Incondicional.

Título: Incondicional.

Autor: Aemin

Pareja: YooMin

Extensión: Oneshot

Género: Lemon/Lime.

Advertencia: Shota-con (con menor de edad).

----

-Ahjusshi…no…chokyoo…
Era todo lo que podía decir, las únicas frases mal formadas que podía pronunciar, intentando apartarlo con las manos, fallidamente.
-No me digas así, dime hyung…
-Ahhh…¡¿andwe?!
-Ssshhh…
-Mmggh…

Recordaba muy bien cuándo había comenzado todo, y cómo había sido. No era la primera vez que lo hacía. Fue peor que esto. No, tampoco esperaba por que se acostumbrara o cediera, simplemente lo sometía, pero era extraño porque a la vez era bueno con él. De nuevo estaban en la bodega, sobre unos cojines colocados en el suelo.

-Vamos, Changminnie…tu expresión es demasiado irresistible en este momento…
-Hiaaa…
-Te gusta…
-N-no…no es verdad…
-Pequeño mentiroso~

Apretó uno de sus pezones con sus dedos, largos y blancos.

-Ya están endurecidos estos dos…dime, Changmin… ¿te gusta que los apriete así?
-Hyung…chuseyo…-empezó a sollozar, - chuseyoooo…
-Lo siento, Minnie, no puedo resistirlo…hyung desea comerte…
-¡No! ¡No me comas!
-Pero Minnie sabe demasiado bien…
-N-no, yo no tengo buen saboorr…
-Claro que si…eres como uno de los caramelos que tanto te gustan, hyung te dará los que quieras después…
-¿E-en s-seeriiooo?
- Sí, pero ahora… sepáralas bien…
-Ahh…Apa….apaaa….
-Sh-sh-ssh…

Y lo besaba entonces. Besaba sus labios con los suyos, tan gruesos y mucho más experimentados.
-Uhhmmm… -las lágrimas salían aún así.
-Empezaré a moverme –le susurraba al oído. Siempre le avisaba, pero no amortiguaba el dolor con eso.




Changmin salió caminando despacio, con una bolsita de caramelos en la mano.

-¡Changmin ah! Ahí estás – un chico un poco más bajo, de cabello castaño rojizo, llegó a él en unos patines, - me hubieras esperado, también yo quería dulces.

Changmin miró la bolsita con pesar.
-¡Dame! –exigió el otro niño, intentando tomar la bolsa. Changmin la apartó de sus manos. Así estuvieron hasta que ambos rieron.
-Está bien, Junsu, te daré un cuarto de la bolsa.
-¿Sólo un cuarto?
-Si no, no me lleno –repuso Min.
-Cierto…pozo sin fondo.
-¡Yah! – lo empujó ligeramente, pero por los patines Junsu casi cae al suelo.

Estar con su mejor amigo le ayudo a olvidarse pronto de lo que acababa de pasar en la trastienda de la dulcería. Comiendo algunos dulces se dirigieron hacia el parque, Junsu deslizándose en zigzag con los patines para ir a la par.

-¿Sabes? Estos dulces…-empezó Junsu mientras se sentaban en una banca, - encontré una receta para hacerlos caseros…podríamos venderlos en la escuela, así tendríamos dinero para comprar videojuegos y cosas así…
-¿Y hacerle competencia a Yoochun hyung?
-Yah…él vende muchas otras cosas. O podemos vender galletas… - Junsu tragó el caramelo molido por sus dientes y se inclinó para quitarse los patines.
-Pero si ahí están Batman y Robin –se escuchó una voz burlona, muy cerca.
-No, yo creo que les queda mejor Beto y Enrique –se rió otro. Junsu y Changmin voltearon al mismo tiempo.

-Ya déjennos en paz, hyung –reclamó Junsu.
-¿Y si no queremos? –el mas alto de ambos respondió, parándose frente a ellos.
-¿Qué tienen ahí? –el otro, que era más corpulento, le intentó quitar la bolsita de dulces a Changmin. No se dejó. El mayor lo sujetó del cuello de la camisa y lo jaló, poniéndolo de pie.
-¡Yah!- Junsu intervino, empujando al grandulón y poniéndose delante de Changmin. El más algo rio.

-Vamos, Kangin, les doblas la fuerza. ¡Golpéalos!
Al poco tiempo se hizo un grupito de espectadores. Kangin parecía medir a sus dos rivales mientras éstos le tiraban golpes, Junsu detrás de Changmin aventando patadas, y Changmin sólo fingiendo que iba hacia el abusivo. Kangin por fin le dio un golpe a Min y ambos se tambalearon hacia atrás.

-Suficiente.

Los dos menores voltearon al escuchar una tercera voz.

-Yunho hyung…-Changmin se alegró de ver a su hermano mayor y a su mejor amigo Jaejoong.
-¡Ellos empezaron! –acusó Junsu…
-Hola, guapo –dijo el abusivo más alto.
-¿Otra vez molestando a mi hermano, Heechul?
-Ay, por favor, aquí no pasó nada…
-Si no quieren que pase nada lárguense de una vez –intervino Jaejoong. Changmin se refugió detrás de su hermano. Junsu se paro al lado de él. Heechul rió. Ambos hyung hicieron el ademán de ir sobre él y sobre Kangin, y los otros dos pusieron pies en polvorosa.

-Vamos a casa, Changmin –indicó Yunho, -¿vienes, Junsu?
-Sí, un rato, hyung.

***

Era un niño tan tentador. Su cuerpo era tan suave y larguirucho para su edad. Su piel tan tersa. Y la manera en que saboreaba los dulces…ah, no podía evitar pensar en esa boquita recorriendo mis zonas más erógenas. Atraerlo a mis brazos por medio de dulces es buena idea, pero…quiero que ya se me acerque sin sobornos, rogándome que lo abrace y mime, que le bese y luego lo haga mío. Oh, sí…mío…

Un día, saliendo del trabajo, estaba por entrar a mi departamento cuando lo vi. Escuché pasos detrás de mí, creí reconocerlos y efectivamente era él.

-¿Changminnie?
Al escuchar mi voz se detuvo, algo tembloroso.
-¿Hy—hyung?
Le sonreí con serenidad.
-¿Qué haces por aquí?
-Vivo aquí…
-¿Sí? ¿Tú solito?
-N-no…mi hermano…pero llega hasta la noche…hyung.

Lo estaba poniendo tan nervioso…y eso sólo me provocaba.

-Vaya. Bueno, si estás aburrido podrías venir a ver la tele conmigo. Vivo aquí, y también estoy solito.
Me dio la espalda tras asentir y caminó hasta la puerta del fondo. Así que también era mi vecino…ah, eso me abría tantas posibilidades con él…

Ya en el departamento me cambié de ropa, me di un baño…lo de siempre, pero realmente estaba esperando que el timbre sonara. Y sonó.

Changmin sentado en mi sala…era un sueño hecho realidad. Me senté a su lado y encendí la televisión. Lo vi cómo lentamente se iba destensando, empezando a reír con lo que veía ante él en la pantalla. Le ofrecí galletas y mientras iba por ellas lo contemplé, extasiado. Volví con las galletas y le ofrecí una. Me miró, algo nervioso otra vez. Le guiñé un ojo y lentamente estiró una mano, tomó la galleta de mi mano y se la llevó a la boca. Muy despacio las migajas empezaron a adherirse a sus mejillas y barbilla. Me relamí. Siguió comiendo galletas, perdiéndose en la televisión de nuevo mientras yo le contemplaba. Cuando quedaba sólo una, la tomé del plato antes que él. Me miró.

-Hyung…
-¿Qué pasa? ¿La quieres?
Asintió.
-¿No me compartes?

Doce años…era tan tierno cuando se inflaban sus mejillas y se teñían de tenue carmesí. Asintió. Sonreí y mordí la galleta, luego le acerqué la otra mitad mientras masticaba. Se acercó y cuando l mordió, mordí el otro lado, su sorpresa me dio suficiente ventaja para besarle, saboreado la exquisita mezcla de galleta y su saliva. Se apartó en unos segundos, mirándome con ojos temerosos.

-Hyung…
-¿Dime?
-¿De verdad…planeas comerme?

Lo miré con ternura y acerqué mi mano a su rostro. Se encogió, apartándose un poco pero aún así acaricié su cabello. Cerró los ojos. Me acerqué y besé su frente.

-Tranquilo…-deslicé mis labios por su rostro, acercándome más a él. Changmin me apartó con sus manos, empujándome un poco. Tomé sus manos y lo jalé hacia mí, - no haré nada que te asuste…o que no hayamos hecho ya, Minnie.

Le empujé cuidadosamente, recostándolo en el sillón y colocándome sobre él. Me miraba, su rostro era una mezcla de desconcierto y sonrojo.

-Hyung más bien tiene algo de hambre…y las galletas no son suficientes para ti tampoco, ¿verdad Min? Algo de leche estaría bien – dije, tentador, acariciando con mi dedo su vientre.
Su expresión se volvió aún más perpleja.
-¿Leche? – murmuró.
Claro que no comprendía mi doble sentido. Asentí y empecé a acariciarlo sobre la ropa. Cerró los ojos, apretando todo su ser, como si se cerrara ante mí. Llené su joven cuerpo de besos, cálidos y deseosos, mientras le iba quitando la ropa. Sus gemiditos se mezclaron en el aire.

…
…..
…….


-¿Sabes…Changminnie?
Pobrecito, estaba semi-dormido en mis brazos.
-¿Uh?
-Contigo… mi vida es más interesante.

***


Recostado en mi cama, daba vueltas y pateaba las sábanas, inquieto. Estaba enojado con el mundo. Golpeé mi almohada y luego la mordí hasta que me dolió mientras sentía el ardor de las lágrimas empezando a escurrir por mis mejillas. Me dolía todo, por decir poco.

Recordé cuando volvimos a la dulcería, Junsu y yo. Yoochun hyung hablaba con un grupo de nunas de secundaria mientras nosotros revisábamos repisa por repisa. Yo no pude contenerme y miré a Yoochun. Él…sintió mi mirada y volteó a verme. Sonrió con carisma y me guiñó un ojo. Sentí anta rabia… “lo odio”, recuerdo que pensé eso y que sentí mis mejillas arder. Dejé que Junsu hyung pagara y ni siquiera me acerqué al mostrador. Mientras volvíamos caminando por las calles, no podía dejar de pensar en todo lo que me había hecho. Había días en los que me dejaba tan cansado que casi podría olvidar respirar.

-¿Changmin?
-¿Uhm?
-¡Changmin!
-¡Ah!- choqué con un maldito poste. No lo vi. Simplemente apareció contra mi cuerpo y luego ante mis ojos. Me sobé la frente y el pecho. Dolió.

-Pabo, has estado como volando todo el día –me dijo Junsu, sosteniéndome.
-¡Basta! Desde hoy empezaré desde cero…-exclamé, -¿verdad, Junsu?
Junsu me miró, preocupado.
-Eh…claro…

No se habló de nada más hasta volver a mi casa. Y no hicimos nada nuevo: comer, jugar videojuegos, hacer tarea, jugar más videojuegos y luego Junsu se fue a su casa. Casi de inmediato me había ido a dormir sin conseguirlo.

-Hyung…¿andwe? –murmuré contra la almohada. En eso escuché un rechinido que hizo erizar mi piel. Luego otro sonido, más fuerte, y un quejido. Me senté en la cama y miré alrededor, tenso. Escuché otro gemido y algo como un jadeo. Me levanté. Parecían sonidos provenientes de la habitación de mi hermano mayor.

Me levanté, respiré profundo y empecé a caminar hacia mi puerta, luego fui de puntitas por el pasillo hacia la puerta de Yunho. Me recargué en la pared y escuché. Más rechinidos, jadeos y quejidos salían de la puerta entre-abierta. Me asomé lentamente, espiando a través dela ranura entre la puerta y la pared.

Casi me caigo de sentón con la escena ante mis ojos.
-Aahh…ahhhh…más….más Jae…
-Sshhh…despertarás a Min…uhm…

Yunho, mi hermano, a cuatro patas viendo hacia el frente, y detrás de él, hincado, Jaejoong hyung sujetándole por la cintura, golpeándolo en el trasero con su cadera. Tardé pocos segundos en comprender lo que hacían…pero…

Estaban haciendo lo que Yoochun hyung me hacía. Entonces…¿entonces es normal? ¿Es normal entre chicos hacer esas cosas, meterle tu cosita al otro en la parte trasera y moverse hasta que sale algo blanco? Tragué saliva. No podía dejar de verlos y al mismo tiempo empecé a sentir calor en mi abdomen y en mi pijama. Pasé mi mano sobre mi pantalón y sentí que se hacía grande, como cuando Yoochun e tocaba… ¿qué me pasaba? Huí prácticamente hasta mi habitación.


***

-Buenos días, mi adorable Minnie~
-Hyung… ¿iremos a tu cama?

Yoochun se sorprendió pero asintió después.

-Si eso deseas, Minnie… ¿vamos ya? –le tendió su mano y Changmin la tomó, tembloroso. Entraron al departamento de Yoochun y fueron directo a su habitación. El mayor puso algo de música Punk y llevó al menor a su cama.


-Cuando te hago esto….relájate…
-Ahhh…
-¿Te gusta?
Changmin lo miró, dudoso, pero asintió con un sonrojo.

Yoochun siguió engullendo el infantil miembro de Min hasta que sintió el sabor salado. Lo soltó y lo masajeó con su mano hasta hacerlo venirse. Changmin temblaba por el orgasmo violentamente, gimiendo. Yoochun le abrazó, protector, casi como para arrullarlo.

-Changmin…-le preguntó una vez que se relajó.
-¿Uh?
-¿Me permitirías…poseerte una vez más?

Con imágenes de su hermano y Jaejoong en la cama, gimiendo a todo pulmón y haciendo rechinar el colchón, Changmin asintió.

-Uhm…tan apretado…a pesar de cuánto lo hemos hecho ya…
-Hyung… -Changmin parecía menos asustado y menos tenso que antes.

Yoochun le sonrió.

-Así me gustas más, Minnie. Abre la boca…
Le dio un chocolate y lo besó, compartiendo el sabor.
-Te derrites en mis brazos, mi niño.
-Yoochun hyung…
-Ahora muéstramela…muéstrame tu cara de venida, Minnie…
-¡Aaaaaaah!



A la mañana siguiente lo contempló dormir a su lado. Se veía tan brillante y sonrojado… el cuerpo reaccionaba así después de estar bien comido y bien…satisfecho. Yoochun acarició lentamente su mejilla, apartando un mechón de cabello, besó su oreja y se dio la vuelta para volver a dormir. No se dio cuenta cuando Changmin partió corriendo a casa.
Ése día no lo vio ni en la calle. Al día siguiente lo vio en la dulcería con su amiguito, pero ni siquiera se acercó al mostrador. Los días siguientes fueron iguales. Parecía que todo había terminado para Yoochun.

***

Huí. Huí de su departamento. No entendía nada, el universo me daba vueltas. Había ido prácticamente por mi propio pie hasta la cama de Yoochun, lo había dejado hacerme cosas que yo pensaba que eran prohibidas, y me había gustado. Ya me había empezado a gustar.
Lloré contra mi almohada. No quería verlo ya, necesitaba pensar. Yunho también lo hacía. Me pregunté si Junsu…no, si Yunho hyung no me había dicho que eso era natural, entonces debía mantener el secreto. Como ese tema de cómo se hacen los bebés. Sí, debe ser un tema así, de los que se habla en secreto y a solas. No me di cuenta en qué momento me quedé dormido con la palabra “Yoochun” en mis labios.

Dejé pasar unos días. Ni siquiera entré a la dulcería, ni me le acerqué, esperaba a Junsu en el parque. Pero empecé a soñar con él. Y muchas veces, cuando despertaba, mi cosita estaba levantada y mi pijama sucio. Me estaba volviendo loco. Lo necesitaba. Lo…lo quería.


***
Estaba desesperado. Changmin me evitaba. Si esto seguía así, tendría que volver a forzarlo, y sabía que con eso lo más probable sería que lo perdiera. Debía actuar con paciencia pero se me estaba agotando. No podía dejar de pensar en él en todo el día, ni de soñarlo toda la noche.

-Changmin…

Estaba sentado contra mi puerta, solito. Al escuchar mis pasos y mi voz, volteo a verme.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí, Minnie?
Volteó el rostro hacia otro lado.
-No mucho…
Entonces noté que tiernas y frías gotas escurrían por sus mejillas.
-Min….
Me partía el corazón verlo llorar.

-¿Qué pasa? ¿Te sentías solo?
-Cla-claro que no…me sentía…solo…
-¿Entonces qué está haciendo que este niño lindo llore? –me hinqué a su lado. De pronto saltó a mis brazos, abrazándome y besando mis labios. Sentí que me acaloraba, pero debía resolver la situación primero.

-Yo sólo te quiero a ti. Sólo eres tú para mí.
Le abracé, atrayéndolo contra mí y posando una mano en su cabeza, acariciando su suave cabello. Sollozó otro poco y luego me abrazó.

-Yoochun hyung…
-Eres mi mundo entero –le susurré, besando su cabello.
-Yoochun…

Sonreí.

-Yo…creo que te amo… -murmuraron sus labios mientras lo veía venirse entre mis brazos un rato después. Lo besé con ternura y pasión. Pobrecito, no tenía idea de todo lo que esas palabras implicaban, pero igual yo las acepté.


***

De eso han pasado unos cuantos meses. Seguí mi vida con toda naturalidad. Vendí dulces, hice exámenes de certificado en idiomas y artes, salí con algunas chicas. Hoy es igual. Me despedí de Na Yoon después de cenar con ella, de besar sus labios y de recorrer su piel. Quizás pronto nos casemos, y se volverá tan monótono y aburrido. Además va a empezar a arrugarse…
Bueno, no todo será malo. Sé que, dado que he jugado bien mis cartas, alguien especial me estará esperando en casa o donde yo le diga que me espere. Me case o no, si continúo soltero, si me hago viejo, si me voy a otra ciudad, seguirá esperándome fielmente. Seguirá esperando, ignorante de todo lo que haga después de dejarlo ir a clases, conforme sólo con mis abrazos y besos y dulces. Hoy me está esperando, ansioso, sonrojado. Changmin-ah, eres mi incondicional.

FIN
Para mi amiga bff Minoru, que tanto lo espero, exigio y peleó por él. Algunas ideas (muchas) son de ella también :D

Chokyo: por favor
Andwe: por qué
Chuseyo: por favor
Apa: duele