Yunho despertó con el tentador aroma de café recién hecho y tostadas. Abrió un ojo y apenas parpadeó cuando notó que el espacio junto a él estaba vacío. Sus ojos recorrieron la habitación, notando que las prendas que habían sido arrancadas de prisa, estaban dobladas cuidadosamente en un rincón. Aunque su camisa favorita estaba extraviada. Estiró su cuerpo deshaciendo los nudos y torceduras, antes de ir a la cocina, donde su novio estaría ocupado haciendo el desayuno.
—Buenos días, Yunho.
Yunho sonrió y se frotó los ojos soñolientos mientras Jaejoong, usando delantal y sosteniendo una sartén, le sonrió desde la cocina.
—¿Cómo estuvo tu noche?
—Tú deberías saberlo, siendo que la pasaste conmigo —Yunho le sonrió tímidamente. Jaejoong salió de la cocina, dejando la sartén en la barra, primero.
—Bueno, ciertas partes fueron excepcionalmente memorables —Jaejoong se quitó el delantal, dejándolo cuidadosamente en el respaldo de la silla.
—¿Sólo ciertas partes? Tal vez deba refrescarte la memoria un poco. Por ejemplo, cómo arrancaste mi camisa favorita en tu prisa por tocar mi piel. Cómo ataste mis manos a la cabecera mientras me torturabas sin misericordia; el roce y la sensación de tus manos y boca volviéndome loco —Yunho arrastró las palabras, su voz recorriendo la piel caliente de Jaejoong a pesar del aire frío de la habitación.
—Se te olvida la parte donde suplicabas por mis caricias. Tu cuerpo estaba firmemente atado, como una cuerda tensa de un violín, lista para estallar al primer roce —una sonrisa de lado iluminó el rostro de Jaejoong, aún cuando canturreaba las palabras.
El ambiente chisporroteaba y se resquebrajaba con la tensión y el deseo que se arremolinaba alrededor. Jaejoong sonrió y esperó a que el otro hiciera el siguiente movimiento. Con una precisión deliberada, Jaejoong humedeció su labio inferior con la lengua. Yunho se rindió y decidió lanzarse sobre el hermoso hombre frente a él. Avanzó un paso, listo para arrastrarlo de vuelta a la habitación por el resto del día, cuando Junsu entró al comedor.
—Anoche, vi a Yoochun en una posición comprometedora con Changmin —anunció triunfantemente, esperando por una reacción de sus bandmates. No se dio cuenta de las miradas amenazantes que recibió, ignorante de lo que acababa de interrumpir.
Yunho se dejó caer en la silla más cercana, sus pantalones ajustados e incómodos. Jaejoong soltó un suspiro antes de tomar el delantal y volvérselo a poner. Como sea, eso hizo poco por ocultar su evidente estado de excitación. Yunho se sirvió una taza de café y comenzó a revisar el periódico mientras Jaejoong volvió a la cocina.
Viendo la falta de interés en lo que acababa de anunciar, Junsu habló en una voz mucho más alta.
—¡Hey! ¡Escuchen! ¡Anoche vi a Yoochun en una posición comprometedora con Changmin!
El café de Yunho terminó en la primera página de la sección de espectáculos, manchándola de café. El fuerte ruido de una olla de metal cayendo al piso se escuchó en la habitación. Jaejoong asomó la cabeza desde la cocina.
—¿Po…posición comprometedora?
Junsu se llenó la boca con un pedazo de tostada y masticó pensativamente, añadiendo un efecto dramático. Luego asintió lentamente.
—Sí, posición comprometedora.
—¿Qué tan comprometedora? —preguntó Yunho luego de limpiar el desastre en la mesa.
Junsu sonrió taimadamente a la pareja sorprendida.
—Yoochun estaba a horcajadas sobre un Changmin semi desnudo y le estaba quitando el cinturón.
—¡No estaba semi desnudo! —alguien protestó con una nota de pánico en la voz. Los otros tres se giraron lentamente para ver a Yoochun de pie detrás de ellos. Sus mejillas estaban rojas y sus labios contraídos por la incomodidad.
—Buenos días, Yoochun —dijo Junsu indiferentemente y se sirvió un vaso de leche.
—Escucha, no es lo que piensas. Estaba quitándole la ropa, pero…
Yunho abrió la boca y más café terminó en el periódico. Jaejoong alzó las cejas de la sorpresa mientras Junsu lo miró de forma engreída.
Yoochun volvió a explicar lleno de frustración.
—¡Sólo quería que estuviera más cómodo!
—Es algo obvio que uno estaría más cómodo haciendo esas cosas sin ropa —dijo Junsu casualmente, ignorando la mirada de Yoochun que prometía venganza y una muerte dolorosa una vez que le pusiera las manos encima.
—No sabía que habían avanzado tanto —dijo Jaejoong al fin, después de secar el café de la mesa.
—¿No han escuchado nada de lo que dije? No hay avance ni nada.
La objeción de Yoochun fue recibida con varias miradas de incredulidad. Estaba determinado en seguir tratando de explicar, cuando Changmin entró al comedor sosteniendo la cabeza entre las manos. Se dejó caer en la silla más cercana. Su cara se puso un poco verde en cuanto vio la comida en la mesa.
—Necesito analgésicos —dijo Changmin dolorosamente.
—Yo te las traigo —dijo Yoochun y desapareció de inmediato en la cocina, volviendo poco después con un vaso de agua tibia y dos píldoras blancas.
Por pura fuerza de voluntad, Changmin se tomó las píldoras que Yoochun le dio junto con el vaso de agua.
—Siento que la cabeza me va a estallar —gruñó.
—Bienvenido a tu primera resaca, y no, no se pone mejor —Junsu lo felicitó brillantemente, dándole golpecitos en la espalda, lo que sólo empeoró su dolor de cabeza.
—¿Fueron a beber anoche? ¿Qué tanto dejaste que tomara Changmin? —Yunho le preguntó a Yoochun, como el padre preocupado cuyo precioso niño salió por unos tragos con el chico del peor lado del barrio.
—No fuimos a beber, fuimos a Once In A Blue Moon, y él no tomó tanto; tal vez seis Long Islands… —Yoochun omitió el dato de que tal vez fueron mucho más que seis.
—¿Seis? Los Long Island pueden ser muy fuertes. ¿No le advertiste a Changmin? Debiste haberlo cuidado más —dijo Yunho.
—Perdón —se disculpó Yoochun, acariciando la cabeza de Changmin con dulzura, mientras el menor se quejaba de las constantes punzadas de dolor.
—No le reclamen, es mi culpa. Debí haberlo escuchado. Es sólo que estaba muy feliz —Changmin levantó la cabeza lo suficiente como para defender a Yoochun, luego la dejó caer de nuevo sobre la mesa.
—Tenemos una grabación en la tarde, pero te ves como si te acabara de atropellar un camión —dijo Junsu señalando a Changmin con una expresión perpleja.
Después de otra mirada mordaz de Yunho, Yoochun gentilmente puso de pie al menor.
—Changmin, quiero que descanses hasta la tarde. Ven, te ayudo a volver.
—¡Asegúrate de que descanses de verdad! —gritó Junsu, recibiendo una mirada perdida de Changmin y un quejido de Yoochun.
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—Yoochun-ah, ¿hice algo vergonzoso anoche cuando estaba ebrio? —preguntó el menor suavemente.
Yoochun pensó la pregunta un momento, mientras dejaba a Changmin en la cama. Acarició distraídamente la frente de Changmin, acomodando su cabello.
Finalmente habló de nuevo.
—Nada que no hubieras hecho estando sobrio. Tal vez estabas más hablador que de costumbre.
—Qué bueno.
—Aunque estabas empeñado en bailar conmigo —Yoochun rió al tiempo que dos puntos rojos aparecían en las mejillas de Changmin—. Voy a dejar que te recuperes. Que descanses.
El mayor salió de la habitación, dejando a Changmin sobre la cama, con sus piernas y brazos extendidos. Mientras sus dedos aferraban el pendiente, inseguramente trataba de convencerse de que Yoochun mostraba señales de corresponder su afecto.
Por otro lado, seguía esperando que alguien saltara de algún escondite, rodeándolo con videocámaras, para decirle que todo lo que había pasado en los últimos días no era nada más que una gran broma que todos habían planeado hacerle. Sintió una opresión en el pecho que no tenía nada que ver con la resaca. Sacudió la cabeza para borrar esos pensamientos, y trató de dormir. Pasó mucho tiempo antes de que pudiera hacerlo.
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Changmin esperó pacientemente mientras Yoochun colgaba el pendiente en su cuello.
—Gracias. Siempre lo tendré conmigo —susurró Changmin antes de dejar un casto beso en la comisura de los labios de Yoochun. El mayor se tensó un poco, pero no hizo ninguna protesta. Animado por su reacción, Changmin lo besó de nuevo, esta vez en los labios.
Pudo sentir a Yoochun relajarse en el beso, sus manos fueron a parar a su cadera. Changmin estaba a punto de tomar ventaja de un extremadamente dócil Yoochun cuando las puertas del ascensor se abrieron.
Ambos se separaron con culpa aunque el ascensor estaba vacío. Yoochun entró inmediatamente, Changmin lo siguió poco después, enormemente decepcionado de ser interrumpido por el estúpido ascensor.
En cuanto las puertas se cerraron, Yoochun acorraló a Changmin contra el muro. La mirada hambrienta y deseosa de Yoochun silenció cualquier protesta que pudiera tener. Entonces, Yoochun selló su boca con un ardiente beso. Succionó y mordió juguetonamente el labio inferior de Changmin, sacando un gemido de esos deliciosos labios. Eso era exactamente lo que Changmin había estado deseando, y demandó todo lo que podía de Yoochun. Gimió como si estuviera en un desierto y Yoochun fuera su oasis.
—Desde hace tiempo que quería hacer eso —murmuró Yoochun cuando se separaron por aire.
—Eres libre de hacerlo cuando quieras —dijo Changmin deseosamente, abriendo los labios como una invitación para Yoochun. Gimió fuerte cuando sintió la lengua de Yoochun unirse con la suya, en otro embriagador gusto de su boca dulce y deliciosa.
Changmin iba a saciar su sed esta noche. Así debió haber sido desde el principio. Nada iba a interponerse en su camino, no las ligeras punzadas de su cabeza, ni el molesto sonido de la alarma del reloj…
Las punzadas se intensificaron en un momento, causándole un enorme dolor de cabeza. El sonido de la alarma se detuvo cuando Changmin tiró el reloj al piso, quebrándose en pequeñas piezas. Ése era el cuarto reloj que había interrumpido sus dulces sueños ese mes.
—¿Changmin, estás bien? Creo que escuché algo romperse y… oh —el hombre que tenía un papel protagónico en sus sueños se detuvo en el umbral de la puerta, mirando los trozos del reloj número cuatro.
—El reloj tuvo un pequeño accidente.
—Yo limpiaré. Tú deberías de bañarte y tratar de comer algo. Nos vamos en una hora.
El menor asintió mecánicamente. Yoochun se paró cuidadosamente sobre los restos del reloj y se puso frente a Changmin. Después de unos momentos del intenso escrutinio, le preguntó con incomodidad.
—¿Pasa algo?
—Te ves y suenas mejor que en la mañana, pero…
—…¿Pero?
—Te ves un poco inquieto.
Yoochun alargó su mano para tocarlo, haciendo que el corazón de Changmin casi se saliera de su pecho. El sueño que acababa de tener eligió justo ese momento para invadir su mente. Sus mejillas comenzaron a arder, hasta las puntas de las orejas. Apartó la mano de un golpe, no queriendo avergonzarse más por la reacción involuntaria de su cuerpo.
—Es…estoy bien. Necesito una ducha —mintió cuando el otro alejó su mano dudosamente.
—Lo siento —se disculpo Yoochun, aunque no tenía idea de lo que había hecho mal. En cuanto la puerta se cerró, Changmin se enterró en las sábanas, su cara encendida de vergüenza mientras el sueño se negaba a dejarlo solo. Gruñó con fuerza y tomó algo de ropa. Entró al baño y abrió la regadera, dejando que el agua helada lo calmara.
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—¡Hola! ¡Somos Dong Bang Shin Ki!
Dijeron los cinco a coro frente a la cámara y la alegre conductora. Se sentaron en línea en el enorme sofá y sonrieron. Sus fans habían escrito preguntas y ellos estaban ahí para responder aquellas que fueron seleccionadas por el productor.
—Estoy segura que están ansiosas de saber si elegimos su pregunta para Dong Bang Shin Ki. La pregunta número uno es de Jung Li. Su pregunta es…
Yoochun miró preocupadamente a Changmin mientras la cámara le hacía un acercamiento a Junsu cuando éste respondió una de las preguntas. Changmin tenía una débil sonrisa estampada en la cara. Los círculos oscuros bajo sus ojos aún eran notorios a pesar del gran esfuerzo de las maquillistas. Afortunadamente, la grabación fue bastante bien, con los otros desviando las preguntas de Changmin o distrayendo a la MC con pequeñas anécdotas.
—Muy bien. Mi Ja pregunta si usan cosas que les dieron las fans.
—Por supuesto. Este anillo, de hecho, me lo dio una fan. Me gusta mucho, por eso lo uso bastante seguido —Yunho mostró un anillo de plata con un diseño céltico que llevaba en la mano derecha.
—Yo también tengo algo —dijo Junsu, dejando que la cámara grabara perfectamente su brazalete —. A veces, las fans nos dan ropa, como camisas, y yo las uso en casa o cuando salgo. Muchas gracias por los regalos.
—¿Qué hay del pendiente que Changmin está usando? —preguntó la MC, desviando la atención de todos hacia el collar de platino en el cuello del menor. Pasaron algunos segundos para que Changmin reaccionara. Sus dedos trazaron el frío metal y automáticamente lo levantó para que la cámara lo filmara.
—¿Éste?
Por el rabillo del ojo pudo ver cómo los hombros de Yoochun se tensaban. Una dulce sonrisa iluminó sus facciones y no pudo evitar mirar a un nervioso Yoochun, cuyo pendiente a juego estaba escondido bajo su camisa.
—Es hermoso. ¿También te lo dio una fan?
—Sí, es de mi fan número uno, y es mi collar favorito. No me lo quito nunca —Changmin sonrió brillantemente, su primera sonrisa real del día. Yoochun trató fuertemente de reprimir su sonrojo. Yunho y Jaejoong respondieron algunas preguntas más, y la grabación terminó.
—Changmin, ¿te sientes mejor? —le preguntó Yoochun en el momento en que salieron del estudio hacia el estacionamiento, donde una van negra los esperaba.
—Mucho mejor, aunque aún me duele un poco.
—Deberías tomar otra siesta cuando volvamos —le sugirió Yoochun—. Mientras, descansa los ojos un rato. Te despertaré cuando lleguemos a casa.
—Sí, hyung —obedeció Changmin, descaradamente sacando ventaja de la ocasión y acurrucándose con Yoochun. Dejó caer la cabeza en el hombro del mayor, queriendo mantenerse despierto para disfrutar la cercanía, pero el rítmico balaceo del coche y el reconfortante calor pronto pusieron a Changmin a dormir.
La luz del sol brillaba por la ventana, iluminándolos a ambos. Changmin con los ojos cerrados, largas y negras pestañas contra sus mejillas, mientras Yoochun miraba por la ventana; una mano rodeando los hombros de Changmin y la otra tomando la mano del menor suavemente.
Jaejoong le dio un codazo a Yunho, quien lo miró inquisitivamente. Señaló con la cabeza hacia la pareja bañada de rayos de sol. Yunho sonrió tiernamente por la escena, antes de tomar la mano de Jaejoong. La llevó hasta sus labios y dejó un suave beso en ella, entrelazando sus dedos.
Junsu, que había observado todo el intercambio, sintió que su cinismo hacia el amor se descongelaba un poco. Sonrió para sí; tal vez aún había esperanza para él, todo lo que necesitaba era que la persona correcta llegara.
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Kyyyyaaaa las ansias por estar espernado acutalizacion de este fic me estaba matando y ahora por fiiinnn hay unaaa!!!!
ResponderEliminarGraciiiaass
Aunque el capi se me hizo muy corto pero bueno ya es un avance jeje, espero el siguiente capi.
al fin TwT esperaba tanto la actua de este fic <333 gracias x la actuaaa <33 >w<!!
ResponderEliminaresperare tu actuu gracias x la tradu!! en una palabra este YM YJ ..BRAVAZOO!! se t estima kerida =)
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