Intercambio de esposos… no… ídolos cap 2

En un momento colgué el teléfono, tomé mis toallas y me metí al baño a darme una ducha. Qué juego tan divertido iba a ser este, imaginario pero bueno. Cuando volvía a mi cuarto (con una de las toallas en la cabeza y otra en el cuerpo), noté un olor extraño que provenía del interior de la habitación; un olor a hombre.

Ese día mis padres trabajaban hasta tarde, así que la casa estaba sola. Me asusté como nunca antes y tomé una figura egipcia de piedra maciza que guardaba mi madre en el pasillo. Armándome de valor avancé despacio hacia mi cuarto y puse un pie dentro, obligándome a ver lo que había: Jung Yunho tenía un par de maletas sobre mi cama y revisaba las cosas de mi peinadora con mucha curiosidad. Esto DEFINITIVAMENTE no podía ser.

Retrocedí y solté a Cleopatra, saltando para que no me pisara, no tuve éxito: La diosa cayó sobre el borde de mi pie y me hizo gritar como loca; me retorcía del dolor hasta que sentí que alguien me tomaba de los brazos. Con el dolor había olvidado que Yunho estaba allí conmigo, y lo miré fijamente a los ojos mientras el dolor desaparecía milagrosamente.

No sé cuánto tiempo duró ese momento, pero me separé de él, grité lo más fuerte que pude y salí corriendo de la habitación sujetando mi toalla con fuerza. Cerré la puerta y me quedé inmóvil detrás de ella, si Yunho no entendía lo que sucedía pues yo menos. ¿¡Qué está pasando, qué está pasando!? Estaba terriblemente confundida, ¿El juego resultó? ¿Todo esto está sucediendo?

Me arrastré como pude a buscar el teléfono y volví a entrar al cuarto. Necesitaba preguntarle a mi amiga si Jaejoong… necesitaba contarle todo esto. No sabía si me iba a creer pero no importaba demasiado, tenía miedo. Yunho me miró de nuevo cuando entré, cosa que aminoró violentamente mi impaciencia, ¿tenía el poder de mandar en mí? No dejé de poner mi vista en él mientras me sentaba en mi silla de escritorio.

Me di cuenta de que Yunho era muy calmado en realidad (suponiendo que esto era la realidad), porque se sentó con calma en mi cama esperando a que yo, la chica gritona, le explicara qué hacía él allí. Marqué los números de la casa de mi amiga con manos temblorosas y me atendió su hermano, que al parecer tenía muchas ganas de reírse. Oh no, pensé, quizá…

-H-h-hola. Tengo un problemita aquí, ¿sabes?
-Yo también, creo que debemos ir a tu casa.

Cuando dijo debemos, supe que le había sucedido lo mismo que a mí. Mientras Yunho me veía, escogí ropa rápidamente y salí de la habitación una vez más. Es fácil olvidar que no tienes ropa puesta cuando Yunho está cerca, supongo. Me vestí en el cuarto de mis padres y sonó el timbre de la casa, mi amiga vivía cerca y me imagino que caminó a la velocidad del rayo para llegar.

Bajé al salón con Yunho y abrí la puerta, dejando pasar a mi amiga… sola. No pude con la curiosidad y le pregunté dónde estaba Jaejoong. No se sorprendió con mi pregunta, así que mis dudas quedaron confirmadas antes de que ella me respondiera.

-Está justo aquí, ¿no lo ves?- puso cara de preocupación.
-Deja de tomarme el pelo, ¿dónde está?- odio las bromas en momentos como este.
-Jaejoong está ahí contigo, ¿dónde está Yunho?- se esforzó en ver, pero al final parecía no ver nada… ¡y Yunho estaba al frente de su cara!

Algo no estaba bien… aparte de las rarezas de la última media hora, claro está. Yo no podía ver a Jaejoong y ella no podía ver a Yunho. Ellos tampoco podían verse, o eso creo yo. Mi amiga pasó y se sentó en mi sofá, dijo que Jaejoong se sentó con ella. Quizá me volví loca, mi mamá me lo advirtió pero no creí que tanto pop coreano pudiera afectarme la mente. Yunho se sentó a mi lado y ambas intentamos explicarles qué había sucedido… o qué creíamos que había sucedido.

Momento: ¿en qué idioma hablaríamos? Mi inglés es bueno, pero no para tanto. Mi amiga desapareció mi duda cuando comenzó a hablar justamente en inglés, y creo que ellos entendían lo que decía. Al menos Yunho sí, pues asentía con seriedad. Me gustaría mucho ver qué está haciendo Jaejoong…

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