La sirena de la ambulancia no tardó en aparecer. Sus compañeros rodeaban a Junsu que yacía sin sentido en el pasillo que conducía a la salida. Montaron junto a el en la ambulancia mientras decenas de destellos fotográficos estallaban en la entrada de la discográfica. Miraban asustados a Junsu que comenzaba a respirar con normalidad gracias a la ayuda de la mascarilla de oxigeno que se le había colocado. Las enfermeras le trasladaron lo más rápido posible a urgencias mientras sus compañeros esperaban intranquilos en la sala de espera. El sudor recorría sus frentes y la tensión no les dejaba pensar; la tensión acumulada de ese día y la falta de descanso no habían tardado en aparecer en Junsu. Un medico se acercó a ellos con una ligera sonrisa en su rostro.
-Chicos, no tenéis por que preocuparos. Al parecer el desfallecimiento se ha producido posiblemente por el estrés al que se habrá visto sometido. Las taquicardias se aceleraron y desencadenaron una bajada de tensión que le hizo perder el conocimiento. Podéis entrar a verle, ahora mismo se encuentra sedado para que pueda descansar hasta mañana.- Le brindaron su mas respetuosa reverencia al doctor y corrieron hasta el cuarto en el que se encontraba Junsu.
Fuertes estruendos y gritos podían escucharse del exterior, la noticia se había extendido y junto a los medios de comunicación, todos los fans del grupo se agolpaban en la entrada del hospital. Yoochun se acercó a la cama; aquellos momentos tan difíciles habían sido desgraciadamente más que habituales. El sol había comenzado a ocultarse en aquel día gris cuando la puerta de la habitación se abrió con fuerza.
-¡Hyung!- Changmin abrazó rápidamente a sus compañeros mientras las lagrimas empañaban sus ojos.- Lo siento, de verdad que lo siento, todo esto es por mi culpa.
-No digas tonterías, esto no es culpa de nadie.- Yuhno abrazaba con fuerza a Changmin mientras le susurraba al oído “lo siento”.
Lograron calmarse poco a poco; Changmin apretó la mano de Junsu mientras le observaba. Estaba profundamente dormido, gracias al cielo no se encontraba en peligro y seguramente al día siguiente podría dejar el hospital. En aquel momento Max volvía a encontrarse con su familia, con sus hermanos, sabía que aquello no dudaría mucho, pero trató de disfrutar aquel momento al máximo. Retrocedió lentamente y con una tímida sonrisa salió de la habitación junto a sus compañeros.
-Bueno, creo que debería marcharme ya. Por favor avisadme en cuanto se encuentre mejor y decidle que se cuide.
-Changmin, no tienes por que marcharte de casa.- Los ojos de Yuhno parecían rogar a Min que volviera a su piso.- Por favor, se que ayer actué como un idiota, por eso quiero que vuelvas.- Changmin agradeció el gesto de Yuhno pero se negó a volver a casa.
-¡Changmin!- Jae alzó la voz antes de que Min se volteara.- Al menos esta noche, ve a casa con Yoochun y Yuhno, yo pasare la noche aquí con Junsu.- Una mirada furtiva de Min se cruzó con los decididos ojos de Jae.- No me mires así. Solo esta noche.- Min acabo accediendo muy a su pesar.
-Hyung, ¿Dónde hemos dejado nuestros abrigos? No lo encuentro y en el tengo el móvil y las llaves del piso.
-No te preocupes Yoochun, yo llevo las mías. Pero tienes razón, si no me equivoco creo que los hemos olvidado en la SM.- Yuhno parecía estar casi seguro de haberlos dejado allí, el desmayo de Junsu fue tan precipitado que olvidaron todo lo demás para llegar lo antes posible al hospital.
-¡Tienes razón! ¿No os importa que vaya a buscarlos mientras vais hacia casa? Sabéis que me gusta tener el móvil encima en este tipo de situaciones. Ahora mismo estarán retransmitiendo en la televisión lo ocurrido y nuestros amigos estarán muy preocupados.
Yuhno y Changmin asintieron y despidiéndose de Jae, Yoochun se dirigió hacia la SM. En aquella oscuridad el puntero edificio se alzaba espeluznante, con unas pocas luces encendidas como antorchas de una fortaleza. A pesar de que no eran más de las 7 de la tarde el cielo estaba totalmente cubierto y la mayor parte del personal se había marchado a su casa. Saludó a la recepcionista y cruzando el pasillo se acercó al vestidor en el que habían dejado sus abrigos. Sin ni siquiera encender la luz alcanzó el bolsillo de su cazadora y observó una decena de llamadas de sus amigos de profesión en su movil. Un par de voces conocidas rompieron el silencio del pasillo; tenues susurros llegaban de uno de los cuartos contiguos al vestidor. Yoochun se agazapó y escuchó atentamente la conversación.
-…Si, al parecer nos hemos librado de el, nada como amenazar a sus amigos para que se fuera. ¡Y lo del manager! Me ha parecido la mejor jugada desde hace años. Lastima que se negara a colaborar. En fin, creo que en cuanto se resuelva el problema del hospital tendremos nuevo miembro y nuevas y elevadas ganancias… Espero que ese niñato no se entrometa en nuestros asuntos ahora que ha dejado el grupo, espero por su bien, no por el de sus compañeros, que no se atreva a hacerlo… Las amenazas parecen habérselo dejado claro… Ten por seguro que nadie se enterara de eso… ¿Acaso no confías en mí? Si alguien hace algo en contra conocerá las consecuencias…
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