KINGDOM TVXQ!

CLOSE 2U
Arualthings

Privilegios cap 9

Desde ese punto en adelante, todos los días de Park Yoochun, profesor de inglés de profesión y dandy bohemio de vocación, se alejaron un poco más de la monotonía de su vida cómoda, cada día sintiéndose como una nueva aventura, o más bien, como una nueva misión de un agente supersecreto. Y aunque aquello sonaba terriblemente estúpido, y para qué decir infantil, las cosas eran un tanto así desde que él y Changmin tenían algo. Y es que antes, a ojos de Yoochun, el único enemigo era Junsu; aquel desquiciado, hiperventilado y molesto mocoso que sin embargo, era uno de los chicos más populares de toda la escuela (Seguramente sus admiradores sólo veían su sonrisa tierna, su entusiasmo, carisma y dotes para el deporte, y nunca habían sido víctima de Junsu el psicópata.). Ahora que de verdad, de verdad estaba rompiendo la ley, una molesta paranoia se había apoderado de él, volviéndolo en extremo cauteloso. Y aunque antes solía ser cuidadoso con sus acciones (como cualquier buen playboy), la situación actual superaba en riesgos cualquier otra estupidez de su juventud. Después de todo, nadie hubiese podido mandarlo a la cárcel por haber estado con dos mujeres y un hombre a la vez, ¿No?.

De hecho, tanta era su paranoia, que por el bien de su imagen, hasta coqueteaba con la enfermera de la escuela, la secretaria de su padre y la profesora de educación física. Mejor que se dijese que era un playboy rompecorazones (cosa que solía ser, de todos modos) a que hubiesen rumores de que era un pedófilo. Horrible palabra, sin duda alguna, pero eso era lo que Yoochun era a ojos de la ley.

Por supuesto, Changmin estaba enterado de esto ('Sería incómodo hacerlo sin decirte antes' le había dicho Yoochun a Changmin hace unas semanas, obteniendo como respuestas una mirada de reojo y un 'Hmph, como sea...', que muy para el pesar de Changmin y para la diversión de Yoochun, había salido un tanto impregnado en celos.), y aunque a Yoochun no le agradaba mucho la idea, porque con toda franqueza, elegiría a Changmin antes que a cualquier miembro femenino (o masculino) del staff de la escuela, al final ambos habían llegado a la conclusión de que era una buena medida cautelar.

Por su parte, Changmin seguiría con su acto de niño callado y estudioso, el cual, como una vez le dijo a Yoochun, utilizaba para alejar a la gente aburrida e irrelevante de él. 'Mejor solo que mal acompañado', Changmin había dicho, encogiéndose de hombros como si mostrar una imagen completamente opuesta a lo que realmente eres fuese la cosa más normal del mundo, y Yoochun estuvo a punto de decirle que obviamente esa regla no la estaba aplicando a Junsu, porque según él, Junsu sí que representaba bien el concepto de "mal acompañado".

Aunque eso ya era parte del pasado. Ahora Junsu sólo lo veía, sonreía con cortesía, y seguía su rumbo, como si Yoochun nunca hubiese sido la desdichada víctima de sus acosos (¡Como si nunca le hubiese tirado un maldito avioncito de papel en la nuca!). La primera vez que aquello sucedió, Yoochun le preguntó por mensaje de texto a Changmin si Junsu tenía un gemelo, porque la persona que lo había saludado de manera decente y civilizada, como un estudiante debe saludar a un profesor, definitivamente no era el Junsu que él conocía. Al final, resultó ser que Junsu sí tenía un gemelo, pero vivía en Estados Unidos con su padre, así que a menos de que dicho gemelo pudiese teletransportarse, había sido Junsu quien había actuado de manera adecuada con él. 'Recuerda que le hice prometer que no te molestaría más.' le dijo Changmin con cara de estar hablando con un retrasado. 'Junsu no rompería una promesa entre nosotros, por más que en el fondo quiera correr y hacer algo para perturbarte. Somos mejores amigos, después de todo.'

Así que Junsu ya no era un problema para Yoochun.
No así para Changmin.

Desde aquella conversación telefónica, el menor había sido constantemente hostigado por quien se hiciera llamar su mejor amigo, hasta que se vio acorralado entre la espada y la pared, donde la pared era confesarle a Junsu, y la espada era la pérdida de todo lo que le restaba de sanidad mental y equilibrio espiritual. Así que, muy para pesar de Changmin y suyo propio, el autodenominado "detective Junsu" les había ganado nuevamente. Según Changmin, desde que le contó que él y Yoochun tenían algo (cosa curiosa, como ambos se referían a su relación como algo), Junsu no ha dejado de preguntarle detalles sobre el cómo, el cuándo y el por qué de la cuestión en sí. A juzgar por las expresiones adoptadas por el chico, Junsu estaba siendo realmente insistente.

Pero ya se le iría a pasar.

...Eventualmente.

-¿Profesor Park?- Una voz femenina interrumpió sus pensamientos, a la vez que en su campo visual aparecía una mujer de unos cuarenta y cinco años -¿Me ha escuchado, Profesor Park?

-Lo siento, profesora...- Yoochun no podía recordar el nombre de la señora en cuestión -Es que me perdí en sus ojos - Agregó, con su mejor sonrisa de príncipe azul.

La señora en frente suyo rió, sonrojada, reaccionando como cualquier mujer heterosexual (o bisexual) debería reaccionar, según el propio Yoochun, a La Sonrisa de Park Yoochun.

-¡Qué cosas dice, profesor Park!- Respondió la mujer, abanicándose con una mano que, según notó el profesor, carecía de anillo de compromiso. Solterona o divorciada... Eso la hacía aún más sensible a sus encantos. -Le decía que en un par de semanas vendrá a visitarnos un comité educacional de América, y necesitamos a alguien que de un discurso de bienvenida para ellos. ¿Su padre no le ha mencionado nada al respecto?

' No le hablo a mi padre desde la semana pasada' pensó el profesor, a la vez que sonreía y negaba con la cabeza -No estaba enterado, profesora. ¿A qué se supone que vienen?

-La verdad no estoy muy segura... - La mujer se cruzó de brazos, una expresión de incredulidad en su rostro - Seguramente se sienten curiosos por el modelo educacional coreano, y como nuestra escuela es una de las diez mejores de toda la nación, pues quizás quieran aprender una o dos cosas sobre nosotros.

Wow, Yoochun no estaba enterado de éso. ¿De verdad estaban dentro de las diez mejores escuelas del país?

-...Y verá, ya que usted es profesor de inglés, me preguntaba si se le ocurre algún candidato para dar el discurso de bienvenida.

El nombre de Changmin apareció grande y en mayúsculas, iluminado por luces de neón en su cabeza.

-Hmm, no lo sé- Yoochun dijo, suspirando -Tengo un alumno bastante bueno en inglés, pero es más bien tímido. No se ve como la clase de chico que podría dar un discurso en frente de una multitud, mucho menos en un idioma que no es el suyo.

-¿Y quién sería dicho alumno?- La profesora sonrió, mirándolo un poco embobada. Seguramente estaba apreciando sus facciones de Adonis, o algo así.

-Shim Changmin- El hombre tiró aquel nombre con la menor cantidad de emoción posible, como quien da el nombre de una marca de pasta de dientes, aún cuando su corazón se entibiaba con el solo nombre de aquel mocoso mal nacido -¿Lo conoce?

-¡Por supuesto!- La profesora pareció recuperarse de su ataque de embobamiento -¿Qué profesor no conoce a Shim Changmin? Es el niño prodigio de su generación, después de todo.

Yoochun tuvo que morderse la lengua para no estallar en carcajadas. Changmin, el niño prodigio de la escuela, ¡Extremadamente talentoso en el arte del asalto de refrigeradores! Y ni qué hablar de sus admirables habilidades para seducir profesores y ser un dolor de cabeza.

-¿Tanto así? A mí me parece un niño más- Yoochun frunció el ceño, una expresión de cortés cuestionamiento

-Oh no, ¡Ese chico realmente es algo más que un niño común y corriente!- Afirmó la profesora, sonriendo como quién habla de peluches de felpa o animales peludos y gorditos -Pero extremadamente tímido, eso sí... Por más que le hemos insistido, jamás ha querido asistir a las olimpiadas de física, química o matemáticas.- A estas alturas, la profesora realmente parecía estar en medio de un flashback -Aún recuerdo cuando el club de química entero le estaba rogando para que nos acompañara en las olimpiadas nacionales, pero el pobre sólo se disculpaba una y otra vez. Según dijo, jamás podría ser de utilidad en esa clase de eventos, porque esa clase de presión lo paralizaba y terminaría dejando en vergüenza a toda la escuela.

'HOLGAZÁN' Pensó Yoochun, controlándose con todas sus fuerzas para no reírse en la cara de aquella ilusa mujer. Definitivamente, Changmin nunca dejaría de sorprenderlo.

-…Ya veo- Yoochun pudo decir, felicitándose a sí mismo por sonar intrigado y no muerto de la risa. -Una lástima, sin duda -

-Ya lo creo que sí- Asintió la mujer en frente suyo - Realmente no se parece en nada a su primo, ¿Sabe?

-¿Su primo?- Ahora sí que Yoochun estaba intrigado. No recordaba haber escuchado nada acerca de un primo por parte de Changmin.

La mujer, quien hasta ahora había permanecido de pie frente a él, tomó asiento, sonriéndole -Oh sí, su primo se graduó de esta escuela hace ya dos años, y déjeme decirle profesor Park, que no hay dos personas más distintas que él y el niño Shim en este mundo. Ambos prodigios, eso sí, pero en ámbitos muy distintos. A lo mejor usted lo conoce también, profesor Park. Kim Jaejoong ha salido más de una vez en las noticias, después de todo.

¿Kim Jaejoong? Jaejoong... ¿Sería acaso la misma persona de la cual Junsu había hablado en un par de ocasiones? Un tal Jae, según había escuchado.

-¿Es estrella de cine o algo así?- De verdad que Yoochun estaba sorprendido, y un tanto dolido... ¿Por qué Changmin jamás había mencionado a su primo súper estrella? ¿Acaso se llevaban mal? Aunque por las palabras de Junsu aquella vez que Changmin y él lo habían llamado por teléfono no sonaban como si Changmin y su primo fuesen lejanos, sino todo lo contrario.

-¿Estrella de cine?- Esto pareció causarle especial gracia a la profesora -¡Oh no, aunque por su aspecto, bien podría hacerse pasar por una!-

-¿Huh?

-Kim Jaejoong es uno de los mejores atletas de Corea del Sur, profesor Park. ¡Incluso fue a las olimpiadas!

¡Ah! Con razón Yoochun jamás había escuchado de él. Yoochun sentía tanto interés por el atletismo como por el tejido a crochet. Y aunque iba todos los sábados al gimnasio, jamás se había interesado mucho en los deportes, excepto quizás el football. Lo suyo era la fiesta, la noche, la música y esas cosas.

-Aquí en la escuela el chico era toda una celebridad ¿Sabe?- la profesora al parecer estaba sumergida en sus recuerdos, y si estuviese hablando de cualquier otra persona Yoochun habría inventado una excusa en ese mismo instante para escaparse de las divagaciones de aquella mujer - La sala de trofeos está lleno de premios y fotos de él, y el chico en sí era como un ídolo para todos, y no sólo por sus habilidades deportivas, no... Ese chico de verdad era muy, muy guapo. Excesivamente guapo para alguien que no es del mundo del espectáculo, si me lo permite decir. La mitad de las chicas de la escuela estaban enamoradas, o al menos encantadas con su belleza, aunque... - La profesora adoptó un tono de confidencialidad, acercándose más a Yoochun - Las malas lenguas dicen que el chico no estaba interesado en las mujeres, si sabe a lo que me refiero. Por supuesto, es sólo un rumor, pero no sé, jamás nadie le conoció una novia, y realmente el chico era muy bonito, ¿Sabe? Casi como una chica, pero con cuerpo de atleta.

La imagen que se formó en la mente de Yoochun realmente lo hizo reír esta vez, imaginándose a un físico-culturista con la cara de BoA, la primera mujer bonita que se le vino a la cabeza.

-Realmente sabe usted mucho sobre la vida de nuestros alumnos, ¿No?- Rió Yoochun, indirectamente diciéndole a la mujer en frente suyo que era una chismosa.

Al parecer la mujer captó la indirecta, porque al instante se sonrojó, sacudiendo una mano en frente suyo -Oh, ¡No es eso, no es eso! Es que cuando una mujer dedica su vida por completo a la vocación como docente, uno termina aprendiendo mucho sobre la vida estudiantil.

-Qué mujer más admirable es usted, profesora - Sonrió el profesor, incorporándose. Ya había tenido suficiente de esta vieja chismosa. - Por desgracia, acabo de recordar que debo ir a sacar unas fotocopias antes del receso, así que por favor discúlpeme por cortar esta conversación tan abruptamente.

-¡No se preocupe profesor!- La mujer se incorporó también, como si tuviese un resorte en el trasero -Discúlpeme a mí por darle la lata con esta clase de conversaciones

-De qué habla, profesora. Jamás podría encontrar latosa a una mujer como usted- Sonrió Yoochun, guardando sus cosas -¡Nos vemos después!- Agregó, saliendo de la sala de profesores, dirigiéndose en dirección contraria a la fotocopiadora.

¿Por qué Changmin no le había contado nada acerca de su primo?

'Ya hablaremos de aquello más tarde' se dijo a sí mismo, caminando hacia el casino.

Se le antojaba un sándwich de pollo y un poco de té verde helado.




*********

Al final, Yoochun terminó paseándose por la sala de trofeos (a la que nunca le había prestado mucha atención, debía admitir), encontrándose efectivamente con una considerable cantidad de fotos del tal Kim Jaejoong, quien en realidad sí era bastante atractivo (Y en realidad sí era como una chica bonita con cuerpo de atleta, con labios gruesos, piel tersa y músculos firmes y bien desarrollado), aunque por ningún motivo su tipo, y por nada del mundo parecido a Changmin, cosa que lo decepcionó un poco, ya que nunca había visto a ningún pariente de Changmin, aparte su madre, la decana de su antigua facultad, ni en fotos ni en vivo. Se suponía que Changmin tenía dos hermanas, Soo-yeon y Ji-yeon si mal no recordaba, pero según Changmin había mencionado una vez, las chicas iban en un colegio privado, por lo que Yoochun obviamente nunca había tenido la oportunidad de cruzarse con ellas por el pasillo.
De pronto, su celular comenzó a vibrar, sacándolo de su ensimismamiento.

-¿Aló?- Yoochun contestó, arrugando la nariz. Según el registro de su celular, era su padre quien lo llamaba.
-No olvides que hoy debes estar a las ocho en la casa para la cena familiar. Y por el amor de Dios, vístete decente. Una cena con los Jung jamás debe ser tomada a la ligera.
-Hola para ti también, padre -Yoochun respondió, rodando los ojos. Había olvidado por completo la cena con los insufribles Jung y su perfecto, perfecto hijo, con el que su padre tanto le gustaba compararlo -¿Cómo has estado?

-Ven decente, llega puntual. - La voz de su padre era absolutamente carente de emoción, como si le estuviese hablando a un empleado y no a carne de su carne.

-No de muy buen humor, ¿No?- De todos modos, Yoochun estaba acostumbrado. Su padre siempre había querido más a Yoohwan, su hermano menor, aún cuando el muy desquiciado se hubiese escapado de la casa para irse a Japón a perseguir su sueño de convertirse en un guitarrista famoso, cosa que de seguro iba a lograr. Después de todo, su hermano pequeño podía ser molesto como un dolor de muelas, pero sí que sabía tocar la guitarra.

-Que estés bien - Terminó su padre, cortando al instante.

'Tan frío como siempre' Pensó, encogiéndose de hombros '¿No se supone que la gente se vuelve más blanda de corazón con el pasar de los años?'

No es como si dicha actitud le afectase, de todos modos. Después de todo, su padre siempre había podido leer sus verdaderas intenciones, y más de una vez le había dado la lata con el discurso de que estaba podrido por dentro, y que Yoohwan sí era auténtico. Rebelde y un tanto maleducado, pero al menos no lleno de mentiras como Yoochun.

¿Duro? Un poco, pero nadie le puede caer bien a todo el mundo, ¿No?

'Bzzzzzzzz' Su celular vibraba de nuevo, y por un par de segundos consideró ignorar aquel zumbido, pero ¿Qué sacaría con hacer enojar a su padre?

-¿Changmin?- Habló el hombre, luego de haber comprobado que no era su padre sino el muchacho quien lo llamaba -¿Qué haces llamándome en clases, mocoso?

-¿Me culpas por aburrirme en clases de historia universal?- La voz de Changmin le respondió, y el mayor se preguntó si su voz tendría el mismo efecto sobre el menor como la suya consigo -¿De verdad, Micky Mouse? ¿De verdad podrías juzgarme por escaparme de esa clase?

El profesor rió al escuchar dicho sobrenombre. Por donde se le mirara, era bastante cursi, considerando que Yoochun solía llamar Minnie a Changmin (Cuando no estaba indignado y/o enojado con el chico, claro está)

-Podría hacer eso y mucho más, Minnie- Respondió Yoochun de forma escandalosamente lasciva -¿Dónde estás?

Del otro lado de la línea, el menor soltó una risa de las que, Yoochun estaba seguro, muy poca gente había tenido la oportunidad de escuchar.

-Degenerado. Y estoy en el patio trasero.

Sin que Yoochun se percatara, sus piernas ya lo estaban llevando fuera de la sala de trofeos, hacia el fin del pasillo, donde la ventana daba al patio trasero.

-Y dime, Minnie, ¿Qué te ha sucedido? ¿Te paralizó la presión y la multitud y tuviste que arrancar de la sala de clases?

Changmin se quedó en silencio por unos segundos, los pasos del profesor y su eco a través del pasillo siendo los únicos sonidos audibles para Yoochun

-¿Así que te contaron la historia de las olimpiadas de química?- Suspiró el menor, un dejo de diversión en su voz -De verdad Yoochun ¿Puedes creer que se hayan tragado esa basura?

-Eres un pequeño holgazán, eso es lo que eres - Rió Yoochun, llegando al fin al final del pasillo, buscando con la mirada al menor hasta que lo halló, recostado sobre una pared, revolviendo su cabello con una mano, la otra sosteniendo su celular - Pero para desgracia del mundo, un holgazán que también es muy buen actor.

-¿Ah, enserio?- Changmin rió, y por la ventana pudo ver como aquella risa sacudía su pecho - Te recuerdo que antes solías decir que era pésimo actor.

-Retiro lo dicho.

-Me alegra saber que mi arte es bien apreciado- Changmin rió de nuevo

-Loco de patio.

-Aún así te gusto- Yoochun hizo un sonido mitad molesto, mitad divertido. Changmin usaba al menos una vez al día esa frase con él

-¡Loco y delirante!

-La negación nunca es buena.

-Mira hacia arriba.

-¿Hm? ¿Para qué? - A pesar de la pregunta, Changmin miró al cielo -¿No me digas que al fin aprendiste a volar?

-No seas estúpido- Le respondió el profesor, divertido con el hecho de que Changmin no cayera en cuenta de lo que estaba pasando -aunque sé que por mi aspecto angelical podrías pensar que en realidad puedo volar.

-Imbécil

-Mira hacia al edificio - sonrió Yoochun, admirando cómo los rayos de sol de la tarde bañaban la bronceada piel del menor -La última ventana a la derecha.

Pocos segundos después, sus miradas se conectaron, y aún en la distancia, Yoochun pudo ver la sonrisa que se dibujaba en el rostro de aquel muchacho y que se reflejaba en el suyo.

-Pervertido, ¿Me has estado espiando todo este tiempo?- Preguntó el chico, caminando hacia el edificio, su mirada aún pegada a la de su profesor.

-No- Negó el profesor -Sólo la mitad de lo que ha durado esta conversación - Agregó, ensanchando su sonrisa a la vez que Changmin arrugaba la nariz.

-Entre tú y Junsu me van a volver loco ¿Sabes? Tú jugando a ser espía y él creyéndose detective...- A esto Changmin agregó un suspiro, y al acercarse más el chico al edificio, Yoochun pudo identificar en ese par de bonitos ojos un llamado, una pregunta.

¿Por qué no bajas hasta donde yo estoy?

Aunque aquella mirada derritió el corazón del profesor como mantequilla al fuego, ambos sabían que Yoochun no bajaría. No ahora, no en la escuela, aunque su cuerpo y mente no quisieran otra cosa. Aún así, una parte de él se sintió bastante bien, viendo en aquella expresión el innegable deseo de estar junto a él que sentía el chico.

-¿Qué será de mí?- Se lamentó el menor, suspirando de nuevo al captar la silenciosa disculpa que Yoochun le envió con la mirada, volteándose y dándole la espalda a Yoochun

-Sé que sobrevivirás.

-Hmmm- Respondió el chico, su voz sonando más baja de lo habitual, haciendo que al mayor le doliera un poco el corazón, la culpabilidad martillándole la piel.

-Acabo de conocer a tu primo Jaejoong - Dijo Yoochun entonces, logrando que Changmin se voltease de nuevo a él, arqueando una ceja -Admito que estoy un poco dolido de que jamás me hayas comentado acerca de él.


-¿En vivo o en foto?

-En foto, y a través de una profesora a la que no le recuerdo ni pretendo recordarle el nombre- Respondió Yoochun -Toda una celebridad, ¿Hm?

-Así parece ser- Fue la simple respuesta del chico

-Según me informaron, hay malas lenguas que dicen que no tiene interés alguno en el sexo opuesto

Changmin lo miró entrecerrando los ojos -Si vas a decir que el gusto por los hombres es de familia, por favor ahórrate el comentario. Además, a mí jamás me ha gustado otro hombre.

Por la cara de Changmin, Yoochun pudo adivinar enseguida que aquel comentario se le había escapado a Changmin, y no pudo evitar enternecerse no sólo con la afirmación en sí, sino con el hecho de que era él quien lograba que Changmin perdiera el control sobre su lengua (Y sobre su cuerpo, vale decir, pero ese no era el tema en cuestión en esos momentos).
El primer hombre que captaba la atención del chico, el primero beso... Por unos breves segundos, Yoochun creyó que su corazón iba a estallar de felicidad.

-¿Cómo se supone que siga enojado contigo por no contarme sobre tu primo atleta súper estrella si dices esa clase de cosas, hm?

Changmin le dirigió una última mirada indignada, y se volteó nuevamente.

-Si tanto lo deseas, te contaré su biografía entera más tarde. Aunque no es como si tú me contaras todo tampoco.

Un sentimiento extraño golpeó la cabeza del mayor: Realmente sonaban como una pareja en estos momentos, ¿No? Hablando sobre contarse cosas para conocerse mejor y todo eso.
¿Cuándo había sentido la necesidad de saber tanto acerca de una persona que no fuese uno de sus artistas favoritos?

- ¿Qué te parece si hacemos una pijama party entonces, Minnie Mouse?- Habló, sonriendo hacia Changmin aún cuando este se encontraba dándole la espalda -Nos pondremos mascarillas, nos haremos la manicure, nos trenzaremos el cabello y nos contaremos todos los chismes que nos sepamos, ¿Hm?

-Creo que has visto demasiadas películas norteamericanas, Yoochun.- Changmin le respondió en un falso tono serio -También creo que eres un enfermo.

-Nah, pero enserio. Ven a quedarte a mi casa algún día. No es como si nunca lo hubieras hecho, de todos modos.

-¿Para qué? ¿Para que ultrajes mi cuerpo virginal?

-Lo dices como si no lo disfrutaras- Rió Yoochun de forma seductora, aún cuando sus entrañas se revolvían cada vez que recordaba aquel lamentable evento del sofá.

-Se me va a gastar todo el saldo del celular.

-¿Te parece mañana?

-Mañana es el campeonato interescolar de Football- A través de la ventana, Yoochun pudo ver como Changmin se sacudía el cabello con una mano -Junsu me arrancaría la cabeza de un mordisco si llegase a faltar. ¿Hoy?

-¡Ah! Así que ahora de verdad ha llegado el día del campeonato - Rió el mayor, recordando como Changmin le había dicho hace ya un tiempo que no podía salir con Junsu porque el chico estaba entrenando para el campeonato interescolar de football, cuando en realidad faltaba bastante para dicho evento. Tierno, tierno y mentirocillo Changmin.

-Voy a cortar- Masculló el menor

- Y no, no puedo hoy- Yoochun dijo, ignorando por completo la amenaza de Changmin -Cena familiar con los estirados amigos de mi padre. No ir sería como rogarles para que me deshereden, y créeme que a mi estimado padre no le faltan ganas de dejarme en la calle.¿Qué tal después del campeonato?

-Llegaría como a las nueve.

-Será una pijamada, ¿No? Se supone que debe ser de noche.

Changmin rió de forma burlesca; de seguro le causaba gracia el término "pijamada". "Pijamada" sonaba como algo que hacían dos chicas, no como algo que hacen un profesor y un alumno que tienen algo entre ellos -Omitiré mis comentarios. Pero iré.

-Sabía que tus hormonas no te dejarían rehusarte a mi invitación- Rió Yoochun, también de manera burlesca. Ese era su juego, después de todo.

-Depravado.

-Ni siquiera niegas mi acusación, puerquito picarón.

-Vuelve a llamarme así, y cuando menos lo esperes estarás bebiendo veneno de rata con tu té verde.

-¿Recuérdame por qué te dejo entrar a mi departamento y tener acceso a mi comida de nuevo?

-¿No es obvio? Porque a pesar de todo, te gusto.

-¿Qué es eso?- Yoochun sonrió, revisando su reloj. Diez minutos para el receso -¿Acaso es ese tu nuevo lema?

-Al menos no tratas de negarlo.

Yoochun miró incrédulo a través de la ventana, la figura de Changmin aún dándole la espalda -¿Qué caso tendría negarlo a estas alturas, Changmin?

-Hmm.

-¿No me vas a decir algo como que yo también te gusto?- ¿Y qué si sonaba un poco necesitado? De vez en cuando uno necesita feedback, ¿No es así?

-Si crees que no me gustas algo realmente debe andar mal con tu cerebro- El menor refunfuñó, pronunciando aquellas palabras con demasiada rapidez.

-¿Dónde está tu sentido del romance, hm?- Molestó el mayor al chico, aún cuando sabía que realmente era dificultoso para Changmin decir esa clase de cosas (Y no lo culpaba, aún cuando dolía un poco, porque ¿No era él mismo así también?).

- Lo perdí ahí mismo donde tú perdiste tu cordura.

- Deberías volver al salón, mocoso - Yoochun rió, cambiando de tema. ¿Qué caso tenía el forzar a Changmin a decir cosas así? -¿Qué excusa le diste a tu profesor?

-Mareo.

-Ah, sí... Yo solía marearme mucho en geometría, también- Yoochun sonrió, recordando su época de estudiante vago -Despídete antes de irte.

Enseguida, Changmin lo miró, sacándole la lengua como un niño pequeño.

-Nos vemos en clases, baby- Yoochun le guiñó un ojo -Deséame suerte para hoy en la tarde. Puede que no salga vivo de esta, ¿Sabes? Podría sufrir una explosión cerebral por exceso de aburrimiento, ¿Y qué sería de ti sin mí? Soy la sal de tus papas fritas, después de todo.

-Deja de llorar, chiquilla- El menor rió -Además, sabes que prefiero los dulces a los salados, pero si te sirve de consuelo, nunca me ha interesado demasiado el football. Y aún así debo ir a ver a Junsu.

-Tu consuelo apesta, roedor -

-Bueno, entonces vete al diablo - Respondió Changmin, impávido

-¡Ah, hablando del diablo! ¿Qué tal las cosas con Junsu? ¿Te ha seguido acosando con sus preguntas de "detective"?

-Estoy manejando la situación, sargento Park- el menor le respondió con una voz de hombre rudo -Evidentemente Junsu aún no ha dado tregua con sus interrogaciones, pero ya sabes, son años de experiencia en el rubro, así que me las estoy arreglando.

-Eres un hombre fuerte, Shim Changmin - Respondió Yoochun, mitad de broma, mitad enserio. Después de todo, había que tener mucha fortaleza mental para ser el mejor amigo de Kim Junsu, al menos desde su punto de vista.

-Lo sé, lo sé - Suspiró el aludido - De hecho, soy tan fuerte que te obligaré a que me compres una recarga para mi celular. Con suerte me deben quedar tres minutos de saldo.

-Sólo si tú lavas la loza mañana -

-Hmm, como sea. Ahora sí que voy a colgar, mal nacido.

-Yo también te quiero- Canturreó Yoochun, antes de colgar.

Era hora de volver a asumir su rol de profesor, así que unos minutos después, cuando alumno y profesor volvieron a encontrarse, esta vez en la sala de clases, Yoochun no se permitió más que un par de miradas furtivas en dirección a Changmin, quien sólo miraba por la ventana, o de vez en cuando, cuando Yoochun daba alguna clase de instrucción o leía algo en voz alta, lo seguía con ojos (falsamente) desinteresados, como un alumno como él debiese mirar a un profesor.

'Sigamos engañándolos a todos' Sonrió para sí el mayor, mientras escribía algo en la pizarra 'Somos actores, después de todo'.

*********

Diez para las ocho, Yoochun se encontraba entrando a la casa de sus padres. Había llegado unos minutos antes de lo esperado para no toparse con los benditos Jung en la puerta de entrada, y en parte también para darle tiempo suficiente a su madre y a su abuela para que lo estrujaran y le dijeran cuán guapo estaba (cosa de lo cuál estaba muy conciente, thank you very much) antes de que el encuentro con dicha familia comenzara. Así que luego de ser liberado de los brazos (¿O tentáculos?) de su entusiasta abuela ('¡Debes estar rompiendo todos los corazones de tus alumnas, con lo guapo que estás!' Había reído ella, pellizcando una de sus mejillas), procedió a saludar a su abuelo, un hombrecillo risueño en nada parecido a su padre, quien era alto como Yoochun, pero con una eterna expresión grave tatuada en su cara. Al saludar Yoochun a dicho padre, éste sólo le escaneó con la mirada, evaluando su atuendo (impecable, por cierto, porque de todos modos, a su abuela y madre les encantaba verlo vestido formal), asintiendo.

-Me alegra que aún no hayas olvidado el cómo acatar órdenes - Fue todo lo que dijo, luego de sacudir un par de veces la mano que Yoochun le había ofrecido.

Luego de una breve pero incómoda pausa (aunque nadie había esperado una interacción más cálida entre padre e hijo, la verdad), su madre comenzó a interrogarlo sobre absolutamente todo lo que hacía, lo que no hacía y lo que pensaba hacer, apenas respirando entre pregunta y pregunta, aún cuando Yoochun la llamaba cada dos o tres días (Que todos los dioses existentes lo amparasen si así no fuese: Con lo aprehensiva que seguía siendo su madre, seguro llevaría consigo a los bomberos y derrumbaría la puerta de su departamento, temiendo encontrarse con el cuerpo sin vida de su hijo), a la vez que su abuela lo reprendía por no visitarlos lo suficiente, creando una cacofonía de sonidos rápidos, entusiastas y familiares que, a pesar del caos, le daban una sensación de pertenencia y paz.

A pesar de todo, se sentía bien estar en casa de sus padres.

A las ocho en punto, y para sorpresa de nadie, el timbre de la casa sonó, y en unos momentos tres pares de pies entraron a la casa. Enseguida, las figuras del señor y la señora Jung se hicieron visibles, asomándose por detrás la imponente figura de Yunho, su único hijo y el orgullo de todo el clan familiar.

'Sé fuerte, Yoochun' pensó para sí mismo, a la vez que adoptaba una sonrisa cordial para recibir a tan nobles visitas.

Desde ese entonces y hasta la medianoche (Yoochun no tenía la suerte de sus abuelos, que apenas terminada la cena se excusaron, alegando que ya era hora de dormir para los de la tercera edad), la conversación estuvo llena de las acartonadas risas de su padre, los halagos de su madre, la sonrisa complaciente de la señora Jung y el incesante y asfixiante discurso del señor Jung sobre lo bella que es su casa de campo, sobre lo bien que le va en el golf, y lo fabuloso que fue su último viaje a Francia, pero por sobre todo, de lo maravilloso que era su hijo Yunho, quien sólo sonreía apenado y le bajaba el perfil a las exageradas alabanzas que su padre lanzaba sobre todas y cada una de las cosas que Yunho hacía. Yunho el mejor maratonista de su universidad, el presidente del centro de alumnos, el más carismático, el más altruista...

Lo peor de todo eso no era escuchar lo fantástico que era Yunho en realidad. Yunho no podría importarle menos. Allá él con sus buenas obras y su galantería. Lo que realmente le molestaba y le hacía querer arrancarse los ojos con el mismo tenedor con el cual había comido el suculento pato a la naranja que su madre había preparado, era la mirada que su padre le lanzaba cada dos segundos, como diciéndole "Dime, por favor, ¿Qué hice mal para que me saliera un hijo como tú y no uno como él?", no por el hecho de que su padre se sintiera decepcionado de él (Aunque Yoochun no podía ver qué era lo que estaba tan mal como para que su padre sintiera tal repudio por él), sino por el hecho de que su madre siempre se entristecía con aquella mirada que su padre le entregaba; siempre se deprimía un poco, aún cuando su muy bien maquillado rostro no lo demostraba, por el hecho de que su padre nunca hablara buenas cosas sobre sus hijos, especialmente sobre Yoochun (el hijo que no los había abandonado; el hijo que estaba haciendo las cosas bien), dejándola a ella sola hablando sobre lo buen profesor que había resultado ser Yoochun, sobre lo grande e independiente que estaba, sobre lo orgullosa que la hacía sentir.

En esos momentos, todo el lado sensible de Yoochun lo hacían querer pararse, llevarse a su madre, darle un gran abrazo y decirle que ella no hizo nada mal, a la vez que una parte de su cerebro se preguntaba qué clase de expresión vería en el rostro de sus padres si ellos se enterasen de Changmin.

Aún cuando Yoochun era un vago, un interesado y un manipulador, perder la herencia de sus padres y los mimos de sus abuelos no era nada para Yoochun en comparación a perder el cariño de ellos.

Porque a pesar de todo, Yoochun amaba a su familia.

Aquella noche, gracias a la insistencia de su madre, Yoochun terminó durmiendo en la que alguna fue su habitación, la cual aún conservaba algunos pósters baratos de sus bandas favoritas (las fotografías autografiadas y los pósters más importantes se encontraban en su departamento), la misma colcha y el mismo escritorio, y a la mañana siguiente, gracias a la insistencia de su madre también, se vio a sí mismo faltando nuevamente al gimnasio, siendo arrastrado de tienda en tienda del centro comercial con la misma ropa formal de la noche anterior (Yoochun no había dejado nada de ropa en la casa de sus padres), acarreando bolsas y dando opiniones sobre qué sombrero se le veía mejor a su madre, a su vez que ella hablaba de todo y nada a la vez, luciendo más joven de lo que podría lucir estando en compañía de su esposo.

Lo bueno de su madre y sus conversaciones era que jamás le insistía en buscar una novia fija o casarse, como la mayoría de las madres empezaban a hacer una vez que sus hijos ya comenzaban a trabajar (en lo personal, Yoochun pensaba que su madre era de esa clase que jamás quería compartir a sus hijos con otra mujer) así que, aún cuando las manos comenzaban a doler por tantas bolsas acarreadas, Yoochun se sentía completamente a gusto con su madre, y compadecía a todos sus amigos de universidad, los cuales más de una vez se habían quejado sobre lo molestas e insistentes que eran sus madres con respecto al noviazgo y el casamiento.

Y de hecho, tan a gusto se sentía con su madre, que antes de que se diera cuenta, ya eran las cuatro y tanto de la tarde, y ¿Cómo era posible estar tantas horas en un centro comercial de todos modos? Yoochun no podría decirlo. Lo que sí pudo decirle a su madre fue que realmente necesitaba irse. 'Muchas cosas de profesor que hacer, madre' se había excusado, lo cual no era del todo un engaño, puesto que las sesiones de revisión de trabajos y evaluaciones se habían convertido más en sesiones experimentales donde se testeaba cuánto podían durar Changmin y Yoochun besándose antes de que el primero decidiese que ya era "suficiente", definiéndose "suficiente" como límite de lo inofensivo (según los estándares del menor), lo cual en parte era un tanto frustrante, dado que el límite de lo inofensivo estaba a la vuelta de la esquina luego de haber pasado el límite de lo sexualmente estimulador, lo cual siempre los dejaba con más de un problema con el cual lidiar (Cosa que de todos modos había sucedido desde la primera vez, por lo que, tristemente para Yoochun, ambos ya estaban un poco acostumbrados). Aunque tampoco es como si siempre fuese así. Algunas veces sólo se dedicaban a comer porquerías en el sofá (Yoochun temía terminar diabético, con toda la azúcar que había comenzado a consumir desde que conoció a Changmin), viendo películas y hablando de miles de cosas. Pero, sea cual fuese la situación, de todos modos un hecho era claro: Muy pocas revisiones eran llevadas a cabo, dejando a Yoochun con una pila cada vez más grandes de papeles pendientes por revisar.

Luego de ir a dejar a su querida madre, la cual hasta tuvo la amabilidad de comprarle un par de corbatas y calcetines, Yoochun volvió a su casa, se duchó, preparó un poco de sopa instantánea (después de todo, no había comido nada desde el desayuno) y se enfrentó por fin a La Gran pila de la Muerte, dígase, los documentos pendientes por revisar. Acercándose lentamente, como si de pronto La Gran pila de la Muerte fuese a cobrar vida y quisiera morderlo, se sentó en el escritorio de su padre, el cual estaba en el estudio de su departamento, habitación que, francamente, apenas usaba. Después de todo, tanto él como Changmin preferían trabajar en el living-comedor, pero ya que ahí estaba el trabajo pendiente, ahí trabajaría.

Luego de un indeterminado tiempo lleno de errores y horrores ortográficos (Yoochun había dejado en una pila aparte algunas cosas que luego le mostraría a Changmin para que se rieran juntos de las failures de algunos alumnos), el timbre de la casa sonó, Y Yoochun cayó en cuenta de que al parecer había estado casi cuatro horas seguidas revisando trabajos, y la pila aún se veía colosal. Reprendiéndose mentalmente por haber sido tan irresponsable, se apresuró a abrir la puerta de su departamento, sin siquiera molestarse en ver por el orificio de dicha puerta quién era.

-¿Por qué demoraste tanto?- Fue lo primero que dijo Changmin, quien acarreaba dos pesadas bolsas llenas de lo que seguramente era pura comida chatarra.

-Lo siento - Se disculpó el mayor, besándolo con rapidez - ¿Cómo le fue al equipo?

-Segundo lugar- Respondió el menor, dejando las bolsas en el mesón de la cocina, para luego desplomarse en el sofá-Junsu anotó tres goles en la final, pero la defensa estuvo un poco lerda, y esos malditos del otro equipo eran unas máquinas trituradoras. Creo que vi un par de huesos volando por la cancha, así que prepárate para tener un par de alumnos minusválidos.

-Ah, entonces supongo que llevaste paraguas- Rió Yoochun, sentándose al lado del menor -Digo, debió haber llovido sangre a lo Quentin Tarantino, pero tu ropa está impecable.

-Oh no, es sólo que tuve suerte- Changmin se encogió de hombros, mientras comenzaba a jugar con los dedos del mayor -Un hombre cerca mío terminó knockeado por una tibia que salió volando desde la cancha. Increíble, ¿No?

-Sin duda alguna- Asintió el mayor, riendo a la vez que sus dedos se entrelazaban, maravillándose de lo natural que se sentía estar así, conversando estupideces tomados de la mano en su sofá -A todo esto, ¿Tomaste tu medicación para la esquizofrenia hoy?

-¿Estás dudando de mis facultades psíquicas Park Yoochun? - Changmin adoptó una expresión exageradamente ofendida - Hieres mi corazón con tus palabras, viejo patán

-Y tú me hieres con tus mentiras, Changmin - Yoochun le respondió, fingiendo llorar -¿Por qué, Changmin, por qué me haces esto?

-Dramaqueen - Changmin golpeó ambas mejillas de Yoochun con suavidad - Además - Agregó, besando a Yoochun en los labios sin inhibiciones -si tomara remedios para la locura, no estaría contigo. Porque admítelo, estar así - Changmin hizo énfasis en la última palabra, apretando con fuerza la mano de Yoochun -es una locura.

Yoochun debía admitir que en realidad, era una locura. Changmin era un chico, un menor de edad y su alumno.

-Al menos tú no irías a la cárcel si la policía llegase a enterarse - Yoochun se encogió de hombros, atrayendo a Changmin hacia sí -Pero no desgastes tus defectuosas neuronas en pensar estupideces, ¿Hm? Sólo debemos ser cuidadosos, es todo. Además, eventualmente dejarás de ser menor de edad y mi alumno, y entonces ya no será una locura, sino sólo una relación muy gay.

-Ni tú y yo somos gays - Changmin arrugó un poco la nariz -Tú eres un todosexual, y yo apenas he tenido interés en ti, así que tampoco podría ser catalogado como gay.

-¿Qué eres entonces, hm?- el mayor se río, porque aquello sonaba un poco a negación, ¿No? -¿Yoochunsexual?

De inmediato, las ya enrojecidas mejillas de Changmin adquirieron un tono carmesí intenso, llegando hasta sus orejas -Podría decirse que sí- Dijo en voz baja -pero no te pongas muy engreído al respecto, o te sacaré los ojos con una cuchara.

Una carcajada escapó de los labios de Yoochun. Sin duda alguna, éste era su Changmin. El mismo que inventaba situaciones inverosímiles, que mentía descaradamente y que decía en un mismo suspiro las cosas más tiernas y antipáticas.

-Aww, estúpido - Yoochun rió un poco más, estrujando a Changmin en un gran abrazo de oso -Dijiste algo tan tierno que ni siquiera puedo enojarme por tus amenazas contra mi persona

-Te juro que de verdad te sacaré los ojos si me molestas al respecto- el menor lo miró por entre sus brazos, sonrojado y enfurruñado, pero nuevamente sus palabras fueron ignoradas, siendo atraído con rapidez hacia los labios de Yoochun.

-Como digas, Minnie Mouse - Suspiró el mayor al separarse, tirando de las coloradas orejas del menor

Besar a Changmin se sentía tan bien como siempre. Y en estos momentos, con aquel mocoso sinvergüenza sobre su regazo, sentía que toda la paranoia, el miedo y la culpa se disipaban, y todos sus músculos se relajaban ante el poder de la pasión que los unía.

-No estoy bromeando, Yoochun - el menor jadeó entre besos (Yoochun ya había notado lo fácil que era dejar a Changmin sin aliento si es que se le besaba de la manera correcta) -De verdad, de verdad...

-¿Changmin?- De pronto el mayor se detuvo, aún cuando Changmin seguía atacando su boca con besos acalorados, cortos pero profundos

-¿...Hmm?

-¿Es mi idea, o traías helado en una de esas bolsas?

Al mencionar la palabra "helado", Changmin se detuvo en seco.

-¡¡¡MI HELADO!!!- Changmin saltó de inmediato de encima del mayor, dirigiéndose hacia las abandonadas bolsas, en donde efectivamente, habían dos recipientes de helado -¿Cómo pude olvidarlos, mis pequeños?- Se lamentó, metiéndolos con rapidez al refrigerador, al parecer olvidando por completo la situación en la cual se encontraba hace dos segundos.

-Creo que tus helados sobrevivirán- Yoochun respondió, sintiéndose un poco idiota por haber roto el momento por dos estúpidos helados. Pero Changmin habría estado de pésimo humor si hubiese perdido su precioso helado, ¿No? Y entonces Yoochun habría tenido que ir y comprar helado de nuevo, y Yoochun no quería salir de su departamento...

-Dios mío, por favor que sobrevivan - Rogó el menor, sacando una bolsa de bizcochos -¿Quieres?

-Dame - Yoochun abrió la boca, y Changmin metió un bizcocho entero en su boca (que eran del tamaño del puño de una niña de primaria), riendo como un maniático en el proceso al ver la cara de sorpresa del mayor

-¡Idiota!- Yoochun tosió, y entonces recordó la terrorífica pila de trabajos que tenía que revisar. -Oye, mocoso- Dijo, incorporándose -Tengo que ir a revisar un par de evaluaciones.

(Yoochun se sintió como la persona menos romántica de todo el universo apenas su boca soltó esas palabras, pero la verdad, tenía muchas notas pendientes por entregar, y ya sería el colmo pasar de esta semana sin entregarlas.)

-Boooo, booooo - Changmin lo miró, arrugando la nariz -¿Te enojaste por lo del bizcocho y ahora me vas a abandonar? ¡Eres un abuelo aburrido!

-De hecho, te iba a obligar a revisarlos conmigo, pero ya que Don Yoochunsexual ha dicho cosas tan enternecedoras esta noche, pasaré por alto sus obligaciones y las revisaré yo solo. Deberías estar feliz de que sea tan condescendiente contigo, chico.

-¿De verdad, Yoochun? ¿De verdad vas a revisar cosas justo ahora? -Changmin lucía realmente incrédulo -¿Y qué estuviste haciendo todo el día?

-Mi madre me pidió que la acompañara al centro comercial, y las horas pasaron volando, y bueno, aún me queda bastante - Yoochun suspiró -Pero la noche es joven, ¿Hm? Además, será solo una hora, lo prometo.

-¡Pero Yoochun...!

-Changmin, ¿Recuerdas esa vez en mi cama, cuando me mentiste sobre tu madre y yo quise matarte a pellizcazos y luego terminamos besándonos hasta que se te ocurrió escapar al baño?- Antes de que el aludido abriese la boca, Yoochun prosiguió -¿Recuerdas hace cuánto tiempo fue eso?

-Hace un poco más de un mes, pero...

-Y en todo este tiempo ¿Recuerdas haber corregido algún trabajo, informe o evaluación?

-...No- Changmin frunció el ceño -Diablos... Hemos sido unos holgazanes, ¿No?

Yoochun suspiró -Es más mi culpa que tuya, si lo analizas bien. Después de todo, a ojos del colegio es obligación mía y sólo mía el revisar todo. Además, los papeles están en mi poder, no en el tuyo.

-Es verdad- Changmin asintió, incorporándose -Es más tu culpa que mía, pero teníamos un trato, ¿No? Yo te ayudaba y tú me alimentabas

Al instante, ambos rieron.

-No puedo creer que de verdad haya aceptado tus condiciones - Rió Yoochun, sacudiéndose el cabello con una mano -Los términos son más bien infantiles, ¿No?

Changmin hizo un puchero - La comida nunca es un asunto para tomarse a la ligera, y de verdad estaba en una crisis monetaria. Ya casi no me quedaba dinero a causa de toda la comida que compraba a diario. Fueron tiempos oscuros.

-¿O sea que me utilizaste sólo porque estabas mal de plata?- Yoochun preguntó, sintiéndose honestamente un poco dolido.

-Claro que no, estúpido- respondió el menor, luciendo una expresión de indignación -Sólo estaba probando mi suerte, supongo. A decir verdad, no tenía idea de cómo irías a reaccionar, pero pensé que valía la pena intentarlo, y bueno - Changmin levantó las manos -heme aquí. Todo salió bien, después de todo.

Yoochun digirió un poco las palabras del menor. Al parecer, el interés del uno por el otro había sido inmediato.

-¿Tanto deseabas estar conmigo?- Sonrió, sintiendo como el ego se le inflaba a mil por hora.

Changmin rodó los ojos, luciendo un poco avergonzado, pero disimulándolo lo más que pudo -Como si yo no te hubiese gustado desde la primera vez que me viste. Déjame decirte que no fuiste para nada discreto con tus miradas.

Ahora fue el turno de Yoochun para sentirse avergonzado. ¿De verdad había sido tan evidente? No, de seguro Changmin sólo estaba inventando eso sólo para no ser el único avergonzado en la conversación. Debía de ser eso, porque jamás habría cometido el error de demostrar interés en un alumno hombre tan abiertamente, ¿No?

-Deja de desvirtuar el tema, mocoso - Bufó Yoochun - Mira, qué te parece esto: Tú juegas con el wii y yo reviso unos cuantos papeles en el estudio. Una hora, lo juro. Y luego haremos algo juntos, ¿Qué te parece?

Changmin frunció la ceja por unos buenos diez segundos, pero al final cedió -Está bien, aunque no sé por qué no quieres que te ayude.

-Ya te dije, que hayamos llegado a este punto ha sido mi culpa. Además, has sido un buen chico hoy.

-¡Una hora, o te cortaré las bolas!- Lo amenazó (¡De nuevo!) el menor, colgándose al cuello del mayor -Eres un aguafiestas.

-Aún así te gusto.

-¡Oye!- Changmin rió, separándose -¡Te cobraré por derechos de autor!

-Intenta hacerlo, estúpido- Dijo Yoochun, apretándole la nariz a Changmin -No quemes la cocina mientras no te estoy mirando, ¿Hm? Porque o sino me temo que serán tus testículos los que serán extirpados.

-Vete ya- Changmin lo empujó -¡Estaré contando el tiempo!

-Está bien, está bien- Respondió el profesor, antes de entrar al estudio, sentándose frente al gran escritorio de caoba para retomar la tediosa revisión de esos detestables papeles.

-No puedo dejar que esto pase de nuevo - Gruñó entre dientes, tomando el primer papel de la pila de los no revisados, escuchando a lo lejos el sonido del wii siendo encendido.

*********

Yoochun no llevaba más de diez extensos informes revisados (llevándose sorpresas bastante agradables: Al parecer algunos alumnos habían aprendido algo en clases), cuando por la puerta del estudio entró cierto mocoso, un gran plato de helado entre sus manos.

-Changmin, con suerte ha pasado media hora.

-Lo sé, lo sé - El menor se encogió de hombros, sentándose sobre el escritorio, sonriendo luego de haber tragado una gran cucharada de helado de brownie -Pero me dio hambre, así que me serví un poco de helado, y se me pasó por la mente el ofrecerte un poco.

-Changmin.

-¿Qué?- el aludido lo miró, luego de meterse otra gran cucharada de helado a la boca, lamiéndose un dedo con crema de forma inconsciente

-Te acabas de comer una bolsa de bizcochos hace menos de una hora.

-¡No cuestiones a mi estómago, mal hombre!- Changmin blandió la cuchara frente al rostro del profesor, una gran sonrisa en su rostro. Changmin solía sonreír mucho cuando comía helado -¡Recuerda que soy un adolescente que está creciendo!

-Al menos tú pagaste por todo ese helado- El mayor se encogió de hombros - Y qué demonios, ya debería estar acostumbrado a tu estómago monstruoso.

-Así es- asintió el otro, metiendo con entusiasmo otra gran cucharada de helado a su boca, sonriendo como un niño pequeño en navidad -Además, deberíamos estar celebrando. Después de todo, el helado no murió.

-Changmin.

-¿Qué?

-Los objetos inanimados no pueden morir.

-Realmente eres un viejo amargado, ¿No?

-Sólo estoy diciendo lo obvio.

Changmin se encogió de hombros nuevamente. Era difícil buscar pleitos con Changmin cuando éste se encontraba en éxtasis glucosídico.

-Bueno, ¿Vas a querer helado o no?

Yoochun suspiró -Está bien, pero luego sigue jugando wii para que pueda terminar esto.

-Como sea - Fue la simple respuesta del menor, quien luego de chupetearse un pulgar, procedió a llenar su cuchara de helado y crema, mientras que Yoochun no pudo evitar sonreír. Primero, por el hecho de que Changmin pudiese compartir su helado (el chico de seguro era de esa clase de persona que no podía compartir su helado con nadie), y segundo, porque había algo en compartir una cuchara con el menor que realmente se sentía bien. Y aunque era sólo una cuchara, el acto de compartirla se sentía íntimo, cálido... y un tanto excitante.

-Aquí vaaaaa - Rió de buena gana el mayor, pillando desprevenido a Yoochun quien apenas alcanzó a abrir la boca, desparramándose buena cantidad del contenido de la cuchara en su cara, cayendo incluso un poco hacia su cuello (¡Y menos mal que sólo estaba usando una camiseta vieja!).

-¡Lo hiciste a propósito, mocoso irrespetuoso!- Se quejó, limpiándose con la muñeca la comisura de los labios -Diablos Changmin, ahora voy a tener que ir a...

-No es necesario- Sonrió el muchacho, y al acercarse Changmin, todo estuvo claro para el mayor.

-Oh, ya veo - Sonrió también el profesor, antes de dejar que Changmin lo besase con parsimonia, limpiando todo el helado de la comisura de sus labios y su mentón. 'Pero qué chiquillo más travieso...', pensó, atrayendo el cuerpo de Changmin hasta que éste estuvo sentado sobre sus piernas.

-Nunca pensé que fueses tan fanático de los clichés- Rió, mientras Changmin seguía haciendo su trabajo, ahora a lo largo de su cuello - Digo, esto del helado es un clásico casi milenario.

-Me descubriste- Fue la simple respuesta del menor, quién sonrió al sentir los dedos de Yoochun enredándose entre sus cabellos castaños

-Creo que una vez vi una película porno que empezaba con algo así.

-¡Viejo pervertido!- Exclamó Changmin, golpeándole un brazo, pero aparte de eso, concentrado en limpiar el cuello de Yoochun, quien no pudo evitar preguntarse si el menor había aprendido esto en una película porno, o si en realidad Changmin era un potencial genio de las películas para adultos. Sea cual fuese la situación, el mocoso que sabía lo que estaba haciendo, y Yoochun ya estaba comenzando a sentir los efectos de sus habilidades... ¿Lingüísticas?

-Oye... Changmin-

-Cállate - el menor interrumpió, mordiendo una clavícula del profesor, haciendo que éste saltase en su asiento

-¡¿Changmin, qué...?!

-Enserio, Yoochun- Changmin se separó al fin de su piel, quedando su rostro al nivel del mayor, y en sus ojos Yoochun pudo ver una determinación feroz. -Una palabra más, y...-

-Changmin, dijimos una hora- Yoochun dijo, sonriendo. No sabía qué diablos estaba pasando con el menor, pero esa repentina voracidad era una sorpresa más que placentera. Y ya que era Changmin el que estaba tan ansioso, ¿Por qué no jugar un poco con él? -Apenas he revisado ocho informes, y estamos realmente atrasados.

-¡Al diablo con esos informes!- el menor puso una expresión de pura exasperación -¿Sabes qué? Yo revisaré esos malditos papeles. ¿Feliz? Pero después. Por ningún motivo ahora. De ninguna manera.

¡Ah! Definitivamente Yoochun sí que estaba feliz. Y ya que Changmin se había ofrecido...

-Está bien - Sonrió, sujetando el mentón del menor con una mano -Ya que insistes.

El otro sólo asintió, a la vez que el mayor tomaba ambas mejillas entre sus manos -Después de todo, no vine a jugar al maldito wii a tu casa. Mucho menos a ver como corriges papeles.

-¿Ah, sí?- Yoochun deslizó sus manos desde sus mejillas hasta los hombros del menor, colándose por debajo del cuello de su camisa -¿Y qué viniste a hacer, entonces?

-Si vas a hablar estupideces, mejor no hables- Bufó en respuesta Changmin, acercando su frente a la del mayor hasta que quedaron juntas

-¿Te estoy malcriando, sabes?- el otro lo besó, lento y profundo, sintiendo cada pliegue de los levemente secos labios del chico -No te estoy haciendo ningún favor al ceder a todos tus caprichos

-Ni una palabra más - Fue lo último que dijo el menor, antes de juntar sus labios en un beso voraz, un beso de adultos; Rápido, con labios, lengua, dientes y ansias.

Y bueno, Yoochun tuvo que estar de acuerdo: Ya habían tenido suficiente de palabras. Sin esperar más, respondió al llamado de esos labios sobre los suyos, saboreando el momento. Por ahora, no importaba más que el aquí y el ahora; nada excepto Changmin y su entusiasmo hormonal, sus manos temblorosas que se aferraban a su ropa, y sus besos que aún seguían derritiéndolo como la primera vez. Sonriendo, y contrarrestando la pseudoviolencia del menor (después de todo, siempre le gustaba prolongar lo más posible estos momentos con el chico), procedió a dar pequeños besos suaves sobre todo el rostro de Changmin, desde sus mejillas, hasta sus párpados y frente, sintiendo como su sonrisa era correspondida en los labios del otro, quien en un susurro apenas audible dijo algo como demasiado lento. Al parecer, Changmin quería consumirse rápido y sin reparos en el fuego del momento. Y eso era muy válido, según el mayor.

Enseguida, rodeo las caderas del menor, quien captando la indirecta, abrió más sus piernas, y en un sólo fluido y glorioso movimiento, sus pelvis se unieron, escapando de la boca de ambos sonidos que daban la aprobación a tal unión.

'Ya pronto será hora de detenerse' Pensó con un poco de desánimo, al reconocer en Changmin los principios de una erección, cuyas caderas parecían incapaces de mantenerse quietas, pequeños movimientos espasmódicos intensificando la fricción entre sus cuerpos, encendiéndoles la piel.

Pero bueno, si faltaba poco para detenerse ¿Por qué no aprovechar el tiempo que le quedaba?

Con una lentitud que no reflejaba la urgencia que sentía brotando por cada uno de sus poros, acarició la parte interna de los muslos del muchacho, mordiendo el mentón del menor. En momentos así, prefería no besar a Changmin; aún cuando extrañaba sus labios, los sonidos producidos por esa boca eran simplemente sublimes. Y esta vez, no fue la excepción. Aferrándose a sus hombros, la jadeante voz del menor llamó su nombre, su boca caliente esparciendo torpes besos sobre su cuello. Extrañado de que Changmin aún no quisiera detenerse, pero a la vez sintiéndose especialmente suertudo, llevó sus manos hasta la ingle de Changmin, en donde, apenas con dos dedos, recorrió toda la erección ya completamente instalada del menor, consiguiendo que este saltase de inmediato, emitiendo un sonido mitad sorpresa, mitad placer. Después de todo, pocas veces habían llegado al punto te tocarse tan íntimamente... Pero al parecer, Changmin no tenía quejas al respecto. Un punto a favor para Yoochun.

-¿No quieres que me detenga?- Dijo, para asegurarse. Tampoco quería parecer demasiado ansioso.

-No - Suspiró el menor luego de una pausa, apegando su frente al hombro del mayor -Pero no hagas nada muy arriesgado - Agregó, sonando bastante frágil -O te mataré.

¿Nada muy arriesgado?¡Pero si el sólo hecho de tener algo con él ya era arriesgado! ¿A qué...?

Oh.

Oh.

-Descuida - Dijo Yoochun entonces, creyendo entender lo que Changmin le estaba diciendo: Aún no estaba listo para llegar a la fase final. Y era comprensible, claro. Changmin sólo era un chiquillo de dieciséis años (y siete meses), y tampoco es como si llevasen mucho tiempo, mes y medio a lo sumo, y ¿No había dicho el chico que no quería dar la falsa impresión de ser alguien fácil? El que accediera a llegar un poco más allá de lo común era una hazaña.

-Descuida - Repitió, esta vez separando al chico de sí, hasta que sus ojos quedaron al mismo nivel, y Yoochun pudo reflejarse en las dilatadas pupilas del otro -Llegaremos hasta donde tú quieras -dijo, sintiendo una ternura tan repentina e intensa, que el mismo Yoochun desconoció su tono de voz, y que al parecer también sorprendió a Changmin, quien sólo lo miró con la boca semiabierta por un buen par de segundos, hasta que sonrió, sus orejas tornándose imposiblemente rojas, y procedió a besar al mayor, no con la desesperación inicial, sino suave y lentamente, como si con aquel beso quisiera decir gracias por entender.

-Espera - Dijo, luego de haberse separado del mayor, levantándose de su ubicación sobre el regazo de Yoochun.

-¿Qué vas a hacer? - Preguntó el otro, mientras Changmin sacaba su helado del escritorio y lo dejaba en la repisa.

-Una pena, la verdad - Dijo, apuntando a dicho helado mientras procedía a sacar los papeles del escritorio -Aún me quedaba un cuarto de helado, pero no queremos arruinar el sagrado escritorio de tu padre, ¿O sí?

-Pero qué mocoso más osado - Rió Yoochun, acercándose al menor, quien ya se encontraba sentado en el gran escritorio de caoba de su padre.

-Cállate y sigue haciendo lo que estabas haciendo - Fue la simple respuesta del otro, luciendo bastante seguro de lo que quería. Y ya que Changmin estaba seguro, y él mismo también lo estaba, ¿Para qué seguir controlándose? Es verdad que no llegarían hasta el final, pero aún habían bastantes cosas que podía hacer.

Ya sin temor a espantar al menor, Yoochun se ubicó entre sus piernas, atacando la expectante boca del menor, quien rodeo la cintura de Yoochun con sus muslos, acercándolo aún más. Al levantar el rostro, el mayor pudo ver que en el rostro del chico se dibujaba la sonrisa más triunfal que alguien pudiese lucir, como si acabase de ganar un maldito Nobel.

'A ver cuánto le dura esa sonrisa.' Pensó el mayor, dirigiendo sus labios hacia una oreja (el punto débil de Changmin por excelencia) y lamiendo con suavidad, a la vez que sus manos se colaban por debajo de la ropa del menor, acariciando su tersa piel morena. Al instante, y tal como Yoochun había predicho, Changmin gimió bajito, aferrándose más al cuerpo de Yoochun.

-Quítatela- Habló el menor, jalándole la camiseta

Oh, wow. Al parecer hoy sí que era el día del mayor.

-Como gustes- Fue la complaciente respuesta del menor, quien sólo recibió un mordisco en respuesta. Y aún en el calor del momento, no dejaba de sentirse un poco extraño el hacerlo frente a Changmin. De cierta forma, Yoochun creyó estar dando un paso que antes no había llegado a dar.

-Listo- sonrió al notar la mirada apreciativa del menor, lanzando la camiseta al suelo. -¿Te ayudo con eso?- Agregó, al ver como Changmin desabrochaba con manos temblorosas su camisa.

-No necesito...-

-Oh, lo siento- Interrumpió Yoochun, quitando las manos de Changmin de en medio, desabrochando con cuidado cada botón del menor (aún cuando por dentro la urgencia lo estaba matando; el bulto entre sus piernas era fiel prueba de aquello) - Era una pregunta retórica.

Santo Cielo, si que se sentía bien aquello. Y aunque por un instante una parte de su conciencia le decía que Changmin era un alumno y él un profesor (es decir, le estaba quitando la ropa a un alumno), Yoochun prefería pensar que desde que atravesaban el umbral de la puerta de su departamento, ambos dejaban las barreras y los títulos a un lado, y sólo eran Yoochun y Changmin, dos personas que gustaban de la compañía (y otras cosas) del otro.

'Concéntrate' Se reprendió a su mismo, deslizando la camisa de los hombros del menor, dejando expuesta su piel joven; territorio inhóspito.

-Hasta donde tú quieras - Le recordó de nuevo, mirándole a los ojos, antes de abalanzarse sobre el pecho del menor, recorriendo con manos y boca y espíritu la firme piel del otro, lento, sintiendo la geografía, tratando de memorizar cada ángulo, cada punto específico que hacía que el menor se retorciera bajo su lengua y dedos. Empujando sin mucha fuerza, recostó al menor sobre el escritorio, el escritorio en el cual su padre se había sentado innumerables veces a reprenderlo. '¿Qué pensarías de mí si vieras esto, papi?' pensó, pellizcando un pequeño pezón endurecido del menor.

-Yoochun, Yoochun - Lo llamó el menor, mirándolo por entre esas largas pestañas que poseía mientras tiraba de sus cabellos -Bésame.

¿Cómo iba a poder Yoochun si quiera intentar negarse a Changmin, cuando el mocoso impregnaba sus palabras con tanto deseo?

Deslizando su pecho por sobre el del menor, casi sintiendo como las chispas surgían de la fricción entre sus dos cuerpos, se acercó a la siempre expectante boca del menor, quién lo estrechó como si su vida dependiendo de eso, explorando la espalda del mayor con febril necesidad, empujando sus caderas hacia arriba, y aunque Yoochun no tenía idea del por qué de este nuevo comportamiento del menor (¿A lo mejor era a causa del helado? Si así fuese, Yoochun debería comenzar a comprar más helado. Definitivamente), el que Changmin de pronto se comportara tan... "impaciente" le agradaba bastante. A decir verdad, sentía como si le hubiesen quitado la soga que amarraba sus manos cada vez que estaba a solas con Changmin.

La sensación era refrescante.

Intensificando el beso, sintió como las manos del menor bajaban por su espalda, para luego dirigirse hacia su estómago, llegando a reposar en la banda elástica de sus calzoncillos. 'Es la primera vez que toca así a alguien' pensó, y aquella noción envió todo lo que le restaba de sangre en el cerebro hacia su erección, dejándolo con la cabeza ligera y la piel hecha fuego.

Con una valentía que no sentía desde hace ya bastante (al menos no desde que estaba con Changmin), dirigió una mano hacia el borde de sus jeans, y sin esperar permiso por parte del menor (¿Era necesario a estas alturas?), desabrochó con una habilidad obtenida con años de experiencia el botón y el cierre del pantalón, deslizando ya sin mucha delicadeza la molesta prenda. Y de todos modos, tuvo su respuesta, al sentir un gemido por parte de Changmin, y sus dedos imposiblemente calientes deslizándose por sus hombros hasta sus antebrazos.

-Hazlo - Dijo en un jadeo, y Yoochun no tubo objeción alguna en complacer aquella orden. Al instante, dirigió su mano a la ropa interior de Changmin, palpando por sobre esta su considerable erección. Tal como había especulado hace meses, Changmin estaba bastante bien dotado para su edad, comprobando una vez más que el ojo experto de Park Yoochun nunca se equivocaba. Sonriendo al escuchar como Changmin dejaba escapar otro gemido, recorrió por encima la prenda toda su excitación, sintiendo en calor en su palma y en la punta de sus dedos. Y aunque su propia erección no estaba recibiendo atención alguna, Yoochun se sentía bien. El tener a Changmin por primera vez así, a su merced, era tan sexualmente estimulador como si le estuviesen haciendo una jodida felación. La sensación de control sobre el hipersensibilizado cuerpo del otro era una de las cosas más embriagantes que había sentido en toda su vida.

Por ejemplo, Yoochun estaba seguro que podría hacer gemir y retorcerse al menor con un sólo dedo. Llevando un dedo a la punta del miembro del menor, acarició ésta con dedicación, masajeando en forma circular, sintiendo la superficie ya un poco húmeda. Y ah, tal como había predicho, Changmin abrió los ojos de par en par, dejando salir otro gemido, y luego un entrecortado "Y-yoochun", sus manos aferrándose con fuerza a los cabellos de Yoochun.

-Ouch, Minnie- Rió el mayor, masajeando ahora con toda su mano la erección del chico -No es culpa de mi cabello el que seas tan sensible.

-D-deja de jugar conmigo, idiota

Ahhh, eso era lo que Yoochun había estado esperando oír.

Sin previo aviso, Yoochun retiró la ropa interior del menor, lanzándola al suelo también, y de paso sacándole los calcetines (¿No era un poco extraño desnudar a alguien pero dejarle los calcetines puestos?). Ubicándose por en medio de las largas piernas del chico, lo observó en toda su gloria adolescente.

-Nada de mal- Sonrió, acariciando sus suaves muslos, apreciando la obra de arte desplegada frente a sus ojos -Ahora, veamos cuánto puedes aguantar.

Con rapidez, movió una mano hacia la caliente erección del muchacho y, conciente de lo poco que le quedaba a Changmin para llegar al orgasmo, comenzó a masturbarle con movimientos rápidos y certeros, hasta que sintió como el cuerpo bajo sus dedos se tensaba, a la vez que el menor gemía su nombre, ¡Yoochun!, en lo que al parecer era un orgasmo supremo, a juzgar por la expresión de puro y absoluto placer que tenía el menor.

Si Yoochun no tuviese el autocontrol que tenía, estaba seguro que podría haber llegado al orgasmo sólo con observar aquel instante exacto en el cual Changmin había llegado a su límite, eyaculando con fuerza, abandonándose a sus manos y a la vida.

Perfecto.

Yoochun no supo bien por cuánto, quizás fueron segundos o a lo mejor incluso una hora, pero al contemplar así a Changmin, sonrojado y falto de aliento y absolutamente suyo, Yoochun sintió como el tiempo se detenía, desapareciendo incluso el molesto dolor que tenía entre las piernas. En aquellos momentos, sólo existía la piel acalorada del menor, su respiración agitada, el sudor que perlaba aquella frente amplia y morena, la mirada extenuada y delirante, la satisfacción, el crimen.

-¿Te gusta lo que ves?- Dijo en cierto punto Changmin, una sonrisa imposiblemente grande formándose en su rostro.

-Por favor - Respondió el otro, besándole la nariz -Como si tú no me hubieses devorado con la mirada.

-Hmm- Asintió, y Yoochun sintió el peso de su mirada sobre su torso desnudo - Deberías estar feliz de que el sentimiento sea mutuo.

-Mi corazón se regocija de júbilo- Rió el profesor, y aunque la intención había sido decirlo como un sarcasmo, aquella frase salió con un auténtico tono de felicidad -Ahora, si me disculpas, creo que tengo que ir...

-¿A dónde crees que vas?- Interrumpió el menor, frunciendo el ceño

-Al baño, a dónde más- Respondió Yoochun, quien recogiendo la primera prenda suya que encontró (sus pantalones), había comenzado a limpiar la mano que había quedado cubierta de semen

-Dime Park Yoochun - Changmin parecía estarse debatiendo entre la risa, la sorpresa y la indignación -¿Acaso eres retrasado?

Entendiendo a lo que el chico se refería, Yoochun respondió -No es necesario, Changmin. Aunque creo que eventualmente tendría que cobrártela, pero por ahora...

-Alto- Changmin se incorporó, aún con el ceño fruncido -¿De verdad eres tan denso? Digo, entiendo que estés siendo precavido porque soy menor de edad, y que es la primera vez que hacemos -Changmin abrió los brazos para hacer énfasis -ésto, y créeme que lo aprecio, pero ¿De verdad, Yoochun?- Y de pronto, Yoochun lo vió: Una absoluta e innegable expresión de adoración en los ojos del menor -¿De verdad crees que eres el único que quiere tocar, eh?

Yoochun sintió como sus orejas se calentaban. ¿Por qué un maldito crío de dieciséis años lo hacía sentir de pronto como el mayor de los idiotas en todo el universo? A él, Park Yoochun, todo un Dandy.

-Yoochun- Changmin lo llamó de nuevo, y aunque sus palabras habían sonado seguras y certeras, Yoochun pudo ver como sus manos, que trataban de desabrochar el cierre de su pantalón, seguían temblando -Déjame hacer esto, Yoochun.

-Está bien...- Asintió, ayudándole a Changmin con la tarea de desabrochar sus pantalones -Está bien- Repitió, luego de que dicha prenda estuviese en el suelo. Y es que aunque no había pretendido hacer que Changmin le devolviese el "favor" (después de todo, era la primera vez que Changmin tenía contacto íntimo con alguien), no pretendía negarse a la petición del muchacho.

¿A lo mejor había estado siendo demasiado tierno?

'Qué mas da...' Pensó, al sentir como esos largos dedos se metían por entre su ropa interior y lo agarraban con fuerza. Oh, mierda. El chico sí sabía mover esa muñeca.

-Por ahora - Changmin habló, sus labios calientes pegados a la piel de su cuello -No puedo hacer más que esto, pero...

-Shhhh- Yoochun no supo como pudo decirle eso al menor, cuando en su mente actualmente se estaba llevando a cabo una fiera batalla entre el lado que quería dejar ir todo y venirse pronto, y la parte de sí que no quería durar tan poco, no con un niñito sin experiencia, aunque por los movimientos que hacía Changmin, Yoochun estaba seguro que había ensayado muchas veces consigo mismo. Oh, no, mala imagen mental. ¿Cómo pretendía durar si se imaginaba a Changmin masturbándose con esa misma mano que se movía entre sus ropas y mierda, ¿Desde cuándo sus malditas bolas eran tan sensibles al tacto?

-Ch-Changmin - fue lo único que se permitió decir el mayor, mientras el chico seguía moviendo su mano a lo largo de toda su hinchada erección con una energía que sin embargo llevaba consigo cierta delicadeza. Y aunque Changmin lo estaba haciendo de maravillas, no estaba dispuesto a mostrarse vulnerable frente a él... ni a nadie. Pero en especial frente a él.

Entreabriendo los ojos (Yoochun no sabía exactamente cuándo los había cerrado), pudo sentir la mirada intensa del menor, un par de ojos nublados llenos de deseo, satisfacción y algo demasiado suave, demasiado dulce como para ser producido sólo por el placer sexual.

El estómago de Yoochun dio un par de saltos mortales, a la vez que sentía como Changmin ya casi lo llevaba al orgasmo.

-Mierda - masculló, apretando los ojos con fuerza, y todo pensamiento había perdido coherencia y lo único que podía ver, escuchar, oler y sentir era Changmin, Changmin, y Dios mío, de verdad era él quien estaba haciéndole esto, de verdad estaban en el escritorio de su padre y todo era tan real y onírico a la vez y ya casi mierda, ya casi...

Viniéndose con más fuerza de lo que lo había hecho en meses, Yoochun no pudo evitar dejar escapar un sonido largo y ronco, sintiendo como el aire se le escapa de los pulmones y todo su cuerpo cosquilleaba en la gloria de su orgasmo.

Tratando de controlar su respiración, sintió como Changmin le besaba un hombro, la mano que no tenía metida entre las piernas de Yoochun acariciándole el pecho con lentitud.

-Yoochun - El muchacho susurró, su mano aún acariciando el ahora blando miembro del otro, sus húmedos dedos acariciando toda la piel confinada dentro de la ropa interior del mayor (que, por cierto, debió habérsela quitado).

-Estás haciendo un desastre- Se quejó el mayor, sintiendo como las yemas de los dedos del otro esparcían su propio semen por toda su pelvis -¿Hm? - Agregó después, apoyando su mentón sobre la cabeza del chico.

-¿Hm qué?

-Acabas de decir "Yoochun"- Respondió el mayor -¿Qué me querías decir?

-...Supongo que sólo quería decir tu nombre. - Dijo el otro, retirando al fin su mano de entre las piernas de Yoochun

-Vete a tomar una ducha, Changmin- Sonrió el otro, separándose para besar una vez más al muchacho, dulce y lentamente, disfrutando no sólo el calor y el contacto de sus labios y lenguas, sino también el hecho de que estaba besando a Shim Changmin, el maldito mocoso a quien había deseado casi desde el primer momento que posó su mirada en él. -Y ni se te ocurra tocar nada con esa mano hasta que te la laves -Agregó, luego de separarse

-¿De verdad?- Changmin sonrió, separándose completamente de él, desnudo, satisfecho y feliz -Creo que te lo había dicho antes, pero en algunas partes de Europa la decoración con fluidos corporales está muy de moda. ¿Qué tal si...?

-Ni lo pienses, mocoso asqueroso -Rió el mayor, amenazándolo con un dedo -Ahora vete, y no demores mucho. También quiero ducharme antes de irme a la cama.

-¿Cenaremos en tu cama de nuevo, Micky Mouse?- Preguntó Changmin, poniéndose la camiseta de Yoochun, luego de haber recogido todas sus prendas.

-¡A la ducha, pozo sin fondo!

-Viejo gruñón - Se burló Changmin antes de irse, dejando a Yoochun solo en el estudio de su padre, con el olor de sus cuerpos aún en el aire.

Colocándose sus pantalones (tampoco pretendía esperar desnudo a que Changmin desocupase el baño), Yoochun se dirigió a la cocina, tratando de no sonreír como un demente, lo cuál se veía bastante difícil, dado el hecho que Yoochun no podía dejar de repasar en su mente todo lo acontecido. Y aún después, cuando ambos estuvieron bañados y metidos bajo las sábanas de la cama de Yoochun, ambos seguían sonriendo como imbéciles, y por el momento, la pequeña pero persistente vocecita que solía decirle '¿¡Pero qué mierda estás haciendo, Park Yoochun!?' se apagó, y en ese momento sólo deseó estar así, junto a Changmin, por el mayor tiempo posible.

Y aunque era un mocoso atrevido, sinvergüenza, pesado, engreído y le quitaba bastante dinero de los bolsillos por ser un maldito agujero negro, Yoochun podía ver, por todas las miradas y los gestos y las palabras que a veces el chico hacía o decía sin pensar, que el chico lo adoraba. Y a pesar de que generalmente Yoochun tenía la molesta sensación de que el menor hacía con él lo que se le daba la gana, ahora, teniéndole entre sus brazos, acurrucado contra su pecho y luciendo cansado pero genuinamente feliz, el mayor no pudo evitar preguntarse quién era en realidad el que tenía al otro en la palma de la mano.

...Yoochun no sabía cuál de las dos posibilidades le aterraba más.

'No pienses en eso ahora.
' Se reprendió a sí mismo, volviendo al mundo real.

-¿Sabías que aunque dos personas usen el mismo jabón, el aroma que quede en sus pieles no será el mismo?- Le preguntó Changmin, quien sonaba bastante adormilado -Las pieles reaccionan distinto a un mismo producto, así que olor no siempre es el mismo para todos.

-¿Enserio?- Respondió el otro, levantándole un brazo al menor y llevándolo hacia su nariz -A ver...- Dijo, oliendo dicho brazo y luego oliendo el suyo -A mí me parece que nuestras pieles huelen igual.

-A lo mejor tenemos la misma clase de piel -Dijo con simpleza, cerrando los ojos -Digo, tu piel es muy blanca, y la mía no, pero si reaccionan igual y huelen igual, ¿No son de cierta forma iguales, aunque sea en esencia?

-¿Como si nuestras pieles tuviesen almas gemelas?

-Hmm- A estas alturas, Changmin parecía estar más dormido que despierto. Después de todo, la actividad sexual es bastante extenuante, incluso para la gente joven.

-¿Crees que tú y yo somos almas gemelas, Changmin?- Preguntó Yoochun, sin realmente procesar lo que preguntaba.

Silencio fue lo único que recibió en respuesta, y sin mucha sorpresa, Yoochun descubrió que Changmin se había quedado dormido.

-Menos mal - Rió, acomodándose para dormir también, tratando de no mover a Changmin, quien descansaba plácidamente sobre su pecho - Aquello fue muy cursi ¿No?

30 Comentarios:

  1. OWO...AMO ESTE FIC...GRACIAS POR ACTUALIZAR
    AUTOR@SSHI ERES GENIAL!!!

    ResponderEliminar
  2. GdRaGoN9/14/2010

    aaaaaaaaaaaaa lo ame!!! ya habia dicho q adoro ala autora?? es genial!! terriblemente y jodidamente inteligente!!! aaa lo ultimo fue tan tierno!!!! me mato!!! TT.TT q hermoso!!!!! aaaaaa ojala y continue pronto!!

    ResponderEliminar
  3. en este mismo nomento estoy muriendo y reviviendo para gritar de feliidaddddddddddddddddddddddddddddddddddddddd
    waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa* corre por todos lados gritando como loca*
    npo tienes ni idea de cuanto he esperado este capitulo
    me encanto
    soy totalmente feliz
    waaaaaaa soy tu fan No. 1

    ResponderEliminar
  4. hay que lindo almas gemelas
    me gusta el changmin engreido

    ResponderEliminar
  5. ohhhhhhhhhh son muy pocas personas que le sacan la esencia de minnie woah esta muy padre es uno de mis fanfics favorito continualo esta muy padre te doy un 10000000000000000 jajaja etc ^_^

    ResponderEliminar
  6. wow tan bonito la relacion que tiene el yoomin en este fic es genial, porque se pone asi cuando hablan de su primo? no entiendo muy bien eso, sigue asi, esperare tu actualizacion

    ResponderEliminar
  7. yeeeiii!! ke weno ha estado
    tuve ke volver a leer el fic por ke no me akordaba bien komo hiba, pero eso no fue ninguna molestia, ha valido totalmente la pena, ya kiero saber ke mas pasa,kiero saber de jae, no le hiba a contar min de el?

    ResponderEliminar
  8. waaaaa mi idea de minnie y mickey mouse U.u al parecer no fui la unica en pensar en eso kekekeke, en fin amo la apreja wii y este fic es lo mejor°!!!!

    ResponderEliminar
  9. minoshim10/05/2010

    LoL no se despues de cuantas semanas lei este capitulo.. y es que disfruto tanto de la historia que la alargo XD.. pq... bueno me encanta jojo
    omg el estudio del yoochun será un lugar sagrado ja ja XD, me gusto el capitulo mucho O: no tengo favorito.. es que en cada uno presenta una situación y evolución de un sentimiento, es diferente :D Yoomin foreva XD

    ResponderEliminar
  10. Waaa!
    Que fic tan mas genial! Por fics como estos amo al Yoomin :D Aunque no tanto como en JaeMin XD Kekeke...
    Oh si... ♥ Espero leer conti en el proximo actua *--* este fic es demasiado genial... Ya quisiera tener esa clase de privilegios, con cualquiera de los dos XD
    Aunque aun no entiendo la relacion entre Jae y Minnie XD Kekeke...
    Kiss Couple rulz ♥

    ResponderEliminar
  11. waaaaaaaaaaaaaaaaa
    capo capoooo capooooooooooooo
    e_____e Minnieeee pekeño pervertido
    con tu profe .___.
    jjajajajajaja
    aaaaaaaa baciandole la billetera jajjajaja
    y tofo por coida el pekeño Minnie no cambia U-U ni modo xD

    ResponderEliminar
  12. Anónimo3/22/2011

    *o*....Amo este fic!! En serio, que historia tan fantastica...me encanta como su relacion avanza, la forma en que se tratan y la forma de hablar entre ellos. ¡¡Adoro esta pareja, y por supuesto que son almas gemelas *_*!! Espero que continues pronto el fic, ya me muero por saber que pasara en el siguiente capitulo...

    ¡¡YooMin 4ever!!

    ResponderEliminar
  13. dios ame este fic espero y lo continúes pronto
    yoochun y changmin XD
    me encato la pareja XD
    muero por el siguiente capi >w<

    ResponderEliminar
  14. Anónimo7/12/2011

    noooooo lo puedes dejar asi
    porfavor T_T conti conti conti
    ame tu fic .....contti conti conti >.<

    ResponderEliminar
  15. cuando va a poner otro nesecito saber que mas pasaaaaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
  16. Anónimo7/31/2011

    cuando la vas a continuar no saeas asi quiero saber hasta donde mi minie deja que micky llege

    ResponderEliminar
  17. Anónimo8/10/2011

    ya pues quiero mas de esta historia hasto donde va ir mi amor che minnie no te dejes

    ResponderEliminar
  18. Anónimo9/03/2011

    Continualo por favor!!!!!! o morire!!!! D: XD

    ResponderEliminar
  19. Ya casi a pasado un año pero sigo esperando! =)

    ResponderEliminar
  20. coincido con Ciel .....ya casi un año u.u pero aun estamos esperando

    ResponderEliminar
  21. abi jaejoong12/04/2011

    waaaaa actualizen please lei hasta en un dia waaaa...amo este fic....

    ResponderEliminar
  22. por piedad! que lo continue! *--*

    ResponderEliminar
  23. yo sigo esperando cunado actualizaran este fic

    ResponderEliminar
  24. abi jaejoong1/08/2012

    please actu de este fic please

    ResponderEliminar
  25. Anónimo3/17/2012

    conti.... porfavor!!!!

    ResponderEliminar
  26. Aún no me rindo... necesito saber como termina! Continua por favor! no abandones este fic tan perfecto ):

    ResponderEliminar
  27. ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh *corre por la casa* ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh OMG!!!! OMG!!! OMG!!!!
    te amox10000000 *w*
    amo el Yoomin ....lo amo!!!!
    soy tu fan n°1!!!!!!! *w*
    *se muere d la emocion*
    sdasdasdasdasdas
    conti!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  28. .....................................................
    A C T U A L I Z A
    .....................................................

    Porfiiiiiiiiiiiiiiis! AMO ESTE FIC, NECESITO MI DOSIS DE YOOMIN -se jala de los cabellos- POR FAVOOOOR! CONTINÚALO T.T

    ResponderEliminar
  29. Anónimo3/27/2014

    Actualiza o q alguien lo actualize x JaeGod!

    ResponderEliminar
  30. Anónimo7/27/2014

    Actualizacion por favoooooorrrr!!!!!
    Esta historia es hermosa ... no la pueden dejar ahi ... contiiiii

    ResponderEliminar

Deja tu comentario \(*O*)/ ♥ ♥
o más bien... deja tus pensamientos pervertidos grabados en esta entrada XD