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Arualthings

Seventh Heaven cap 2

Negocios son negocios


Se quitó la camisa lentamente, pues era una de sus favoritas y ni mencionar cuanto le había costado. Si había heredado algo de sus hermanas, era su agudo cuidado por la ropa.

- ¿Qu… qué estás haciendo?- preguntó el masajista. No lo entendía, ¿Es que no era obvio?

- Seré tu primer cliente. Necesito un buen masaje- Y sí que lo necesitaba, luego del ajetreado día que había tenido: la pelea de KyuHyun y SungMin, el sermón de su padre y la ‘agradable’ conversación con ChangMin. Ahora YunHo venía como caído del cielo.

Luego de dejar su adorada camisa sobre el mesón, notó el incómodo silencio que había desde hace un rato, por lo que se giró hacia el castaño, dándose cuenta de inmediato de la situación. Reía a carcajadas en su interior. El pobre chico heterosexual estaba agarrado como un gato del mesón a sus espaldas y sus ojos ya casi se salían de su órbita. No pudo evitarlo…

- ¿Es necesario que me quite todo?- puso su mejor cara de inocencia y comenzó a desabrocharse el cinturón del pantalón.

- ¡NOOO!- gritó horrorizado – Quiero decir… con eso es suficiente- su rostro pasó de un color sumamente pálido a el rojo más intenso. JaeJoong disfrutaba mucho haciendo ese tipo de bromas, pero este chico en particular le había parecido especialmente simpático. Desde el primer momento en que lo vio, supo que tenía gran carisma. Seguir molestándolo sería pecado; mejor lo dejaba hasta ahí.

Se recostó en la grandiosa camilla, apoyando su mentón sobre sus manos y esperó pacientemente a que YunHo tuviera el valor de acercársele. Y lo hizo.

Mientras el castaño tomaba una crema y se frotaba las manos con ella, JaeJoong cerró los ojos esperando lo que venia. Sintió esas manos firmes y a la vez delicadas, masajeando lentamente toda su espalda, relajando su cuerpo por completo. Aunque él era un hombre acostumbrado al silencio, le gusto mucho la sensación de paz que sintió en esos momentos donde sólo se oyó el ruido del exterior.

- Estas realmente tenso hyung. Yo no podré hacer nada si no parte de ti el relajarte un poco- abrió los ojos con pereza, aterrizando.

- No me llames así. Soy JaeJoong y si estoy relajado- no tenía ganas de enojarse por irrumpir de esa forma en su soledad, tampoco tenía energías para explicar nada.

- Entonces tuviste un día realmente difícil… - el castaño se distrajo de su labor por la repentina forma en la que su hyung había levantado la cabeza. No podía ver su expresión, pero notó que se relajó luego de un rato.

- Si… ha sido un día agotador- volvió a apoyarse sobre el dorso de sus manos entrecruzadas. YunHo no quería ser mal educado, pero su curiosidad era algo que obligatoriamente siempre tenía que saciar.

- Y, ¿Se puede saber que te causa tanta tensión?- ¿Y a él que le importaba? No tenía por qué entrometerse en sus asuntos, en su vida. Jamás nadie lo hacía. Nunca a nadie le importó realmente lo que sintiera. ¿De verdad pretendía un desconocido preocuparse por él? Claro que no, eso no existía.

- Mmm… problemas con un buen empleado- el rubio volvió a abrir los ojos. Lo que acababa de hacer fue justamente lo contrario a lo que había pensado. Pero es que le había llamado enormemente la atención cómo ese chico alto había roto tan fácilmente el muro de hielo que armaba ante cualquiera.

- Oh, ya veo. Que mal…- hizo una pequeña pausa – pero tu eres muy agradable con tus empleados, al menos lo poco que he visto… seguramente se solucionará todo de buena manera- ¿’Muy agradable’… ‘muy agradable’ había dicho? Pero… si él no había sido agradable con el masajista en ningún momento. El había puesto su cortina de hielo, como con todos los demás. - ¿Sabes? Desde los doce años tuve un amigo que era homosexual. Siempre lo molestaban y lo agredían, y yo siempre tenía que ayudarlo a defenderse. Sin mencionar que tenía una suerte horrible jaja!... era un buen chico, yo lo sabía. Pero el tiempo fue pasando, y a medida que crecíamos, más dependiente de mis intervenciones se hacía. Entonces comprendí que, por mucho que quieras, nunca podrás ‘solucionarle la vida’ a una persona. Cuando una persona realmente quiere solucionar un problema, lo hace por si solo, y con un simple consejo ayudarás lo suficiente, ¿No crees?- sus palabras calaron muy hondo en el corazón herido de JaeJoong. Él tenía toda la razón.

No hizo ningún comentario, sólo ladeó su cabeza hacia la derecha, afirmando esta vez su mejilla izquierda sobre sus manos y cerrar los ojos lentamente, rindiéndose por el cansancio.




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La habitación estaba oscura, pero no del todo. Por entre los gruesos cortinajes de aquellos grandes ventanales se escapaban tenues rayos de luz que revelaban la silueta de dos personas. Una de ellas, casi recostado sobre el mesón a su espalda, abrazaba fuertemente por el cuello al hombre que estaba pegado a su cuerpo. Jadeaba violentamente tratando de obtener un poco de oxígeno para sus pulmones, mientras su compañero devoraba apasionadamente su cuello y se removía sobre su cuerpo, tratando de liberarse de todo el deseo y la excitación que sentía.

No se oía nada mas en su alrededor; sólo los fuertes y crecientes jadeos del más pequeño hasta que se oyó un ruido a lo lejos

- Para…- ordenó al que tenía encima, pero éste no hizo caso - ¡Para, para ya!- de un enorme empujón se lo quitó de encima, haciendo que cayera sentado al suelo.

- ¿¡Qué demonios te pa--!?- no pudo seguir, el pequeño se abalanzó sobre el y le cubrió la boca

- ¡Shhh! Alguien viene- siseó muy cerca de su oído. Inmediatamente después lo tomo del brazo y lo arrinconó hacia una pared, junto a las enormes cortinas. Esperaron un tiempo corto, hasta que la puerta se abrió y vieron a un chico con cara de niño y pelo negro asomarse por la puerta.

- ¿Wookie?- preguntó tenebroso a la sala ‘vacia’ que hacía un enorme eco debido a su enorme tamaño. Al no obtener respuesta cerró la puerta lentamente. Se escuchaban sus pasos, alejándose.

RyeoWook respiró aliviado y salió del escondite. Con su mano izquierda tomó la parte trasera de su cuello y masajeó un poco para relajarse, entonces, sintió las manos de su amante tomarlo por la cintura y acercar su boca, rozando sensualmente la parte de cuello que dejaba libre e indefensa.

- Deberías irte a trabajar. Tenías un cliente a esta hora- no se movió ni un centímetro y habló lo mas frío que pudo… y eso era todo lo que podía

- Que se espere- respondió con aspereza el mayor, sin dejar su labor

- Vete ya…- se alejó de él como si nada y le dio la espalda. Estaba atento a su reacción, pero el hombre no respondía.

- Como quieras… - dijo de pronto en un suspiro – Pero no puedes estar toda la vida esquivándome, lo sabes. Ya llegará el momento…- nuevamente se acercó a él y beso fugazmente su mejilla – Me rogarás que te lo haga, o dejo de llamarme YeSung- caminó a paso rápido y abrió la puerta

- No te llamas así, idiota…- alcanzó a responder el pequeño, antes que JongWoon le sonriera por el comentario y cerrara la puerta.

Una vez que se sintió la soledad nuevamente, calló de rodillas al piso y lloró. Lloró amargamente, todo lo que pudo. Lloró su desdicha, su mala suerte, su falta de voluntad, su amor, su desamor, su olvido. Lloró todos los porqués que le aquejaban en la cabeza y le hacían un enorme agujero ahí, donde se suponía, debía estar su corazón.

¿Por qué…?

¿Por qué creyó que él sería diferente a todos los demás?

¿Por qué creyó que cambiaría su vida? Debía estar loco…

¿Por qué calló, igual que todos los demás? Si, totalmente desquiciado…

¿Por qué fue él precisamente de quien se enamoró? Debía estar loco…

Pero así era y ya no había marcha atrás. Estaba muerto de amor por ese hombre que simplemente quería una noche con él… totalmente desquiciado, de amor.

Por eso no debía entregársele aún. Solo era eso, una noche, y se acabaría todo.

Y lloró…





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El día pasaba lentísimo en el spa y SiWon creía que no se acabaría nunca. Los días de semana eran terribles para él, pues nunca tenía gran trabajo que hacer. Simplemente contestaba un par de llamadas, recibía un par de regalos y respondía un montón de preguntas. ¿En qué momento se le había ocurrido ser recepcionista? ¡Ah si! Ya lo recordaba… no sabía hacer nada mas y uno de sus mejores amigos era su compañero de recepción. Que estupidez, ¡El lo tenía todo! Su padre era realmente poderoso y rico; su padre creía que esto era un juego debido al aburrimiento. ¡Ja! Si supiera…

- SiWonie…- justamente, ese mejor amigo era el que lo sacaba de sus pensamientos. – Tengo que ir a dejar la carpeta, ¿Encárgate de esto, vale?- miró lo que le indicaba. Eran los informes de los empleados que habían llegado.

- Claro, no te preocupes- KiBum sonrió y dio la vuelta por el mostrador. Cuando estaba a punto de desaparecer a través de una puerta, SiWon lo recordó - ¡Oye!- el moreno paró en seco y lo miró - ¿No quieres que vaya a dejarlo yo? Tu sabes… es Joongie quien debe recibirlo- su compañero volvió a sonreír

- No te preocupes, aunque todo terminó esta sigue siendo mi responsabilidad- dicho esto siguió su camino. El alto lo vio irse y se sintió orgulloso de tener un amigo como el. Después de todo lo que KiBum había pasado con JaeJoong, él tenía el valor de enfrentarlo cara a cara, sin miedo.

Apoyo su antebrazo izquierdo sobre el mostrador de mármol, con el otro brazo apoyo su cabeza y perdió su mirada en la entrada del lujoso lugar. Este era un día más que pasaba sin nada nuevo que contar.

- ¿Sabes dónde está Bumie?- le habló una voz cerca de él. Otro fan molestando

- No, no tengo idea- contestó desganado. Si se le ocurriera la genial idea de decirle a un fan que ‘Bumie’ había ido a dejar la carpeta roja a JaeJoong, seguramente saldría corriendo hacia la oficina con cámara en mano.

- ¡Aish! ¿Cómo es posible que no sepas si eres su compañero? Necesito que me pase el informe que nos llegó. Vengo a recoger el mío, el de Teukie y el de la vaca fea esa…- el moreno abrió los ojos a más no poder despertando por fin. Miro a su derecha encontrándose con los ojos vivaces de HeeChul…

¡Por Jesucristo! ¡¡E-ERA HEECHUL!!

HeeChul, su hermoso pecado HeeChul, su corazón HeeChul, su pensamiento, su razón, su príncipe azul, su vida, su… todo! Todo, todo… ¿Cómo pudo tratarlo de esa forma tan descortés? Llevaba tanto tiempo practicando una conversación para acercarse y ahora que tenía una veintiúnica oportunidad comenzaba de esa manera!? Pero vale, no todo está perdido. Podía solucionarlo, si. Pero, ¿Qué decía?

- Ehhh- No, no… no te pongas nervioso, cálmate. Es un humano, como cualquiera – Lo siento es que…- ¡No mires el piso idiota! ¡Mírale a los ojos! Me encantan sus ojos… - … fue… fue a dejar la… la- ¿Cómo es posible que tenga el pelo tan hermoso? – la… cabellera… - ¡Eso no! - digo… la… la carpeta- Eso. Vas bien.

- ¿Fue a dejarla…?- obviamente todos sabían la enorme tensión que había actualmente entre ambos Kim, y HeeChul, el rey de los cotilleos, no era la excepción

- S… si- SiWon no le quitaba la vista de encima al pelirrojo mientras tanteaba a su lado los informes. Éste en cambio, ni siquiera lo miraba, estaba preocupado por su amigo. Joongie enojado era muy hiriente; quizás qué cosas podría decirle. – Emm… a… aquí están los informes- con las manos algo temblorosas, Choi le extendió los tres informes que había pedido.

- ¡Oh! Muchas gracias hombrezote…- al tomar los documentos, paso rozando los dedos del alto. Bastó ese roce, para que el recepcionista se derritiera y escurriera por el suelo. ¿Cuánto tiempo llevaba de esa forma? Unos 5 meses ya, desde la fiesta de Halloween.




- No puedo creer que vaya a esa fiesta. Ni siquiera trabajo ahí…-

- Vamos SiWon, ¿No ibas a quedarte en casa para Halloween o si?- el mencionado y KiBum caminaban por la oscura noche del 31 de Octubre entremedio de mucho niños que corrían de allá para acá, golpeando en las casa y pidiendo dulces. Ambos estaban disfrazados: Kim de mosquetero de azul y amarillo, con una enorme pluma en el sombrero y Choi de El Zorro, su personaje favorito.

- Sabes que odio esta fiesta. Es de tan mal gusto…- KiBum rodó los ojos ahorrándose cualquier comentario sobre su religión que seguramente le haría volver sobre sus pasos.

- Bueno pero ya viniste ¡Y mira! Ya llegamos- entraron a la sala de eventos del spa. Tenía un tamaño descomunal en comparación a como se veía por fuera, estaba adornado de excéntricas telas y luces. No había una enorme cantidad de gente, pero tampoco era una fiesta sólo para los empleados, en conclusión, habían lo suficiente como para caminar con libertad.

Apenas entraron, JaeJoong apareció ante ellos y se llevó a KiBum a quizás que parte, y Choi automáticamente se arrinconó a un lado de la pista, donde estaban los elegantes cocteles, el sushi y el ponche. Allí rápidamente inició una conversación a gritos (por la música) con LeeTeuk y KangIn, como se habían presentado. Hablaron de muchas trivialidades y entre tanto y tanto, KangIn le rogaba al castaño que lo acompañase a bailar; hasta que al fin cedió. Ambos se disculparon con SiWon y se fueron a la pista de baile.

Apenas quedó solo miró con ansiedad el ponche. Se veía tan rico y no se quedaría con las ganas, a si que comenzó a beber, ¡Uf! Estaba fuerte. Un rato más pasó hasta que de pronto la música se detuvo y todos pusieron atención al animador del escenario: Park YooChun.

- … Necesito que me presten atención un momento- algunos comenzaron a chiflar – Okay, okay… calma. Vamos anunciar al ganador del premio al mejor disfraz- un alarido de euforia se escuchó entre los ya medio borrachos invitados, incluyendo a SiWon. – ¡Y el ganador al mejor disfraz es…!- por los parlantes se escuchaba un redoble de tambores y las luces comenzaron a moverse por todo el salón. - ¡Nuestra diva: KIM HEECHUL!- un griterío inmenso explotó y todas las luces se dirigieron a una persona que estaba muy cerca del escenario. Las luces lo siguieron en su trayectoria hacía las escaleras del escenario, y cuando su hermosa figura pudo apreciarse por todos, la euforia se hizo aún mayor.

En el momento en el que SiWon lo vio, quedó pasmado. En ese ser se juntaba increíblemente todo lo prohibido. Era un chico, se notaba aunque tuviese un rostro algo femenino; sus ojos destellantes de fuego eran la mayor invitación al pecado que jamás haya visto, su sonrisa era la perfecta sonrisa del ser en un acto malicioso, su cabello hermoso, rojo y ondulado, que lo utilizaba en movimientos delicados y letales. Y para que hablar del disfraz con el que ganó. ¿Había algo peor para él, que un chico vestido de diablo? Ahora tenía la respuesta. Si, había algo peor. Un chico vestido de diablita, perdón, de sexy diablita.

De pronto olvidó quien era, olvidó de donde venía, olvido que hacía y comenzó a creer en cosas en las que nunca había creído: en el destino, en el sabor dulce de lo prohibido y… en el amor a primera vista.

– ¡Felicidades Cinderella! Aquí tienes tu premio…- le entregó una elegante bolsa dorada - ¡Un aplauso más fuerte para nuestro querido HeeChul!- mientras la gente daba gritos y aplaudía, el pelirrojo se dio una vuelta para que pudieran admirar mejor su traje. La mirada del moreno destellaba todos aquellos malos pensamientos que se le iban pasando por la cabeza… y le gustaba.

Al terminar de darse la vuelta, la sexy diablita paseó su mirada rápidamente por los invitados, hasta encontrarse con la intensa mirada de SiWon. Él de verdad agradeció estar pasado de copas en ese momento, de lo contrario, no hubiese podido mantener su mirada en aquellos ojos. Producto del alcohol, el hecho le causó algo de gracia y sonrió al ganador. Este le devolvió la sonrisa pero más coqueta. Choi no podía sentirse mejor en ese momento y algo el vaso que tenía en la manó, haciendo un brindis por Kim HeeChul.

Llegó la hora de bajar del escenario y continuar con la fiesta. Una vez que el pelirrojo bajó, el Zorro trató de abrirse paso hasta su tormentoso pecado, pero alguien se lanzó sobre él

- ¡Hey! No sabia que estabas aquí ¿Y ese milagro que KiBum te sacó a pasear? Jajaja…- HanGeng estaba extremadamente borracho. SiWon estaba seguro de que si se movía un poco, Hannie de desplomaría en el suelo. Trató de acomodarse un poco para dejar sentado a su mejor amigo en algún sitio, pero vio como repentinamente perdió el color y dijo en un susurro – Me siento mal…- alarmado, corrió con su amigo al baño, y estuvo con él toda la noche.

Luego de eso, fue el lunes siguiente a presentarse como recepcionista ante el señor Kim JaeWook, y terminó siendo compañero de KiBum. Ya no tenía alcohol en su sistema, a si que había perdido la espectacular oportunidad de conocer a ese extravagante chico.






- Oye ~… ¿Estás ahí?- HeeChul lo llamaba pasando la palma de su mano por delante del recepcionista

- ¿Eh? Si, si, lo siento. ¿Qué decías?- el pelirrojo retomó su lista de preguntas con respecto al informe y el alto respondía como un robot.

Para cuando KiBum volvió, encontró a su Chula hablando a la velocidad solo él podía a su SiWonnie que estaba completamente perdido en los ojos de su interlocutor. El sabía muy bien los sentimientos del alto por el otro y sonrió divertido.

- A ti nunca se te cansa la lengua- fue el comentario que hizo al pasar por detrás de HeeChul.

- Oh, Bumie, ¿Cómo te fue?- el moreno sabía perfectamente a qué se refería con esa pregunta

- No estaba el jefe a si que sólo deje la carpeta ahí…- esta vez, KiBum dirigió su mirada a SiWon y soltó una pequeña risa. Cuando el otro Kim volteó, se dio cuenta que el recepcionista aún lo miraba. Le sonrió sin saber que hacer.

- Bueno mis florcillas, ya me voy. Y tu cielo…- le tocó el dorso de la mano a Choi – Muchas gracias por todo…- le guiñó coquetamente un ojo – ¡Adiosito!- fue lo último que se escuchó de Cinderella al desaparecer por el pasillo.

SiWon estaba completamente en otro mundo. Aún sentía su mirada y el calor de su mano tocando la suya. Aun tenía apretado el corazón por su hermosa sonrisa y él mismo sonrió de medio lado, de la forma más tonta que existía.

Kim, por su parte, no podía evitar reírse a carcajadas por la forma en que ese coqueto que tenía por mejor amigo había dejado a su compañero. Aún así tenía curiosidad, pues aunque efectivamente, HeeChul era bastante coqueto, su reacción esta vez le pareció diferente. Chula adoraba ser el centro de atención, y una mirada tan obvia como la de Choi de paso a frases como “¿Qué pasa, te gusto?”, “¿Tan lindo soy?” o el clásico “No te lo pienses más y bésame”, de los cuales no hizo uso

- ¿Qué demonios hiciste?- preguntó entre rizas al alto que estaba entre las nubes. Éste dio un profundo suspiro

- Me comporte como un idiota y tartamudee mucho… - a KiBum le parecía insólito, pero lo decía como si fuera la más grande hazaña por amor y rió con más fuerza. “Estas perdido” dijo para sí.




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La última vez que JaeJoong abrió los ojos, no sintió a nadie tocándole alguna parte de su cuerpo, en cambio, sentía una tela cubriéndole la espalda. Hizo un gemido de molestia tratando de moverse.

- Oh, despertaste…- el hombre que estaba a su lado le quito de encima aquella prenda. Con mucha pereza, el rubio fue levantándose de la camilla y sentándose en ella.

- Me quedé dormido- dijo con el rubio con el pelo en poco desordenado y refregándose un ojo con el dorso de la mano. - ¿Por qué no m despertaste?-

- El sueño también es una forma de relajación- respondió YunHo con una sonrisa. Tenía su camisa blanca entre las manos, ¡Oh! Eso era lo que lo cubría hace un rato. Comenzó a mover de a poco todos sus músculos: desde el cuello, pasando por sus hombros y el torso, hasta llegar hasta el final de sus extremidades.

- Vaya, eres muy bueno…- Kim se sentía realmente feliz. Hacía muchísimo tiempo que no se sentía así de relajado. Se sentía tan bien.

- Muchas gracias- YunHo se sentía aliviado en estos momentos. Pensó que tal vez estaría todo el tiempo nervioso e incomodo por aquella presencia. Incluso pensó que tendría que vivir huyendo de él. Pero no fue así, gracias al valor que tuvo de darle un masaje en ese momento crítico.

No sabía por qué, pero cuando daba masajes a una persona, él también se relajaba y se conectaba de un modo muy especial con ella. Jung pudo sentir el enorme cansancio y pesar que JaeJoong llevaba consigo. Le ayudó a canalizar esa tención, a potenciar su Ying en los puntos fundamentales de su cuerpo, los cuales supo, dieron efecto al darse cuenta que dormía placidamente.

Y no sólo lo ayudó a él. También logró superar ese extraño sentimiento que lo embargo al principio y pasó a sentirse muy bien a su lado.

- Tal parece…- dijo Jae bajando de la camilla y poniéndose sus zapatos- … que vendré muy seguido a estas sesiones de masaje YunHo- era la primera vez que decía su nombre y él se sintió a un más feliz y cómodo. Sonrió ampliamente.

- Para mi será un placer JaeJoong- fue sólo un segundo, pero Joongie sintió algo en la boca de su estómago. Tal vez tenía hambre – Espero que podamos ser buenos amigos- le extendió su elegante camisa. El mayor estaba sorprendido de aquella frase. Ninguno de sus amados compañeros había tenido esa intención antes. Definitivamente, Jung YunHo era alguien muy especial.

- Claro que sí- le regaló la sonrisa más bella que pudo dar alguna vez. Le pareció agradable, fascinante y divertido. Tener un gran amigo. Así de fiel, así de hermoso, así de sexy, ¡Ah! Y como olvidarlo… heterosexual.




YooChun venía completamente liberado con todo lo que le había gritado a ChangMin, y para sacarse el stress por completo, iba con sus mejores ánimos a darse un buen masaje; seguramente YunHo lo recibiría con los brazos abiertos, ya que como su primer día, debía estar muriéndose de aburrimiento. Pero su sorpresa fue mayúscula al ver a ambos con una mano tomando la camisa de Joongie. Éste, obviamente tenia el torso descubierto, el pelo algo desordenado y lo más insólito de todo sonreía. No, lo más insólito era que YunHo sonreía también.

- ¿Te dejó 5 minutos a solas con él y ya te le tiras encima?- aunque quiso decirlo como una broma, Micky no quería admitir que estaba algo molesto por esa sonrisa estúpida que ambos tenían en la cara.

- Micky…- el castaño miró su reloj sin soltar la camisa – Aún no es hora de irnos-

- No vine a eso- aclaró – Junsu estaba ocupado con un cliente a si que vine a darme un masaje para hacer hora.-

- Ya veo… hmm…- miró a Jae unos segundo hasta que éste reaccionó

- ¡Si! Claro, yo… tengo cosas que hacer- por fin el más alto soltó la camisa y el rubio terminó de vestirse – Luego nos vemos YunHo, debes llevarme esa carpeta al final de tu turno con las actividades del día-

- ¡Oh, si, si! En mi trabajo anterior hacíamos eso también, no te preocupes- ambos se sonrieron nuevamente y no reaccionaban. YooChun carraspeó un poco.

- Si… bueno. Nos vemos-

- Claro…- JaeJoong tocó el pecho de Micky al pasar junto él. Era una costumbre que tenia desde que recordaba. El moreno sujetó esa mano y se acerco a su oído

- ¿Otro KiBum?- Jae frunció el seño – Con este no Joongie, ya te lo dije. Es MI conejito perdido- tuvo que ladear un poco la cabeza para mirar de reojo al ratón. Esta vez fue el quien se acercó a su oreja

- Más que un conejo… yo diría que es un tigre- con la mente de alcantarilla que YooChun tenía, quizás qué había entendido con esa frase. Una sonrisa pícara apareció en sus labios por haber logrado su objetivo y se fue caminando a través de la sala. Una vez que la puerta de salida hizo un ‘click’ al cerrar, Micky dedicó una enorme sonrisa a Jung.

- Comencemos baby <3…- el mayor alzó una ceja ¿Qué demonios le habrá dicho JaeJoong? – Con todo este lío tengo un dolor terrible en colón-

- ¿Enserio?- el castaño parecía interesado

- Si es ho…-

- Sácate los zapatos- le ordenó tomando una silla.

- ¿Estos zapatos?- levantó la punta de uno de sus pies y apuntó con el dedo

- No~…- YunHo arrugó la cara para parecer más serio – Los que traes en la cabeza- YooChun soltó una carcajada

- Vale, vale- se sacó todo lo que le cubría los pies, mientras Jung acomodaba la silla a los pies de la camilla

- Siéntate en la camilla. Necesito que tus pies queden a esta altura- con sus dos manos indicó como barrera los pies de la camilla.

- Muy bien… ¡HOP!- dio un salto y se situó justo como el castaño quería. Éste rió con el ‘efecto especial’ que Micky hizo al subirse. Este sujeto nunca se hartaba de hacer tonterías. Su ánimo tan especial le daba energías - ¿Vas a masajearme los pies?-

- Sip. ¿Dijiste que te dolía el colon, no?- tomó su pie izquierdo y con sus pulgares comenzó a masajear un punto de su planta. El ratón no alcanzó a preguntar qué tenía que ver una cosa con la otra, porque la enorme sensación de placer que sintió en ese momento lo bloqueó por completo.

- ¡Humm~!...- instintivamente cerró sus ojos y tiró su cabeza hacia atrás. YunHo sonrió satisfecho - ¡Dios! ¿Cómo lo haces?- iba perdiendo fuerza poco a poco.

- Mi maestro me lo enseñó. Masajeando ciertos puntos de corriente de energía puedo canalizar tu Ying o Yang, dependiendo del órgano- el masajista daba su explicación como si fuera tan claro como el agua. Obviamente el ratón no entiendo absolutamente nada, pero sonaba como que sabía lo que hacía. Y SI que lo hacía bien.

- Eres genial…- perdió la fuerza de sus brazos y se dejo caer en la camilla abandonándose al placer sin importarle un comino el mundo. - Ahh~… se siente tan bien…-

- ¡Que ruidoso eres!- una sonrisa maliciosa apareció en los labios de YooChun, aún con los ojos cerrados, recordando.

- Susu dice lo mismo…- YunHo rió con ganas.



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JunSu estornudó, como siempre, de forma exagerada. Se disculpó con la clienta-fan que estaba recostada a su lado.

- No te asustes, el siempre estornuda así. Y para que decir de lo fuerte que ronca…-

- ¡Eunnie!- gritó ‘a lo delfín’ el más bajo, completamente sonrojado. La chica rió bajito, tapándose la boca delicadamente.

- JunSu oppa es tan lindo <3- el sonrojo que tenía en las mejillas, se le esparció por toda la cara y aceptó el cumplido tímidamente con una sonrisa.

- Déjame quitarte esto…- lentamente JunSu fue retirando la mascara que hace un rato le había puesto a la chica. – Un poco más… ¡Ya esta!- dejó la mascarilla usada a un lado y tomo un espejo - ¿Ves? Todas las imperfecciones se fueron- la piel de la chica había quedado reluciente y ella sonreía emocionada.

- ¡Es verdad! Oppa, eres genial ¡Muchas gracias!- la chica se abrazó de su cuello realmente agradecida con chico. Él era muy de piel, pero aún le ponían nervioso las demostraciones de afecto de sus fans.

- De… de nada- palmeó un poco la espalda de la chica. Era todo lo que podía hacer.

- ¿Y yo, no recibo nada?- preguntó EunHyuk haciendo un puchero.

- Oppa, para ti tengo algo…- la chica se levantó y tomó su bolso, saco una bolsa roja con una cinta amarilla – son chocolates, se que te gustan mucho. Los hice yo misma- dijo muy orgullosa.

- ¡Woah! ¡Muchas gracias!- aunque atrás estaba lleno de los regalos que le habían dado hoy, EunHyuk realmente amaba los regalos hechos artesanalmente, para él tenían mucho más valor. JunSu se acercó a mirar los chocolates y luego miró a la chica.

- Ahora podrías ir a maquillaje, para que te dejen muy muy linda- la chica sonrió feliz. JunSu era tan tierno y amable.

- ¡Si, muchas gracias por todo!- se fue casi corriendo, ya pronto sería hora de cerrar. ‘Adiós’ le dijeron los dos dermatólogos al mismo tiempo.

- Hoy fue un buen día ¿No crees?- comentó el mono tomando todos sus regalos.

- Si…- respondió el delfín con melancolía. Anotaba algo en la carpeta roja que tenía entre las manos.

- ¿Qué pasa?- preguntó curioso

- Nada…- respondió dando un suspiro.

- Es por tu ‘Chunnie’- una sonrisa de dibujó en los labios de EunHyuk al notar los nervios a flor de piel de Kim

- ¡No! Que cosas dices… ya te dije que terminamos…-

- Si… para variar…-

- ¿Cómo?-

- Nada, nada…- se hizo un breve silencio. Ambos se daban la espalda ocupados en sus respectivas labores – No te preocupes, ya llegará- el delfín se volteó bruscamente hacia su compañero

- ¿C… Cómo?- preguntó incrédulo.

- Hace un rato vino, pero estaban poniéndole la máscara a la chica a si que le dije que viniera más tarde- ni siquiera se tomó la molestia de mirarlo, sabia perfectamente que con eso lo había matado

- ¿¡QUE!?- JunSu comenzó a mirar por todos lados buscando sus cosas

- Oye, recuerda que hoy tenemos un partido- el pelinaranjo seguía hablando con toda la normalidad del mundo - ¿No llegues tarde eh?- finalmente se dio vuelta y miró al delfín con una sonrisa

- Yah, ¿Por qué hiciste eso? Te dije que le dijeras que no quería hablar con él- la sonrisa de su amigo se marcó aún más

- Ustedes necesitan hablar…- JunSu se sorprendió – Y… me cae bien, tú sabes- sin la mayor preocupación tomó uno de los chocolates y se lo echó a la boca. JunSu pensaba cómo podía tener un amigo así. Justo en ese momento, ambos escucharon la manilla de la puerta y se voltearon a la misma vez.

- Y hablando del conejo de pascua- dijo EunHyuk con una enorme sonrisa. YooChun apareció a través de la puerta. Y comenzó el show

- ¡¡HOLAA!!- Micky alzó ambos brazos y corrió hacia el mono

- ¡¡HOLAA!!- Eunnie hizo la misma acción. Al encontrarse, chocaron sus palmas y se dieron un gran abrazo fraternal, como si no se hubieran visto en años. Se decían cosas como ‘te extrañé’ y ‘nunca te mueras’

Era su compañero de fiestas y tomateras, ¿Cómo no le iba a caer bien? Junsu suspiró resignado. Esta era la razón por la que había conocido a YooChun, también el motivo por el que paso mucho tiempo con él, también el motivo por el que muchas veces discutían, también el motivo por lo el que siempre volvían.

- Amigo papá mono, necesito pedirte un favor- dijo Micky con seriedad después de todo el escándalo.

- Dígame compañero ratón de alcantarilla- le dio una palmada en el hombro. Ni siquiera estaban bebiendo y parecían un par de borrachos. YooChun miró unos segundos a JunSu y sonrió. – Claro, claro- dijo EunHyuk tomando sus cosas – Yo los dejo, no hay problema- pasó por al lado de JunSu y le quitó la carpeta de las manos – Yo me encargo de esto y no llegues tarde- llegó hasta la puerta – ¡Adiós Micky!- el aludido se despidió con la mano.

El silencio se apoderó de la sala luego de que EunHyuk se fuera. Ninguno de los dos se hablaba, ni se miraba. JunSu jugueteaba con sus manos mientras el ratón palmeaba el mesón que tenia a un lado al ritmo de un pulso.

- ¿Tienen partido hoy?-

- Hmm- ambos se miraron por un instante.

- JunSu ah, ¿Puedo hablar contigo un momentito?- YooChun mostró con los dedos que tan poquito era. Lo miraba suplicante, necesitaba esa oportunidad. JunSu volvió a suspirar

- Ya estás hablando…- contestó pesadamente, aunque se veía muy triste.

- Susu ah… de verdad lo siento- trato de acercársele, pero el delfín retrocedió

- Yo no lo siento. Fue mejor que esto pasara. Ahora se que no puedo confiar en ti- evitaba mirarlo a toda costa. No quería llorar, no quería.

- Sabes que eso no es verdad. Yo sólo estaba…-

- ¿Divirtiéndote con unas chicas mientras yo pasaba la noche entera en el hospital?- terminó la frase de su exnovio. Él frunció el seño.

- ¡No, claro que no! No estaba con chicas JunSu-

- ¿No? ¿Entonces que estabas haciendo? ¿Ayudando a los niños de la calle, dándole de comer a los ancianos, visitando a un pariente? Dime… no, mejor no me digas nada…- Micky tenia la cabeza agacha, escuchando - … no me digas nada porque sea cual sea tu excusa, será una mentira. ¡Siempre me mientes YooChun! Partiste esta relación mintiéndome y lo harás siempre… lo sabes- de verdad no quería llorar pero sentía tanta impotencia en ese momento.

- No estaba haciendo nada de eso…- respondió con voz ahogada. – Peleé de nuevo con mi padre- JunSu alzó su cabeza y buscó su mirada, pero Micky seguía mirando el piso – Tu me dijiste que ya no bebiera más cuando peleara con él. Que, a cambio de eso, me refugiara en ti. Pero lo hice otra vez, me puse a beber de nuevo y me sentía tan culpable. No quería desilusionarte pero lo estaba haciendo y trate de esconderme de eso, por eso apagué mi celular. Lo siento- su voz cada vez era más inaudible y poco a poco se iba apagando. Espero un momento para recibir un golpe, un grito de histeria, un sermón… pero nada llegó.

Lentamente levantó su cabeza, lleno de vergüenza, para encontrarse con los ojos de su delfín. Él estaba sorprendido, compadecido de sus palabras. Le había creído; aunque Kim sabía que el había mentido millones de veces antes, le creyó, nuevamente… podía verlo en sus ojos. Y lo amo aún más por ello.

En un arranque de su corazón, trató de acercarse nuevamente al amor de su vida, pero esta vez no fue él quien se lo impidió, si no que paró en seco, al notar algo sumamente caliente en su codo y ante brazo

- ¡Fuck!- gritó quitando el brazo en un rápido acto reflejo. JunSu abrió los ojos horrorizado y se acercó corriendo a su ratón

- Oh por dios, ¡YooChun quítate eso rápido!- pero era demasiado tarde. Producto del fuerte aire acondicionado, la cera depilatoria de adhirió y seco rápidamente.

- ¿Q… Qué es?- miró a JunSu - ¿Qué es?- volvió a preguntar. JunSu tragó saliva

- Es… cera…- lo dijo muy bajo, pero Micky lo escuchó perfectamente. Volvió a mirarse el brazo con aún más horror del que JunSu tenía en la cara. Eso iba a doler.

Luego de eso, comenzó un largo rosario de exclamaciones por parte de ambos. YooChun con sus ‘no, espera’, ‘me va a doler’, ‘mejor lo hago yo’, ‘¿no hay otra forma de sacarlo?’ y JunSu con sus ‘esta bien’, ‘solo será un tirón’, ‘no te pongas a gritar si aún no te lo he quitado’, ‘¡no me sujetes las manos!’ que repetían una y otra vez, de forma atropellada y al mismo tiempo; sin que ninguno escuchara al otro. Bastó solo un descuido de Park, para que el castaño liberara de un tirón toda la cera.

Con la mano opuesta sobre su codo y antebrazo se movía hacia atrás y hacia delante reprimiendo un grito en la garganta. JunSu no sabía que hacer, lo veía sufrir y revolcarse de dolor; volvió a sentir esa impotencia pero esta vez de no poder ayudar a su Chunnie. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras buscaba desesperadamente su mirada. Aunque el tirón fue realmente doloroso, poco a poco fue pasando, y cuando abrió los ojos, se encontró con los de JunSu envuelto en lágrimas. Se enderezó tomando toda la fuerza que pudo y le sonrió dulcemente, aunque aún le dolía. El delfín tenía entre sus manos el enorme pedazo de cera que le había arrancado del brazo y la tomó entre las suyas. Inspeccionó el objeto y le sonrió nuevamente a JunSu

- Me lo voy a dejar de recuerdo- bromeó. El menor rió con él pero sus lágrimas comenzaron a salir. YooChun tomó con una de sus manos el delicado rostro de su amado y comenzó a depositar dulces besos en su rostro, secando sus lágrimas gentilmente – No llores- susurró – Se supone que soy yo el que tiene que llorar- levantó el mentón del delfín y depositó un suave beso en los labios, humedeciéndolos con sus propias lágrimas.

Dejó el trozo de cera a un lado para pasar a concentrarse en su nueva labor. Tomó con ambas manos las caderas de JunSu y comenzó a darle suaves y cortos besos, uno tras otro. De pronto, de su garganta comenzó a salir una suave canción y acercó más su cuerpo hacia el de su delfín meneándose con él lentamente… bailando suavemente la canción que salía de su garganta. JunSu se separó un poco de sus labios y comenzó a reír despacio.

- Estás loco Chunnie…- volvió a besar sus labios.

- ¿Y me amas así?- Micky se alejó un poco para mirar a JunSu. Sus mejillas enrojecieron y asintió tiernamente

- Si- dijo con su voz más dulce, mordiéndose un poco las uñas. Aquel hermoso acto hizo que su ahora novio se abalanzara contra sus labio nuevamente, mientras Kim rodeaba su cuello con ambos brazos.

YooChun dejó salir esa canción nuevamente y el castaño volvió a sonreír contra sus labios. Ahora ambos dejaban salir de su garganta esa maravillosa canción, mientras continuaban con ese vaivén de sus cuerpos y se besaban una y otra vez.

Ninguno sabía cuanto tiempo habían estado de esa forma, hasta que YooChun se separo un poco de él.

- Ya es tarde- el moreno tomó la chaqueta y la bolsita de regalos por las fans que su delfín tenía a un lado se los entregó.

- ¿Tienes algo que hacer?- preguntó muy curioso como siempre. Así era su amado Susu.

- No- contestó con una sonrisa – Pero tienes partido, ¿Recuerdas? Además ya deben estar cerrando el spa-

- Oh…- dijo simplemente con tristeza en sus ojos.

- Te espero en mi departamento esta noche, si?- esa sonrisa picarona tan típica de él. Obviamente no iban a jugar a las bolitas.

- Está bien- ahora JunSu se veía mucho más feliz. Volvía a ser la hermosa persona de siempre. Ambos caminaron juntos hasta las afueras de la puerta de aquella sala. -¿No vienes?- preguntó

- No, debo ir a buscar unas cosas a mi oficina antes. Tú ya vete, estas atrasado- le dio un beso en la frente

- ¡Woah! Es verdad… rayos, me van a dejar en la banca. Nuu~, yo quería jugar ;O; Eunnie me va a matar cuando… - ahí iba su novio con el ánimo de siempre y hablando solo, como siempre. El dandy boy lo vio alejarse con una enorme sonrisa forzada en los labios. Una vez que su novio desapareció de su campo visual, cambio su semblante rápidamente a una enorme cara de preocupación. Se dio media vuelta y casi corriendo empezó a avanzar

- ¡YunHo me va a matar! Quizás desde qué hora me esta esperando…-



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YunHo estaba sentado en la camilla, balanceando sus pies distraídamente. YooChun estaba demorando demasiado, pero había insistido e que lo llevaría a si que tenía que esperarlo. Se bajó de la camilla y comenzó a caminar en círculos por la sala.

Hace un rato había ido a dejar la carpeta a la oficina de JaeJoong, pero no estaba a si que la dejó encima y se fue. ¿Dónde estaría? Se supone que va a trabajar allí. Tal vez andaba por ahí supervisando. Y tal vez estás preocupándote demasiado por estupideces YunHo, mira que tonterías estás pensando.

Se acerco distraídamente a la ventana que había justo al frente de la camilla y observó a través de ella. Pasó su mirada por todo el hermoso lugar que se mostraba ante sus ojos. Hasta que vio a dos personas. A ambas las conocía…



… era su jefe, JaeJoong… conversaba acaloradamente con otra persona…



… era… si… era KiBum, sin duda.


Seguramente a él se refería cuando dijo que tenía problemas con un empleado. Esperaba que todo fuera realmente bien allá abajo y las cosas terminaran bien, como se lo había dicho directamente a JaeJoong. Pero su pensamiento fue cortado abruptamente, cuando vio una escena que lo dejó helado.

KiBum, con una enorme desesperación, tomó al rubio de la nuca y justo sus labios con los suyos. Al principio, JaeJoong se resistió, pero poco a poco fue relajándose y se entregó al beso.

Que alguien le tira un balde de agua en la cara, ¿Era real lo que estaba viendo? Sintió algo apretarse fuerte en su pecho y apartó la vista de la ventana. No pudo mirar más… eso era… demasiado.


1 Comentarios:

  1. Anónimo8/16/2009

    ahhhhh!!!!


    el yoosu estuvo super tierno!!


    y la escena de jae con kibum ,no!!!

    ahhh yunnie ya esta celosin


    yunjae love

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