Business Affairs - Cap. 13

“Yoochun se movió hasta que sus labios estaban contra la oreja de Min y respiraba con vehemencia. - ¿Es incómodo ahora?- Presionó sus caderas deliberadamente contra las de Changmin.”

En los días siguientes, Changmin continuó ignorando a Yoochun. Yoochun trató de acercarse a él, pero cada vez que Changmin lo veía venir, él prácticamente corría lejos.

Y por eso hoy, Yoochun estaba tomando medidas drásticas. No le importaba si tenía que sentarse ahí todo el día. Definitivamente, lo haría.

- Um, ¿Yoochun-sshi?

Yoochun miró hacia arriba desde detrás de la maceta de una planta para ver a Hankyung mirando hacia abajo. Su mirada con una expresión muy preocupada. - ¿Sí?

- Me preguntaba eh... Qué estabas haciendo detrás de la planta de marihuana.

Yoochun parpadeó lentamente. - Esto, mi querido amigo, se llama emboscada.

- Yo, eh... Bueno, está bien entonces.

Yoochun observó cómo Hankyung se alejó por el pasillo, lanzando una última mirada preocupada a Yoochun por encima del hombro.

- ¿Cómo se fijó que estaba aquí? - Murmuró Yoochun en voz baja, tomando las rodillas cerca de su pecho. - ¿Y dónde está Changmin?

Casi tan pronto como las palabras habían salido de sus labios, la puerta frente a él se abrió y Changmin se asomó comprobando por el pasillo antes de salir de su oficina. Yoochun esperó hasta que la puerta se cerró detrás de Changmin, y luego se abalanzó.

- ¡Aaaaaargh! - Gritó Changmin cuando alguien saltó y lo inmovilizó contra la pared. Su agitado corazón se volvió más lento cuando se encontró cara a cara con Yoochun, sintiendo un calor llenar sus mejillas.

- Hola, Minnie. - Dijo Yoochun con indiferencia.

- ¡Yah! - Gritó Changmin, pegándole a Yoochun en el hombro. - ¿Qué fue eso? ¡Me asustaste!

Yoochun se encogió de hombros. - Al menos estás hablando conmigo ahora. - Dijo.

Changmin miró hacia abajo. - No es como si yo no quisiera hablar contigo, yo solo...

- Me evitabas por todos los medios posibles. - Dijo Yoochun.

Changmin hizo una mueca. - Mira, lo siento. - Dijo. - Pero ¿qué esperabas?

- Claramente, no esto. Quiero decir, vamos Changmin, me debías un beso de todos modos. Era sólo por la apuesta.

- Pero...

- Pero, ¿qué? - Lo presionó Yoochun.

- Fue extraño, ¿de acuerdo? - Dijo Changmin.

- ¿Te hice sentir incómodo? - Dijo Yoochun con una leve sonrisa.

Changmin rodó los ojos. - Tú haces sentir a cualquiera incómodo.

- Pero a ti te gusta cuando te hago sentir incómodo, ¿no? - Preguntó Yoochun.

- Si digo que sí, vas a seguir molestándome, pero si digo que no me vas a mirar como un lindo perrito y me vas a hacer sentir culpable, ¿cierto? - Señaló Changmin.

Yoochun asintió.

- Bien, sí, me gusta cuando me haces sentir incómodo. - Resopló Changmin.

Yoochun sonrió. - Y yo soy el único que te gusta que te haga sentir incómodo, ¿no? - Presionó.

Changmin rodó los ojos de nuevo. - Sí, Yoochun, eres el único que me gusta que me haga sentir incómodo.

- Bien - Sonrió Yoochun. Antes de que Changmin pudiera protestar, Yoochun envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Changmin acariciando el hueco de su cuello. Yoochun sintió cómo Changmin se tensaba en sus brazos y lo apretó suavemente hasta que se relajara.

- ¿Esto te hace sentir incómodo? - Preguntó Yoochun inocentemente.

- No. - Murmuró Changmin, sus brazos enroscándose alrededor de los hombros de Yoochun. - Te extrañé - Agregó en voz baja.

Yoochun se rio en voz baja. - Es tu culpa - Advirtió. Yoochun se movió hasta que sus labios estaban contra la oreja de Min y respiraba con vehemencia. - ¿Es incómodo ahora?- Presionó sus caderas deliberadamente contra las de Changmin.

Changmin resopló y lo empujó. - Siempre tienes que arruinar un momento tierno, ¿no?

Yoochun parpadeó. - No tengo idea de lo que estás hablando, Minnie ~

Changmin se burló y se apartó de Yoochun, pero se detuvo cuando Yoochun exclamó. - ¡Omo!

Changmin se volvió hacia él con una ceja levantada. - ¿Qué?

- ¡Me di cuenta de algo! - Exclamó con entusiasmo.

- ¿Que eres un idiota? - Sugirió Changmin mordazmente.

Yoochun se limitó a sonreír. - No, no. Verás, en la escuela secundaria, mi apodo era Micky.

- Wow. Eso es interesante.

- Sí, un poco como Micky Mouse. Y tu apodo es Minnie.

- Capitán Obvio. - Murmuró Changmin.

- Al igual que Minnie Mouse. Y, ya sabes, Micky y Minnie estaban muy atraídos el uno por el otro.

Changmin comenzó a farfullar, y Yoochun se rio con ganas. - ¡Hablaré contigo después, Minnie!

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- ¿Estás listo para ir, Jae? - Preguntó Yunho apoyado en el borde del escritorio de su secretario.

- Sí, sólo espera un segundo. - Respondió Jaejoong distraídamente. El que Yunho saliera con Jae en el almuerzo se estaba convirtiendo en un hábito y durante los últimos tres días habían estado comiendo juntos en un café a cinco minutos del camino. Terminó de escribir la última frase y luego agarró su chaqueta antes de seguir a Yunho por el  pasillo.

- Vamos a hacer algo diferente hoy día - Le dijo Yunho. - Hoy vamos a ir a uno de mis restaurantes favoritos.

- Uh, no traje mucho dinero conmigo. - Dijo Jaejoong frotando la parte de atrás de su cuello. - Dudo que pueda pagarlo.

Yunho se burló. - ¿De verdad crees que voy a dejar que pagues?

- Um... ¿Sí?

Yunho le revolvió el pelo. - Tontito.

Jaejoong rio torpemente mientras se dirigían al ascensor. En los últimos día, Yunho lo trataba... De otra manera. No es que alguna vez lo hubiera tratado como un secretario normal, pero la diferencia se notaba. Ahora Yunho siempre andaba agradable y pensativo y hacía preguntas con más interés.

Eso hacía que mantener la regla de “sin compromiso” fuera bastante difícil.

- ¿Sabes? Me preguntaba si… - Comenzó Yunho cuando Jae se deslizó en el asiento del copiloto en su auto.

- Lo siento, pero yo no tengo sexo en los baños públicos - Lo interrumpió Jaejoong.

Un rubor se puso en las mejillas de Yunho. - Yo no iba a… No quise decir… - Tosió y luego continuó. - Yo iba a preguntar si te importa, uhm... hacer un poco de tiempo extra esta tarde.

Jaejoong sonrió. - No estaba tan lejos entonces, ¿no?

Yunho se mordió el labio inferior. - Sabes qué, no te preocupes por eso, yo solo estaba... Sí, sólo olvídalo.

Jaejoong se acercó y le pellizcó la mejilla. - Y me llamas tontito a mí - Le dijo en broma. - En serio, Yunnie, está bien. Estoy de acuerdo con esto.

Yunho aún se sonrojaba. - Está bien. Bien.

- Pero, ¿no crees que Sooyeon...?

- Está bien. - Respondió Yunho. - No te preocupes por ella.

Jaejoong se encogió de hombros. - Si tú lo dices.

El resto del viaje pasó con una mínima conversación. Yunho prendió la radio y Jae tarareaba en voz baja.

Cuando llegaron al restaurante, Yunho fue un perfecto caballero, abriendo la puerta del coche para él y sacando su silla. Eso hacía que en el pecho de Jae se acumulara un cierto calor y al mismo tiempo hacía que la bilis se acumulara en su garganta, porque él sabía que no significaba nada para Yunho.

La pregunta de Yunho había estado mucho tiempo en su mente, y Jaejoong de repente se preguntó si todo esto era una especie de «devolución» por el sexo. Podría ser que Yunho pensara que comprándole el almuerzo, de alguna manera, lo haría ganarse los favores sexuales.

Ese pensamiento mató su buen estado de ánimo, y durante el almuerzo apenas habló una palabra. Y aunque Yunho trató algunas veces de hacer que hablara, él mantuvo sus respuestas cortas.

¿Qué importa? Él está consiguiendo lo que quiere de mí de todos modos.

Cuando eran cinco para la una, Jaejoong se aclaró la garganta y miró su reloj. - Probablemente deberíamos irnos. - Sugirió. - Mi tiempo del almuerzo está terminando.

Yunho hizo una pausa, mirando a Jaejoong divertidamente. - ¿Me estás tomando el pelo? Estás con el jefe, relájate.

- Haha. Cierto. - Respondió Jaejoong.

- Me preguntaba - Comenzó Yunho, y vaciló. Jaejoong miró hacia arriba, levantando una ceja. - ¿Tú... Tienes novio?

- Hablamos de esto el otro día. - Le recordó Jaejoong.

- Sólo pensé que tal vez estabas...

- ¿Mintiendo? - Se burló Jaejoong. - ¿Por qué habría de hacerlo?

Yunho se encogió de hombros. - No lo sé.

Jaejoong suspiró. - No, Yunho, yo no estaba mintiendo. No tengo pareja.

- ¿Pero por qué? - Preguntó Yunho. - Tú no deberías estar solo. Quiero decir, mírate.

- ¿Por qué te importa? - Preguntó Jaejoong. No es como si tú fueras el que duerme con tu jefe como una puta y luego te vas a casa, abres la puerta y te encuentras con una habitación vacía.

- Somos amigos. - Respondió Yunho. - ¿Acaso no tengo permitido preocuparme por ti?

Jaejoong suspiró, masajeando su sien con cansancio. - Está bien. Preocúpate todo lo que quieras.

Yunho frunció el ceño. - ¿Estás enojado conmigo?

- No, solo estoy enojado conmigo mismo. - Murmuró Jaejoong. - Lo siento.

- No tienes que... Quiero decir, esta tarde, no tienes que venir si no quieres.

- Voy a estar bien esta tarde. - Le aseguró Jaejoong con una sonrisa forzada. - Confía en mí.

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Cuando Yunho llegó a casa, se encontró con Sooyeon sentada en la sala, esperándolo. Él pasó por delante de ella con un rápido “hola, cariño".

Ella frunció el ceño y salió tras él, cruzando los brazos sobre el pecho. - ¿Dónde has estado?

- Trabajo. Tuve que hacer horas extras. - Mintió Yunho con facilidad sin mirarla a los ojos. La imagen desnuda de Jaejoong  tendido sobre su escritorio cruzó por su mente, y él tuvo que darse vuelta para ocultar su sonrisa.

- ¿Por una hora entera? - Preguntó Sooyeon, sospechando.

- Mm- hmm. - Murmuró Yunho aflojándose la corbata. Iba a quitarse su chaqueta, pero se detuvo, recordando a tiempo lo que había pasado.

- Quiero que ella vea - Ronroneó Jaejoong con los labios contra su oído, mientras sus dedos se arrastraban por la espalda de Yunho. Mordió con fuerza el cuello de Yunho justo por encima del cuello de su camisa. - Quiero que ella sepa que este cuerpo me pertenece.

El calor recorrió  a Yunho al recordar, estaba agradecido de que su chaqueta cubriera la marca. No estaba seguro de cómo iba a ocultar el chupón después de la ducha, aunque... Tal vez tendría que robar un poco de maquillaje de Sooyeon y aplicar un poco de corrector.

- ¿Qué te pasa últimamente? - Preguntó molesta Sooyeon mirando a Yunho. - Saliendo con tus amigos, volviendo a casa a la hora que se te da la gana. Ni siquiera me estás poniendo atención en este momento, ¿verdad? ¡YAH! ¡Te estoy hablando a ti!

- Lo siento, ¿qué?

Sooyeon dejó escapar un sonido de frustración. - Voy a salir. Consíguete tu propia cena.

Yunho esperó hasta que oyó cerrarse la puerta principal detrás de ella, y luego suspiró con alivio. Cogió un paquete de ramen instantáneo, y se preguntó vagamente si Jaejoong era un buen cocinero.

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