Camomile Tea Cap. 1

Aunque no fuera mi costumbre, aunque no me gustara me estaba preparando una taza de té. Y realmente estaba malo... pero malo... Ese sabor fuerte no lo soportaría ni el mismísimo Jaejoong.

Pero ahora, precisamente ahora, eso era lo que menos me importaba. Estaba cansado y lo único que quería era algo caliente en el cuerpo, algo que me quitara el cansancio. No es que hubiera estado corriendo los 100 metros lisos, pero estar casi tres horas grabando en un plato lleno de focos... era mas agotador de lo que muchos pensaban.

Además, ese no era el único factor que afectaba a mi cuerpo dolorido, no, había otro más, uno que era el que más presión me hacia en el pecho y que más sudores me provocaba.

Kim Xiah Junsu Sshi.

El té, además de amargo, estaba demasiado caliente. Otro sudor que se junto al anterior al recordar su nombre.

-Yoochun Hyung...- Aquí estaba el que faltaba.- ¿Desde cuándo te gustan mis tés?

Yo sople con cuidado para que no estuviera tan caliente.

-¿Desde cuándo llevas bebiéndolos?, ¿Solo quedan dos?- Aquel viejo con cuerpo de adolescente seguía quejándose mientras que yo le daba otro sorbo a aquella asquerosa bebida.-En serio....Me lo podías haber dicho y le decía a Jaejoong Hyung que comprara más.- El siguió quejándose.

-Changmin-ah...- Pronuncie con asco, aun saboreando el te en mi boca.-¿Cómo te puede gustar esta guarreria?-

-Pues bien que te los estas bebiendo todos...- Contestó ofendido mientras salia por la puerta de la cocina.

El no sabía, no tenía ni idea, que diariamente soportaba algo peor que el sabor de este té...

Y me preguntaba el por que me seguía torturando diariamente, bebiendo esto y haciendo las cosas que tanto me dolían. Masoquista.

Yo nunca pedí hacerlas, al igual que este té, nunca le pedí a Jae Hyung que me lo comprara... Pero aún así lo seguía bebiendo, y nadie me obligaba. Si, nadie me obligaba a mirarlo, a tocarlo, a abrazarlo o por lo menos no ahora. Pero yo seguía haciéndolo.

Este olor... el olor tan fuerte que emitía este té, los alejaba a todos, menos al intruso anterior. Y era todo lo que quería por ahora. No tener que mirarlo, no tener que mantener ni siquiera un segundo de su mirada, no hablar con el ni una sola palabra. Y este té lo conseguía.

Quizás... a pesar de su olor casi putrefacto... no fuera tan malo.


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-Yoochun-sshi, colocate un poco más cerca, si, si un paso más. ¡Muy bien!-

Flash. Flash. Flash.

Los flashes duelen... duelen mucho.

-Ok. Ahora Junsu-ah...¿Puedes pasar tu brazo por encima de su hombro?-

Flash. Flash. Flash.

Dolían demasiado.

-¡Muy bien! Han quedado unas fotos perfectas.-

Seguían doliendo.

Otra sesión de fotos que se acababa convirtiendo en una tortura.
¿Por qué tenía él que estar siempre a mi lado?
¿Por qué no me ponían al lado a Yunho?
¿O a Changmin?

No. Tenían que ponerlo a él, a Kim Xiah Junsu Sshi.

-¿Estas cansado Hyung? No tienes muy buena cara.- ¿Hacia cuanto no escuchaba su voz? No dolía tanto como los flashes.

-No, es solo que no duermo últimamente bien...-

-Oh ... Vaya....- Dijo en un tono tan suave. Y se acerco lentamente a mi para abrazarme, yo simplemente me deje hacer.

Este abrazo se sintió mucho mas incomodo que el anterior, por que aunque los focos estuvieran encendidos, aun que los chicos del stand estuvieran por allí, ya no teníamos a esa cámara apuntándonos, esa por la que había empezado todo.


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Otro té y otra noche sin poder dormir. Pero esta vez Jaejoong estaba a mi lado fumándose un cigarro.

-Si nos cogen aquí fumando nos castran...lo sabes ¿no?- Le advertí cuando me ofreció un cigarro.

-¿Que más da?- Respondió con una pregunta. La situación no estaba muy bien en muchos sentidos, las cosas en el trabajo no estaban bien y todos cada vez estábamos mas cansados.- Ya nos han visto más de una vez.-

Acepte su cigarro con una sonrisa y me lo empece a fumar. Últimamente no tenía ni ganas de fumar y solo lo hacia si alguno me ofrecía un cigarro.

-Estas serio Yoochun...¿Estas preocupado por algo?- Rompió el silencio mi Hyung.

Lo mire de reojo y allí volvía a estar esa mirada dolida...

-Uhm... No del todo.- Le di una calada a mi cigarro. Y comprobé algo... El cigarro me relajaba mucho mas que los asquerosos Tés de Changmin, aun que tampoco era agradable tener en la boca sabor a cenicero, como decía Junsu.

Puag. El té. Puag. El cigarro.

-¿Por que lo tiras?- Me regaño Jaejoong.- No los dan los arboles...-

Yo levante una ceja ante su ultimo comentario... Podría responderlo, pero estaba demasiado ocupado apagando el cigarro con la suela de mi zapato.

-¿Ahora me vas a venir diciendo que quieres dejar de fumar?- Me dijo levantando esta vez el la ceja a modo de incredulidad.
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-La boca nos va a saber a cenicero.- Fue lo único que pude decir.

Mi vida había llegado a un bucle casi imposible de salir. Uno en el que él manejaba la rueda y el camino que tenia que seguir. Si Junsu hacia que dejara de fumar involuntariamente... merecía un premio.

Por eso, por que el tabaco era malo para la salud, por que la boca me sabia a cenicero y por que lo decía Junsu, me volví a la cocina, dejando a un Jae atónito en la terraza y me prepare otro té. Si, de esos de Changmin.


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Quizás me había dado cuenta demasiado tarde.
Quizás ya esto no tenia solución.
Pero yo era el culpable. No. Los culpables eran estas personas de mi alrededor...

¿A quien quería engañar? Me hubiera podido negar.
En el primer momento en el que una cámara nos enfoco. En el que captaron nuestras primeras miradas o roces.
Ahí empezó todo...

Empezó mi emoción, mi perdición. Empezó el.

Y ahora, quizás, era muy tarde para pararlo todo.

Y era demasiado tarde, a pesar de que cada día intentaba parecer normal, como al principio de todo. Como cuando eramos mas jóvenes y descubrí que con el me sentía muy bien, pero solo para contarle lo triste que estaba sin mi familia aquí.

-Hyung... ¿Te estas tomando otro de esos tés?- Vaya... el olor hoy no lo alejo.

-Si, ¿quieres un poco?- Le dije tendiéndole el vaso.

El negó riendo. Esa risa maravillosa...

-Entiendo que Changmin se tome esas cosas...Pero tu...- Siguió riendo y yo seguí volando.

Y a pesar de notarme como volando sentí su mano sobre mi hombro. Pero no se quedo ahí, no. El quería matarme y me abrazo de la cintura dejando descansar su cabeza en mi hombro.

-Yo también estoy agotado...¿Crees que me podría tomar otro tipo de té que me alivie?- Susurro contra mi cuello.- Otro que no este tan asqueroso...-

-Preguntale a Changmin...- Susurre ahora yo.

La voz no me salia mas fuerte, no podría gritar si quisiera ahora. Por que sus roces no cambian, ni ahora en la intimidad, ni delante de las cámaras.
Pero todo era demasiado brusco para mi. Su inocencia me ponía de los nervios, ¿a quien quería engañar actuando así? Quizás a medio mundo, pero a mi, a su Hyung no.

Kim Xiah Junsu Sshi. ¿Tuviste ya suficiente? Pues... alejate ahora que estas a tiempo.

Por que con esa cara a mi no me engañabas. Con esa sonrisa pura...no, a mi no me engañabas.

-Bueno... te dejo con tu asqueroso potingue.- Se alejo...Despacio, como a cámara lenta.

Y cada paso que daba.. cada paso que se alejaba me apretaba algo mas en el pecho. Por que me daba la sensación de que la historia se volvería a repetir..."Alejate ahora...Alejate"...


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Este olor... Este olor tan fuerte...

Al final lo había acabado asociando a su persona o mas bien al dolor que me provocaba su persona.
Cuando te cuentan un cuento de hadas la princesa y el príncipe viven felices en su amor... por que ambos representaban lo que el otro quiere.

En mi historia no había princesas...Ni príncipes si quiera, pero eso no era lo peor. El, su persona lo era todo para mi, como en esos cuentos, pero mi persona, ese Yoochun derrotado...¿Que seria para el? Nada probablemente. Ni princesas, ni príncipes... ¿El querría una princesa en su vida? Ahí si que estaría perdido. ¿Querría un príncipe? ¡Ja! Yo no era ni la rana del cuento... ni a eso llegaba.

Eso ya lo había comprobado.

Y todo eso me producía el dolor, el comedero de cabeza diario que solo apaciguaba con este olor y sabor.

Como dijo Changmin...Jae-hyung tuvo que comprar el doble de té.

La cocina se había convertido en mi pequeño santuario y sentado en la mesa me acercaba la taza a la nariz para oler mas su aroma.

La puerta se abrió de un golpe y paso el, mi príncipe, Kim Xiah Junsu Sshi.

-Hyung.- Me llamo un poco agitado, yo lo mire con indiferencia...Cuanto dolía aquello cuando mi corazón estaba saltando en mi pecho.-Tengo que contarte algo.-

La taza tembló en mis manos y por temor a que se rompiera la deje a un lado en la mesa.

-A ver...- Intente que mi voz fuera de indiferencia también.-¿Que es lo que pasa ahora?- Casi funciono.

-El otro día perdí mi camiseta, esa de rayas blancas y beiges.-

-La que le quitaste a Jaejoong.- Añadí y me volví a acercar la taza ya que parecía que el tema no era tan grave.

-No, no, el me la regalo, pero a lo que iba. Creo... que me la deje en la SM...- Dijo sentándose en la silla de enfrente.

-Y ahora....¿Cual es el problema?- Le dije cansándome un poco de la situación.

-Que me la quería poner para salir esta noche.-

De pronto todos mis sentidos se pusieron alerta y la taza volvió a temblar de manera mas brusca en mis manos.

-¿Con quien vas a salir?- De veras que intente que no sonara en ese tono pero ya no me podía controlar.

-Bueno... El otro día Eun Hyuk-Hyung me presento a unos amigos y me invitaron a dar una vuelta.- ¿Debía aquella respuesta tranquilizarme?...No lo hizo en absoluto. Por que mi Kim Xiah Junsu Sshi no buscaba como loco una camiseta para salir con unos amigos, no por nada Jaejoong siempre le regañaba por como iba vestido.

-¿Y no te puedes poner otra?- Le di un gran trago a aquella bebida que de pronto me pareció mas fuerte que de costumbre.

-No...Yo quería esa, siempre me dices que es la que mejor me sienta.- En mi garganta se formo un nudo que hizo imposible que tragara lo que quedaba de té en mi boca. Sentía mis cachetes calientes y seguramente rojos.

-Ok...Ok...- Trague como pude y respire hondo.- Entonces...¿Quieres que te lleve a SM a por esa camiseta perdida?- Me respondió con una sonrisa, maravillosa como siempre.

Se levanto de su asiento y con dos pasos largos se coloco cerca mía, agacho su cuerpo y pego su cara a la mía, entonces sus labios se posaron en mi mejilla que ardía. Todo me pareció tan lento...

-Ahora hueles a Changmin.- Dijo con su mejilla junto a la mía aun.- No es tan desagradable como me pareció al principio.-

Me limite a asentir, sin dejar de sentir el roce de su piel... tan intimo...

El se alejo tan lentamente como se acerco y salio por la puerta de la cocina dando pequeños saltitos. Me quede mirando la puerta, me volví a pegar la taza a los labios y la mordí. Mordía aquel trozo de porcelana con tanta fuerza que se podría haber roto en mi boca. De un trago me bebí lo que quedaba y me levante pesadamente de la silla, cogí mis cosas y me fui hasta la puerta.

Y otra vez sentía ese nudo en mi pecho, el que me decía que estaba actuando mal. Ambos hicimos lo posible por aparentar la amistad de antaño o por lo menos yo...que me costaba un mundo, pero a el le salia tan natural...Como si aquello hubiera sido borrado de su memoria, tan fácilmente.

-¿A donde vas?- Me pregunto Yunho que me vio salir a toda prisa.

-A la SM.- Le respondí mientras me colocaba mi chaqueta.

-¿Te podrías pasar a recoger algunas cosas?...- Yo asentí sin mirarlo por que mis ojos se dirigían ahora a Junsu.

-Yunho-Hyung, Chunnie y yo nos vamos, ahora volvemos.- Me cogió del brazo y me tiro hacia afuera del apartamento. Con su roce mi cuerpo se volvía tan lánguido...

La ultima mirada de Yunho fue como la de Jae y como la de Changmin...¿Que les pasaba?
¿Tanta pena daba corriendo detrás de Junsu como un perrito?

Junsu me empujaba suavemente pidiéndome que fuera mas rápido, pero cada momento que vivía con él, quería ralentizar un poco mas.
Llegamos hasta mi coche.

-Podrías haber ido tu solo...- Le recrimine falsamente mientras nos acomodábamos dentro.

-Me gusta mas tu coche.- Dijo el sonriendo, de nuevo. ¿Es que su madre lo hizo sonriendo o que?

Mientras conducía hacia la agencia lo miraba de reojo y vi su cara vuelta hacia la ventana mientras canturreaba cualquier cosa. Desde que nos conocimos e intentado ser su Hyung, su hermano mayor...pero nada. No recuerdo bien en que momento cambiaron mis sentimientos hacia el.
Intentaba confundir mis miradas y mis frases cariñosas con juegos de amigos y pequeños golpes que me hacían mas daño a mi que a el. Pero llego el momento en el que no pude evitarlo. Lo mas probable es que me hubiera confundido con esos juegos que el seguía. Y el fanservicing, sabia perfectamente en que consistía y aun así... me confundí.

-Hyung...- Dijo llamando mi atención.

Yo seguía mirando la carretera y hice un sonido para que supiera que lo estaba escuchando.

-Nada, nada.- Y siguió cantando una de sus canciones.

El día que sepa lo que pasa por su cabeza... ese día nunca llegara, estaba claro, nadie sabia lo que pasaba por ahí.
Pero si sabia lo que el pensaba de mi...Hacia tiempo que no recordaba aquello, me lo había prohibido rotundamente, pero era prácticamente imposible.

-¿Cuanto queda?- Pregunto como un niño pequeño.

"No me engañas..." Si yo me acordaba...El también lo hará.

-Nos quedan tres días de viaje.- Conteste cortante.

-Bien. Si tengo que estar contigo me da igual cuantos sean.-

Si. Había oído bien y mi corazón también lo había oído y el saltaba por mi en mi pecho.

-Si tuviera que ir con algunos de los otros Hyungs...Moriría.- Empezó a reír.

Si. Esta vez también lo había oído bien.

Que iluso.... Y pensar que por unas décimas de segundos creí que yo significaba algo mas que los otros chicos. Nunca sucedió eso... ¿por que lo haría ahora?

-Después de recoger las cosas podríamos ir a tomar algo tu y yo, ¿no?- Yo asentí sin mirarlo, ya con haberme hecho ilusiones una vez tenia suficiente...

-Podría ser como una cita, solos tu y yo e iríamos a comer helado, si. También podríamos ir a un parque, no a un parque no que nos reconocerán....- Junsu siguió con su monologo mientras yo hacia como que lo ignoraba, pero en el fondo estaba poniendo tanta atención a sus palabras...mucho mas que a la carretera.- Después me podrías llevar a un hotel...

Volví mi cabeza violentamente hacia el, que seguía mirando por la ventana.

-¡Mira ya hemos llegado!-

Su mano señalo el edificio de la calle contigua y yo pase de largo. Pise el acelerador y segui aquella calle adelante.

-¿Dónde vas?- Me pregunto un poco alarmado.

Yo apretaba el volante con mis manos...

-A tener nuestra cita.-

Oí su risa de fondo, pero solo de fondo, por que mi cabeza no paraba de repetir sus ultima frases. Una y otra vez... Seguro que para el era un juego... Por que no le encontraba otra explicación para que jugara con mis sentimientos así... Un dia, Kim Xiah Junsu Sshi...un día jugué con fuego y me queme... ten tu cuidado.

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