Un año después...
Junsu logró tener mas contacto con el pequeño Jun, había logrado ganarse su total confianza.
En muy poco tiempo, el pequeño le dijo, inconscientemente, toda y más información de la que quería saber. Ahora Junsu sabía que el chico era ni nada más ni nada menos que el primer hijo de Changmin y que esto Jaejoong también lo sabía.
Jun no sabía si era bueno contar cosas tan personales a prácticamente un desconocido, pero el muchacho mayor parecía confiable, aparte era agradable charlar con alguien. Pero la imagen que tenía de él era totalmente errónea y Junsu pensó que al fin tenía lo que quería, un anzuelo.
...Ahora solo faltaba el momento…
…………………………………….
Un año había pasado desde el rescate de los gemelos. Desde la muerte de la que llegó a considerar como su mejor amiga.
-¡Jaejoong! ¡Ven rápido!- Gritó Changmin.
Jaejoong ya hacía en el despacho de su padre y se alertó al escuchar a su novio gritar. Se levantó de la silla y salió corriendo a su habitación.
-¿Qué pasa?- Dijo.
Miró a Changmin sonreír y mostrar el motivo por él cual lo había llamado.
Melody y Jaemin ya hacían de pie por su propia cuenta y riendo inocentemente.
La expresión del joven padre era de sorpresa, una emotiva sonrisa se formó.
Changmin se puso a la altura de los bebés sin dejar de sonreír.
-Vayan con papá- Dijo y los bebés poco a poco empezaron a caminar.
Jae hizo lo mismo que su novio he hizo señal con sus manos para que los bebés se acercaran. Una vez en sus brazos los cargó besando a ambos en sus pequeñas frentes.
Se acercó y besó los labios de Changmin.
-Changmin tengo una pregunta que hacerte- Dijo sonando misterioso.
-¿Eh? ¿Cuál?-
Jaejoong sonrió, dio la media vuelta y salió con los bebes.
-Te esperó para cenar, ¿de acuerdo?-
-…- Changmin frunció el ceño. “Se ha vuelto loco, ahora si de verdad” pensó.
Miró el reloj, tenía tiempo de tomar un baño antes de que lo llamaran a comer.
El agua caliente cayendo en su cuerpo desnudo lo relajaba, lo atrapaba en una lluvia de pensamientos y recuerdos, entre ellos los más importantes y a la vez dolorosos.
Sonrió, no podía borrar el pasado, pero tampoco podía evitarlo. Pero ahora en su vida ya no había más dolor, tenía una gran y fantástica, un novio maravilloso y dos hermosos hijos de él, eso sin dejar de lado el reencuentro con su primer hijo que le fue arrebatado desde que nació.
“Es cierto” pensó. “No he visitado a Jun desde hace mucho”. Desde hace un año que solo había visitado al chico contadas veces.
Una vez terminó, salió a la habitación con su bata y observó que su playera casual y sus pantalones cortos habían sido cambiados por una combinación elegante; un pantalón negro de vestir y una blanca camisa de manga larga. Una notita terminaba de indicar que había sido Jae personalmente quien hizo esto.
“Me tomé la molestia de prepararte esto.”
~Jae.
Changmin miró una vez más las prendas arqueando una ceja y sonriendo de medio lado.
-Ya está escogiendo como vestirme, ¿qué es lo próximo? ¿prohibirme salir?- Bromeó para sí.
Una vez terminó de vestirse y arreglarse, este estaba dispuesto a salir.
Abajó, Jaejoong estaba al pie de las escaleras principales vestido de igual forma que Changmin, solo que su camisa era totalmente negra.
Todo estaba marchando bien, solo faltaba la presencia del menor.
-Jae- Dijo desde arriba.
El mencionado se dio la vuelta y le observo, no pudo evitar sonrojarse al verlo.
El menor, quien ya hacia en la cima de las escaleras, notó la expresión de su novio y sonrió igualmente sonrojado.
-Eres muy guapo, ¿lo sabias?- Dijo Jae.
-Si, lo sé, jeje- Bromeó Min. -¿Porqué me tendría que poner ropa elegante para cenar un plato de cereal?-
Jaejoong le miró y sonrió.
-Porque vamos a cambiar ese plato de cereal por otra cosa-
Se dirigieron a la sala donde, inesperadamente, había invitados.
Changmin sonrió curioso y la vez confuso.
Yunho, el señor Sang incluso pocos socios y socias de este último estaban ahí, pero de quien no había rastro era de Junsu.
-Buenas noches, damas y caballeros- Comenzó cortésmente Jaejoong. -Muchas gracias por estar aquí esta noche, el motivo es una cena, pero déjenme decirles que no es una cena común, es una que espero se quede para siempre como recuerdo- Dijo volteando hacia Changmin. Levantó su brazo para indicarle a Changmin que con su mano tomara la suya. El chico la tomo y Jaejoong siguió hablando. -...un grato recuerdo- Dijo.
Acto seguido, Jaejoong se hincó sin dejar de tomar la mano de un sorpresivo Changmin.
-Changmin- Comenzó. -Han pasado casi tres años que te conozco. En todo este tiempo me he dado cuenta que quiero protegerte y cuidarte, a ti y a nuestros hijos, quiero que nada les falte… Y sobre todo…- Dijo. Sacando de su bolsillo un pequeño estuche color rojo, curioso a simple vista. -...Nunca quiero separarte de ustedes. Es por eso que quiero preguntarte…- Abrió el estuche dejando ver su contenido, un brillante y delgado anillo color plata con una pequeña joya color carmesí incrustada en él. -...¿Te casarías conmigo?-
Changmin quedó boquiabierto, con que esto es a lo que se refería con “hacerle una pregunta”, sonrió. Él solo quería un plato de cereal antes de dormir, no esperaba esto.
El silencio se hizo presente por unos segundos, Jaejoong estaba empezando a preocuparse de que Changmin no contestara, hubiera entendido si la respuesta fuera una negativa, pero esperaba un glorioso…
-Si- finalmente soltó Changmin al borde del llanto. -Claro que acepto-
Jaejoong tomó el anillo, la mano izquierda de Changmin y se lo coloco en el dedo anular de la misma.
Los presente aplaudieron el acto, conmovidos.
Después los invitados y ellos pasaron al comedor para la cena que se llevaría a cabo, la celebración se prolongó hasta la una de la madrugada cuando se fue el último invitado, Jaemin y Melody habían caído rendidos hace un buen rato y todos decidieron que era tiempo de hacer lo mismo, después de desear buenas noches a todos, los futuros esposos caminaron hacía su habitación con un gemelo cada uno.
Al llegar, colocaron con cuidado a los bebés en sus respectivas cunas. Sonrieron.
-Son hermosos- Dijo Changmin.
-Claro que lo son. Se parecen a ti-
Changmin le miró.
-Se parecen más a ti- Corrigió y sonrió. -Y mucho- Comenzó a acariciar a Melody. -Y me digas ella-
Jaejoong sonrió y quiso bromear.
-Ham… ¿Entonces quieres decir que tengo cara de niña?-
Changmin lo miró frunciendo en ceño.
-No- Dijo siguiendo el juego. -No mucho, digo-
Ambos rieron y sus miradas estaban atentas una a la otra.
Jaejoong se acercó y con su mano tomo lentamente una de las mejillas de Changmin y comenzó a acariciarla. Acercó su rostro más al de él, tímidamente a pesar de haberlo hecho muchas veces antes y lo besó, un casto pero apasionado beso se hizo presente.
Poco a poco lo fue recorriendo hasta llegar a la cama donde se acostaron sin dejar de besarse. Las caricias del uno al otro eran tiernas y apasionadas.
Lentamente, Jaejoong desabotonó la camisa del menor dejando al descubierto su torso, empezó a descender por su cuello besándolo, pasando por su pecho y tocando delicadamente los rosados pezones con sus manos.
Changmin gimió silenciosamente y eso provocaba el despertar del deseo en Jaejoong. Con una de sus manos empezó a acariciar el cabello del mayor.
Jaejoong terminó de quitar la prenda que hasta ese momento estorbaba, pasó a dar pequeñas raspadas con sus dientes en el abdomen ahora descubierto de Changmin. Sus manos dejaron de estimular sus ya erectos botoncitos para pasar a estimular su entrepierna. Por encima de la tela empezaba a sobar aquel miembro ya despierto, su boca terminaba de estimularlo dando simuladas mordidas.
Changmin intentaba que sus gemidos no se escucharan fuerte, cosa que le estaba costando trabajo con tal grado de excitación.
Jae comenzó a desabrochar el cinturón y posteriormente el broche y bragueta del elegante pantalón para dejar descubierto la prenda interior. Siguió dando suaves masajes y leves mordidas.
Para Changmin esto era prácticamente nuevo, a pesar de que él, como muchos, practicaba la autocomplacencia sexual, nunca antes Jaejoong había optado por ser él ahora quien le complazca en esa zona tan sensible. En otras palabras, era la primera vez que Jaejoong le haría sexo oral.
El momento glorioso había llegado, el mayor liberó el falo de la prisión de tela y delicadamente empezó a bajar y subir aquella suave piel mientras depositaba pequeños besos acompañados de leves rastros de saliva.
-Agh…- Gemía Min, mientras tenía los ojos cerrados y poco a poco los dedos de los pies y manos se le empezaban a contraer.
Jae notó los gestos de su pareja y sonrió pícaramente. Después de lubricar lo suficiente, lo introdujo a su boca para comenzar a lamerlo como si de una paleta de caramelo se tratase, acto que hizo repetidas veces.
Changmin con esto último terminó de enloquecer. Definitivamente esa nueva experiencia se estaba llevando todo lo que le quedaba de cordura.
Jae terminó de quitar las prendas de Min de una vez sin dejar de estar en su trabajo. El momento final había llegado, Changmin había eyaculado tanto en su boca como en su mano.
El menor, bañado en sudor respiraba agitado, esa había sido una deliciosa experiencia… Más no era suficiente.
Jaejoong subió lentamente hasta llegar a la boca de Changmin donde compartieron la esencia de este último con un beso. El mayor se despojó de su propia ropa y de nuevo con su boca comenzó a estimular y lubricar la entrada del menor, con una mano separaba los dos perfectos óvalos que conformaban su trasero y con la otra se masturbaba. Una vez estuvo preparado, levanto un poco más el trasero de Changmin y comenzó a rozarlo con su miembro ya erecto.
-Agh… Jae-e- Gemía Changmin. Su respiración volvía a ser acelerada y entrecortada, solo dejaba que la adrenalina lo consumiera mientras una segunda erección se avecinaba.
Jaejoong tomó su propia erección y la dirigió a la lubricada entrada del menor donde comenzó a penetrarlo con sumo cuidado y empezar con el famoso “mete-saca”.
Changmin arrastró con sus manos las sabanas bajo él, estaba seguro que su cara debía estar tan roja como un tomate. Quien estaba tras él comenzó a darle pequeños empujones donde cada uno de ellos tenía un “algo” especial. Pronto el ritmo se aceleraba hasta convertir esos empujones en fuertes embestidas.
Jaejoong, mientras que con una mano sostenía fuertemente las caderas del chico delante de él, con la otra empezó a recorrer la blanquecina espalda de este, sintiendo lo suave y tersa que era. Llegó hasta su cabellera donde la tomó halando hacía atrás haciendo un poco de fuerza.
-Agh… Jae-e yo- Seguía. -N-no p-pa-pare-s-
A Jaejoong escuchar esas forzadas palabras le subía más la temperatura. Cambió de posición, se acostó sobre la cama y ahora Changmin se encontraba sentado sobre él, cabalgando aquel órgano.
Min se inclinó más para besar la boca de su novio, sentía que aquello que ya hacía en su interior lo partiría en dos.
-Changmin-ah eres tan delicioso- Decía en su obvia excitación.
Pronto volvieron a cambiar de posición, esta vez Changmin acostado boca abajo en la cama y Jaejoong sobre él. Las embestidas habían perdido ritmo, ahora eran más apasionadas y tiernas. Jae aprisionó el torso de Changmin con sus brazos, la temperatura de ambos parecía que iniciarían un incendio.
-Agh… Ya no aguanto- Susurraba Jae.
-Hmmp…- Pujaba el menor.
-Min-ah me… v-vengo-
De pronto las embestidas volvieron a cobrar fuerzas.
-Aaahhh…-
-Jae, yo… agh…-
El final llegó, esta vez para ambos. Fue el orgasmo más largo y placentero que hayan tenido jamás. Jaejoong eyaculó dentro del menor mientras que este lo hizo sobre su mano y la sabana.
Jae tomó su propio miembro que iba perdiendo fuerza y comenzó a acercar su propia esencia de vuelta a la entrada de Changmin.
Ambos, agitados, tomaron una breve pausa para estabilizarse. Changmin quien acariciaba el desnudo pecho de su acompañante, se acercó para volver a sentir sus húmedos labios.
-Te amo, Jae-hyung- Sonrió.
-También te amo, te amo demasiado-
Se levantaron, tomaron un baño juntos donde hubo besos y caricias traviesas. Al salir se tiraron a la cama con la bata de baño aún puesta y durmieron entrelazando sus cuerpos húmedos por el agua.
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Días después, Junsu se dirigía hacía el parque que ahora él frecuentaba. Antes de doblar la esquina se percató de una escena; Jaejoong y Changmin estaban hablando con Jun, le entregaban un sobre.
Los vio irse no sin antes ver a Changmin abrazar y acariciar el cabello de Jun.
“Que conmovedor” Pensó sarcásticamente.
Una vez Jun quedó solo, se aproximó.
-Hola, Jun- Saludó amablemente.
-¡Hola, Junsu!- Contestó entusiasta.
-¿Como te encuentras?-
-¡Muy feliz! Me acaban de dar una buena noticia-
-¿Ah sí?- Dijo esbozando una sonrisa, pareciendo curioso del asunto. -¿Se podría saber cuál es esa grandiosa noticia?-
-Mi amigo, del que te he hablado, se va a casar-
La sonrisa del chico mayor fue desapareciendo.
-¿Casar?-
-Si, mira- Le mostró el sobre antes dado por Changmin. -Me acaba de dar la invitación y la de mis papás-
Junsu tomó la invitación, donde en la portada ya hacían la leyenda “J & C” en letras relieve y de color doradas.
Un nudo se le formó en la garganta, evitó llorar, ya sabía que era cuestión de tiempo para eso, pero aún así dolía, dolía mucho. Consiguió descartar todo tipo de pensamiento sentimental y pasó a proseguir con su plan. Los elementos ya estaban completos; El anzuelo, el objetivo y, ahora, el lugar.
Después de charlar un rato, Junsu decidió que era tiempo de irse. No sin antes decirle a Jun que esta sería la última vez que conversarían, pero que no se preocupara que muy pronto se verían de nuevo. “Por ultima vez nos veremos” Pensó consumido por el odio. Ahora ya no ocuparía más información de aquel niño ya que él mismo iría hacia la boca del lobo.
El camino a casa se la pasó pensando en porque no se habría dado cuenta del compromiso antes. De pronto vino el recuerdo…
~FLASHBACK~
Junsu regresaba a casa después de otra tonta conversación con aquel chiquillo que empezaba a molestarlo.
Escuchó un alboroto que provenía del comedor. Seguro sería su tío y sus aclamados socios. Estaba a punto de llegar al piso de arriba cuando una voz lo detuvo.
-Junnie- Le llamó cariñosamente Yunho.
El mencionado se giró inmediatamente, era raro que él le llamara tan cariñosamente. Frunció el ceño.
-¿Si?-
-Yo…- Empezó, inconscientemente se sonrojó. -Están todos reunidos en el comedor, ven con nosotros estamos festejando el…-
-No me interesa que es lo que estén celebrando- Contestó Junsu, interrumpiéndolo.
-Pero, Junsu…-
-¡Ya te dije que no! ¡¿No Entiendes?!- Contestó de mala gana y siguió su camino hasta su habitación cerrando la puerta tras sí.
-…- Yunho agachó la mirada. Le dolía como Junsu le trataba.
Se dio la media vuelta y regresó al comedor.
~FIN DE FLASHBACK~
Al llegar a casa, nada más cruzar la puerta se encontró a Yunho quien venía bajando las escaleras principales.
-Junsu- Sonrió nada más verlo.
-¿Qué?-
-¿Qué te pondrás para la boda?- Preguntó no encontrando otro tema de conversación.
-¿De qué hablas?- Fingió.
-Ham… D-d-e la boda- Tartamudeó.
-¿De qué boda?-
-¿Eh? ¡Ha, ya!- Exclamó. -Esa vez que no quisiste acompañarnos a cenar, Jaejoong y Changmin se comprometieron- Dijo.
Junsu le miró, sus ojos comenzaban a brillar. A pesar de saberlo ya, aún así no podía resistirlo.
-Junsu…- Le mencionó. Empezó a acercarse a él. -...Lo siento yo… no quise...- Intentó abrazarlo.
Junsu lo hizo a un lado violentamente y salió corriendo a su habitación.
Una vez ahí, cerró con la misma violencia la puerta y se trago las inmensas ganas de llorar. Suspiraba, inhalaba y exhalaba aire. Sonrió con malicia.
-Yo mismo me encargaré que tu boda sea un día que nunca olvides- Dijo para sí.
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El día de la boda había llegado. Changmin, desde la ventana, podía ver el enorme movimiento que se estaba haciendo en la planta de abajo y en el patio de atrás, los empleados iban de un lugar cargando esto y acomodando lo otro. Suspiró.
Al fin estaba a punto de ser aún más feliz. En pocos minutos se convertiría en el esposo de Jaejoong, el hombre que amaba. Al estar solo en aquella habitación sus recuerdos volvían invadirlo. Estaba feliz, si. Pero tenía miedo de que todo fuera un sueño, tenía miedo a despertar.
Los bebés estaban siendo preparados, tenían que ser los principales en estar presentables.
Changmin vestía con un elegante traje color negro, una pequeña rosa blanca altamente decorada sobresalía de su saco. La miró. Una de sus manos la alcanzó y sonrió. “Todo estará bien” Pensó.
Alguien tocando a la puerta lo distrajo.
-Adelante- Dijo.
La puerta se abrió dejando ver a Jaejoong. Ambos sonrieron.
-¿Qué haces aquí?- Bromeó Min. -¿No ves que es de mala suerte vernos antes de la boda?-
-Jeje, no seas supersticioso- Respondió.
-Bueno- Min siguió bromeando. -Si te quedas estéril no me reclames después-
-Hum…- Hizo un puchero. -¿Por qué tendría que quedar estéril? … Más bien, ¿Por qué tengo que ser yo el afectado?-
Ambos rieron. Jaejoong se acercó y tomó las manos de su prometido.
-Estas muy guapo- Dijo haciendo que el otro se sonrojara.
-Joven Kim- Se escuchó una voz y ambos voltearon a la puerta. -Disculpe la interrupción, pero ya está aquí- Avisó.
-Perfecto- Jaejoong esbozó una gran sonrisa. -Gracias- Dicho esto el informante se retiró.
Changmin le miró curioso.
-¿A quién se refiere?- Preguntó.
-Ya lo verás- Lo tomó del brazo y salieron hacia la planta de abajo, específicamente a la entrada de inmensa casa.
Ante ellos estaba un coche color negro brillante, una pequeña pero imponente fuerza de seguridad vigilaba y estaba atenta al descenso de la silueta femenina que bajaba de aquel lujoso vehículo.
Changmin la miró más detenidamente. Con cabellos abundantes color rojo fuego, una estatura muy alta -a su parecer-, un delgado pero cuidado físico y unos ojos atractivos eran los elementos para que el muchacho quedara fascinado. “Es hermosa” Pensó.
-¡Mamá!- Expresó Jae al verla bajar completamente del vehículo.
-¡Mon amour!- Contestó emocionada la bella mujer.
Jaejoong se acercó más a ella y la envolvió en un cálido y nostálgico abrazo.
-Te extrañe mucho-
-Yo igual, mi amor- Contestó. -No hubo un solo día que no dejara de pensar en ti y cuando tu padre me llamó para avisarme que te casarías decidí tomarme unas vacaciones de mis labores y venir con ustedes-
Jaejoong sonrió y después de la emotiva bienvenida, este la tomó del brazo como un caballero y ambos se acercaron a un Changmin que seguía fascinado.
Estaba fascinado y al mismo tiempo confundido, más no enojado, es decir Jaejoong nunca había mencionado a su madre, siempre pensó que el señor era un hombre soltero. Sabía que Jae era adoptado, y eso fue por que lo descubrió por sus propios medios, nadie se lo dijo directamente. Pero no sabía que había una mamá en aquella familia. Le tendría que pedir una explicación después o en el peor de los casos un diagrama genealógico.
-Mamá, él es mi prometido- Dijo Jae, sacando al chico de sus pensamientos.
-¡Ah!- Reaccionó Min. -Changmin, Shim Changmin- Dijo su nombre haciendo una reverencia. -Mucho gusto-
Aquella mujer se acercó a él con una gran sonrisa.
-Mucho gusto- Contestó ella, demostrando la perfecta dominación del idioma. -Mi nombre es Mylène, Gautier Mylène- Y como si de viejos conocidos que no se han visto en mucho tiempo se tratase, se abalanzo sobre él en un tierno abrazo que Changmin no supo como reaccionar. Acto seguido posó sus manos en su rostro. -En realidad que eres muy guapo- Dijo. -Pero se que no solo tu físico fue lo que atrajo a mi Jae. Él siempre ve el interior de las personas, las comprende-
-¡Mamá!- Expresó en tono juguetón. -¿No ves que con que dices haces sonrojar a mi pobre Min?- Rió.
Y era verdad. Changmin estaba tan sonrojado y un poco avergonzado.
-Mi mamá es Francesa- Dijo a Changmin. -Pero como te habrás dado cuenta domina a la perfección nuestro idioma-
Changmin asintió, aún apenado.
-Bueno- Siguió la mujer. -Tu padre dijo que tenemos nietos, ¿donde están?- Pregunto emocionada.
-¡Ah! ¡Cierto!- Exclamó Jae y pidió a una de las muchachas que la llevaran a donde tenían a los bebés.
La señora Mylène la siguió dentro de la casa.
-Pero…- Comenzó Min. -...Pensé que no tenías madre-
Jae lo miró, arqueó una ceja y rió.
-¿Debo sentirme ofendido por ese comentario?-
-No, no, no- Changmin se sonrojó de nuevo, revisando mentalmente lo que había dicho. -Yo… Bueno… Tu sabes a lo que me refiero- Dijo.
-Bueno, realmente no lo vi necesario- Confesó Jaejoong. -Discúlpame-
-Hum… tonto- Susurró.
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Arriba. Junsu observaba desde su ventana. Pudo notar la llegada de su tía que no había visto en años y ver como Jae y Min la recibían.
Pero el que él consideraba “el invitado de honor” aún no llegaba, por un momento se preocupó, no quería ver sus planes arruinados por la culpa de un maldito y molesto chiquillo.
Esperó unos minutos más y por fin su corazón recuperó su ritmo cardiaco al ver a Jun llegar a la casa.
-Perfecto- Dijo para sí. -Que empiece la celebración-
…………………………………………
-Chicos- Dijo el señor Sang. -La jueza acaba de llegar-
-Bien- Asintieron. -Iremos enseguida-
-Si, esta bien, le dará tiempo de prepararse-
Una vez el señor Sang los dejó solos, estos se tomaron un tiempo para relajarse.
-¿Nervioso?- Preguntó Jae.
-…- Min sonrió. -Un poco. ¿Y tú?-
-Igual- Contesto. -Si quieres me adelanto para asegurarme que ya todo está listo-
Changmin asintió y cuando quedó completamente solo, su celular sonó y le hizo dar un pequeño salto.
Era un numero desconocido, pero aún así atendió.
-¿Diga?- La voz que escuchaba al otro lado era la de Jun quien no sonaba muy normal. -Bien, no te muevas, voy por ti-
Al momento de colgar, se levantó y se dirigió hacía la sala, lugar donde Jun le digo estar.
Cada paso que daba le sonaba a advertencia, no sabía porque.
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Jaejoong salió al jardín y vio a sus invitados, la jueza hizo indicación que todo estaba listo. Todos estaban en sus lugares; sus padres con sus bebés, Yunho, los invitados como la doctora Nanchung y los padres de Jun.
Volteó a todos lados… faltaba alguien. Ahora su expresión era como si hubiera visto un fantasma. Se aterró y tuvo un mal presentimiento.
Regresó por Changmin rápidamente.
-¿Changmin?-
Se asustó al no verlo en donde lo había dejado.
-¡¿Changmin, en donde estas?!- Gritó.
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Minutos antes de salir a la ceremonia, Jun se quedó en la vacía sala observando el gran espacio de aquella inmensa sala.
-Hola, Jun- Le saludaron.
Jun se asustó ante el llamado.
-Junsu- Dijo. -Hola, ¿qué haces aquí?-
Jun presintió algo malo en ese momento.
-Vivo aquí- Contesto, altanero.
-¿Entonces conoces a Changmin?- Preguntó, confundido. -¿Porqué no me dijiste?-
-Bueno, digamos que él me quiere quitar algo que es mio y por eso no me llevo bien con él-
-¿A qué te refieres?-
-Ya lo sabrás-
Jun le miró confundido.
-Bueno- Dijo el niño. -Tengo que ir con los demás-
-No, Jun- Se aproximó a tomarlo por el brazo. -Tu no te mueves hasta que te lo ordene- Le dijo apuntándole con un arma de fuego.
Jun se atemorizó.
Junsu sacó su celular y se lo pasó Jun.
-Marca el número de Changmin- Ordenó. Estaba cien por ciento seguro que Changmin no tenía su numero registrado y usó eso a su favor.
Jun comenzó a marcar, le temblaban las manos.
-¿Diga?- Se escuchó del otro lado.
-Changmin- Contestó, aún más asustado. -Me he perdido, es que la casa tiene muchas habitaciones. Creo que estoy la sala- Dijo lo primero que se le ocurrió, sus palabras no se coordinaban del todo.
-Bien, no te muevas, voy por ti- Contestó.
-Ok-
Al terminó de la llamada, Junsu arrebató el artefacto al niño pero sin dejar de apuntarle.
-Ahora solo esperar a que llegue el bastardo- Dijo. -No te muevas o no saldrán vivos ninguno de los dos- Dicho esto, Junsu se puso contra la pared para no ser visto al momento de la llegada de Changmin.
El pequeño Jun estaba helado de los nervios, casi temblaba.
-¡Jun!- Le llamaron. Changmin había llegado hasta él en la sala. -Vamos, Jun- Dijo. -Todos ya están en su lugar- El niño parecía paralizado y pudo notar un leve temblor en él. -¿Te encuentras bien?-
-…-
Changmin se aproximó más a él y notó como desvió momentáneamente la mirada hacía un lado, parecía que veía algo.
-¿Jun?-
Changmin tomó lentamente del brazo al menor y estaba dispuesto a salir con él hacía la ceremonia. Pero al momento de darse la vuelta notó con miedo la presencia de Junsu apuntándole con un arma.
-¿Pero que…?- Dijo.
-¡Cállate!- Le interrumpió Junsu. -Como ansiaba este momento- Se relamió los labios.
-¿Qué te traes ahora, Junsu?- Preguntó.
-Sencillo, te alejaré de Jae de una vez por todas- Un chasquido sonó proveniente del arma empuñada.
La voz de Jaejoong llamando a Changmin sonó.
-Ni te atrevas a contestar- Advirtió.
Changmin estaba preso del miedo.
-Caminen, los dos y dense prisa- Dijo haciendo seña de que se aproximaran a la puerta.
-Por favor, deja ir a Jun. Yo iré- Pidió.
-No puedo dejar testigos, lo siento- Se disculpó falsamente. -Ahora, hagan lo que les digo sino quieres que la primera bala sea para el niño-
Changmin tomó por los hombros a Jun y se aproximaron a la puerta la cual abrieron con cautela.
Momentos después, Jaejoong atravesó el lobby para llegar a la sala, su corazón estaba que se salía de su pecho y su respiración era agitada a causa del miedo.
-¡¿Changmin?!- Gritó llamándolo.
De pronto escuchó un automóvil encenderse desde la cochera, se aproximó a la gran ventana de sala y movió una de las largas cortinas. El vehículo estaba saliendo sin ninguna precaución del lugar. Sin más salió corriendo a la cochera solo para ver el auto marcharse pero alcanzó a ver que quien estaba al volante no era otro más que Junsu y que la parte de atrás estaba ocupada por Changmin y el niño Jun.
Sin pensarlo, tomó otro automóvil y salió logrando alcanzar al de Junsu. En el trayecto, sacó su celular y empezó a marcar al número de su padre, necesitaba ayuda. El tono de marcar sonaba.
-Contesta, contesta…- Rezaba.
-¿Jae?- Se escuchó. -¿En dónde están? Solo faltan ustedes- Reclamó su padre.
-Papá, escucha, Junsu se llevó a Changmin y a Jun- Dijo sin rodeos. -Necesito ayuda-
-¿Qué? ¿En dónde estas?- Preguntó Sang, preocupado.
Una vez Jaejoong le dio indicaciones de donde se encontraba hubo una gran movilización en la casa donde se llevaría acabo la boda.
El señor Sang pidió disculpas a los invitados, pero que el evento planeado el día de hoy se suspendería por el momento.
Los invitados se miraron extrañados entre ellos.
Sang se aproximó a los padres de Jun guiándose por el nombre y rasgos que le habría descrito Jae hace unos momentos, ellos aún no sabían nada.
-¿Ustedes son los señores Park?-
Ambos asintieron.
-Vengan conmigo, por favor-
La pareja se levantó y siguió al hombre.
En el despacho tuvo tiempo de presentarse y explicar que es lo que sucedía. La noticia afectó mucho a Yeeun ya que se desmayó de la impresión y Yoochun trataba de mantener la calma pero estaba igual o peor de afectado con la noticia.
El señor Sang pidió a los empleados que los atendieran rápido y a su esposa que se quedara con ellos para tratar de tranquilizarlos. De igual forma ordenó a algunos de sus hombre que mantuvieran vigilados a los bebés.
Salió de la casa con una buena brigada de hombres armados en dirección a los rumbos donde Jae le había informado que se encontraba.
Tomó el teléfono y comenzó a marcarle.
-¿Hijo?- Preguntó. -¿Ya lograste localizarlo?-
-Lo perdí de vista- Contestó con rabia.
-Tranquilo, no desesperes- Dijo. -Lo encontraremos-
Minutos después, se reunieron.
Jaejoong ya hacía recargado en su propio automóvil. Frustrado.
-Jae- Habló Sang al bajar del vehículo.
-Lo perdí, papá- Dijo, con un hilo de voz.
-¿Dónde fue la última vez que los viste antes de perderlo de vista?-
Jaejoong se giró y miró hacia un tramo de carretera.
-Dio vuelta en esa dirección y se perdió entre el tráfico- Indicó.
El señor Sang miró detenidamente, reconoció de inmediato. Hacía mucho tiempo que no pasa por ese lugar, recordaba que siempre tomaba ese camino para cuando visitaba a su hermano y su esposa-en paz descansen-, padres de Junsu.
Podría estar equivocado, pero podría no estarlo al tener una idea de donde se podría encontrar Junsu y sus rehenes.
La casa que dejó su hermano jamás se vendió o se le dio otro uso, solo se quedó atrapada en el tiempo. Para esos momentos debía estar algo deteriorada.
-Jae- Dijo. -Sube al auto y síguenos- Indicó.
-…- Jaejoong le miró confuso. -¿Papá?- Fue lo único que dijo.
-Creo saber donde podemos encontrar a Changmin- Dijo, devolviendo esperanza a su hijo.
Sin más, todos los presentes abordaron sus respectivos vehículos y siguieron al señor Sang quien iba a la cabeza. La velocidad del los coches aumentaba y con ella la adrenalina.
El coche del señor Sang se detuvo seguido por el de Jaejoong.
La zona en la que se encontraban estaba solitaria y, al bajar de sus autos se encontraron frente a ellos una enorme casa con signos de completo abandono.
Jae notó el auto de Junsu estacionado sin ningún cuidado frente a la casa deteriorada.
-¡Rápido! ¡Está adentro!- Oyó gritar a uno de los hombres del señor Sang.
Jaejoong empuño en su mano una pequeña pero potente pistola y se apresuró a llegar a la entrada de la casa, cuya puerta ya hacía derribada. Llegó a las escaleras, no dudo en subir pero a medio camino un grito desgarrado sonó.
-¡¡¡NOOOO!!!-
Era Changmin, no había duda.
Después se escuchó un fuerte estruendo; el sonido de una bala disparándose.
Jaejoong se quedó petrificado y su corazón se volvió a acelerar. Segundos después subió por completo, ahora lleno de ira.
-¡¡¡CHANGMIN!!!- Gritó.
noooo!!! waaa que es lo que ocurriooo odia al junsu e esta historia usando a jun para deshacerse de Min!!! waa si tanto ama a jae por que le hace la vida imposible!!! buenisimoo quiero saber que va a pasar!!
ResponderEliminarNo puede ser posible!!!!!!!! maldito Junsu, creí que en el capítulo anterior se había salvado, por los gemes y ahora pasa esto no puede ser!!!!!!! ash, al parecer el primer disparo fue para el niño T-T espero que estén bien ambos
ResponderEliminarel premio al fic del año
ResponderEliminarCuanto odio hay en Junsu que se atreve a querer matar a un niño, que malo.
ResponderEliminarGracias!!!
Nooo, Junsu esta fuera de Sí😢😢😢 No entiendo como es que lo dejaron seguir con su enferma actitud a esta grado. Siento mucha lastima por él, no solo hara sufrir a ChangMin, Yunho y Jae incluso él va sufrir con esto. Ennverdad espero que al final recapasite. No lo creo capaz de dañar al niño. O sí???
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