Por la Senda del Lobo
Montañas del Norte – Tercera Parte
Se está volviendo peor
Después de todo lo que he intentado […]
Todavía sueño con labios que nunca debí haber besado...
[Sanctified, Nine Inch Nails]
“¿Realmente vas a pelear con Siwon a muerte?” Heechul le preguntó mientras se abrían paso hasta el pie de la montaña, al vasto manto blanco que eran las tierras del ascenso. Yunho suspiró, girando el rostro para mirar a Heechul con gesto preocupado.
“Son sus reglas” contestó, llegando hasta el portón blindado que guardaba la entrada al camino estrecho que los llevaría devuelta por el sendero hasta el pie de la montaña.
“No sé por qué siento que esta pelea es personal” Heechul ladeó la cabeza y Yunho le arqueó una ceja. Podía ver sus labios curvándose en una media sonrisa sugestiva y frunció el ceño.
“Tú lo escuchaste, nos denigró y no quiso dialogar. Si quiere morir por mis garras con gusto se lo concederé” Yunho bufó, la actitud de Siwon hacía arder su sangre en ira, y realmente no estaba dispuesto a volver a rebatirle que no pelearan a muerte súbita. Él lo había decidido, y sabía lo que estaba poniendo en juego.
“Supongo que no puede creer que tú hayas sido elegido, que tengas…eso dentro de tu cuerpo” Heechul le susurró. Yunho lo escudriñó con la mirada antes de preguntarle.
“¿Tú de verdad crees que yo…pueda cambiar las cosas?” la pregunta hizo sonreír a Heechul, su sonrisa incrementándose en su rostro ante la mirada dubitante de Yunho, casi como si su respuesta fuese lo único que estuviera esperando, como si aún no hubiese procesado lo increíble que era la habilidad que tenía dentro, y el peso que a su vez conllevaba.
“Yo pienso que tú…” Heechul se acercó, llevando una de sus manos hasta el rostro de Yunho, sus dedos acariciando su mejilla con suavidad.
“Eres un milagro, lo que quizás la mayoría de la gente estuvo buscando al seguir órdenes impuestas y nunca pudo articularlo. ¿Qué no lo ves? Tu sangre ha sido bendecida con las mismas características de las de nuestro padre, tu lobo interno está hecho de fuego y es el mismo fuego que corre por tus venas lo que te hace el elegido para gobernar, Bien sabes que el poder reside en lo que cree el hombre. La gente…cree en lo que ve, Yunho y sólo observando el poder que nace desde tu cuerpo con sus propios ojos lo creerán”
Yunho realmente no pudo responderle, se quedó mudo ante sus palabras, y en toda la fe que Heechul había depositado en él. Su mano se posó sobre la suya, suavemente removiéndola de su rostro para atraerlo hasta su cuerpo, estrechándolo entre sus brazos. Heechul suspiró de sorpresa ante el contacto; sabía que Yunho se sentía inseguro de sus capacidades, sobre todo al ser cuestionado por tanta gente que por años vivió bajo una sola ley. Cualquiera en su lugar podría sentirse amedrentado al tener tanto bajo sus hombros.
“Calma tu tormenta…” Heechul le susurró, una de sus manos acariciando su espalda en un gesto tranquilizador. "Tú no eres el villano aquí, estás sacando a Changmin del mando por un bien común”
Yunho se mantuvo en silencio en el abrazo. Podía sentir a su bestia interna haciendo contacto con la de Heechul en el lazo, su lobo interno transmitiéndole calma.
“Es increíble” Yunho suspiró al separarse de su figura y Heechul lo miró con una expresión curiosa. “Lo mucho que tu lobo calma al mío…”
“Lo encuentras increíble porque te uniste a un vampiro, y a pesar de que eres híbrido tu lobo interno no puede hacer conexión con él, es más que nada una cosa de piel. Supongo que ahora las cosas cambiaron un poco, ahora…está todo a flor de piel” Heechul lanzó una risita nerviosa, rascando una roncha invisible en el borde de su cuello al encontrarse por primera vez incómodo frente a la mirada de Yunho, vestigios de la fatídica noche aun haciendo eco dentro…
“Supongo” Yunho murmuró secamente, desviando la vista. Heechul tenía razón, y ambos lobos estaban más cerca producto de su encuentro, reviviendo lazos de antaño. Probablemente aquello era algo que no podrían modificar, una consecuencia del momento.
Se transformó a su forma de lobo, y esperó a que Heechul se encajara a su lomo para iniciar el descenso. Supuso que a Siwon y a su gente no le tomaría mucho tiempo alcanzarles el paso, los lobos del norte estaban acostumbrados a sus tierras. El sol estaba por esconderse, y Yunho calculó que pelearía contra Siwon de noche, amparados por la luz de la luna en el apogeo del encuentro. Heechul se aferró a su cuerpo con fuerza y Yunho inició el descenso; ambos internándose devuelta en el peligroso sendero que los llevaría al pie de la montaña, a esperar el enfrentamiento por el liderazgo del norte.
“Creo que escucho algo” Heechul murmuró, fijando la vista en las enormes escalinatas de piedra. Ya llevaban prácticamente una hora en tierra firme, el sol se estaba escondiendo y la oscuridad amenazaba con teñir todo a su paso mientras esperaban a la congregación de licántropos que descenderían con su líder para dar inicio al duelo. Yunho desvió la mirada de la nieve a sus pies para fijarla en las montañas; apenas una hilera de siluetas destacándose entre las fuertes ventiscas capturando su atención. Eran ellos, los lobos del Norte, descendiendo de su refugio junto a su líder, tal como lo habían acordado. Yunho y Heechul esperaron por ellos, observándolos descender con aterradora rapidez, como si lo resbaladizo de los escalones no fuese nada para ellos, demasiado acostumbrados a las adversidades de su tierra. Siwon fue el primero en descender junto con su Alpha, ambas formas de lobo transformándose a pasos de Yunho y Heechul. Los lobos no tardaron en aparecer a sus alrededores y rodearlos en un círculo, la expectación haciéndose audible entre los murmullos y susurros de la gente.
“Norteños” Siwon los silenció, su voz retumbando en la quietud de la adversa tierra. “He aquí el retador, frente a ustedes. Proclama tu desafío ya, si es que no te has arrepentido” lanzó un bufido, pasando una mano por su cabello; Sooyoung sólo los miraba con ojos duros, indescifrables.
“En tus sueños” Yunho lanzó una risita que sólo incrementó el barullo a su alrededor.
“Lobos del norte, mi nombre es Jung Yunho, pero ya soy todo una celebridad…me llaman el Lobo de Fuego” el eco de la voz de los lobos a su alrededor se hizo aún más audible. Palabras que Yunho ya estaba acostumbrado a escuchar resonando por sus oídos: ‘demonio’, ‘profecía’, ‘aberración’ cual coro abrumante. Yunho suspiró e hizo un ademán con la mano.
“Y el sureño a mi lado es mi actual Alpha en el sur, y ex líder de la colonia: Kim Heechul. Nuestro duelo se llevó a cabo hace unos días y el sur ya se ha convertido en tierras liberadas de la represión del bosque. Voy a desafiar a su líder para ganarme el derecho de liderar el norte, dejando así la tiranía de Changmin fuera de alcance”
“Tu confianza en tu victoria me da risa” Siwon acotó, ganándose el apoyo instantáneo de su gente. “Claro que acepto el duelo, para mí será un placer llevarle tu cabeza de vuelta a Changmin en una bandeja, y de paso la tuya…Heechul” clavó los ojos en él pero Heechul lanzó un resoplido.
“Yunho te quemará vivo y lo sabes” le disparó, pero Yunho posó una mano en su hombro.
“Tranquilo, Princesa…no dejes que se te meta en la cabeza” le esbozó una media sonrisa y Heechul suspiró, asintiendo.
“¿Reglas, Siwon?” preguntó, fijando la vista en sus ojos escudriñantes.
“Pelea con lanzas de doble filo, cuerpo contra cuerpo en forma humana tal como entrenan los lobos para dominar las armas. Combate a muerte súbita, sin piedad”
“¿Sigues manteniendo eso?” Yunho le arqueó ambas cejas, mirándolo duramente pero él sólo lanzó un bufido.
“Mi honra está ante todo. Diez minutos de calentamiento y luego comenzamos” se volteó y dos licántropos se abrieron paso entre la gente. Le pasaron una lanza de doble filo a Yunho, liviana y fácil de manejar. La lanza que le pasaron a Siwon tenía una empuñadura de bronce al medio, forjada especialmente para él en sus horas de combate, pero a su vez también le entregaron un enorme escudo de acero con grabados de lobos en los bordes. Heechul frunció el ceño cuando vio que no había escudo para Yunho.
“Oye, eso es injusto” protestó, mirando duramente a Siwon que ya estaba alzando el escudo para acomodarlo a su brazo izquierdo.
“Tú tienes escudo y Yunho no”
“Pero él tiene esa brujería dentro” Siwon le contrarrestó. “Tengo que protegerme por si decide jugar sucio”
“Déjalo, que use lo que quiera” Yunho suspiró, pasando una mano por su cabello. “No me interesa el escudo, así estoy bien”
“¿Seguro?” los ojos de Heechul centellaron en luces doradas al usar su telepatía de lobo con Yunho.
“Piénsalo, Chul: el peso del escudo lo cansará más rápido…puede jugarme a mi favor”
Heechul le sonrió de oreja a oreja; Yunho era simplemente brillante, ya tenía la estrategia perfectamente maquinada al observar su nuevo armamento. Se hizo a un costado, llegando al lado de Sooyoung, la respectiva Alpha cuando Yunho le hizo un ademán con la mano y comenzó a estirar sus músculos, preparándose. Siwon había comenzado a hacer lo mismo, ambos preparando sus cuerpos para el combate. Sooyoung desvió los ojos de su unión para posarlos en Heechul.
“Pareces horriblemente confiado” le comentó. Heechul giró el rostro para mirarla, una media sonrisa dibujándose en su rostro.
“Es que ya lo he visto, te olvidas que he peleado contra él. Siwon podrá ser fuerte pero Yunho…ha nacido para liderar”
“¿Puedo…hacerte una pregunta?” Heechul observó las facciones de Sooyoung suavizarse, dejando la faceta estoica de alpha para lucir más…natural, casi con un brillo de curiosidad resplandeciendo en sus ojos. Asintió, extrañado al observar el cambio.
“Te podrá parecer extraño, pero casi no siento que Yunho sea un híbrido del todo. Es cierto, tiene los ojos disparejos pero…su piel no está más pálida o tiene ese aire de muerte que desprenden los vampiros y créeme, yo he visto híbridos antes. De hecho, lo único que percibo en su vibra es la fuerza de su lobo interno, como si estuviesen más que cohesionados. ¿Tú…conoces al vampiro ese?”
Cada palabra que dijo pareció calar hondo en Heechul. Sabía que de por sí las lobas eran mucho más sensibles y perceptivas que los lobos, un tributo a la fuerza del género. Su lobo interno de pronto comenzó a removerse dentro.
“Lo conozco” murmuró secamente, desviando la mirada.
“Siwon me comentó…” su voz bajó apenas un decibel, causando que Heechul volviera a mirarla, arqueándole una ceja. “Del pasado que te vincula a Yunho. Me dijo que…Changmin los forzó a separarse cuando estaban a puertas de ser uniones oficiales”
“¿A qué viene todo esto, Alpha?” Heechul la cuestionó, la indignación evidenciándose en su tono de voz al escuchar algo que hasta el día de hoy lo carcomía, el tortuoso pasado y lo mucho que sufrió con la separación…casi como si una parte de su ser se hubiese quedado con Yunho en la colonia todos estos años, impidiéndole estar realmente completo al lado de Keiichi.
“A que puedo sentirlo” ella lo miró los ojos, el destello dorado como oro líquido sobre sus iris, resplandeciente. “El vínculo entre tú y Yunho fluye por ambas sangres tan fuerte como mi sangre unida a la de Siwon”
Heechul abrió los ojos de par en par, su pulso comenzando a acelerarse ante las palabras de Sooyoung, que parecía estar más que segura con lo que afirmaba. Pero era imposible…no podía ser cierto, Yunho…no alcanzó a grabar su marca en su cuerpo, la unión no se oficializó. Heechul había marcado a Keiichi, y Yunho había marcado a Junsu. Aun así, las palabras de Sooyoung lo acecharon y le retumbaron dentro. Sí, Heechul lo había sentido…la conexión; aún…seguía siendo Sangre de su sangre. Ambos se habían unido a través de sus lobos, mordiéndose y formando un vínculo…un vínculo latente que lo atormentó al estar lejos de su Sangre y por el que tuvo que luchar contra su propio lobo para acallar. Aquello había pasado hace tantos años atrás y a pesar de ello…
“Pareces sorprendido” Sooyoung lanzó una risita. “¿Te tomé por sorpresa o sólo ahora estás viendo lo evidente? Cuando el lobo escoge a otro par lo hace para toda la vida, Heechul. El hombre podrá cambiar su corazón pero el lobo…no”
Heechul abrió la boca para hablar, teniendo tantas cosas que balbucearle pero viéndose impedido al observar a Siwon comenzando a caminar hacia Yunho, el encuentro a puertas de comenzar. Todo lo que Sooyoung le había dicho le daba vueltas, retumbando y haciendo eco dentro. Quizás…estaba en lo correcto, quizás el lazo que creó junto a Yunho aquella noche era más fuerte que las adversidades, y tarde o temprano los arrastraría de nuevo. ‘Nos arrastró de nuevo…’ pensó, y un estremecimiento lo recorrió de pies a cabeza al recordar la vorágine de esa última noche. Después de todo, la bestia…jamás puede ser acallada. Sooyoung sonrió al verlo en silencio, el rostro de sorpresa en Heechul era verdaderamente encantador, y le bajó la cabeza en reconocimiento antes de caminar hacia Siwon y Yunho, dando inicio al duelo.
“Que sea una pelea justa y que gane el mejor” ella articuló, mirando fijamente a los ojos a Siwon. Ambos asintieron y ella se hizo a un lado, bramando. “¡COMIENCEN!”
Siwon lanzó un gruñido, levantando el pesado escudo. Yunho se preparó para hacerle frente. Las lanzas chocaron una, dos veces con fuerza, ambos probando y midiendo las fuerzas. Yunho retrocedió apenas un paso; Siwon fue a perseguirlo con el escudo levantado sobre sí. Le lanzó un tajo pero Yunho hábilmente retrocedió, su velocidad jugándole a favor para ponerse rápidamente fuera de su alcance, y la lanza sólo cortó el aire. Yunho se movió hacia la derecha, Siwon desplazándose para seguirlo con el escudo entre ambos; miradas fijas en cada paso y atentas a cualquier brecha. Siwon avanzaba sobre el manto resbaladizo de la nieve, Yunho retrocedía a su vez con una media sonrisa adornando su rostro, desafiante. Esto indignó a Siwon, quien cargó contra él con furia lanzando estocadas pero Yunho rápidamente reaccionó a tiempo, retrocediendo con velocidad y subiéndose a una roca cubierta con nieve. Giró, apartándose del escudo que Siwon quiso azotar contra su cuerpo. Justo en ese momento Siwon intentó atacar sus piernas pero no alcanzó, Yunho esquivándolo con creces al saltar nuevamente al suelo. El gruñido audible de Siwon como protesta al ver lo rápido que se le escabullía del alcance, su escudo sólo logró golpear su rostro abriendo una herida pero no fue suficiente para hacerlo caer. Yunho continuaba paseándose en torno como si fuera una danza mortal entre ambos, Siwon siempre persiguiéndolo de vuelta.
“Tu Yunho es un cobarde” Sooyoung articuló, mirando a Heechul por el rabillo de ojo. “¡Deja de escapar y pelea directamente!” exclamó y varias voces se hicieron eco del mismo sentimiento.
Heechul sacudió apenas la cabeza, la sonrisa adornando su rostro al mirar el baile.
“Quiere que Siwon lo persiga. Tú ya deberías saber que el peso de semejante escudo puede agotar hasta el más fuerte de los hombres”
El sonido de metal contra metal los trajo de vuelta al combate. Siwon atacaba con fiereza a Yunho, enardecido, lanzándose contra él con el escudo y la lanza. Yunho retrocedía con facilidad, vigilante en cada estocada, pisando con firmeza y sin titubear ante la nieve a sus pies, sus ojos nunca dejando los de su adversario. Sooyoung vio que Yunho superaba ampliamente en velocidad a Siwon: su lanza nunca estuvo siquiera próxima a tocarlo, en cambio la lanza de Yunho…había trazado un tajo en el hombro de Siwon, enrojecido y sangrante.
El choque momentáneo entre ellos terminó tan rápido como un parpadeo, Yunho alejándose al dar un paso lateral y guardando la distancia. Siwon gruñó y lanzó una estocada que sólo cortó aire al Yunho encontrarse nuevamente a pasos de su cuerpo. Murmullos y quejas hacían eco en la pelea: que no estaban combatiendo bien…que Yunho seguía arrancando, que Siwon debía cortarlo ya, todo entre voces que formaban un barullo colectivo que no hacía más que exacerbar la tensión del momento. Yunho se percató de todo ello, cargando nuevamente en contra de Siwon con decisión, moviéndose a su izquierda. Siwon se percató del movimiento, titubeando un poco al parar la lanza de Yunho con el escudo, la estocada chocando contra el acero; el agudo chirrido retumbando por los alrededores. Yunho vio la brecha y dio un paso más a la izquierda, separándose del escudo y cargando con la lanza hacia su torso. Siwon gritó al sentir el corte amplio en su torso, la piel abierta y comenzando a sangrar, pero inmediatamente reaccionó y cargó directo a su cuerpo. Yunho logró apartar su lanza con la suya, maniobrando perfectamente y empujándolo en contra con fuerza. Siwon trastabilló y Yunho nuevamente tuvo la distancia, estaba algo aturdido ya…lo podía ver en sus ojos. Siwon se incorporó, perplejo al haber tenido semejante falla, pero Yunho ya había desaparecido de sus ojos.
“¡Detrás de ti!” Sooyoung le gritó, demasiado tarde. Yunho dejó caer la lanza con ambas manos, tajeando el brazo con el que Siwon manejaba la lanza. Gruñó al sentir el nuevo corte y a pesar del dolor le hizo frente. Yunho esta vez no retrocedió y los chirridos del metal llenaron el ambiente y resonaron por las montañas.
“Siwon tiene múltiples heridas” Heechul comentó, voz baja ante la magnitud de lo que significaba. Sooyoung bufó, no necesitaba que se lo dijeran, lo estaba viendo con sus propios ojos: el fino hilo de sangre que corría por el antebrazo de Siwon junto con los tajos de su hombro y torso. Cada evasión de su unión era más lenta y baja que la anterior, comenzando a desgastarse producto de las heridas. Siwon se giró de costado a Yunho, intentando defenderse con el escudo pero Yunho ya lo tenía descifrado y se movía en torno a su figura, ágil y preciso; casi parecía que ganaba más fuerzas con cada segundo que pasaba. Ya había dejado la contención de lado, concentrándose en acabar con la pelea de una vez por todas: ahora cada golpe que encajaba dejaba marcas. Siwon intentaba contratacar pero ya no podía hacerle el peso, su respiración errática haciéndose audible en jadeos que dejaba escapar entre dientes.
A pesar de la ceguera y la arrogancia, los lobos del norte ya veían con claridad el panorama que estaba tomando la pelea. Pero Sooyoung se rehusaba a verlo.
“¡Deja de jugar, Siwon!” gritó, indignada. “¡Termina con él ya, tu gente te espera!”
Siwon realmente fue fiel a las palabras de su unión hasta el último segundo, ciego y orgulloso como él solo, rehusándose a doblegarse. En ese mismo momento retrocedía al tener el escudo lleno de ralladuras, lanzándose a la carga nuevamente con decisión, tirando finalmente el escudo a un lado al estar consciente de que estaba demasiado desgastado y el peso le jugaba en contra; tenía el brazo derecho desde el codo hasta la muñeca cubierto de sangre. Maniobró con la lanza y cargó contra Yunho con desesperación, rugiendo, y el golpe le habría cercenado todo el torso…si Yunho se hubiese quedado allí para recibirlo. Retrocedió, cargando a su vez contra el cuerpo de Siwon y esta vez utilizando toda su fuerza para empujarlo hacia atrás. Lo superó con creces, Siwon resbaló y cayó al suelo; Yunho estaba sobre su cuerpo en menos de un segundo, la lanza punzante y enterrada con fuerza en su pecho…amenazante.
“H-Hazlo” Siwon murmuró, jadeante. “¡Mátame, no tengas piedad! Prefiero morir a tener pisoteada mi honra”
Yunho enterró la lanza y por un segundo Heechul realmente pensó que lo mataría…la oscuridad de sus ojos resplandeciendo con un destello maligno. Cortó la piel, trazando un sangriento camino en su pectoral.
“Dilo” masculló ante el quejido audible de Siwon. “Proclama mi victoria”
“M-Me rindo” balbuceó, cerrando los ojos y esperando la estocada. “Has ganado”
Pero nunca vino, Yunho tan sólo se separó de su cuerpo con el suspiro de asombro de los presentes prácticamente haciendo eco. Estaba casi intacto, sólo tenía una herida en su labio producto del golpe que Siwon le dio con el escudo al saltar de la roca, su cabello castaño empapado por el sudor del esfuerzo. Le tendió una mano y Siwon le abrió los ojos de par en par.
“Como tu líder…te ordeno que te levantes y aceptes que te perdoné la vida” Yunho articuló y Siwon tomó su mano, levantándose del suelo. Sooyoung inmediatamente corrió a sus brazos, abrazándose a su cuerpo y murmurando incoherencias.
“¿Por qué?” Siwon le preguntó, rodeando a Sooyoung con sus brazos y suspirando. Heechul estaba de vuelta al lado de Yunho, sus ojos brillando en el orgullo de haber visto tan ingeniosa pelea.
“Porque no soy del norte. Yo creo en la igualdad de condiciones, y no tengo nada que perder con la muerte. Tú en cambio…tenías familia por quien velar y eso…hacia la condición de muerte injusta”
“Te seguiré, Yunho. Me has enseñado una lección y te lo has ganado” suspiró, alzando la voz para que su gente pudiera escucharlo. “Contemplen, norteños…al nuevo Líder del Norte. Me ha superado con creces y confío en que nos llevará a un futuro próspero”
Inmediatamente los lobos del norte reaccionaron al llamado de Siwon. Él agachó la cabeza en reconocimiento, gesto que inmediatamente fue imitado por Sooyoung y todos los presentes. Yunho sonrió, pasando un brazo alrededor de los hombros de Heechul y acercándolo a su cuerpo, suspirando.
“Fue simplemente…brillante” Heechul sonrió, dejando descansar la cabeza en su hombro, sonriendo al ver el apoyo entre la gente del norte, que ya lo reconocía como su líder.
“Te dije que el escudo le jugaría en contra” Yunho lanzó una risita y luego Siwon los invitó nuevamente a ascender a la colonia para terminar de proclamar a Yunho como líder. Subieron nuevamente pero esta vez para Yunho le fue más fácil, sobre todo al tener una caravana de lobos detrás que lo resguardaban y Heechul a su lado, esta vez como lobo, insistiendo que no abusaría de su carruaje real…cosa que a Yunho le causó gracia, subiendo junto con él. Toda la tensión del duelo se había disipado y Yunho y Heechul volvieron a hablar con Siwon igual que en los tiempos de antaño…cuando los tres entrenaban en la colonia del bosque y no se preocupaban del futuro.
“Espero que no te haya dolido mucho” Siwon lanzó una risita al deshacer sus garras luego de haber terminado de grabar la marca del norte en su hombro izquierdo, justo debajo de la ya marca grabada del sur: la media luna cruzada por las dos lanzas enrojecida y distinguible sobre la piel.
“He estado peor” Yunho le sonrió, observando el grabado de su piel. “Te ha quedado impecable”
“Y eso que hace mucho que no grababa nada” Siwon se levantó de la cama, caminando y volviendo a sentarse en el sillón de cuero negro. Heechul y Sooyoung estaban en los sillones a su lado; Yunho lentamente se levantó del borde de la cama, caminando y sentándose al lado de Heechul cuando él le hizo espacio.
“¿Y bien…cuáles son tus planes ahora?” Siwon le preguntó, mirándolo con expresión curiosa.
“Primero que lances un aullido colectivo retirando todas las tropas del norte que están repartidas por la tierra cazando hibridos” Siwon hizo una mueca torcida y Yunho frunció el ceño.
“Hemos tenido bastantes pérdidas. Los lobos han peleado bien…pero como sabes, los híbridos son duros de roer”
“No sólo se han perdido lobos del norte” Yunho acotó, aclarándose la garganta antes de volver a hablar. “Las bajas de híbridos muertos por las manadas también han sido notorias. Es por eso que quiero una retirada de las tropas, la colonia del norte ya no sigue las imposiciones de Changmin por lo que cada lobo con la marca norteña que se encuentre afuera deberá regresar”
“¿Y cuándo…darás el golpe final contra Changmin?”
“Lo antes posible, aunque sé que quizás puede que tome algo de tiempo organizar ambos bandos pero…el tiempo lo tenemos en contra” Yunho suspiró, pasando una mano por su cabello en gesto exhausto. Estaba bastante desgastado por la pelea a pesar de todo.
“Eso quería pedirte. ¿Nos podrías dar algo de tiempo? La colonia ha sufrido grandes bajas producto de los enfrentamientos, y me gustaría volver a armar las tropas antes de un contraataque. Sé que el tiempo está en contra de nosotros pero realmente siento que es mejor” Siwon lo miró a los ojos, la preocupación evidenciándose en su mirada. Yunho asintió, esbozando una media sonrisa.
“Claro que sí, mi intención tampoco era lanzarnos a la vida así como así. Hay que entrenar, formar estrategias y finalmente pensar en una arremetida directa en contra de la colonia del bosque. Tendrás tu tiempo, Siwon…así como el sur también tendrá el suyo” hizo contacto con los ojos de Heechul y él asintió.
“Perfecto, eso me deja más aliviado. Esperaremos tus órdenes entonces, Yunho. Yo voy hacer cumplir tu voz aquí y descuida, todos los lobos del norte regresarán a casa”
“Confío en que lo hagas” Yunho le sonrió, lanzando un suspiro de cansancio. Siwon lo escudriñó con la mirada.
“Pueden pasar la noche aquí, seguro no estarás pensando viajar de noche y con el cuerpo exhausto luego del duelo…” Siwon lo miró con ojos duros. Yunho volvió a revolver sus cabellos, pensando la situación. Estaba desgastado y los viajes de noche siempre eran los más complicados. Decidió darle el favor porque el descenso era arduo y las millas largas.
“Nos quedaremos” Heechul habló por él, pero Yunho ya le había dado el favor de todas formas, así que sólo asintió a su voz.
“Tampoco iba a dejar que viajáramos de vuelta sin un poco de descanso”
“Sooyoung” Siwon le habló directamente. “¿Llevarías a nuestro líder y a su alpha a una madriguera desocupada?”
“Claro, amor” Sooyoung le sonrió, parándose de su asiento y haciéndoles un ademán con la mano. Yunho y Heechul la siguieron fuera de la madriguera central, directo a la nieve por un camino donde sólo se encontraban hileras de madrigueras una tras otra. Los dejó en una casi al final, donde la montaña estaba prácticamente a pasos y casi podían tocarla con las manos.
Sooyoung se despidió de ellos con una reverencia, transformándose a loba, su pelaje gris brillando y perdiéndose entre la nieve de vuelta. Yunho y Heechul caminaron hacia dentro, la madriguera siendo pequeña y acogedora con un futón de cuero al centro, una hoguera cubierta con rastros de ceniza y tan sólo una enorme cama al fondo, cubierta de pieles.
“Oh” Heechul murmuró al ver la cama, luchando contra el rubor que amenazó con teñir su rostro al recordar ciertas imágenes de la última vez que compartió cama con Yunho…
“Puedo dormir en el futón si—” Yunho empezó pero Heechul lo cortó.
“No seas idiota, acabas de ganar un combate y necesitas un descanso total. Yo dormiré en el futón” Heechul suspiró y fue a coger algunas mantas de pieles de la cama, sin girar el rostro a mirar a Yunho porque sentía que si hacia contacto visual su voluntad se derrumbaría y treparía a la cama a buscar su cuerpo cálido. Sacudió los demonios de su cabeza mientras acomodaba las pieles en el futón; Yunho al parecer decidiendo dejar todo por la paz al dirigirse a la cama, sentándose al borde de ella y estirando sus músculos.
Al cabo de unos minutos ambos estaban ya acomodados: Heechul en el futón con la cobija de pieles y Yunho bajo la cama, cubriendo su cuerpo con las pieles restantes. Heechul cerró los ojos con fuerza, tratando de desconectar su mente de todo, pero viéndose distraído por los sonidos que la cama hacía cuando Yunho se movía; el suave sonido de sus respiraciones siendo lo único audible en la quietud.
“Chul” la voz de Yunho lo sobresaltó, Heechul prácticamente pegó un salto al escucharla.
“¿Qué?”
“Ven a la cama…” a pesar de que Heechul no podía verlo, se atrevía a jurar que el rostro de Yunho estaba completamente rojo al haber articulado. Sintió su lobo interno removiéndose dentro y lanzó un suspiro.
“Y-Yunho—”
“Sólo ven quieres, no me hagas sentir culpable” Yunho le espetó y Heechul lanzó una entrecortada risita, más nerviosa que nada. Cedió, porque la mitad de su ser estaba rogando que Yunho le dijese eso…y fue incapaz de sacar los demonios de su cabeza. Se levantó con la cobija de pieles rodeando su cuerpo; Yunho alzó las pieles de la cama y se movió hacia un costado de la cama, dándole espacio. Heechul trepó a la cama junto a él, el suspiro audible escapándose de sus labios al dejar descansar la cabeza en la almohada.
“¿Fue tan difícil?” Yunho lanzó una risita, molestándolo. Heechul tan sólo lanzó un bufido.
“Duérmete ya, Yunho” le dijo, pero aún observaba sus facciones por el rabillo de sus ojos; sus ojos transformándose en hambrientos y egoístas, rehusándose a dejarlo en paz. Heechul peleaba con las ansias prácticamente animales que sentía por abrazarse al cuerpo de Yunho y enterrar el rostro en su torso, llenándose con su esencia para dejarse desconectar. Las palabras de Sooyoung llegaron a él de pronto, y sacudió la cabeza abruptamente.
“¿Qué te pasa?” Yunho lo miró, curioso al ver la expresión comprimida del rostro de Heechul.
“Nada” Heechul se rehusó a mirarlo, girando el cuerpo hacia un costado para darle la espalda. “Buenas noches, Yunho” dijo finalmente, cortando cualquier tipo de conversación. Pero Yunho tenía fama de ser insistente, y dejó que su lobo interno lo guiara para hacer contacto con Heechul, acercándose a su espalda para susurrarle.
“¿Estás seguro?” Heechul lo sintió más cerca, su aliento prácticamente golpeando en la piel de su nunca. Contuvo cualquier tipo de sonido, todo su cuerpo en conflicto.
“Si…” susurró, luchando contra todas sus viscerales ansias y todo lo que su lobo interno le estaba reclamando. Era difícil y exhaustivo…sobre todo cuando sentía absolutamente cada fibra de Yunho a flor de piel.
“De acuerdo” Yunho prácticamente respiró contra la nuca de Heechul. De un segundo a otro Heechul lo sintió dejar descansar la cabeza en la piel, uno de sus brazos yendo a rodear su cintura, y se petrificó.
“Y-Yun—”
“Duérmete ya, Chul” murmuró. Heechul no estaba seguro si Yunho lo había leído cual libro…pero tan sólo decidió que se sentía demasiado bien como para cuestionarlo, su cuerpo inclinándose hacia el suyo, la espalda rozando contra su torso. Yunho lo atrajo a su cuerpo, rodeando ambos brazos por su cintura y murmurando un: ‘sueño’ contra la piel de su cuello. Heechul sonrió, acurrucándose a su figura y dejándose desconectar finalmente.
A primera hora del día siguiente retomaron la marcha, despidiéndose de Siwon y Sooyoung con el aullido colectivo del norte como signo de despedida. Descendieron el tramo y cuando llegaron al vasto manto blanco Yunho comenzó a retomar el trote, pero a Heechul le pareció que comenzaba a recorrer el camino de regreso rumbo al sur con menor velocidad. Casi como si estuviese asimilando que de vuelta a su tribu…tendría que asumir el peso de sus actos, al igual que él. Estaba más que orgulloso de Yunho, lo había visto pelear y vencer a Siwon en su propia tierra, lo había visto en toda su imponencia e inteligencia, doblegando al mismo Líder de Hielo y derritiendo sus fuerzas. Siwon no había tenido ninguna alternativa, Yunho había nacido para gobernar y ahora era más que un hecho. Por suerte, Siwon pudo darse cuenta de ello…las razones por la que Yunho quería realizar el cambio. Era necesario, no podían seguir perdiendo vidas por una disputa innecesaria; la gente que quería buscar sangre debía ganarse un puesto de guardia en la tierra de los mortales, donde si valía la cacería.
“Yunho” Heechul le susurró, suspirando y observando a su alrededor como la nieve comenzaba a quedar atrás para volver a revelar las tierras, la imponente silueta del bosque ya visible a la lejanía.
“Heechul” su voz resonó dentro mientras continuaban el viaje. El trote de Yunho era veloz, pero no con tanto ímpetu como antes…casi como si quisiese disfrutar del viaje, haciéndolo más lento y no tan exhaustivo, o quizás…Yunho aún estaba cansado producto de la pelea y no quería seguir drenando sus fuerzas.
“Cuando lleguemos todo se habrá ido…” su voz fue casi un murmullo. Heechul no quería volver a tocar el tema, pero se encontró horriblemente sensible al percatarse de que su tiempo con Yunho estaba llegando a su fin. Increíblemente se había apegado a él a un nivel que le parecía preocupante; ambos lobos internos en sintonía y conscientes el uno sobre el otro, haciendo la partida mucho más desgarrante. Las palabras de Sooyoung carcomiendo cada uno de sus pensamientos, haciéndolo pensar que quizás estaba en lo correcto y por eso ahora…Heechul se desgarraba por dentro al saber que tendría que dejar su lado….nuevamente.
Yunho se quedó en silencio unos segundos, las palabras de Heechul calando hondo y pesándole dentro. Ya era incapaz de negarse a sí mismo que se había apegado a Heechul, hasta su propio lobo interno calmaba su tormenta si tenía al suyo a su lado, despertando el lazo…pero ambos sabían que este momento llegaría, sabían que su tiempo era limitado y que finalmente tendrían que volver a su realidad. Pensó en Junsu…y en cómo reaccionaría al enterarse de todo. Yunho le había dicho a Heechul que guardaran el secreto, pero estando en la situación realmente no estaba seguro si podría hacerlo. El peso de la situación corroyéndole dentro.
“Lo sé” el susurró hizo eco dentro de la cabeza de Heechul, quien tan sólo suspiró. “Sabes que no podemos volver a vernos después de lo que ha pasado, Chul…”
“Y-Yo…nunca quise que termináramos así” la voz de Heechul se quebró al articular las palabras y Yunho se detuvo, el abrupto freno en su trote sobresaltando a Heechul, pero aun así terminó de hablarle.
“No quería que nos destruyéramos…”
De un sólo salto Heechul se bajó del lomo de Yunho, dándole la espalda y comenzando a caminar unos pasos, evitando que Yunho observara sus ojos humedecidos y tratando de reprimir las lágrimas; tenía que mantenerse fuerte, era su deber. Ni siquiera percibió la transformación de Yunho, tan sólo sintió su brazo aferrarse al suyo con fuerza, jalándolo para enfrentarlo y reteniéndolo.
“Heechul” Yunho habló con voz calma, dulce…como si Heechul fuese un animal salvaje y en cualquier momento pudiese espantarse.
“Mírame, no te aísles”
“¡Déjame!” exclamó, haciéndole el quite y finalmente colapsando emocionalmente, todos sus sentimientos mezclándose…el dolor, la culpa, y el desgarro de la separación carcomiéndole dentro.
“¡Vete de una vez, sigue solo!” era la primera vez después de años que Yunho observaba a Heechul tan inestable. Sus ojos estaban enrojecidos en la contención de las lágrimas y sus facciones parecían haberse comprimido al tratar de contenerse, su bello rostro transformado en una gruesa mueca. Era evidente que la situación lo estaba destrozando…tanto, o quizás más de lo que lo estaba destrozando a él.
“No, vendrás conmigo” Yunho le insistió, tratando de volver a aferrar sus brazos a su cuerpo pero Heechul volvió a evitar el contacto, esta vez retrocediendo de su cuerpo; sus ojos adquiriendo un destello fiero, indómito.
“No quiero volver contigo. ¿Qué no lo ves? Ya nos hemos destruido lo suficiente para permitir que continuemos el viaje juntos de vuelta. Volveré al sur solo, tú sigue tu camino” Heechul le habló duramente, con ácido, como si realmente quisiese remover a Yunho de su vista, y…de su vida. Y dolió…a Yunho le ardió como el más mortífero veneno. No pensó que se indignaría tanto al escuchar su rechazo, pero encendió el fuego de su bestia; el ardor tronando por sus venas en un pulso agobiante, y las palabras salieron de su boca sin siquiera llegar a procesarlo.
“¿Quieres que te diga la verdad?” Yunho avanzó un paso hacia él y la máscara estoica que llevaba Heechul por rostro se quebró ante la intensidad de su mirada: su ojo plateado oscureciéndose al terminar de hablarle.
“¿Sabes por qué no podemos volver a vernos? Pues te lo diré: no puedo volver a verte porque me aterra lo que pueda llegar a hacerte si te tengo de nuevo bajo mi cuerpo. No puedo desearte Heechul, no puedo, pero mi lobo interno sabe…sabe que sigues siendo mi Sangre y me gruñe, me aúlla y me quema, ardiendo por tu cuerpo. Tú…me hiciste algo, no sé qué es lo que fue pero es imposible que me sienta así…como un lobo en celo y sólo por tu cuerpo. ¿Cómo voy a mirar a Junsu a la cara ahora? ¡ESTO ES UN MALDITO DESASTRE!” Yunho bramó y cada palabra que dijo retumbó dentro de Heechul, quien tan sólo pudo mirar el desastre que ambos eran actualmente completamente perplejo. Todo, absolutamente todo se había mezclado al punto de que encontrar una salida sin lastimar a alguien era completamente imposible.
“Lo sé…” fue lo único que pudo articular, bajando la vista de los ojos de Yunho que prácticamente lo estaban quemando con la fuerza; su energía prácticamente a flor de piel mientras luchaba por la contención de su bestia. Debían…desintoxicarse el uno del otro antes de que el fuego los consumiera al punto de que no tuvieran escapatoria.
Yunho bufó, desviando la mirada del cuerpo de Heechul y pasando una mano por su cabello en un gesto desesperado, agobiado. Todas las emociones se revolvían dentro de su interior y hacían estragos, al punto de que realmente ya no sabía qué es lo que debía hacer…
Heechul observó la oscuridad de sus ojos, pudo escuchar el aullar de su bestia que lo perturbaba, aullando su nombre…y Heechul sintió el fuego cantando en sus venas, reaccionando a su llamado cuando su propio lobo interno respondió al de Yunho, el aullido clamando su nombre a su vez. Yunho se encontraba viviendo una verdadera lucha interna: la mente contra la bestia…y Heechul supo lo que tenía que hacer.
De un segundo a otro Heechul estaba de vuelta a su lado, al frente suyo y cogiendo su rostro con sus manos, azotando sus labios con fiereza. Yunho suspiró de asombro, pero incapaz de rechazarlo al sentir el cosquilleo interno recorrerlo de pies a cabeza y el fuego líquido…el maldito fuego líquido que se encendió en el gruñido de su bestia, complacida. Inconscientemente sus ojos se cerraron y respondió al beso con urgencia, irrumpiendo dentro de su boca y peleando contra la lengua de Heechul con fuerza; el gimoteo de ambos lobos aturdiéndolo dentro. Comenzó a sentir el calor del torso de Heechul irradiando hasta el suyo; sus instintos a flor de piel al encenderse con el contacto, un poco más y…
“P-Por d-dios, n-no me hagas esto…” Yunho jadeó contra sus labios cuando Heechul rompió el beso. Sus labios estaban enrojecidos por la fuerza con la que ambos se habían besado, y en sus ojos se evidenciaba el despertar del deseo. Los dedos de Heechul recorrieron su mejilla con delicadeza antes de susurrarle.
“Tienes que irte, Yunho” Heechul puso nuevamente ambas manos sobre su rostro, ojos disparejos haciendo contacto con los suyos, tratando de transmitirle lo que era mejor…
“Ven conmigo” Heechul sabía a lo que Yunho se estaba refiriendo, pero aún así sintió como si sus palabras tuviesen otro sentido…considerando la magnitud de su situación.
“Sabes que no puedo” Heechul le respondió, dejando descansar su frente contra la suya. “Vuelve a la tribu de ojos plateados y prepara tu emboscada a la colonia del bosque. Con ambas colonias de tu lado Changmin no podrá hacer nada…ya has ganado”
Yunho suspiró, su aliento comenzando a fundirse con el de Heechul. Jamás se imaginó que dejarlo ir podría ser tan desgarrante, definitivamente él había trastornado algo dentro de su cuerpo. Sin Heechul no habría obtenido el apoyo de ambas colonias, eso estaba claro…pero también lo había complicado al punto de confundir sus sentimientos, trayendo de vuelta emociones que hace muchos años creyó muertas…
“No lo habría logrado sin ti” fue lo que le susurró luego de unos segundos de silencio.
“Y yo siempre voy a estar apoyándote, eres mi líder después de todo…” Heechul le sonrió, acercándose para volver a juntar sus labios en tan sólo un roce.
“Vete” Heechul susurró, su voz a punto de quebrarse. Su lobo interno le gruñía, no queriendo romper el contacto con la bestia de Yunho; gruñía y le reclamaba que no lo dejase ir pero Heechul lo silenció. Era lo mejor…
“Vete ya antes de que…intente evitarlo”
“No voy a olvidar, Chul” Yunho le dijo al separarse de su cuerpo, por su propio bien. Su bestia estaba suelta, indómita, y Yunho sabía que le costaría apresarla de nuevo ahora que dominaba su cuerpo, pero utilizó la calma que Heechul le trajo a su favor para mitigar el fuego dentro, apaciguándola.
“No voy a olvidar todo lo que hiciste por mi” se dio la media vuelta y Heechul observó su dorso por última vez, antes de observarlo saltar en el aire y transformarse en el enorme lobo blanco que por millas fue su amigo, su compañero y su amante; desapareciendo de su vista tan rápido como llegó, dejando tan sólo el rastro de su esencia como recordatorio de lo evidenciado…
Koiko: No tengo mucho que decir, el capítulo hablar por sí solo xd espero que le haya gustado la batalla, aún estoy puliendo mi redacción en lo que es enfrentamientos porque lo que sean buenos si nnU y ojo con las palabras de Sooyoung hacia Heechul…es la punta del iceberg x) próximo capítulo se viene denso…sólo eso voy a decir x)
Comentarios son el amor que mi musa necesita en tiempos de estrés :3 gracias por leer!
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