KINGDOM TVXQ!

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Arualthings

The reunion - Capitulo 4

Me lo llevo porque eres un niño malo.

“Pero Hyung…lo que hacemos…¡se llama hacer el amor!”

“¿De qué estas hablando? Es sexo. Instinto de satisfacción.”


Vio los ojos del muchacho llenos de lágrimas. Lo vio de rodillas, suplicando desesperadamente. Un ligero sabor a sal se dosificó por toda su lengua, penetrando cada papila, demasiado doloroso para soportarlo. Quedando grabado incluso después que el muchacho desapareció de su vista. Mordió su lengua con disgusto, tratando desterrar el horrible sabor. Se dejó llevar, dejó a la otra persona venida de algún lugar tomar el control, dejándolo descubrir un mundo desconocido, la parte olvidada de sí mismo.
Una sonrisa brotó mientras el pincel bailaba, tornando ese amargo y oscuro mundo en una nueva forma de música al chocar el vino contra su paladar. Sus pupilas se dilataron, quería descubrir el paraíso, quería saborear los colores…

*

*

“…Pobre muchacho…¿si ellos…él…?”

“Esto nun… –ber pasado…”

“Está demente,…endo de hambre…”

“…sufrió…”

Los vagos sonidos de gente conversando y el aroma del antiséptico lentamente arrastraron al muchacho a la realidad; la deslumbrante luz lo cegó al parpadear para abrir los ojos. El terrible dolor torturaba todas y cada una de las articulaciones de su cuerpo, sentía su cabeza ser aplastada por un martillo. Gimió.

“Changmin-ah…¡Gracias a Dios estas vivo!”

Una señora vestida con buen gusto y a la moda lo recibió con una cálida sonrisa en su rostro, alargando una mano para tocarlo. El muchacho dio un respingo y sintió sus huesos crujir por toda su longitud. Aguantó el dolor y miró a la señora con sospecha, mientras ella le devolvía la mirada con lástima y comprensión.

“Oh no, no temas…estás a salvo ahora.” Un hombre a su lado, le sonrió al pequeño.

“Van a pegarme y encerrarme en ese cuarto de nuevo, ¿cierto…?” El muchacho preguntó con incredulidad, el miedo se podía sentir en su voz. Estrujó la cobija fuertemente.

“Hijo mío, créenos…no—“

“Sr. y Sra. Park, el doctor desea hablarles”. Una enfermera vestida de blanco lo miró y esbozó una sonrisa para él antes de cerrar la puerta. El hombre revolvió el cabello del niño con ojos llenos de seguridad. “Espera aquí, ¿está bien?” dijo. Entonces se apresuró a abandonar la habitación seguido de la señora.
El muchacho observó todo su alrededor –el blanco techo, la blanca cortina y muchos envases llenos de un liquido transparente conectados a sus muñecas por delgadas líneas. Sus piernas se sentían pesadas, no podía levantarlas. Examinó sus brazos, sintiéndose un poco sorprendido por la cantidad de sangre que empapaba el vendaje que lo envolvía. Sus brazos se veían más pálidos y pequeños comparados a la última vez que los vio. La superficie de su piel estaba al descubierto marcada con azuladas manchas aquí y allá. La ansiedad llenaba la boca de su estómago.

La puerta se abrió, revelando a un tipo alto con el cabello ondulado largo hasta los hombros, holgada camisa blanca y pantalones de mezclilla. El muchacho pensó que era uno de esos jóvenes universitarios que salían en la TV.

“Hello…” se dirigió hacia el muchacho y se sentó en el borde de su cama, una leve sonrisa en su rostro.

“¿Vas a pegarme también, cierto…?” El muchacho preguntó de nuevo, su voz temblando. Sin poder dejar la paranoia.

“¿De qué estás hablando? Nadie va a golpearte…” El tipo enarcó sus cejas; su voz era profunda, gentil y segura. “La gente siempre me pega…la última fue esa mujer mala que todos decían era mi tía…”

“No hay tal señora, kiudi…la única señora que estuvo aquí fue la que vimos hace un momento ¿te pareció mala?”

El muchacho negó con la cabeza.

“Escucha.” El tipo con el cabello ondulado continuó. ”¿Recuerdas tu nombre?” Rozó la mejilla del muchacho con la punta de sus dedos muy suavemente, formando círculos. El muchacho quiso evadirlo pero se sentía tan reconfortante, que a duras penas se movió.

“Soy Shim Changmin.”

“Así es. Eres Shim Changmin, solías vivir en una casa hogar, pero ahora eres mi hermano adoptivo. Nadie te ha golpeado jamás, tus padres adoptivos te aman y te tratan como a su propio hijo.” El tipo apoyó su mano en la de Changmin y la masajeó afectuosamente. El muchacho entornó los ojos, muy en desacuerdo con la explicación.

“P-pero…yo no tengo hermano ni padres adoptivos…cambio de casa de vez en cuando, y—“

“Changminnie…de verdad no recuerdas, ¿cierto?” Se acercó a Changmin, los ojos llenos de interrogantes.

“N-no entiendo…”

“Tuviste un accidente, kiudi. Y ahora tienes…bueno, se llama amnesia.”

“¿Amnesia…?”

“Sí, significa que perdiste la memoria. Nos olvidaste, a tu familia…el doctor acaba de explicármelo y estoy muy triste…"

El muchacho frunció el ceño y mordió sus labios al incomodarle un poco la situación. Algo golpeó contra su pecho como advirtiéndole. “P-pero yo no perdí la memoria, yo solamente no sé cómo llegué aquí en primer lugar, pero—“

“Son los efectos secundarios del medicamento, kiudi. Estás imaginando cosas. Tienes falsos recuerdos, como pesadillas, de gente maltratándote. Los recuerdos se sienten tan reales como si fueran verdaderos, dijeron. Pero ahora que el doctor ha dejado de medicarte, no pasarás por semejante pesadilla otra vez.”

El muchacho frunció el ceño aún más. “Estoy confundido…” Bajó la mirada, estrujando su cobija. Hubo silencio mientras Changmin examinaba al tipo frente a él antes de preguntarle, “Y-y…¿tú? ¿Quién eres tú…?”

“¿Ni siquiera me recuerdas…?” El tipo parecía decepcionado.

“¿Te conozco?”

“En serio, casi me dio un ataque al corazón con el accidente y ahora resulta que me olvidaste. Ya no me entristezcas más, Changminnie…Soy Yoochun, recuérdalo. Si olvidas mi nombre aunque sea una vez juro que le daré a Harang los chocolates que guardas en el refrigerador.”

“¿Quién es Harang…?”

“Oh Dios, lo has olvidado completamente todo excepto tu propio nombre. Escucha. Tu nombre es Shim Changmin y eres un niño muy dulce, por eso decidimos adoptarte hace unos años. Has estado viviendo con nosotros desde entonces. Mi nombre es Park Yoochun, así que tu apellido es Park. No lo hemos cambiado legalmente pero lo haremos pronto…Y Harang es nuestro perro, un compañero realmente adorable y muy leal.”

Changmin parpadeó. “¿Perro…? ¿T…tengo un perro…?”

“Sip.”

“P-pero…” El muchacho no podía creer lo que estaba escuchando, sin embargo el dolor de cabeza le impidió seguir protestando. Sólo se quedó en silencio, incapaz de mirar al hermanastro que había surgido de repente frente a él.

Yoochun exhaló. “Sé que es difícil de creer…pero no pienses en nada ahora, sólo duerme ¿está bien? Tu cuerpo lo necesita.” Se levantó y cubrió al niño con la cobija, animándolo a acostarse. Hizo círculos en las mejillas de Changmin una vez más y pellizcó suavemente la punta de la nariz del muchacho antes de dejar la habitación.

Sus padres estaban esperando fuera, la preocupación dibujada en sus rostros.

“¿Estás seguro de que esta es la decisión correcta, Chunnie-ah?” La Sra. Park le preguntó con inquietud, su voz por debajo de un susurro. Con sus manos entrelazadas. “¿No estará más deprimido al saber la verdad…?”

“Mamá, esa desquiciada mujer lo golpeó y casi lo mató de hambre encerrándolo en un armario por días. Ningún niño debería recordar esa situación.” El tono de Yoochun era calmado, indiferente al de su madre, lleno de dudas.

“Pero el doctor dijo que la psiquiatría…” El Sr. Park razonó.

“No necesitamos a ningún psiquiatra, créanme. Los niños son vulnerables. Pueden encontrar esto difícil de olvidar, pero son tan moldeables como la plastilina. Solo actúen lo necesario, ciérrenle la boca al resto de sus parientes y muéstrenle algo de amor, lo encontrarán en mejor estado pronto.”

La Sra. Park suspiró. “Chunnie…Me encantaría, pero sabes lo ocupados que estamos con nuestro trabajo…”

“Entonces solo déjenmelo a mí.”

“Ah hijo mío…” La señora lo envolvió en sus brazos y le acarició la espalda. “Eres un chico listo…si dices que esto es lo mejor por hacer, entonces no tenemos más remedio que aceptar…pero…” pareció vacilar. “Puedo ver que el muchacho es inteligente. Tarde o temprano lo descubrirá…”

“Él comprenderá que lo hicimos por su propio bien. Y para cuando lo descubra, ya estará curado…” el tipo se liberó del abrazo y se apoyó en la pared detrás suyo.

“No podemos quedarnos callados sabiendo lo que sucedió frente a nuestros ojos…” añadió el Sr. Park. “Le diré a algunos empleados que se encarguen del papeleo y esas cosas…” sonrió. “Bueno, parece que ya no eres hijo único, Yoochun-ah.”

Yoochun se limitó a sonreír como respuesta. Regresó a la habitación solo para Changmin y encontró al muchacho mirando al techo con los ojos llorosos. Se acercó al niño y se sentó a su lado, dejando algunos segundos pasar sin apenas un sonido.

“¿Quieres decirme algo…?” Yoochun finalmente rompió el silencio.

Changmin aguantó el hipo. “De verdad ¿no fue…real…?” preguntó con duda en su voz rota.

“No pareces muy contento…¿creí que dijiste algo acerca de una malvada señora golpeándote en esa memoria...?” El tipo preguntó con cuidado. Secó una lágrima de la comisura de los ojos de Changmin.

“Sí…pero…antes…hubo un Hyung…Jaejoong Hyung. Él era realmente muy bonito…su voz y su piel eran realmente suaves…sus brazos eran realmente cálidos…” Más lágrimas brotaron de sus ojos mientras los sollozos no lo dejaban continuar.

“…Cuéntame más sobre él…” Yoochun lo alentó.

“Le di un peluche realmente feo que hice…pero se lo guardó. Rara vez me decía cosas lindas…pero cada vez que le pedía un abrazo nunca se negaba…” El muchacho se frotó los ojos, sus hombros temblaban.

“¿Te gusta ser abrazado…?”

“Uh-uh…”

Yoochun se acercó y cuidadosamente envolvió a Changmin con sus brazos alrededor de sus hombros presionando al chico contra su pecho. Acarició la cabeza del niño con su palma callosa, sintiendo los sedosos cabellos de bebé hacerle cosquillas entre los dedos

“¿Te abrazaba así…?”

“No…su cuerpo era pequeño…”

“Cuéntame más sobre él entonces…”

Acurrucándose contra el pecho de Yoochun, Changmin tomó aire y continuó. “Lo dejé sin decirle adiós… porque el lloraba fácilmente. Él de verdad lloraba fácilmente…y no me gustaba verlo…”

“Lo sé, eres un niño de buen corazón…”

“Pero…pero…¿él no es real...?” El niño levantó la mirada para encontrar la de Yoochun, suplicando por una negativa.

“Lo siento tanto kiudi…”

“No puedo creerlo…se sentía tan real…lo recuerdo todo…¿Cómo puede…? ¿Cómo…?” el niño escondió el rostro en el abrazo de Yoochun.
Yoochun abrazó al niño más fuerte, apoyando su mentón en la parte superior de la cabeza del muchacho. “Changminnie…me duele tanto, ¿sabes…? Me olvidaste, nos olvidaste…y lo reemplazaste con alguien que nunca existió para empezar…kiudi, me duele tanto…”

Los sollozos ahogados del muchacho se hicieron más fuertes. “…. L-lo siento…pero…pero…”

“Shh, no es culpa tuya. Es el medicamento...Mírame.” Yoochun tomó a Changmin por los hombros y levantó la barbilla del muchacho para encontrar su mirada.

“Dame una oportunidad, ¿está bien…? Éramos tan cercanos, no quiero que esta tragedia nos separe…el dolor que estás sintiendo justo ahora, prometo hacer que se vaya…puedo hacerte feliz, trataré de ser el Hyung a quien más ames en el mundo…pero por favor…olvida todas esa cosas que crees han sucedido. No son reales, Changminnie…Sólo te herirán, y a mí también…“

Changmin no podía responder, las lágrimas eran más fuertes.

“Todo ha terminado, kiudi…lo olvidarás. Lo prometo…”

*

*

Tres días antes de que se venciera el plazo y Jaejoong ni siquiera había avanzado más de lo que había reducido la medida de su cintura. Estaba como muerto en vida, su cara era la de un pez moribundo al que le faltaba el aire. Pasaba horas mirando al techo antes de frotar sus párpados hinchados. Miraba a cierto peluche de conejito que estaba en el escritorio, lo tocaba, aguantaba el hipo y aplastaba su rostro contra la almohada, rompiendo a llorar. Trató de recuperar el ánimo al sintonizar la radio en su estación favorita en un intento de escuchar algunas melodías felices, pero un grupo de chicos con voz de tenor llenó el aire con una canción romántica a cambio:

Bye bye bye bye my love…Bye bye bye bye my love…

Lanzó un grito y pateó la inocente radio, aunque pronto se arrepintió del hecho. Y así lleno de pesar estaba. Se hacía a sí mismo demasiadas preguntas, ¿cómo pudo dejar ir a Changmin tan fácilmente esa vez? ¿Por qué no fue tras él?, ¿por qué no lo encontró antes? ¿Cómo pudo encontrar nuevos amigos con tanta facilidad sin hacer ningún esfuerzo por encontrarlo, dejándolo podrirse como un recuerdo de la infancia cualquiera? ¿Acaso siquiera tenía derecho a sentirse triste después de tanta ignorancia? Incluso se negó cuando Seunghyun le ofreció explicarle la razón por la que Changmin había muerto. Pero entonces, ¿no sería por causas trágicas que alguien muriera a tan temprana edad? Jaejoong recordaba el hecho que nunca dejaba de hacerle trizas los nervios acerca del secreto de Changmin…lo último que necesitaba para completar las devastadoras noticias era enterarse de que el niño había muerto por maltrato infantil.

El periodista había roto un sin número de aparatos a la mañana siguiente cuando los mensajes de texto de su jefe le hicieron darse cuenta que no tenía más remedio que seguir adelante. Encontrando una manera de lidiar con su oxidado cerebro, marcó cierto número de la lista de contactos que guardaba en su teléfono celular.

“¿Aló…?” un tipo respondió.

“…Seungri-ah…”

“¿Jae Hyung…? ¿Pasa algo malo con tu vo—“

“Estoy bien. Menciona alguna cosa que realmente quieras en este momento.”

“¿…Eh? ¿Por qué tan de re—“

“Sólo responde.”

“¿…Una MacBook Air…?”

“La tendrás mañana si haces unas entrevistas que debería hacer hoy, ¿qué tal?“

“Eh ¿¡de verdad!? Pero qué debo—“

“No tendrás que escribirlas, solo necesito las grabaciones de audio.”

“¡¡Oh!! ¡¡Wijiii perfecto!!”

“Te enviaré los detalles por mensaje de texto.” Colgó el teléfono, sintiéndose aliviado. El hábito de alguien al cortar la línea antes que otros definitivamente había influido en él.
Dejando las otras dos entrevistas al aspirante, solo le quedaba una persona para ser entrevistada. Todavía con el corazón en un puño y las piernas débiles, tomó su bolso y salió por la puerta de su apartamento.

Shim Changmin…ahora no hay razón para perder el control en frente de ti…


*

*

Los pasos de Jaejoong eran cada vez más ruidosos conforme ascendía por las escaleras del apartamento, estrujando su bolso de mano con inquebrantable determinación. Estaba confirmado que el drogadicto no podía ser el Changmin de su infancia. No había razón para sentir escalofríos en la nuca o las rodillas débiles como antes.

Antes de llegar a cierta puerta de apartamento, respiró profundamente.

Lo haré.

El periodista tocó la puerta tres veces. Como esperaba, nadie respondió. Acostumbrado a la situación, giró el picaporte. Estaba cerrado. Rodó los ojos.

“¡¡¡FIASCO, ABRE LA PUERTA, SÉ QUE ESTÁS ADENTRO!!!”

Seguían sin responder. Tocó más fuerte.

“¡¡¡¡OYE TERRIBLE ERROR!!!! SI TÚ NO—“

La voz de Jaejoong se quedó atrapada en la garganta cuando la puerta se abrió de golpe, revelando a Changmin con una camiseta sin mangas de color negro manchada de pintura azul. Miraba distraídamente a Jaejoong con una leve sonrisa en su rostro. El periodista apretó los dientes.

“Escucha niño. Vine a continuar con nuestra interrumpida negociación. Esta vez—“

“Entra primero…” Changmin tomó la mano de Jaejoong, haciendo que lo siguiera. La forma en que sus manos estaban entrelazadas hizo sentirse a Jaejoong incómodo, se deshizo de la mano de Changmin con un movimiento. El más joven lo miró con un poco de decepción en su rostro, pero su expresión estaba totalmente fuera de lugar. Jaejoong supo que algo estaba mal cuando el tipo se acercó a tocar su cabello y lo agitó contra su nariz.

“Hyung…hueles a púrpura… “ soltó una risita.

Oh Dios mío.

“No jodas, ¿¡estás drogado...!?”

Changmin ignoró la acusación y en silencio volvió a lo que estaba haciendo con un lienzo de 15 pulgadas. Su expresión en blanco, sin ni siquiera mostrar algún gesto mientras untaba el color pulgada a pulgada, haciendo líneas, círculos y alternando entre unas y otros.

“¿¡Pintas drogado!?”

No hubo más respuesta que el sonido de su respiración. Jaejoong gimió, dando vueltas y más vueltas lleno de frustración. No había manera en la que pudiera publicar su artículo en los próximos dos días si ni siquiera podía comunicarse con Changmin. Sin esperanza, revisó el pequeño refrigerador que estaba cerca en un intento por encontrar algo de agua fría para despertar al tipo. Se quedó boquiabierto al ver el contenido, más de lo que un tipo delgaducho como él necesitaría para llenarse: huevos, vegetales, queso, frutas, cajas de almuerzo de esas que se venden en los supermercados, jugo de naranja, jugo de uva, jugo de manzana, suplementos alimenticios, jugo Tahitian noni, aceite de ajonjolí, clorofila (la cara de Jaejoong diciendo ¡¿QUÉ DIABLOS?! con los últimos tres).

En la parte superior del refrigerador estaba el aparato de color negro con el diseño barato que nunca podría olvidar, indefensamente tirado. Su mente hacía porras, era el celular de Changmin. Estaría más que feliz de tomarlo y hacerlo pedacitos, pero entonces trató de frenar su primer impulso mientras una mejor idea ocurría dentro de su cabeza: grabar a Changmin drogado para chantajearlo después. Así que puso el celular en modo cámara de video y enfocó al tipo.

Pero por qué ah por qué…ver esos hombros inclinados y esa jorobada espalda le hacían perder su anterior determinación. Él no era el tipo de persona con el corazón para hacer tal cosa no importa cuánto odiara a alguien, culpa de su madre por enseñarle la compasión y una excesiva clemencia. Por otra parte recordó cómo Changmin había tratado su herida cuando se cortó…pensándolo bien, tal vez el chico no era tan malo por dentro.
Tal vez Jaejoong había sobreactuado debido a que el pintor le recordaba a su Minnie. Tal vez el chico había actuado así con él debido a su reacción, tú sabes cómo son los adolescentes, les encanta burlarse de los adultos. El beso y esas actitudes…tal vez no fueran más que bromas de adolescentes. Muchos de ellos usan drogas, al menos Changmin no robaba bancos o mataba gente por ello. Y de repente pidió un abrazo…tal vez solo era un niño demandando atención después de todo.

Sintiendo una súbita oleada de compasión, se acercó a Changmin, arrastró una silla a su lado y prestó atención a lo que este estaba pintando.

“¿Qué estás pintando…?” Jaejoong preguntó, con los ojos llenos de asombro.

“Shhh…” fue la única respuesta.

La pronto terminada pintura estaba hecha de todo tipo de tonalidades de azul. Había un muchacho de azulado cabello, con los ojos azules y la piel azul cielo, mirando por la ventana de una casa azul. La lluvia caía desde el grisáceo cielo azul. La pintura era extraña y surrealista, le recordaba a Jaejoong esas ilustraciones en los libros de cuentos para niños.

"Bueno...puedes empezar por decirme lo que piensas acerca de esto, por ejemplo..."

Solo obtuvo una risita como respuesta.

Esto se pone cada vez más ridículo.

Suplicando por ayuda, se paseó por la lista de contactos. Muy pocos nombres la llenaban: algunos de ellos que se encontraban en orden alfabético eran ‘MI YUNHO HYUNG’ (Jaejoong sonrió con el nombre), ‘JUNSU TRASERO DE PATO‘ y…‘JOONGIE EL TRANSEXUAL’.

¿¿¡¡Joongie el Transexual!!??

“¡¡¡DEBERÍAS ESTAR AGRADECIDO DE QUE NO HAYA PLANEADO TU ASESINATO!!!” Jaejoong gritó, la punzada de lástima desapareció en un instante. Rápidamente editó el nombre en un simple ‘JAEJOONG HYUNG EL MÁS GRANDE DE TODOS’. Está bien, quizá no era tan simple. De todas formas, le era imposible pedir la ayuda de Yunho en ese momento así que marcó otro número: ‘JUNSU TRASERO DE PATO’. Recordaba ese nombre y esperaba no estar equivocado. Se alejó un poco de Changmin para evitar que éste escuchara y esperó mientras daba golpecitos al piso con su pie.

Finalmente alguien respondió con un irritado siseo.

“Escucha imbécil, tendré que sustentar una tesis importante en los próximos 30 minutos, y apuesto a que tu llamada no es necesaria…” espetó.

“¿Aló, Junsu-sshi?”

“¡¡QUIÉN ERES TÚ!! ¿¿¡¡ROBASTE EL CELULAR DEL IMBÉCIL!!??

“¡¡¡NO!!! Bueno, no sé si te acuerdas de mí, pero nos encontramos una vez en el departamento de Changmin una mañana…”

“Ah, ¿eres el tipo que quería un trío pero demasiado tarde?”

“¡¡NO!!”

“Está bien, está bien, entonces supongo que ahora estás en la habitación de Changmin y llamaste para informarme que anoche lograste que--”

“¡¡NO LO HICE!! En serio ¿¡cómo pueden tener el mismo estilo para hacer enojar a la gente!? ¡¡MALDITA SEA NUNCA QUISE HACERLO CON TU NOVIO, YA SEA EN TRÍO O NO!!

“¿¿¡¡ENTONCES POR QUÉ ME LLAMASTE CON EL CELULAR DEL IMBÉCIL!!??”

“¡NO HAGAS SUPOSICIONES!” Jaejoong chilló. “Soy Kim Jaejoong, trabajo en una revista de arte, vine aquí para hablar con él pero parece como si estuviera drogado, así que—“

“¡¡¡A ÉSE IMBÉCIL RETRASADO MENTAL LE VOY A TRITURAR TODOS SUS MALNACIDOS HUESOS!!!”

Junsu colgó el teléfono, dejando a Jaejoong sin habla y con la boca abierta.

Apretó el teléfono agitadamente. “¡¡DIOS!! Estos tipos, ustedes son difíciles, imposibles, ¡¡qué pareja para más inútil!! ¡Estoy harto de esto!” gritó, extremadamente molesto. Sin embargo, en lugar de solo quedarse allí haciendo meditación para gerentes con problemas coléricos, decidió hacer algo importante, lo cual era obviamente borrar la foto del beso sabiendo que no habría segunda oportunidad.

La hora de la victoria estaba a punto de llegar cuando el teléfono de Changmin sonó. El tono de alguna manera lo hizo querer vomitar:

‘Estás loca por mi, no puedes escapar, I got yoooooouuu…Under my skin…’

La pantalla brilló ‘JUNSU TRASERO DE PATO’. Se alejó de Changmin y respondió en un suspiro. “¿Aló…?”

“Aló ¿Jaebeom…?”

“Es Jaejoong.”

“Lo que sea Jae-ah…”

“Y creo que soy mayor que tú…”

“¿¡Y QUÉ, CREES QUE ESO TE HACE SER EL DE ARRIBA!?”

“…”

“Correcto. De todas formas, ¿está pintando ahora?”

“¿…Cómo lo sabes?”

“Ah, larga historia. ¿Ha terminado?”

“Pronto creo…”

“Toma la pintura que está haciendo, ahora.”

“Pero está trabajando en ella, ¿estás seguro que él estará de acuerdo...?”

“Por supuesto que no, él te matará después.”

“¡¡¡Oye!!!”

“No te preocupes te cubriré. No le diré que viniste, esperemos que no lo recuerde.”

“Pero por qué deb…”

“Larga historia, por ahora solo llévatela donde quieras, me ocuparé de eso más adelante…OH DIOS MÍO el profesor está viniendo ¡¡nos vemos!!” Colgó el teléfono, tan abruptamente como hace un rato, dejando a Jaejoong sin habla, curioso y confundido. Aún así caminó hacia Changmin y decidió hacer lo que Junsu le dijo.

“Bueno…en realidad no entiendo, ni siquiera ha secado todavía…“ Levantó el áspero lienzo de su caballete. “…de todas formas me los estoy llevando.”

Le tomó algunos segundos al pintor darse cuenta que su lienzo se había ido. La tardía reacción entretuvo a Jaejoong. “No…no te lo lleves...” Changmin se levantó débilmente y trató de recuperarlo pero Jaejoong lo esquivó, arrebatándole nada más que aire. Pérdida y decepción llenaban sus ojos.

“Me lo llevo porque eres un niño malo.” Jaejoong frunció los labios, tratando de contener una sonrisa. El pintor frunció el ceño y trató de apoderarse del lienzo otra vez, tan lentamente que Jaejoong no necesitó hacer mucho esfuerzo para eludirlo.

“No tienen ningún respeto por mí que soy mayor que ustedes, ustedes gente tramposa...” Jaejoong continuó, sintiéndose culpablemente satisfecho de que el más joven únicamente podía morderse los labios. “Y tú eres un imbécil como tu novio dice.” Contento con la recién acabada pintura y el teléfono celular como de su pertenencia, estaba listo para dejar el lugar cuando la temblorosa voz de Changmin lo detuvo.

“Hyung…lo siento…no te vayas...”.

El tipo avanzó unos pasos hacia él. Sus ojos parecían mitad ilegibles, mitad llenos de súplica y remordimiento. Jaejoong cautelosamente dio un paso y escondió la pintura tras él pensando que Changmin trataría de recuperarla, pero al parecer al más joven no le interesaba hacer tal cosa.

Lentamente, Changmin acortó la distancia entre ellos, apoyó su frente en el hombro del más bajo y se deshizo en llanto. La humedad se filtró a través de la camisa de Jaejoong, una mano se deslizó por su hombro tímidamente. El periodista se quedó estupefacto.

“¿¿¡¡Ahora necesitas mi maldito hombro para llorar!!??” chilló, pero lo dejó pasar sin embargo. Pensó que Changmin estaba teniendo un mal viaje de LSD, y aunque supuestamente disfrutaba de la victoria viendo al tipo humillándose a sí mismo, no lo hizo.

Soltó la pintura y esperó a que Changmin se calmara, pero las lágrimas parecían no tener fin. Suspiró dándose por vencido.

“Tú pequeño demonio, ¿cómo es que nunca podemos encararnos el uno al otro normalmente…?” Le dio unas palmaditas en la espalda de forma repetitiva, rápidamente al principio, luego haciéndolo más lento y finalmente se detuvo cuando el más joven alzó la cabeza y fijó su mirada en Jaejoong con los ojos de un gato perdido. “¿Qué estás viendo…?” Jaejoong preguntó. Changmin abrió la boca pero ninguna voz salió.

“Sea lo que sea, no es real, ¿está bien…?”

Changmin sacudió la cabeza. “Estás mintiendo…” Le murmuró al aire.

“¡¡¡Lo único real es el plazo de mi artículo que vence en dos días!!!” Sacudió el hombro de Changmin para despertarlo pero el rostro lloroso solo se hizo más miserable. A Jaejoong no le gustaba la punzante emoción acumulada en su interior. “Eso es todo. Me estoy volviendo loco aquí. Será mejor que me vaya.” Empujó a Changmin, haciendo que el joven se viera tan sobresaltado como si se hubiera derramado agua fría en él. Abrió los ojos llenos de pánico.

“¡No! No te vayas Hyung, abrázame…” El más joven suplicaba mientras aprisionaba a Jaejoong profundamente en su abrazo, tan profundo que Jaejoong podía sentir la clavícula del más alto chocar contra su mandíbula. Podía percibir el aroma del óleo cuando un fuerte brazo se clavó en su cintura al mismo tiempo que el otro estrujaba la tela que cubría su espalda.

“Hombre…vas a rasgarla…es una Bvlgari…” la voz de Jaejoong flotaba en el aire, apenas audible mientras poco a poco se le hacía más difícil hablar. Empezó a temblar, sabía que no estaba bien. Changmin respondió disminuyendo su agarre pero su rostro se acurrucó más profundo en el cuello de Jaejoong, el cálido aliento hacía cosquillas en la nuca y oído de Jaejoong, haciéndole retorcerse.

“Oye hace cosquillas…” El mayor susurró, no pudiendo hacer nada para evitar que las lágrimas humedecieran su piel. La vulnerabilidad que supuestamente había superado volvía a él con más fuerza.

¿Por qué…? Si está claro como el agua…

“Minnie…vamos niño grande, es suficiente…” susurró. Y le sorprendió la forma en la que el sobrenombre salió de sus labios…sin querer.

¿Por qué…?

Se agarró a los hombros del destrozado joven y lo empujó, vio el vacío y la desesperación dibujados en el enrojecido y húmedo rostro. Trató de encontrar una respuesta en los ojos rotos, pero no pudo encontrar más que piezas sueltas.

Entonces podría jurar que su fluido sanguíneo se detuvo cuando Changmin estampó su boca en un beso desesperado, ambas palmas agarrando su rostro por los lados haciéndole incapaz de moverse. El beso era húmedo y obsesivo, asemejando a un niño reclamando su primer helado después de mucho tiempo –ningún agresivo movimiento de lengua; solo ambos labios mordisqueando y succionando con tal necesidad que el mayor sentía como si Changmin fuera a comérselo.

“¡Changmin…! ¡mmfhh…! Det-mmfhh…” Jaejoong trató de separar su boca del enredo pero los continuos ataques se lo ponían difícil. Pensó que iba a morir sofocado, pero entonces Changmin lo liberó del beso y continuo saboreando cada parte que estaba a su alcance para probar –los párpados de Jaejoong, su frente, su cuello, el lóbulo de su oreja, su barbilla, como si el mayor estuviera hecho de caramelo, a un ritmo lento pero persistente, tal como el alucinógeno que lo poseía. Jaejoong estaba completamente consciente de que Changmin no lo estaba, y aunque nunca lo estuvo, el periodista no quería dejar que su instinto, aquél que disfrutaría el momento, tomara el control. Le temía a la sensación de hormigueo en la boca de su estómago.

Cuando el primer gemido escapó de su boca se sintió horrible. Se soltó con fuerza.

“¡Detente! ¡No estás en tu sano juicio! ¡Me voy!”

“No…No me dejes Hyung…Te extraño…Lo siento tanto…Lo siento tanto…” Changmin tomó entre sus manos el rostro de Jaejoong y le rogó, Jaejoong no estaba seguro de si en realidad lo hacía por él o por alguien más en su ilusión. No supo desde cuando su rostro se había humedecido, No supo si las lágrimas eran de Changmin o suyas. Algo que sí sabía era que, mientras más tiempo se quedara, más jodido estaría, al darse cuenta de cómo empezaba a perder el sentido de la realidad. Quiso darse la vuelta, quiso posar su mirada en la aburrida cortina en lugar de los palpitantes labios de Changmin o de sus temblorosos hombros, pero no pudo…no pudo evitar mirar atrás con ojos anhelantes y llenos de preguntas, no pudo evitar que sus dedos se alzaran para acariciar el labio inferior, no pudo evitar que su pulgar lo acariciara sintiendo la superficie áspera, la ligeramente húmeda parte interna, la húmeda lengua adyacente a esta, no pudo evitar que un estremecimiento recorriera todo su cuerpo cuando Changmin succionó su dedo medio como un hambriento.

No pudo evitar que la locura controlara su mente cuando atrapó los labios de Changmin entre los suyos.

Como un pez siendo atrapado por la carnada, Changmin respondió a la invitación con ferocidad, acorralando a Jaejoong contra el muro, dejando salir toda la desesperación que le desbordaba. Tiró hacia atrás el cuello de Jaejoong para revelar más del pálido pecho y atormentar cada centímetro de piel allí, todavía con lágrimas asomando por sus ojos entrecerrados.

“…Estoy jodido…“ Jaejoong susurró mientras los labios de Changmin lo torturaban poco a poco. La sensación de toda la calidez y humedad de Changmin sobre él era simplemente demasiado para soportarlo. Dejó que su lengua descendiera por el centro de su pecho y se deslizara de nuevo hasta su manzana de Adán. “¿Por qué…?” Dejó que Changmin tomara un mechón de su cabello y tirara de él suavemente, forzándolo a mirar hacia arriba y permitir que el joven dejara besos como aleteos de mariposa a lo largo de la línea de su mandíbula, de una manera que solo alguien loco de amor lo haría. “Dime…No lo...entiendo…” Se sentía frustrado por el silencio de Changmin.

¿Por qué lo veo en ti…?

Con lo poco de cordura que le quedaba, Jaejoong cerró sus ojos con fuerza y se liberó del tipo. Corrió con pánico, su cerebro congelado. El único momento en el que pareció funcionar fue cuando se tropezó con cierta pintura. Recordándole llevarla por delante.

*

*

Changmin gimió cuando los sonidos del plástico rasgándose perturbaron su inconsciencia. Se encontró a sí mismo tirado en la cama, sudando. Sentía la cabeza pesada.

“¿Estuvo bueno el viaje?” Oyó la voz de Junsu.

Todavía negándose a abrir los ojos, respondió. “En realidad no…”

“Inútil.”

Percibió el aroma de los alimentos frescos. “No has roto mi nariz…”

“Lo haré pronto no te preocupes. De todos modos me quedare aquí esta noche.”

Changmin resopló. De repente recordó algo y abrió sus ojos, fijando su mirada en el techo, pensando.

“Trasero de pato…¿cuánto tiempo llevas aquí...?”

“Lo suficiente…”

“Oh…”

“¿Por qué?”

“¿Te hice algo…?” preguntó con incredulidad.

“¿Como qué?” El sonido de la bolsa de plástico cesó.

“Como…¿besarte…?”

“Agg. ¿Crees que te dejaría…?”

Changmin oyó ruidos sordos y el sonido de papeles siendo rasgados. “Mmmmm…No.”

“¿¿¡¡Alucinaste que lo hacías!!??”

“No estoy seguro…parecía tan…”

“¿¡Y dijiste que no fue un buen viaje!?”

“No sé…No recuerdo bien…Dios, mi cabeza, me siento terrible…” Miró a Junsu, quien al parecer había estado surtiendo la refrigeradora. “Noooooo no eso de nuevo…..” Se quejó al ver a Junsu sacar una botella de jugo Tahitian noni de su bolsa de plástico. El otro tipo lo ignoró y metió la botella en el interior de la nevera.

“Te compré una deliciosa piña y la pisaste, ¿recuerdas?”

“Pero me comí la parte limpia…”

“¿En serio…?”

“Si…”

“Eso fue tan lindo de tu parte."

“Soy lindo.”

“Si, claro.”

“Y me amas.”

“Oh seguro que si. Más que tú.”

“…que dulce.”

Junsu cerró la nevera caminó hacia el exhausto joven. Se sentó en el piso, apoyado en la cama, sus ojos estaban al mismo nivel que los de Changmin “Changmin, te lo suplico...esto es ridículo, para con esto.” Tocó el brazo del chico.

El pintor volteó la cabeza y le devolvió la mirada. “Entonces también te lo suplico… también para con esto, déjame.”

Junsu dejó salir un largo suspiro como respuesta. Se levantó, desabrochó su camisa y la tiró al suelo.

“¿Sabes qué? Mejor duérmete ya, como siempre esta conversación es de nunca acabar.”

*

*


Jejejeje. Este es EL Park Yoochun en este fic:

6 Comentarios:

  1. ahhhhhhhhhhhh *suspiro largo*
    muy bueno este fic
    me paso al otro inmediatamente
    danke...

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  2. aaaaaa pobre min que tanto a de haber sufrido, este fic es genial

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  3. Sanaka412/27/2010

    Oh!!!!!!! Por eso es que lo trata asi, pero si le recuerda al chico de su 'sueño' porque no lo trata mejor... y no me digas que se droga solamente porque asi puede recordarlo o pintar!!! es que vamos.. no me lo creo... aishhh

    Este fic cada vez esta mas lioso, ademas Yuchun que tiene que ver en todo esto, y que paso con Min en su niñez vamos despues de que lo encontrara la familia Park? tengo preguntas y espero que lo que creo que paso, no haya pasado....

    En fin he venido de otro foro porque me entere que aqui estaba mas avanzado.....

    Y bueno como siempre gracias por traducirlo, y a la autora por este fic tan dramatico ^^ que me encanta ^^

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  4. Anónimo6/08/2011

    jajjajajajja!! claro que siiii!!! es él *O*

    diosss!! bueno comprendo que jae no se llegara a ehm... "dejar manosear" por el min en el nirvana al frente suyo.

    Pa k no recuerde nada mejor naa no??

    seria peor para jae que si se acordara y se sentiria peor al saber que lohice pensando que era el otro min cuando es realmnete el min de quien el piensa se trata @o@ estoy mareada...

    me paso a leer los otros capoooooossssss

    graciassssssssssssss y muchisimoss besoossssssss!!

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  5. aaaaaaaaaaaaaaaah!!! \(*O*)/ no lo puedo creer Changmin no te recuerdas que fue lo que le hiciste al pobre de Jae, pobre Jae va a salir todo perturbado en la relación de los 2 *O* TT-TT

    *esta comiendose las uñas y sigue leyendo*

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  6. waaaaaaaaaaaaaaaaaaaa llore jae desolado xq cree q SU Minnie murio ...... pero no, Changmin deja eso!!!!!! Jae ayudalo!!!!!!!! T.T
    seguire leyendooooo este fic es adictivoooo

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