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Arualthings

Love is a Force of Nature. Cap 40.2

Por la Senda del Lobo:
Montañas del Norte – Segunda Parte


No me mires de esa manera…
Fue un error honesto.
[An Honest Mistake, The Bravery]



“Ya es un nuevo día, supuse que querrían continuar su viaje” la voz femenina habló detrás de la puerta, despertándolos a ambos. “Cuando estén listos los esperaré abajo”



Yunho abrió los ojos cual recién despierto de un trance. Sentía todo el cuerpo pesado, y la figura de Heechul descansaba sobre su pecho, ambos brazos envueltos rodeando su cuerpo. Heechul suspiró contra su torso, abriendo los ojos a su vez y observando su posición: desnudo y durmiendo sobre el pecho de Yunho…

Pegó un salto, sentándose en la cama y lanzando un quejido audible al sentir la punzada en su parte baja que le recordó todos los eventos de anoche. Yunho evitaba mirarlo, tan sólo observaba el techo con ojos indescifrables…

“Y-Yun…” murmuró, su voz apenas audible. “¿Anoche…?” preguntó con cautela, sopesando todo el peso de sus actos. Yunho desvió la mirada del techo hasta sus ojos, suspirando.

“Mentiría si te dijera que no recuerdo nada de lo que hicimos anoche, Heechul” fue lo primero que le dijo, llevando una mano hasta su cabello, revolviendo los mechones en un gesto nervioso.

“Lo recuerdo” Heechul murmuró a su vez, mordiendo su labio inferior. “P-Pero bueno…quizás no debimos tomar tanta absenta. ¿No es la gran cosa, cierto? Sólo nos divertimos un rato…” Heechul odió como su voz se quebró al volver a hablar, todas las emociones a flor de piel al tomar consciencia de sus actos y de lo que significaba…

“Chul” Yunho se sentó en la cama, percatándose del estado de Heechul, quien prácticamente luchaba por reprimir las lágrimas.

“Sé que estábamos con alcohol y todo, pero no quiero que pienses que no me importas, no quiero que pienses que tan sólo jugué contigo un rato”

Heechul abrió los ojos de par en par, su expresión evidenciando la sorpresa. Sus palabras aliviando el vacío que lo atacó al sentirse abandonado a los arrepentimientos, Yunho prácticamente lo había leído por completo.

“Y-Yunnie” murmuró, lanzándose a sus brazos. “¿Cómo supiste decir exactamente lo que quería escuchar?”

“Porque sé cómo debes sentirte con esto. Sé que la absenta tuvo mucho que ver, y también la reciente traición de mi unión, pero tú…eres realmente importante para mí Heechul, necesito que lo sepas” Yunho le susurró, sus brazos abrazando la espalda de Heechul con fuerza.

“Lo sé” murmuró contra su figura, refugiando el rostro en la piel de su cuello. “Tú también eres importante para mí Yunnie, Dios sabe que quizás te tengo más estima de la que debería…”

“Siempre hubo algo latente entre nosotros” Yunho le confesó cuando Heechul se desenvolvió del abrazo, sus ojos haciendo contacto con los suyos en un destello de comprensión.

“El lazo, la sangre…” Heechul le dijo, centellas doradas iluminando sus iris al darse cuenta de que Yunho también había percibido la fuerza del vínculo establecido en el apogeo de su amor, el lazo latente que ambos lobos habían forjado.

“Está vivo aún, a pesar de todo…sigues siendo Sangre de mi sangre” Yunho suspiró, sus labios curvándose en una media sonrisa y Heechul le sonrió, asintiendo.

“Sí, yo…lo he sabido siempre. Quizás eso, mezclado con el alcohol provocó que las cosas se nos fueran de las manos…” Heechul murmuró y Yunho volvió a suspirar. Lo sabía…y el despertar del lazo de seguro complicaría todas las cosas.

“¿Se lo contarás a Keiichi?” le preguntó, buscando el contacto visual. Heechul suspiró a su vez, bajando la vista en un gesto nervioso.

“¿Se lo contarás a Junsu?” contrarrestó, subiendo la mirada en búsqueda de alguna señal. Yunho mordió su labio inferior, la culpa haciendo estragos dentro. Pero… ¿Qué podía hacer? Seguía manteniendo un vínculo muy fuerte con Heechul; era su Sangre…yacía calado bajo su piel y lo trastornaba por dentro. ¿Cómo siquiera podría llegar a contarle a Junsu de semejante apego? Tendrían que mantener el secreto…

“Supongo que hay secretos…que pueden quedar entre líder y alpha” Yunho le dijo, mirándolo a los ojos en búsqueda de la aprobación. Heechul abrió los ojos de par en par, la mirada de Yunho quemando con seguridad. Estaba consciente del vínculo latente que fluía entre ambos, y que los quemaba por dentro. Los lobos no olvidaban nunca y esto…tendría que quedar en secreto.

“Será nuestro secreto, líder…” Heechul le susurró, subiendo la mano hasta acariciar su rostro, apenas rozando. Yunho suspiró, cerrando los ojos. Todo le daba vueltas, escenas del cuerpo de Heechul presionado contra el suyo se contraponían con el recuerdo de Junsu. Le dolía porque lo amaba, pero no podía arrepentirse de haber estado con Heechul porque aún estaban conectados y era su pasado. Era lo que siempre quiso tener en la época de la colonia, su deseo más profundo…y lo que su lobo interno le reclamaba cada doloroso día desde que él fue arrebatado de su lado por la tiranía de Changmin, y que ahora…le pasaba la cuenta. Quizás ardería en el infierno por haber traicionado el hibridaje, pero Junsu ya había mancillado el vínculo de todas formas. Tal vez no era el mismo tipo de traición, pero aun así los había desequilibrado. Ardería en el infierno por haber deseado a otra persona que no fuese su unión, pero ambos ya tenían un pasado, y seguían conectados. Heechul fue la primera persona que amó y la que en ese entonces escogió con su lobo para la vida, fue su primera vez…cuando ambos eran tan sólo unos adolescentes llenos de amor y de sueños, y ahora… se transformaba en su distractor. Yunho sabía que la tensión sexual no se desvanecería, menos ahora que habían probado un pedazo del fruto prohibido, y habían revivido emociones que por mucho habían permanecido dormidas, acalladas, reprimidas…pero ya no había marcha atrás. Se llevaría consigo el recuerdo de la noche en que sació toda su lujuria en su cuerpo, como tantos años atrás…enterrando la experiencia dentro para seguir con su vida.

Abrió los ojos para encontrarse con el rostro de Heechul mirándolo con expresión tranquila. Yunho le sonrió, sus ojos lentamente bajando hasta su cuerpo, el templo de su pecado…casi como si quisiese grabar hasta el último rincón de su figura para siempre, pero las enrojecidas marcas que poseía en sus caderas lo hicieron mirarlo con algo de espanto.

“C-Chul” Yunho murmuró, su rostro tornándose tosco, y Heechul le arqueó ambas cejas en confusión. Yunho abruptamente posó una de sus manos en su cintura, bajando hasta delinear la zona de sus caderas. Trazó una marca enrojecida con el pulgar y Heechul frunció el ceño.

“No recuerdo haber sentido dolor…” respondió, volviendo a sonreírle para tratar de hacerlo sentir mejor, pero Yunho negó con la cabeza.

“Lo siento” Yunho suspiró, volviendo a mirarlo a los ojos. “Esto…jamás me había pasado, de verdad. Mi bestia…jamás se había salido de control en estas circunstancias, jamás había llegado a quemar y—”

“No me importa” Heechul lo interrumpió, retirando la mano que Yunho había posado sobre su cadera.

“Quiero conservar las marcas…” le susurró, voz apenas audible en la quietud de la habitación. Yunho se sorprendió con sus palabras, su expresión suavizándose al observar la seguridad de su rostro.

“¿Seguro?” Yunho le insistió. “Soy el único que puede removerlas de tu cuerpo”

“Tú también posees quemaduras” Heechul le señaló las marcas que poseía en su torso.

“Y yo…quiero conservarlas, como un recordatorio…” mordió su labio inferior y Yunho le sonrió, llevando una mano hasta su rostro, levantándolo hasta hacer contacto con sus ojos.

“Sabes que esto fue un error” le dijo y Heechul agachó la vista, no queriendo enfrentarlo pero Yunho inmediatamente lo forzó a volver a mirarlo, subiendo su barbilla.

“Yo sé que fue un error…pero no puedo arrepentirme de ello” Yunho articuló y pudo observar los ojos de Heechul humedecerse con un millar de reprimidas lágrimas. Heechul no le contestó y tan sólo se lanzó a sus brazos, refugiando el rostro en su cuello.

“Por favor no me hagas decírtelo…” Heechul susurró contra la piel y Yunho lo estrechó con fuerza, ambas manos cerrándose contra su cuerpo.

“No lo digas, no digas absolutamente nada. Al salir por esa puerta…no habrá mañana”

Se quedaron en silencio. Heechul aferrándose al cuerpo de Yunho en un último respiro, en el último intento por grabar hasta la última facción antes de olvidarlo todo, antes de enterrar todos los recuerdos y seguir adelante.



“¿Yunho?” Heechul rompió el silencio luego de unos minutos, su suave voz llegando a los oídos de Yunho e interrumpiendo sus pensamientos.

“¿Mmm?”

“¿Puedo pedirte una última cosa?” Heechul le preguntó, separándose de su cuerpo y Yunho abrió los ojos, observando el rostro de Heechul con expresión curiosa; sus mejillas tiñéndose de un tenue rubor mientras lo contemplaba.

“Claro”

“Tan sólo quiero…” susurró, voz apenas audible mientras mordía su labio inferior, el rojo coloreando todo su rostro.

“Un beso…de despedida” agachó la vista y Yunho sintió algo derretirse dentro de su pecho. Esto era el adiós definitivo, el adiós a los sentimientos encontrados del pasado, y lo entendía a la perfección. Inmediatamente posó una mano sobre su rostro, lentamente acercando su rostro al suyo.

“Esto también es parte del trato” le dijo al reducir la distancia que lo separaba de sus labios. No apuraron el beso. Fue suave, cálido, alargándose en el crecer de la pasión y terminando voraz…lleno de lo que pudo haber sido y no fue, ambos enterrando la noche en que cayeron para renacer de nuevo, siguiendo con sus vidas como si nada hubiese pasado…







xXx








Retomaron rumbo al norte, saliendo de la metrópolis con el sol de la mañana quemando con fuerza. Yunho se transformó a la salida, Heechul trepando a su lomo y aferrándose con fuerza cuando él inició el trayecto. En silencio, recorriendo el camino que los llevaría finalmente a la colonia del norte; vestigios de la noche anterior aun rondando por sus mentes. Tactos, sonidos, caricias…que quedarían por siempre grabadas en su memoria; el secreto conservado por el bien del futuro…después de todo, ninguna de sus relaciones era un cuento de hadas. Los deslices eran humanos y ambos seguían conservando, en parte, su humanidad después de todo.




La ventisca los recibió millas dentro, rumbo fijo directo a las montañas del norte. Como era de esperarse el clima cambió radicalmente; los cielos nublados y la nieve comenzando a caer de forma brusca, el viento cortante azotando ambas figuras mientras se abrían paso hasta la colonia. Heechul se niveló hasta que quedar refugiado en el pelaje de Yunho, la brisa azotando su piel con fuerza al ir a semejante velocidad, su piel prácticamente hiriéndose con la fuerza. Por horas tan sólo se abrieron camino por planicies completamente cubiertas de nieve, las arboledas prácticamente habían desaparecido para quedar inmersos en un vasto mar blanco, los caminos que llegaban al norte siendo tierras completamente desiertas al estar insertos en un clima tan adverso. Finalmente, los confines del norte revelaron la cordillera de macizas montañas a la lejanía. Heechul suspiró al estar frente al enorme panorama que los amparaba; las montañas parecían más crueles, y más imponentes que todos los relatos alguna vez le contaron de ellas estando a tan sólo kilómetros de distancia. Yunho detuvo su trote ante la enorme puerta de piedra que se alzaba a la entrada, resguardando el camino que los llevaría en el ascenso a la colonia. ‘Donde las aguas caen congeladas’; Yunho había escuchado a Siwon mencionar, porque la leyenda contaba que la primera colonia que se estableció en el norte ni siquiera pudo encontrar un suministro de agua naciente ya que absolutamente todo estaba congelado.

“Tenemos que subir” el eco de la voz de Yunho sobresaltó a Heechul, quien se había quedado prácticamente absorto observando las montañas.

“Tienes que estar bromeando” musitó cuando Yunho trotó hacia la puerta. Allí, al pie de la montaña que yacía metros de distancia se podían divisar los escalones forjados en piedra gruesa que los ayudarían en el ascenso. La montaña parecía un verdadero muro blanco, más abismante y más adversa que nunca.

“Sujétate muy fuerte, nos espera un ascenso duro” Yunho le susurró y luego comenzó a subir por los escalones, sus enormes patas aferrándose a la piedra con fuerza al empezar a ascender. Heechul suspiró y tomó soporte en los mechones de pelaje de su cabeza, su cuerpo nivelándose hasta el de Yunho, el cálido pelaje como almohada contra su torso desnudo. Odiaba admitirlo pero Heechul le tenía terror a las alturas, y por lo visto la colonia del norte se había asentado en lo más alto de la montaña, el tramo más duro por atravesar para cualquier forastero.




El primer ascenso no tuvo mucha dificultad, Yunho parecía tener los pasos asegurados y firmes en el tramo. Subieron por la ladera de la montaña, allí los pocos árboles que habían por el camino crecían muy cerca y se cerraban sobre el camino, creando prácticamente un techo de forraje que cubría la luz; Heechul sintió como si estuviesen avanzando por un túnel oscuro interminable. Pero la oscuridad era amiga de Yunho, o eso pensó Heechul, porque sus pasos nunca flaquearon, aun cuando se le escondió la luz entre los árboles. Ascendieron por los recovecos del sendero, cubiertos por ramas y forraje; cortezas de pinos caídos producto de las ventiscas de las tormentas de nieve, los suaves pasos de Yunho apenas haciendo sonido contra la roca. La calma era tranquilizadora, y el vaivén suave de Yunho en sus pasos mecía el cuerpo de Heechul, quien pronto cayó en un profundo sueño con el cálido pelaje de Yunho como cobija, sus níveos mechones acariciando la piel.




Debió haber dormido un largo tiempo, porque cuando Heechul despertó fue azotado por enormes ventiscas. El viento aullaba, feroz y abismante. Heechul, rígido, se incorporó un poco para observar el sendero transformado: el camino se había estrechado y había precipicios por ambos costados a su alrededor. Yunho avanzaba con pisadas lentas y cautelosas, el viento aullaba y le desordenaba el pelaje, pero no se detuvo…ni siquiera cuando Heechul pudo contemplar el terror más profundo a sus pies: los vastos abismos y la noción de que caer los llevaría a una muerte segura.

“Y-Yunnie…” Heechul murmuró, tragando saliva y enterrando el rostro en su pelaje. Estaba aterrado, y temblaba…temblaba ante el abismal panorama. Yunho se detuvo al notar su perturbación, aún calculaba que les quedaba un camino por las entrañas de las montañas. Tenían que llegar antes del atardecer o todo se les haría más exhaustivo.

“Cierra los ojos, Chul y será más fácil. Nada te pasará…te lo juro, yo voy a protegerte” Yunho le susurró, el eco de su voz dentro de la cabeza de Heechul siendo reconfortante. Heechul gimoteó al ser incapaz de mirar de nuevo los abismos y se dejó recostar nuevamente sobre el pelaje de Yunho, sus manos acariciando su pelaje en un gesto de apoyo.

“Ten mucho cuidado, por favor” Heechul le rogó y Yunho asintió con la cabeza, retomando nuevamente su trote ascendiendo por los escalones que cada vez se tornaban más resbalosos e inestables producto de las ventiscas y la humedad.

Yunho continuó ascendiendo con el viento rugiendo en contra de su cuerpo, saltando con cautela cada escalón y observando de reojo las tierras bajo sus patas que parecían cada vez más lejanas. Había ascendido ya prácticamente a media montaña, y allí el viento era un verdadero ser vivo que peleaba contra Yunho, casi como si no quisiese dejarlo pasar. Pese a todo Yunho ascendía con el corazón encogido, tratando de velar por su seguridad y la de Heechul mientras continuaban subiendo por los escalones.




Yunho confirmó sus sospechas respecto a su avance cuando observó el giro de los escalones y el enorme portón blindado, semi abierto y escarchado por completo, amparando el trayecto final que los llevaría por las entrañas de la montaña y hasta la colonia del norte. El último tramo estaba cubierto de oscuridad al estar inmerso entre dos montañas juntas, el camino abriéndose entremedio y apenas guiándolo por un estrecho sendero. Yunho pensó en un pro del camino: por lo menos no había viento y Heechul parecía haberse calmado. Podía sentir sus dedos enredándose en su pelaje en un gesto tranquilizador y Yunho sonrió mentalmente, ya no faltaba mucho por llegar. Avanzó a trote lento con la nieve acolchando sus patas el tramo restante hasta que observó la nueva escalinata de piedra, empinada, que marcaba el ascenso final. Heechul alzó la vista, allí justo sobre ellos se veían los cimientos de las madrigueras que indicaban la colonia del norte, ya a tan sólo metros de distancia. Ya lo habían logrado, y Heechul lanzó un suspiro de alivio.

“¿Sabes lo que la gente rumorea del norte, Yun?” la voz de Heechul fue como una verdadera brisa primaveral ante semejante clima, un rayo de sol después de horas de oscuridad. Yunho negó con la cabeza, tan sólo sabía atisbos del norte, y escuchar los relatos de Heechul le parecía la entretención perfecta para el último ascenso.

“Dicen que la nieve aquí es eterna, y que los lobos que nacen amparados por ella son fríos y crueles como la misma ventisca que nos azotó en el camino. El hielo no se derrite jamás”

Curiosamente, las palabras de Changmin volvieron a la mente de Yunho mientras sentía la nieve gélida contra sus patas: ‘En el Norte no hay nada, tan sólo campos congelados completamente desolados y los lobos se han refugiado en la colonia del norte, su fortaleza. Cualquiera que llega para quedarse se le congela el corazón’

No pudo evitar darle la razón mientras recorrían el último tramo; el cálido cuerpo de Heechul meciéndose junto con su cuerpo.

“¿Tú crees que Siwon se haya vuelto frío como la nieve?” Yunho le preguntó y la pregunta hizo eco en la cabeza de Heechul, porque él sabía que Siwon había cambiado, a pesar de no ser un hijo de hielo.

“Yo pienso…que tiene corazón, pero se tornó frío y duro como el hielo. Es lo que pasa con todos los norteños, no por nada son los más sedientos de sangre”

“Creo que no será fácil dialogar con él” Yunho murmuró y Heechu le asintió, ambos ya sabiendo lo complicado que era el panorama en el norte pero dispuestos a asumir los riesgos.

“Ni con él ni con su Alpha, he oído que la llaman la Esposa de Hielo. Con semejante apodo lo mínimo que podemos esperar es que tenga carácter” acotó y Yunho bufó, orejas alertas al observar que ya estaban a pasos.

“Allí está” Heechul le susurró cuando Yunho dio un salto hasta el último escalón que revelaba la planicie inserta entre la cordillera de las montañas. Nuevas rejas blindadas rodeaban la entrada, completamente escarchadas al ser azotadas por la nieve que caía sobre toda la colonia. Yunho y Heechul divisaron la serie de madrigueras creadas a base de piedra y cubiertas de nieve, todo sumido en el vasto océano escarchado que era la planicie entre las montañas. Avanzaron finalmente, el pelaje de Yunho camuflándose entre la blancura del ambiente y el trajín de la gente. Tal cual era la esencia del norte habían muchos lobos entrenando, enfrentamientos con armas y cuerpo contra cuerpo por doquier.




Como era de esperarse, no pasaron inadvertidos. El aspecto de Heechul inmediatamente llamó la atención entre la gente del norte, su vestimenta completamente opuesta a las pieles y el cuero curtido que llevaba la gente del norte y más aún al avanzar montando un lobo. Fueron interceptados a medio camino, dos licántropos con pieles oscuras sobre sus hombros en una especie de capa y pantalones gruesos de cuero curtido impidieron sus pasos. Heechul puso una mano sobre el pelaje de Yunho, ambos deteniéndose ante ellos.

“Forastero” el más alto de los dos le habló, el ceño fruncido al observarlo. “Identifícate en este instante” giró la cabeza, sus ojos posándose en la forma de lobo de Yunho al lado de Heechul.

“Y el lobo debe transformarse, son las reglas”

“Nosotros no seguimos tus reglas” Heechul le disparó con su altanería de siempre, ojos brillando mientras lo contemplaba.

“¿Acaso no sabes quién soy? Debería darte vergüenza” suspiró, enredando los dedos en el pelaje de Yunho antes de volver a hablar. “Soy Kim Heechul, ex líder de la comunidad del Sur, y actual Alpha. He venido a hablar con el líder del Norte, Siwon-ah es un viejo amigo”

Ambos licántropos le abrieron los ojos en sorpresa, definitivamente no se esperaban una visita diplomática. La gente no tardó en acercarse a observar la situación, ojos curiosos y escudriñantes comenzando a rodearlos. Yunho ya había acordado con Heechul que no se transformaría para evitar más polémicas, así que tan sólo se mantuvo estoico en su forma ante la mirada de curiosidad de los presentes.

“Nuestro líder no recibe visitas inesperadas” el licántropo le insistió, su mirada tornándose dura. Heechul estaba a punto de rebatirlo cuando una voz femenina lo interrumpió.

“¿Qué sucede?” la multitud abrió el paso a una mujer de cabello azabache. Su cuerpo estaba cubierto por un vestido hecho de piel que parecía ser de oso; el vientre prominente en evidente señal de su embarazo destacando entre la fábrica. Los norteños le abrieron el paso para dejarla llegar al frente, ambos licántropos volteando a mirarla y haciéndole una reverencia.

“Alpha Sooyoung” murmuraron al unísono. Heechul abrió los ojos de par en par al ver a la mujer parada al frente suyo que lo miraba con una expresión de curiosidad en el rostro. ‘La Esposa de Hielo’ pensó al observar sus facciones.

“¿Forasteros, veo?” ella preguntó y ambos licántropos le asintieron, luego Sooyoung giró el cuerpo hasta Heechul, una sonrisa dibujándose en su rostro. Todos los lobos del norte la contemplaban con admiración; Sooyoung irradiaba elegancia hasta por los poros.

“Del sur, Alpha. Él forastero dice ser el ex líder del sur, y quiere hablar con nuestro líder” el licántropo le informó, volviendo a bajar la cabeza ante su presencia.

“¿Del sur?” Sooyoung arqueó ambas cejas. “Debe haber sido un viaje tremendamente exhaustivo, considerando lo que hay que ascender para llegar hasta aquí”

“Bastante” Heechul hizo una mueca. Sooyoung encontró curiosa la manera en que su mano derecha se perdía en el pelaje del enorme lobo blanco al que montaba. “Pero más lo ha sido para mí líder, él fue el que me trajo”

“¿Disculpa?” Sooyoung le arqueó una ceja, lanzando una risita, y Heechul le sonrió.

“Estás frente a él, deberías inclinarte” su tono chorreó ácido y la indignación de Sooyoung se evidenció en su rostro junto con los ánimos de los norteños, algunos suspiros de asombro ante la prepotencia del forastero, pero antes de que las cosas se tornaran densas Heechul volvió a hablar.

“Líder, ¿Haría el favor de honrar a la gente del norte con su presencia?” Heechul le habló a Yunho con aire ostentoso, era el momento de darse a conocer para llegar hasta Siwon o de lo contrario no podrían concretar nada. Heechul se bajó de su lomo cuando escuchó a Yunho gruñir bajo al retornar a su forma humana, desfigurándose hasta estirar sus músculos. Ambos ojos disparejos haciendo contacto con la multitud al aparecer al lado de Heechul.

“Es él” Sooyoung murmuró, incrédula, al observar los ojos disparejos centellantes de la nueva persona que tenía ante sus ojos, la descripción otorgada por el líder del bosque manifestada ante sus ojos. “Es…el Lobo de Fuego”

Los murmullos se hicieron audibles; bien sabido era por la gente del norte que la cabeza del lobo de fuego tenía un alto precio allá en las entrañas del bosque, pero a la vez…el poder que se rumoreaba que poseía dentro era temido por todos.

“Preferiría que me llamaras por mi nombre” Yunho esbozó una media sonrisa, rascando su cuello en un gesto nervioso al sentirse acechado por la multitud.

“Me llamo Yunho, y el encantador sureño a mi lado es mi alpha, Heechul. Necesitamos hablar con Choi Siwon, tu unión”

“Soy Choi Sooyoung, la Esposa de Hielo” ella articuló con gélida cortesía. “Y sé muy bien quién eres. ¿Qué te hace pensar que te llevaré a sus aposentos?” su mirada se tornó dura, casi asesina al tener a la persona que era el centro de la polémica frente a sus ojos.

“Hay una orden de captura directa en contra de tu persona, y la gente del sur es tan traidora como tu nueva estirpe” bramó y los lobos comenzaron a reaccionar a sus palabras; gruñidos y amenazas comenzando a escucharse.

“Alpha Sooyoung” Yunho comenzó, su tono cautelosamente bajo al percatarse de los nuevos ánimos. “Tú pareces ser una mujer razonable, comprenderás que yo y mi alpha hemos viajado millas y millas para llegar hasta acá y tan sólo queremos hablar con Siwon. Las cosas no tienen por qué ponerse complicadas”

“Si pensaste que en el norte serías bienvenido como un invitado de honor entonces debes estar loco. Nuestros lobos te van a enseñar cómo tratan en el norte a los forasteros que no son bienvenidos” los gruñidos comenzaron a hacerse colectivos. Yunho y Heechul observaron a las personas que los rodeaban empezando a transformarse, formas intermedias de enormes lobos siendo reveladas ante sus ojos ante las palabras de su alpha. Yunho suspiró, definitivamente le harían las cosas difíciles, por lo que tendría que usar la artillería pesada. Ya había tenido bastante de los enfrentamientos con manadas del norte…

“Yo no haría eso si fuera tú” Yunho le advirtió; ambos ojos comenzando a oscurecerse al hacer contacto con su bestia interna.

“Supongo que sabes que si llevo ese apodo es por algo…”

Su voz fue casi un susurro que salió profundo y raspado. Yunho gruñó bajo; ambos ojos centellando cuando el aura oscura comenzó a irradiar de su cuerpo y de su palma derecha nació el fuego negro. Los lobos que tenía al frente inmediatamente retrocedieron; Sooyoung tan sólo miraba el fuego emanar de su piel completamente perpleja…

“Sé buena y haz lo que te digo” Yunho le espetó, alzando su mano derecha y empuñándola en un gesto desafiante; las llamas danzando por su piel. “No quisiera derretir a toda tu colonia porque no quisiste cooperar…”

“¡Demonio!” masculló; ojos dorados en el despertar de su loba interna. Sooyoung gruñó, desafiante, pero fue interrumpida por un par de manos que se posaron sobre sus hombros; la imponente figura de Choi Siwon, el líder del norte, situándose a su espalda.

“Tranquila” le susurró y ella se paró en seco. Yunho hizo cesar el fuego al observar a Siwon ponerse al lado de su alpha, tranquilizándola. No pudo evitar notar el efecto instantáneo que ejerció la presencia de Siwon en Sooyoung…apenas llegó a su lado sus facciones se suavizaron y la indignación se disipó; toda la multitud agachando el rostro ante su presencia. Siwon se veía más ostentoso que nunca. Llevaba una media capa de piel gruesa sobre sus hombros que combinaba a la perfección con la piel del vestido de su alpha, el torso expuesto y revelando su maciza figura junto con ambos brazos adornados en tribales de henna, la marca del norte hundida con fuerza en la piel del hombro derecho: las lanzas cruzadas atravesando la luna.

“Agitarte no te hace bien en tu estado y lo sabes” le dijo. Sooyoung agachó la vista, incapaz de mirarlo a los ojos. Siwon suspiró, girando el rostro para mirar a Yunho y a Heechul en completa sorpresa.

“Vaya” murmuró al mirarlos a ambos. “Esto sí que no me lo esperaba…”

“¿Podemos hablar sin que traten de atacarnos?” Yunho le preguntó, arqueándole una ceja.

“Claro, si es que prometes no utilizar esa brujería en mi presencia” Siwon lo miró a los ojos y Yunho asintió, luego él dispersó a la multitud de gente que se encontraba observando la controversia, y junto con Sooyoung los condujo a los aposentos de su madriguera, la construcción más ostentosa de piedra que resaltaba en las imponentes montañas.

Dentro, Siwon dejó a Sooyoung libre para que los dejara hablar solos, quien se retiró sin siquiera voltear a dar una reverencia. La perturbación de Siwon con la inesperada visita se hizo notar, y dentro de su madriguera los tres se sentaron junto a la hoguera en sillones de cuero grueso de animal. Yunho y Heechul esperando por sus palabras.

“Tengo varias preguntas que hacer” Siwon comenzó, suspirando y dejando descansar la espalda en su enorme sillón. “Pero la mayoría son para ti, Heechul” clavó la mirada directamente en Heechul, ojos escudriñándolo con fin de amedrentarlo. Yunho observó a Heechul mantenerse estoico ante la mirada de Siwon, casi como si ya hubiese tenido asimilada la confrontación. Yunho jamás lo había visto tan compuesto.

“Si tus intenciones son hablar en privado será mejor que lo olvides. Yunho es mi líder ahora, así que lo que tengas que decirme se lo dirás a él también” Heechul le dijo, voz calmada y apacible, y con sus ojos brillando en la luz de su determinación.

“¿Pero qué basura es esa?” Siwon le disparó, su paciencia esfumándose al escucharlo tan calmado, como si lo que estuviese diciendo fuese lo más evidente del mundo.

“Changmin es nuestro líder y lo sabes. No puedes respetar la autoridad de otro licántropo, y menos la de un híbrido” sus palabras chorrearon ácido al articular con rabia. Siwon le lanzó una mirada llena de odio y decepción a Yunho, desconociendo por completo a la persona que estaba sentada al frente, y que en algún momento de su vida fue su amigo…

“Conoces las reglas” Heechul le rebatió, volviendo a medir su mirada contra la de Siwon cuando él giró el rostro. “Cualquier lobo puede pelear por el puesto de líder de nuestras colonias porque somos derivadas de la autoridad central, la colonia del bosque es la única que posee autoridad fija al ser la ancestral. Yunho me desafió en combate y ganó, él es el líder ahora” el rostro de Siwon se comprimió al escucharlo, la indignación evidenciándose en sus ojos.

“¡EL DEJÓ DE SER UN LOBO!” bramó, su voz resonando en la madriguera al perder toda la paciencia ante el cambio radical en Heechul y en su percepción de las cosas.

“No puedo creer que lo estés apoyando Heechul, no puedo creer que estés abalando su traición. Changmin es como nuestro padre, fue tu mentor y el mío… ¿Acaso te olvidaste ya de ello? ¿Cómo pudiste dejar que un híbrido mancille tu colonia…Y MÁS ENCIMA RENDIRLE TRIBUTO?” Siwon estaba completamente fuera de sí, prácticamente rechinaba los dientes ante la rabia que sentía con Heechul por su traición.

“Yo nunca respeté a Changmin, no después de lo que nos hizo…” Heechul replicó, ojos centellando en naciente ira. Siwon bufó, había previsto esto…pero sabía que Yunho era el responsable en la abrupta revolución de Heechul; se había aprovechado de su pasado para meterse bajo su piel y nublar su mente. Clavó los ojos en Yunho, sus palabras ésta vez dirigiéndose a él. La dureza de su voz como un verdadero látigo restallando al bramar:

“Dime, Yunho… ¿Qué hiciste para lavarle el cerebro? ¿ACASO TE LO TIRASTE?”

“Una palabra más y te juro que te va ir mal…” Yunho le advirtió, definitivamente esa había sido la gota que rebalsó el vaso y su bestia rugió dentro, demandándole la confrontación. Siwon era tan sólo un obstáculo en su camino…si se negaba a cooperar Yunho lo destruiría…

“¿Y tienes cara para negármelo? ¡Tu esencia se rebalsa de él hasta por sus poros!”

Y fue todo. En un segundo Yunho estaba de pie, abalanzándose en contra de Siwon quien se estrelló contra su cuerpo a medio camino, ambos comenzando a forcejear en abruptos empujones, mostrándose los dientes y gruñendo. Heechul inmediatamente se paró de su asiento, interponiéndose entre ellos.

“¡Basta Yunho, no vale la pena!” Heechul lo tomó de un brazo, jalándolo hacia un lado y separándolo del cuerpo de Siwon de un sólo tirón. Yunho tenía los ojos inyectados en rabia, la oscuridad de su fuerza amenazando con llenar de sombras su iris plateado ante el abrupto encontrón. Sintió las manos de Heechul sobre sus hombros; el lobo interno de su amigo llegando hasta su bestia, tratando de apaciguarla.

“Déjame decirte algo, Yunho” Siwon articuló con brusquedad al retomar la compostura, regularizando sus jadeos producto de los forcejeos.

“Sobre mi cadáver obtendrás el control de norte, yo no voy a abandonar el lado de Changmin. Puede que le hayas lavado el cerebro a Heechul y no me extraña, el pasado que te vincula a él de algún modo te facilitaría las cosas y sé que algo ha pasado entre ustedes. ¡Diablos! si hasta puedo olerte en él, como si te perteneciera o algo…pero conmigo no tendrás tanta suerte”

Yunho estaba a punto de volver a abalanzarse contra Siwon, cada palabra que articulaba hacia arder su sangre en las ganas por ver toda su piel quemarse. Heechul lo había ayudado por voluntad propia, porque había entendido que la manera actual de gobernar se basaba en intereses propios y no en el bien común, lo demás…no fue planeado, las cosas se dieron así. Yunho no dejaría que él los denigrara de esta forma. Pelearían.

“Yo que tú iría calentando, porque voy a proclamar mi desafío frente a tu gente con o sin tu consentimiento” Yunho le disparó, ojos disparejos brillando.

“Mi tierra, mis reglas” Siwon contrarrestó, resoplando.

“¿Acaso tienes miedo?” Yunho le sonrió, dejando que su bestia hablara por él. “Descuida, no necesito el fuego para acabar contigo. Yo peleo de forma justa”

“Esto está por verse” bufó, pasando una mano por su cabello antes de volver a hablarle. “Pelearemos con armas, la especialidad del norte. Lanzas de doble filo en forma humana, combate de cuerpo contra cuerpo”

“¿Algo más?”

“Muerte…para el perdedor” Siwon articuló y Yunho le arqueó una ceja. No era tan inconsciente como para dejar pasar el último término sin rebatirle. Siwon tenía familia después de todo, había un futuro cachorro inocente por el que tenía que velar.

“¿Estás seguro? No tengo nada que perder y puedo aceptar la muerte, pero tú…tienes un cachorro por quién velar” el tono de voz de Yunho se suavizó, la altanería esfumándose de sus cuerpo al pensar en el futuro hijo de Siwon y en su alpha. Heechul pudo percibir su perturbación a su vez, pero tan sólo se mantuvo en silencio a su lado.

“Eso no te incumbe. Le llevaré tu cabeza a Changmin en bandeja de plata” Siwon le disparó, ojos inyectados en rabia, y sin dar el brazo a torcer. Yunho suspiró y le hizo una señal a Heechul con la cabeza para que abandonaran la madriguera. Si quería que las cosas fueran de ese modo, lo aceptaría. Este era el último paso de su plan, Yunho no lo desperdiciaría.

“Esperaremos por ti al pie de la montaña. Será mejor que congregues a tu gente” Yunho le dijo al pasar por su lado, caminando en dirección a la salida. Heechul lo siguió detrás, no sin susurrarle a Siwon antes.

“Te guste o no, Yunho es el elegido. Lleva la sangre de nuestro santo padre Akela por sus venas…los días de la tiranía de Changmin están contados. Él es el cambio que estaba pidiendo la tierra”

Siwon miró la silueta de Heechul desaparecer de su vista con sus palabras haciendo eco en su cabeza. Se negaba a creer que Yunho fuese una especie de revelación o algo por el estilo…y probaría ante su gente que su fuerza era mayor que la suya…


-o-




Koiko: ¡Chan-Chan! Y se armó…se armó la pelea en el norte, y si mis queridos lectores el próximo capítulo ya tendremos el esperado enfrentamiento de Yunho contra Siwon. Como era de esperarse el HoRella no iba a ser bien recibido en tierras ajenas…y Siwon es igual que testarudo que Yunho por lo que se viene bien fuerte toda esta controversia x) Sooyoung fue mi opción básicamente por la cercanía que presenta con Siwon además que en mi mente la imaginaba como una mujer lobo con carácter, digna de hacerle el peso a su macho alpha a la vez :B
El despertar del HoRella es bastante crucial para todos los capítulos que vienen…se menciona guardar un secreto pero a la vez hay consciencia de todo lo que ha cambiado. Hay que leer entre líneas aquí…por lo que sí están sacando conclusiones ya quiero leer todas sus reacciones :3
Y como siempre, muchísimas gracias a  toda la gente que me escribe ya sea en mi livejournal o por el blog de Mery, ahora estoy respondiendo todos sus comentarios y me pone contentísima de haber leído cosas como que esta historia es la mejor que han leído :’) muchas muchas gracias he trabajado muy duro por ella. Hasta la próxima

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