“La Guerra es contra tu Naturaleza”
Deberías creer en nada
Para ser feliz mañana
Reza y no trates de entender…
[Sinestra, Los Bunkers]
“¿Yunho ha vuelto?” Junsu le preguntó a Hina apenas regresó del entrenamiento nocturno con Hyukjae. Él aprendía mucho más rápido de lo que Junsu pudo haberse imaginado y ya podía realizar el trance y el camuflaje entre las sombras como si los hubiese sabido hacer de toda la vida. Hina le sonrió, estaba jugando con Chungho en el futón, asintiendo al ver el rostro de expectación en Junsu.
“Hace apenas un rato, se fue directo a la madriguera. Se veía bastante perturbado…es posible que la pelea le haya costado más de lo planeado. Se cauto” ella le susurró y Junsu frunció el ceño, algo en la mirada de Hina le transmitía inseguridad. Asintió y se despidió de ella; Hyukjae tenía su propia madriguera, separada de las de ellos, por lo que Junsu no tenía que preocuparse que Yunho se topara con él. El tema…aún estaba latente y Junsu no quería empeorar las cosas, sobre todo considerando que su relación con Hyukjae se había afianzado debido a sus lazos, y además teniendo en cuenta la nostalgia que le trajo volver a encontrarse con él. Siempre fueron muy unidos, y en algún momento de su vida Junsu llegó a confundirse con él cuando no procesaba realmente que le gustaban los hombres. Nunca le confesó nada porque sabía que Hyukjae tenía una faceta de casanova…y finalmente enterró el sentimiento dentro. Luego cuando su vida dio un giro y se transformó en vampiro simplemente se olvidó de ello junto con su vida de mortal, pero volver a tenerlo cerca lo hacía sentir…casi como si estuviese de vuelta en casa.
Entró con pasos suaves a la madriguera y observó la enorme figura de lobo de Yunho tendida sobre las pieles. Últimamente Yunho utilizaba mucho más su forma de lobo, Junsu lo notaba más cerca de su licantropía. Quizás…se sentía más en calma descansando de aquella manera, como refugio o como una forma de desconectarse de sus lazos humanos.
“¿Yunho?” la voz de Junsu sobresaltó a su figura. Yunho alzó las orejas al percibir su voz y levantó la cabeza, sus ojos dorados observando la figura de Junsu lentamente caminando hasta su dirección. Yunho no quería transformarse de vuelta…no quería mirarlo a los ojos, quebrarse y vomitarle en palabras todo lo que había pasado rumbo al Norte…todo lo que había cambiado. Tenía miedo, estaba aterrado… ¿Cómo podría explicarle lo que había pasado?
Junsu llegó hasta la cama y se sentó a orillas de ella, una mano llegando a acariciar su pelaje pero Yunho abruptamente bufó, sorprendiendo a Junsu con la reacción. Lo observó levantarse y desfigurar su cuerpo en un sólo gruñido, y su Yunho volvió a aparecer ante sus ojos…pero su aspecto lo preocupó. Yunho tenía el rostro comprimido y evitaba su mirada a toda costa, esto le revolvió el estómago y lo hizo sentir un peso dentro.
“¿Qué pasa, te sientes mal?” Junsu le preguntó al observar su reacción tan ajena. Yunho suspiró, sin mirarlo, y pasó una mano por su cabello, nervioso.
“Estoy cansado” murmuró, volviendo a suspirar. “El camino al Norte fue horriblemente desgastador, y Siwon definitivamente fue un rival de peso, digno de honores”
“Me imagino, pero bueno…me alegra que haya terminado” Junsu le sonrió y luego se lanzó a sus brazos, estrechándolo con fuerza. Yunho se tensó ante el contacto, casi como si le hubiesen dado una descarga eléctrica, y fue el detonante para hacer a Junsu reaccionar.
“¿Qué te pasa?” lo cuestionó al retirar los brazos de su cuerpo, sus ojos buscando su mirada con impaciencia pero no encontrándola.
“¿Acaso estás demasiado cansado para abrazarme?” su tono estaba cargado de resentimiento y Yunho supo que no podría escapar de lo inevitable. O quitaba el veneno de su cuerpo o moría envenenado…
“No es eso” contestó, y Junsu le arqueó una ceja. “Yo sólo…tengo algo que contarte” el tono de voz que utilizó inquietó a Junsu a un punto máximo, quien pronto comenzó a removerse en el borde de la cama al observar el rostro de Yunho, ojos disparejos prácticamente sin luz…
“¿Qué—?”
“Sólo escúchame, escúchame hasta que termine y luego…podrás hablar, podrás decirme todo lo que quieras” si antes estaba inquieto, ahora Junsu estaba completamente aterrado. El mal presentimiento lo recorrió de pies a cabeza y abruptamente mordió su labio inferior, asintiendo pesadamente y dispuesto a escuchar lo que fuera que Yunho tuviese que decirle.
“No voy a mentirte Junsu, a pesar de que dije que lo haría. Algo cambió rumbo al Norte, yo… no soy el mismo” Yunho comenzó, voz baja y parca, tratando de no arrepentirse de sus palabras. El eco de la voz de Heechul aun retumbando en su cabeza, acechante. ‘Será nuestro secreto…líder’. ‘No puedo, no puedo mentirle Chul…’
Junsu se quedó en silencio tal como él le dijo al principio, pero en su rostro comenzó a evidenciarse el cuestionamiento. No quería siquiera imaginarse la razón por la que Yunho ya no fuese el mismo, el tan sólo pensar en ello había comenzado a revolverle el estómago.
“Como sabes, Heechul me acompañó durante todo el viaje hacia el Norte y sufrimos una emboscada antes de llegar a la metrópolis. Diez lobos del norte me atacaron, y para librarme de ellos tuve que gastar mucha energía. Estaba muy desgastado para continuar, por lo que Heechul y yo buscamos refugio en la metrópolis”
Junsu se removió en el asiento, la mención de Heechul lo había desesperado al punto de que no quería escuchar la historia, no quería escuchar lo que Yunho tenía que contarle…no quería ni imaginarse que quizás…por alguna que otra circunstancia, él y Yunho…
“Y para pasar desapercibidos por la metrópolis, Heechul y yo fingimos ser uniones…sólo de esa forma se justificaría que viajáramos juntos y que pasáramos la noche sin que fuese sospechoso”
‘No…’ la mente de Junsu estaba a mil por hora. Realmente no quería escuchar más, realmente no quería escuchar absolutamente nada. ‘No, Yunho…por favor no…’
“Todo pasó muy rápido” Yunho agachó la vista y Junsu estuvo a punto de rechinar los colmillos en frustración. No quería escucharlo pero lo sabía, ya sabía qué era lo que Yunho iba a decir. El rostro de Kim Heechul fue evocado por su mente y la indignación comenzó a evidenciarse en sus facciones.
“Mientras esperábamos por la habitación en una posada pedimos rondas y rondas de absenta, un licor muy fuerte. Yo…estaba muy borracho y él también, cualquiera podría haberse dado cuenta de ello. Heechul fue atosigado por un demonio que no lo dejaba en paz…y para evitar que sospechara que no éramos uniones él…me besó”
Junsu abrió la boca y la cerró…teniendo tantas cosas que decir pero incapaz de articular alguna. Las palabras ‘alcohol’ y ‘me besó’ resonaban por su cabeza como un eco infernal. Sólo pudo articular tan sólo una pregunta, que era la más precisa de todas.
“¿Pasaste a más con él?” su voz salió casi quebrada, pero a causa de la rabia y de la indignación.
Yunho se quedó en silencio, ambos ojos disparejos observando el rostro de su unión que tan sólo tenía las facciones estoicas y luchaba por mantener el autocontrol. No podía mentirle…Junsu no se lo merecía. El veneno tenía que salir ya.
“Si” fue su respuesta y Junsu cerró los ojos, tratando de asimilar todo, las palabras dando vueltas por su cabeza y la realidad de la situación atormentándolo. Yunho, su Yunho…su héroe, su amor, su vida, y su unión…lo había traicionado. La súbita imagen de Kim Heechul volvió con fuerza, pero esta vez estaba sobre el cuerpo de Yunho…tocándolo, besándolo, ambos gimiendo y moviéndose al compás del otro, y la sola noción de ello fue capaz de romper todo su autocontrol. Abrió los ojos y estaban inyectados de rojo, a punto de abalanzarse contra Yunho y desangrarlo.
“¿C-Cómo?” balbuceó, luchando con la rabia que lo estaba carcomiendo por dentro, y las súbitas ganas de desgarrar su cuello. No, no podía sucumbir…él a diferencia suya no era una bestia y tenía autocontrol.
“¿Cómo pudiste hacerme esto?”
Yunho suspiró, la sola imagen de Junsu completamente deteriorado en el shock le revolvió el estómago. Se levantó de la cama, caminando pausadamente por la madriguera en gesto de agobio, casi como si estuviese buscando las fuerzas para tratar de explicarle todo.
“Heechul fue mi primer amor” confesó finalmente, el suspiro volviendo a escapar de sus labios al revelar una parte de su pasado que había estado enterrada.
“Fue la primera persona que amé, pero jamás pudimos concretar nuestro amor porque Changmin lo arrebató de mi lado cuando le pedí autorización para nuestra unión. No pudimos hacer nada…yo tuve que mirar atado de manos como se lo llevaban, matando y enterrando todo lo que sentía por él cuando abandonó la madriguera, pero a pesar de que no pudimos concretar nuestra unión…nuestros lobos internos se enlazaron formando un lazo simbiótico. Su lobo llamaba al mío como un verdadero imán, lo nuestro…era una atracción magnética. Lo que pasó entre nosotros rumbo al Norte fue consecuencia de ello”
Junsu escuchó las palabras de Yunho medio muerto. Todo le daba vueltas, y sentía el dolor calándole hasta lo más hondo. ¿Eso quería decir que Yunho ya no lo amaba? ¿Que lo dejaría para volver con Heechul, su primer amor, ahora que tenían la oportunidad? ¿Y qué pasaba con sus lazos, acaso ya no le importaba todo lo que habían logrado?
“Me estás dejando” Junsu murmuró, perplejo y con todas las emociones dándole vueltas, haciendo estragos dentro. “¿Y ahora quieres volver con él?”
“No…lo sé” Yunho agachó la vista, incapaz de enfrentarlo. A estas alturas no era capaz ni de darle una respuesta segura…todo lo que algún día creyó se había mezclado y ahora simplemente ya no estaba seguro de nada.
“P-Pero…somos felices…” Junsu realmente había llegado a su punto de quiebre. Se sentía hecho pedazos y prácticamente irracional.
Yunho se quedó en silencio, sin responder. ¿Qué podía decirle, que eran felices y que lo había arruinado? Si, probablemente…pero todo ya se había ido al diablo de todas formas cuando Junsu trajo a un vampiro consigo, eso fue lo que lo alteró, eso… y el lazo que aún mantenía forjado con el lobo de Heechul.
“¿Por qué me diste tu sangre?” Junsu lo cuestionó, voz alzándose con fiereza, recuperando la compostura al encontrar su coraje dentro para hacerle frente. Necesitaba respuestas, aún si terminaban matándolo.
“Porque creí que funcionaría, quería que las cosas funcionaran…”
“Nuestros lazos” Junsu murmuró, casi por inercia, reteniendo apenas sus últimas ideas en su atormentada cabeza.
“Ese es el problema” Yunho suspiró, llevando una mano a su cabello, revolviendo los mechones en un gesto nervioso, agobiado; pero ya era hora de transparentar todo.
“¿No te has preguntado la razón por la que no reaccionaste cuando Hina quiso despertar mis energías en ti?”
Junsu abrió los ojos de par en par, confundido. Pero ahora que lo pensaba…Hina se rehusó a volver a intentar entrenarlo, siempre con alguna excusa, y la noción de percatarse de que Yunho sabía la razón…quizás desde antes le revolvió el estómago.
“¿A qué te refieres?” le arqueó una ceja, escuchándolo suspirar y aun rehusándose a mirarlo.
“Tú no eres un verdadero híbrido, Junsu” Yunho le dijo, empuñando las manos. “Mi lobo interno…nunca te aceptó como unión, y tan sólo llevas mi esencia de lobo dentro...pero no posees mi fuerza”
Hubo un silencio en el que Junsu se quedó sentado en la cama, sopesando todas las palabras de Yunho y con el peso de ellas prácticamente enterrándolo en el sitio. Yunho…parecía haber estado en conocimiento del problema, él sabía que su lobo interno lo rechazaba…pero aún así guardó silencio, quiso mantener la pantalla quizás por el bien de ambos, creyendo que duraría, que su felicidad duraría. Hina también debía estar en conocimiento de ello, esa era la razón por la que no había intentado entrenarlo y por la que Junsu no había podido despertar las energías que se equiparaban con las de Yunho. Ahora todo le hacía sentido.
“Tú... ¿lo sabias, no es así? Lo has sabido siempre”
“No es tu problema Junsu, es mío. Yo…debí haberte confesado que estaba atado a alguien más, pero de verdad creí que…aquel lazo estaba enterrado, jamás pensé que volvería todo de nuevo y con tanta fuerza”
“Heechul es tu verdadera unión” Junsu afirmó, muerto...
“Es la Sangre de mi sangre, la persona que mi lobo interno escogió para la vida. Lleva mi fuerza latente en su sistema, pero la unión no se oficializó porque en ese entonces no pude grabar mi marca sobre su cuerpo. Aún así, el vínculo ya está forjado y eso…es tan latente como la sangre que fluye por mis venas”
“Pero…nuestros lazos” Junsu volvió a insistirle, queriendo creer que había algo vivo entre ellos. Junsu lo había sentido; el amor…el amor de ambos desbordándose, haciendo eco y quemando. ¿Realmente se había derrumbado todo tan sólo por la presencia de una persona?
“¿Qué pasa con ellos?” Yunho se dio vuelta, haciéndole frente por primera vez. Junsu pudo jurar que vio sus ojos disparejos encenderse al articularle. “De todas formas tú ya habías mancillado el vínculo, nuestros lazos no pueden estar más corrompidos” Yunho le espetó y ésta vez Junsu reaccionó con indignación, levantándose de la cama y haciéndole frente directamente.
“No te atrevas a comparar lo que yo hice” masculló, ojos enrojecidos en la ira. “Podré haber convertido a Hyukjae…pero a diferencia tuya yo no me lo tiré” sus palabras chorrearon veneno mientras él y Yunho volvían a medirse las miradas, la tensión prácticamente cortando el aire.
“¿Y esperas que crea que entre tú y Hyukjae no pasó nada? Que no me lo hayas dicho es otra cosa” Junsu definitivamente no se esperaba eso, y le ardió como los mil demonios.
“Todo este tiempo habías querido dispararme eso en la cara” le espetó, colmillos prácticamente rechinando. “Bueno, si…lo besé y me arrepiento de no habérmelo tirado, por lo menos así hubiésemos estado a mano” Junsu le contrarrestó con toda la ira y rabia que pudo articular y el rostro de Yunho se desencajó ante sus palabras. Todo este tiempo…Junsu estuvo ocultando aquel percance con Hyukjae, y probablemente se hubiese llevado el secreto a la tumba si Yunho no le hubiese mencionado lo de Heechul. ¿Acaso ya habían perdido toda la confianza?
“Esto ya no tiene sentido” Yunho le dijo, el corazón pesándole dentro, pero en las circunstancias que ambos se encontraban consideraba que era lo mejor.
“¿Heechul es mejor que yo, cierto?” Junsu le disparó, completamente ofuscado al evocar el recuerdo de Heechul, al dejar que su dolor le enviara infernales imágenes de Yunho revolcándose con él; fuera de sí.
“Contéstame, Yunho… ¿Lo hace mejor que yo?”
“No lo hagas más difícil de lo que es” Yunho bufó, mirándolo con fastidio, pero Junsu no iba a darle tregua, sentía demasiada rabia como para dejarlo pasar.
“Tengo derecho a saberlo, después de todo te acostaste con él. Contesta la pregunta, ¿ES MEJOR?” alzó la voz y a Yunho le retumbó dentro, reaccionando de súbito con irritación y cansado de la maldita discusión.
“¿Qué diablos quieres que te diga, que pierdo el juicio cuando que estoy con él? Sí, es verdad...me vuelve loco, me desespera y no pienso. Claro que es mejor que tú si fue el primero y sabe cómo deshacerme, pero no entiendo por qué demonios es tan importante para ti saber del sexo” Yunho masculló con ira, con ácido y con toda la frustración que sentía, dejando que su bestia le contrarrestara todo.
“¡PORQUE SOY UN MALDITO CAVERNICOLA!” Junsu bramó, fuera de sí y completamente desquiciado; su voz retumbando en la madriguera, llegando a su punto de quiebre.
“Pero gracias por tu honestidad, gracias de verdad…” el dolor de su voz era tan evidente que caló hondo en Yunho, quien supo que ya no podrían volver a empezar, no después de lo mucho que ambos se habían destruido con semejante discusión.
“Esto ya no da para más” Yunho le dijo, pasando una mano por su cabello y suspirando. “Sólo…escúchanos, hemos perdido toda la confianza por lo que…realmente no le veo futuro a nuestra relación”
Junsu abrió los ojos de par en par, realmente no se esperaba aquellas palabras. Sabía que sería difícil volver a confiar en Yunho, estaba completamente dolido por su traición...pero muy en el fondo esperó que Yunho le rogara perdón…que le suplicara que empezaran de cero, lejos de todo…más al observar su ceño fruncido y sus ojos disparejos, tan letales como antes…supo que quizás tenía razón. ¿Podrían realmente volver a confiar en su relación, sin volver a sacarse en cara ante cualquier percance, lo de Heechul o lo de Hyukjae? Junsu realmente no estaba seguro.
“¿Vas a repudiarme?” fue lo que le preguntó, mordiendo su labio inferior. Quizás era lo mejor…quizás Yunho y él no eran como Akela y Jezabel, quizás su amor no era lo suficientemente fuerte como para superar los obstáculos. Quizás Junsu no era la persona indicada para apoyar a Yunho, fortalecerlo, y calmar sus tormentas. Quizás…debía regresar al mundo de los mortales, a vivir con Hyukjae y ser un vampiro, tan sólo un vampiro más y no la unión del elegido…
“Pídemelo” Yunho le dijo, escudriñando su rostro con la mirada. “Pide que repudie mi marca sobre tu cuerpo y seremos libres de nuevo”
Junsu suspiró, sopesando lo que significaba la pérdida de su marca. Ya no sería propiedad de Yunho, ya no tendría obligaciones con su nueva raza y podría volver a ser tan sólo lo que era. Volvería a ser un hijo de la oscuridad, perdería sus garras y la capacidad de andar a la luz del sol, y saldría de toda esta maldita conmoción de las guerras que finalmente había terminado por separarlos. Qué irónico le parecía todo…
“No sé si…pueda perdonarte” murmuró, agachando el rostro y evitando mirarlo. Yunho suspiró, tomando eso como un si para repudiarlo, pero Junsu luego volvió a hablar.
“Quizás…podríamos darnos un tiempo para rencontrarnos. Con Hyukjae…descubrí una faceta de vampiro que jamás pude vivir, es como si no hubiese vivido nada como un vampiro de verdad, apresado en el yugo de Jaejoong. Quiero volver al mundo de los mortales y vivir como un vampiro más”
“De acuerdo” Yunho asintió, evitando a toda costa la mirada de Junsu al volver a hablar.
“La marca…tardará unos días en irse, probablemente de aquí a algunos días sientas igual mi influencia sobre tu cuerpo, pero disipará” Yunho habló en voz baja, tratando de no quebrarse ante la situación. Su corazón se estaba desgarrando al saber que aún quería a Junsu, pero por el bien de ambos lo dejaría ir. Estaba muy confundido y no era tan descarado como para pedirle otra oportunidad sabiendo que había comenzado a sentir cosas por Heechul nuevamente. El daño era muy grande, quizás irreparable…sólo estando separados podrían sanar.
“Y-Yunho…” Junsu murmuró, la rabia disipándose de su cuerpo al percatarse de lo que esto realmente significaba. Yunho subió la vista e hizo contacto con los ojos plateados de Junsu, ya no inyectados de instintos de asesinato.
“¿C-Cuándo…dejamos que esto nos pasara?”
“No lo sé…” Yunho estuvo a punto de quebrarse, y tan sólo hizo lo único que podía hacer para tratar de llegar a él. Se lanzó a sus brazos, estrechándolo con fuerza y rogando porque Junsu no lo rechazara. El rechazo sería su verdadero final…
Junsu se tensó, pero el calor de Yunho, tan familiar y arrullador lo hizo ceder. Suspiró contra su figura y correspondió el abrazo, estrechando a Yunho contra su cuerpo.
“Pídeme lo que quieras y lo haré” Yunho murmuró contra su figura, voz raspada en la contención por no llorar. “Si realmente deseas que te repudie…tan sólo una palabra tuya me bastará para concretarlo”
“Yo…necesito tiempo” Junsu murmuró, con las lágrimas atragantadas en la garganta. “No puedo tomar una decisión ahora, por lo que...prefiero que dejemos las cosas como están. Admito que me descontrolé en la discusión, fueron las circunstancias y la ira pero…tan sólo quiero tiempo. Tiempo para reencontrarme, para que te reencuentres, y para que cuando vuelva…podamos empezar de nuevo” las palabras de Junsu finalmente lo quebraron y Junsu escuchó el desgarrador sollozo atravesándole el alma. Yunho jamás se quebraba…pero ahora…
“¿D-De verdad crees que podamos empezar de nuevo?” le preguntó, aferrándose con fuerza a su cuerpo. Toda su figura comprimiéndose mientras trataba de no llorar…
“Si dejaste de amarme, supongo que no” musitó.
“Junsu” Yunho suspiró pesadamente. “Sólo te pido que me entiendas…estoy confundido y no puedo pedirte otra oportunidad si no tengo claro lo que siento. Por Heechul sentí cosas muy fuertes, es algo un poco más complicado de explicar. Es algo que viene de adentro, algo que me tira y me arrastra. Pero…mi voluntad sigue intacta a pesar de todo”
Junsu quiso creerle, a pesar de que la traición con Heechul aún seguía latente. Él también había cometido un error que los había desestabilizado, de hecho, Yunho se había marchado rumbo al norte bastante inestable al saber que el vínculo se había mancillado. La culpa en parte también era suya.
“Es normal que no olvides a tu primer amor Yunho, y yo…quiero creer en ti” Junsu le dijo al romper el abrazo, una pequeña sonrisa dibujándose en su rostro al observar los ojos enrojecidos de Yunho.
“Pero no quiero tener que convencer a mi pareja para que esté conmigo así que te dejaré decidir, sin presiones. Si realmente es Heechul a quien quieres yo…no intervendré, se nota que ustedes tienen mucha historia y por esa razón quiero que aclares tu mente. Démonos un tiempo, estoy seguro que…la separación nos hará bien. Nos hará ordenar nuestras cabezas y quizás…ver las cosas de una manera distinta”
“Si decides…” Yunho vaciló, bajando la vista de sus ojos. “Retomar tu vida en el mundo de los mortales, y no regresas…voy a dejarte ir”
“Yo…no puedo asegurarte nada, Yunho” fue lo que le respondió, mordiendo su labio inferior. “¿Supongo que esto no modifica tus planes de ataque?”
“Claro que no, yo voy a luchar por los híbridos y por la nueva reforma al tratado. No puedo defraudar a mi gente…ni menos con todo lo que he avanzado” suspiró, llevando una mano a su cuello, sus dedos enredándose en sus bajos mechones al sentirse inseguro y desolado, pero lo dejaría ir. Quizás…todo esto había sido una señal, quizás…Yunho tenía que gobernar solo…
“Estoy seguro que lograrás grandes cosas” la frase sonó mucho más a despedida que nada, y a Yunho le dejó un sabor amargo. Junsu fingió una sonrisa y comenzó a caminar con firme intención de abandonar su madriguera. Tenía que encontrar a Hyukjae y contarle del cambio de planes.
“Ya tengo que irme” musitó al detenerse al costado de Yunho, quien ni siquiera fue capaz de voltear a mirarlo.
“Cuídate mucho…” su voz apenas salió en un susurro. Yunho sintió toda la desolación cortarlo cual navajas, pero no lo retendría, no cuando estaba así de confundido. Si esto era lo mejor para ambos…si esto los ayudaba a sanar, lo aceptaría. Junsu…merecía ser feliz, merecía llevar la vida que él quisiera y al lado de alguien…que no estuviera dividido, sobre todo por el hecho de que su condición de vampiro no fue elección propia sino impuesta.
“Tú también” Junsu suspiró, sus puños cerrándose en un intento por contener el dolor desgarrante que lo atravesó al sentir que abandonaría el lado de Yunho, pero tenía que mantenerse fuerte. Tenía que ser digno…y tomar un tiempo para pensar en todo; un tiempo para él. Sin voltear a mirarlo se marchó, con el dejo de su calor y su esencia carcomiendo todos sus interiores…
Junsu regresó a la tierra de los mortales con Hyukjae, fiel a sus palabras. Cuando Hina fue a visitar a Yunho a su madriguera para preguntarle qué es lo que había pasado…Yunho simplemente se encogió de hombros y le dijo que las cosas habían cambiado, pero que la partida de Junsu no modificaría sus planes. Aún pelearía para sacar a Changmin del mando y modificar el tratado, llegando en última instancia a encarar a Kim Jaejoong y a forzarle la modificación del tratado para ambas razas a su vez.
“No sé si lo sabes, pero le he abierto el portal a tu viejo amigo Minho y a Harumi. Ella adució que no podía respetarte como líder…y su unión la siguió”
“Prácticamente ni hablé con Minho, tan ocupado con las persecuciones y los entrenamientos” se volvió a encoger de hombros, suspirando.
“Lo entiendo perfectamente. Para él soy un extraño…dejé de ser su amigo hace años. Realmente…todo ha cambiado”
“Estás atormentado” Hina le comentó, su percepción extrasensorial irritando a Yunho, quien realmente no quería hablar del tema.
“Tu bestia está inquieta, casi como si estuviese reclamando por algo…”
“Mi bestia no piensa” Yunho masculló con brusquedad. Estaba sentado sobre el borde de su cama, jalando mechones de la piel que la cubría mientras observaba a Hina parada a pasos de su figura con ojos exhaustos.
“Sólo le interesa la lujuria y quemar”
“Un gran poder trae grandes responsabilidades, Yunho. Que hayas dominado sus poderes no significa que hayas logrado someter el carácter de tu bestia”
“Estoy consciente de ello” resopló, maldiciendo su situación internamente. No podía acallar el aullido de su bestia, que se quejaba y le reclamaba. Yunho se sentía vacío sin Junsu, pero odiaba aún más lo mucho que extrañaba sentir a su bestia gruñendo bajo, en calma al estar al lado de…Heechul.
“No creas que es extraño lo que te está pasando. Muchos híbridos terminan repudiados al no poder sincronizar ambos lazos. Ninguna unión es perfecta, y la abismal diferencia entra ambas razas es lo que hace el amoldamiento tan complicado” Yunho escuchó a Hina en silencio, la sabiduría de la mujer maldita nunca dejando de sorprenderlo.
“Junsu me contó que no fuiste a pelear al norte solo… ¿Había otro lobo a tu lado, no es así?” Yunho abrió los ojos de par en par ante la mirada escudriñante de Hina, pero ella ya parecía saber la respuesta.
“Ha sido él…quien ha perturbado a tu bestia”
“Junsu lo sabe” Yunho murmuró secamente, el peso de sus actos aún corroyéndole.
“Él también corrompió el vínculo al convertir a Hyukjae. Nos distanciamos para tratar de ordenar nuestras mentes…para tratar de asimilar los cambios. Dijo que me dejaría decidir y realmente…tengo que ordenar mi cabeza. No me malinterpretes Hina, yo…amé a Junsu, lo sentí, pero ahora con lo que ha pasado ya…no sé realmente qué es lo que siento. Es mejor que se vaya, estando así de confundido tan sólo le haré daño”
“Una decisión sabia” Hina asintió, haciendo un gesto con la mano. “Y tan sólo te daré un último consejo: si tu bestia está inquieta probablemente te costará hacer contacto con sus energías. Debes…calmar tu tormenta interna antes de pensar siquiera en liderar un ejército”
Yunho asintió y la observó bajarle la cabeza, dando una media vuelta para abandonar su madriguera y dejarlo en soledad. No había ninguna forma de dejar de sentirse atormentado si constantemente estaba tratando de acallar los reclamos de su bestia. Necesitaba tiempo…tiempo para poder dominar sus emociones.
“Vaya, esto sí que no me lo esperaba” Sivela arqueó ambas cejas cuando al abrir la puerta de su mirada volvió a encontrarse con el rostro de Junsu y la figura de Hyukjae a su lado. Jamás se imaginó que volvería a verlo tan pronto…y su visita inmediatamente la inquietó.
“¿Podemos pasar?” Junsu mordió su labio inferior, luciendo completamente desorientado y perdido…casi como tan sólo un chiquillo sin destino. Sivela asintió, haciéndose a un lado para dejarlos entrar, cerrando la puerta y luego conduciéndolos a la sala, donde procedió a sentarse en su diván mientras Junsu y Hyukjae mecánicamente tomaban asiento en los sillones al frente de ella.
“Bueno mi querido Junsu, estoy ansiosa por saber la razón por la que has decidido volver a hacerme una visita. ¿No será que has quedado prendado de mí?” ella lanzó una risita, tratando de aminorar el ambiente de drama que había traído Junsu al poner un pie en su morada, por lo visto algo bastante denso había pasado para hacerlo lucir así…y estaba muriendo por escucharlo.
“He decidido volver a vivir mi vida como un vampiro” Junsu suspiró, mordiendo su labio inferior mientras observaba el rostro de Sivela arquearle una ceja. “Necesito tiempo para mí y para pensar…ya no puedo estar al lado de Yunho”
“¿Te peleaste con tu lobo?” ella lo escudriñó con la mirada y Junsu asintió, cabizbajo.
“Bueno era de esperarse, de seguro te hizo problemas por convertir a un vampiro y el sermoncito con los vínculos y todo eso… ¿No es así?” ella se rio, moviendo la mano en gesto de trivialidad, y esta vez fue el turno de Junsu para lucir sorprendido.
“Si, esa fue una causa, pero… ¿cómo lo supiste?”
“Porque los lobos son territoriales, es tan sencillo como eso. Era obvio que iba a poner el grito en el cielo si sabía que había alguien más que llevaba tu esencia por sus venas, bueno… ¿Hay otra razón por la que pelearon?”
“Yunho…” Junsu bajó la voz a tan sólo un susurro, casi como si se estuviese dando coraje, toda la discusión aún latente en su mente y todo lo que había llorado y balbuceado en su contra en los brazos de Hyukjae para sentirse mejor.
“Me engañó con otro lobo, y de hecho…me acabo de enterar de que yo no soy un híbrido completo porque su lobo interno nunca me aceptó y continúa unido al de él. Habló algo de que era su Sangre, realmente no entendí nada…”
Sivela sintió lástima al escuchar el tono cargado de dolor de su creación, era evidente que haber sido engañado había sido un golpe directo a sus entrañas porque se notaba que Junsu había depositado toda su fe en aquel licántropo. Una real pena.
“¡Ay, Junsu!” ella exclamó, lanzando un suspiro dramático. “¿Ves? Es por esa razón que no hay que confiar en lobos…ellos sólo confían en su propia especie y son leales a ellos. Los híbridos que existen, déjame decirte que deben ser casos especiales…porque la unión entre lobos tira más fuerte que cualquier otra cosa, es evidente que si el tal Yunho ya está unido a alguien el lazo lo arrastrara hacia él”
“Bueno, ya lo asumí y ahora tan sólo quiero…un tiempo para mí, y para vivir como vampiro. Tú eres la única persona a la que podía recurrir para esto, Sivela… ¿Te importaría aceptarnos aquí por un tiempo?”
“¡Claro que no!” Sivela le sonrió, radiante. “Para mí sería un placer, de verdad y veras que en un pestañeo te vas a olvidar de todo lo que tenga que ver con lobos, híbridos y cosas por el estilo. Además que tienes a Hyukjae a tu lado, y dudo que él te abandone… ¿O me equivoco?” ella clavó los ojos en Hyukjae y él inmediatamente negó con la cabeza.
“No, yo jamás voy a dejar el lado de Junsu. Estamos juntos en esto” Junsu le sonrió, tomando una mano entra la suya. Hyukjae reflejó su sonrisa y Sivela a su vez les sonrió.
“Claro que sí, yo ya percibía que ustedes tenían una relación más íntima que lo normal...” ella hizo una mueca sugestiva y Junsu se avergonzó ante su insinuación. Vestigios de la noche en que entrenó a Hyukjae a beber sangre humana y aquel beso lo azotaron con fuerza, recordando lo bien que se había sentido en toda su lujuria por sangre…
“Ya verás Junsu, dame tan sólo una semana de cacería y te habrás olvidado hasta del nombre de aquel licántropo” Sivela le sonrió ampliamente; el alba estaba ya cerca y ella propuso que continuaran hablando a la noche siguiente, invitándolos arriba a los ataúdes junto con ella. Junsu y Hyukjae compartieron el ataúd, siendo estrecho pero de alguna forma ambos se moldearon hasta quedar en una posición más cómoda; Junsu descansando sobre su figura, sólo sus ojos resplandecientes como luciérnagas plateadas aún abiertas en la oscuridad.
“Hyukkie” Junsu le susurró, tocando su codo con sus dedos “¿Estás dormido?”
“Mmm” Hyukjae murmuró, apenas abriendo un ojo. “Aún no, pero ya casi…esto es muy relajante”
“¿Estás feliz de haber regresado?” Junsu dejó descansar la cabeza sobre su pecho, sintiendo el peso del mentón de Hyukjae sobre su cabellera.
“Estoy feliz de haber salido del lugar que te hacia mal…no me gusta verte triste” Hyukjae le susurró.
“Perdón por haberte involucrado”
“Ni lo menciones, yo ya te dije que no voy a dejar de apoyarte…nunca”
“¿Tú crees que podamos llevar una vida aquí?” Junsu alzó tan sólo un poco el rostro, lo suficiente para escudriñar las facciones de Hyukjae con la mirada. Se sentía horriblemente dependiente de él, casi como una cosa simbiótica…
“Eso depende” Hyukjae le dijo, bajando la mirada hasta encontrarse con sus ojos. “¿Quieres rehacer tu vida aquí?”
“No lo sé…tan sólo quiero estar bien” musitó, volviendo a desplomar la cabeza sobre su torso.
“Y yo tan sólo quiero hacerte bien” sus palabras…expandieron una calidez por su pecho y Junsu sonrió contra sus ropajes.
“Tú siempre me has hecho bien” Junsu le susurró, suspirando y cerrando los ojos. Su vida podría ser un verdadero incierto actualmente, estaba destrozado y tan sólo quería tomar los pedazos y volver a ármalos para poder tomar un nuevo rumbo en su vida, pero estaba seguro…que con Hyukjae a su lado esperando por remendar sus pedazos…todo estaría bien.
Koiko: Ok, no tengo mucho tiempo para comentar porque tengo que viajar a mi otra ciudad…pero el capitulo habla por si solo.
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