El tiempo es cómo el agua, se escapa de entre los dedos de manera incontrolable, inexorable, solo dejándonos sus huellas…la primavera se terminó y el verano caluroso volvió a las vidas de estas personas, muchos conflictos que estaban pendientes se resolverían en esta siguiente estación.
Sin sentir un año había transcurrido, desde que las dos personas se habían encontrado una mañana de verano en un vagón de tren, específicamente el 5, de la línea 7. En instantes las vidas de todos habían dado giros de 180°.
Primera noche del festival, ceremonia de recepción…
Vestidos con sendas pajaritas negras igual que sus trajes, Junsu y Changmin conversaban mientras bebían un néctar para refrescarse, de veras que la calefacción no lograba mejorar el fastidio, el más alto ya no bebía alcohol cómo antes, el rubio había influenciado mucho en él.
- Ves, todo ha quedado perfecto, te preocupabas demasiado…
- Bueno, es que es muy importante este evento, todo debe ser genial…, debemos mostrarle a todos que a través de la danza se puede unir a los pueblos, levantar el espíritu de los jóvenes…y eso debe estar reflejado en cada acción, en cada ambiente.
- Me encanta cuando estas así de contento…y te pones así de serio.
La forma dulce e intensa con la que Changmin miró a su amado, rubio y bajito hizo que este se sonrojara, era increíble que aun tuviera el poder de hacerle eso, cuando ya no era un adolescente.
- No me mires así aquí, podría obligarte a escapar conmigo a algún lugar cerrado y estrecho…jajaja…
- Ya ves que en realidad no importa si es un lugar estrecho o lleno de gente, cómo cierto vagón que tu recordarás…-no pudo evitar reírse cuando los ojos de Junsu se hicieron más grandes reconociendo en los de Changmin el lujurioso e increíble recuerdo de haber follado en el tren-.
-…-completamente sin palabras Junsu solo pudo reír con todas sus fuerzas…-…eukyang eukyang…
- Todo saldrá bien, ya lo verás…-y enseguida enfocó con su cámara una toma de cuerpo completo de Junsu, quien posó muy digno para la fotografía, luego hizo caritas versión ángel Xia, además de un tierno pucherito-.
Desde lejos Yunho, como líder de la comisión llamó la atención de los amantes, que se estaban divirtiendo mucho a costa de la cámara y no trabajaban, necesitaba ayuda para seguir recibiendo a las delegaciones de los países invitados.
El evento se había programado en un hermoso salón, cuya entrada tenía un largo pasillo, que estaba bordeado de paredes en color blanco de las que colgaban pinturas tradicionales coreanas, era muy iluminado y espacioso. Había espejos de tramo en tramo que le daba una sensación de mayor amplitud.
Si caminabas por el pasillo al final se hallaba un salón circular inmenso, detrás de una enorme y decorada en madera, puerta de cedro, la cual se continuaba por columnas de estilo romano, colocadas estratégicamente como las horas en un reloj, muy blancas además, se percibían enormes ventanales por detrás de las cortinas que se sostenían entre cortina y cortina.
El piso era cuadriculado en blanco y negro, contrastando con las columnas, este resplandecía y a lo lejos parecía un espejo, que reflejaba la luz que producía las maravillosas lámparas estilo araña que colgaban perezosas del techo. Sobre el magnífico piso una serie de mesas circulares también, decoradas con mantelería blanca impecable, cubiertos de plata y bellísimas rosas rojas, que hacían la diferencia y le daban el toque romántico que enlazaba todo el ambiente.
Al fondo un escenario se había preparado con un estrado de madera oscura y cortinas rojas de terciopelo, el equipo de amplificación estaba estratégicamente colocado para que puede mimetizarse con la decoración.
Una a una y con algún orden específico, las mesas se iban llenando con miembros de las delegaciones de danza, 30 países se dieron cita, había muchísima gente. Todos los asistentes vestían sus mejores galas, parecía un desfile de modas. Los representantes de cada delegación tenían un listón pegado el brazo izquierdo en el que se encontraba la bandera de su país.
- Mira esa es la delegación de México…
- Vaya y cómo lo sabes…
- Es porque toda la primavera tuvimos que aprender las banderas de todos los países asistentes para dirigir a los invitados a sus mesas respectivas…
- Ya sabía que era por obligación…
- A mí siempre me gustó la geografía…sabes dónde está el Lago Titicaca?...
- Mmm…está en América del Sur…
- Esta en Perú para tu información…
- Jajajaajaj…vaya se nota que te encantaba la geografía, jajajaja…está en Bolivia…
- Ustedes dos…vayan a trabajar y dejen de perder el tiempo…Changmin hay muchas fotos que debes tomar, vayan por la entrada de la derecha, apresúrense…
- Si hyung…-dos avergonzados enamorados corrieron a sus puestos, tras la orden de Yunho-.
Colocándose un poco por dentro de la entrada Junsu hacía de anfitrión sonriendo y reconociendo a la gente por la bandera, el idioma oficial del encuentro era el inglés, por un acuerdo internacional, por ello, todos saludaban en ese idioma.
Una de las últimas delegaciones hizo su aparición, eran de un país pequeño de América del Sur. La fila para saludar quedó con algunas personas por fuera del salón, Changmin tomaba fotografía de cómo cada bailarín daba la mano a Junsu, la pose era por lo regular similar, además tomaban momentos antes de entrar a cada persona.
La última persona de la fila era una bailarina, una mujer de largo cabello castaño oscuro muy lacio, vestida en un hermoso y ceñido al cuerpo traje de color esmeralda, mientras caminaba un tanto retrasada de los demás la enfocó a través del lente de la cámara y se encontró con unos ojos expresivos, extraños, porque se dio cuenta de que los conocía, tenían una extraña mezcla de color, a medio camino del café y verde.
Retiró su cámara para asegurarse de quién era y se quedó helado. No pudo continuar haciendo su trabajo, tuvo la necesidad inmediata de correr hacia dónde estaba Junsu, pasando por en medio de la gente se colocó detrás de él, mientras Junsu saludaba al penúltimo bailarín de la fila.
Changmin no pudo llamar la atención del rubio a tiempo y entonces sucedió…
La mujer de vestido verde estiró su mano y tuvo contacto visual con Junsu, sus ojos brillaban y sus labios sostenían una sonrisa que él conocía muy bien, porque en un tiempo había sido su razón de vivir, había amado tanto esa sonrisa tan sencilla y luminosa…
- E…Emily…Emily…
Inmediatamente el mundo comenzó a dar vueltas y se sintió un poco mareado, su cuerpo no tuvo la reacción normal, que hubiera tenido cualquier persona al volver a ver a la persona que tanto había esperado. Tambaleó por unos segundos y sabiendo que Changmin estaba detrás, pues había reconocido su calor, retrocedió medio paso y se sujetó de su antebrazo que estuvo presto a sostenerlo. Los ojos de Emily perdieron su brillo y la sonrisa cambió de sensación.
- Eres…tú…Emily…lo siento…yo…
- Soy yo…Junsu ya…-con una mirada significativa ella miró a Junsu y luego a Changmin a manera de hacerle entender que quería saber quién era-.
- Ah eh…mira él es…
- Junsu, no lo hagas…
- Es Shim Changmin, mi pareja…- Changmin se estremeció, de la firmeza con la que las palabras de Junsu confirmaron su vínculo, él, el rubio lunático, desquiciado, desordenado, pervertido y melancólico le había dicho a la persona que fue su esposa y a la que añoraba ver con todo su corazón que era su pareja, no supo si era un alivio, no lo sintió así, aun se sentía en peligro-.
- Mucho gusto Shim Changmin ssi…-volviendo sus ojos, que ahora parecían reflejar sentimientos contradictorios, al rubio dijo muy quedito-…necesitamos hablar…
El nudo en la garganta de Junsu ante la avalancha de sentimientos que le provocaron un dolor intenso en el pecho no le permitió hablar solo asentir y tomando su mano que se ofrecía cálida la llevó hacia uno de los balcones posteriores ubicados detrás de las cortinas, soltando reticentemente el antebrazo de Changmin que segundos antes le había servido de bastón.
Changmin sentía que el mundo nuevo y brillante que había conocido al hallar a Junsu se iba derrumbando conforme las dos personas que tenía delante iban caminando dos pasos por delante hacia el balcón. No supo por qué pero no pudo detenerse cuando empezaron a caminar, tenía que seguirlos, tenía que saber.
Estaba aterrado....tan claro podía ver un abismo a los lados del pequeño puente por el que caminaba, se sentía mareado, con tanto malestar que en cualquier momento podría caer. Jamás pensó que la sensación de estar a punto de perder a Junsu se podría asemejar tanto a la muerte. Sus ojos ardían, pero no podía desplomarse, no aun.
Apenas estuvieron en el amplio y oscuro balcón el rubio, sin importarle el traje extranjero con que estaba vestido, se puso de rodillas delante de su ex esposa. Sin tener valor para mirarla empezó a hablar todo lo que parecía explotarle en el pecho, dolía tanto que las palabras no querían salir adecuadamente. Los pensamientos fluían a toda prisa y desordenados. Mil veces había imaginado cómo le pedía perdón, pero ahora no recordaba nada. Su frecuencia respiratoria era rápida y superficial. Tenía náusea. Pero nada lo detuvo.
- Emily.......yo, yo necesito decirte algo.....por favor escúchame.....yo....ni siquiera sé si tengo derecho a decirlo......
- Habla Junsu......te escucho.....-la mujer se asustó al verlo ponerse de rodillas, mientras escuchaba sus palabras, bajó a la misma altura arrodillándose también, con el rostro lleno de preocupación-.
- Emily perdóname. ....perdóname. ......por favor perdóname. Perdóname por todo el mal que te he hecho. Por no ser el esposo que tú merecías. Por no ser un hombre y haber escondido que vivimos juntos tanto tiempo, por no haberte dado tu lugar, por no defenderte de todas las humillaciones a las que te sometió mi madre. Por haber destruido tu futuro.....por haberte quitado la oportunidad de bailar como era tu sueño en Broadway. Soy un cobarde que no merece nada de ti.....por ser un crápula en tu vida.....yo......
Mientras escuchaba la mujer sintió compasión por el hombre que había amado tanto. Estaba tan contenta de verlo con vida. Claro que se había sentido muy decepcionada al saber que tiene pareja pero no había sentido ni un poco de rencor. Solo había sentido añoranza. Jamás había dejado de amarle. Como odiar a un hombre tan dulce y amoroso. A un hombre con la sangre tan caliente. Jamás. Simplemente no habían nacido para vivir juntos. El tiempo que le robaron a la vida, fue un sueño, que la vida les cobró, ahora ya no había nada que recuperar.
- Junsu ya.....no....no por favor. .....no pienses eso.....no llores más. ...mi amor. ...detente....nada de eso fue tu culpa......por favor no te sientas mal. -todo lo decía mientras con sus suaves manos limpiaba las lágrimas del hombre, su voz firme y con un acento diferente se había quebrado al ver las lágrimas tan sinceras de Junsu -.....tú no eres cobarde. Escúchame. .....mírame. ...-con decisión le habló mientras le levantaba el mentón y le miraba a los ojos-…el tiempo que pasé contigo fue la mejor época de mi vida.....yo fui muy feliz. Las cosas que tu madre me dijo no son más que las cosas que cualquier madre que protege a su hijo hubiera dicho. Ella no me conocía. Nunca tuvo obligación de quererme. Yo recuerdo que tú me protegiste con todas tus fuerzas, casi mueres por protegerme, te debo mi vida. Olvídalo, olvida todas esas cosas inútiles, vamos.
Al contrario perdóname tu por no haberte cuidado después de que esos hombres te atacaron....cuando vi la sangre salir de tu cabeza pensé que morirías......yo...quise morir....pensé que iba a enloquecer mientras estuve encerrada, pero verte ahora con vida es lo mejor que me pudo suceder.....me alegro tanto de ver que eres feliz, parece que el tiempo no ha pasado por tu cuerpo.
- Emissi...-la sonrisa cálida y llena de amor suavizó a manera de bálsamo el dolor que no abandonaba su pecho-…ayúdame necesito escucharlo…
- Te perdono. ......por todo lo que quieras te perdono. ..Ahora olvídalo. ..sí...-Junsu asintió y con la voz quebrada dio paso a su siguiente idea…-.
- Qué ha sido de tu vida…después de que te deportaran...por qué no te has comunicado conmigo...?...-la pregunta salió desbocada y con un ligero tono de reproche-.
- Entendí que yo no era la persona que tu merecías y le juré a tu madre que te dejaría en paz...a cambio ella pagó mi pasaje de vuelta. ..y yo...solo tuve que aprender a vivir otra vez…-la mueca de dolor que se presentó solo fue captada por Changmin-… Sé que fue muy cobarde de mi parte. Sin embargo eso fue lo que pensé que era mejor para ti. Podrías perdonarme Junsu por favor?
- Mi madre te hizo hacer eso...? demonios. Yo no tengo nada que perdonar. Eres feliz?
- Lo soy. ......
Changmin pudo detectar una falta de brillo en los ojos de su rival, lo que había dicho sin duda era mentira, y sintió miedo de nuevo.
El maestro de ceremonias usó el micrófono para llamar la atención de todos los asistentes e invitarlos al centro del salón para iniciar con el acto. La mujer se levantó tratando de huir frente al raudal de lágrimas que luchaban por salir. No podría mantener su pose ni un segundo más....después de la pregunta de Junsu no podría mentir más. Y salió corriendo no sin antes hacer una reverencia ligera a Changmin.
Apenas ella se marchó Changmin levantó a su rubio que había desatado en llanto convulsivo. Lo levantó y abrazó con todas las pocas fuerzas que le quedaban, el alma le volvió al cuerpo al sentir nuevamente su calor. Le mecía como si fuera un bebé y le susurraba que todo iba a estar bien. Que había sido perdonado que no llore más. Le recordó que tenían que regresar. Unos 10 minutos pasaron así y al fin se calmó. Lo acompañó al baño de hombres para que adecente su cara.
De pie junto a la puerta el moreno esperaba, unas bailarinas extranjeras caminaban por el pasillo de los sanitarios conversando entre ellas. Si no hubiera escuchado el nombre de Junsu no habría prestado atención.
- Has visto a ese muchacho......el coreano que nos recibió. ...recuerdas de apellido Kim.....
- Kim Junsu. ....
- Sí, ese mismo, estudió con nosotros....he visto también a su novia....pero no parecían estar juntos.....
- Es muy extraño, siempre habían sido tan unidos......
- Luego de graduarnos los esperábamos para Macbeth en Broadway, sin embargo ninguno de los dos apareció. .....
- Aparecen de pronto......eran tan........
La conversación continuó, pero él ya no pudo escuchar más. .....su corazón se contrajo y se relajó un par de veces dolorosamente entonces una mano cálida se posó en su hombro. Suspiró y tomados de la mano volvieron al salón, una delicada penumbra los cubrió de la gente chismosa, aunque ya nada importaba la opinión de nadie. La cara de Junsu estaba muy hinchada pero ya no estaba tan roja. Tomaron sus asientos, el evento iba en su segundo punto de la agenda. El presidente de la comisión nacional de danza tenía la palabra.
- ....y para demostrar que la unificación de los pueblos es posible a través del arte, un talentoso miembro de nuestra comisión elegirá de entre todas las comisiones una compañera para un solo de baile que se representará al cierre de este maravilloso evento. Kim Junsu ssi suba al estrado y elija una de las fichas.
Ya calmado y tomando todo el valor que le quedaba, lentamente se levantó de su asiento y subió. No estaba nervioso ya. Saludó a las autoridades y al público haciendo la reverencia respectiva.
- Sin mirar las fichas que contenía el ánfora de cristal eligió la que más suave al tacto le pareció y la saco, también era el número 57........
Una bailarina de vestido verde esmeralda levantó tímidamente su mano......con un gesto amable el hombre que representaba la autoridad la invitó a pasar......
Ahora ya sabía porque se sintió tan contento el día que fue elegido para este acto, el destino le había dado esa oportunidad. Era la manera de la vida de permitirle despedirse de la persona que añoro por tantos años. Era la designación del último baile.
El presidente presentó a la bailarina al público, felicitando a la delegación de su país.
- La Srta. Emily… de la delegación de…realizará junto a Kim Junsu el acto de cierre. Aplausos por favor.
Los bailarines tomados de la mano hicieron una reverencia al público que aplaudía diligentemente. Tanta añoranza se sentía, habían pasado tantos años desde que se habían parado juntos frente al público en un escenario. La mano era cálida, el calor era tan cotidiano. La memoria de la piel es infinita. Ella le devolvió la paz que no estuvo completa nunca.
Changmin sintió que la herida que había guardado en su pecho se abrió unos centímetros más, era como si el destino se riera de él, este día que jamás había soñado, el día en que Junsu encontrara a Emily, que siempre le pareció irreal, a pesar de que junto a Yoochun había hecho tantos esfuerzos para encontrarla durante estos meses no había aparecido y hoy en un día tan especial para todos, paf! aparece como arte de magia. En su fuero interno, de humano normal, su egoísmo le había hecho sentirse aliviado cada vez que su amigo abogado le decía que había fracasado en la misión de hallarla, pero la vida le castigaba mostrándole que la verdad no puede estar oculta para siempre.
Y ahí estaba la bailarina con el número 57 era Emily, y ellos iban a bailar juntos el último acto. The last dance.
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La vida si que te da muchas sorpresa... ahh tan lindo que estaba todo, me dio pena este capitulo... La chica no me cae mal, pero se nota que quiere regresar con Junsu y no quiero que Min termine mal, ojalá y Junsu sepa darle su lugar.
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