Unexpected Love cap 10

Al llegar a casa subió pesadamente las escaleras ignorando, para sorpresa de Junho, al cachorro que le recibía dando saltos a su alrededor, encerrándose en el baño.

- Vaya, debe estar realmente cansado- observó mirando la puerta para después acariciar al cachorro que miraba las escaleras confundido, ese pequeño se había ganado poco a poco su corazón.

Suspirando se dirigió a la cocina para prepares un café. Cuando le escuchó salir del baño subió las escaleras seguido de Shaki.

- Junsu, ¿no vas a cenar?- preguntó desde la puerta.
- No tengo hambre- protestó.
- Al menos come este cereal- insistió entrando, encontró al menor echado en la cama, boca abajo cubriéndose la cabeza con una almohada.- Vamos, come esto y duerme.
- Bien- aceptó con un puchero, incorporándose- hola pequeño- saludó al cachorro acariciando su cabeza- lamento no haberte hecho caso- beso su hocico para después tomar el plato que le ofrecía su hermano- gracias- le sonrió tiernamente y el corazón de Junho se aceleró.
- Eh, no te desveles, aun tienes que hacer el desayuno en la mañana- sin más salió de la habitación recargándose en la puerta después de cerrarla.
- Buenas noches- escuchó decir al menor desde dentro, bufó sin responder dirigiéndose a su propia habitación. Necesitaba descansar, había sido un día largo y el sólo pensar en tener que hablar con sus abuelos le provocaba dolor de cabeza.


- Bueno Junho, me voy- sonrió Junsu tomando su mochila al verle bajar las escaleras, al parecer se había quedado dormido- recuerda que hoy tengo trabajo- finalizó antes de salir de casa.

Caminó sonriente, se sentía renovado y ansioso por conocer lo que sería su nueva escuela, aunque debía aceptar que no había podido dormir bien debido a los nervios. Había sido difícil acostumbrarse a la universidad, y cambiar al poco tiempo de haber empezado no sonaba divertido, al menos esperaba que fuera igual de divertida y que pudiera encontrar sin problemas a alguien con quien pasar el tiempo, un nuevo amigo.
Después de un rato vio frente a él la enorme estructura, y armándose de valor entró para comenzar su primer día de clases, seguido de muchos alumnos más que comentaban felices sobre sus vacaciones.


Junho se quedó mirando la puerta sorprendido, no esperaba ver a Junsu levantado tan temprano y sonriente después de lo cansado que estaba, tampoco pensó que llegaría el día en el que se quedara dormido hasta tarde, cuanto amaba la puntualidad. Suspiró y su mirada se posó en la mesa, Junsu le había dejado el desayuno listo junto con una nota. Sonriendo la tomó con curiosidad. Tenía un dibujo de él con Shaki y abajo una pequeña nota:
Gracias hermano por cuidarme siempre y por acompañarme a la clase. Que tengas un bonito día.

Aun sonriendo, conmovido por el detalle, se sentó a comer tranquilamente, ni siquiera le molestaba aquella visita que tenía que hacer.


- ¿Cómo te fue en tu primer día?- preguntó su jefe interesado mientras Junsu se ponía su uniforme.
- No estuvo mal, aunque sólo fue una introducción- respondió arreglándose el cabello- eso sí, los profesores parecen agradables y la escuela es enorme- el mayor rió divertido.
- Me alegro- palmeó su espalda- ¿seguro quieres seguir trabajando?- le miró preocupado, sabía que Junsu era un buen chico y le preocupaba que quisiera hacer tantas cosas.
- Por supuesto, me encanta estar aquí- le guiñó un ojo- bueno, comenzare- y con su libreta en mano salió de la cocina para atender a los clientes.
- Disculpe, quisiera una coca cola con una bola de nieve de limón en ella, por favor.
- En seguida- dijo tomando nota hasta que reconoció la voz- ¿YunHo?, ¿qué haces aquí?
- Te dije que vendría a visitarte- le guiñó un ojo.
- Eres un torpe, ves que estoy trabajando- le golpeó con la libreta en el hombro.
- Y te ves muy bien con uniforme- le miró de arriba abajo logrando que el menor se sonrojara.
- Junsu- se escuchó desde la cocina.
- Tengo que trabajar, en seguida traigo tu refresco- sonrió alejándose para tomar el resto de las órdenes.


Si no recordaba mal, ahí trabajaba Junsu. Miró el letrero y después a través de la ventana, parecía acogedor. Finalmente se decidió a entrar esperando encontrarlo, quería darle una sorpresa. Le buscó con la mirada y no tardó en encontrarlo, pero no estaba solo. Frunció el ceño, el menor platicaba animadamente con un chico extraño que vestía una camiseta blanca sin mangas pegada al cuerpo y pantalones negros. Tal vez no había sido tan buena idea después de todo, además el chico coqueteaba descaradamente, en su opinión, con Junsu, quien sólo respondía sonriendo e incluso desde ahí podía ver el ligero rubor en las mejillas del menor. Molesto e incómodo decidió salir de ahí pero una voz le detuvo.
- Chunnie- sonriendo volteó a ver al rubio.
- Hola Junsu- al parecer el chico iba a tomar otra orden.
- No sabía que te gustaran este tipo de lugares- le miró con ojos brillantes, feliz de que estuviera ahí.
- Fue tu primer día, ¿no?, es un día especial- le guiñó un ojo revolviendo su cabello totalmente consciente de la mirada del joven de camiseta blanca fija en ellos.
- Vaya, no tenias que molestarte- sonrió abrazándole- ¿quieres sentarte?, ah quiero presentarte a alguien- le guió hasta la mesa en donde estaba aquel joven- el es YunHo- lo señaló sonriente- YunHo es el YooChun.
- Claro ahora recuerdo, el chico malvado que te había dejado abandonado- dijo YooChun pensativo después de tomar la mano de YunHo.
Junsu desvió la mirada sonrojado por la repentina mirada de su amigo en él.
- Será mejor que vaya por las ordenes, no tardo- se disculpó alejándose.
- ¿Así que tu eres YunHo?- dijo YooChun tomando la iniciativa, sonriéndole suavemente- el bailarín profesional.
- Así es- asintió orgulloso.
- Debes ser realmente muy bueno para que Junsu hable así de ti- YunHo se tensó, ¿Qué tan bien se llevaban esos dos para que YooChun se expresara con tanta confianza del menor?- dijo que querías tener tu propia academia,- agregó interrumpiendo sus pensamientos- debes haberlo conseguido o no habrías vuelto a buscarlo- finalizó con voz suave logrando borrar por completo la sonrisa de YunHo quien de pronto se sintió inseguro.

Permanecieron en silencio por un momento, YunHo se esforzaba por buscar las palabras adecuadas para decir sin quedar en ridículo pero esa actitud tranquila, segura y altanera no ayudaban, en especial aquella constante y suave sonrisa resultaba molesta.

- Me alegro por ti, no hay como tener tu propio negocio- volvió a hablar YooChun sin mirarle ya que su atención estaba fija en Junsu quien atendía a una pareja dos mesas a su derecha.
- ¿Qué es a lo que te dedicas tú?- le preguntó tratando de controlar su molestia, podía tolerar mucho pero el verle mirar de forma insistente a Junsu sobrepasaba todo.
- Yo soy…- volvió a dirigir su atención al bailarín.
- Listo Yunnie,- interrumpió aquella conocida voz- lamento haberme tardado- dejó el vaso sobre la mesa.
- No importa- sonrió relajándose por completo al verle- pero tengo que irme, lo siento- agregó dándole un gran sorbo a su bebida.
- ¿Tan rápido?- el menor parecía decepcionado.
- Si, tengo una clase en media hora- explicó terminando sorprendentemente rápido su bebida.
- Bueno- suspiró recogiendo el vaso.
- Pero nos veremos mañana, no faltes- le advirtió revolviendo su cabello con una sonrisa triunfal ante la mirada de YooChun.
- Sólo promete no exagerar en el calentamiento- hizo un puchero- quiero vivir, ¿sabes?
- Es necesario, ya me lo agradecerás- dijo divertido guiñándole un ojo.
- Claro- bufó sarcástico- y tu, Chunnie, ¿también te vas?- miró al mayor infantilmente.

Por su parte YunHo le miraba suplicante, rezando porque dijera que si, pero alguien no le quiso escuchar.

- Yo tengo el resto del día libre- sonrió- creo que comeré algo- agregó pensativo sentándose en donde minutos atrás se encontraba YunHo.
- Genial- sonrió ilusionado Junsu.
- Te lo dije, es un día especial- le guiñó un ojo haciendo que la sonrisa de Junsu se ensanchara.
- Junsu, ¿puedes encargarte unos minutos?, tengo que ir por algo a la casa- interrumpió un chico de facciones delicadas pero varoniles y cabello castaño.
- Claro Jae, pero espera, quiero presentarte a unos amigos- le detuvo- mira, el es YunHo, mi mejor amigo y el es YooChun- los señaló respectivamente- chicos, el es JaeJoong.
- Mucho gusto- sonrió el recién llegado mirándolos atentamente.
- igualmente, ¿es tuya la cafetería?- preguntó YooChun, mirando alrededor.
- Así es- asintió.
- Pues tienes buen gusto- observó evaluando el lugar- es acogedor, entiendo por qué viene mucha gente a este lugar.
- Muchas gracias- sonrió orgulloso- espero que pienses lo mismo de la comida.
- Si está preparada por ti no lo dudo- le guiñó un ojo, JaeJoong se sonrojó ligeramente.

YunHo le miraba sin poder creerlo, ¿ahora coqueteaba con el jefe de Junsu?, ese chico era un sinvergüenza, eso era claro.

- Bueno, lamento no poder quedarme a platicar, nos vemos- interrumpió YunHo aquella incómoda situación.
- Ah, yo también tengo que irme, vuelvo enseguida- dijo JaeJoong reaccionando- voy contigo.
- Bien, adiós Junsu- le sonrió al menor- fue un placer- agregó mirando a YooChun quien solo hizo un movimiento educado con la cabeza.


- Les pido de la manera más atenta que no interfieran, puedo hacerme cargo de Junsu sin ayuda- dijo Junho serio. Estaba sentado en el elegante sofá frente a sus abuelos quienes le miraban impasibles. Había llegado hacia una hora y después de haber tenido que aceptar comer algo con ellos y mantener una forzada conversación por fin había logrado que le escucharan, y estaba haciendo un gran esfuerzo para no gritarles al ver el desinterés que tenían, como si pensaran que no importaba lo que dijera aun así harían lo que quisieran, pero esta vez no lo permitiría, no ahora que se trataba de su hermano.
- Sería mejor que nos lo dejaras- respondió su abuelo.
- ¿Para qué?- le miró desafiante, el sólo escucharle hablar así le molestaba- ¿para qué lo abandones?- y estaba decidido a proteger a su hermanito de él, no tenía por qué pasar por lo mismo.
- Si no fuera por nosotros, no serías nada de lo que eres ahorita- le recordó tranquilo.
- No hay nada que te agradezca- susurró molesto.
- Al menos déjanos verlo- propuso su abuela.
- Con respecto a eso, preferiría que se mantuvieran alejados- la miró firme- quiero darle una nueva vida.
- Pero…
- No es negociable- la interrumpió, decidido a no dejar que lo sacaran de quicio, dando por terminada la discusión. Sin más se puso de pie y salió de la casa.

Una vez en su auto, respiró profundamente intentando tranquilizarse. Sabía que no intentarían nada más, al menos por un tiempo, pero el hecho de volver a esa casa era simplemente insoportable. Ya más tranquilo manejó de vuelta a casa, preguntándose cómo le habría ido a Junsu en su primer día.


- Deja ayudarte- dijo YooChun deteniendo la silla que cargaba Junsu.
- Esta bien- negó Junsu sin soltar la silla.
- No te preocupes, quiero ayudar- insistió sonriendo amable.
- Bien, gracias- soltó la silla, apenado, dejando que YooChun se encargara de subir las sillas a las mesas mientras él iba por el trapeador para limpiar el piso.
JaeJoong, quien se encontraba secando los vasos en la barra sonrió, a veces Junsu podía ser muy ingenuo.
- Iré a sacar la basura- informó tomando la gran bolsa que había dejado al lado de la puerta.
- Lo haré yo- se ofreció YooChun sonriendo.
- Gracias- JaeJoong le miró sorprendido, era demasiado para un chico como él, parecía ir en serio, después su mirada se posó en Junsu quien parecía tan concentrado en trapear el piso que no se había dado cuenta de nada. Suspiró negando con la cabeza. Sin más se fue a preparar un poco de café para todos.
- Listo- dijo YooChun entrando de nuevo.
- Toma- dijo JaeJoong ofreciéndole una taza- en agradecimiento por ayudarnos- le sonrió.
- Gracias- aceptó la taza sentándose al lado de Junsu en la barra.
- Vaya, ya es tarde- suspiró Junsu mirando el reloj de la pared.
- ¿Tenias tarea?- preguntó JaeJoong bebiendo de su tasa.
- No, pero no me gusta levantarme temprano- hizo un puchero.
- Pero entras a las 10.
- Lo sé, pero a Junho le gusta desayunar temprano y la casa tiene que estar limpia antes de que vaya a la escuela- suspiró cansinamente.
- ¿Hablas en serio?- preguntó sorprendido YooChun.
- No miento, pero no puedo quejarme, ya es mucho que también le haya permitido a Shaki quedarse- sonrió dejando a los dos mayores sorprendidos.
- A veces pienso que no deberías ser tan bueno con él- opinó JaeJoong recogiendo las tazas- anda, ve a descansar- le sonrió con ternura, desde que había llegado le había tomado cariño.
- Gracias Jae, ¿te ayudo a lavar las tazas?- se puso de pie.
- No te preocupes ya trabajaste mucho por hoy.
- Bien, entonces nos vemos el miércoles- le sonrió.
- Descansa- hizo un movimiento con la cabeza.
- Fue un placer conocerte- sonrió YooChun.
- El placer fue mío- devolvió la sonrisa.
- El lugar es hermoso, tienes buen gusto- miró alrededor.
- Gracias, esperamos verte por aquí seguido.
- Tenlo por seguro- le guiñó un ojo- nos vemos- salió del lugar despidiéndose con un movimiento de mano alcanzando a Junsu para llevarlo a casa.

- Ya llegué- escuchó decir.
- Hola, ¿Cómo te fue?- preguntó apagando la televisión, que en realidad no había estado viendo pero le servía de distracción mientras esperaba al menor.
- Fue genial, todos fueron muy amables y la escuela es enorme- sus ojos brillaron.
- Me alegro- sonrió viéndolo servirse un poco de agua.
- Ah, también fueron a visitarme YunHo y Chunnie al trabajo- agregó sonriente.
¿Chunnie?, ¿ahora usaba diminutivos con él? La voz del menor interrumpió sus cavilaciones.
- Es cierto, no he podido presentarte a JaeJoong- dijo pensativo- algún día tienes que ir, es el mejor chef que he conocido- asintió serio- estoy seguro de que te agradará.
- Esta bien, prometo darme una vuelta- accedió, le gustaba la idea de que Junsu se preocupara por hacerle parte de su vida presentándole a sus amigos- pero ahora ve a dormir, que es tarde- le animó serio.
- Esta bien- aceptó con un puchero, pero sonrió internamente, le gustaba cuando se preocupaba por él.

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