Colors, Melody & Harmony

Título: Colors, Melody & Harmony
Autor: Aemin
Pareja: JaeChun
Género: Humor, Lemon
Extensión: One shot

Una imagen nada porno XD gracias a Mino que me ayudó haciéndole modificaciones *o*

Nota: empieza muy mushy (cursi) XD, pero mejora más adelante. Las notas entre * son diálogos del propio autor con Heechul XD.
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Una vez, en un país muy, muy lejano, en el que cada color armonizaba con el otro y en donde todas las criaturas y todas las cosas poseían armonía propia, vivían dos hermosos chicos, ambos con orejitas blancas y peludas de gato. Desde que salía el sol hasta que se ponía recorrían su hermoso mundo, riendo, jugando a lanzarse burbujas y jugando en las aguas del río. Su trabajo era pintar su mundo, cambiándole a cada cosa cada semana el color por uno distinto, nunca repitiéndolos. Uno de ellos se llamaba Hello-Jejung, y el otro, más blanco de piel, se llamaba Kitty-Chun. Vestían lindos trajes casi idénticos, sólo que Chun no traía un chaleco y Jejung sí; además, el del primero era azul marino y el del segundo gris, mientras los moños que lucían en sus cuellos eran rojo y azul respectivamente. Cuando empezaba a anochecer, se ponían a cantar, aunque no volaban los pajaritos y corrían los animalitos a su alrededor.


-Sigue teniendo amor, sigue tu camino – cantaba HelloJejung.


-Sigue, sigue, J – lo alentaba KittyChun


-Sigue creyendo que juntos podremos compartir lo que sentimos.


-Desde antes de nacer…


-Mi música es vivir…


-Por ti, por ti, por tu sonrisa…


Eran tan unidos que eran como hermanos del alma, Soulmates. Inclusive tenían una mitad de esa frase tatuada: Hello-Jejung tenía “Soul” en la espalda detrás de los hombros mientras Kitty-Chun tenía “Mate” al nivel de la cadera, en enormes letras negras mágicamente aparecidas en sus pieles desde que surgieron en ese universo paralelo. Eran felices. Inocentes. Era una especie de cuento de hadas su mundo.


Pero siempre hay en estas historias un villano. En este caso, un hado del mal, Chula-Heechul. Bueno, en realidad a veces era difícil saber si era hado o hada. Vivía en la parte más oscura del mundo del Soulmate, en un oscuro pero brillante castillo, tan estrambótico como él. O ella. Cada vez que el sol se ponía, salía a pasear, revoloteando con sus enormes alas de ónix y púrpura, secando flores que le parecían más hermosas que él. “Nadie puede ser más hermoso que yo”. Y siempre terminaba su recorrido frente al hogar de Hello-Jejung y Kitty-Chun. Le parecía increíble que, viviendo juntos, se mantuvieran aún inocentes. Envidiaba su armonía, sus canciones, el color con que pintaban su mundo, no el de él, y sobre todo odiaba el amor de hermanos que se tenían.


-Pero algún día, algún día voy a despedazar esa armonía de la que están tan orgullosos. ¿Pero cómo lograrlo?


Volvió a su palacio, buscando por todos lados una forma de vengarse. Por fin encontró en su cuarto de pociones un poderoso veneno. Lo vertería en las aguas de la laguna principal del mundo, sabiendo que de ella se abastecía el SoulMate no sólo para beber, también para bañarse. Tomó la botella, voló hasta la laguna y así lo hizo. Un penetrante olor invadió la atmósfera y el agua se tiñó de sangriento rojo por unos segundos, luego volvió a su color y aroma natural, como si aún fuera inofensiva. Sonrió, rió graciosamente y regresó a su palacio. Entró a su habitación, decorada de rosa brillante, y se miró en el espejo.


-¡Ahora yo seré en este reino el más hermoso!


*Eh, Heechul, creo que te has equivocado de cuento*


-Ah, es verdad. Perdone, autor. ¡Jajajajajaja! ¡Kitty-Chun y Hello-Jejung morirán!


Al salir el sol, Hello-Jejung se levantó primero, como siempre. Bostezó musicalmente, moviendo sus orejas, luego se vistió, se cepilló el cabello y las orejas y fue a despertar a su compañero. Por alguna extraña razón, Kitty-Chun podía dormir en la posición que fuera, y esta vez estaba con una pierna en la cama, un brazo en la mesita de noche y el resto de su cuerpo en el suelo, mientras su cabeza estaba recargada en la orilla de la cama, sus orejas moviéndose al ritmo de su respiración mientras ronroneaba gentilmente. Jejung se acercó a él, se puso en cuclillas y empezó a picar su estómago. Sabía lo sensible que era a las cosquillas, y que esto seguramente lo despertaría. Y así fue, pocos segundos después Chun despertó y empezó a retorcerse de risa. Jejung también rió, contagiado.


-Levántate ya, Chunnie, acaba de salir el sol y tenemos mucho que hacer.


-Desayunar para empezar.


-Por supuesto – volvió a reír Jejung. Chun se vistió y fueron a desayunar.


Respetando a los animales de acuerdo a la armonía, no comían carne, así que desayunaron una ensalada de verduras y otra de fruta. Luego, conforme a su costumbre, sacaron la pintura y se pusieron a cantar.


-Hey, J, ¿por qué no empiezas?


-He esperado tanto, el tiempo juntos volando va, promesas rotas, me enredan tus dulces palabras, yeah…


-¡Con mi corazón, con toda mi alma, con toda mi fuerza!


Pintaron las flores de azul y luego rojo, creando un bonito color morado. Rieron.


-¡Wooh! ¡Jajajaja!


Corrían dando pinceladas, y así transcurrió el resto del día mientras Chula-Heechul aguardaba en su palacio.


Poco antes de que el cielo empezara a cambiar su tono azul por unos rosados, naranjas y morados del atardecer, Kitty-Chun y Hello-Jejung fueron a la laguna. Después de tan arduo trabajo necesitaban bañarse. Mientras Hello-Jejung se quitaba el chaleco y el moño para entrar solo en ropa interior al agua, Kitty-Chun se inclinó a beber un poco, tomando el agua entre sus manos. Dio un sorbo, dos, y de inmediato empezó a sentirse extraño. Sentía como si la piel le ardiera, pero más que nada empezó a sentir un cosquilleo como de hormigas en el cuerpo. Miró a Jejung en el agua.


-Hyung…


-¿Qué pasa, Chunnie? –le preguntó mientras se mojaba los brazos.


-Tengo calor.


-Pues metete al agua para refrescarte –rió. El agua aún no tenía el mismo efecto que en Chun, quien se desvistió acelerado y se lanzó al agua. El efecto de la poción dentro y fuera de su piel nubló la mente de Kitty-Chun. Miró a su compañero y su piel húmeda le pareció extrañamente comestible. Se relamió.


-¿Qué tanto me miras, Kitty-Chun? –sonrió Jejung. Algo de agua escurrió de su cabello a su cara y hasta sus labios y se relamió. Para Chun esos labios lo estaban invitando a morderlos. Se acercó más a él. Hello-Jejung se sumergió para mojarse por completo otra vez y cuando salió se encontró con Chun casi encima de él y apenas le dio tiempo de recuperar el aliento. Los labios del chico blanco besaban los suyos con desesperación. El mayor lo sujetó por los hombros y lo alejó unos centímetros. De todas formas ya era tarde: al sumergirse había tragado un poco del agua y el beso de Chun le había dado un poco más.


-¿Qué te sucede? – estaba molesto, sin embargo empezaba a sentir como si su sangre fueran hormigas corriendo a toda velocidad por su cuerpo, acumulándose en una zona muy íntima. Chun volvió a besarlo y le correspondió, también lo necesitaba. EL agua pronto se volvió fría en comparación a sus cuerpos. Jejung metió su lengua en la boca del otro y éste la dejó saborearlo, jugando después con él con su propia lengua. Cerca de ahí había unas enormes rocas, alisadas por el roce con el agua. Chun recargó a Jejung en una de ellas y acarició su torso con una mano, sus lenguas aun ocupadas en una danza erótica, sus orejas moviéndose temblorosas por la ansiedad.


Se deshicieron de la ropa mojada, acercándose aún más, frotándose piel contra piel. Las manos del mayor descendieron por la espalda de Chun mientras las de éste hacían círculos en el abdomen del otro. La cadera blanca se acomodo entre las piernas un poco más morenas, rozando las hombrías despiertas.


-Ch..chunnie…ah…


-Jejunggg…umm…


La mano de Jejung llegó hasta el trasero de Chun, acariciándolo en círculos. Al sentir el contacto, Chun bajó su manó también, tocando el miembro de Jejung, masajeándolo. Apretó su extensión, subió y bajó, dibujó círculos con su dedo en la punta, acelerando la respiración del mayor. Acariciando su centro con su anular y dedo mayor, Hello-Jejung a su vez llegó hasta la base del miembro de Kitty-Chun, pasando por su entrada. Chun entonces fue más rápido y, aprovechando el agua, bajó más su mano también e introdujo un dedo en Jejung. No estaba seguro de por qué lo hacía, pero su instinto le indicaba que eso llevaría a algo delicioso.


-¡Ah! – el mayor gritó. Chun esperó un poco, besuqueando su cuello para seguir moviendo su dedo, dilatándolo.


-Hyuung…-ronroneó en su oído, su otra mano acariciando detrás de una de sus orejas, relajándolo para insertar otro dedo. Las manos de Jejung pasaron del trasero de su compañero a adelante, jugando con su erección. Empezaba a sentir placer en su trasero. Chun esperó un poco a que estuviera más dilatado para acercar la punta de su miembro. Miró a Jejung a los ojos y éste le mantuvo la mirada hasta que lo sintió por completo en su interior. La presión era demasiada, Chun no podía esperar, sentía que su hombría explotaría. Jejung mordía sus labios, adolorido. El cuerpo blanco se movió un poco, ayudado con el agua y poco a poco el dolor se fue desvaneciendo. El mayor apretó la espalda de Chun, sintiendo cada embestida mientras su miembro se estimulaba entre sus cuerpos. Cuando se sintió a punto lo detuvo por los hombros. El menor lo miró.


-Me toca – se relamió Jejung, alejándose de él despacio hasta sacarlo de sí y luego jalándolo por el brazo hasta la roca de al lado, que era más baja y plana de arriba, como si fuera la orilla de la laguna pero que aún estaba cubierta de agua.
Recostó a Chun sobre ella y se acomodó entre sus blancas piernas. Se inclinó hacia él y besó sus labios, bajando por su cuello y deteniéndose en su pecho para lamer sus pezones. Lamía en círculos, endureciéndolos despacio, arrancando roncos gemidos de Chun. Descendió su lengua hasta su ombligo, levantando un poco su cadera con una mano, tentándolo mientras lo dilataba con sus dedos, igual a lo que Chun le hizo anteriormente. Kitty-Chun no resistiría por mucho. Apretó los hombros de su hyung y tiró de él, esperando que volviera a la altura de su rostro para besarlo, metiendo su lengua. Mientras lo hacía, tomó el miembro de Jejung y acercó su punta a su entrada. Poco a poco Jejung lo invadió, empezando a moverse casi de inmediato: el estado de excitación de ambos no podía esperar mucho.



Sujetándose en las piernas dobladas de Chun, Jejung se daba impulso, mientras el menor masajeaba su propia hombría, ansioso por venirse. Empezaron a gemir y jadear. Poco después Chun llegó entre sus abdómenes y Jejung en su interior.

Exhausto, Hello-Jejung se recostó sobre Kitty-Chun y quedaron inconscientes hasta el día siguiente.


En su palacio, Chula-Heechul estaba furioso. Lo había visto todo a través de su espejo mágico.


-¿Despertarán al día siguiente? ¡Tenían que haberse muerto con esa poción!


*Bueno, Heechul. Eso es porque cambié tu veneno por un afrodisíaco*


-¡¿Qué?!


*Además, este es un cuento de hadas, y en los cuentos de hadas los malos nunca ganan*


-Pero…


*Y es mi cuento, puedo hacer con él lo que desee*


Desesperado, Chula-Heechul huyó a otro reino en el interior de su espejo mágico. Y el SoulMate despertó a la orilla del río, desnudos aún pero separados, no recordando lo que acababan de hacer. Su armonía, color y melodía seguían intactos. Sólo el amor quizás creció. Un poco.



FIN.


Nota: Y discúlpenme las fans de Heechul.