“Progenie”
En las tierras de los valientes […]
Todos somos iguales.
[The Power of One, Sonata Arctica]
Yunho despertó con los sonidos del trajín de su gente. Estaba aferrado al pecho de Heechul, quién aún dormitaba, sus facciones dulces y las pestañas acariciando sus mejillas en toda su paz. Sonrió ante la visión de su amante tan tranquilo, subiendo el rostro para lamer la enrojecida marca que sus dientes habían dejado en la curvatura de su cuello, delineándola con su lengua. Heechul murmuró algo inentendible entre sueños, y Yunho decidió que lo dejaría dormir un poco más. Necesitaba descansar…después de todo, habían tenido un despertar bastante salvaje…y el día se les venía duro considerando la llegada de las tropas del norte y del sur.
“Te amo…y te juro que no voy a permitir que esto se acabe” Yunho le susurró contra sus cabellos, dándole un suave beso. Se levantó con sumo cuidado, cubriendo el cuerpo de Heechul con las pieles y buscando pantalones y una capa de piel de zorro para salir. Se vistió y luego le dio una última mirada a la figura de Heechul dormida en la cama antes de salir de la madriguera.
Afuera, los híbridos estaban más ajetreados que nunca. Había grupos entrenando, con monitores que Yunho y Heechul en persona habían designado, los mejores para que enseñaran y corrigieran las faltas y la precisión de los golpes. Al verlo pasar bajaban la cabeza y Yunho los saludaba con un ademán de la mano, articulando que prosiguieran. Veía los avances y se enorgullecía aún más de todo el trabajo y de lo mucho que habían avanzado. El enfrentamiento estaba a puertas, y esta gente había estado esperando una oportunidad…Yunho se encargaría de no defraudarlos y de devolverles su lugar, sacándolos de las sombras y llevándolos directo a luz de la libertad.
“¡Yunnie!” Chungho lo interceptó en su camino a la madriguera de Hina, aferrándose a una de sus piernas y riendo. Se había acostumbrado a llamarlo así por culpa de Heechul que usualmente lo llamaba por su apodo y se olvidaba de las formalidades.
“Chun” Yunho sonrió y se agachó para tomarlo entre sus brazos. El niño lanzó una risita y se abrazó a su cuerpo, sus vibrantes ojos magentas resplandeciendo a la luz de las múltiples antorchas.
“¿Chul?” el niño preguntó, abriéndole los ojos. Yunho se rio; Chungho se había encariñado bastante con Heechul y usualmente andaba colgado de su figura cuando él supervisaba los entrenamientos. Heechul jugaba con él apenas tenía un tiempo libre y Yunho a veces los observaba revoloteando por la tribu, Heechul siempre persiguiéndolo de vuelta con el pelaje rojizo brillándole al trotar.
“Duerme” contestó, sin dejar de caminar hacia la madriguera central. Se encontró con Dakho primero, azuzando las llamas de las antorchas para prender algunas más e iluminar las tinieblas bajo tierra con la luz.
“Buenos días líder” lo saludó con cortesía, bajando la cabeza y sonriendo al observar a su hijo en brazos de Yunho. “Veo que alguien ya fue a recibirlo”
“Algo asi” Yunho sonrió y dejó a Chungho en el suelo, quien se apresuró de vuelta al lado de su padre, todo risitas. “Pero tengo la impresión de que tiene preferencia por Heechul”
“Jugamos a caperucita y el lobo” Chungho articuló, riendo. “Chul me deja ser el lobo”
“¡No esperaría menos!” Dakho exclamó y Yunho lanzó una risita, sonriendo ante lo adorable que era el pequeño.
“Líder, he captado algunos aullidos que anuncian la próxima llegada de la progresión del Norte. Deben estar ya por llegar”
“Excelente” Yunho asintió. “Vamos a subir a recibirlos, y luego voy a comentar la estrategia con mi alpha en el norte”
“¿Ya tienes la estrategia planeada?”
“Hay algo en mente, pero debemos probar su efectividad. Aún hay tiempo y será de suma importancia si es que queremos crear la brecha para ganar” Yunho frunció el ceño. Sabía que los lobos de la Resistencia los superarían con creces, y más aún si mandaban lobos de otras sedes que se unieran a la causa. La trampa que Heechul le había comentado sería el as bajo la manga, pero debía probar su efectividad.
“¿No es bueno el panorama, cierto?” Dakho suspiró, pasando una mano por su cabello.
“Nos superan en número, y son disciplinados hasta el final. Están entrenados para superar cualquier tipo de adversidad…y en este caso, para matar a cualquier tipo de enemigos. Hubo un tiempo en que quise ser de la Resistencia para vivir y morir con honor, cuando era joven…quería llevar a Heechul conmigo, pero Changmin se encargó de matar mis sueños” Yunho se perdió un rato en los recuerdos. Había escuchado historias magnificas sobre los Lobos de la Resistencia, los protectores de la humanidad, las luces que perforaban y extinguían a la oscuridad, cazando y acechando a cada sombra con ojos vibrantes y colmillos para succionar. Sólo los más fuertes y capaces eran aptos para postular al entrenamiento…y quedar como oficial era más difícil aún. Jamás se imaginó que su destino se torcería de semejante forma y ahora estaría enfrentándose con las entidades que alguna vez en su vida admiró. Sin duda todo había cambiado…había perdido y había ganado a su vez, su percepción se había alterado y su convicción había evolucionado. Tenía respaldo, poder y apoyo a su lado…las armas necesarias para sacar a un pueblo de la oscuridad.
“Todos darán lo mejor de sí, líder. Van a pelear y a morir por el cambio” la voz de Dakho lo trajo de vuelta y Yunho asintió, llevando una mano a su hombro y palmeándolo en un gesto fraterno.
“Lo sé, Dakho. Vamos a darles un golpe de aquellos” Dakho le sonrió, asintiendo, y Yunho se despidió de él, decidido a supervisar personalmente a las tropas de híbridos un rato mientras esperaba la llegada de Siwon y la progresión del Norte.
Los lobos del Norte llegaron a su encuentro al medio día, avanzando por las entrañas del bosque hasta encontrarse con Yunho y su gente a metros de la tribu de ojos plateados, al noreste del gran lago. Los observaron avanzar sin prisas; Heechul reprochó bastante a Yunho por no haberlo despertado, y tuvo que vestirse tan veloz como un rayo apenas escuchó los aullidos que anunciaban que estaban cerca. Yunho lo apaciguó aduciendo que necesitaba el descanso y finalmente acalló sus protestas apoderándose de sus labios.
Allí parados entre la vegetación, el terreno se abría ante sus ojos. Sobre las enormes y altas arboledas de pinos el sol brillaba con fuerza y se alzaba, rojo y enorme; los árboles rodeándolos por completo y extendiéndose tan lejos como podían ver y oler. Finalmente, el primer par de lobos guiando la enorme manada saltó por las entrañas verdes y se presentó ante ellos. Yunho, Heechul, Hina y Dakho estaban alineados y esperando para recibirlos. El enorme lobo se alzó ante ellos, sacudiendo la tierra de su pelaje color marrón oscuro y luego gruñendo en la desfiguración: Choi Siwon alzándose cual torre ante sus ojos, junto con el gruñido de su unión que reveló a Choi Sooyoung, con su barriga cubierta con un vestido de pieles curtidas combinando con la media capa que adornaba los hombros de su líder.
“¡El Lobo y la Esposa de Hielo!” Yunho los saludó alegremente, acercándose para abrazar a su viejo amigo. Siwon sonrió y lo estrechó con fuerza; Yunho saludó a su vez a su unión, bajándole la cabeza en una pequeña reverencia que ella imitó. Heechul se acercó a su vez, estrechando la mano de Siwon con fuerza; Sooyoung recibiéndolo con un pequeño abrazo también.
“El Lobo y el Esposo del Fuego” Siwon articuló al ver como entrelazaba su mano a la de Heechul, sonriendo al ver al Yunho que conoció años atrás de vuelta…al lado de su Sangre, como debió haber sido por derecho antes de que Changmin interviniera, percibiendo la cohesión de sus fuerzas.
“Ya todo el mundo está hablando de ello”
“Yo fui la primera en percibirlo” Sooyoung intervinó, lanzándole una mirada sugestiva a Heechul. “Y se lo comenté a Heechul, pero al parecer aún estaban con la venda puesta”
“Fueron las circunstancias” Heechul articuló, mirando a Yunho de reojo, quien asintió. “¿Ha sido muy duro el viaje?”
“Arduo, pero estamos con los ánimos altos y hemos entrenado hasta el cansancio. Volarán cabezas de los lobos de la Resistencia” Siwon respondió, lanzando una risita y pasando un brazo por los hombros de Sooyoung, acercándole a su cuerpo. Yunho sonrió y les hizo un ademán para que se acercaran.
“Quiero que conozcan a mis consejeros y cercanos en la tribu de ojos platedos” les dijo y Siwon y Sooyoung miraron curiosos a la pareja a sus espaldas.
“Sakurazuka Hina y Shin Dakho, representantes directos de la gente de ojos plateados”
“Es un placer” Hina los saludó con cortesía, pero Siwon y Sooyoung la miraron con desconfianza. Era de esperarse, los lobos de por sí repudiaban a las mujeres malditas porque yacían con demonios y parían a los engendros del mal. Yunho intervino ante ellos para calmar su reacción arisca.
“Denle una oportunidad. Sé que su condición los inquieta, créanme que yo estuve igual de reacio al principio…pero Hina me ha demostrado ser una gran persona, y tiene toda mi confianza” Yunho los miró a los ojos, y Siwon suspiró, mirando a Sooyoung de reojo quien tan sólo se encogió de hombros.
“Tu gente es nuestra gente a la vez, Yunho. Si confias en ella nosotros haremos lo mismo” Siwon cedió finalmente y Yunho le sonrió al observar que se acercaba a estrechar la mano de la mujer y luego saludaba a Dakho. Sooyoung imitó sus acciones y las desconfianzas parecieron apaciguarse con sus actos, cosa que Yunho agradeció internamente porque lo menos que quería era estar en conflicto con sus pares.
“Voy a pedirte que tus lobos se queden cerca de los alrededores y no se dispersen. Bajaremos a la tribu para discutir nuestras estrategias” Yunho le ordenó y Siwon asintió, volteándose para devolverse unos metros e ir a informar a sus lobos. Cuando regresó, Sooyoung charlaba alegremente con Yunho y Heechul, felicitándolos por sus logros y su reciente cohesión. El grupo se puso en marcha a la tribu y Siwon junto a su unión casi se fueron de espaldas cuando se enteraron de que estaba bajo tierra, Yunho conversándoles acerca de que las últimas energías de Akela habían producido un desnivel, y habían creado la guarida subterránea para su progenie. La tierra reacciona a las vibraciones de los híbridos, abriéndose y cerrándose para ellos, de esa forma pudieron sobrevivir en paz y protegerse de las persecuciones.
“Qué me lleve el diablo” susurró Siwon al descender por los escalones y observar las madrigueras de barro solidificado con sus propios ojos, todo iluminado por multiples antorchas que resplandecían en las penumbras y la napa subterránea que fluia cual cascada, perfectamente adaptada para el consumo. Y la progenie…como Yunho los había llamado, seres pálidos, esbeltos y músculosos, con ojos plateados tan resplandecientes que le erizaron el vello de la nuca. Observó lobos el doble de grandes que un licántropo normal…con ojos tan brillantes como la luna lanzándose dentelladas en combates, junto con vampiros azotándose los unos a otros con macizas garras húmedas y venenosas. Los grupos entrenando en círculos, por sector…mientras que el trajín no cesaba a su alrededor. Estaban coordinados y perfectamente organizados…Yunho de seguro había hecho un gran trabajo para disciplinarlos en el arte del combate.
“Yo tampoco podía creerlo” Heechul lanzó una risita y Siwon se sorprendió cuando los híbridos pararon en seco sus actividades sólo para bajar el rostro ante él y Yunho, quien inmediatamente respondieron al saludo y les permitieron continuar.
“Es increíble que se haya podido crear una tribu dentro de las entrañas de la tierra”
“Brillante” añadió Siwon a su vez. “Y seguro, con razón la búsqueda por encontrar la ubicación de los híbridos fue en vano…es prácticamente imposible llegar aquí”
“Los precios se pagan con sangre” Hina habló desde atrás, iba cerrando el grupo tomada del brazo de Dakho. “Akela, el Padre pagó el precio con su propia vida para darle un refugio a los que se decidieran a seguirlo. Los híbridos que lo siguieron fueron traídos a la grieta por mero instinto, y asi se fue llenando de muchos más”
Llegaron a la madriguera central, morada de Hina y Dakho, donde Siwon y Sooyoung quedarón aún más sorprendidos con las comodidades de adentro. Ella les explicó su habilidad para abrir portales, heredada de su difunto esposo demonio, y que con ella había podido traer muchas cosas para los híbridos. Se acomodaron como pudieron, con Siwon y Sooyoung sentados en el futón, Yunho y Heechul compartieron el sillón de cuero curtido negro al frente, y Hina y Dakho sentados en la mesa de madera al frente.
“Como saben” Yunho comenzó, aclarándose la garganta antes de continuar. “Changmin quiso escuchar mis propuestas pero era obvio que se negaría. Nos reunimos con él a los pies del gran lago. Llegó junto con el líder de la Resistencia en Seúl, Cho Kyuhyun, y su lobo Mayor, Lee Taemin. El asunto es bastante serio, porque como ustedes comprenderán…los lobos de la Resistencia son ligas mayores, y nos superan en número” Yunho suspiró y Heechul apretó su mano entrelazada con suavidad, tratando de reconfortarlo.
“Son mayoría” Siwon afirmó, frunciendo el ceño. “Y será una verdadera carnicería…pero por lo que vi afuera estoy seguro que los híbridos les traerán varios problemas. No se les hará tan fácil”
“Claro, y han estado luchando mucho por ello” Yunho miró a Hina y a Dakho, quienes le asintieron, reafirmando sus palabras. “Y además, tenemos un plan que podría asegurarnos una disminución en el número de lobos” Yunho les informó, ganándose las miradas de curiosidad por parte de Siwon y Sooyoung, ojos abiertos en expectación.
“Somos todo orejas” Siwon le articuló y Yunho sonrió.
“Dejaré que les hable mi Sangre, si llega a funcionar él se llevará todo el crédito” Yunho le dio una palmada en el muslo de Heechul y él asintió, sonriendo.
“Bueno, Yunnie también tiene parte en ello, él me comentó lo del rio y lo demás simplemente llegó a mi” sus labios se curvaron nuevamente al hacer contacto con los ojos de Yunho y luego prosiguió.
“A metros de la colonia del bosque, corre un rio que atraviesa las arboledas como una verdadera serpiente. No es tan hondo, y tampoco tiene un caudal tan torrentoso como para impedir el cruce al otro extremo. Planeamos ubicar las tropas al otro lado del rio, alineadas y esperando el ataque de Changmin y sus secuaces…sólo que, cuando intenten cruzar el rio los estará esperando el fuego”
“¿El fuego?” Siwon exclamó, perplejo. “¿Y cómo planean hacerlo, sobre la orilla o qué?”
“Sobre el agua” Heechul añadió ante la mirada sorprendida de Siwon. “Verás, el fuego es producto de las energías internas, y si mi teoría es correcta…no necesita de algun combustible para aparecer, sólo proviene de adentro, de la fuerza de la sangre. Entonces si concentramos la energía sobre las corrientes de agua…el fuego nacería desde el punto de concentración de energía y producíria una explosión que los dejará sin aliento”
“Wow…” Siwon respaldó la espalda en el soporte del futón, aun visualizando el incendio de la noche de la batalla en la planicie ante sus ojos. Era cierto, esas llamas que visualizó esa vez…esas llamas negras, no eran como el fuego común y corriente. No, aquellas llamas tenían vida propia, se movían y quemaban por si solas…y las palabras de Heechul comenzaban a hacerle sentido. Si resultaba, eso podía equiparar considerablemente las cosas y les jugaría a su favor.
“Es sólo una teoría” Heechul volvió a añadir. “Y vamos a probrarla luego de un rato, pero si es asi tú comprenderás que nos traería grandes ventajas. Podremos disminuir sus tropas y equiparar un poco las cosas”
“Es un plan magnífico” Siwon asintió, prácticamente visualizando las llamas oscuras danzando ante sus ojos. “Y realmente espero que puedan efectuar semejante hazaña…sería un espectáculo que no olvidarán jamás”
“Lo vamos a intentar” Yunho habló, y justo en ese instante se escuchó otro aullido colectivo…resonando bajo la tierra y haciendo eco. Reconoció el llamado, eran los vociferantes lobos del Sur, hijos de la eterna primavera, que se aproximaban a las entrañas del bosque. Heechul se sobresaltó al escucharlo, era de esperarse…lobos que fueron su gente y que lo acogieron cuando era tan sólo un adolescente reacio. Yunho apretó su mano con suavidad, transmitiéndole su calma.
“Bueno, parece que tenemos otro grupo que recibir” Yunho sonrió; Siwon y Sooyoung asintiéndole en respuesta.
“Quedan en completa libertad para volver con sus lobos, pero no se alejen mucho…no sabemos si las tropas de la Resistencia ya han llegado, o lo que podrían estar tramando. Los queremos a todos en guarida, como lobos…atentos a cualquier sonido o amenaza que pudiera lucir sospechosa” Yunho se alzó del sillón con Heechul siguiéndolo de cerca.
“Volveremos con nuestros lobos, y estaremos expectantes a las órdenes” Siwon le respondió, parándose a su vez y ayudando a Sooyoung a ponerse de pie. Bajaron la cabeza a Hina y a Dakho en modo de despedida y luego siguieron a Yunho y a Heechul de vuelta a las escaleras que los llevarían a la superficie. El temblor retumbó y la grieta se abrió, los rayos de sol alumbrando los escalones de piedra y el cielo azul recibiéndolos en todo su esplendor. Salieron a la superficie y la grieta desapareció a sus pies; la pareja del norte despidiéndose de Yunho y Heechul y luego desapareciendo en atisbos de pelajes resplandecientes a la luz del sol.
“Estás nervioso” Yunho comentó al comenzar a avanzar por las arboledas hacia el sur, tratando de adivinar a qué distancia se podría encontrar ya la manada de sureños. Heechul suspiró, negando con la cabeza.
“No…bueno, quizás un poco. Cuando me fui tan sólo dejé las indicaciones con un subordinado de Keiichi, pero tú sabes cómo vuelan las noticias” Heechul le confesó finalmente, era incapaz de guardarle algo a Yunho dentro, para sus ojos era prácticamente transparente.
“Supuse que le habías contado la verdad a Keiichi y él repudió el vínculo, ¿No es así?” Yunho lo miró a los ojos, y Heechul asintió.
“O más bien la poca influencia que tenía sobre mi, si…lo hizo. Pero a pesar de todo, no me arrepiento. Keiichi sabía en las condiciones que yo venía, y lo nuestro fue…inevitable, Yunho. Tarde o temprano nos iba arrastrar de vuelta” la sonrisa volvió a su rostro, y sus ojos brillaron cuando hicieron contacto con los suyos. Yunho apretó su mano y reflejó su sonrisa, ya sabiendo que sus palabras eran ciertas.
“Lo amaste a tu manera…” Yunho comentó en tan sólo un susurro y lo escuchó suspirar.
“Cómo tú amaste a tu manera a ese vampiro” sin embargo no se esperaba una respuesta ingeniosa, y lo hizo lanzar una risita.
“Es difícil estar dividido en dos, lo sabes bien” Yunho le contestó y Heechul volvió a sonreírle, radiante.
“Deja que los vampiros se desangren entre ellos” su risita volvió, melodiosa y jovial, y Yunho le arqueó una ceja.
“Si hubieses mencionado lo de las cobras imposibles de domesticar habrías sonado igual que Changmin” Yunho le contrarrestó, divertido, y Heechul le mostró la lengua.
“No todo lo que enseñó fue basura. Algunas cosas si eran relevantes después de todo, lo de las cobras tiene sentido por cierto”
“Lo recuerdo, lo recuerdo” Yunho reiteró y se paró en seco, sobresaltando a Heechul.
“¿Una carrera hasta encontrarlos?” lo miró a los ojos, desafiante, y Heechul lanzó una risita ante ello.
“Hay cosas que no van a cambiar nunca” contestó y se lanzó al trote, aterrizando con sus cuatro fuertes patas y su resplandor rojizo perdiéndose con velocidad. Yunho se rio a su vez, contando hasta diez antes de transformarse e ir al trote, siguiendo el dejo de su esencia como atracción magnética, pájaros volando y animales arrancando a su camino al ver su imponente figura cortar el aire con la fuerza de su trote.
Changmin observaba el enorme cajón blanco inmaculado que yacía sobre la mesa con ojos bien abiertos, aun realmente inseguro de querer abrir el cajón y revelar las milenarias cadenas que fueron capaces de reprimir el fuego. Kyuhyun y Taemin estaba sentados al frente suyo, observando su reacción con miradas expectantes.
“Bueno…” Changmin comenzó, dejando de estar absorto y dirigiendo la mirada a sus compañeros. “¿Y cuándo llegan las tropas?”
“Llegaran por partes, las grietas están programadas para distintos horarios y con distintas ubicaciones para evitar que los pajarillos del Lobo de Fuego espíen nuestros números” Kyuhyun articuló, lanzando un suspiro y jugando con sus dedos entrelazados sobre la mesa. Taemin trataba de descifrar los pensamientos de Changmin, pero su máscara estoica era impenetrable.
“Bien, bien” murmuró, sus ojos marrones prácticamente absorbiendo la blancura del cajón al observarlo nuevamente. “He puesto a todos mis lobos a entrenar, y habrá lanzas envenenadas para cada lobo que porte la marca del bosque en sus hombros”
“Si nos disculpas entonces, vamos a estar por los alrededores de la colonia supervisando las llegadas” Kyuhyun volvió a hablar y Changmin le alzó el rostro, asintiendo con brusquedad.
“Haz lo que tengas que hacer. La noche está a apenas unas horas y presiento que…será la más oscura de todas” su voz sombría retumbó en la madriguera mientras les hacía un ademán con la mano para que desaparecieran. Kyuhyun y Taemin se alzaron rápidamente, bajándole la cabeza y luego abandonando su madriguera con pasos raudos.
Changmin suspiró, como si hubiese estado conteniendo el aire por mucho tiempo, y finalmente se decidió a echar un vistazo a las cadenas. El blanco cajón estaba sellado y Changmin tuvo que ejercer bastante fuerza para que la tapa cediera con un crujido, separándose y revelando el interior. Apenas corrió la tapa atisbos de eslabones rojizos resplandecieron por sus ojos, empujando la cubierta hacia un lado para observar los eslabones forjados impregnados de un rojo sangre enrrollados en perfecto orden dentro del cajón. Era enorme…Changmin calculó que podrían cubir todo el cuerpo de una persona con los eslabones, mas al tomar un extremo entre sus manos se sorprendió al percatarse de que no pesaba como lo imaginó y eran casi tan ligera como una lanza. Tendrían que hacer una estrategia parecida a cuando pudo apresar a Jaejoong con Santa María, casi como una prima en segundo grado de la gran Espíritu Santo, y que a Changmin le había tomado años llegar a manipular. Un grupo de lobos debía yacer escondido en las cercanías, aguardando con Espíritu Santo y esperando la brecha precisa para encadenar a Yunho y reprimir sus fuerzas.
Suspiró nuevamente, era una maniobra arriesgada pero ya no les quedaba alternativa. Cubrío las majestuosas cadenas nuevamente, cerrando el cajón y caminando hacia las afueras de la madriguera. Afuera, el trajin era tan estridente que le dañó los agudos oídos. Gritos, jadeos, órdenes y gruñidos plagaban las planicies de la colonia del bosque; lobos lanzándose dentelladas y el metal de las armas cantando contra el metal por doquier. Changmin observó a sus lobos y se enorgulleció de su determinación, sabía que en tan solo unas horas más se estarían enfrentando a muerte por sus convicciones, pero habían entrenado tan duro que la pelea sería disputada con garras y dientes, como era tradición de su progenie.
Se paseó por cada grupo de lobos que peleaban y pudo distinguir entre el tumulto a Ji Hae peleando contra otra loba en voraces dentelladas. Estaba en parte sorprendido con su determinación, en ningún momento había demostrado algun atisbo de querer seguir el rumbo de su hermano…y había obedecido a su líder sin siquiera protestar. Sin duda, las enseñanzas de obediencia yacían grabadas con fuego sobre su piel, ella tenía rasgos que se asemejaban a Yunho pero era tan distinta…Yunho se había alzado cual oveja negra, el hijo prodigo que ahora se enfrentaba contra el señor que le dio de comer…y Ji Hae en cambio, sumisa como ella sola, tranquila como aguas en calma y con la voluntad inquebrantable. Jamás dejaría de fascinarlo el hecho de que ahora estaba a puertas de enfrentarse contra su propia sangre, y todo…por diferencias en la percepción de las cosas. Se recordó a si mismo que la tomaría como unión cuando toda la rebelión cesara y tuviera la cabeza de Yunho junto con la de Heechul adornando su madriguera. Ella descendía del fuego a su vez…aunque su sangre no hubiese reaccionado, y lo ayudaría a fortalecer la colonia a su manera. Y cuando su cachorro llegara al mundo heredaría el bosque y perpetuaría sus creencias. El balance se mantendría inalterable por generaciones.
Se detuvo ante el par de licántropos que consideraba los más fuertes, y que le habían servido como portadores de Santa María en la batalla contra las sanguijuelas. Estaban sacándole filo a unas puntiagudas lanzas y bajaron la cabeza al momento que lo vieron llegar.
“Líder” articularon al unísono y Changmin les hizo un ademán.
“Hermanos” este día, nadie tenía nombre y todos eran llamados ‘Hermanos’ para hacer hincapié en la cohesión de las fuerzas.
“Vengan conmigo, hay un asunto de suma urgencia que tenemos que discutir”
“Si, líder” fue su mecánica respuesta, y a veces Changmin pensaba que estaba criando robots en vez de lobos, pero la disciplina era fundamental para ganar las guerras. Sólo lobos organizados, con temple de acero y disciplinados podían mantenerse estoicos ante las adversidades más abismantes.
La misión se les fue otorgada junto con la visión de Espíritu Santo por los propios ojos de sus lobos de confianza, quienes tan sólo podían mirar las cadenas con ojos bien abiertos, estupefactos. Changmin les hizo jurar que no intervendrían y que se mantendrían silenciosos como sombras aguardando la señal de sus labios para apresar al mismísimo Lobo de Fuego. El juramento fue proclamado y con ello Changmin observó la progresión de nuevos lobos a sus planicies. Los observó caminando en tropas de diez líneas, centenares de lobos alineados con máscaras estoicas por rostros, torsos descubiertos fornidos y brazos fuertes. Eran los lobos de la Resistencia, entrenados para matar a cualquier engendro que se interpusiera y quisiera alterar el orden. Changmin jamás había visto expresión más disciplinada que en ellos; Kyuhyun iba al frente de las tropas y sólo se detuvieron cuando él alzó la mano, todos parándose en seco al mismo tiempo.
“Faltan más, muchos más. Ese Lobo de Fuego no dimensiona con los que se está metiendo” Kyuhyun le dijo cuando Changmin llegó a su encuentro y él asintió.
“Son…increíbles. Aún no lo creo, tantos lobos y con semejante entrenamiento”
“Y mejor no te digo la clase de entrenamiento por el que son sometidos. No podrías dormir por las noches” comentó con el rostro sombrío, lanzando un suspiro.
“Tengo que volver, vienen más grupos en camino y hay que estar atentos a los espías. Los dejaré a tu cuidado, y descuida que obedecerán hasta la más minima de tus palabras” Kyuhyun se volteó y desapareció junto con Taemin nuevamente y Changmin quedó al frente de centenares de ojos escudriñantes.
“Sin duda alguna” musitó y luego alzo la voz nuevamente. “Rompan filas. Pueden entrenar junto a mis lobos si lo desean, mi colonia es su hogar” los vio dispersarse apenas pronunció la última palabra y sintió el vello de la piel de su nuca erizarse ante la enorme progresión. Faltaban más, muchos más…y la noción de la carnicería que les esperaba lo hizo sentir ansioso y le revolvió las entrañas. ‘Será la noche más oscura…llena, llena de sangre y muerte…’
Koiko: Atraso hiper mega magno de la vida! pero estuve enferma y esa es mi válida excusa u.u además que volví a la universidad y el tiempo se va muy rápido D: en fin. Me quito el yelmo y la cota de malla ante todos los que siguen aquí conmigo leyendo el fic …realmente se me ha hecho muy difícil escribir esto, la trama evolucionó y desarrollarla por completo me ha costado, sólo su respaldo es el incentivo que tengo para continuar. Y cada vez estamos más cerca de la condenada guerra! Preparen todos sus implementos de combate porque se viene e.e
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