Junsu llevó sus manos a su cabeza, presionando las sienes mientras cierra los ojos y cae de rodillas doblegado por el dolor; una tras otra, imágenes de escenas de un pasado que no termina por cobrar sentido en su historia se agolpaban con fuerza en su mente.
………………..Memorias………………..
Un adolescente de cerca de 14 años estaba acostado en una camilla, rodeado de aparatos que sonaban con insistentes pitidos, varios censores conectados en diversas partes de su cuerpo, en la cabeza tenía tres sutiles perforaciones en las que estaban incrustados tres isótopos que toman lectura interna de la actividad en su cerebro; algunos electrodos en su frente, pecho y brazos; la sala de un blanco resplandeciente, un hombre inyectando una sustancia química más en la intravenosa de su muñeca…
………………..Memorias………………..
El castaño gritó como si pudiera sentir nuevamente aquéllas sensaciones pasadas. Afuera, Yoochun estuvo a punto de volver desde el pasillo de la estancia al escuchar a su novio, cuando la puerta fue golpeada con tal fuera que se desprendió cayendo estrepitosamente l suelo, el motociclista apareciendo detrás comenzando a disparar con su arma, el pelinegro apenas alcanzó a ocultarse tras el muro externo de la cocina, entre la entrada y la estancia, la ráfaga de balas impactando contra la pared, los gritos de Junsu sonando desde la habitación…
- solo quiero a Kim Junsu… - escuchó la voz del motociclista, claramente varonil, con ese tono típico de un hombre de raza negra… - suelta tu arma y perdonaré tu vida…
- ni soñarlo!!... – salió de su escondite disparando en el acto al sujeto mientras retrocede a la estancia y se mueve a su derecha, hacia el corto pasillo que da al baño.
Algunas balas dieron contra el casco del motociclista, lanzándolo por el impacto un par de pasos hacia atrás, varias balas más encontraron su blanco en el pecho del sujeto, pero ningún proyectil lo hirió realmente. El casco apenas fue partido por la mitad y retirado inmediatamente, dejando al descubierto el rostro de un hombre afroamericano con una cicatriz en la mejilla, los ojos oscuros con la zona blanca inyectada de venillas rojizas que le daban un toque inicuo.
- dispara todo lo que puedas, soy impenetrable… - vociferó con sorna, volviendo a entrar, un arma más siendo desenfundada del costado de su muslo…
El castaño ya no se escuchaba, por lo que el pelinegro estaba preocupado, colocó otro cartucho en su semiautomática, para luego sacar una segunda arma que llevaba en su pantorrilla, de tal manera que ahora portaba una en cada mano. inhaló profundamente y volvió a salir, estaba seguro de que el motociclista esperaba por él, desde su posición tenía visión clara de la habitación en que está su novio y sabe que a menos que le dé muerte, por ningún motivo le permitirá llegar a Junsu, aunque… porqué es el castaño el objetivo del desconocido sujeto?
Yoochun volvió a disparar contra el motociclista, pero ésta vez se sorprendió al descubrir que el sujeto esquivaba, literalmente, el curso de las balas, moviéndose con velocidad inimaginable; una burlona sonrisa curvada en labios del afroamericano, quien en cuestión de segundos se acercó a él asestándole una fuerte patada en el estómago que no solo lo sofocó arrancándole un quejido, sino que también lo lanzó hacia atrás logrando que se estrellara contra las sillas y su espalda diera contra el filo de la mesa. El pelinegro cayó de rodillas sintiendo el umbral del dolor dispararse por todo su cuerpo.
Cómo demonios había pasado aquello?!
- la orden es: elimina los obstáculos y trae a Kim Junsu. Te di la oportunidad de vivir y la desperdiciaste… - decía el sujeto en tanto caminaba hacia él con paso firme. Tomó al pelinegro por el cuello rodeándolo con solo una mano y solevantó, era obvia su fortaleza física, Yoochun sentía cómo su traquea era presionada y el oxígeno comenzaba a faltarle…
Llevó sus brazos a la mano que lo tenía apresado a la vez que golpeaba con sus piernas los costados del afroamericano con toda la fuerza de la que era capaz, pero el sujeto ni siquiera se inmutaba, por el contrario reía mofándose de sus “débiles” intentos por liberarse.
- suéltalo!... – se escuchó la voz del castaño, quien estaba parado en el umbral de la habitación en que había estado encerrado, el arma en alto apuntando directamente a la frente del motociclista…
- Jun…su… - el pelinegro se sentía al borde del desmayo por la falta de oxigeno, pero su prioridad era proteger a su novio, sea cual fuere el motivo por el que ese misterioso (y poderoso) sujeto le busca…
- bueno… - sin dejar ese semblante burlón, el afroamericano soltó al pelinegro lanzándolo con fuerza contra la mesa, misma que por el peso y el impacto terminó por partirse en dos, Yoochun sintió una costilla fracturarse y más dolor correr por su cuerpo…
- Yoochun!!...- el enojo regurgitando desde sus entrañas, la sangre caliente, la mirada furiosa… su dedo presionando el gatillo sin atisbo de duda, el único objetivo: dar muerte a quien lastimó a su novio.
- la segunda orden es: si el objetivo opone resistencia, es aceptable el uso de la fuerza física…
El afroamericano volvió a moverse con velocidad, aunque no la misma de instantes antes, las balas que impactaban contra su pecho encontraban destino en un chaleco antibalas reforzado con una nueva tecnología; más el castaño podía seguir sus movimientos y a su vez mover su mano en búsqueda de acertar por lo menos un disparo fatal; pero no tuvo éxito, por el contrario, se vio en la necesidad de soltar el arma cuando el individuo le atacó con puños y piernas en movimientos de combate cuerpo a cuerpo que por alguna razón que aún desconoce, domina él mismo. No obstante, aturdido todavía por el dolor que aqueja su cabeza y se dispersa extrañamente por todo su cuerpo, le fue imposible evitar los golpes que arremetieron con la fuerza de su propio peso contra sus costados, el estómago y el rostro, su labio partido y la nariz escurriendo sangre, zonas rojizas en el resto del cuerpo. Sus nudillos cubiertos de sangre del motociclista, porque él también ha asestado golpes certeros en su cuerpo, recordando vagamente los puntos más sensibles del cuerpo humano en la nariz, la traquea, el estómago y los costados cerca de las axilas.
El pelinegro apenas podía vislumbrar las sombras de ellos enfrentándose en aquéllas penumbras cruzadas por la luz viniendo de la calle y de la luna en el firmamento. Podía escuchar los quejidos de Junsu cada que el afroamericano le golpeaba, más nunca escuchó a éste soltar un solo gemido de dolor, contrariamente no paraba de reír con sorna y provocar al castaño. Yoochun se apoyó con sus manos en el suelo apartando los trozos de madera de lo que había sido la mesa, le dolía todo el cuerpo, ni en sus más duros entrenamientos en la ONU había experimentado tal daño, pero ese sujeto en verdad poseía una fuerza y velocidad descomunal, cada golpe que le dio se sentía como si hubiera sido alcanzado por bloques de concreto, por eso, tenía que levantarse y hacer algo por ayudar a su novio y protegerlo…
- la tercera orden es: aún si queda medio muerto, lo único que importa es someter al objetivo… - sacó un cuchillo de una funda en su tobillo atacando al castaño, cuyas ropas pronto se vieron rasgadas, y algunos cortes alcanzaron a trazar su piel en los brazos…
Yoochun sacó fuerza desde sus emociones y obligó a su cuerpo a responder, llegó hasta el sofá, debajo de los cojines sacó un arma de grueso calibre y doble cañón… Junsu siendo estampado con rudeza contra una pared, el afroamericano preparándose para enterrar el cuchillo en su hombro… Pierre entrando con su arma en alto, los sonidos de las sirenas de ambulancias y patrullas acercándose al edificio. El pelinegro disparando directo al costado del sujeto, quien esta vez si cedió por el impacto de las balas, el cuchillo cayó de su mano, el castaño tosiendo por el dolor de los golpes recibidos…
Pierre encendió las luces sin bajar la guardia. El afroamericano no estaba realmente herido, pero si se sentía más débil, y el efecto del dolor por los golpes que el enfrentamiento con el castaño le dejara comenzaba a cubrir todo su cuerpo, aún así, se levantó y sacó una última arma que traía debajo del chaleco antibalas en el costado izquierdo…
- cuarta orden:… - apuntó hacia Junsu, todo pasando en cámara lenta, Yoochun cargando su arma, Pierre presionando el gatillo… - dar muerte al objetivo… - varios disparos impactando contra todo su cuerpo… - si no hay otra opción…- un solo disparo, la bala ocasionando una herida en el pecho del castaño.
- Junsu… - murmullo iracundo, el pelinegro agotando los cartuchos de su arma, igual que Pierre descargó la suya, el afroamericano cayendo sin vida al piso, manchando con su sangre el suelo de madera… - Junsu… - el pelinegro se apresuró hacia su novio, quien ya había resbalado por el muro quedando sentado en el piso. Dolía horrores, sentía caliente alrededor de la herida, sentía cómo las fuerzas lo abandonaban y veía borrosamente la figura de su novio junto a él… - quédate conmigo, baby, quédate conmigo…
- Chu…nnie… - el aire le faltaba… podía percibir apenas como su novio presionaba su herida para contener la hemorragia…
- hay que llevarlo a un hospital… - Pierre ayudó al pelinegro a cargar al castaño para salir de ahí…
Junsu ya ni siquiera tenía noción del tiempo, no podía escuchar nada más que un zumbido en sus oídos, por más que intentaba mantener los ojos abiertos, sus párpados pesaban demasiado…
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Tokyo, Japón
Distrito Taito. Parque Ueno.
ChangMin había puesto atención en la ruta transitada para llegar ahí, entraron en el Museo Nacional de las Ciencias, pasando por un par de salas antes de llegar a una pequeña oficina y perderse por un pasadizo secreto que los condujo escaleras abajo a instalaciones subterráneas de lo que puede ser la matriz intelectual de ZION.
Varias cámaras equipadas de computadoras que monitorean la actividad virtual de organizaciones internacionales, así como el control de sus propios movimientos como organismo cuasi-secreto; dichas salas tenían muros de cristal semitransparente; pero había otras de paredes grises y puertas de metal, todo aquello con dispositivos de seguridad que requerían identificación digital y de retina. No era que el menor hubiera tenido un tour por el lugar, era simplemente que todo lo observado era de su conocimiento, le bastó ver los códigos e imágines en los monitores de las computadoras, y la estructura del sistema de seguridad rematado por las cámaras de circuito cerrado ubicadas en todo el recinto.
Caminando a lado de Kregh y siguiendo a Kyo, anduvieron por varios pasillos hasta que llegaron a una sala de paredes de ladrillo, había una elegante sala color negro, un escritorio con computador, varias repisas alrededor con piezas de arte, un par de muebles con libros sobre ciencia y tecnología. Se respiraba un aroma dulce muy agradable, tal vez la esencia de esa mujer cerca de 35 años que ingresaba por una puerta que se reveló detrás de uno de los libreros.
Una bella mujer de tez morena, largo cabello color chocolate de mechones ondulados, ojos color miel, contextura delgada y alta, llevaba un pantalón ligeramente acampanado del tono de su cabello, una blusa blanca y un saco café desteñido. Tenía un andar seguro, una sonrisa amable y una mirada profunda.
- Shim ChangMin, bienvenido al Núcleo de ZION… - se acercó al menor estrechando gentilmente su mano…
- eh… gracias… - atinó a responder el gesto, había algo en esa mujer que lo inquietaba, de una forma particularmente especial, diferente a la inquietud que le genera Kregh o cualquier otra persona…
- mi nombre es Kirsten, para los miembros de ZION soy una sibila… - tomó asiento en el sofá individual, señalándole con un gesto de mano que se sentara a lado del pelicastaño, Kyo por su parte salió por el lugar que ella ingresara instantes antes… -
- una doncella sabia de espíritu profético… -
- es lo que dice la mitología de las sacerdotisas bendecidas por Apolo, culto eres sin duda… - su vista clavada en la del menor, escudriñando en su interior como si pudiera ver algo mas allá de sus ojos… - comprendo porqué Kregh está convencido de que eres a lo que el resto de los humanos llaman el Eslabón Perdido, la cúspide de la evolución humana…
- y porqué creen eso… - su mirada buscó por un segundo la del pelicastaño, pero éste observaba detenidamente a la mujer… - no soy el único en el mundo que se pregunta el sentido de la vida, o se sumerge en la rutina, ni tampoco el único genio de la informática o la computación…
- tienes razón, no eres el único, tienes habilidades especiales, pero… - se puso de pie, se acercó a Min, quien por educación también se levantó, imitado a su vez por el pelicastaño… - para ser el Elegido te falta mucho más, querido… - le acarició la mejilla con un gesto casi maternal y luego miró a Kregh… - si lo decide, puede quedarse, pero me temo que no es a quien buscamos… - y sin esperar siquiera a que dijeran mas nada, la mujer salió por la entrada principal dejándolos solos…
- <.eso es todo?.>… - se cuestionó mentalmente el menor, sintiéndose ligeramente decepcionado con ese “encuentro”, inquieto aún, con una sensación de zozobra que paralizó incluso sus pensamientos. Levantó la mirada y vio un pergamino con un escrito en latín ataviado en un marco de finos grabados… - <.Temet Nosce.>… - leyó…
- vamos, Minnie, si quieres puedo mostrarte las instalaciones… - lo sacó de ese breve lapsus en que se había sumergido… - si quieres quedarte y ser parte de esto, claro… - porqué se escuchaba desanimado, porqué no le dirigía la mirada…
- aún tengo preguntas sobre ZION, me quedo…
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Nueva York, Estados Unidos
Residencia de Alexander Hanke. Director del Departamento de Seguridad de la ONU
- te dije que te apegaras al protocolo, ahora tengo a la Directora General haciendo preguntas sobre los programas de investigación y experimentación del CENTRO, tu “equipo de limpieza” no fue lo suficientemente rápido en Seúl… - exclamaba notoriamente molesto a su interlocutor al otro lado de la línea telefónica…
- la prioridad es recuperar al prototipo del Proyecto Eslabón… - argumentó en su “defensa” el Dr. Kristopherson…
- usando modelos de un programa que se supone es experimental, el Programa Legión aún no está aprobado para ser utilizado en campo…
- nuestros legionarios son la base de la futura milicia de los ejércitos del mundo…
- ahórrate tus palabras, más te vale que en lo futuro te apegues al protocolo, ahora también tendré que preocuparme por mantener al margen al agente Park…
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Seúl, Corea
Distrito Jung-Gu. Hospital Haehyeon
Cuando Yoochun aceptó la ayuda del francés, no pensó en nada más que no fuera llevar a Junsu a una clínica lo más rápido posible. Le otorgó un voto de confianza por el simple hecho de haber llegado y cooperado en el enfrentamiento contra el afroamericano, pero no olvida que antes les había estado siguiendo. El castaño estaba en cirugía apenas hace unos minutos, sabía que la espera podría ser larga, y con ello la angustia destrozaría sus nervios, porque a pesar de haber sido entrenado para no sentir, desde que conoció a Junsu las cosas en torno a él han sido siempre diferentes. Ahora, tenia que saber algo mas del francés, ya se había encargado de contactar con su compañera y amiga Cameron para que tomara cuanta pista pudiera de su departamento.
- quién eres y porqué nos seguías?... – cuestionó con seriedad…
- no tienes idea de quién es Kim Junsu, verdad…
- y tú lo sabes?... – realmente tenía curiosidad por el pasado de su novio, no porque aquello puedan implicar que sus sentimientos por él puedan cambiar, pero sí para entender lo que sucede y encontrar una mejor manera de cuidar de él. Se siente incluso impotente de solo recordar lo sucedido con el afroamericano, todavía le dolía el cuerpo y llevaba la ropa manchada de la sangre de su novio…
- no en realidad, pero debe ser alguien muy importante para haber movilizado a las organizaciones internacionales más poderosas, Park Yoochun… - el pelinegro no se sorprendió demasiado al saberse identificado por el francés…
- quien trabaje contigo debe ser uno de los pocos hackers del mundo capaces de violar el sistema de redes de la ONU… - tal como el pelinegro lo sospechara, Jet finalmente se había infiltrado en la base de datos de la ONU, le había informado al francés, justo antes de que entrara en el edificio donde Junsu fue gravemente herido, que Park Yoochun era parte del Programa Emisario: mensajeros de muerte; comando élite entrenado para matar, instruidos en artes marciales, tácticas de espionaje y el dominio de armamento militar. Tales archivos solo pueden ser vistos por el Director de Seguridad y la Directora General de la ONU… - porqué nos seguías?...
………………..Memorias………………..
El adolescente a sus 17 años era entrenado en combate cuerpo a cuerpo, enfrentamientos reales con sus compañeros de los que siempre salía con heridas importantes, fuera alguna fractura cortadas en su piel, que cuando sanaban no dejaban cicatriz alguna y sus huesos eran cada vez más resistentes. Como fuera, al chico le disgustaba participar de todo aquello, odiaba tener que enfrentarse con sus propios compañeros en aquellas instalaciones en las que pasa mayor parte del tiempo desde que tiene uso de razón, de las que solo sale cuando es obligado a hacer algo que le disgusta. No comprende porqué tiene que aprender a usar armas blancas, de fuego e incluso químicas, no entendía porqué le enseñaban a matar, él sentía que la vida valía la pena, podía verlo en sus ocasionales salidas al mundo exterior.
Pero lo que más detestaba, eran los momentos en que era llevado a aquella habitación blanca en la que era recostado en una camilla para luego ser conectado a varios aparatos, para que le sacaran sangre que era examinada, para inyectarle sustancias que “mejoraban” su estructura genética… esos procesos dolorosos que lo doblegaban y dejaban fuertes dolores de cabeza por varios días, porque podía sentir cada cambio sucediéndose en su interior…
………………..Memorias………………..
- Kim Junsu concuerda en un 83% con los informes oficiales de uno de los prototipos de un programa denominado Eslabón, desarrollado por el CENTRO, laboratorios de investigación científica a cargo de la ONU…
- prototipo?... – de solo pensar en todo lo que puede estar relacionado a tal palabra, el pelinegro podía darse una idea de ciertas actitudes en su novio…
- hace un año y nueve meses, las instalaciones del CENTRO se encontraban en Portland, Estados Unidos, el Dr. Kristopherson era el Director entonces, pero la INTERPOL francesa ya lo tenía bajo investigación por irregularidades de experimentación genética. Extrañamente en ese entonces los laboratorios fueron destruidos por explosiones supuestamente accidentales provocadas por diversos químicos y combustibles del interior. El Proyecto Eslabón “desapareció” junto con las instalaciones, pero los cuerpos de dos prototipos nunca fueron encontrados, informes extraoficiales sugieren que el CENTRO fue penetrado por agentes de ZION, una organización cuasi-secreta de la que no sé gran cosa, pero estamos investigando. El punto es que días después, Kim Junsu apareció aquí, después de un misterioso accidente en el que se cree perdió la memoria, pero aunque llevaba identificación, no hay ni un solo archivo en el Sistema Nacional de Corea que respalde su existencia…
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Yoochun había escuchado atentamente el relato de Pierre, pero no dijo ni preguntó más nada, valía más ser cuidadoso y discreto; ya era un peligro que su identidad fuera de conocimiento del francés y que éste no se haya dignado a revelar la propia, y a cambio solo se quedara en silencio a su lado, esperando que la cirugía de Junsu terminara y que su amiga Cameron tuviera algo para él que le sirviera para saber a quién tendrá que buscar para obtener mayor información.
El pelinegro tenía claro que el francés quería algo de su novio, pero él no estaba dispuesto a permitirle siquiera acercarse al castaño. Si hay algo que sabe, es que no se puede confiar en nadie que no sea él mismo, la propia organización para la que trabaja se mueve por secretos y conspiraciones; y definitivamente está detrás de lo que hay en el pasado de su Junsu, por lo que su prioridad sigue siendo protegerlo.
- está usted herido… - la voz de un doctor lo sacó de sus pensamientos…
- estoy bien… -
- me parece que miente…
- ésta sangre no es mía…
- le he dicho que estoy bien, mejor dígame si sabe algo de Junsu… - su tono de voz ofuscada, el francés comprendiendo el tipo de relación entre el castaño y el agente Park, a pesar de que éste en ningún momento ha dicho que es su novio…
- deberías atenderte… - se adelantó Pierre al Dr. – tan herido como estás no podrás hacer mucho por él… - la oscura mirada del pelinegro casi le intimidó… - si es necesario que te acompañe y permanezca a tu lado para que no desconfíes de que intentará hacer algo para separarlos, estoy dispuesto…
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Distrito Gangnam-Gu
Jaejoong estaba en uno de los antros más populares del distrito, sentado en el bar junto a una joven que no paraba de reír y tocar su mano o rozar su brazo con coquetería. Claro que, para el agente Kim aquél flirteo era una pérdida de tiempo y la única razón por la que la toleraba, era que la chica es hija del Dr. Brandon Kyu, y ella es su señuelo para llegar al hombre…
- entonces, Cassy, a qué se dedica tu padre… - le preguntó al oído, con su voz más seductora, rozando intencionalmente sus labios con el lóbulo femenino… la chica estaba bastante alcoholizada, así que tal vez hable de más…
- mi padre?... – risita tonta… - a quién le importa hablar sobre mi padre… - tomó de un solo trago su bebida y se puso de pie, jalando al pelioscuro a la pista de baile… - mejor solo vamos a disfrutar… - por su tono de voz y la forma en que se pegó a su cuerpo, Jae comprendió que la chica solo quería sexo…
Yunho entró al local atraído por su buena música… en realidad, el nombre del dueño del club aparecía en sus investigaciones como un miembro inactivo de ZION. Pero su concentración en la misión se vio interrumpida cuando sus ojos se encontraron casualmente con Jae bailando con una chica, demasiado pegados para gusto del moreno…
- que demonios hace con esa chica… - murmuró molesto, sus palabras opacadas por el sonido de la música… - y porqué me altero tanto. O sea sí, nos besamos y casi intimamos ayer cuando apenas llevábamos unas horas de conocernos, de presentarnos en realidad, Jae es más bien un chico misterioso que muero por conocer… - bien, sus pensamientos se habían ocupado una vez más del pelioscuro, y eso no le gustaba, no podía ser nada bueno, no podía… - el amor a primera vista no existe…
Jae ya se estaba hartando de Cassy Kyu, no paraba de intentar besarlo y de buscar un contacto más provocativo entre ellos, cada que se giraba y bailaba pegada a él de espaldas, sentía como rozaba insinuantemente su trasero contra su entrepierna tratando de excitarlo, de conseguir que la saque de ahí y la haga suya en su departamento o una habitación de hotel.
- ahora vuelvo… - el pelioscuro salió de la pista rumbo al baño, lo único que quería era mojar su rostro y recordar cuán importante es su misión, y si tiene que drogar a la chica y llevarla a un hotel para hacerle creer que algo pasó entre ellos, lo haría…. – claro, un hotel, no voy a llevarla al departamento con Yunho viviendo conmigo, o yo co él… como sea, no puedo hacer eso… - susurraba mientras su cara era bañada por el agua fresca de la llave…
- parece que el destino está obstinado en hacer que nos encontremos… - el pelioscuro giró su rostro hacia el dueño de esa voz…
- Yunho… - sonrió, sintiéndose ligeramente nervioso por su presencia, por el hecho de ver que el moreno cerraba la puerta con seguro y saberse con él en el baño, donde para su suerte no hay nadie más… - <.diablos.>
- te diviertas con tu amiga?... – táctica uno para averiguar la relación entre ellos, un paso más cerca del pelioscuro…
- oh sí, pero no es mi amiga, la acabo de conocer… - las gotas de agua resbalando por su rostro…
- ah… - sus miradas prendadas, la creciente necesidad de acercarse aún más y fundirse en un apasionado beso apoderándose de sus sentidos…
Qué era lo que tenía el otro que los atraía tanto? Cómo era posible que no se pudieran controlar estando cerca? Aquello no podía ser llamado amor, porque ese sentimiento nace del trato y el conocimiento mutuo, pero… era acaso solo atracción pasional?
No podrían decir quién dio el primer paso, pero ahora estaban (una ve más en cosa de dos días) fundidos en un profundo beso que ya había elevado la temperatura de sus cuerpos. Las manos de Jae perdidas en la espalda del moreno, acariciando sugestivamente, una de ellas subiendo a su nuca para luego deslizar sus dedos entre sus cabellos. Yunho, por otro lado, ya lo había sentado en la encimera del lavabo, y sus manos se escabullían furtivamente bajo la camisa del pelioscuro, palpando con sus calientes dedos la ardiente piel de sus pectorales…
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Distrito Jung-Gu. Hospital Hoehyeon
Yoochun esperaba que Junsu despertara, pero acababa de salir de cirugía, su estado era delicado, pero los pronósticos de recuperación eran buenos. Al pelinegro le permitieron entrar a verlo solo unos minutos pero después le había pedido que saliera y lo dejara descansar.
Pierre estaba ahí también, sus compañeros Jet y Johan en alerta y al tanto en una camioneta cerrada a una calle del hospital. El pelinegro llevaba un vendaje alrededor del torso para aminorar el dolor de su costilla, le habían inyectado algunos analgésicos; y ahora solo esperaba el momento en que pueda llevarse a su novio a un lugar seguro.
El castaño despertó demasiado pronto, aunque un tanto confundido por el efecto de la anestesia, pudo ver que alguien preparaba una inyección para él…
- qué es eso… - temeroso, el castaño intentó moverse, pero su cuerpo aún estaba adormecido…
- es solo un medicamento… - comenzó a explicar el enfermero…
- no! Basta, no inyecte eso en mí… no lo quiero!... – comenzó a alterarse, más recuerdos de su pasado en donde era tratado de manera similar se arremolinaron en su mente…
- tranquilícese, joven, esto ayudará a que mejore…
- he dicho que no!... – una sola persona en sus pensamientos con quien se siente seguro… - Yoochun… Yoochun!... – gritó ya desesperado, su cuerpo respondiendo a su necesidad de salir de ahí…
- cálmese, por favor… -
- no! Aléjese de mí!... – los cables conectados a su cuerpo fueron arrancados de un tirón, y el mismo fin tuvo la intravenosa de su muñeca… - Yoochun!!!
OMG!! este fic esta genial,me encantan este tipo de fics *¬* ... por favor continualo
ResponderEliminarohmo ohmo!! Ô.Ô
ResponderEliminarFelina-sama!! me tienes super intigrada.
Me encanta la manera en la que describes cada lugar y a cada personaje...
Realmente al ver como hablas de la CIA y de las organizaciones parece como si tu misma fueras una agente secreta xDD ¿lo eres? ok, lo sé. eso es confidencial xD
Espero que lo sigas. Aqui tienes una fan que esperará con ansias el siguiente cap.*_*
graciaaaaaaas
o.O
ResponderEliminarno tengo palabras
este fic es perfecto