Just Like friends - Prólogo

Son aproximadamente las 7:30 pm. Me encuentro en un café, junto a los chicos, dándonos un merecido descanso luego de un agotador día entre fotografías, promociones y revistas.


- Le doy un ocho - dice Yoochun de pronto, sobresaltándome.


Mi cerebro comienza a procesar la información, y sólo encuentra una explicación. Una sonrisa de resignación se forma en mis labios. Mi amigo nunca cambiará.


- Tengo buen ojo ¿no lo crees? - trato de seguirle el juego.

- Nada mal, nada mal - agrega asintiendo con la cabeza, mientras escanea a todas las féminas del lugar.


Suelto una carcajada, por su comentario y mi ignorar hacia la identidad de la muchacha en cuestión.


- Aunque yo prefiero a esa - la señala con la mirada.


Solo tuve que observarla una vez para tener conocimiento del tipo de pensamientos que debían estar pasando por la cabeza de Yoochun en estos momentos. Aquella “señorita” unas mesas más lejanas a la nuestra, literalmente lo llamaba; Yoochun le responde con una sonrisa.


- Fue un placer - me dice después de beber de un trago lo restante de su cargado café.

- See you tomorrow - susurra en mi oído.


Antes de que logre ponerse en pie totalmente, lo sostengo por el hombro; obligándolo a sentarse nuevamente.


- Lee Soo Man viene por nosotros en el bus, dentro de diez minutos - trato de persuadirlo.

- No creo que me extrañe tanto ¿o sí? - me sonríe - Además me comencé a sentir mal y me fui al depa antes ¿no es cierto?

- ¡Sólo vete de una buena vez! - grito, el me guiña el ojo y sale del café acompañado por su nueva ¿víctima?


Intentaré engañar a Lee Soo Man ¿Qué clase de santo pienso que soy? Para eso se necesita un milagro. Yoochun me debe una buena, una muy buena. Muy aparte de su salida nocturna, conociendo lo liberal que es, doy por hecho que no se aparece hasta mañana. Maldición debí haberlo detenido.


- ¡Pero que rayos! ¿Qué clase de manipulado soy? - pregunto en voz alta con frustración

- ¿Realmente quieres tener respuesta a eso?-es el burlesco comentario de Chang Min


El menor estaba haciendo malabares con su gran bandeja repleta de pastelillos, entre ellos la infaltable torta de chocolate.


- Jirafa bípeda, deja de molestar a Yunho - interviene Junsu.

- Nadie necesita de tu opinión pato fresa - responde el aludido con desprecio.

- Aish... ¡Margarito insufrible!

- Prefiero margarito a ser un amaneradito - esto último lo dijo enarcando una ceja en señal de triunfo.


No pude evitar soltar una carcajada, tenía que admitirlo su comentario era gracioso. Junsu nos fulminó con la mirada a ambos y regresó su atención hacia su chocolate caliente.


- Idiotas - sentencia haciendo un puchero.


ChangMin estuvo apunto de hacerlo enojar más, sino fuera porque le pellizqué la pierna solapadamente por debajo de la mesa. Para mi bienaventuranza y desgracia al igual, Lee Soo Man vino a auxiliarme con el par de belicosos.


- Mis camaradas, es hora de irnos - nos observa a todos y frunce el seño - se puede saber ¿Donde rayos están ese par?


Tragué saliva dificultosamente, esto de cubrir a otros no es mi fuerte. Lee Soo Man me mira directamente a los ojos tratando de descubrir en ellos la verdad, las manos comienzan a sudarme, genial solo falta echarme a reír como un completo idiota, para que en mi frente escriba ¡Lo sé pero no pienso decírtelo!... ¿Par? ¿De qué estaba hablando?


- ¿Dónde está Jaejoong? ¿Y Yoochun? - pregunta nuevamente, yo más tieso que una roca.

- Pues Yoochun se sintió mal y nos adelantó - no salió tan mal, soné muy convincente o eso creo.

- ¿Y jae? - pregunta evidentemente incrédulo a mis palabras

- Él está... - ¿En dónde demonios estaba?


Me mira fijamente, analizándome, tratando de descubir la verdad en mis pupilas, toma aire para decir algo más pero de pronto su expresión cambia drásticamente, sus rasgados ojos se abren tanto como sus párpados se lo permiten y sus labios se despliegan mostrando asombro.


- ¿Jaejoong en dónde estabas? - pregunta aún con la misma expresión


Automáticamente dirijo la mirada hacia el recién llegado, y mi expresión es de igual o más asombro.


- Estaba en los servicios - es su monótona respuesta.


Todos nos miramos, y volvemos a dirigir la mirada hacia él.


- ¿Qué hacías exactamente en los servicios? - preguntamos al unísono


Su única respuesta es un prominente sonrojo en su rostro y una sonrisa estúpida. Demasiado estúpida para mí gusto...

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