Darkness Deep cap 12

CASUS BELLI

*****
Seúl, Corea

Won Dae cerró los ojos comenzando a planear su siguiente paso… si Mikel estaba detrás de la desaparición de sus hijos lo más seguro es que le contactaría para hacer algún tipo de trato… Mikel querría su lugar y como cualquier otro vampiro (en posición del Consejo de Sangre) con título de los primeros transformados, haría uso de las más perversas estrategias.

El corazón de Won Dae reconoció la congoja que alguna vez tiempo atrás experimentó… le preocupaba Chae Yun…

Y sin embargo, una vez más poco interés o temor mostró por la suerte de ChangMin…

*****
Xinjiang, China
Linderos de las montañas Tian Shan

El Príncipe Kim peinó la zona con la mirada, podía sentir a Kenryu y oler su aroma en el ambiente como signo de que por ahí había pasado… aquella era una aldea rural situada a las faldas de las montañas Tian Shan, hasta allá había llegado siguiendo la única pista que encontrara la noche anterior cuando escapara del Palacio de su familia. Un incidente comentado en las noticias acerca de un joven que habiendo perdido el control en un restaurante había golpeado sin razón aparente a todo aquel que se le acercó, entre ellos un par de policías que estaban en descanso pero pretendieron cumplir con su deber; había dado la vuelta al mundo y resultado suficiente para que el morocho se arriesgara a viajar esos kilómetros de distancia desde su país.

Las imágenes vistas en el video de la cámara del restaurante no eran muy nítidas, pero ChangMin estaba seguro de que Kenryu no estaba alimentando y por ello su carácter era inestable tendiendo a la reacción violenta. Luego de ver ese video bastó seguir las típicas pistas de un chico comportándose de un modo extraño con actitud paranoica y que podía inspirar desconfianza o temor buscando un lugar aislado o apartado donde ocultarse… por supuesto, Kenryu no era ningún convicto huyendo ni un chico asustado que hubiera cometido un grave error… se estaba encargando de proteger a los que le rodean apartándose de ellos pues la escena en el restaurante era lo mínimo que podía ocasionar.

- en sus ojos vi el hambre de las bestias confundidas… - un hombre mayor que estaba sentado en el rústico pórtico de su casa le dijo al morocho… - llegó buscando alimento pero nada saciaba su apetito, los ancianos dicen que es la reencarnación del demonio de la oscuridad… - terminó de decir mientras daba una bocanada de ese puro que se consumió un poco y en cuyo extremo encendido vio el resplandor de un rojo fuego que por un segundo le recordó la ira inexplicable de su padre hacia él…

- gracias, Señor… - el morocho hizo una reverencia y siguió su camino colina arriba mientras veía con un dejo de nerviosismo que la luna caía más en el horizonte…

El amanecer estaba por comenzar y él necesitaba encontrar un refugio para sí mismo. Aunque su prioridad era dar con Kenryu, se había expuesto demasiado y estaba seguro de que no era el único que ahora debía estar buscándole, todavía no sabía con certeza cuál era el papel del ojigris en la guerra entre vampiros y licántropos, construía teorías en su mente y había investigado ya un poco, pero para tener mejor conocimiento y más acertado, tenía que ponerse en contacto con otros Clanes de vampiros e incluso de licántropos… aquella era una misión peligrosa y solo la comenzaría cuando encontrara a Ogazawara.

………………………………

Aeropuerto Internacional de Hongqiao
Hangar Privado

La Reina del Clan Yin abordó en su yet, con ella subió la Princesa Zhenli, a su lado como guardia personal, DongHae… La Reina no dejaba de sentir inquietud por la repentina aparición de ese joven vampiro impuro (así se le llamaba a los humanos transformados) en su Palacio, ni ante el hecho de que su hija haya demandado que se quedara como su único guardaespaldas… una demostración de habilidades en el instante en que se presentó ante la Reina e inmovilizó a varios de su propia escolta fue argumento suficiente para no refutarle nada a Zhenli. Podría tratarse de un capricho (como ya antes ha tenido) que olvidará o le aburrirá con el tiempo, aunque algo en la mirada de los dos le hizo pensar que no fuera así…

Zhenli miró por la ventanilla el oscuro cielo nocturno de la ciudad, cuando el yet comenzó el ascenso perdiéndose en lo alto sobre nubes grises y relámpagos. DongHae quería tomar su mano pues sabía cuán intranquila continuaba al no saber exactamente el motivo que impulsaba a su madre a viajar hasta Seúl… en el fondo de sus pensamientos se alegraba de saber que la chica le quería… tal vez no le amaba como sin duda hacía él. Pero dispuesto a todo estaba por ella hacer. La Princesa suspiró, no entendía a su madre… como no se entendía a sí misma… no entendía porqué después de haber jurado amor solo a Yunho… se había entregado sin miedos ni dudas a DongHae…

…flashback…

Ese beso compartido con el pelicobrizo solo le hizo desear más; Zhenli apenas tomó un respiro cuando volvió a buscar esos labios masculinos que gustosos tomaron los suyos entre caricias apasionadas y lenguas ansiosas. DongHae pasó su mano hasta su espalda a la altura de la curva que delimita su trasero presionando un poco sintiéndole jadear entre besos y arquear la espalda conforme DongHae poco más se inclinaba (la diferencia de estatura era obvia, pero eso a Zhenli le encantaba, tenía gusto particular por los hombres altos) buscando algo más de contacto.

El pelicobrizo acarició su espalda de arriba abajo haciéndole experimentar corrientes eléctricas que hicieron que la Princesa suspirara con las mejillas teñidas de carmín y que su corazón bombeara más aprisa producto de la excitación. Una mano del vampiro bajó hasta posarse en uno de sus glúteos y presionar un poco…

- mhh… - la chica jadeó y sus manos comenzaron a desabotonar la camiseta del pelicobrizo, cuya boca encantada dejaba besos por el cuello femenino…

Con la camiseta a medio retirar y el deseo por las nubes, DongHae le levantó en vilo y Zhenli enredó sus piernas en la cintura masculina mientras nuevos besos bañados de pasión eran entregados y él terminó empotrándola contra el tronco de un árbol. Ella respingó apenas pero en “venganza” retiró completamente la camiseta del pelicobrizo rasguñándole la espalda dejándole las marcas de sus filosas uñas.

- ahh… - el vampiro gimió excitado y pensó que definitivamente su nueva naturaleza sobrenatural le daba un toque muy diferente al encuentro íntimo.

Zhenli sonrió coqueta y se movió contra él sintiendo cómo bajo los pantalones de DongHae su entrepierna se endurecía, él le miró sonriéndose entonces lascivamente y en cuestión de instantes ya su erección entraba y salía en un vaivén candente de aquella intimidad húmeda y caliente que con gozo le recibía una y otra vez.

Los gemidos de ambos casi hacían eco en medio de aquella cima alumbrada claramente por la luz de la luna. Zhenli mantenía firme su agarre en la cintura de él, mientras que DongHae le sujetaba con fuerza por las caderas y continuaba golpeando contra su vagina, el sonido húmedo de sus fluidos dejaba ese toque erótico que un poco más les incentivó la libido hasta que todo ese placer y el calor los arrastró al orgasmo.

La Princesa Yin arqueó su espalda y contrajo sus paredes apretando la erección del vampiro y sintiendo cómo inundaba su interior con su semilla… sonrió como quien obtiene un premio y mientras se relajaba aún abrazada a DongHae, apoyó su frente en la de él y suspiró…

Suspiró cuando una vez más DongHae murmuró para ella aquellas dos palabras que a fuego parecían grabarse en su corazón…

- Te Amo, Zhenli…

Y pensó que tal vez un día, ella también podría amarle…
Como todavía cree amar al Diurno…

…flashback…

*****
Seúl, Corea
Distrito Yongsan-Gu
Hogar de Jung Yunho

Jaejoong estaba de espaldas al colchón, sus rodillas prácticamente tocaban sus propios hombros, Yunho estaba completamente inclinado sobre él y sus embestidas eran tan profundas que el pelioscuro no podía hacer otra cosa más que gemir y cerrar los ojos, y aferrarse a la espalda del moreno enterrando sus uñas en ella…

El primer orgasmo que habían tenido no fue suficiente para entregarse toda esa necesidad de ser uno y amarse con esa pasión desbordante que solo parecía avivar la llama encendida de un sentimiento que como el volcán dormido por centurias hoy explotaba vivo y se regocijaba en su propio ardor…

- ahh, mhh, mhhh… - gemían juntos y sentían el calor de sus cuerpos unidos avasallador ahogarles con fervor…

Yunho embestía y se sentía desfallecer por la forma en que su erección era apretada por su pasaje tan estrecho y caliente, cómo se friccionaba al entrar y salir con rapidez y profundidad, gimiendo ronco por todas esas sensaciones electrizantes que obtenía y le llenaba de placer. Jaejoong no solo comprobaba su elasticidad y firmeza (aquella posición no era frecuente en sus encuentros íntimos), sino que además se sentía tan pleno que podría jurar que sí, que efectivamente esa era la primera vez que hacían el amor. Que ya no era solo sexo o un arrebato de pasión, que no era solo compartir caricias ardientes o roces indecentes provocando una reacción fisiológica… esa vez, de verdad había sentimientos involucrados, sentimientos conscientes…

Sentimientos como los que una vez experimentó…
Cuando Derek también le amó…

Y al tiempo que ellos alcanzaban su segundo orgasmo y tocaban el cielo con la punta de los dedos… abajo en el computador finalmente se mostraban los resultados del análisis sanguíneo de Jaejoong…

ADN – DESCONOCIDO
COMPOSICIÓN QUIMICA – INIDENTIFICABLE

- Te Amo… - el Diurno sonrió acariciándole una mejilla… Jaejoong entonces solo le sonrió de vuelta atrapando luego sus labios en un beso suave…

…………………………………

Won Dae estaba sentado en aquella silla de piedra con incrustaciones de piedras preciosas y grabados de símbolos del oscurantismo en el mundo de los vampiros… tenía los ojos cerrados y la postura firme, un par de ampolletas en cada una de sus muñecas alimentándole con aquella sangre que durante mucho tiempo mantuvo intacta en un contenedor especial. El Rey Kim se preparaba para ir a la guerra contra su propia gente… el Consejo de Sangre conocería el peso de su furia por haberse llevado a su hija Chae Yun.

¿ChangMin? El Adalid aún no sabía que el Príncipe no estaba cautivo, pero a sus súbditos les había quedado claro que su paradero no le importaba porque ni siquiera le mencionaba o preguntaba nada de él… solo de la Princesa.

*****

Xinjiang, China
Montañas Tian Shan

ChangMin escuchó ruidos a su alrededor y agudizó cada uno de sus sentidos, en cosa del algunos minutos el alba finalmente se levantaría en el horizonte y él planeaba ocultarse en algún sótano profundo que sabía debía encontrarse debajo de las ruinas de esa Villa con la que se había topado. Por el tipo de construcción supo que debía tratarse de la época del Imperio Manchú, durante el siglo XVI cuando la muralla China era terminada para defender al entonces Imperio Chino de Mongolia y Manchuria.

El morocho se preparó para defenderse, el tipo de sonidos que escuchaba no pertenecían a ningún tipo de animal ni tampoco podía identificar su aroma.

Escuchó una especie de gruñido y al segundo unos brazos le envolvieron por la espalda… ni siquiera supo en qué momento esa criatura que le tenía preso y de la que no podía soltarse había llegado a acercarse… era más sigiloso que los vampiros o licántropos, pero no tenía el olor del híbrido… sintió mayor presión en la base de la nuca y luego nada… se había desvanecido…

……………………………

Abrió sus párpados y sus ojos se encontraron con aquella habitación amplia que lucía claramente descuidada y desgastada por el tiempo, olía a humedad e incienso… y algo más que no sabía qué era… aquella habitación estaba iluminada por velas de cera dispuestas en varios puntos, y sentado en una mullida silla…

- Kenryu… - murmuró sorprendido e incorporándose quedando sentado en esa improvisada cama que contaba apenas con mantas desgastadas…

- siento haberte asustado antes… - dijo poniéndose de pie y acercándose hasta el Príncipe quien le miraba un poco contrariado… - me cuesta controlar la apariencia de la bestia en que me transformo cuando me enojo… lo cual por cierto pasa a menudo últimamente, más de lo que al principio cuando me convertí en esto que soy… - sonrió con ironía…

- eso pasa porque no te alimentas… - respondió masajeándose el cuello… se sentía un poco tenso…

- no logro hacerme a la idea de morder para beber sangre… - su vista estaba clavada en el movimiento del morocho, en la forma en que su cuello se movía y cómo masajeaba hasta la nuca… tentado estaba de clavar sus colmillos en él…

ChangMin se dio cuenta de que era observado y que específicamente Kenryu le veía como hipnotizado… sonrió de medio lado y se acercó al híbrido mostrándole su cuello…

- bebe… - ordenó, sintiendo al instante los colmillos del pelicastaño enterrándose en su piel… las succiones le hicieron jadear y sus manos buscaron apoyo en los hombros del híbrido sujetándose de él porque comenzaba a sentirse mareado por la extracción de su sangre…

- me gusta tu sabor… - Kenryu murmuró para luego lamer los orificios que sus colmillos rasgaron en la piel; su caliente saliva cicatrizó aquellos puntos y luego se quedaron en silencio mirándose…

Kenryu redujo la distancia y le besó lentamente… ChangMin no lograba todavía entender, porqué se sentía tan unido al pelicastaño… cuando no conocía prácticamente nada de él, si solo le vio una primera vez en un antro y a los días ya estaba enredado entre sábanas con él… cuando creyó que no iba a pasar de un acostón… al separarse el morocho vio aquella sonrisa en labios del ojigris y su brillante mirar; sintió algo en el estómago parecido a cosquillas y terminó por evadir la mirada…

- creo que… estando contigo estoy más tranquilo, ¿sabes?...- el ojigris pensó en todo lo que ha vivido desde que conoció a ChangMin y constató que así era, que cada que él estaba a su lado todo parecía mejor, se sentía capaz de controlarse a sí mismo y de enfrentarlo todo también… - en Japón hay un dicho conocido entre samuráis, cuando encontraban el amor, se decía que habían encontrado a la funda de su espada… - el morocho entonces volvió a mirarle sintiendo sus mejillas arder, esa vez, no por excitación sino por ese calor en el estómago que era completamente diferente a cualquier otra sensación que haya experimentado nunca… - siendo lo que soy me siento como una espada peligrosa y sedienta, pero cuando estás conmigo, es como si tú fueras mi funda…

ChangMin pensó que aquello era como una declaración de amor…
Y aunque sentía algo de incomodidad, también se sentía bien…

- me agrada estar contigo… - el morocho murmuró… y al instante pensó que corto había resultado su argumento… casi soso y sin sentido…

Kenryu sonrió de medio lado guardándose aquello que hubiera querido decir… porque después de todo ChangMin era un vampiro puro, nacido y crecido como ser nocturno a quien seguramente no le habían enseñado nada sobre sentimientos… quien tal vez nunca antes lo experimentó o alguien se lo ofreció….

-quédate aquí, saldré a asegurarme de que continuamos a salvo…

- per…

- ¡nada!... – el ojigris le impidió dar un paso más y le obligó a sentarse otra vez en la cama… - aún es de día, descansa otro poco, no tardaré… - le besó fugazmente y luego casi en un parpadeo ya se había marchado…

ChangMin ya no estaba cansado ni tenía sueño, suspiró y se recargó en la pared flexionando sus piernas contra su pecho y abrazándolas, su mentón apoyado en sus rodillas. Quiso dejar su mente en blanco pero no lo consiguió… tenía tanto en qué pensar…

Su padre…
El rencor que siempre vislumbró en sus ojos al mirarle…
El recuerdo vago de su madre…
La calidez de sus ojos negros cuando le cantaba…
Sus hermanos…
Los únicos lazos que tenía y de quienes no sabía nada…

Y sin embargo, presentía que el Adalid jamás les dejaría desprotegidos.
Se preocupaba tanto por ellos, como nunca le mostró a él… salvo tal vez cuando fue por él ante Yiang, más aún entonces solo había visto rencor en su mirar.

Chae Yun lo era todo para su padre y lo sabía. La Princesa siempre había sido el tesoro más preciado para Won Dae, y todos sabían que era debido al gran parecido que tenía con la Reina. Por supuesto que ChangMin le quería también, aunque fuera un tanto vanidosa y llevara una vida de placeres. Era su hermana de sangre y a su modo siempre había procurado estar cerca y apoyarle…

- ¿Por qué me odias tanto, padre?... – en ese momento volvió a preguntarse mientras que en sus ojos se reflejaba la crepitante llama de la vela que estaba al frente en aquella polvorienta mesa.

Y es que aunque Won Dae lo haya recordado con tanta claridad cuando Zhang Yiang tuviera prisionero a ChangMin, era el morocho quien aún desconocía aquel pasado que había marcado su mismo existir.

*****
Seúl, Corea
Distrito Gangnam-Gu

Esa noche Won Dae fue citado por Mikel en aquel restaurante en el que solo se reunía gente del bajo mundo, el lado siniestro con quien el Rey Kim también se ha involucrado y con quienes llegó a brindar cerrando negocios que ofrecían beneficios para su Clan y el Consejo de Sangre. Ahora que estaba ahí, podía ver que Mikel había actuado rápido y les tenía de su lado… no le importaba, tenía listas sus propias cartas que jugar, y los movimientos en el tablero de ajedrez aún estaban por efectuarse…

- sé que quieres mi lugar en el Consejo de Sangre, entrégame a mis hijos y el título de Adalid será tuyo… - Won Dae dijo con tranquilidad y seguridad, era verdad que como Adalid siempre tuvo mayores privilegios; sin embargo, justo ahora aquello no le valía demasiado cuando los Clanes de Vampiros estaban solo aguardando la oportunidad de ganar más poder aún cuando tuvieran que pasar por sobre los suyos…

Esa era la táctica bien aprendida por siglos entre vampiros…
Intrigas y puñaladas por la espalda que hasta los más jóvenes sabían utilizar ya…

- sabes bien que con la huida de Jaejoong no tuvimos que ver, a la Princesa la estamos tratando bien… - respondió con sorna el vampiro de rasgos mediterráneos…

Won Dae titubeó un segundo pero una mirada le fue suficiente para comprender que ChangMin nunca había sido secuestrado…

- hasta el momento no se ha quejado de nuestro trato… - se relamió los labios con lascivia y al segundo el Rey Kim ya tenía un arma de balas UV apuntando directamente a Mikel… nadie ponía en tela de duda las habilidades del todavía Adalid…

- si han tocado un solo cabello de mi hija, juro que todos y cada uno de ustedes morirán por mi mano aquí y ahora… - siseó iracundo disparando entonces una sola vez…

Quien fuera la mano derecha de Mikel quedó reducido a cenizas… aquella había sido su verdadera advertencia…

- ¿comenzaremos a matarnos entre nosotros, Won Dae?...

- mejor será que no… - escucharon una voz femenina que atrajo la atención de todos… la atrayente mujer caminó entre todos aquellos vampiros que le miraban con cierto destello de lujuria hasta que se hubo sentado en la silla que estaba libre.

Luego de su repentina aparición, Won Dae, Mikel, otros dos vampiros que estaban ahí y formaban parte de una élite de vampiros aspirantes a un lugar en el Consejo de Sangre y Génesis terminaron en otra Sala. Las cinco sillas tipo monarca daban un toque místico a aquella reunión… la reaparición de Génesis ante los más poderosos representantes del Consejo de Sangre casi parecía un mal augurio para la humanidad…

*****

Yoochun y Junsu habían vuelto de Seúl y ahora el castaño trataba de mediar una reunión entre Alexander y Park… supo que su grupo estaba en otra misión y una parte de él quiso unírseles, pero la otra no quería de ningún modo volver a separarse de su novio.

- ¿te preocupan tus amigos?... – el castaño asintió… - si quieres que vayamos con ellos…

- ¿los dos?... – el centinela le miró sorprendido… en otro momento le hubiera dicho que no fuera… pero acompañarle… no lo habría imaginado…

- por supuesto. No voy a dejarte solo nunca más, pero si tus amigos te importan y quieres apoyarles, te acompañaré Junsu ah… - el castaño sonrió ampliamente…

- gracias… - y solo pudo murmurar esa palabra antes de besarle brevemente y tomar su mano sin olvidar que por el momento lo que le interesaba era que Yoochun pudiera tener una entrevista con Alexander y se ayudaran a ir contra Yiang en esa guerra que sin demasiado ruido seguía extendiéndose por todo el mundo.

*****
Xinjiang, China
Montañas Tian Shan

ChangMin cansado de esperar salió de la habitación, pasadizos apenas alumbrados por antorchas cuyas llamas eran movidas por el aire que soplaba desde la entrada parecían inclinarse en reverencia a su paso. Luego de unos pasos dados y algunas vueltas siguiendo simplemente su instinto, el morocho vio a la distancia una puerta, a través de los cristales empañados alcanzó a ver los tonos nacarados del atardecer…

En el fondo, siempre ha querido observar un atardecer o el levantarse del alba… verlo realmente y sentir los cálidos rayos del sol…

Pero atado a su destino como vampiro se encontraba y de él había aprendido a no renegar. Esperó unos minutos hasta que la oscuridad cubrió el exterior, y entonces siguió el camino hasta haber cruzado el umbral de aquélla puerta que dio a una especie de Jardín con viejos árboles que tenebrosos lucían con sus ramajes ampliamente extendidos, y entre ellos un camino viejo que daba a un portón de madera gruesa que crujió al abrir ambas portezuelas.

Los sonidos de la noche le saludaron, igual que sus aromas y el aire fresco que meció ligeramente sus mechones. La luna resplandeciente se levantó majestuosa en el firmamento y las estrellas le hicieron compañía brillando como bailarinas moteando la bóveda celeste. ChangMin reveló sus ojos azules y sus colmillos crecieron, agudizó sus sentidos en busca de Kenryu… caminó con sigilo entre terreno escarpado y empinadas escabrosas procurando que sus pasos no hicieran ruido… algunos minutos después se encontraba en una especie de mirador natural sobresaliente a lado de una cascada cuyas aguas traían consigo el flujo del Rio Tarim, uno de los principales que atraviesa la cuenca del Sur de las montañas. La cascada era alta y el espacio en que él se encontraba estaba casi en la cima, el ruido de las aguas que caían abajo era agradable para sus oídos, pero también un distractor…

Los brazos de Kenryu le rodearon por detrás y luego fue empujado contra el muro de piedra tras de sí… una vez más ni siquiera le había sentido, mucho menos visto venir…

- no debiste salir así, ChangMin ah… - el ojigris le reprendió mirándole casi con dureza…

- no eres quién para mandarme qué hacer o cuándo… - el morocho intentó apartarse pero el pelicastaño le empujó nuevamente reteniéndole contra el muro, quizá un poco fuerte porque el morocho se quejó…

- lo siento… - susurró apartando sus manos pero viendo que ya el morocho no se movía… algo le inquietaba aparte de la peculiar situación en que se encontraban y él presentía que no mucho podía hacer por él…

- tardaste horas, ¿seguro que solo te asegurabas de estar a salvo?...

- no es como si pudiera ir por ahí a hacer vida social con humanos, vampiros o licántropos, ChangMin… - entonces la mirada del morocho reparó en las manchas de sangre de la ropa desgarrada del pelicastaño… había tenido algunos enfrentamientos recientemente…

- te lo dije una vez, ni el día ni la noche son seguros para ti…

- una vida mirando hacia todas partes para salvar el pellejo, muy divertida, ¿no?... – sonrió irónicamente y se apartó sentándose en el filo del terreno…

- es el destino de tus genes… - el morocho apenas dijo sin moverse de su lugar, mirando hacia la luna y preguntándose si el hado de sus genes era el odio de su padre…

Kenryu no dijo nada ante eso… se quedó pensando un momento… aquello podría tener sentido… y recordó que en esos días huyendo de aquí para allá enfrentándose a vampiros y licántropos había experimentado unos mareos en los que terminaba por ver en su mente imágenes oníricas de un pasado que obviamente no era suyo. Destellos de memorias que borrosas y confusas le llevaban a perder el conocimiento o transformarse en aquella bestia que no terminaba por definirse entre vampiro o licántropo… quiso compartir aquello con ChangMin pero al girar el rostro para verle le observó sumido en sus propios pensamientos y prefirió callar… se levantó y volvió a acercarse al morocho, sus ojos se encontraron y en ellos vislumbraron un sentimiento compartido de soledad y necesidad de cariño…

ChangMin podría no saberlo aún, pero tenía demasiadas similitudes con Kenryu… porque el pelicastaño tampoco había tenido una madre que le cobijara por las noches cuando era un niño, y el padre que recordaba solo había sabido gritar y marcharse.

Fue la mano del morocho la que le atrajo por la nuca atrapando sus labios en un beso que en ese momento más bien le pareció desesperado y ansioso, lejos de cualquier sentimiento de pasión o cariño… sin embargo, le anhelaba tanto como él… les unía un destino que todavía no comprendían del todo, pero que como polos opuestos, les atraía sin tregua a la razón o la espera.

La lengua del morocho se enredó con la del pelicastaño y un jadeo murió entre sus labios cuando el híbrido pasó una mano alrededor de su cintura atrayéndole completamente a su cuerpo. ChangMin echó la cabeza a un lado cuando rompieron el beso y Kenryu fue directo a su cuello lamiendo y succionando porciones de piel; las hormonas se le dispararon y el calor en su cuerpo se elevó unos cuantos grados dejándole aquél deseo palpitante de volver a sentirle dentro…

Kenryu olió el aroma de su deseo y su propio libido se incrementó, volvió a besarle con súbita pasión hasta que el aliento les obligó a separase, le tomó el cuello de su polera y tiró de él rasgándole por la mitad hasta abrir la prenda en dos y tirar las partes al suelo, su boca atacó el pecho de ChangMin y éste se dejó hacer comenzando a gemir ronco por sus atenciones… por esa lengua que lamía sus pezones y esa boca que les mordía o succionaba haciéndole temblar de placer…

*****
Seúl, Corea
Distrito Gangnam-Gu

Génesis no reveló su verdadera identidad porque sabía que no le convenía, sin embargo, hacerse pasar por una persona cercana a los antepasados directos de Constantine fue suficiente para que Won Dae y Mikel le prestaran atención, el medallón que portaba era auténtico y muy pocos de ellos existían pues solo quienes conocieron personalmente a Constantine lo poseían… se había convertido en una especie de insignia de su familia…

- ¿qué es lo que quieres del Consejo de Sangre?... – el Adalid cuestionó queriendo leer al tiempo los ojos de esa mujer…

Génesis sonrió suavecito y el Rey Kim, como el mismo Mikel, solo pudieron comprobar en esos pocos minutos frente a frente que era imposible leer nada en la mirada de la mujer, que sea quien fuera tenía un poder impresionante que incluso podía ser mayor al de ellos… ninguno estaba dispuesto a arriesgar el pellejo ni sus propios planes…

- por ahora, un poco de sangre de cada uno de los líderes del Consejo de Sangre…

- ¿para qué?... – Mikel preguntó esa vez, removiéndose inquieto en su lugar… la sangre de un vampiro puro como ellos era sagrada… y podía usarse para diversos fines… magia incluida… antigua y peligrosa hasta donde los mitos decían…

- ¿les preocupa sacrificar un poco de lo que tan suyo es?... – la mujer sonrió con cierta diversión y eso solo hizo que ambos vampiros se inquietaran…

- ¿qué querrías con nuestra sangre si te rehúsas a decirnos para qué la quieres?... – esa vez el Adalid aventuró…

Génesis se puso de pie y caminó al centró, tomó una copa y cortó con una de sus uñas su muñeca izquierda derramando un poco de su líquido carmín en ella. La extendió hacia Won Dae y dijo…

- si dudas de mis intenciones, bebe y sabrás lo que pretendo…

Won Dae miró la copa y a la mujer alternadamente… ver en la sangre lo que en la mente de un vampiro se encuentra es algo que solo los experimentados y de linaje puro pueden hacer… pero nadie ofrece así como así su sangre con aquel fin…

- bebe… - Mikel intervino… y es que aquella sangre le había sido ofrecida al Rey Kim, si él se atrevía a tomarla quizá no lograría ver más que imágenes borrosas… una sangre entregada por el deseo de hacerlo solo podía ser clara en memorias para aquel a quien ha sido ofrecida…

- no… - el Adalid aseguró con firmeza… Génesis sonrió, había esperado aquella negativa… - no haré nada hasta que mi hija se encuentre a salvo y a mi lado… - su mirada cayó en Mikel y éste solo pudo reír divertido…

- ¿crees que le conozco…? ¿Que se trata de una trampa y quiero envenenarte o algo así? Le has visto llegar igual que yo y todos los otros…

- no me importa ni siquiera lo que quiera hacer conmigo, entrégame a mi hija… - y es que pesaba en su corazón el único recuerdo tan vivo que le quedaba de la mujer que amó…

Porque Chae Yun era la imagen perfecta de la Reina Hye Yong…

- te entregaré a tu hija yo misma si dejas sobre esta copa un poco de tu sangre… - Génesis prometió extendiendo hacia el Rey Kim una copa vacía…

- la Princesa Kim está bajo mi custodia… - intervino molesto Mikel… - no puedes prometerle algo que no está en tus manos cumplir, mujer…

Génesis simplemente sonrió… y en ese instante las puertas de aquella Sala se abrieron, dos hombres entraron, sujeta traían a Chae Yun… y el corazón del Adalid se contrajo en desesperación e ira… Mikel le miró sorprendido, su plan se estaba yendo por la borda y comprendiendo estaba, de que esa mujer quien quiera que fuera tenía en verdad impresionante poder…

- un poco de tu sangre Adalid… - Génesis repitió…

Y entonces la mirada asustada de su hija le convenció de aquel intercambio… Won Dae cortó con una daga su muñeca derramando su sangre en aquella copa de cristal, apenas cumplió su parte, Génesis dejó en libertad a la Princesa, quien no dudó en correr a brazos de su padre y sollozar contra su pecho… Mikel le había mostrado un mundo que había robado su dignidad…

Génesis guardó aquella sangre en un frasco sellado que depositó en un contenedor con temperatura bajo cero. Y sus ojos destellaron un color púrpura que no representó amenaza para nadie… pero que había dado vida a un hechizo que le llevaría mucho más pronto ante aquel que posee en su propia sangre todos los dones que ella en aquel largo exilio perdió. Y obtuvo también la sangre de Mikel, como ganó un aliado más cuando éste al creer en su poder, negoció una alianza apenas Won Dae salió de la Sala…

El Adalid no se fue así como así, y Mikel no necesitó asomar siquiera la nariz fuera de aquella Sala… supo que todos los que habían aguardado en el Restaurante encontraron la muerte ante la ira del Rey Kim… pero ni toda aquella matanza menguó su enojo, y la mirada de Chae Yun le hizo prometerse a sí mismo acabar con todo el Consejo de Sangre antes que dejar sin saldar aquel golpe bajo a su orgullo y amor por su hija.

*****
Xinjiang, China
Montañas Tian Shan

ChangMin enterró sus uñas en los hombros de Kenryu cuando éste arrodillado frente a él engulló su erección de una, los colmillos del pelicastaño rozaron su extensión y las corrientes eléctricas que experimentó fueron incluso más exquisitas que la primera vez que habían estado en la intimidad…

- mmhhh… - gimió ronco pero fue como un murmullo que se perdió entre el ruido de la cascada en su constante caer cuesta abajo…

El pelicastaño no escatimó en atención, subía y bajaba al tiempo que una de sus manos estimulaba sus testículos y la otra presionaba la base impidiendo que se fuera a correr pronto. Quería llevarle una vez más al límite y saborear su semilla como el manjar tan delicioso que le consideraba.

Pero ChangMin también quería saborearle y brindarle placer, así que tomó sus muñecas con firmeza obligándole a apartarse de su erección e instándole a ponerse en pie para unir sus bocas en un nuevo beso tanto más ardiente que los anteriores, y mientras sus lenguas desataban esa batalla sin cuartel, las manos del morocho se encargaron de apartar las camiseta del pelicastaño sin importarle haber terminado de desgarrarla con sus uñas reduciéndola a simples trozos de tela inservible. Kenryu chupó su lengua y ChangMin pensó que ese era uno de los gestos más eróticos que nunca nadie le haya hecho sentir tan candente, gimió y atacó con besos el cuello del pelicastaño al tiempo que giraban y le dejaba contra el muro habiéndose movido en el acto unos pasos hacia la derecha acercándose al flujo de la cascada de tal manera que la brisa provocada por el constante roce de las aguas contra los extremos rocosos les iba bañando lentamente generando esas pequeñas gotas que ya comenzaban a resbalar brillantes y confundiéndose con el sudor que también se les perlaba… gotas de agua y sudor que eróticas brillaban por el resplandor de los rayos plateados de la Luna y la propia luz de las estrellas.

ChangMin le abrió los pantalones exponiendo su erección pero sin llegar a ofrecerle más que el roce de las yemas de sus dedos subiendo y bajando a lo largo de su extensión. Kenryu gemía sin pudor alguno y esperaba que le tocara más íntimamente, pero el morocho no hacía más que aquello mientras degustaba con sus labios la piel de sus hombros, chupando la clavícula o succionando sus pezones… entonces el pelicastaño en forma de venganza llevó una de sus manos por la espalda del morocho delineando sinuosamente los huesos de su columna vertebral hasta el coxis, ahí presionó con sus dedos y resbaló entre sus glúteos hasta la entrada del Príncipe Vampiro.

Kim jadeó profundo y su boca fue tomada con ansia por la de Ogazawara al tiempo en que uno de sus dedos jugaba haciendo círculos alrededor de su pasaje. Lo mojado del agua fue aprovechado por el híbrido para humectar sus dedos un poco…

- dámelo ya… - gimió el morocho mirándole a los ojos con aquel destello de lujuria tan característico de los vampiros… el japonés sonrió y sin avisarle introdujo el primer dígito de una y hasta el fondo… - aahhh… - el morocho gimió arqueando la espalda de modo que sus erecciones quedaron más unidas ocasionándoles un espasmo de placer…

- te gusta lo salvaje, ¿ah?... – el ojigris sonrió pícaro y el Príncipe no pudo menos que “vengarse” mordiendo su mentón y friccionándose contra él excitándole aún más al rozar tan descaradamente sus caderas…

El dedo de Kenryu permaneció quieto pero entraba y salía del interior de ChangMin ante los propios movimientos que el morocho realizaba. El japonés le levantó una pierna habiendo acariciado antes la parte interna de su muslo y rozando la ingle malintencionadamente, le dejó en un principio en torno a su cintura, así aprovechó para introducir un segundo dedo sintiéndole temblar y gemir más ronco contra su piel. Dio un paso al frente y subió aún más la pierna del Príncipe Vampiro hasta que quedó en posición vertical, aquél ángulo no solo era más erótico y diferente, sino que le daba mayor libertad de movimiento embistiendo con sus dedos la intimidad del morocho, además de que sus erecciones quedaban completamente apretadas en medio de los dos.

- mhh, ahh, así… Ken…aahhh… - el morocho sentía aquéllos dígitos entrando y saliendo en forma circular de su intimidad y el calor de su cuerpo le quemaba ya en la sangre… sintió que nuevamente era empujado y se supo de espaldas al muro con la punta de la erección del pelicastaño presionando contra su dilatado pasaje pero sin llegar a penetrarle aún, su pierna aún seguía en sentido vertical mientras que la otra se había enroscado en la cintura del híbrido… - hazlo… - gimió mirándole completamente perdido en el deseo…

- ¿salvaje?... – el pelicastaño lamió los labios del morocho…

- salvaje… - asintió aferrándose con sus manos a la espalda del japonés esperando la estocada dura y profunda.

Kenryu tomó impulso y le penetró de una con fuerza y profundidad, ChangMin gimió ahogado cerrando los ojos y enterrando sus uñas en los omóplatos del ojigris. La boca del pelicastaño le besó apasionadamente y el morocho correspondió con la misma intensidad al tiempo que sentía esas primeras estocadas lentas y profundas invadir su intimidad.

Gimieron entre besos por minutos antes de que el morocho decidiera cambiar de posición, y habiéndole empujado con fuerza logró tenerle sentado en el rocoso suelo a orillas del despeñadero, él montado a horcajadas en las caderas del híbrido comenzó a subir y bajar autoembistiéndose, abrazados con el calor de sus cuerpos elevado y la respiración como el ritmo cardíaco disparado… sudor, rocío, deseo, piel ardiente, roce constante, caricias distraídas, besos fogosos… todo, todo eso que hacía de aquél momento algo especial y diferente, si bien no podían declararse un Te Amo, aquello que los impulsaba a entregarse de tal manera y sin reserva alguna nacía de ese algo en el interior que les hacía temblar de pies a cabeza y que encendía más que la llama de una obvia pasión desbordante, aquel sentimiento que confundido en su propio existir seguía derribando uno a uno los muros de los intrincados pensamientos de sus mentes encerradas en el laberinto conformado por la historia que les ha tocado vivir.

Un vampiro de nacimiento que amado solo por su madre buscó sin descanso por décadas el amor de su padre, encontrando tan solo desprecio y un rencor incomprendido que marcó su vida y que le convirtió incluso en un joven solitario que recién parecía salir del capullo de su propia autoprotección.

Un chico mitad vampiro mitad licántropo que habiendo nacido como humano tampoco conoció el amor de su padre y que ahora tiene que enfrentarse a esa nueva realidad en la que dudas es todo lo que ha venido encontrando a su paso.

Dos jóvenes que sin atreverse a enamorarse se han ido entregando un amor incondicional que tal vez les haga salvar algo más sagrado e importante que sus propias vidas.

Cuando todo aquél deseo y la pasión llegaron al límite, sabían que pronto alcanzarían el éxtasis del momento; ChangMin le empujó sin dejar de montarle, y cuando Kenryu se dejó ir hacia atrás extendió sus brazos sonriendo bobamente al tiempo que se le contraía hasta el último músculo y el morocho se dejaba caer una última vez contrayendo sus paredes y obteniendo de él su esencia… un orgasmo diferente y único… el morocho sonreía también y se sentía de algún modo pleno al haber sido uno nuevamente con el pelicastaño, su semilla había terminado por manchar el torso de su amante y ambos respiraban laboriosamente con los deliciosos temblores del orgasmo recorriéndoles el cuerpo entero.

Kenryu volvió a impulsarse hacia el frente abrazándole contra su cuerpo, seguro de que ese calor que aún permanecía en su vientre era más que excitación y pasión… era ese sentimiento al que por tanto tiempo temió como humano pero que ahora parecía incrementarse cada vez que se encontraba con ChangMin…

- ¿fue como volar, verdad?... – dijo de pronto el morocho…

- como volar… - comprendió el pelicastaño… y es que mientras permaneció con los brazos extendidos la mitad de su cuerpo flotó en el despeñadero, y justo en aquel momento habían alcanzado el orgasmo… la sensación que puede describir ahora la nombraría como libertad… y libertad es como volar sin alas…

Como amar…
Sin tener que pensar en que se hace…
Simplemente entregándose a otro…

*****
Seúl, Corea

Génesis observó la luna y en su brillante luz un halo púrpura que anunciaba la concepción de un ser que superaría su propia ambición…

Si Maximus estaba reuniendo las condiciones necesarias para traer de regreso a Constantine y Jintao a la vida con el único objetivo de exterminar a ambas razas, ella estaba lista para desatar una guerra sin precedente… y mantener a salvo una nueva estirpe concebida sin conocimiento de causa, un ser que sin duda sería protegida hasta la muerte asegurando su supervivencia…

Génesis daría… un motivo verdadero de guerra…

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