¿Amor a primera vista?
De repente, la puerta se abrió de golpe tan fuerte y rápido, que me pegó en el hombro, al cual, gimiendo, masajeé con dolor. Me paré inmediatamente para ver quien había sido el idiota que fue tan brusco como para abrir la puerta de semejante forma.
Ahí, padre, fue cuando lo conocí…
Me abrí espacio entre los jóvenes para verlo. Era esbelto, moreno, sumamente atractivo. Vestía de una manera elegante, pero cómoda. Llevaba lentes oscuros, anillos de oro y el pelo revuelto, acompañado por dos guardaespaldas. Era realmente extravagante y ostentoso. Yo estaba atónito.
-“Aún no…falto yo!”- dijo el chico.
Los miembros del jurado se miraron entre sí, y luego, un poco cansados, asintieron con la cabeza.
-“Bien, sube al escenario, y demuestra lo que tienes”-dijo uno de ellos.
Los guardaespaldas le abrieron paso al chico, diciéndonos que nos hiciéramos a un lado.
Realmente era arrogante su forma de caminar, pero a la vez increíblemente sensual y radiante. Se sacó los lentes oscuros que llevaba puestos y subió al escenario. Se notaba muy confiado en sí mismo.
La música comenzó a sonar. Ni bien el chico empezó a bailar, todos quedamos perplejos. Sus movimientos eran perfectos. Todo su torso se movía como una ola. Sus pies se deslizaban fácilmente por el suelo, creando una sensación de anti-gravedad. Cada parte de su cuerpo se quebraba, y volvía a su lugar muy sensualmente. Sus expresiones faciales realmente me fascinaron. La forma en que mojaba sus labios con su lengua, o hacía una mirada de “chico malo” al jurado.
Terminó su rutina de espaldas. Luego se volteó, bajó del escenario, tomó sus lentes y salió del salón seguido de sus guardaespaldas, sin decir una palabra. Todos lo seguimos con la mirada, asombrados y confundidos. Luego uno de los miembros del jurado se paró y dijo que las audiciones ahora sí habían terminado, y que por favor esperáramos afuera para conocer los resultados. Todos salimos del salón y fuimos a la calle.
Me senté en la vereda cerca de otros chicos. Agarré de mi mochila un jugo de uva. Antes de poder llevarme la lata a la boca, un muchacho se apareció de repente a mi lado. Realmente pegué un salto, derramando la mitad del jugo.
-“¿Me convidas?”- dijo el chico con voz fuerte y una sonrisa de oreja a oreja.
-“Emm…bueno”-contesté con tono bajo.
Me arrebató la lata de las manos de una forma bruta. Estaba muy exaltado y movedizo. Bebió en un segundo casi la mitad de lo que quedaba de mi jugo, y luego me lo devolvió. Intenté aprovechar las últimas gotas que quedaban.
-“Gracias amigo! Soy Junsu, ¿y tú?”- preguntó felizmente.
-“Jaejoong”-respondí mirando hacia el piso
-“Ay, qué lindo nombre! Pero muy largo..mejor te llamo Jae, ¿si?”
Hablaba tan rápido y fuerte que me aturdía. Era realmente pesado.
-“Mira, allá está un amigo mío”-dijo señalando a uno de los chicos del montón que estaban en la calle. “Hey, Mini, ven!”-esta vez quedé sordo cuando Junsu gritó de esa forma.
El chico se acercó a nosotros y se sentó en la vereda. Era alto, y lucía más joven que los demás.
-“Hola, soy Changmin, pero me dicen Mini”.
-“Soy Jaejoong”
-“Pero los más cercanos le dicen Jae!”-dijo Junsu, metiéndose en la conversación. -“Bueno, en realidad, no, pero me gusta más Jae!”
Tenía ganas de matarlo en ese momento. Me molestó el hecho de que entrara en confianza tan rápidamente, y me pusiera un sobrenombre sin siquiera conocerme. Realmente me sacaba de quicio.
-“No seas irrespetuoso, Junsu”-le dijo Changmin. “Apenas lo conoces, se un poco más educado”. Con esas simples y maduras palabras, y la deslumbrante actuación que había tenido, Changmin se había ganado mi respeto y admiración.
De repente, dirigí mi vista a la vereda de enfrente, en la cual estaba él, junto a sus guardaespaldas, hablando por teléfono celular, apoyado en la puerta de un Rolls Royce negro, en una posición extremadamente sexy. No podía dejar de verlo.
-“Él es Yunho”-me dijo Changmin, que se percató de mi mirada hipnotizada. “Su papá trabaja en una empresa multinacional. Tiene mucho dinero. Se cree el mejor, pero en realidad es un niñito de mamá”- comentó en tono burlón.
-“¿No era yo el niñito de mamá?”- se quejó Junsu haciendo puchero y poniendo los puños en sus mejillas.
-“Si, tonto. Tú siempre serás el niñito”-respondió Mini con dulzura, acariciándole el rostro. Yo no sabía que decir o hacer en ese momento.
De repente, empecé a ver que los chicos se iban amontonando en la puerta.
-“Los resultados!”-gritó Junsu exaltado.
Me levanté y fui a ver. Encontré un manuscrito que decía “Seleccionados para la próxima ronda”. Busqué mi nombre, concentrado en no decepcionarme si es que no llegaba a quedar. En eso, sentí una mano en mi cintura. Miré hacia atrás rápidamente.
-“Muévete”- dijo Yunho secamente, para luego buscar su nombre desesperado. Uno de sus guardaespaldas se puso delante de mí, ocultándome la vista.
-“Já! Lo sabía”-expresó arrogante. “Quedé”
-“Felicitaciones, señor. Usted siempre va a ganar, porque es el mejor”- lo halagó uno de sus matones. “Ahora vamos, porque hoy tiene una agenda ocupada”.
-“Bien, salgamos de aquí”-respondió Yunho, quien me miró fijamente por escasas milésimas de segundos, que para mi fueron eternas. Subieron a su Rolls Royce, el cual seguí con la mirada hasta que no pude divisarlo más.
-“Ricachón presumido!”-gritó Junsu mientras se iba alejando el auto. Pegué un salto del susto.
-“¿Y, cómo te fue?”- me preguntó Changmin acercándose.
-“No sé, todavía no alcancé a fijarm…”-antes de que pudiera terminar la frase, Junsu fue corriendo a leer los resultados.
-“Quedaste Jae! Siiiiii!”- me informó contentísimo.
-“Felicidades”-me dijo Changmin, extendiéndome su mano.
-“Gracias”- respondí humildemente, estrechando la mía.
-“Tú y yo también Mini!”- gritó Junsu quien vino corriendo a abrazarlo con alegría.
-“Qué bueno Su!”-respondió Changmin más calmado que el otro, por supuesto.
Los demás chicos, conforme iban viendo los resultados, se retiraban. Quedamos solos los tres hablando, sentados en la calle.
Tuve una extraña sensación de que alguien me observaba. Mientras Mini y Su hablaban, busqué con la mirada si había alguien más. Llegué a divisar una figura, detrás de un árbol cercano.
-“Ese es Heechul”-susurró Changmin en mi oído. “Dicen que tuvo una relación con Yunho, pero rompieron porque Yunho le fue infiel”. Quedé perplejo al enterarme de semejante noticia. Volví la vista al árbol, y la figura ya no estaba.
-“¿Quieres quedarte con nosotros en casa hasta la última ronda, Jae?”- me preguntó Junsu, interrumpiendo mis pensamientos. Él estaba confiado en que llegaríamos a la final, realmente no entendía por qué. “Ya es muy tarde para que te vayas solo. Mejor ven con nosotros. Rentamos un apartamento a unas cuadras de aquí. Además hoy comeremos ramen. ¿Qué dices, eh?”. Realmente parecía una cinta puesta en reversa, de lo rápido que hablaba ese tipo, pero no lo hacía con malas intenciones.
-“Si, es verdad, puedes quedarte si quieres”-dijo Changmin.
Fatigado por el cansancio, y sin ganas de viajar hasta mi casa, acepté la invitación.
que onda!! de verdad le esta contando todo eso al padrecito!?? xD lo van a tener que exorcisar!! :SS xD
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