Aquella mañana Changmin se desperezó en la cama tras oír su despertador que le indicaba la hora de bajar a desayunar. Hacía bastante frio y la pereza le hacia ver la puerta de su habitación a kilómetros de distancia. Tardó unos minutos en obligarse a levantarse. Se colocó sus zapatillas y se dirigió al baño estirando sus brazos hacia arriba de una forma bastante escandalosa. Abrió y cerró varias veces el grifo del lavabo hasta conseguir el suficiente valor como para bañar su cara en aquella agua helada. No tenia prisa para llegar abajo y supuso que nadie tendría prisa por verle allí. Volvía a verse ante horas y horas de vacío que esperaba llenar a la noche.
Se cambió de ropa dejando la blusa blanca del pijama en el suelo y poniéndose una camiseta del mismo color. Sabía que no había manera de perder más tiempo y comprendió que debía salir de allí. Avanzó por el pasillo y bajó las empinadas escaleras que le llevarían a la primera planta. El comedor estaba bastante vacio y pronto recordó porque era así.
- Día de visita... - murmuró con una voz casi inaudible.
Sintió como se le encogía el estomago cuando una imagen de aquellas dos personas a quien no vería mas pasearon por su mente.
- Mamá... papá... - murmuró otra vez inconscientemente.
Se pidió moverse y avanzar hacia el mostrador para coger una bandeja. No tuvo que esperar cola y así que paseó mirando las pocas opciones de desayuno que tenia frente a el. Tomó una manzana que pronto devolvió al plato y tras esto se decidió a coger unas galletas.
- Me habías asustado, ya pensaba que preferías la manzana a las galletas y eso si que es de estar zumbado... - le pico una voz a su espalda.
Changmin se volvió con tanta velocidad que hizo caer todas las bolsas de galletitas de la mesa quedando con una sola en la mano. ¿Por qué Jaejoong aparecía siempre cuando le necesitaba? Quizás porque le necesitaba a cada momento.
- Eh! Pero coge solo una - volvió a bromear mientras se agachaba a recoger los paquetes del suelo - Que yo también quiero.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó Changmin mientras se agachaba junto a el sonriendo para ayudarle.
- Vengo a por galletas ¿Qué te crees? - le respondió sin mirarle inmerso en coger las bolsitas - Y he llegado justo a tiempo.
En aquel momento sujetó del cuello de la camiseta a Changmin acercándolo a él de un solo tirón encajando su boca con la suya. No le había dado tiempo a tomar el aire que se le había escapado con solo mirarle. Sentir una vez mas aquellos cálidos y húmedos labios sobre los suyos le recordaron nuevamente porque se sentía tan vivo.
Jaejoong respiró suavemente sobre los labios de Changmin tras abandonarlos y se puso de pie seguido muy de cerca por el.
- Vamos a las mesas ¿Ok? Cógeme a mi también un vaso de leche please! - y diciendo esto se adelanto a Changmin para sentarse en una mesa cercana a los grandes ventanales del comedor.
Changmin tomó otro vaso y lo llenó de leche sin poder parar de mirar de reojo a Jaejoong que tras sentarse había cruzado sus brazos sobre la mesa apoyando su barbilla encima. Hubiera deseado tanto tener una goma que borrase a todos los demás que estaban en la habitación para dirigirse a el y hacerle levantar la cara con un largo beso. Le miraba los labios cuando de repente se vio mirando sus ojos que se habían clavado en los suyos obligándole a reaccionar y salir de la burbuja de sus pensamientos.
Cogió los vasos y las galletas y se dirigió a la mesa para sentarse frente a el.
- Ahs! Como has tardado!! - exclamó Jaejoong sujetando uno de los vasos de leche - ... Que... que demonios ....?
- ¿Que ocurre? -preguntó Changmin extrañado por su repentino cambio de tono.
- Esta ... ¡La leche esta caliente !¡Que ascazo! ¿Desde cuando la leche...? no tiene sentido... - dijo Jaejoong que parecía realmente ofendido como un niño pequeño al que le acababan de negar un capricho.
- Hablas... ¿Hablas en serio? – preguntó Changmin que al ver que Jaejoong asentía no pudo evitar romper en una sonora carcajada.
- ¡Eh! No te rías... odio la leche caliente y parecen que me dejan bajar a desayunar para jorobarme ... - comenzó Jaejoong a explicarse terminando por sonreír abiertamente al ver que Changmin no podía contener la risa ante lo que estaba diciendo - ¡Iré a quejarme !
- ¡No por dios! - dijo Changmin después de lograr calmar su risa - Menudas ideas tienes!!
- Me encanta oírte reír, me hace olvidar donde estoy - dijo Jaejoong dejando escapar sin querer su tristeza - Me pregunto por que me dejan ahora moverme a mis anchas por el edificio, no es comprensible. Quizás es porque es día de visita, aunque aun así no es motivo, yo no recibo visitas - comentó cambiando rápidamente de tema.
- La verdad es que yo no tengo a nadie que me visite.
- ¿Nadie? ... - Jaejoong vio como Changmin agachaba la cabeza evitando mirarle - Oye... ¿Que te sucedió para estar aquí? Me gustaría saberlo para poder ayudarte.
- ¿Mas aun? – preguntó sonriendo levemente mientras levanta el rostro para mirarle - Yo ... mis padres murieron ... por mi culpa.
- La segunda parte no me la creo. Creo que te culpas injustamente y que esa es la causa de que estés aquí.
- Pero es verdad...
- Estas aquí para comprender que no lo es, no tienes la culpa - dijo Jaejoong acariciando su mano usando una voz tan cálida que Changmin sintió que le estaba acariciando antes de que le hubiera tocado.
En aquel momento las puertas del comedor se abrieron entrando un encargado de pasillo que se dirigió directamente a la mesa donde ambos estaban sentados.
- Kim Jaejoong, tiene visita.
- ¿Como dice? - preguntó Jaejoong bastante confuso.
- Le esperan en la sala 4 - insistió aquel hombre dándose la vuelta y abandonando el comedor.
Jaejoong permaneció unos instantes en silencio sin decidirse a levantarse.
- Ve Jaejoong - murmuró Changmin para hacerle reaccionar.
- No... creo que se quien es. No me apetece...
- Jaejoong, no se quien será pero seguro no te perjudicara... esto solo puede mejorar no?
- ¡Prefiero comer! - soltó intentando cerrar a su modo el tema.
- ¿No te arrepentirás después?
- Ah... que pesado eres, iré para que te calles... - dijo Jaejoong retirando su mano de la de Changmin acentuando una nueva caricia mientras se alejaba de el.
Avanzó por el pasillo escuchando el sonido de sus pasos resonar contra las paredes. Sala 1... Sala 2... Sala 3... Sala 4... Jaejoong se detuvo ante esta última puerta y entró sin levantar su mirada del suelo.
- Yunho, creía que no te acordabas de mi - dijo secamente Jaejoong sin molestarse en mirar.
- No digas tonterías ¿Cómo estas? - le preguntó el chico que le esperaba sentado con una silla vacía frente a el.
- Igual que hace tres meses. Intenta recordar que te respondí. Podrías venir a verme mas a menudo, eso hacen los amigos - dijo mientras avanzaba hacia la silla en la cual se dejo caer quedando bastante retrepado.
- No he podido, en serio, lo siento. Perdóname...
- ¿Qué te perdone? Al menos tienes mas interés que mis padres, les odio... pero no te negare que les echo de menos... - después de esto murmuró algo que Yunho no alcanzo ni a oír.
- ... Lo siento.... - dijo Yunho tras unos instantes de silencio.
- Deja de sentirlo todo y ayúdame.
- ¿Qué te ayude? ... Bueno, claro, para eso estoy Jaejoong.
- Pues dime porque estoy aquí, tú lo sabes ¿No?
- No puedo hacer eso...
- Si puedes pero no quieres!! - le echo en cara Jaejoong elevando la voz.
- Si quiero pero no puedo y lo sabes. No me gusta verte aquí - dijo Yunho con total tranquilidad.
- Ni te gusta ni te disgusta, simplemente no te importa, no intentes quedar bien conmigo. Solo me visitas porque tienes la sensación de sentirte moralmente obligado, luego sales de aquí, y te sientes libre.
- ¡Ya basta Jaejoong! No he venido aquí para discutir contigo!!
- No... Has venido para darme la enhorabuena no? Me estoy superando, hace años no recordaba nada y he conseguido mantener eso. ¿Que bien no?
- ¡He venido a apoyarte joder! - le aseguró Yunho comenzando a alterarse por cada contestación que Jaejoong le daba.
- Pues no lo consigues. Pasare mi vida aquí, lo sé. Ponte en mi lugar. No tengo esos recuerdos, no los tengo.
- Los tienes y tienes que acceder solo a ellos.
- Eres la viva imagen de ese maldito psicólogo... No soy capaz de entender por que no me lo dices. Basta que hagas eso y cambiaras mi vida, pero parece que no lo entiendes - dijo Jaejoong apoyando los codos sobre la mesa e inclinándose hacia el para acercase un poco mas mientras le hablaba.
- Sigo la recomendación de los profesionales Jaejoong, ellos me pidieron seriamente que no te lo dijera o echaría abajo el trabajo de años.
- ¿QUE TRABAJO YUNHO? - gritó finalmente Jaejoong sin poder contenerse levantándose de su silla - NO HE PROGRESADO NADA!! NADA YUNHO!!
- ¡Cálmate Jaejoong! Siéntate, no te pongas así... - le pidió Yunho alarmado.
- Vete... - le ordenó Jaejoong sintiendo que si permanecía un minuto mas allí no tendría mas remedio que agredirle.
- ¿Cómo? ...
- Yunho... vete y no vuelvas - le ordenó una vez mas.
- No hare eso...
- Me negaría a verte si vuelves a venir... piénsalo ¿Que alivio no? No tendrás que verme más.
Terminó aquella frase y no se molesto en volver a repetir su orden, decidió salir el de aquella sala. No necesitaba visitas cargadas de falso interés, no necesitaba la compasión de nadie, pero necesitaba ayuda, lo único que le negaban. Recorrió nuevamente el pasillo y creyó que cada paso que daba procuraba resonar para recordarle una y otra vez el lugar en el que estaba, por donde caminaba. Se preguntó como podían tener tanto poder sobre el y su vida unas paredes y las personas que le habían encerrado entre ellas si realmente no le conocían ni lo llegarían a hacer jamás. ¿El olvido iba a condenarle de por vida? Si debía aceptar eso podían decírselo y empezar a comprender que debería acostumbrarse a sentir frio, a vivir solo, a estar loco. Si el único ser que ahora sentía que le quería tarde o temprano se iba a alejar ¿Podía considerar que su esperanza de vida llegaba hasta el día en que aquel chico dejara aquel lugar?
El ruido hueco de una puerta al cerrase le hizo tomar consciencia de que, mientras su mente le invitaba a pensar en su condena, había permanecido parado en aquel corredor. Sacó fuerzas de donde pudo para dibujar en su cara una sonrisa y prometerse no llorar y, así, prosiguió su camino hacia el comedor.
Changmin seguía allí sentado mojando cansinamente una galleta en su leche. Al oír la puerta del comedor abrirse levantó la vista y observo a Jaejoong hasta que se sentó frente a el una vez mas.
- ¿Quién era? - le preguntó interesado.
- ¡Nadie! Se han equivocado, ¡Ya podían aprenderse bien mi nombre! Y más cuando me dispongo a comer galletas.
Changmin recibió en aquel momento una sonrisa de Jaejoong y entonces comprendió que mentía. Sonreía, pero parecía llorar al hacerlo. Le pareció tan ilógico el que le hicieran sufrir que pensó que era el tiempo el que lo hacia, no podía haber persona tan vacía de remordimientos.
- Si, aquí no suelen hacer nada derecho! Tampoco impresiona - termino por decir Changmin no queriendo sacar a la luz lo que el no quisiera contar por iniciativa propia.
- Tengo que irme. Dentro de nada tengo una sesión... ¡Pero me llevo estas galletas! - exclamó Jaejoong sujetando en el aire la bolsita.
- Si, ¡Que no falten! Que te sea breve. Nos vemos! - se despidió Changmin.
- Hasta la 12 - murmuró y sonrió descaradamente - Mírame sonreír que vendré a recoger lo que he provocado.
Changmin no necesito apuntar esto con fuego en su memoria ya que esta comenzaba a ser un diario de cada gesto de aquel chico.
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La puerta que le llevaba a la sala de su psicólogo parecía estar pintada de negro ante los ojos de Jaejoong. La abrió muy lentamente disfrutando a su manera de cada segundo que aun le situaba fuera.
El señor Seung estaba inmerso leyendo un documento con sus ojos enmarcados por unas gruesas gafas negras.
- He llegado - dijo Jaejoong tras carraspear - Pero solo vengo a avisarle de que abandono sus sesiones.
Shin Seung se levantó de su silla e hizo un gesto con su mano invitándolo a sentarse.
- No, no tengo tiempo para sentarme - le aseguró Jaejoong negando con la cabeza.
- ¿Pretendes prescindir de ayuda? - le preguntó casi con un tono burlón - Te condenarías a no salir de aquí. Debería pensar en progresar.
- Con usted no lo hago y no me apetece ver su cara inútilmente.
- ¿Ver mi cara inútilmente? Tu no eres capaz de captar los avances que si que haces, pero lo estas haciendo.
- No vendré mas, soy libre de decidir esto. No perderé más tiempo, ya se lo he dicho.
Acabó de dirigirse al psicólogo y se dio la vuelta para alargar su mano hacia el pomo de la puerta pero una mano sobre su hombro le hizo girar bruscamente y un golpe contra su pecho le hizo quedar apoyado de espaldas contra ella.
- Oye - dijo Seung apretando los dientes mientras le acorralaba entre sus dos brazos apoyados contra la puerta - No juegues conmigo.
- ¿Que coño hace? - le preguntó Jaejoong sin levantar la voz - Apártese de mi ahora mismo.
- No me des ordenes maldito crio, como bien me dijiste depende de mi el que sigas aquí así que ten cuidado.
- No me hable así, no tiene derecho a hacerme esto ¡Le denunciare si no se aleja de mi ahora mismo! - le amenazó Jaejoong aumentando el volumen de su voz.
- ¿Y quien hará caso a un demente? Estas aquí porque tu estado te libra de estar en la cárcel. Tu locura te salva de estar entre rejas.
- ¿Qué coño dice? - se alarmo Jaejoong.
- Si, lo que te digo. Tu has caído bajo y eres de los pocos que aun no lo sabe... - empezaba a sonreír al hablar y a pronunciar cada vez mas lentamente las palabras que decía.
- CALLESE!! - gritó Jaejoong empujando al doctor no soportando mas su cercanía haciéndole caer al suelo.
- Tu solo te condenas a esto que elijes. Si te gusta este lugar entonces disfrútalo, si no es así mi más sentido pésame. Ya vendrás a pedirme ayuda cuando comprendas que soy tu única salida - le aseguró mientras se levantaba del suelo aquel hombre que solo se había centrado desde hace días en hacer mas insoportable lo que vivía.
- Eres un hijo de puta, no te lo digo, te lo recuerdo. No me arrastrare a tus pies, es mas insoportable el tenerle cerca que pasar la vida aquí, por eso hoy he tomado la mas importante decisión en los últimos años.
- Ten cuidado conmigo, te lo recomiendo - le amenazó el doctor apretando los puños.
- Y usted conmigo. Espero le salgan ojos en la nuca porque los necesitara.
Dio la conversación por terminada y salió de la sala cerrando la puerta con todas sus fuerzas.
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que paso
ResponderEliminarJae mato a alguien no lo entiendo
kiero conti
OoO!!!!!!!!!!!!!!!! aaaaaaaaaaaaaaa jae era un delincuente?? =OOO no me lo creo ...q habra pasado =S? esta superr sigueloo =)
ResponderEliminarQue psicologo mas corruptoooooooooo ashhhh no ayuda en nada a jae... conti...
ResponderEliminarwaaa!!
ResponderEliminarjae asesino? uuuuuu
maldito psicoloko
contiii... contiii
siento qe jae mato a los padres de min e3e
ResponderEliminarpero espero qe no sea asi u-u
qe... jae haya qerido salvar a alguien... y no pudo e-e pero se qedo ahi y pensaron qe el lo mato e3e...
espero~ xD
Omg! porfaa siguelaa!
ResponderEliminaresta muy buena tu historiaa!
adoro a Jae y sus comentarios!
me matan de risa!
y Mincito...ya me lo imagino robandole a Jae sus besos!
super kawaaii!
vamos no nos dejes asi!!!
siguelaaa!
O.o no entiendo :B
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