Conociendo...
Cada paso que dabas se sentía mas pesado aun, unas cuantas cuadras mas y llegarías a tu centro de estudios, y ahora volvían aquellos desvaríes mentales preguntándote al final que te servia tanto estudiar, y lo único que tenias para la vida simplemente era morir, y quizás solo lo hacías para complacer a tus padres
-Complacerlos… –murmuras, y es que hasta eso sonaba totalmente irónico y no podías negar tenias sentimientos encontrados con tus padres, sabias que en el fondo los amabas, y de igual modo ellos te querían, ’pero muchas otras veces los sentías odias profundamente sobretodo a el, a tu padre, que aunque fuera tu padrastro tu mismo te ofreciste a llamarle de esa forma y ahora te maldices por lo estúpidamente inocente que eras a la edad de tan solo 5 años, pero ya no había remedio para eso, le llamabas padre por costumbre mas que por otras cosa… por costumbre o agradecimiento… quizás…
Al fin te encontraba dentro de la escuela, en tu sala de clases, en tu pupitre esa sala que de a tiempo lento se comenzaba a llenar de esos compañeros de clases que por algún u otro motivo te tenían un tipo de rencor hasta odio, tu sin saber los motivos por aquellos, quizás tu presencia, tu existir, tu respirar… quizás tú… y te volvías a llenar de esos pensamientos haciéndote sentir una vez mas miserable, escondiendo tu rostro entre tus brazos que reposaban en la mesa y nuevamente tu respiración se agitaba el mareo lo sentías con mas fuerza el palpitante dolor de cabeza, todo aquello lo sentías horrible y no te gustaba, no te gustaba saberte tan malditamente débil, tan vulnerable, así te sentías verdaderamente nadie…
-Buenos días Junsu, te sientes bien? –te pregunta uno de tus compañeros de clases, y no era que fuera tu mejor amigo y se preocupaba por tu salud, tan solo era de esas personas que siempre estaban pendiente de su alrededor, de esas personas que nadie puede odiar y no era que fuese prefecto tampoco, tan solo era un buen chico
Levantas lentamente su rostro, y le dedicas una leve mueca a forma de sonrisa, quizás hasta agradecido de su preocupación hacia ti, tu que no eres nadie frente a ese curso o talvez solo uno mas del monto
-S…si –murmura débilmente eso ya ni tu te lo creías –estoy bien, no debes preocuparte por mi –y sonríes una sonrisa que intentas hacerla sincera –pero gracias por preguntar –entonces vuelves a esconder tu rostro entre tus brazos, pero el te hablo de nuevo, y sonríes con ironía pues ahora solo lo querías patear y que te dejara aunque sean unos minutos descansar
-Sabes… -te dice a la vez que pone su mano en tu frente –tienes mucha fiebre lo mejor seria que llames a tus padres, no es bueno para tu salir seguir en estas condiciones –te dice hasta con un dejo de preocupación
-Estoy bien así, además no quiero causales problemas… aun así gracias Eun… –bajas el rostro recordando las palabras de tu madre en la mañana, no querías causar problemas o si hacías algo tu madre tendría problemas por tu culpa, al final te dabas cuenta una vez mas que el verdadero problema realmente eras tu
-Pero… –y el quería continuar y crees por primera vez en tu vida agradecer tanto la entrada del profesor luego de que sonara el timbre, fue perfecto él ya no diría cosas que te haría sentir un poco mas problema, aunque claro el pobre tampoco tenia culpa, el solo tenia cierta preocupación hacia tu persona…
Te preguntas cuanto ha pasado desde que comenzó la clase, a tu parecer han sido horas, cuando tan solo habían sido unos cuantos minutos desde el profeso comenzó realmente la clase luego de pasar la lista entre mas deseases que se acabara pronto la clase se te hacia un poco mas eterna, y tratabas de poner toda tu atención en esa clase, el lo que el profeso escribía en la pizarra, mas tu solo veías borroso te retumbaban los oídos, definitivamente ya no dabas mas, te entallabas una vez mas los ojos a ver si así conseguías campar algo de esa clase, pero hoy paresia todo ir en tu contra, el murmullo de tus compañeros se te hacia insoportable y mas cuando el profesor alzaba las voz para acallarlos, sentías tu cabeza reventar en cualquier momento…
-Permiso… –dices en un murmullo, tomando tus cosas y saliendo de la clase importándote poco el llamado de tu profesor necesitabas salir de ese lugar lo mas rápido posible o definitivamente tus oído y cabeza reventarían, empiezas a caminar lentamente, con aquel mismo paso con el cual llegaste a la escuela, tan lento casi pausado, y es que tu cuerpo definitivamente no daba para mas, como puedes terminas de llegar a tu lugar en la escuela, ese único lugar donde puedes estar solo, a pesar de siempre haber estado solo, pero refiriéndote al estar alejados del bullicio que provocan los alumnos en los recesos, el lugar donde te sientes cómodo y hasta libre…
Te sientas como siempre en una de las esquina donde tenias una buena vista hacia un parque que escondía detrás de la escuela, un lugar hermoso verdaderamente hermoso ante tus ojos, esos ojos que veían con algo de recelos a los pájaros de aquel parque porque ellos tenían algo que realmente anhelabas, la libertad, eran libres podían ir donde quisieran sin tener las malditas restricciones de la sociedad, anhelabas tanto aquellos porque eres humano, y muchas veces los humanos deseamos o queremos cosas que están lejos de nuestro alcance, y aquellas lagrimas vuelve a inundar tus ojos y los cierras fuertemente no querías llorar, no querías ser tan débil, tan sensible… si sensible por muy hombre que fueras eras demasiado sensible para todo este tipo de cosas, tenias que admitirlo tu corazón era débil mas de lo que a ti mismo te gustaría, por muy fuerte que te quieras aparentar frente a los demás eso tan solo era una maldita mentira, así como tu vida construida a base de mentiras, mentiras de las cuales tu nunca has creado tan solo eras el reflejo de la mentira de tu madre lo que ella quería aparentar, una buena familia, hijos educados la perfección y el orgullo de sus hijos, quería tener orgullo de sus hijos y tu pretendías hacer aquello, aquello que no te hacia feliz, y solo te ataba un poco mas a un mundo que no era el tuyo.
Lentamente te comenzabas a relajarte de todos tus pensamientos, la brisa fría que llegaba a ese lugar suavemente acariciaba tu rostro caliente a causa de la fiebre, y para ti eso se sentía demasiado bien, sentías esa paz en tu interior esa paz que no podías conseguir en ningún otro lugar, inconscientemente tus labios formaron una leve sonrisa, a la vez que de sus ojos cerrados escapaban unas rebeldes lagrimas, las dejo salir sin tapujos ahora sin retenciones, sintiéndote un poco mas cansado y por fin creyendo poder dormir un poco mas, pero como lo habías dicho en la mañana hoy como nunca, este no era tu día, cuando comenzabas a relajarte completamente de todo oyes unos pasos provenientes de las escaleras a la vez que una voz masculina cantaba o tarareaba una canción que por lo lejos se te hacia demasiado conocida pero no lograbas identificarla, alza la vista cuando ya no le escuchas cantar mas, pensando que quizás se habia marchado al ver que estabas tu, pero ahí lo vez, un chico mas o menos de tu misma edad, cabello negro, quizás mas alto que tu…
-Oh! –exclama con una sonrisa en sus labios, tu lo mirar algo perplejo por su actitud –Valla creo que me han ganado el puesto –dice al aire aun con esa sonrisa en sus labios, veías como se seguía acercando a tu lado, mas tu solo desvías la mirada tratando de ignorarlo completamente y pensando quizás en otra cosa que no sea su presencia –Me gusta este lugar, no pensé que encontraría a alguien mas aquí, no te importa si me siento a tu lado verdad? –te pregunta pero nos respondes y el hace acto de su pregunta sentándose a tu lado con una distancia de tan solo unos 10 centímetros que los separaban, mas tu solo cierras tus ojos y te preguntabas que pasaba con su actitud, mostrando tanta confianza cuando nunca antes se habían visto –Soy Yoochun, Park Yoochun y tu como te llamas? –te vuelve a preguntar luego de que da a conocer su nombre –Que pasa eres mudo? –y volteas tu rostro por primera vez en todo ese rato, viendo como aun seguía con su sonrisa a la vez que el mismo miraba tu rostro
-Y-yo… –tratas de hablar y te das cuenta de que tu voz no suena como debería de ser, entrecortada y débil sin fuerzas, y te sientes avergonzado de mostrarte así frente a alguien que no conoces, te levantas con brusquedad del suelo, pero no alcanzas siquiera a dar un par de pasos cuando todo en tu mente se vuelve negro y nuevamente tu respiración era laboriosa, luego ya no sabias de nada...
-Oye! –exclama a la vez que rápidamente te coge para que no des contra el suelo –Rayos!, yo solo quería saltarme la primera y segunda clase –dice con una sonrisa, sentándose una vez mas en el suelo, dejado tu cabeza en sus piernas –Pareces cansado, porque has venido a clases si estas ardiendo en fiebre? –se pregunta a la vez que pone un chaleco suyo en parte de tu cuerpo y lo sentías extrañamente calido, una calidez que jamás habías sentido…
me gusta esta muy buenooooo .... lastima que no este terminado pero asi lo leere
ResponderEliminar*ADRILOVEYOU*