Al Mejor Postor. cap 4

Ya llevábamos más o menos una semana viviendo con el idiota de Yunho y con Changmin. Las cosas cada día iban de mal en peor. Tenía casi la plena seguridad de que si esto seguía así, me iba a terminar por volver un asesino. Iba a terminar bajando las escalera en la noche, cogería un cuchillo de la cocina y con ese cuchillo iba a terminar subiendo a la habitación de Yunho y lo iba a matar, o por lo menos iba a terminar ahorcándolo con mis propias manos.
El colmo de todo esto fue cuando nos dijo, hace tres días, que como ahora estábamos casados teníamos que dormir juntos. Por supuesto que Junsu se mostró encantado ante esa idea, ya que se estaba llevando de maravilla con Changmin, pero yo me negué inmediatamente; eso dio pie a la cuarta pelea del día. Ya era suficiente con ver su insufrible cara todos los días, como para que ahora me dijera que tenía que dormir con él. La idea de siquiera acercarme a él más allá de dirigirle la palabra, simplemente me daba asco y rabia. Por supuesto que él logró amenazarme para que terminara durmiendo con él.
Ahora tenía que soportar tenerlo a mi lado toda la noche, y como si no fuera suficiente mi desgracia, tenía que soportar sus manías toda la bendita noche. Era horrible verlo dormir con la boca abierta, pero eso no era lo peor…lo peor era que a mitad de la noche se me terminaba acercando y me empezaba a tocar la cintura, luego empezaba a balbucear hasta que se ponía a roncar. Era una pesadilla nocturna…era una pesadilla vivir a su lado.
Lo único que me hacía seguir adelante y no matar al idiota de Yunho, era ver a mi hermano tan feliz junto a Changmin. La verdad es que Changmin se veía que era un buen chico, era la clase de persona que deseaba para que esté al lado de mi hermano, además de todo, Changmin  me caía bastante bien. Era algo serio, pero era un entretenido hablar con él.

FLASH BACK

Al día siguiente de haber llegado a esa casa,  me desperté por la mañana y me encontré con una gran montaña de ropa nueva frente a mí. Nunca había visto tanta ropa junta en mi vida, solo en las tiendas pero esa era ropa que sabía que nunca iba a poder pagar, pero ahora tenía toda esa ropa en mis narices. Era algo que no podía creer así que desperté a Junsu, el cual dormía a mi lado, nos habían dado una cama grande para los dos, así que dormíamos juntos.
Vi como Junsu se estiraba en la cama, revolviendo un poco las sábanas, bostezó y estiró sus brazos en dirección al techo de la habitación.

-qué pasa?-me preguntó mientras se frotaba los ojos

-ya viste todo esto?-le señale la gran montaña de ropa

-wooo cuanta ropa- saltó de la cama en busca de las prendas de vestir-nunca había visto tanta ropa junta-se oía emocionado

-yo tampoco-confesé

-y es para nosotros?- me preguntó mientras veía que prenda le gustaba más

-mmm-medité-no lo sé…supongo que si está aquí  es porque sí es para nosotros-también bajé de la cama-es ropa muy elegante-empecé a agarrar algunos pantalones y otras cosas que había en la gran montaña de ropa

La puerta chirreó un poco, ambos volteamos a ver la causa de ese sonido, y vimos a un chico alto, de piel lago tostada, piernas largas y mirada seria; parado en el marco de la puerta. Nos observaba a ambos, o más bien a mi hermano. Nos sonrió antes de dar unos cuantos pasos dentro del cuarto.

-veo que les ha gustado la ropa-habló con voz calma-es toda para ustedes-le sonrió a Junsu, el cual lo miraba muy emocionado

-de verdad?-Junsu soltó la prenda que tenía en ese momento entre sus manos

-sí-afirmó Changmin, volviendo a sonreírle

-muchas gracias-dije-pero no podemos aceptar todo esto

-por que no?- me preguntó Changmin

-porque no es lo correcto aceptar regalos de alguien que no conocemos-empecé a acomodar la ropa para poder regresársela

-pues entonces no lo tomen como un obsequio-se acercó un poco más a Junsu para empezar a llevárselo a alguna parte-solamente tómenlo como la ropa que van a tener que usar a partir de ahora

-eh?-no entendía a lo que se refería

-como te habrás dado cuenta, nosotros somos los hijos de una de las familias más poderosas e importantes de todo Corea-explicó con simpleza-y ahora ustedes dos son nuestros esposos- posó su mano en la cintura de mi hermano al decir eso- es por eso que deben estar vestidos a la altura de la familia

No pude decir nada, ya que cuando lo iba a hacer, él ya se había ido junto con Junsu. Suspiré con resignación y empecé a acomodar la ropa. Junsu tenía suerte de que le hubiera tocado un buen chico como era Changmin, o por lo menos era la impresión que tenía de él, y esperaba no equivocarme; no como yo que me había tenido que tocar un imbécil al que no soportaba.

FIN FLASH BACK

Caminé de regreso a la habitación que ahora compartía con el imbécil más grande de todo el planeta, el hombre con el que me había tenido que casar por obligación y al cual quería matar con mis propias manos. Subí las escaleras hasta llegar a esa gran habitación en donde ahora dormía, me estiré un poco y entré al baño. Me quité la ropa de pijama que traía en ese momento hasta quedar completamente desnudo, abría la perilla de la ducha y entré. Sentía como el agua tibia caía por mi espalda, sintiendo una sensación bastante placentera; era como recibir un ligero masaje en los hombros y en la cervical. Este era uno de esos momentos en los que me sentía tranquilo y relajado. Agarré el jabón que estaba a un lado de la ducha y empecé a pasarlo por todo mi cuerpo, enjabonándolo bien, lo pasé por mis piernas tirso nalgas y el resto del cuerpo, dejé el jabón en el lugar donde estaba antes y dejé que el agua volviera a caer sobre mí; ya cuando mi cuerpo estuvo limpio mojé mi cabeza y tomé el shampoo, lo puse en mi cabello y empecé a masajear con las yemas de mis dedos. Esto de verdad sí era algo relajante…suspiré con una sonrisa en mi rostro
Escuché como la puerta del baño se abría repentinamente, así que asomé mi cabeza para ver de quien se trataba. Seguro era Su que venía a pedirme algo. Casi me resbalo al ver de quien se trataba.

-que mierda haces aquí grandísimo idiota?- grité muy enojado-lárgate…¿¡o no ves que me estoy bañando!?

-me interesa una mierda que te estés bañando, ni que tuviera ganas de verte-cerró la puerta- tengo ganas de orinar y este también es mi baño

-pero yo me estoy bañando-volví a gritar

-y yo quiero orinar, así que deja de joderme la paciencia- se acomodó frente al inodoro y bajó el cierre (cremallera) de sus pantalones- qué ¿acaso quieres verme mientras orino?

-deja de decir tantas estupideces- volví mi atención hacia la ducha que me estaba dando

-terminé- anunció

-que asco-dije entre dientes

-acaso tú no orinas?- me miró con burla, o más bien con esa arrogancia tan típica en él

-vete a la mierda y mejor lárgate antes de que te haga daño-amenacé

Tan pronto como llegó al baño, se largó. Sentí alivio cuando se fue, de verdad que ese tipo me causaba dolor de cabeza. Yunho era el causante de toda mi cólera, pero debía de aguantar hasta el día que me pudiera escapar de esta casa junto con Junsu. Quería  irme y buscar un mejor futuro para mi hermano y para mí, un futuro lejos de toda esta gente y su horrendo mundo.
Al salir de la ducha envolví una toalla alrededor de mi cuerpo, la ajusté a un lado de mi cuerpo y salí. Al salir del baño fui directamente a buscar algo de ropa para ponerme, escogí unos pantalones y una camiseta, junto con una chaqueta algo ajustada a mi cuerpo, terminé de arreglarme y bajé al primer piso para ver qué podía hacer. Me acerqué a la cocina y le pregunté a la cocinera de la familia si la podía ayudar en algo, a lo cual contestó que sí. Era una mujer algo mayor, como de unos 70 años, me había caído muy bien desde un principio ya que me recordaba a la abuela que nunca tuve, además dejaba que la ayudara ya que se había dado cuanta lo mucho que me gustaba cocinar. Picamos unas cuantas frutas para el desayuno que ya se iba a servir en media hora. Era sábado así que supuse que la gente en esa casa solía comer más tarde el desayuno que el resto de los días.

En los pocos días que teníamos viviendo en esa casa ya había aprendido muchas de sus costumbres, o por lo menos las de Changmin y las del imbécil de Yunho, ya que aun no había visto a sus padres.

Cuando ya eran las 9:00 am así que me senté a la mesa, al hacerlo vi que ya los tres estaban sentados, Junsu hablando muy animadamente con su esposo y a Yunho leyendo el periódico. A pesar de que me caía tan mal y que lo detestaba, debía de admitir que era bastante guapo.

Un momento…desde cuando ese idiota de empezó a parecer guapo y para colmo pensé en él como Yunho y no como el Imbécil de Yunho. Seguro que la estadía en esta casa empezaba a afectarme al cerebro, porque en realidad ese tipo era una mierda para la sociedad, no era más que un pobre idiota. Ya debía dejar de pensar tanto en él, ya sea como un imbécil o como cualquier otra cosa. Ese tipo no era más que un energúmeno y punto.

-hoy habrá una fiesta aquí-habló la pesadilla de mi vida- va a empezar a las 10:00 pm, así que estén listos, en especial tú Jaejoong intenta mejorar un poco ¿no crees?

-que me estás tratando de decir- clavé mi tenedor en la fruta. Fruncí el ceño y arrugué los labios. Su voz y sus comentarios siempre eran de lo más molestos

-yo?-fingió inocencia- nada…solo te digo que intestes hacer algo con eso- me señaló con un dedo- una arreglada no te vendría nada mal
Ahora sí lo iba a matar. Ese tipo hacía que la sangre me hirviera…

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