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Cántame Antes de Dormir - Cap. 3

Yoochun recordaba con pesadez aquellas palabras que le había dicho a ese pequeño y que nunca pudo cumplir porque… porque justo ahora tomaba un vuelo hacía Corea, para celebrar, si es que se le podía llamar así, el 12 aniversario de la muerte de Changmin.

Esos meses del año siempre eran los más sombríos para él, se preguntaba porque la vida era tan injusta con los más inocentes, con quienes no tenían ni una gota de maldad en su alma y como cada año mientras el avión se elevaba, volvían a su mente aquellos recuerdos que trato de reprimir tantas veces, pero que al final siempre volvían.


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Cuando la fiesta en casa de los Shim terminó, Yoochun volvió más que contento a su antigua casa. Los señores Park miraban a su hijo correr, reír y saltar sin razón aparente pero eso les hacía indudablemente felices.

Una semana después, los Park tenían que volver a Estados Unidos a continuar con el tratamiento de Yoochun, pero este con lagrimas en los ojos les rogo que no lo hicieran, si había algo que a los Park no les gustaba, era ver a su hijo llorar, así que llamaron al especialista del menor para saber qué podían hacer. Este les dijo que no había problema que se quedarán, mientras Yoochun no recayera, les recomendó un colega que vivía en las afueras de Seul, les dijo que él podía llevar bien el caso del menor mientras se encontraban allá.

Yoochun fue revisado por el doctor Lim, él les explicó a los Park que el pelinegro presentaba una mejoría inexplicable, pero en cualquier momento cabía la posibilidad de que volviera a enfermar, les recomendó que se mudaran cerca de su consultorio por si se presentaba algún percance.

El menor se puso feliz inmediatamente al escuchar eso, se podía quedar en Corea, junto a Changmin.

Después de algunos días los Park se mudaron a una pequeña casa a las afueras de Seul. Yoochun se sentía terriblemente porque al decirle a Changmin que ya no sería su vecino, este hizo el berrinche de su vida, rápidamente el pelinegro le consoló diciéndole que vendría todos los fines de semana a jugar con él.
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El pequeño Park rogaba por que llegarán pronto los viernes, para poder así ir a casa de Changmin a jugar. A pesar de que la diferencia de edades entre ellos era de 6 años, no le impedía pasársela bien junto al menor. Al pelinegro le encantaba tocar canciones para el pequeño, le gustaba leerle cuentos, salir al jardín a contar estrellas, incluso verlo dormir. Todo el tiempo que pasaba junto a él era simplemente fascinante. Todo junto a Changmin era increíble.

Todo fue perfecto por dos años, hasta que Yoochun inesperadamente enfermo, estuvo  constantemente internado, cosa que alarmaba tanto a los Park como a Changmin, quien se preocupaba al no verlo en la escuela, incluso sus padres traían a su casa a Jaejoong o a Taeru para que jugaran con él para intentar llenar el vacío del pelinegro, pero para el menor no era lo mismo… nunca lo fue.

Paso tiempo y todo volvió a la normalidad. Esa tarde los Park se dirigían a casa de los Shim para celebrar que su empresa constructora era reconocida como la mejor de Corea y que el señor Shim a base de esfuerzo se había ganado la presidencia de esta, pero al mismo tiempo era también una despedida. Los Park se mudaban permanentemente a los Estados Unidos por los problemas recientes de salud del menor de la familia. Sus amigos querían hacerles una fiesta de despedida porque sabían que no verían en mucho tiempo a Yoochun y a la señora Park, al señor Park si le verían constantemente a causa de la empresa, pero aún así no sería lo mismo.
 Lo de la partida de los Park, todos lo sabían… todos menos Changmin y el pelinegro estaba más que asustado por cómo sería la reacción  del menor.
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-Tía, ¿Dónde se encuentra Changmin- preguntó Yoochun al llegar a casa de los Shim

-¡Oh, Yoochun-ah! Changmin se está terminando de arreglar, si quieres sube a verlo- le dijo su tía

-¡Muchas Gracias Tía!- subió las escaleras rápidamente

Al entrar se detuvo a observar como había cambiado la habitación del menor de un tiempo para acá. Sonrió nostálgico, mientras caminaba por ahí. Paro cuando vio aquella fotografía en el tocador del pelicobrizo, esa foto que le había dado hace 2 años atrás. La levanto y miró el mensaje que él había escrito en la contraportada “Always I will protect you”  y se sintió tan vacio al leerlo, porque en solo unas horas lo abandonaría.

-¡Chun-ah! ¿Qué haces?- Changmin lo saco de sus pensamientos

-Estaba viendo cuanto a crecido nuestro Changminnie~- le dijo enseñándole la lengua

-¡Yah, calla tonto! ¡Para tu información soy el más alto de mi clase!- respondió el menor y le dio un golpe

-Oye... veo que conservas ese horrible oso de peluche que te di hace 2 años- agarró el muñeco  -Al parecer ya está muy desgastado y feo, creo… creo que deberíamos tirarlo ¿No te parece Min?- le dijo con una sonrisa pícara.

-¡Pues hazlo! ¡A mí no me importa!- respondió con un toque de desinterés

-Tu mamá me dijo que tenías una especie de obsesión con él, que incluso lo mandaron a reparar muchas veces porque lo llevabas a todas partes- replico con una sonrisa   -Creo que deberíamos de acabar con esa obsesión, además ya eres lo suficientemente grande para muñequitos de felpa- dijo alzando el bote de basura, dispuesto a tirar al muñeco, cuando…

-¡Park Yoochun, deja a mi “Puky” en paz!- grito y corrió a agarrar a su oso

Y así pasaron varios minutos, entre golpes y risas, hasta que Changmin tuvo de nuevo a “Puky” en sus manos. Yoochun observo como el menor abrazaba el oso con recelo, entonces se incoo y abrazo al pelicobrizo por la espalda y le dijo…

-Changmin-ah, te quiero- le dio un beso en la mejilla   -Por favor no cambies nunca, no pierdas esa luz interior que tanto me gusta, aunque crezcas… ¡Por favor!- dijo sin soltarlo, después Yoochun salió de la habitación

Changmin quedo estupefacto y con un severo sonrojo en las mejillas “¿Por qué Yoochun había dicho eso?”. A decir verdad no tenía un buen presentimiento de esto, pero ignoro aquel escozor en su pecho y salió a jugar con el causante de su reciente sonrojo, y con sus demás primos.
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Al anochecer los señores Park le dijeron a Yoochun que era hora de irse por lo que tenía que despedirse de Changmin y decirle todo.

Yoochun fue cabizbajo a buscar a Changmin, lo encontró en medio de las flores del jardín observando cómo prendían y apagaban las luciérnagas, se quedo un momento así, viéndolo, hasta que por fin hablo.

-Min ¿Puedes acompañarme un momento?- Changmin corrió hacía el sin dudarlo y ya en el cuarto del menor, el pelinegro comenzó a hablar.

-Changmin-ah, ¿Adivina qué? Voy a asistir a una secundaría muy famosa, pero… está muy lejos de aquí- paso saliva    - Por lo que ya no voy a venir a jugar contigo-. Uff por fin lo dijo

-¡Oh! Eso es bueno Chun-ah, pero le puedo decir a mis padres que me lleven a tu nueva casa, ya que tú no podrás venir- dijo el menor animado

-No, no entiendes, no puedes ir a visitarme- “No soportaría que Changmin me viera llenos de tubos y más débil que de costumbre, no puedo” pensó el pelinegro. –Me tengo que ir lejos y si bien me va podré visitarte una vez por año- le dijo un poco exaltado.

-Pero… ¿Por qué? ¿Acaso ya te cansaste de jugar conmigo?- dijo el menor empezando a sollozar

Yoochun de verdad no podía decirle a Changmin que estaba enfermo y que se mudaría porque lo tenían que hospitalizar debido a sus recientes sintomas. No podía, de verdad no podía, así que con todo el dolor de su alma le dijo cosas al menor, que no sabía que en un futuro lamentaría.

-¡Sí!- gritó   -¡Estoy harto de jugar con un mocoso como tú! ¡Estoy harto de que mis padres me obliguen a tener que pasar tiempo contigo!- continuo diciéndole, mientras veía escurrir lagrimas por esos ojos color miel que tanto le gustaban.

-Entonces… ¿Solo pasabas tiempo conmigo por obligación?- dijo el pelicobrizo sin dejar de llorar

-¡Sí!.. ¿Qué tendría de interesante desperdiciar mi tiempo con un niño de 6 años? Un niño que apenas puede hablar, no tienes idea de cuánto me aburría contigo, les roge a mis padres día tras día ya no venir aquí, pero… ¿Sabes? Creo que mi deseo fue escuchado y mi martirio por fin acabo- le dijo con un enojo falso, totalmente convincente. Changmin no podía responder, le costaba respirar por tanto llorar, pero aún así le dijo

-¡Te odio! ¡Te odio Park Yoochun! ¡Te odio  y espero que nunca en mi vida tenga que volverte a ver!- …


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Y que irónica era la vida, irónica y cruel, porque justamente ese día fue el último que vio a ese pequeño niño del cabello cobrizo, de los ojos color miel más bonitos que haya visto y poseedor de aquella sonrisa la cual era capaz de curar su alma.


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Yoochun voló 3 días después a los Estados Unidos y a la semana siguiente volvió a regresar a Corea con la espantosa noticia que los señores Shim, los señores Kim, Jaejoong y Changmin habían sido asesinados y posteriormente quemados en casa de los Shim.

Yoochun simplemente no lo creía, cuando su madre se lo dijo pensó que era un broma, que en cualquier momento saldrían las cámaras y un reportero para burlarse de él por haber caído en la broma más cruel del mundo, “¿Por qué era mentira, no?” “¿Su Changmin no podía estar muerto, verdad?”

Cuando se dio cuenta que su madre no le mentía, lo único que pudo hacer fue llorar, llorar y llorar. Su corazón le negaba a aceptar lo que estaba pasando, no podía ser tan injusto todo, de verdad no.

El día del funeral llego demasiada gente, algunos solo estaban ahí por compromiso, muchos otros por morbo al saber cómo habían fallecido. La única persona diferente de los demás era él, Yoochun. Él lloraba y abrazaba la lapida de Changmin, recordando todos los hermosos momentos que vivieron juntos y las cosas horribles que le había dicho el último día que se vieron. Le pedía que lo perdonara por ser una mala persona y por ser tan débil al no decirle la verdad. Porque a Yoochun le dolía la muerte de sus tíos, la muerte de Jaejoong, pero sobretodo la muerte de él, de su Changmin, su mejor amigo, su pequeño hermano. Se odiaba por no haber estado con él para protegerlo y por todo lo malo que le hizo. Le pedía que lo perdonará ¡Que lo perdonará, por favor!...

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Yoochun bajaba del avión con unas cuantas lágrimas en sus ojos, porque carajos nunca pudo cumplir esa promesa que le hizo a Changmin hace tantos años, ¿Por qué dolía? Porque le dolía demasiado, ¿Por qué?

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