Autor: Amariilis
Título: Regalos
Parejas: YooSu
Género: Romance
Extensión: Oneshot
-----
Ya era oficialmente las 12. Es decir, 15 de diciembre
Sin embargo, ellos solo seguían bebiendo ¿Acaso lo habían olvidado? Se supone que ellos sabían que él amaba que lo saludaran a las 12.
– Ellas van a querer una prueba, así que no pueden faltar a su promesa.
Él había decidido interrumpir, quizá con eso podía despertarlos un poco.
Junsu había tomado algo más de té helado cuando les habló. Jaejoong solo rodó los ojos para sonreír y mover su cabeza un tanto, mientras que Park dejó soltar una risa pequeña y tomar algo más de ese vino que había encontrado en casa de Jaejoong. El concierto había finalizado y respirar incluso era agotador.
– ¿Quieres ver mi cuerpo? Junsu, no deberías pedir regalos delante de las fans a las personas que te aman lo suficiente como para tener tu nombre grabado en sus cuerpos por siempre.
Y ahí estaba Jaejoong, cumpliendo el dichoso plan de engañar al pobre ángel por su cumpleaños número 29.
Créditos, Shim Changmin.
De pronto el sorbete que reposaba en los labios de Junsu se liberó, Junsu incluso se sintió un poco mal tras las palabras de Jaejoong.
– Lo sé, pero no se lo tomen en serio…
– Es comprometernos delante de todas ¿sabes? yo quería regalarte algo más especial, pero ahora solo caeré en algo como un árbol de navidad que puedes comprar en cualquier lugar.
– Hyung, yo…lo siento.
Y dejó el vaso en una mesa cercana para buscar con la mirada a ese Yoochun que podía ser su apoyo, pero que ahora solo había continuado con la vista en ese celular que lo tenía distraído.
Pero él, a pesar de sentir esa mirada algo desesperada por ayuda, no había girado porque se lo habían advertido los cuatro.
Y cuando se sentía débil leía ese mensaje de texto que Changmin le había enviado por la mañana.
Estaba avergonzado ¿Había cometido una imprudencia nuevamente? ¿Por qué no había medido sus palabras? Su cabeza estaba un poco gacha, luego de eso solo había sonreído para hablar de forma rápida, necesitaba rectificarse.
– De todos modos no tienen que darme nada, solo había querido bromear un poco.
Yoochun pudo sentir su corazón latir un tanto más
Porque incluso si no veía sus ojos, podía sentirlos.
Porque él tenía esa clase de conexión con Junsu.
~~~
Era como si un parlante gigante estuviera a su lado.
Luego, todo fue serpentinas, globos, un pastel de chocolate y cuatro tipos cantando “Feliz cumpleaños” con gorritos tontos.
Junsu apenas se había podido sentar bien en su cama para culminar la canción tradicional, mientras los veía a todos a su alrededor.
De pronto, vino lo esperado. Jaejoong y sus afectuosos abrazos.
– ¡Feliz cumpleaños! Su, tienes que ver esto.
Y Junsu casi no pudo limpiarse bien las legañas del rostro cuando fue arrastrado hasta la sala principal y vio que había un árbol de navidad enorme en una esquina.
– Lo genial es que hicimos mucho ruido porque somos tan torpes para armar esto, pero tú no despertaste.
Yunho había intervenido, mientras posaba un brazo en su hombro cariñosamente.
– No es para nada un regalo vanal, gracias hyung. Igual lamento haberte comprometido ante las fans.
Junsu no lo había notado, pero Yoochun no dejaba de ver sus ojos tan luminosos. Changmin siempre había tenido razón.
– Junsu, no tienes que pedir perdón. Todo fue culpa de Changmin y su plan malévolo. – Había escuchado la voz de Yunho, quien lo había soltado, tan solo para traer esos bocadillos que habían comprado la noche anterior.
– Perdónanos, Su, ya no lo volveremos hacer. – Jaejoong le había vuelto abrazar con un dejo de culpa en el pecho –
– Claro que no lo volveremos hacer ¿Sabes lo que nos tomó armar del dichoso árbol? Jaejoong, para la próxima tú mismo te encargarás de tu regalo.
Junsu había sonreído más. Verlos a todos juntos hablar era asombroso, no podía pedir más
Hasta que sintió ese cuerpo tan cerca al suyo y esos brazos conocidos rodear su cintura,
Y tuvieron que calmarse él y su corazón porque diablos que su voz era tan sensual incluso por las mañanas que no era justo. Junsu se retorció cuando lo sintió hablarle cerca del oído.
– Es cierto, Changmin me obligó. Amor, ¿me perdonas a mí también?
Y ya sentía sus mejillas arder y lo odiaba porque era tan tonto que se delataba a sí mismo cuando estaba así de nervioso porque aún era difícil tratarlo así, se habían confesado su amor hace tan solo unos días y era difícil actuar frente a otros. En ese instante, solo atinó a sonreír y a acariciar los brazos de esa persona que era tan especial.
Changmin ya había tenido suficiente con los besos en la mañana de Yunho y Jaejoong por su reencuentro después de tres meses hasta que vio al Yoosu en lo mismo y optó por rodar nuevamente los ojos.
– Entonces viajo desde Japón, para ver escenas cursis del Yunjae y Yoosu. Idiotas, para eso podría buscar en youtube.
Changmin habría podido hablar más sino fuera por el cojín que Jaejoong le había lanzado. Gracias a eso, Junsu había vuelto a reír, esta ocasión cubriendo su boca, eran pocos los momentos en que los cinco podían reunirse así, por lo que para Junsu no había mejor regalo de cumpleaños que ese.
Yoochun lo sabía, por eso había buscado a los chicos.
Estando tan feliz, Junsu había girado sobre sí para ahora él rodear el cuerpo de Yoochun, empinarse un poco y darle uno de esos besos que había querido desde que lo vio.
Yoochun incluso había suspirado en medio del beso porque solo Dios sabía cuánto amaba tenerlo así. Besar a Junsu era como la gloria.
– Me robaste un beso y aún no viste mi regalo.
– ¿Más? – Junsu ahora acariciaba su cabello –
– Lo has dicho, no podemos defraudar a las fans.
El más pequeño lo volvió a besar por un momento más, para luego correr como un niño hacia ese árbol de Navidad que contenía sus regalos de cumpleaños.
Y los había visto todos prometiendo que los usaría pronto.
Así las fans notaran solo dos de ellos.
Porque Junsu los protegería siempre.
Fue por eso, que al día siguiente, cuando se dejó fotografiar con ese saco, estuvo feliz. Porque no se trataba del dinero gastado o el diseño, sino que lo había escogido él.
Y eso había sido suficiente.
El Yoosu siempre tan romantico!!
ResponderEliminarEl mejor regalo para un delfin, es el amor de su ratón!
Muy buen relato.