DESTINARE AB SANGUIS
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Seúl, Corea
Sede del Consejo de Sangre
Won Dae escuchó atentamente los argumentos que los otros integrantes del Consejo tenían en contra de su primogénito. Se le oprimió el corazón y una vez más el pasado golpeó su mente con fuerza… aquella le parecía una maldición…
- ni mi propia familia es capaz de ofrecer lealtad… - murmuró entre dientes mostrando esa mirada fría y calculadora que aparecía siempre que tomaba una decisión dispuesto a asumir sus más extremas consecuencias… se puso de pie siendo imitado por el resto de los miembros y dijo… - juzgado ha sido como las leyes del Consejo de Sangre lo dictan, y enjuiciado a muerte por su traición… Jaejoong será ejecutado al alba expuesto en la Cámara de los Sacrificios a los rayos del sol… - consciente de la sonrisa autosuficiente de los otros pero sin darles tregua a mofarse más de la suerte de su linaje, el Adalid dio la vuelta y salió de la Sala…
Pasos firmes resonaban por donde iba pasando, los pasillos oscuros se extendían y parecían no tener fin… así era la ira que carcomía las entrañas del Rey del Clan Kim… sus pensamientos se habían perdido siglos atrás y aquello solo acentuaba su herida… la del orgullo lastimado…
- primero mi propia esposa, ahora Jaejoong… de nuevo… - susurró apretando la mandíbula y entrando estrepitosamente en la Sala donde su primogénito aguardara prisionero… - de nuevo Jaejoong… - volvió a murmurar en tanto se acercaba a un tembloroso pelioscuro con los ojos inyectados de un peculiar color tinto que le daba cierto toque perverso… aunque fuera claro por los temblores de su cuerpo que lejos de sentirse omnipotente o poderoso de ningún modo, estaba sufriendo… - te lo perdoné una vez hijo mío… - soltó con enojo sin mostrar siquiera un poco de clemencia por su primogénito… - pero no lo haré una segunda… - se inclinó hacia abajo para mirar directamente a los ojos del pelioscuro… - meterte con el Diurno fue tu peor elección…
Y dándose nuevamente la vuelta, el Adalid dejó atrás a su hijo condenado a la suerte de un solo descuido… enardecido por la falta de hace mucho tiempo atrás y cegado por su orgullo no dio una sola oportunidad a Jaejoong de llegar a interceder por su propia vida…
Había aceptado ante el concilio que su muerte era justa…
El Príncipe Vampiro apenas había conseguido escuchar las palabras de su padre… demasiado perdido en el dolor que seguía consumiéndole lentamente no tenía un ápice de energía ni siquiera para murmurar una palabra… aún así, comprendió perfectamente la ira de su padre…
Recordó… la primera vez que una acción de su parte hirió el orgullo de su padre…
Aquella… en que sin darse cuenta, se enamoró por primera vez…
……………………………
Distrito Gangseo-Gu
Palacio Sentinella
Yunho abrió los ojos y ante él tuvo a ese hombre que si bien no había tenido frente a frente nunca, en más de una ocasión estuvo en la mira de alguna de sus armas durante sus cazas a la luz del día…
Alexander apenas si sonrió al verle… en nada le extrañó que aquellos ojos cafés le miraran casi con furia… el Diurno mostró sus filosos colmillos e hizo el amago de liberarse, los grilletes de metal naturalmente no cedieron, pero aquel movimiento fue suficiente para que Yunho calibrara la magnitud del problema en que se encontraba, liberarse no sería sencillo, pero no le resultaría imposible… estuvo inconsciente, pero una parte de su mente estuvo atenta todo el tiempo y él tenía un panorama general de la situación…
Jaejoong aún le necesitaba y él no tenía ni siquiera contemplado dejarle de lado…
- dí de una vez lo que quieres de mí, así podré largarme cuanto antes… - el Diurno bufó… sus músculos se tensaron y Alexander solo pudo apartarse hasta aquel escritorio provisto de otros controles…
- tu cooperación… - el hombre respondió al presionar un botón, los grilletes que mantenían cautivo al moreno fueron abiertos…
El Diurno miró sorprendido aquel acto, pero no lo demostró, bajó de la mesa de metal y su vista vagó libre y rápidamente por la Sala… en una mesa más al extremo iluminada apenas por una lámpara de luz azul se encontraban armas y un cambio de ropa, es que él iba solo con bóxer. Las heridas que abiertas se hubieran mantenido mientras algunos aparatos extraían sangre de su cuerpo se cerraron casi al instante, dejando apenas una huella visible que sabía desaparecería en unos instantes más.
- trabajo solo… - sonó la voz ronca el moreno…
- esta vez quizá debas pensarlo y hacer una excepción… - Alexander le encaró… las facciones del humano le recordaron a Yunho a un hombre sereno y de claros objetivos, calculador como los grandes estrategas que pacientes e inteligentes aguardan para dar el mínimo paso o realizar cualquier movimiento…
- ¿cuál sería el motivo?...
- quieres salvar al Príncipe Jaejoong…
- qué le hace pensar tal cosa… - el moreno trató de que su rostro no le traicionara y revelara en sus facciones el interés al escuchar el nombre de su amante…
- te “capturamos” mientras le protegías… ciertamente me disculpo en nombre de mi equipo el no haber podido evitar que se llevaran al Príncipe Jaejoong… - el hombre hizo una reverencia y Yunho se sintió aún más confundido…
- ¿por qué parece tan interesado en la seguridad de Jaejoong?... – el moreno se dispuso a indagar sus propias inquietudes… el grupo Sentinella se caracterizaba por exterminar vampiros y licántropos… no en protegerles de ninguna manera…
- te daré todas las respuestas que quieras después, el Príncipe Jaejoong será ejecutado apenas los primeros rayos de sol nazcan en el horizonte…
- cómo sabe usted eso… - el moreno no necesitaba un reloj, había aprendido en todas esas décadas como noctámbulo a leer en el cielo la hora del día o la noche, miró por el tragaluz en lo alto de la Sala la posición de la Luna y supo que no tenía más de dos horas para salvarle…
- sé muchas más cosas de las que crees, Jung Yunho, que ustedes sean inmortales no les hace más inteligentes que nosotros… - cierta molestia se deslizó en el tono de voz de Alexander…
- no dije eso… pero ahora quiero que me diga entonces qué es lo que pretende y quiere de mí…
- te lo he dicho ya, tu cooperación solamente…
- a cambio de qué…
Alexander sonrió algo más esa vez… sus ojos destellaron con un brillo que a Yunho le pareció familiar… así era como una mirada brillaba cuando se tenía en mente un elaborado plan que no iba a revelarse de buenas a primeras, y eso le inquietó un tanto más, pero no titubeó…
El Diurno también sabía priorizar, y en ese momento Jaejoong lo era todo en su vida…
- de acuerdo… - el moreno aceptó mientras comenzaba a vestirse y colocarse las armas que, si bien no eran justamente las suyas, eran bastante similares… no tenía tiempo de ir hasta su guarida y abastecerse…
- él te acompañará… - apenas dijo Alexander cuando las puertas se abrieron de par en par dando paso a un chico alto de linaje afroamericano según parecía por su color de piel y muy característico porte al caminar…
- ¿quién eres?... – el Diurno se limitó a preguntar sin dejar de prepararse, su fiel katana en la funda colgando en su espalda…
- Derek Moore… - el chico murmuró…
- no sabía que el grupo Sentinella tuviera entre sus filas a vampiros… - el moreno le reconoció fácilmente… había bastado con percibir el aroma de su sangre, ningún vampiro tenía aromas siquiera parecido al de los humanos o licántropos…
- te lo he dicho antes, Diurno, aún hay muchas cosas que no sabes, pero compartiré con gusto contigo si es que sigues trabajando hombro a hombro con los míos…
Yunho terminó de alistarse y se dio la vuelta encarándole…
- una vez que Jaejoong esté a salvo, saldaremos cuentas pero no esperes que me una a ti…
- nos vamos ya… - Derek dijo sin siquiera esperar por más palabras de Alexander… - los primeros rayos de sol saldrán en un par de horas, debemos llegar hasta la sede del Consejo de Sangre antes de que eso suceda, y entrar no será como simplemente llamar a la puerta…
- lo hago todo el tiempo… - el moreno sonrió mientras se colocaba unos lentes oscuros y sentía en su sangre la adrenalina circular…
Había algo en Derek que inquietaba al Diurno… y no era solo el hecho de ser un vampiro, pero todavía no lograba comprender ni dilucidar de qué se trataba. Le miraba de soslayo y le examinaba mientras caminaban por aquellos pasillos hasta una especie de hangar en donde ya les esperaban otros hombres. El Diurno les tenía ubicados, ellos pertenecían a un grupo de caza… que también había fracasado un par de misiones intentando cazarle a él…
- Marek es el líder del grupo de caza, serán tu apoyo en el Consejo de Sangre… - Derek dijo antes de subir a otro auto dejándoles a ellos intercambiando miradas…
- no te servirá de mucho esa arma tan pesada si quieres enfrentar a más de un vampiro… - el moreno miró casi con altivez a Jared, quien bufó pues no era de su total agrado tener que trabajar en conjunto justamente con el Diurno y todos los dolores de cabeza que han tenido por su causa… - por cierto, ¿Gustav Anderson abrió la boca ya?... – Yunho sonrió con diversión antes de subir…
Ni Marek ni ninguno del equipo de caza dijo nada, aunque Nínive mostrara inquietud por el conocimiento que el Diurno parecía tener de todos sus movimientos… Gustav Anderson (el historiador que sabe de Génesis) había hablado, pero aún no podían dar con Génesis ni penetrar la fortaleza de Yiang o mucho menos enfrentarle. Les gustara o no, Sentinella necesitaba entre sus filas a otros como Yunho y Derek.
Durante el trayecto Yunho se limitó a escuchar, Marek era buen líder y su equipo un grupo sólido e interesante… pero Gerard (el canadiense que no estimaba a Junsu) no le inspiraba confianza, presentía que no encajaba en el grupo por algún buen motivo que tarde o temprano saldría a la luz… esperaba que no fuera a convertirse en su problema…
- llegaremos en 10 minutos, en 20 comienza el amanecer…. – Roxanna avisó y entonces todos hicieron una última revisión de su armamento, si bien cada uno tenía su especialidad, todos participaban de los enfrentamientos en campo…
Yunho por su lado ni siquiera se inmutó, sabía lo único que necesitaba; la ubicación de Jaejoong y cómo sacarle del Consejo de Sangre.
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Los siete representantes en el Consejo de Sangre se ubicaron en aquella antecámara situada varios metros por sobre la Cámara de los Sacrificios, se trataba de un recinto amplio en forma circular construida de piedra, al centro solo se encontraba un pilar al que Jaejoong se encontraba encadenado semiinconsciente, ya no temblaba ni sentía el mismo dolor punzante aunque aún le hirviera la sangre… lo que sea que hubiera pasado con él no le había matado… aún, porque tenía certeza de los cambios que se habían producido en su interior al haber bebido sangre del Diurno…
Los siete vampiros estaban de pie listos para presenciar el castigo del Príncipe Kim, Won Dae lucía frío e inexpresivo, mientras que en los rostros de los otros seis estaba plasmada cierta dicha por el sacrificio que estaba por efectuarse.
- la hora ha llegado, Adalid… - dijo uno de ellos sonriendo malévolo…
- que las compuertas superiores se abran… - ordenó el Rey Kim y la satisfacción pareció destellar en los ojos vampiros de los demás… el Adalid no se inmutó…
De la parte superior de la Cámara (el techo) resonó una especie de crujido, y luego un diámetro aproximado de un metro comenzó a abrirse, cuatro partes cuneiformes que se retrajeron ocultándose entre rendijas de la piedra… los primeros rayos de sol se colaron comenzando a quemar algunas porciones de piel del cuerpo de Jaejoong en rostro, hombros y brazos pues no había siquiera prenda alguna que cubriera aquellas partes; el pelioscuro comenzó a retorcerse y quejarse sin emitir esos sonidos desgarradores que sabía el Consejo de Sangre esperaba escuchar…
Y cuando apenas comenzara a ensancharse una sonrisa en labios de los seis vampiros del Consejo de Sangre, algo oscureció momentáneamente el orificio y cayó como un manto cubriendo a Jaejoong… se trataba del Diurno quien en la caída limpia se encargó de trozar con su espada las cadenas que retenían al Príncipe, apenas unas chispas centellaron el encuentro de ambos metales; al mismo tiempo, aquel manto que hubieran visto cubrió el cuerpo de Jaejoong, se trataba de una tela especial con la que se hacían trajes para vampiros que como el mismo Adalid, se atrevían a salir durante luz de día, sin embargo, la tela no ofrecía protección por demasiado tiempo… Yunho tampoco necesitaba demasiado…
Los representantes del Consejo de Sangre enfurecieron ante la aparición del Diurno, mandaron cerrar las compuertas superiores y luego ordenaron detener y matar al moreno y al Príncipe Jaejoong, unas decenas de vampiros entraron a la Cámara de los Sacrificios desde distintos puntos, Yunho sonrió con arma en mano y Jaejoong a su espalda cubierto totalmente por la tela; un primer vampiro se lanzó al ataque y al mismo tiempo el muro lateral de la izquierda explotó por el impacto de un proyectil lanzado desde un kilómetro de distancia por Jared, afuera de esas paredes se desataba otra batalla entre varios grupos de centinelas encabezados por el equipo de caza, pues éstos últimos se dedicaron en exclusiva a cubrir al Diurno.
Una camioneta con blindajes reforzados entró de reversa y a toda velocidad por el agujero que la explosión dejara en el muro de piedra, Yunho se apuró en meter a Jaejoong en la parte trasera…
- ¡llévatelo!... – golpeó el metal al cerrar la puerta y la camioneta partió derrapando entre los escombros de piedra…
- ¡Kim Jaejoong es ahora un exiliado del Clan Kim, te desconozco como mi hijo, sangre de mi sangre!… - el Adalid había gritado sin piedad mientras la camioneta en que viera subieron al pelioscuro se perdía entre los escombros de la entrada forzada y sin que los vampiros pudieran en ese preciso instante hacer nada para detenerles, porque sus sublevados humanos no podrían darles alcance con aquella defensa del grupo Sentinella cubriéndoles la retirada y los rayos de sol inclementes resplandeciendo con fuerza esa mañana…
- ¿me quieren? Vengan por mí… - el moreno invitó, consciente de la furia del Adalid, pero sonriendo con diversión y esquivando con facilidad relativa los ataques de los vampiros que se atrevieron a enfrentarle…
Desde la seguridad de la camioneta blindada, Derek sonrió de medio lado al saber que Jaejoong estaba seguro… aunque fuera a lado del Diurno…
Los siete integrantes del Consejo de Sangre no se habían quedado a observar la batalla… el Adalid no tuvo en mente intervenir… aunque hubiera aceptado el juicio contra su primogénito y estuviera verdaderamente enojado con él, una parte de él le quería vivo… los otros seis hombres tenían otro plan fraguándose y su atención en ello… Jaejoong era al final solo una distracción para el Adalid… el Consejo de Sangre se dispersó partiendo por distintas direcciones…
Detrás quedaba un enfrentamiento entre centinelas y vampiros. Marek y su equipo eliminaron a varios que quisieron reforzar el ataque contra el Diurno pretendiendo duplicar o triplicar el número de contrincantes… pero no solo encontraron resistencia contra el equipo de caza, sino que Yunho les había dado muerte dejando cenizas y heridos que emprendieron la huída antes que sentir nuevamente el filo de su espada o el dolor de sus balas UV. Marek regresó entonces por él en otro auto…
- Jaejoong está seguro y a salvo, Derek te espera en un punto estratégico a unos minutos de aquí… - Marek dijo mientras conducía y veía a su equipo replegarse siguiéndole en otros autos…
- ¿dónde está Gerard?... – fue lo único que el moreno se limitó a cuestionar… Marek titubeó para responder…
- siguiéndoles el paso… - escucharon por el intercomunicador, luego el sonido característico de llantas derrapando en el asfalto, Gerard se unía a la retirado habiendo aparecido en la carretera desde una desviación a la derecha a toda velocidad…
Marek y Yunho no dijeron nada… pero claramente sospechaban que algo no estaba bien…
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Derek estaba esperando la llegada de los demás… de Yunho en específico… pero aún no había echado siquiera un vistazo en parte trasera donde iba Jaejoong… unos minutos después cuatro autos llegaron…
- es ahora tu responsabilidad… - Derek le entregó las llaves… y sin intercambiar más palabras subió con Marek partiendo de nueva cuenta…
Yunho entendió que no sería la última vez que se verían… abrió las portezuelas en la parte trasera y subió, el pelioscuro estaba sentado mirando a la nada…
- Jaejoong… - le llamó suavemente…
- no le importó… - murmuró sin dirigirle la mirada…
- vamos, hay que movernos… - acarició una de sus pálidas mejillas y luego pasó al frente emprendiendo la marcha…
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Distrito Gangseo-go
Palacio Sentinella
- Gerard no estuvo en el enfrentamiento pero se nos unió al final, no sé dónde estuvo, con quién o qué hizo, nunca me ha agradado y lo sabe… - Marek informó a Alexander apenas arribaron de regreso…
- mantén al enemigo entre tus filas… - el hombre le miró son serenidad… - nunca olvides eso, Marek…
Dichas tales palabras, Alexander continuó observando una imagen digital de lo que parecía un grabado con símbolos egipcios de época muy antigüa, en el monitor se sucedieron varias imágenes más como ésa; Marek se retiró entendiendo que no recibiría más respuestas, al salir, Derek ingresó…
- ¿estás más tranquilo ahora?... – Alexander cuestionó sin apartar su vista del monitor…
- Jaejoong buscará a su padre por respuestas… - Derek pareció evadir la pregunta… pero Alexander sonrió comprendiendo… la muy peculiar forma en que un vampiro puede amar…
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Hong Kong, China
JinHyuk recibió la noticia de lo sucedido en el Consejo de Sangre en Seúl gracias a una fuente confiable que le mantenía al tanto de los movimientos de vampiros y licántropos. Había seguido de cerca a Yoochun pero el día anterior le había perdido la pista… sabía que necesitaba encontrarle junto con Junsu… el centinela también debía saber lo que sucedía con los suyos…
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Palacio Yin
- qué tiene que ver con nosotros lo que suceda con el Consejo de Sangre ¡no somos nadie para ellos, madre!... – Zhenli espetó molesta al ver que la Reina se preparaba para viajar a Corea…
- somos un Clan honorable, es nuestro deber ver por la estabilidad de nuestra raza… - respondió la mujer con tranquilidad…
- ¿Qué hablaste con ese hombre?... – preguntó la muchacha con seriedad… su madre no contestó… - dímelo madre, ¿qué trato hiciste con el Adalid? ¿Porqué ahora vamos a involucrarnos en una batalla fuera de nuestro territorio?... – su madre le encaró finalmente…
- escucha… - le sujetó por los hombros mirándole directamente… - nunca le des la espalda a los tuyos aunque te hayan dado una puñalada o dejado a tu suerte…
- por qué no habría de hacerlo, madre…
- porque el único modo de sobrevivir, es manteniendo a todos de tu lado…
Zhenli no comprendió… pero imaginaba que lo haría…
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Yiang sonrió complacido cuando supo lo sucedido con el Consejo de Sangre…
- es cuestión de tiempo, terminarán por destruirse entre ellos y facilitarán mi sucesión como máximo Dios… - sintiéndose victorioso a pesar de que el día anterior Yoochun le humillara en su propia casa llevándose a Junsu, Zhang Yiang se recargó en aquel sofá de cuero mientras la música estridente sonaba en ese antro y varias chicas le sonreían coquetas comenzando a acariciar su pecho desnudo y desabrochar sus pantalones…
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Zhenli había salido del Palacio a toda prisa, molesta y confundida por la acción de la Reina… no pensaba acompañarle… no quería ofrecerle ninguna clase de ayuda al Consejo de Sangre cuando por décadas les dejaran de lado… llegó hasta aquel claro en lo alto de una colina donde solía encontrar cierta paz y tranquilidad… pero esa noche la luna no lucía tan atractiva…
- incluso enojada luces hermosa… - una voz varonil que bien conocía ya le hizo sobresaltarse…
- DongHae… - murmuró su nombre sonrojándose al instante pues recién parecía dar sentido a sus palabras…
- la gente en el Palacio se moviliza y tú estás aquí; significa que lo que pasa es lo que te ha hecho enfadar…
- no hables como si me conocieras… - la chica se tensó cuando él se sentó a su lado… le inquietaba todo lo que el joven le hacía sentir…
- de acuerdo… - el pelicobrizo sonrió guardando silencio… si quería ganarse de verdad el corazón de la Princesa… estaba listo para esperar una eternidad a ser posible y necesario…
Zhenli miró la luna en el firmamento… tenía tantas cosas en qué pensar… y DongHae solo aparecía para complicar sus pensamientos, porque justo ahora su corazón latía veloz y en su mente solo podía recordar ese beso que hace no demasiadas noches le entregara…
Y descubrió… que quería experimentarlo de nuevo… porque en esos segundos en que duró aquel beso, ella se sintió algo más liviana y segura…
Zhenli se movió y DongHae solo pudo responder su beso cuando los dulces labios femeninos se acercaron a los suyos rozándole con una sutil caricia que le invitó a ser él quien terminara por compartir aquel húmedo contacto con que sintió se elevaba al cielo. Las manos de la Princesa subieron decididas hasta su cuello enredándose en él, sus cuerpos se pegaron un poco más y ella solo pudo suspirar cuando la lengua del pelicobrizo se coló en su boca degustando su interior, resbalando y enredándose con la propia…
Sintió un fuego diferente nacer en la boca de su estómago y su calor se propagó por todo su cuerpo instándole a buscar más de DongHae… todo eso que sabía, el chico no dudaría en darle…
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Seúl, Corea
Distrito Yongsan-Gu
Hogar de Jung Yunho
Yunho entró hasta la parte más oscura de su guarida, ahí donde finalmente Jaejoong pudo salir quitándose al instante aquella capa de material especial que había impedido que los rayos del sol le consumieran… había comprobado una cosa, no era inmune como lo es el Diurno a pesar de haber bebido de su sangre, pero tampoco le había matado como con cualquier otro vampiro hubiese sucedido…
El moreno le examinó minuciosamente con la mirada asegurándose de que no tuviera ninguna herida importante… las quemaduras apenas visibles que habían alcanzado a agrietar su piel habían desaparecido ya…
- tomaré una muestra de tu sangre, quiero cerciorarme de que no hay nada malo en ella… - susurró con voz suave, y el pelioscuro no pudo hacer otra cosa que asentir y permitir que aquella jeringa inyectara su antebrazo para extraerle ese líquido que incluso le parecía más oscuro de cómo recordaba…
Como fuera, lo único que le importaba ahora era que estaba a salvo… con Yunho… quizá por ello era que Jaejoong estaba tranquilo… el solo hecho de poder ver detenidamente cada uno de los movimientos de Yunho mientras analiza esa muestra de sangre que tomara de su cuerpo, le valía absolutamente todo lo que ha vivido. Poder respirar y percibir su presencia, escuchar los latidos de su corazón y aspirar su aroma… nunca en sus largos años de existencia se había sentido tan vivo y agradecido como en ése momento…
Es que aquello era…
Como sentirse humano…
Y era sentirse humano más allá de las debilidades siempre vistas en ellos, era ése sentirse dichoso y pleno con solo estar a lado de una persona… era sentir los rítmicos latidos de su corazón que lejos de ser frío y calculador como lo es la esencia de un vampiro, estaba cálido y se desvivía en emociones que casi le parecían nuevas pero que alguna vez mucho tiempo atrás experimentó…
Porque no…
No era la primera vez que se enamoraba…
Las memorias del Príncipe Vampiro se agitaron y con ellas un pasado que fue tormentoso, cerró los ojos y tomó una respiración profunda luchando por no pensar más en aquellos años… por no recordarle a Él… casi resultaba inútil… se le oprimió el pecho y volvió a sentir aquel rencor hacia su padre que ese día solo había renacido con creces cuando no le protegió… cuando valió más el título de Adalid que de padre…
- ¿Jaejoong…? – el moreno le llamó con cierto tono preocupado luego de haberle visto tan abstraído y a ojos cerrados…
- ¿está bien mi sangre?... – el pelioscuro cuestionó tratando de no prestar atención a esa mirada preocupada de ojos cafés que se le clavaron sin tregua a disimulos…
- aún no termino de analizarla, la computadora hace su trabajo… - respondió sin apartarle la mirada, leyendo en los grandes ojos negros del Príncipe Vampiro que mucho había en su mente reprimido… - ¿me lo dirás ahora o seguiremos comportándonos como si el otro no nos importara?... – dijo con seriedad… porque no estaba dispuesto a ignorar más todo lo que de fondo sentía por el pelioscuro…
Jaejoong le miró fidedignamente sorprendido… es que no se esperaba aquella honestidad por parte del Diurno… titubeó y en su garganta se atoraron varias respuestas del tipo <.no es de tu interés.> ó <.no entiendo de qué estás hablando.>; entre las que no implicaban una explosión de carácter y orgullo… atoradas quedaron y paralizado su cuerpo para responder con un enfrentamiento, porque al mirar detenidamente en los ojos cafés de Yunho, no pudo menos que sumergirse en ellos y sentir un calor diferente envolverle… Jaejoong sintió por primera vez el cariño… simple y sencillo, sin deseo ni lujuria, ni anhelos o promesas…
Sintió el calor del amor…
- no te lo diré ahora, Yunho… - finalmente habló… - porque es algo que no quiero recordar del todo justo en éste momento… - se acercó y aún de pie y el moreno sentado, pasó sus brazos por los hombros del Diurno inclinándose hasta que sus rostros quedaron a escasos centímetros de distancia… - ahora quiero decirte lo que siento… - comenzó a murmurar con ese tono de voz tan naturalmente sensual… - el miedo que tuve cuando estuve prisionero y yo solo pude pensar en ti y aterrarme por no volver a verte o sentirte… - el moreno le miró con sorpresa pero sin dejar del todo su expresión atenta y cariñosa, una suave curva se dibujó en sus labios…
- ni el cielo ni el infierno me apartarán de ti Jaejoong… - aseguró al tiempo que colocaba sus manos en los costados de la cintura del pelioscuro…
- no es verdad, Yunho… - clamó el pelioscuro negando con la cabeza… y por primera vez sus ojos reflejaron miedo… - si la muerte llega, para ti o para mí, ¡no podremos estar juntos!... – el moreno se puso de pie y le abrazó…
- Jaejoong…
Apenas susurró su nombre verdaderamente sorprendido por las palabras de su amante, el pelioscuro ya se había apartado lo suficiente para apoderarse de su boca robándole el aliento con un beso desesperado… el moreno le respondió sin dudar, es que él sentía esa misma necesidad de comprobar que estaban ahí el uno para el otro, que la inmortalidad de la que gozan no les aseguraba ese amarse por la eternidad a menos que fueran cautelosos, pero que valía la pena entregarse cada que tienen la oportunidad porque no saben si habrá para ellos un mañana en el mundo mortal.
El Diurno lo levantó en vilo para dejarlo luego sobre la mesa tirando en el camino todo lo que ahí estaba y le estorbaba. Sus besos se tornaron cada segundo más apasionados, seguían sintiendo en ellos la necesidad irreverente de besarse hasta quedar agotados, como suele decirse, cual si fuera la última ocasión en que pudieran estar juntos. Se separaban apenas para tomar un poco de oxígeno antes de volver a unir sus bocas y saborearse como si fuera la primera vez que degustan el manjar de la cavidad bucal del otro.
Luego de unos minutos entre besos, las manos de ambos vampiros tomaron vida y se encargaron de arrancar, literalmente, las ropas del otro, mirándose con ese aire lascivo tan propio de su raza, tan único de sus personalidades, las caricias comenzaron ansiosas a resbalar por la piel del otro en tanto sus labios se buscaban incesantemente compartiendo besos fogosos en los que sus lenguas participaban de una lucha sin tregua por el dominio de tan genuina muestra de pasión y afecto.
- eres perfecto, Jaejoong… - el moreno susurró contra sus labios mientras deslizaba sus dedos por el contorno de su rostro, siguiendo por su cuello hasta bordear los pezones y más abajo perderse en la línea de su cintura hasta sus muslos…
- Yunho… - suspiró su nombre extasiado ante aquel roce continuo, sintió cómo se le erizó el vello de todo el cuerpo y se estremeció a cada centímetro de su piel recorrido…
- lo siento… - murmuró de pronto en tanto vuelve a tomar su boca, esa vez con algo más de cariño y dulzura, de esa calma que no muy a menudo se demostraban al encontrarse en la intimidad…
- por… qué… - el Príncipe Vampiro jadeó demasiado perdido en el sabor sinigual de ese beso, su pecho subiendo y bajando calmadamente en ese ritmo de su respiración agitada dulcemente por su beso…
- por no haber podido protegerte mejor, por haber orillado a que tu propio padre no dudara en juzgarte y condenarte a la muerte y luego al exilio…
- no me importa… te tengo a ti y eso me vale más que su desprecio… - el pelioscuro le abrazó de nueva cuenta entregándole un beso diferente… uno que sabía a agradecimiento y cariño… - aún tengo a mis hermanos, sé que ni la ira de mi padre podrá destruir el lazo que nos une, porque nuestra madre nos enseñó eso desde pequeños… - recargó su frente en la del Diurno cerrando los ojos y evocando en su memoria un recuerdo… - “la familia está destinada por su sangre”… ella nos recitaba esas palabras a menudo… - abrió sus ojos para clavar sus grandes esferas negras en la mirada del moreno… - como si hubiera sabido que nuestra familia nunca valdría más para nuestro padre que su propio orgullo como Adalid…
- tarde o temprano tu padre se arrepentirá de no haberles elegido por sobre el Consejo de Sangre… - el moreno se apartó para besarle la frente en un gesto meramente protector…
- espero… - suspiró volviendo a pegarse al cuerpo del Diurno, queriendo la seguridad de su calor, de su firme abrazo… de todo ese amor que ahora le quedaba más claro que nunca… ese que tal vez estuvo ahí desde que se conocieran, o el que tal vez alimentaron sin darse cuenta en décadas de relación clandestina, de pasión y celo… de ansia por verse de nuevo y sentirse hasta no poder más… - hazme el amor, Yunho… - pidió luego mientras enredaba sus piernas en la cintura del moreno insinuándole con una mirada el deseo de su interior…
Ese que es más que calentura o excitación burda… el deseo que nace en el corazón y quema el alma instándole a una entrega sin límites ni remordimientos, atisbado de anhelos y esperanzas, de sueños e ilusiones… entregarse, con la dulzura de un humano, con la pasión ardiente de los vampiros… con todo lo que tienen para entregarse mutuamente…
- hoy y para la eternidad, Jae… - el moreno le estiró sobre la mesa al tiempo que sus labios se encargaban de marcar su cuello con succiones que le iban dejando rojiza su nívea piel…
- ahh, Yunho mhh… - el pelioscuro gemía despacio dejando que sus manos resbalen por la musculosa espalda del moreno…
Y pronto sus uñas se revelaron filosas dejando finas líneas en la piel morena sin llegar a herirle aún… la boca del Diurno descendió un poco más hasta la clavícula para dejar una marca más en aquella zona, sus inquietas manos acariciaban los costados de sus caderas antes de perderse por delante bordeando su erección y encontrando diversión en su ingle, porque obtenía jadeos fuertes y gemidos roncos de ese Jaejoong que entrecerraba los ojos y gemía su nombre revolviendo inquieto las piernas…
El moreno bajó aún más hasta sus pezones, lamiendo lentamente cada uno de ellos y luego succionándolos tortuosamente o soplando su aliento con gentileza sobre ellos, erguidos y rosaditos le recordaron que cuesta abajo aún le esperaba otro rico manjar.
- ven… - el moreno dijo con voz ronca y excitada, le cargó pasando sus manos por la espalda y luego bajando al trasero del pelioscuro cuando éste le abrazó con las piernas su cintura, de aquél modo y sin dejar de compartir apasionados besos, Yunho y Jaejoong llegaron hasta su habitación en la planta alta…
En el camino habían hecho parada en las escaleras, donde el pelioscuro aprovechó de frenarle para poder dejar una estela de besos por el moreno pecho del Diurno, dejando su húmeda saliva resbalar contra las líneas de sus pectorales y delineando con las yemas de sus dedos cada músculo en sus brazos…
Pero cuando había buscado uno de sus más deliciosos objetivos, el moreno le había tomado por los hombros levantándole y adueñándose de sus rojos labios para besarle y llevarle de una buena vez a la cama, le apetecía ser algo más romántico y no tan desenfrenado, y hacerlo en las escaleras iba a ser todo menos romántico…
De cualquier forma, Jaejoong no parecía estar por los ánimos de cooperarle en el romanticismo, le empujó sobre la cama y se montó de inmediato a horcajadas en sus caderas…
- ni pretendas ser quien no eres, Yunho, que te ganaste un corazón que creía muerto por ser justamente como eres… - el pelioscuro comenzó a mover sus caderas de delante atrás rozando descaradamente la despierta erección del moreno…
- mhh… Jae, ahhh… - sus manos se anclaron en los costados de la cintura del Príncipe Vampiro siguiendo sus movimientos y notando cómo su miembro se endurecía más y más excitándose terriblemente tan solo con aquella insinuación…
- ahh, Yun…mhhh… házmelo ya… - gimió desesperado mientras colocándose de rodillas se acomodaba directamente sobre la erección del moreno…
Yunho iba a respingar y detenerle para poder prepararle, pero ya Jaejoong había tomado su erección y perfilándole en su cavidad anal se había autopenetrado sentándose despacio sobre las caderas del moreno gimiendo placenteramente con ese dejo de incomodidad que para qué mentir le encantaba y excitaba un poquito más… el Diurno le había acompañado gimiendo ronco al sentir su cálida estrechez rodeando su virilidad y tragándole hasta que tocó fondo en su pasaje…
- delicioso… - murmuró el moreno mientras acariciaba los pálidos muslos del pelioscuro… su respiración estaba alterada y su corazón latía a prisa, y su caliente erección palpitaba entre aquellas paredes deseoso de moverse…
- yo sé que lo soy… - sonrió con lascivia comenzando a cabalgar las caderas del moreno… - ahhh, Yunho, mhh… - gemidos escaparon de su garganta sin tapujo alguno…
Sus manos apoyadas en el pecho del moreno mientras continuaba subiendo y bajando sintiendo las precisas penetraciones del miembro del Diurno que le dejaban esas oleadas de placer tan exquisitamente satisfactorias…
Yunho continuó acostado en el colchón, Jaejoong se acomodó deslizándose más atrás entre sus piernas quedando sentado entonces en la cama, la erección del moreno aún estaba dentro suyo, echó la espalda hacia atrás y se apoyó con las palmas de sus manos contra el colchón; pasó una pierna por debajo de una del moreno de modo que aquélla postura les dio la oportunidad de experimentar nuevas sensaciones pues el moreno realizaba estocadas con un vaivén transversal que estimulaba principalmente las paredes laterales de la entrada del pelioscuro…
Los gemidos volvieron a sonar más fuerte y claro inundando la habitación con sus eróticos sonidos y el calor avasallador de sus cuerpos entregados perlándose en sudor… les ardía la piel como les quemaba la sangre encendida en pasión y fuego…
Se entregaban al sentimiento más complejo e indomable…
El amor…
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Rumania, 1800
Derek Moore fue un Gladiador en tiempos del Imperio Romano durante el siglo II… siendo esclavo y uno de los mejores luchadores a lo largo y ancho del territorio romano, el hombre de piel de color fue vendido a un importante hombre de negocios de territorios más orientales que se caracterizaba por su persistencia y buen verbo.
Luego de haber conocido otras tierras mientras acompañaba a su “nuevo Señor” sirviendo como una especie de guardia personal, Derek llegó a lo que ahora se considera Seúl y conoció al primogénito de su Señor…
Su nombre era Jaejoong…
Y de él se enamoró llegando a mantener una relación a escondidas de su Señor… hasta que Won Dae les descubrió…
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Seúl, Korea
Palacio del Este (Changdeokgung)
Won Dae explotó en cólera cuando al llegar a su Palacio encontrara sus aposentos violentados y muchos de sus hombres muertos o heridos mortalmente… ni un solo rastro de sus hijos Chae Yun ni de ChangMin… pero dolía en su pecho la ausencia de su hija más que la del morocho…
- Mi Lord…
- ¡Silencio!... – bramó enfurecido en tanto tomaba lugar en la Silla principal de la estancia… sus azules ojos destellaban con una furia que hizo retroceder a los presentes que quedaban de la guardia personal de los Príncipes… - este golpe bajo ha venido de la mano de uno de los míos… - Mikel era el único que aparecía en sus pensamientos…
Sabía que había bajado la guardia y cometido un error… que el Consejo de Sangre lo que quería era derrocarlo y Mikel tomar su lugar como Adalid… sabía también que contaba con el apoyo de por lo menos dos de los otros integrantes del concilio… sabía… que después de siglos de decadencía de su Clan, no tenía un solo aliado en quien confiar…
vaya no me esperaba tal sorpresa de los centinelas
ResponderEliminarme pregunto q estaran tramando todo.
el yunjae estuvo muy lindo. si ellos se aman.
y el kenMin esta genial.
aunq ken ahora es mas salvaje. pero me gusto.
gracias por los nuevos capitulos.
ohhhh...OMG!
ResponderEliminarestoo se pone mas bueno con cada capitulooo!es q Jae tbm tiene su pasadooo...u.U
me encanta este fic* lo max!!
Tienen que estar a nada de perder lo que más aman para darse cuenta que son la razón de su vivir. Qué bellos que tanto Mi Chunnie como Yunho y Jae hayan reconocido su amor. En serio que resultó una sorpresa ese primer amor en la vida del peoncipe quiero más detalles de eso!!! Y por supuesto saber que ocurrió con ChangMin!!!! Espero que esté con Kenryu.
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