Poison Ivy

Título: Poison Ivy
Autor: (Molly S.)
Pareja: JaeMin
Género: ( Lemon)
Extensión: (Oneshot.)
Advertencia: Hay una mención de YunJae.
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Sabia que no debia caer en sus redes, en la telaraña de mentiras que armaba para hacerme caer cada vez; pero no podia alejarme, sentia un temblor en la boca de mi estomago cada vez que el se acercaba a mi, cada vez que escuchaba su nombre, no podia alejarme...

Caminaba por los interminables pasillos de la empresa, piso 8, oficina 405 y desde metros de distancia distinguia su perfume, uno que él le habia regalado....Si, él, nuestro Jefe, su amante.
Toqué a la puerta y no obtuve respuesta alguna, insisti y como resultado, un azorado Jung Yunho abria la puerta casi sin aliento, acomodandose la corbata y fulminandome con la mirada. Interrumpia...seguramente.

-¿Que se te ofrece Changmin? -.preguntó de mal talante.

-Y-yo...disculpe, venia a dejarle estos bozetos del proyecto Moonlight a Jaejoong. El sr Jung volteò para dirigirse a el.

-Más tarde...nos reunimos para discutir...aquel tema -.le dijo nuestro Jefe antes de retirarse casi llevandose por delante mi cuerpo.

El susodicho se digno a prestarme atencion, pude ver el sillon de su oficina girar...para fijar su vista en mi. Tenia el cabello algo desarreglado, su camisa con dos botones desabrochados mas alla del limite de la decencia, sus labios rojos e hinchados...ARHG! Lo aborrecia y lo deseaba de la manera mas impetuosa!

-Dejalos aqui -.dijo señalando su escritorio.

-Si-si -.tartamudee nervioso y el carcajeó - todo lo que tenia de hermoso lo tenia de maldito. Un metro ochenta, esbelto, piel de porcelana, cabello castaño, ojos negros ; una boca que ...¡Mi Dios!

El hombre era mi peor tentacion. Lo peor, es que ya habia caido en sus redes un monton de veces, sabia que no debia, pero, algo de él me volvia loco. No lo podia sacar de mi cabeza, era como veneno, pero un veneno que no podia dejar...

-¿Por que tan nervioso? -.dijo mientras se ponia de pie y se acercaba lo suficiente a mi anatomia para comenzar a propiciarme caricias en la espalda.

-¡Basta Jaejoong! -.trate de sonar firme pero la manera insinuante en que se mordia los labios y la forma en que sus ojos escrutaban mi completo cuerpo me estremecian.-¡No soy tu muñequito!
Trataba de sonar firme, pero a cada segundo la distancia entre nosotros se reducia mas y mas y su perfume se filtraba por mis fosas nasales invadiendo todo mi sistema, provocando las zonas mas sencibles de mi cuerpo. Pronto la mano que acariciaba mi espalda tomo mis hombros y me hizo girar para quedar frente a frente con su perfecta persona.

-Changmin…-.conocia sus pucheros fingidos, y este era otro mas....-tu bien sabes que si lo eres -.sonrio malicioso y me empujo hasta dejar mi cuerpo contra la pared.

-¡No! -.brame furioso y tome sus muñecas para que se.

-Changmin-ah -.sus ojos se empañaron.-me lastimas.-parecia sincero y solte mi agarre.

-Lo...lo siento -.musite bajando la mirada.

Un instante mas tarde, pude sentir como manos recorrian mi pecho rumbo a mi cuello - del que se aferro firmemente - y comenzo a brindar besos humedos en la piel de mi garganta que quedo a su merced.

-¿Ves? -.susurro antes de morder suavemente el lobulo de mi oreja haciendome soltar un pequeño gemido.-por eso me vuelves loco-.su lengua sobre mi piel poco a poco fue despertando cada una de las hormonas de mi cuerpo.-eres el unico que aun cree en mi -.carcajeo con ganas y simplemente no resisti.

Tome su cintura con ambas manos y en un rapido movimiento, cambiamos de posicion y ahora el quedo entre mi cuerpo y la pared. Sonrio al ver lo que lograba en mi, y eso me hacia aborrecerlo aun mas y desearlo desesperadamente.

-¿Acaso te gusta tomarme por estupido? -.susurre a centimetros de su boca.

Arqueo la ceja y una sonrisa llena de malicia y lujuria se formo en sus labios.

-Me encanta.

No necesite mas provocaciones y me abalance contra su boca. Mordi su labio inferior con deseo mientras el se ocupaba del mio superior.Mi lengua se adentro con confianza en su boca para propiciar el encuentro con la suya que tenia un sabor dulce y adictivo. Mis manos acariciaban su espalda con desesperacion, desde el centro hacia la zona baja, donde me agradaba mantener un poco mas la presion. Sus brazos estaban alrededor de mi cuello y con sus manos enredaba el cabello de mi nuca. Sus labios y los mios disfrutaban del contacto, del simple rose, pero ambos deseabamos mas, siempre mas. Presione con firmeza su cuerpo con uno de mis brazos, para adherirlo por completo al mio, notaba su torso caliente, podia sentir su exitacion que era casi tan grande como la mia, y eso encendia el fuego que solo el provocaba en mi. Ladee mi cabeza para tener un mejor acceso a su boca y asi recorrer su paladar como si mi vida dependiera de ello.

Sin demoras, mis manos deseosas de disfrutar del contacto de su piel, comenzaron a desabrochar su camisa, al tiempo que el hacia lo mismo con la mia. Cuando ambos nos vimos despojados de nuestras prendas superiores, y sin permitir que sus labios se alejen de los mios, lo presione con firmeza y acaricie con enfasis su firme trasero; lo que le arranco un par de gemidos que me exitaban aun mas, él entendio cual era mi cometido y con un leve salto,acomodo sus piernas en torno a mi cadera. Con el a cuestas, camine hasta llegar a su escritorio, corri todo para dejarlo libre mientras lo sentaba sobre el. No me dejo disfrutar ni dos segundos de la vista perfecta que tenia de su torso al descubierto cuando tomo mi rostro y capturo mis labios de un modo salvaje.

Adentro su lengua con lentitud en mi boca con claras intensiones de enloquecerme...y lo logró. Comence a propiciarle una serie de besos por la linea de su mandibula, luego bese el lobulo de su oido, sin privarme de rosar mi lengua en el y llegue a mi objetivo, su cuello. El sudor, sumado con la suavidad natural de su piel me volvian loco…lo besaba con intensidad, barriendo su dulce sudor, y lo oia gemir cada vez que mordia sutilmente aquella zona. Mis manos que se habia anclado en su cintura para aprisionarlo contra mi cuerpo, comenzaron a descender al igual que mis besos, que fueron bajando por su hombro su clavicula, y fue inevitable, imposible resistir a la tentacion. Con mi boca me adueñe de sus erguidos pezones uno a uno mientras lo escuchaba gemir sonoramente, aquello solo habia despertado la fiera que habia en mi y aquella furia se habia presente con creces en mi entrepierna. El lo noto,y lejos de sorprenderse o alejarse, tomo mi rostro y me dio un beso frenetico, casi desesperado, como si mis labios fueran el agua encontrada en medio del desierto. Ahora era yo quien tomaba su rostro para unir sus labios a los mios.

Pronto sus traviesas manos, fueron directo a la evilla de mi cinturon, que no tardo en hacer desaparecer de escena. Bajo la cremallera de mis pantalones y metio sus manos mas alla de mi ropa interior, acariciando mi hombria de un modo que me estaba volviendo loco. No soportaba la falta de contacto de su piel, de todo su cuerpo a mi merced, asi es que baje sus pantalones y sus boxers con un solo movimiento y deje en libertad su gloriosa ereccion. Ayudandose con los pies, logro bajar mis pantalones a la altura de mis rodillas y lo mismo hizo con mis boxers blancos. Lo mire a los ojos, y mientras me besaba apasionadamente, acaricie sus gluteos y luego de acomodarme en su entrada presione para adentrarme en ese estrecho pasaje que tantas veces me habia llevado al paraiso…y al infierno. Sin preparacion, siempre es asi entre nosotros, sexo duro y sucio. Con el extasis invadiendo mi cuerpo, mis movimientos lentos cobraban cada vez mas velocidad y ninguno de los dos era capaz de reprimir los gritos de placer. En ese momento agradecia que fuera viernes y no hubiera nadie mas que nosotros en el 8vo piso. Separo su torso del mio solo para apoyar una de sus manos en el escritorio y unirse mas comodamente a los movimientos de nuestros cuerpos, ambos iban al mismo ritmo, y el goze aumentaba mas y mas y mas hasta que llegamos al climax. Nuestros movimientos se realentizaron y la respiracion trataba de volver a una velocidad normal, al igual que nuestras alocadas palpitaciones. Con mi mano derecha aun en su espalda, acerque su sudado y agitado cuerpo al mio. Lo estreche entre mis brazos sabiendo que no debia.

-¿Por que? -.musite aun agitado.-¿por que me haces esto? ¿Si sabes que estoy loco por ti?

Aun seguia aferrado a mi cuerpo y susurro en mi oido.

-Siempre supiste como eran las cosas Minnie-ah -.su voz sonaba siniestra, sensual pero siniestra, eran como puñales para mi.

-¿Lo amas? -.dije al tiempo que me separaba de el lo suficiente como para mirarlo a los ojos.-dimelo.

-Sabes que no es asi -.sus ojos eran profundos y tenian un poder inimaginable sobre mi.-¿por que preguntas cosas que ya sabes? -.repregunto¿molesto?

-Entonces por que no lo dejas, por que no te quedas conmigo, sabes que trabajaria de sol a sol para complacerte, por favor no soporto que estes con el, ya no lo soporto.

-¿Y que vas a hacer? -.pregunto ya arreglandose la ropa y poniendola en su lugar sin mirarme.-¿dejarme? -.una sonrisa torcida se formo en sus labios y ¡simplemente lo odie! ¡Era como una vivora! y una venenosa!

-Si -.dije tratando de sonar firme al tiempo que terminaba de arreglarme y tomaba mis cosas que yacian en el suelo.- esto se termino.

Tome la manecilla de la puerta y antes de que pudiera poner un pie lejos de su oficina, pude sentir un sollozo y me quede estatico; gire a verlo y tenia el rostro cubierto con sus manos y aparentaba estar llorando.

No soy de piedra, asi que me acerque y lo abrace por detras. Y entonces susurro.

-¿Ves? -.su voz sonaba normal, hasta perversa; me separe para ver como contenia la risa frente a mi.-siempre caes Minnie-ah, no te creas que te alejaras de mi tan facilmente.

-Te odio -.dije tratando de soltarme pero el tomo mi rostro y rozo mis labios con su lengua de una manera meticulosa y mortifera; para luego introducirla lentamente en mi boca sin que pudiera resistirme.

Lo bese con lentitud, ninguno de los dos aumentaba la velocidad del beso pero era intenso y profundo. Lo odiaba, no podia jugar asi conmigo...pero teniendolo en mis brazos, poseyendo sus labios, dejaba mi orgullo y mi amor propio de lado, para ceder, al veneno de sus besos, rogando algun dia, ser lo suficientemente fuerte, y poder escapar.

FIN.