Sonreías irónicamente una vez mas, sentías tus ojos arder enormemente a causa de todas aquellas lágrimas que quizás ya llevabas horas derramando sin poder evitarlo y querías morir, desaparecer; entonces miras tu antebrazo luego de aquella fuerte punzada y te das cuenta de que sigues malditamente vivo, y vuelves a sonreír una vez mas con ironía a la vez que sentías como tu respiración de hacía agitada dándote a entender que cada vez que terminabas encerrado en tu habitación perdiendo la noción de los sentidos aquellas marca de tus brazos cortados eran cada vez mas profundas y tu cicatrización empeoraba cada día mas…
-Maldición –murmuras por lo bajo viendo como la sangre manchaba parte de tus ropas y el suelo propiamente tal, ahora no tan solo sentías tu brazo punzar fuertemente si no también comenzaba a arder, te quemaba por dentro, masoquistamente estirabas la piel de tu brazo cortado viendo entre la sangre que salía la profundidad de los cortes, los cuales no eres ni uno o dos, si hasta llevabas perdida la cuenta de cuantos cortes llevabas en ambos brazos, en las muñecas, en tus mismos muslos, el pecho, los hombros…
Que más daba, tenías el cuerpo cubierto de cicatrices, cuando sabes que aquellas marcas de pasado jamás las podrás borrar… aquel asqueroso recuerdo sigue tan vivo en tu memoria que con nada absolutamente nada lo podrás dejar de recordar porque una vez mas esas imágenes que marcaron tu cuerpo vuelven a tu mente, y dejas una vez mas que la navaja se abra paso por tus venas… y sonreías una vez mas ahora con cansancio, con desilusión pues aquello que es mal visto por muchos, en estos momentos para ti es una pequeña salida a tu dolor, al dolor de tu corazón, de tu alma ya que lo sustituyes por un dolor mas grande y no importa lo poco que dure aquello pues sientes que por un momento puedes sentir un mínimo de alivio… O será también porque has dejado de oír aquellos gritos de tus padres y han vuelto a pretender ser la familia feliz que jamás ha existido y eso te daba exactamente igual. Te dejas caer en tu cama, ya el cansancio era demasiado como para seguir pensando en cosas que a tu parecer ahora eran estúpidas, y no importaba si manchabas las sabanas con la sangre que aun salía de tus brazos y no importaba si te resfriabas por quedarte con aquellas escasas ropas que portabas a pesar de ser invierno, pues tampoco te habías tapado con las mantas, ya simplemente nada importaba, no querías siquiera llegar a despertar a día siguiente, mejor dicho en unas cuantas horas mas querías dormir un poco mas eternamente…
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Como todos saben nada es perfecto, escuchabas como la molesta alarma de tu despertador sonaba estrepitosamente en tus oídos, con gran esfuerzo logras apagar aquel aparto, viendo como gran parte de tu cuerpo estaba manchado con sangre, ahora hacías un esfuerzo aun mas grande para poder ponerte de pie… no solo tu cuerpo estaba débil a causa de los corte, tu cabeza dolía a horrores, y la fiebre la sentías aumentar a cada movimiento que hacías…
Como pudiste terminas de llegar al baño despojándote del pijama y te metes debajo del grifo con el agua caliente mas caliente de lo normal, pero nada de eso te importaba, sentías como tu brazo punzaba con el toque del agua caliente en cada corte viendo como al principio el agua corría un tanto rojiza para luego tan solo salir un tanto mas cristalina, el mareo era insoportable, y tu vista era cada vez mas borrosa. No podías identificar si se trataba de los cortes o de la fiebre pero estabas seguro, era una sensación tan insoportable que hasta deseos de vomitar te habían llegado a dar.
Aun te preguntas cómo es que has sido capaz de mantenerte en pies todo el rato. Ahora ya vestido para ir a clases… esas clases aburridas y sin sentido para tu gusto, y te vuelves a mirar una vez más al espejo y aquella sonrisa irónica se vuelve a posar en tus labios y es que tu rostro era de espanto, la piel mas pálida de lo normal debido a la perdida de sangre, pero tus mejillas completamente rojas. La fiebre volvió a aumentar un poco mas si era posible, tus ojos mas ojerosos, imposible, nada podía remediar tu cara en estos momentos, a pasos lentos sales del baño, vuelves a dirigirte a tu habitación en busca de tus cosas
-Junsu, estás listo? –pregunta tu madre con un tono que hasta denota cariño, y agradecías estar de espaldas hacia ella mientras subes la escalera parando en el tercer peldaño al escuchar su voz
-Si… -murmuras débilmente y agradeces el usar chaleco así no puede ver sus brazos… -Madre… -la llamas con un tono un tanto entrecortado –no me siento bien…no quiero ir a la escuela… -dices con el mismo tono de voz, rogando por un poco de comprensión por su parte
-Apúrate… -te dice con un tono totalmente distinto al de hace unos momentos –no quiero tener problemas con tu padre por tu culpa… -y agradecías enormemente estar de espalda a ella y no viera aquellas lágrimas que se formaban en tus ojos a la vez que te maldecías por ser tan entupidamente débil en aquel sentido
-Si –murmuras terminando de subir las escaleras a tu habitación una vez mas en tu rostro surca esa irónica sonrisa… tu vida giraba en torno a la ironía, y esas palabras de tu madre seguían girando una vez mas por tu cabeza y te ponías a pensar en que momento fuiste tan tonto de llamar a aquel hombre padre, cuando es tan solo un desconocido en tu lista de familiares, no lleva tu sangre, y tu tampoco llevas su apellido, y estás mas que seguro que él solo te tiene en su casa por ser el primer hijo de la que ahora es su mujer, con la cual si tiene hijos legítimos, tu tan solo eres el estorbo en aquella familia, y estás hasta casi seguro que gran mayorías de sus peleas son por tu causa, por tu existencia y una vez mas estás seguro de que tu vida es un estorbo, que nunca tuviste que haber nacido….
-Maldición –murmuras por lo bajo viendo como la sangre manchaba parte de tus ropas y el suelo propiamente tal, ahora no tan solo sentías tu brazo punzar fuertemente si no también comenzaba a arder, te quemaba por dentro, masoquistamente estirabas la piel de tu brazo cortado viendo entre la sangre que salía la profundidad de los cortes, los cuales no eres ni uno o dos, si hasta llevabas perdida la cuenta de cuantos cortes llevabas en ambos brazos, en las muñecas, en tus mismos muslos, el pecho, los hombros…
Que más daba, tenías el cuerpo cubierto de cicatrices, cuando sabes que aquellas marcas de pasado jamás las podrás borrar… aquel asqueroso recuerdo sigue tan vivo en tu memoria que con nada absolutamente nada lo podrás dejar de recordar porque una vez mas esas imágenes que marcaron tu cuerpo vuelven a tu mente, y dejas una vez mas que la navaja se abra paso por tus venas… y sonreías una vez mas ahora con cansancio, con desilusión pues aquello que es mal visto por muchos, en estos momentos para ti es una pequeña salida a tu dolor, al dolor de tu corazón, de tu alma ya que lo sustituyes por un dolor mas grande y no importa lo poco que dure aquello pues sientes que por un momento puedes sentir un mínimo de alivio… O será también porque has dejado de oír aquellos gritos de tus padres y han vuelto a pretender ser la familia feliz que jamás ha existido y eso te daba exactamente igual. Te dejas caer en tu cama, ya el cansancio era demasiado como para seguir pensando en cosas que a tu parecer ahora eran estúpidas, y no importaba si manchabas las sabanas con la sangre que aun salía de tus brazos y no importaba si te resfriabas por quedarte con aquellas escasas ropas que portabas a pesar de ser invierno, pues tampoco te habías tapado con las mantas, ya simplemente nada importaba, no querías siquiera llegar a despertar a día siguiente, mejor dicho en unas cuantas horas mas querías dormir un poco mas eternamente…
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Como todos saben nada es perfecto, escuchabas como la molesta alarma de tu despertador sonaba estrepitosamente en tus oídos, con gran esfuerzo logras apagar aquel aparto, viendo como gran parte de tu cuerpo estaba manchado con sangre, ahora hacías un esfuerzo aun mas grande para poder ponerte de pie… no solo tu cuerpo estaba débil a causa de los corte, tu cabeza dolía a horrores, y la fiebre la sentías aumentar a cada movimiento que hacías…
Como pudiste terminas de llegar al baño despojándote del pijama y te metes debajo del grifo con el agua caliente mas caliente de lo normal, pero nada de eso te importaba, sentías como tu brazo punzaba con el toque del agua caliente en cada corte viendo como al principio el agua corría un tanto rojiza para luego tan solo salir un tanto mas cristalina, el mareo era insoportable, y tu vista era cada vez mas borrosa. No podías identificar si se trataba de los cortes o de la fiebre pero estabas seguro, era una sensación tan insoportable que hasta deseos de vomitar te habían llegado a dar.
Aun te preguntas cómo es que has sido capaz de mantenerte en pies todo el rato. Ahora ya vestido para ir a clases… esas clases aburridas y sin sentido para tu gusto, y te vuelves a mirar una vez más al espejo y aquella sonrisa irónica se vuelve a posar en tus labios y es que tu rostro era de espanto, la piel mas pálida de lo normal debido a la perdida de sangre, pero tus mejillas completamente rojas. La fiebre volvió a aumentar un poco mas si era posible, tus ojos mas ojerosos, imposible, nada podía remediar tu cara en estos momentos, a pasos lentos sales del baño, vuelves a dirigirte a tu habitación en busca de tus cosas
-Junsu, estás listo? –pregunta tu madre con un tono que hasta denota cariño, y agradecías estar de espaldas hacia ella mientras subes la escalera parando en el tercer peldaño al escuchar su voz
-Si… -murmuras débilmente y agradeces el usar chaleco así no puede ver sus brazos… -Madre… -la llamas con un tono un tanto entrecortado –no me siento bien…no quiero ir a la escuela… -dices con el mismo tono de voz, rogando por un poco de comprensión por su parte
-Apúrate… -te dice con un tono totalmente distinto al de hace unos momentos –no quiero tener problemas con tu padre por tu culpa… -y agradecías enormemente estar de espalda a ella y no viera aquellas lágrimas que se formaban en tus ojos a la vez que te maldecías por ser tan entupidamente débil en aquel sentido
-Si –murmuras terminando de subir las escaleras a tu habitación una vez mas en tu rostro surca esa irónica sonrisa… tu vida giraba en torno a la ironía, y esas palabras de tu madre seguían girando una vez mas por tu cabeza y te ponías a pensar en que momento fuiste tan tonto de llamar a aquel hombre padre, cuando es tan solo un desconocido en tu lista de familiares, no lleva tu sangre, y tu tampoco llevas su apellido, y estás mas que seguro que él solo te tiene en su casa por ser el primer hijo de la que ahora es su mujer, con la cual si tiene hijos legítimos, tu tan solo eres el estorbo en aquella familia, y estás hasta casi seguro que gran mayorías de sus peleas son por tu causa, por tu existencia y una vez mas estás seguro de que tu vida es un estorbo, que nunca tuviste que haber nacido….
o___o junsito...x dios..asadasada T_T
ResponderEliminaresta interesante, kero seguir leyendo, espero conti , onegaiiii ^^
waa me deprimi u__u
xD
no junsito no te lastimes yo prefiero estar en tu lugar espero que cuando conoscas a micky cambies uhhhhhhhhhhhh continua plissssss ^^
ResponderEliminarT_______________________________________T
ResponderEliminares ke junsuuuuuuuuuuuuu tiene ke conocer a chun para ke le de cariño y le diga ke esta aki para hacerlo feliz y dadasdasdasdas
me encantooo ;^;
wwooowww sto va a sonar xtraño pero has descritho mi vida casi a la perfeccion xq mi padre si s mi padre, cuando comenze a leer sto m dio un scalofrio y un ataq d ansiedad horrible, pero hay q nfrentar las cosas y io sigo adelanthe stho nu m va a hacr caer xq ia lo supere
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