YOOSUTIC

Título: YOOSUTIC
Autor: Felina
Pareja: Yoosu
Género: Romance, Slash
Extensión: Oneshot
Resumen: Cuando la persona que amas ha visto la manera en que has cambiado… ¿Qué más puede ofrecerte si no seguridad?…

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Hacía mucho tiempo que eran pareja, novios o amantes, realmente no le importaba entonces el título para nombrar su relación con Junsu… Sólo… Que estaban juntos, que eran suyos sus besos, sus caricias, sus miradas, sus pucheros y hasta sus lágrimas… Que todo, absolutamente TODO en Junsu era suyo…

Pero vamos, no podía evitar sentirse celoso de toda esa popularidad de la que su delfín gozaba, de todas esas miradas que lo seguían por donde pasaba, de todos esos gritos casi histéricos de fans cuando saltaba al escenario, de esos regalos que le hacían llegar y que tan “lindamente” (el ratón solía terminar frunciendo el ceño), su novio aceptaba y guardaba por ahí aunque ya no tuviera espacio para almacenar más nada… Y sí, odiaba su número del Xiahtic por la simple y sencilla razón de que era un número en el que se encontraba rodeado de chicas… De esa chica en particular que no hacía más que tontear con Junsu y con quien su novio parecía por demás cómodo.

Oh sí… Ahí estaba la raíz de todo el problema… De su mal humor, de sus celos…
Estaba asustado de que Junsu le dejara de querer…
Y es que es en los miedos donde se encuentra la más grande de las debilidades humanas… Y en ellas, sentimientos tan absurdos como los celos o la inseguridad…

Y entonces terminaba recordando casi sin querer como ha ido evolucionando su relación desde el día en que el mismo Junsu confesara sus sentimientos…

**POV´S Yoochun**

No hacía mucho que había llegado a Seúl, que era parte de este nuevo proyecto de la disquera; es más, todavía no me podía creer que estuviera aquí en espera de nuestro debut… Porque sí, este era mi sueño; esto es lo que soñé prácticamente toda mi vida, para lo que nací… Cantar… Cantar y bailar… Y componer, yo sabía que con esfuerzo un día mis canciones serían interpretadas por mis nuevos amigos y yo…

Por él… Porque no entendía del todo el por qué, pero amaba su color de voz… Anhelaba que Junsu pudiera cantar un día una canción de mi autoría…

Y casi sin darme cuenta nos fuimos convirtiendo en muy buenos amigos, nos entendíamos muy bien y él estaba un poco loco, era hiperactivo pero tímido y tierno al mismo tiempo… Es… Una peculiar combinación de impulsividad y ternura… Sin duda me encantaba hacerle enfadar, porque se veía lindo… Sí, lindo… Frunciendo el ceño, haciendo pucheros o empujándome y dándome de almohadazos aún cuando realmente no era más fuerte que yo… Y me fascinaba seguirle la corriente en absolutamente todo lo que le ocurría, porque sabía que obtendría a cambio una de sus cristalinas sonrisas, o una tanda de sus peculiares carcajadas que hacían mi cuerpo vibrar…

Pues sí… Me gustaba un chico y comenzaba a enamorarme de él…

Había ocasiones en las que sentía que tal vez yo también le gustara a Junsu… Tenía… Tenía ciertas actitudes sólo conmigo, la forma en que sonreía algo bobamente cuando lo miraba, cuando lo halagaba por su forma de bailar, cuando lo felicitaba por su esfuerzo en cada ensayo… Cuando por algo tomaba su mano o acariciaba su mejilla… Y ni siquiera sabía porqué hacía aquello, simplemente me era muy natural ser así con él…

A veces Jaejoong y Changmin nos hacían burla, Yunho no demasiado porque ya desde entonces su situación como líder del grupo le distraía de vez en cuando y si tenía tiempo, solía pasarlo con Jae o limitarse a escuchar… Al menos por un tiempo, porque después del debut se volvió tan insoportable como Jae y Min… Y ser comúnmente blanco de sus bromas hacía que Junsu se sonrojara y negara aquellas insinuaciones de parte de nuestros amigos, y solía terminar colgado de mi brazo haciéndome pucheros para que lo apoyara y les negara a los otros lo que decían…

Pero yo sólo atinaba a memorizar cada gesto tuyo, a sumergirme en tu mirada chocolatosa y morderme el labio para no besarte ahí delante de los demás. Ya te amaba, Junsu ah… Pero todavía no encontraba el momento ni mucho menos el valor de confesártelo cuando tú cada tanto negabas la posibilidad de sentirte atraído por un chico… De que yo te gustara… De enamorarte de mí… De llegar a amarme…

- Yoochun ah…

Me habías llamado aquella tarde de invierno con tu voz queda… Llevabas un atuendo casual y la nariz roja, tenías frío y no ayudaba el que estuviéramos sentados en el balcón del departamento porque yo simplemente no tenía ganas de entrar… Diciembre comenzaba y yo solía terminar añorando a mi familia y el pasar las fiestas con ellos; por eso, había ocasiones en las que sólo quería estar solo y encerrarme en mi coraza… Pero tú siempre estabas ahí, a mi lado, aunque fuera en silencio…

- Sabes, he descubierto algo importante…

Seguiste hablando aún cuando yo ni siquiera me había girado a mirarte… Supongo que sabías que a pesar de mi mutismo te escuchaba…

- La razón por la que no me molesta que las chicas me piropeen, pero que últimamente me ponga nervioso sólo con escuchar la voz de un chico…

Aquellas palabras lograron un efecto en mí… Mi vista se clavó al instante en la tuya… Más bien en tu perfil sonrojado y esa sonrisa suave…

- Creo que soy gay, Yoochun ah…

Murmuraste tan bajo que pensé que sería una jugarreta de mi mente… Pero entonces recargaste tu cabeza en mi hombro y tomaste una de mis manos entre las tuyas… Sudabas a pesar del frío… Y yo temblé ante tu tacto… - Y creo que… Me enamoré del chico más… Perfecto… - Continuaste susurrando con timidez en tanto yo sentía mi corazón ir veloz contra mi pecho… Y quise… Quise soñar que aquello era verdad y hablabas de mí…

Me moví obligándote a apartar tu rostro de mi hombro, busqué tu mirada pero la mantenías gacha observando nuestras manos entrelazadas… Y sonreías… Podía ver esa suave curva dibujada en tus labios… Tomé tu mentón levantándolo para que me miraras… Tenías las mejillas encendidas en carmesí y tus ojos chocolate brillaban con un fulgor único… Diferente…

- Junsu ah… - Apenas pude murmurar tu nombre mientras luchaba con este deseo que me atrapaba y enloquecía… Si sólo supieras cuánto te amo… Cuánto muero por besar tus labios…

- Yoochun ah, Te Amo… - Susurraste entonces, con la más hermosa de las voces y tu rostro se encendió en carmín en tanto yo sólo creía que podría morir… Morir de emoción y felicidad… De sosiego y ternura… - ¿Quieres amarme también?... – Cuestionaste casi con inocencia pero deslizando temor en tu tono de voz…

Y yo sólo recuerdo que sonreía acercándome a ti… Besé tu mejilla con infinita ternura y me alejé… Tus pupilas bailaron confundidas y abriste tus labios como si algo fueras a decir, pero enmarqué tu rostro con mis manos y callaste, murmuré un <.Te Amo también.> y toqué tus labios… Vi tus párpados caer y escuché un suspiro escapar de tu boca… Susurré tu nombre y volví a besarte cerrando mis ojos también… Abandonándome a tus labios… Y a la ternura sin medida que en tu boca podía sentir…

Aquel fue nuestro primer beso, me atrevo a decir que el más hermoso de todos por el simple hecho de proceder a nuestra confesión mutua… Y ya luego de eso todo había cambiado entre los dos… Tratamos de seguir comportándonos sólo como amigos delante de los demás, buscando momentos a solas en los que poder disfrutar de más de tus besos y abrazos… De esos que íntimos eran solo para mí.

Con el pasar del tiempo fuiste cambiando lentamente, teniendo más confianza en ti mismo y puliendo tus talentos… Te amaba más y más sin detenerme a pensar en nada… Porque seguían siendo mías tus sonrisas, tus pucheros, tus besos, abrazos y caricias… Seguía siendo conmigo con quien buscabas los tiempos a solas para susurrar palabras cariñosas y miles te quiero…

Pero no había en nuestra historia nada que me hiciera pensar que era un juego o algo fácil de olvidar… Por eso, cuando más sensuales se iban volviendo tus solos en el grupo, yo más quería desaparecer de la faz de la tierra a todo quien anduviera rondando a tu lado… Contigo intentaba enfadarme pero bastaba que me hicieras un puchero, sonrieras llamándome <.tonto ratón celoso.> y te abrazaras a mi cuello besándome despacio, para que yo cayera rendido a tus pies…

- Delfín travieso, te amo demasiado…

*********

Xiah volvió a salir al escenario listo para interpretar su solo en uno más de la serie de conciertos en su Tour por Asia… Pero esa vez estaba todavía más emocionado… Yoochun participaría con él en la parte del rap… Sabía que aquello enloquecería a las fans, sobre todo a las encantadas con el YooSu… Pudo ver cuán contento estaba el mismo pelinegro, y lo sexy que fue al rapear… Aunque también admitió que enterró metros bajo tierra a todas esas muchachas que no desaprovecharon la oportunidad de bailar con SU sensual ratón… Y si por él hubiera sido (y no significara todo un escándalo) al final se le habría pegado rozando sus cuerpos y le hubiera plantado un beso profundo para que todas y todos vieran que Yoochun era sólo suyo… Pero bueno, con suerte y se mantuvo lo suficientemente concentrado para no patear a esas chicas y luego para no tirársele encima ahí delante de todo el público…

**POV´S Junsu**

Cuando bajamos nuevamente del escenario sentía todavía la adrenalina circulando por mis venas, y mientras agradecía a cuanto podía por su buen desempeño, procuré no perder de vista a mi ratón… Y sólo quería que el concierto terminara y podernos esconder en algún rincón desolado para besarle como tanto deseaba en éste instante… A las justas y no tuve una erección entre mis pantalones por todo lo que se me venía a la mente… La letra de Xiahtic era totalmente suya, y soñaba con tomarle y llevarle al éxtasis de la pasión…

Entre instantes de distracción y el empeño de siempre, el concierto finalmente terminó, y apenas tuve una oportunidad lo arrastré a un cubículo encerrándonos y besándonos al instante con súbita necesidad… Su boca devoraba la mía y por un instante creí que incluso parecía más necesitado de mí de lo que había parecido... Sentí su cuerpo pegarse al mío y nuestras lenguas enredarse con ansia resbalando entre suspiros la una con la otra… Sus manos afianzaron mis caderas y enrosqué las mías en su cuello… El aire faltaba pero ni él ni yo queríamos separarnos…

En aquel instante comprendí que ya no quería una relación sin título… Que le amaba demasiado y que sin él mi vida no tendría sentido…

- Chun… - Jadeé cuando sus labios bajaron hasta mi clavícula aún bañada en sudor succionando despacio…

- Eres sólo mío… - Murmuraste volviendo a mi boca y adueñándote de ella con fuego… Me encantaba sentirte así… Tan perdido y entregado, tan necesitado de nuestro contacto…

- Tuyo como tú mío, Chunnie… - Jadeé otra vez con los ojos semicerrados recargándome en aquel muro que era todo mi soporte ahora que su boca se entretenía en mi cuello, succionando pequeñas porciones de piel asegurándose de no dejar marcas que luego me costara un mundo ocultar…

Me estaba excitando y él lo sabía… Le encantaba llevarme a estos límites y poner a prueba nuestro autocontrol… Su mano derecha había encontrado camino bajo la única camiseta de resaque y sus dedos delineaban con una delirante calma mis pectorales… La izquierda estaba descaradamente encima de mi entrepierna dejándome sentir simplemente su calor…

- Mhh… - Gemí ahogado cuando movió su mano izquierda frotando suavemente mi erección por sobre este maldito pantalón ajustado que molestaba ahora que había comenzado a ganar tamaño e hincharse… - Esp… Espera Chunnie… - Gemí quedito tu nombre y te escuché sonreír divertido…

- No sería buen novio se te dejara así, ¿no crees?... – Susurró en mi oído con sensualidad… Y eso me excitó algo más pero… Algo de todo lo que había dicho me inquietó…

- ¿No… Novio?... – Y cuando soltara esta palabra con mi voz aguda… Tú mismo pareciste caer en cuenta de lo dicho y paraste toda acción clavando tus ojos en los míos…

El silencio cayó entre nosotros como la espesa niebla en la cúspide de las montañas del mediterráneo… Denso, misterioso, casi palpable y temeroso… Nuestras miradas bailaban nerviosas y el calor descendió estrepitosamente de nuestros cuerpos, y temblaba… Pero esta vez con un motivo muy diferente a la excitación, tus manos se alejaron de mí y yo te miré entonces con ansiedad porque no quería… No quería imaginar que llegaba el momento en el que nos dábamos cuenta de que estábamos en una falacia, algo tan indebido que quizá nunca debió comenzar ni mucho menos llegar a este punto…

Pero qué podía hacer, Yoochun ah… Si te amo tanto desde hace tiempo…
Si cada día fui amando un poco más tus besos y tus sonrisas, cada una de esas miradas que sólo me dedicabas a mí…
Si el lazo que nos une se hizo tan corto y fuerte que casi nos volvimos uno…

- Chun… - Murmuré casi suplicante buscando tu mano y temiendo que me fueras a apartar… Pero suspirando aliviado cuando volviste a entrelazar nuestros dedos y sonreíste suavemente para mí…

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Yoochun no había querido asustarle cuando se apartó, era simplemente que el recién caer en cuenta de que no estaban formalmente juntos había shockeado su mente como un reclamo silencioso que aturde sus sentidos para que despierten a esa realidad...

Ante ese Junsu que casi parece a punto de llorar con esas pupilas acuosas que le siguen como queriendo leer en sus propios ojos lo que el repentino silencio casi incómodo no expresaba…

Y fue como afianzarse a un ancla navegando en el mar cuando volvieron a tomarse de las manos y sintieron aquel cosquilleo agradable instalárseles en la boca del estómago. El castaño sonrió ante la sonrisa del pelinegro y esperó… Esperó a que románticamente se le declarara…. Quería dejar de sentir ese vacío cuando no le tenía a su lado, cuando Yoochun salía y él sólo podía pensar si no era que estaba acompañado de alguna hermosa mujer…

- ¿No somos novios?... – Cuestionó de pronto el pelinegro volviendo a acercarse al castaño y empleando esa voz sexy que a Junsu le aceleraba el pulso…

- <.Idiota.>… - Pensó el delfín concluyendo que aquello lejos estaba de ser romántico… - Que yo sepa no me lo has pedido… - Respondió volteando el rostro y estremeciéndose al sentir otra vez tan cerca el cuerpo del ratón…

- Pero resultaba obvio, ¿no?... – Susurró con aquel mismo tono de voz en el oído del castaño… - ¿O es que me vez que voy besándome y escondiéndome con cualquiera por ahí?... – Soltó con un tono casi ofendido pero abrazando cariñosamente la cintura del delfín…

- No… - Murmuró cerrando por un segundo los ojos disfrutando de todo lo que significaba ese momento, lo que implicaba tal cercanía… Sus palabras poco cursis pero que le calmaban realmente mucho…

- Entonces, no vuelvas a dudar que eres mi novio, Junsu ah… - Le dijo mirándole a los ojos, deslizando uno de sus dedos por los labios del castaño, estremeciéndose al sentir el aliento liberado en ese suspiro que su novio soltara ante su tacto… Así, como aquella primera vez en que se dieron un beso… - Te Amo… - Declaró entonces con la más dulce de las voces y una mirada tan tierna que el castaño se convenció de que justo ese instante era el más romántico de todos…

- Tonto… - Golpeó suavemente su brazo sonriendo avergonzado con las mejillas bañadas de carmín… - Ahora no me preocuparé por absolutamente nada sabiendo que eres mi novio… - Sonrió ampliamente abrazándose a su cuello y buscando sus sensuales labios…

- No tenías nada de qué preocuparte desde hace mucho, Su… - El pelinegro susurró entre besos cortos que dejaba sobre esos labios rosa que tanto le gustaban… - Cuando fuiste tú quien se declaró, yo ya te amaba, baby…

- Soy tan irresistible que todo el mundo me ama xD… - Bromeó atrayéndole totalmente contra su cuerpo queriendo sentir tanto su calor que le quemara…

- ¡Hey, hey! El mundo podrá amarte pero tú solo debes amarme a mí, ¿OK?... – El ratón se pegó completamente a su cuerpo tomándole posesivamente por la cintura…

- OK… - Afirmó con su pésimo inglés que tanto encantaba al ratón… - Pero te toca serme fiel también, eh; que siento que te desgastan todas esas chicas que te miran por dónde vas… - Frunció el ceño recordando simplemente su parte del rap en Xiahtic… El pelinegro rió divertido ante sus celos…

- Qué importa si miran lo que nunca van a tener, ¿ah?... Yo soy y seré solo tuyo, baby; como tú eres mío… Nos pertenecemos, de corazón, y contra eso nadie puede competir… - Al castaño le brillaron sus pupilas ante sus palabras… - Imagina que fuera por la vida frunciendo el ceño o enojándome por todos los que te voltean a ver… - Lo que de hecho, hacía a menudo… - Y mira que tienes que vean, eh… - Dicho lo cual le apretó el trasero…

- ¡Chunnie!... – Respingó avergonzado… - Porqué te piensas que es lo que la gente anda viendo, ¿ah? Pervertido… - Un golpecito en el brazo del pelinegro… - Tengo muchos atributos a los que le prestan atención… - Puchero…

- Eso lo sé muy bien, pero si se te ve por ahí lo primero que resalta es sin duda tu trasero… - Otro apretón en aquella parte de la anatomía de un Junsu que más no puede sonrojarse y que sólo puede formar pucheros y hacerle morritos para que no le siga avergonzando… - Amo cada detalle de ti, ¿lo sabías?...- Susurró de pronto con dulzura besándole cariñosamente una mejilla…

- Es bueno que me lo recuerdes de vez en cuando… - Suspiró sonriendo algo más enamorado… Y saltando en su lugar cuando escuchó voces afuera, recordando que llevaban rato escondidos y que seguro no tardaban en comenzar a buscarles… - También amo todo de ti, hasta tu lado más pervertido…

- Ese sobre todo… - Recibió otro golpecito… - ¡Oye! Te me estás haciendo muy violento… - Se sobaba sin dejar de sonreír…

- Calla, tonto ratón pervertido… - Espetó avergonzado y entre pucheros… - Anda, vámonos ya, que no quiero levantar sospechas…

- <.¿Más?.> OK… - Suspiró resignado… Sería mejor si simplemente pudieran vivir su amor como cualquier otra pareja… Pero de entrada no eran cualquier pareja… - Pero antes… - Tomó una vez más su boca besándole con pasión y dulzura hasta que el aliento escaseó… Ambos suspiraron al separarse… Se sonrieron y finalmente salieron de aquel lugar…

Sabiendo que casi parecía no importar ni pesar más nada alrededor si sólo podían seguir disfrutando de su amor en las formas y tiempos que les fuera posible…

Aún por sobre ese Xiahtic del mal que hacía aflorar los celos casi asesinos de Yoochun, si después de cada presentación, ganaba muchos besos y arrumacos de un Junsu que le recordaba que el único que le importaba… Era ese ratón pervertido enamorado del más cute delfín en el mundo…


Fin