peludos cerca de los cascos. Era hermosa de una manera etérea, su piel era casi transparente, su blanco vestido estaba cubierto por una capa de piel también blanca. Su expresión era expectante hasta que reconoció a Junsu entre los recién llegados y sonrió ampliamente. Sin temor alguno bajó del carro y caminó apresurada al encuentro de Junsu que no había dejado de sonreír al verla (cosa que había provocado un nuevo dolor en el pecho de Changmin) y también se había bajado de su caballo para darle encuentro.
Ambos jóvenes se saludaron con una solemne reverencia mutua, la verdad es que eran familiares, de forma lejana. Esta mujer tenía los ojos de color celeste casi blancos como su piel y un circonio azul en forma de gota en la frente. Sin querer Junsu pensó en Jaejoong y en lo enfadado que estaría en el momento en el que el caballero Jung estuviera delante de ella. Luego del saludo formal se dieron un cálido abrazo. Que terminó antes de lo esperado pues el príncipe de los bárbaros estaba a su lado aclarando su garganta con un sonoro carraspeo. Junsu sonrió sabiendo que tipo de pensamientos podían estar corriendo por la mente del moreno.
- Su majestad, prima mía, señora Amelia, tengo el honor de presentarte a mi nuevo señor, Príncipe de Ilani, y regente de todo el continente de Ítalo. Shim Changmin…
La reina hizo una reverencia inclinando su cabeza y cuerpo completo dando a entender total sumisión. “El Príncipe de los Bárbaros se ve como un niño, y tiene un piedra oscura, su aura es muy fuerte” pensó.
- Su majestad Shim Changmin…, he recibido la carta en la que me han comunicado de vuestras intenciones, se me ha explicado todo con detalle y es mi deseo que hagamos alianza. Es bienvenido a mi reino. Nívea.
- Levántate mi señora, tus palabras me complacen. Visitaré tu reino y en él hablaremos de los términos de nuestra alianza.
- Entonces seguidme…tengo preparado todo para atenderlos a usted y a su ejército. Mi hermano Astor se disculpa por no estar presente, se encuentra en una expedición de caza en lo profundo de las montañas, por lo regular se demora varios días en volver.
Los caballeros volvieron a sus corceles y la reina a su carro manejándolo ella misma a toda velocidad aun sobre la nieve. Las tropas de los anfitriones hicieron dos filas a cada lado del ejército recién llegado, en una especie calle de honor. Antes de seguir Changmin le recriminó a Junsu diciéndole que su prima tenía los modales que a él le faltaban. Ante lo que el rey respondió con una mueca de gato y una risotada dispareja.
Tras una muralla no tan alta, ni de tan extensa en longitud se encontraba la pequeña ciudad de Isis, en la que el castillo coronaba su cima, éste estaba construido en piedra de mármol completamente, todas sus estructuras y decoraciones, era una magnífica pieza de arquitectura. El príncipe llamó con urgencia a uno de sus escribanos para recomendarle que sin falta hiciera un boceto del magnífico lugar, era como guardar un recuerdo de todos sus viajes, había visto cosas maravillosas en cada sitio.
Pequeñas y pintorescas casitas blancas de no más de dos pisos conformaban la ciudad, sus habitantes se veían un poco atemorizados, eso no fue impedimento para que salgan a las calles a curiosear, cuando varios de aquellos reconocieron a Junsu entre el cortejo cambiaron sus agrias expresiones y se acercaron. Su figura era una especie de garantía de que esta situación no era tan grave como parecía.
En nívea todos vestían con pieles gruesas y estaban con las mejillas y las narices rojas por el frío, pero eran de grandes cuerpos y cabellos rubios que no eran comunes en Ilani. El salón del palacio era hexagonal, no era una forma común, nunca había visto una semejante, indicando que en alguna época era regido por más de una persona, sin embargo ahora ya no era así. Había grandes escenas de batallas representadas pero no reconocía los lugares.
- Son de otras tierras… -había mencionado la reina, en un tono de voz misterioso al fijarse en la curiosidad del príncipe-… al otro lado del mar de Berim. Changmin no te tenía ningún conocimiento científico de aquellas tierras, solo lo que los cuentos mágicos que los ancianos recordaban, era una preocupación que aún no quería tomar-.
La presencia de aquella mujer dominaba completamente el espacio del gran salón al que habían sido introducidos y despedía un aura cálida a pesar de su frío aspecto, exactamente como lo hacía el caballero Kim Jaejoong que precisamente le rendía honores a la reina dentro del conjunto de todos los caballeros de la corte que en ese momento se encontraban presentes. Ella habló solo con él.
- Primo Jaejoong, que gusto tenerte en Nívea. –Le sonrió y luego se dirigió al resto-. Bienvenidos sean todos los caballeros esta noche es de celebración y alegría-.
Los grandes y brillantes ojos de Amelia se abrieron incluso más cuando caballero Jung la saludó un pecho le ardió y estuvo consciente que ese hombre tenía un gema contraria, pero él no la había mirado a los ojos estaba haciendo la reverencia con su cabeza gacha. Junsu se percató de la reacción y le hizo señas indicando que el caballero ya no era libre. La reina sonrió apenada y se apartó a seguir atendiendo la reunión.
Changmin quería tratar los asuntos importantes pronto, sin embargo esta mujer lo embaucaba con sus atenciones. A él y a Junsu les hicieron tomar asiento en el lugar de honor en sendos tronos, tras varias presentaciones formales y entrega de regalos, músicos y sirvientes con bandejas llenas de comida llenaron el salón y estalló la fiesta. La mujer tomó la delantera e invitó a su primo a bailar, eran maravillosos juntos, girando sonriendo, después de un momento lo dejó bailando con alguna dama, y girando llegó frente a Changmin le extendió su blanco brazo invitándolo, él no pudo negarse y lo tomó, el bailé continuó, así se fueron sumando muchos otros hasta que todos los presentes estaban girando. En cada giro y a hurtadillas los ojos grises se encontraban con los turquesas unos instantes. Disfrutaron de un set completo de música encantadora. Posteriormente tomaron la comida y quedaron satisfechos. Nadie bebió hasta emborracharse.
Así muy bien atendidos pasaron a un salón diferente con una gran mesa en la que seguramente se discutían los asuntos de estado a diario. Se hablaron de muchos temas sin embargo se llegó al económico rápidamente.
- Entonces proveeremos telas, especias y hierro, en las cantidades acordadas. ¿Crees mi señora que tu pueblo será capaz de entregar 10 000 árboles aserrados? –Dijo Changmin, mientras Kim Heechul escribía-.
- Su majestad es imposible para nosotros entregar esa cantidad, si abusamos de la tierra, no se nos permitirá seguir viviendo de ella –dijo apenada la reina-, 3 000 árboles de la mejor madera podrían ser entregados cada dos meses, en los lugares donde se han talado deben volver a plantarse y estos toman alrededor de 10 años en tomar el grosor y altura máximas por lo tanto eso es lo único que puedo ofrecerle.
- No es lo que esperaba, sin embargo pienso que es suficiente. No pido más de lo que puedes dar. Es muy previsor que no destruyas más allá de lo que puedas replantar.
Junsu sonrió al ver que la alianza se llevaba en tan buenos términos para ambas partes. Esto era bueno, se había evitado derramamiento de sangre innecesario. Debían quitarle el apodo a Changmin, para nada era un bárbaro, era tan correcto, caballeroso e inteligente. El resto de cuestiones siguieron su curso, la reunión terminó con la firma y sello de los documentos para habilitarlos y dejar constancia de los compromisos alcanzados.
A Junsu y Changmin se les entregaron habitaciones separadas para compartir con sus respectivos edecanes, que estaban cerca de las habitaciones de la reina por su real condición, estas tenían enormes balcones laterales que estaban el uno a la vista del otro. Junsu tenía el cuerpo adolorido de no haber tocado a Changmin durante todo el viaje hasta Nívea (seis horribles días) y estaba haciendo cálculos sobre la maniobra que iba a realizar para saltar el espacio hasta el otro balcón.
- Junsu, ¿qué es lo que haces? –Preguntó la voz de su primo, con quien compartía esa habitación, al verlo parado en cuchillas sobre el filo del barandal de mármol-.
- Cállate –puso un dedo sobre sus labios- se supone que nadie debe darse cuenta, por poco lo anuncias a toda la corte.
Con la gracia de un gato Junsu estuvo al otro lado de un salto, superando una distancia de al menos un metro y medio, al menos 12 metros sobre el suelo. Apenas puso un pie en el piso se abalanzó a los brazos de Changmin que había salido a ver qué sucedía y besó sus labios que estaban abiertos de la pura impresión, de esa forma no decente ya acostumbrada en ellos. Guiándose solo por sus instintos entraron de vuelta, disfrutaban el momento, hasta que oyeron un carraspeo y fue separado por los brazos que le sujetaban solo segundos antes.
- Caballero Jung…
- Su majestad deberías ser un poco más cuidadoso con tus acciones, ya no estamos en casa…
- Lo sé… -dijo Changmin poniendo cara seria, mientras Junsu sonrojado se escondía de mirada de Yunho en el pecho de su amante-.
Con una sonrisa y un par de palabras amables, Changmin y Junsu obligaron al caballero Jung a que realizara la misma maniobra tan avezada y salte a la otra habitación para que ellos puedan compartir esa noche, al fin juntos. Sin poder creerlo tuvo que saltar. Cayó meneando la cabeza, avanzó unos pocos pasos y dentro se hallaba el caballero Jaejoong con una fina camisa semiabierta que mostraba su blanco y musculado pecho. Cualquier pensamiento que tuviera en contra de los monarcas se le olvidó, su cabeza se llenó con la etérea presencia del hombre que tenía frente a él, el impacto fue mayor cuando aquel se le acercó un poco más y la luz de la luna lo bañó por completo en aquella noche inusualmente despejada. Jaejoong al reconocerlo se sonrojó en su característica manera, ocultando sus hermosos ojos verdes detrás de su flequillo azul y rojo.
- Así que tendremos que compartir esta maravillosa habitación…-dijo distraídamente después de un buen tiempo-.
Jaejoong que aún no se recuperaba del susto que había representado verlo aterrizar de pronto en el balcón, cayó en cuenta de la comprometedora situación en la que ahora se encontraba, a solas con el hombre más apuesto del –U n i v e r s o-. Con su sonrisa llena de brillantes dientes blancos, con su hermosa anatomía acercándose ligeramente. Se quedaron suspendidos por algún tiempo inexorable, solo contemplándose el uno al otro. Era la primera vez que tenían la oportunidad de apreciarse tan íntima y directamente a solas. Cada detalle le parecía al otro exquisito, parecía que cada uno hubiera sido modelado según los gustos y exigencias del otro, verdaderamente perfectos.
No supo que había empezado a caminar hacia atrás sino hasta que su espalda chocó contra algo duro. Sus manos temblorosas intentaron aferrarse a la pared. Se sentía vulnerable, no era una sensación cómoda. Los azules y profundos ojos jamás abandonaron los suyos, “¡Que mágica sensación!”. La mano de largos y varoniles dedos acarició su rostro delicadamente, eso puso su ya desbocado corazón a punto de la locura.
- Eres hermoso… mucho… yo no sabía que podían existir hombres como tú…-susurró la grave voz del hombre más alto-.
- ¿Hermoso?, no me parece un término apropiado ya que soy un hombre, pero viniendo de tu boca parece ser cierto… -dijo sonriendo sin poder evitar mirar los húmedos y voluptuosos labios-.
“No te muerdas así el labio… ¿estás intentando provocarme?”
- ¿Puedo besarte?... –dijo Yunho sin poder controlar el deseo que empezaba a formarse en su pecho-.
Jaejoong no respondió, su acelerada respiración se lo impedía. Así que el otro lo tomó como una aceptación y no pudo reflexionar en nada más que en sus delicados y provocativos labios de color rosa, se acercó con calma, lentamente, absorbiendo todas las expresiones del otro, incluso le sintió estremecerse un segundo antes de poner sus labios sobre los otros.
El tacto le dejó mareado, el hombre más alto tenía unos labios de terciopelo, sus enormes manos le habían atrapado los antebrazos firme pero delicadamente. El beso era gentil y pausado. Disfrutando el momento. Pero no por eso menos intenso y enloquecedor. En ningún momento pasó de los labios, pero duró mucho, mucho tiempo.
Respirando agitado Yunho colocó su frente sobre la otra al terminar ese primer beso maravilloso, un sentimiento nuevo e infinito se regó en su alma, se sintió completo.
- Caballero Jung… -dijo Jaejoong a medio camino de perder la consciencia, las gemas de su espalda quemaban. Se sentía muy feliz, esta sensación era comparable al estado etílico, era tan agradable-.
- Yunho… solo llámame Yunho, esta noche soy solo Yunho…, mi querido Jaejoong…
- Yunho…, ¿podrías besarme otra vez…? –Dijo el de cabello rojo en un suspiro-.
“Esta noche debería ser infinita”, pensó Jaejoong mientras era apretado contra la pared por un poderoso cuerpo que poseía unos labios delicados y deliciosos.
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A la mañana siguiente, incluso antes de que salga el sol, para el Caballero Jung fue casi una tortura separase del cuerpo caliente recostado en la cama, verlo dormir había sido el cielo, sin embargo en honor a la lealtad y gracias a los sonidos de afuera tuvo el valor de levantarse de la cama, se acercó al balcón y saltó de vuelta a la habitación de Changmin para evitar ser vistos, su rostro brillaba de la felicidad, aunque no obtuvo nada más que besos y caricias. Sin embargo al llegar, la escena fue muy perturbadora.
El rey Junsu se hallaba en el momento justo de alcanzar su clímax, se mecía descontroladamente colocado sobre el cuerpo sudoroso del príncipe, arqueaba su espalda que parecía tener un enorme tatuaje cubriéndola toda, en un segundo y con un gruñido ronco y potente obtenía el orgasmo, luego caía rendido sobre el otro cuerpo. Al mismo tiempo Changmin obtenía su propio orgasmo y lo único que se oía era las agitadas respiraciones. Yunho no sabía qué hacer, sus pasos serían claramente escuchados, debió quedarse al otro lado a recibir un último beso, así que se quedó de pie donde estaba sin moverse, en silencio con las mejillas ardiendo. Era cierto que conocía muy bien al príncipe, se habían bañado juntos de pequeños muchas veces, sin embargo observar esto superaba cualquier situación, era demasiado íntimo. Al fin Changmin cayó en cuenta de la presencia ajena.
- ¿Yunho?, ¿qué haces allí?
- Su majestad, no estoy aquí por fisgón, es que ya es hora de regresar a las habitaciones, amanecerá pronto…
- ¡Oh!, ¿en serio?, ¿tan rápido?
Junsu haciendo un puchero se levantó a buscar su ropa, mostrando su desnudo trasero sin pudor, Yunho que no podía apartar la mirada pues el tatuaje de la espalda había desaparecido, fue reprendido por los ojos en llamas de su príncipe que lo obligó a mirar a otro lado enseguida. Sin darse cuenta de lo sucedido Junsu sonrió a medio vestir, besó a Changmin de volada y salió por el balcón, riendo ligeramente. “Parece que me he vuelto un desvergonzado” se dijo.
- Ustedes son muy imprudentes…
- No me digas que no disfrutaste nuestra imprudencia, no creo que hayas dormido tranquilamente esta noche caballero Jung…
- Te hablaré de los detalles luego, por ahora levántate su majestad, ya escuché movimiento en el castillo. En seguida vendrán por nosotros.
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A la tarde y después de más banquetes y negociaciones, la reina pidió audiencia a solas con los dos monarcas. La mayoría de funcionarios presentes salieron y quedaron únicamente los monarcas y los edecanes.
- Su majestad Junsu, me ha dicho que están buscando los libros de las historias que contienen los relatos de las Gemas elementales…-dijo Amelia mirándolo directamente, poco podía esconder la fascinación que le provocaba el príncipe-.
- ¿Las gemas elementales?...
- Es así como se llaman las gemas que tenemos en nuestros cuerpos, ¿no lo sabíais?...
- No, su majestad. –Negó Changmin-.
- Yo no las conocía así o tal vez el idioma es diferente, con tus palabras prima mía, algunos recuerdos vuelven a mi mente.
- No hablábamos de eso cuando éramos niños, primo Junsu, solo nos preocupábamos en jugar, además no se me permitió tener mi frente descubierta hasta que me convertí en reina. Pero lo que buscan está aquí…-dijo estirando unos manuscritos y entregándolos al príncipe-…he mandado a realizar una copia que se la entregaré, el original de este libro es una reliquia incalculable para mi pueblo pues es el último.
- La colección de mi madre se hallaba en la biblioteca de Arai, sin embargo desde la muerte de mi madre no quise volver allí, y cuando empecé a tener problemas con mi diamante fui a buscar información y todo había desaparecido… Junho me dijo que habían quemado todo junto con su cadáver y su historia.
La joven reina suspiró entristecida. En sus blancas manos sostenía lo que en realidad parecía una reliquia, un libro de 40 x 30 centímetros con pasta de cuero rojo que por el tiempo estaba muy desteñido, con tallados de anagramas y gemas, árboles y símbolos de otras lenguas.
“El árbol de la portada se parece muchísimo al tatuaje que aparecía en la espalda del rey, se lo comentaré a Changmin más adelante”.
Con dulce voz y cómo si estuviera cantando, empezó su relato.
Las gemas elementales eran joyas que habían sido depositadas por los dioses de una cordillera alta e impenetrable de tierras muy lejanas y profundas del otro lado del mar de Berim, de un continente del cual ni Junsu ni Changmin habían oído hablar antes. Llamado Mongolia. Estos dioses había colocado las joyas en la piel de seres humanos comunes y corrientes para darles poderes especiales en respuesta a la súplica del pueblo que clamaba al ser víctima de enfermedades y bandidos.
Las personas a las que les había entregado este don tenían entre la gente una cualidad que las caracterizaba, estos objetos divinos, no solo que incrementaban dichas cualidades sino que se obtenían poderes que el resto de mortales no tenían. Los dioses, siempre buscando el equilibrio decidieron que cada gema tenga una gema compañera, que presenta en un color contrario. Los poseedores deben hallar su pareja de entre cualquier persona que posea una piedra contraria y así su poder innato se expresaría de manera plena. También debían ser instruidos en el arte de manejar los poderes de las gemas.
- Ya no queda nadie que enseñe eso…
- Sabemos que existe la aldea de Peonte dónde solo vive gente que posee gemas, sin embargo hace algunos años que perdimos a la única persona que conocía la ubicación del poblado, esa ubicación es algo que se guardaba con mucho celo, únicamente los monarcas lo conocían, en mi caso, mis padres murieron antes de poder contármelo. En nuestros días existen muy pocas personas con gemas, en mi nación solo mi hermano Astor y yo las poseemos. Y otros solo conocíamos que tu primo, tu madre y su madre las tenían, al no haber gente con las gemas opuestas nunca logré saber cuál era el verdadero poder del circonio que adorna mi frente, tan solo tengo una leve idea.
“Vaya hay muchísimas cosas de las que no estaba enterado, el viejo me contó otra parte de la historia, solo acerca de sus poderes”.
“¿Qué sucedió con todos mis recuerdos, “Peonte”, es un nombre que me suena, las ideas vienen desordenadas a mi cabeza, ¿qué es esto?, ¿qué me sucede?, Madre amada, ¿qué fue en la realidad lo que sucedió contigo?” pensaba Junsu colocando una mano en su cien adolorida.
- Nos interesaría saber qué hace cada uno, su majestad por favor.
- Con gusto Caballero Jung…-Jaejoong no pudo evitar revolverse con rabia al observar la dulce sonrisa que la reina ofrecía a su caballero-.
- Históricamente los diamantes han sido aclamados por poseer muchos poderes sobrenaturales y cualidades metafísicas. Se cree que amplían el pensamiento de quien lo posee, así como las fortalezas y debilidades de otras piedras y sus portadores cuando se combina. Se usa para la desintoxicación, ya que se dice protege de los venenos y encantamientos. Son las piedras de la verdad y la victoria. Siendo más específicos el libro indica que también son útiles frente a desórdenes del sueño y de la estabilidad mental.
“Si eso es cierto, y por Ozus que lo sea, muchos de mis familiares hallarían la cura, es increíble saber cuan valioso es Junsu”.
Sonriendo la reina continuó con la siguiente frase:
- También se indica en la escritura, que los poseedores de diamantes tienen relaciones fuertes y duraderas con sus parejas. Como había mencionado antes, las gemas oscuras sienten atracción por gemas claras. Por ejemplo y como lo habrán comprobado los diamantes son afines a los zafiros, en el libro indica que existen dos clases de zafiro, azul y negro, podría emparejarse con cualquiera de los dos. El circonio de color celeste tiene su par en la amatista con tonos lilas y solo pueden emparejarse entre sí. Las uniones más poderosas son las de los diamantes con los zafiros, se indica que sus dones son extraordinarios pero no sabemos cómo desarrollarlos. ¿Qué piedra posee su majestad? -Preguntó dirigiéndose al príncipe aunque tenía una leve sospecha por el comportamiento de su primo hacia él-.
- Yo poseo un zafiro negro, su majestad Amelia.
- Vaya, hasta que han llegado sus majestades jamás había tenido conocimiento de que exista en este continente gente con gemas de colores oscuros. Pues bien, el zafiro consciente o inconscientemente permite elevar la conciencia del ser humano otra vuelta de la espiral, ha sido llamada la piedra de la sabiduría. De acuerdo con su espectro de color y de acuerdo al grado de capacidad de cada individuo, el zafiro le ayudará a crecer, a obtener poder. Es también una piedra de coraje, fortaleciendo las ambiciones y la fuerza para continuar e ir más allá del horizonte inalcanzable. El zafiro permitirá el acceso a la información correcta que te permita crecer. También se cree que un zafiro simboliza la sinceridad, la fidelidad y la verdad en las relaciones humanas y es fuente de paz, sabiduría y alegría. Esta piedra está relacionada con la protección ante los malos espíritus y también es un poderoso talismán que protege a los viajeros y buscadores.
- Nuestra piedra prima, ¿sabes con que dones está relacionada…?-preguntó ansioso Kim Jaejoong-.
El circón es sinónimo de meditación, armoniza la materia y el espíritu. Brinda protección. Da optimismo y felicidad. Tiene una utilidad importante en el desarrollo de las actividades mentales, incita a la prudencia y a la sabiduría: desarrolla la habilidad en asuntos de negocios. Combate el insomnio. También es aplicable en afecciones del corazón.
Jung Yunho confirmó con alegría que el caballero Kim estaba destinado para él.
- Vaya, describe exactamente tu personalidad primo Jaejoong…
- Por favor dinos prima Amelia cuáles son las características de la Amatista…
- Pues bien, la Amatista es símbolo de sabiduría, humildad y más que nada la lealtad. Proviene de un lenguaje antiguo, amethystos, que significa sobrio. Sus propiedades curativas se relacionan con tener una faceta de calmante y tonificante de modo que en caso de angustias, miedos, puede ayudar a superarlos y recuperar energías. Ayuda a transmutar pensamientos negativos en positivos. Esto significa que también nos aporta un pensamiento más real y conciso, para salir de una situación de confusión. Libera bloqueos mentales, además de abrir la mente a otras perspectivas e ideas.
- A pesar que describe las cualidades, se podría decir espirituales, el libro en sí no explica situaciones específicas, ¿verdad prima Amelia?...
- No su majestad, debo reconocer que el limitado el conocimiento que ofrece. Hay varias páginas que se han destruido con el tiempo. No quiero ser indiscreta, pero ya que les he mostrado todo lo que sé, quiero que me respondan una pregunta…
- Adelante…
- Ahora que te has encontrado con tu pareja, primo Junsu, ¿qué clase poder has obtenido?, porque sé que lo has hecho, de otro modo no estuvieras aquí y no irradiaras esta aura tan luminosa.
- Nada se escapa a tus ojos prima… es cierto, soy la pareja de su majestad Changmin, no entendemos por qué sucede conmigo que soy un hombre. Mi poder es curativo, es muy potente, las heridas sanan al instante cuando alguien herido toca mi diamante.
- ¡Oh!, es increíble.
- Su majestad, he conocido un hombre cuyas historias fueron las que me impulsaron a empezar toda esta campaña de guerra, todas mis batallas han sido con el único objetivo de hallar a Junsu…
- ¿Cuál es el nombre de esa persona?
- Lee Dong Ho, su majestad…
- ¿Está hablando enserio su majestad?, esa es la persona que proviene de Peonte…y vivía en mi reino…
- Viejo infeliz, entonces salió de aquí para buscar a quien tuviera una piedra oscura y al final se encontró conmigo y me usó para unirme a Junsu, ese hombre sabía otras cosas diferentes a las que me comentas, por ejemplo que la persona que poseía el diamante se encontraba en la Cordillera de las Montañas Sagradas, que al unirme yo a esta persona obtendría un poder inigualable, incluso sabía las características físicas que describían a Junsu, sin embargo jamás mencionó su nombre directamente.
- El maestro Lee nunca conoció a su majestad Junsu, pero si conoció a su madre la Reina Ren y por su puesto ella también tenía el cabello azul.
- He sido manipulado hasta llegar aquí… sin embargo parece que aún no cumplimos su objetivo porque no se ha aparecido…
“¡Que destino!, unidos por el capricho de alguien”. Junsu suspiró apenado, de que no haya sido el destino quien libremente los había juntado sino el plan de un hombre cuyos fines no se conocían.
- Si lo encuentran deben llamarlo a mi presencia, hay muchas cosas que debemos preguntarle.
- Así lo haré su majestad.
El príncipe y el rey tenían una cantidad inmensa de preguntas para Amelia, sin embargo en medio de su conversación fueron interrumpidos por un mensajero que llegó aun cubierto de nieve y fatigado por la urgencia de su carrera. Tuvieron que abrir la puerta tras escuchar sus desesperados golpes. A penas entró su rodilla derecha cayó e hizo un reverencia a su príncipe.
- Su majestad, Shim Changmin, Príncipe de Ilani… vengo de parte del ministro Lee Taemin, le suplica que vuelva lo más rápido posible, en la ciudad de Miltia ha empezado a formarse un grupo rebeldes que indican que si usted no regresa con un prometida elegida y toman juntos el trono elegirán al alguien que si pueda tener herederos, además todos los días llegan demandas y quejas de las ciudades aliadas por lo convenios que no se están cumpliendo. Mi señor debes regresar inmediatamente. A pesar de que hace mucho esfuerzo junto al ministro Kim Kibum no es suficiente. Por favor apresúrese.
- Caballero Jung Yunho…tiene dos horas para alistar al ejército y empezar nuestra salida…
- Sí, su majestad… -salió a toda prisa a cumplir la orden-.
- Su majestad Amelia, agradecemos toda su hospitalidad y me disculpo que nuestra despedida haya tenido que ser en estas condiciones, por favor manténgase saludable y visíteme en mi reino pronto, sabré devolverle todas sus atenciones.
- Mis soldados harán todo lo posible por ayudarle…
- Caballeros Kim es hora de irnos…
Junsu y Jaejoong salieron tras él, apenas despidiéndose de Amelia.
Bibliografía para este capítulo:
Amatista
http://www.cristales-y-gemas.es/cristalesC.html Qué es zafiro - Definición, Significado y Concepto http://definicion.de/zafiro/#ixzz3w2An7zR1
https://conexioncristalina.wordpress.com/2012/02/15/zafiro-la-piedra-de-la-sabiduria/
Me gusta mucho está historia ... actualiza pronto por favor... Gracias por tu trabajo ~~~~ ☆^^ :)
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