Unexpected Love cap 9

- ¿Cuál es la emergencia?- preguntó entrando en la cocina. Junsu permaneció en silencio.- ¿querías que probara esto?- se sentó mirando la comida, el menor negó con la cabeza gacha.- ¿Qué pasó?- insistió, comenzaba a desesperarle el silencio de su hermano.
- La abuela vino hoy- confesó serio, Junho prácticamente escupió la sopa.
- ¿Qué quería?
- Saber como estaba, parecía molesta porque no hemos llamado- hizo una pausa nervioso- deberíamos ir a hablar con ellos.
- No, ya se les pasara- se encogió de hombros más tranquilo.
- Quieren…- le miró suplicante- quieren llevarme a vivir con ellos.
- ¿Qué?- exclamó más fuerte de lo que hubiera deseado sobresaltando al menor- lo siento- dijo presionando con dos de sus dedos el puente de su nariz cerrando los ojos para intentar tranquilizarse.- Bien, ya hablaré con ellos- suspiró, de ninguna manera permitiría que le pusieran de nuevo un dedo encima- Por ahora come que tenemos que ir a una clase de baile- sonrió tranquilizador.

- ¿Iremos?- le miró desconcertado.
- Por supuesto, te llevare- le guiñó un ojo.
- Puedo ir sólo- protestó infantilmente.
- Nada de eso, es tu primera clase, además yo te inscribí- justificó- te llevó yo.
- Bien- suspiró resignado comenzando a comer.

Una vez los dos terminaron ambos subieron al auto y en poco tiempo se encontraron frente a un pequeño edificio con un letrero.

- ¿Estas emocionado?- le miró antes de entrar.
- Mas bien nervioso- murmuró entrando detrás de su hermano.
- Buenos días, Kim Junsu- sonrió a la chica detrás del escritorio.
- Ah claro, es…
- ¡Junsu!- ambos voltearon a ver quien había gritado emocionado y los ojos del menor se abrieron por la sorpresa.
- Yunho- le miró sin poder creerlo, abrazando a su amigo.
- ¿Yunho?- la sonrisa de Junho se borró por completo, ¿podía ser verdad que le había inscrito precisamente en aquella academia?
- ¿Qué haces aquí?- preguntó aun sonriente sin soltar al menor para molestia de Junho.
- Lo mismo pregunto- aun no salía de su sorpresa.
- Bueno, me ganaste,- rió divertido rascándose la cabeza- bienvenido a mi academia- hizo un ademán con la mano cubriendo aquel espacio soltando por fin al menor.

Junho se golpeó mentalmente, ¿cómo no se había dado cuenta antes?, parecía que le gustaba cavar su propia tumba.

- Tu… ¿hablas en serio?
- Por supuesto- asintió orgulloso.
- Pues yo…, parece que estoy inscrito aquí, tomaré clases contigo- explicó despacio como tratando de asimilar lo que sucedía.
- ¿De verdad?, vaya, nada podría hacerme más feliz, de nuevo juntos- sonrió rodeando sus hombros.

Junho carraspeó incómodo.

- No quiero interrumpir el feliz encuentro pero necesito hablar con Junsu- dijo serio sin despegar su mirada del alto bailarín que le miraba con curiosidad.
- Ah, te presento a mi hermano, Junho- se apresuró a decir Junsu parándose al lado de su hermano.
- Vaya, es un placer- sonrió tendiendo su mano, Junho la tomó sin decir nada.- Bueno, llegaste justo a tiempo, la clase va a comenzar.
- Que bien.
- Junsu, ¿podemos…- hizo una seña para indicarle que saliera.
- Pero…- miró a Yunho.
- Será rápido.
- No hay problema- el moreno le guiñó un ojo.
- Bien.
- ¿Seguro quieres quedarte?, podemos buscar otra academia…
- Junho- le detuvo del brazo- ¿qué sucede contigo?, claro que quiero quedarme.
- Pero…
- ¿Sucede algo?- le miró preocupado.
- De acuerdo, supongo que es lo mejor- suspiró.
- Estaré bien- le sonrió tiernamente- le conozco.

Junho moría por decirle que eso era precisamente lo que le molestaba.

- Sólo espero que no sea tan malo conmigo, no he practicado lo suficiente- miró la entrada preocupado.
- Seguro lo haces bien- palmeó su hombro, Junsu le miró sorprendido, no le había escuchado palabras de ánimo hasta ese momento, una suave sonrisa apareció en su rostro.- Vamos, seguro te están esperando- suspiró, si era lo que quería su hermanito no podía hacer más que apoyarlo.
- Cierto- asintió siguiéndolo.
- ¿Listo Junsu?- preguntó Yunho frente al espejo, el menor asintió, era ahora cuando comenzaba a sentirse nervioso- puedes ponerte en donde quieras- sonrió.
- Bueno, te veo al rato- dijo Junho con la intención de salir de ahí.
- ¿No quieres quedarte a ver la clase?- la sugerencia de Yunho le hizo detenerse- adelante, sin compromiso- asintió sincero señalando una silla en la parte trasera del gran salón.

El corazón de Junsu se detuvo, ¿su hermano se quedaría ahí? Sin poder evitarlo el nerviosismo aumento.

- Yo…- miró por un momento a su hermano que ya se había colocado frente al espejo, la verdad es que tenía curiosidad por verle bailar y por supuesto, la curiosidad ganó- ¿de verdad no molesto?
- Para nada, al contrario, nos gusta tener visita- rió divertido- bien, comencemos.

La expresión de Yunho se volvió seria mientras hacía sonar la música dando paso al calentamiento. No era un grupo grande, sólo había 5 chicos y con Junsu 6 y todos parecían ir en un nivel bastante avanzado, Junho se preguntó si estaba bien que Junsu estuviera ahí. Pero todas sus dudas se vieron resueltas cuando por fin empezaron a bailar.

A pesar de que no se sabía la coreografía, Junsu se esforzaba por seguir los pasos de Yunho. Al principio se había sentido intimidado por la presencia de Junho en la clase, después de todo era la primera vez después de mucho tiempo sin bailar y no quería que le viera torpe o algo parecido, así que decidió esforzarse por hacerlo bien, pero una vez la música inundó el lugar olvidó todo, el nerviosismo, la incomodidad, todo, sólo se concentraba en imitar los movimientos de su amigo dejándose llevar por la melodía.

Junho miraba asombrado desde su silla, debía admitir que Yunho era bueno, quien se lo había recomendado tenía toda la razón. El hecho de que fueran pocos facilitaba que todos recibieran atención personalizada cosa que también le había preocupado, sobre todo después de verle saludar a Junsu tan efusivamente, pero Yunho era muy profesional y cada que veía que alguno se atoraba se acercaba para ayudarles a realizar el paso correctamente y por supuesto tuvo mucha paciencia con Junsu. Junsu… se sentía totalmente absorto en sus movimientos, tan fluidos tan perfectos al compas de la música. Jamás se hubiera imaginado que su hermanito pudiera bailar así y mirándolo el tiempo se fue volando. Cuando se dio cuenta Junsu corría hacia él con cara de agotamiento, ¿en dónde había quedado el chico que bailaba como si no hubiera nadie ahí?

- Ah hermano- dijo infantilmente lanzándose a sus brazos, Junho había acabado por acostumbrarse a esas acciones del menor pero aun no podía evitar aquel estremecimiento.
- Junsu, para no haber bailando por algún tiempo estuviste muy bien- le felicitó Yunho acercándose.
- Te odio- dijo el menor entrecerrando sus ojos, escondiéndose detrás de su hermano.
- Vamos, eso no es cierto.
- Claro que si, querías matarme, te odio- le enseñó la lengua.

Junho los miraba desconcertado, el cambio de ambiente había sido muy drástico.

- Es porque sé que lo puedes hacer- le miró serio.
- Aun así- insistió, aunque en el fondo se sentía agradecido con su amigo, le conocía muy bien- quiero ir a casa- agregó mirando a su hermano quien asintió.
- Bien, te veré después- suspiró Yunho revolviendo su cabello, sabía que cuando tenía esa actitud era imposible razonar con él- hasta luego- se despidió de Junho tendiendo su mano- gracias por quedarte a vernos, espero que te haya gustado.
- Al contrario, gracias por permitirme quedarme, eres muy bueno en tu trabajo- tomó su mano amablemente.
- Gracias.

Ambos se dirigieron al auto y una vez ahí Junsu se dejó caer en el asiento.

- Creo que moriré hoy- dijo cansado, recostado en el asiento, Junho le miró extrañado, jamás le había visto así, siempre parecía tener energía demás.
- ¿De verdad fue tan malo?- preguntó sorprendido puesto que lo había visto muy entretenido unos minutos antes.
- ¿Bromeas?- le miró incrédulo- ¿no viste que sólo en el calentamiento exagero?, esos últimas abdominales eran innecesarias- hizo un puchero.
- Para ser un buen bailarín necesitas fuerza- explicó como si fuera algo obvio.
- Ahora estás de su lado- bufó- y yo que pensaba que no te agradaba.
- ¿De qué hablas?- preguntó nervioso, ¿acaso había sido muy obvio?
- Es igual, quiero un baño y dormir- suspiró.
- Más vale que no te entretengas en nada porque mañana es tu primer día de escuela y debes descansar.
- No- se llevó una mano a la cabeza- odio mi vida, espero poder moverme mañana, con esos estiramientos seguro me duele todo- se lamentó.
- Estuviste muy bien- le animó sonriéndole- no soy un experto en la materia pero no vi que te equivocaras, al contrario me gustó como bailaste, ¿de verdad dejaste de hacerlo por un tiempo?- le miró con curiosidad pero Junsu solo le miraba en silencio con mirada brillante.
- Gracias Junho- le sonrió, con esas palabras había olvidado todo, el cansancio, sus protestas… ¿de verdad le había gustado tanto a su hermano su forma de bailar?

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