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Arualthings

Seventh Heaven cap 3

Te conocía desde antes de nacer


Lo sabía. Sabía que le molestaría las relaciones amorosas entre sus compañeros, pero nunca de esa manera. Se sentía tan extraño, quería salir corriendo en ese momento y no volver nunca más.


“Si no te encanta y te haces adicto a esto, saldrás corriendo el primer día”


Recordó esas palabras, dichas por aquel al que vio hace un momento besando a su jefe. Porque, ¿Él era el jefe de KiBum también, no? Lo era, verdad? Entonces…


“Mmm… problemas con un buen empleado”


¿Por qué no dijo que era su novio? No sabía por qué, pero se sintió traicionado y desilusionado de él mismo. ¿De verdad creyó que con un masaje y un par de palabra sabe todo sobre Kim JaeJoong? Claro que no, YunHo. Vives en otro mundo. La vida no es como la ves. Las persona no son como las ves. De verdad sintió que tenía el derecho de bajar y pedir una explicación…

- ¡Yah, YunHo ah!- asustado, giró hacia la voz que le hablaba a sus espaldas – Siento llegar tarde…- se disculpo el ratón. Él le regaló una triste sonrisa.

- No te preocupes, después de todo me estás haciendo un favor, ¿Nos vamos?- Micky sonrió feliz

- ¡Claro!- el castaño tomó sus cosas y salió junto con YooChun de la sala, y ambos se fueron en dirección contraria. Al notarlo, ambos se detuvieron y se miraron.

- Eh… ¿La salida no es por aquí?- Jung no se consideraba una persona con falta de orientación, todo lo contrario.

- Hacia allá esta la entrada principal y a esta hora ya debería estar cerrada. Debemos salir por otro lado- respondió el siempre cortés Park. Sin más comentarios comenzaron a caminar por el pasillo del spa que ahora tenía pocas luces encendidas.

YunHo estaba ensimismado en sus pensamientos, en aquella escena, hasta que reaccionó. La salida por donde saldrían, ¿Era donde estaban JaeJoong y KiBum?

- Micky…- su voz tembló un poco

- Dime…- esperaba a que el castaño hablara, pero pasó un rato en silencio

- Nada…- fue lo único que pudo decir. Tenía un millón de preguntas en la cabeza, pero no pudo hacer ni una. Cualquier cosa que dijese sobre JaeJoong sonaría extraño. Es verdad que hace un rato, mientras estuvo de espaldas a la ventana luego del suceso, pensó por un segundo en bajar y pedir una explicación. ¿Una explicación de qué? Ahora sabía que era ridículo y el hecho de irse acercando cada vez más a ese lugar le provocaba un profundo sentimiento de culpa y vergüenza.

Llegaron hasta el final del pasillo y YunHo se detuvo de golpe, mirando al suelo. YooChun, al no sentir al mayor a su lado, volteó para mirarlo.

- ¿Pasa algo?- Si. Claro que pasaba algo, Micky lo presentía y YunHo lo sabía con certeza. Desde el momento en que comenzaron a hablar se llevaron muy bien y su amistad había avanzado bastante rápido, a si que el mayor concluyó, que él era la persona indicada para aclarar sus dudas.

Justo en ese instante, un fuerte golpe se oyó a espaldas del castaño. Ambos reaccionaron de inmediato mirando hacia la puerta de la sala donde se había escuchado el golpe. Micky temió lo peor… era la sala de estilistas de cabello.



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- ¡Okay! Todo listo- LeeTeuk había terminado de arreglar sus cosas mientras KangIn lo esperaba apoyado sobre una pared, cruzado de brazos. El mayor tomó sus cosas y se giró hacia su novio con una linda sonrisa.

- Aún no…- respondió apático. Se separó de la fría pared que lo sostenía, y con ambas manos en los respectivos bolsillos de su pantalón, se acercó al castaño con toda la tranquilidad del mundo. Se detuvo solo a centímetros de él y acercó sus labios para fundirlos con los del hombre que tenía enfrente. LeeTeuk sonrió sobre sus labios, dejando caer las cosas que tenía en las manos para rodear el cuello de su vaca.

KangIn era de esas personas que sabía como tratar, en su caso, a un hombre. Siempre encontraba la manera de hacer suyo esos labios que deseaba todo el tiempo, que le hacían sentir tan feliz de estar ahí con él en ese instante y para toda la vida; pero al mismo tiempo, haciendo sentir pleno a su pareja y satisfacer todas sus necesidades. Los probaba primero, con pequeño roces, finos movimientos que provocaban corrientes eléctricas de deseo y que hacían que JungSoo se sintiera en la gloria.

Se iba apoderando y adentrando terreno poco a poco, con tanta paciencia y delicadeza. El moreno era lo que cualquier persona quería. Él podía hacer sentir con un pequeño beso que todo tu mundo se vuelva color de rosa, podía hacerte sentir con un beso profundo y dedicado realmente en el cielo. Y lo que podía hacer en la cama era realmente indescriptible. Él podría hacerle sentir a su novio cosas que jamás había imaginado…

… si tan solo pudiera…

Sumido en esos pensamientos, no se percató que había extralimitado su límite con el castaño. Para cuando reaccionó, su boca se apoderaba con una desbordante lujuria de cada milímetro de la boca de LeeTeuk, su brazo derecho lo tomaba de la nuca con fuerza, tratando de profundizar más, si es que era posible, ese fogoso beso. Su mano izquierda ya estaba debajo de la camisa y se paseaba por su espalda lleno de deseo por ese cuerpo que tenía tan cerca de él. Quería detenerse, de verdad quería. Lo último que quería KangIn en este mundo, era dañar a la persona que más amaba en este mundo. Pero era tanta su excitación que no podía detenerse, todo lo contrario, cada vez quería más y más.

Y Teukie lo sabía todo. Sabía que su novio lo amaba tanto como él; que era su prioridad, su tesoro más preciado a quien cuidaba con todo su amor. Sabía lo cuidadoso que era. Jamás, a pesar de la difícil condición en la que lo conoció, se sintió incómodo o dañado a su lado. Él lo sabía…

… pero… esas imágenes en su cabeza…

¡Esas malditas imágenes! Oscuras, como sacadas de la mas horrenda pesadilla…

- No lo hagas…- pidió en un susurro cuando el moreno se separó de él para tomar aire. Sabía que era inútil.

Esas imágenes volvían a su cabeza con cada roce. Estaba tan oscuro, sentía tanto miedo, tenía tantas ganas de morirse en ese instante.

Entonces, las manos de su novio ya no eran de él. No… eran de ese monstruo… de ese malparido que le arruino la vida. Lágrimas asomaban por sus ojos.

Kim estaba completamente descontrolado, muerto de ganas por sentir a esa persona como había querido desde hace tanto tiempo.

… entonces lo que ambos temían, pasó.

En una macabra sucesión de movimientos, el menor paso su mano por el costado del torso de su amante hasta llegar a su pecho. Con su mano libre, acercó más su cuerpo contra el del castaño, haciendo que éste notara su erección. Y para rematar, uno de los que tenia sobre el pecho del mayor rozó seductoramente uno de esos, tan deseables, botones rosados. Solo eso. Un roce. Un roce que hizo que LeeTeuk muriera en un segundo y volviera a la vida lleno de adrenalina por el miedo, con la fuerza de un huracán.

- Basta… ¡¡NO!! MALDITO CERDO ASQUEROSO, ¡¡SUÉLTAME!!- gritó desesperado. Se separó lo suficiente, para darle un feroz puñetazo que mando a su novio con todo lo que se le cruzó al suelo, haciendo con ello un enorme estruendo.

Lo que siguió fue silencio, luego sollozos del castaño y alguien que venía desde el fondo del pasillo a toda prisa.

Cuando YooChun abrió la puerta y se encontró con esa escena, supo que sus predicciones habían sido acertadas. YunHo llegó segundos después, algo aturdido y asustado. Quedó de pie un poco más atrás de Micky quien tapaba el acceso, con una mano en la manilla de la puerta y la otra en la pared. Pero YooChun era mas bajo que él, a si que Jung pudo ver claramente lo que pasaba. De pronto Micky reaccionó y corrió hacia Kim que estaba aún en el suelo y sin moverse. El castaño decidió ir por el otro y se acercó sigilosamente a Teukie.

- ¿Qué pasó?- preguntó con toda la dulzura que pudo.

- Tenía que hacerlo… sentí tanto miedo… tanto- el alto no era médico ni nada por el estilo, pero claramente el mayor sufría un ataque de pánico

- ¿¡Qué pasó ahora!?- ChangMin entró con el rostro desencajado a la habitación sin saber hacia quien ir.

- ¡ChangMin, ayúdame!- por ese grito, ChangMin corrió hacia Micky y ayudar a KangIn a levantarse, tomándolo del otro brazo. YunHo tuvo miedo de preguntar cualquier cosa a sus jefes, lo único que sabía al verle las caras era que lo que pasó era muy grave.

- Lo siento…- dijo LeeTeuk entre sollozos, robando nuevamente la atención del castaño.

- Está bien. Tranquilo…- si, no sabía nada. Pero no podía hacer que el ataque de LeeTeuk creciera más; eso era muy peligroso. Se arrodillo a un costado del estilista sin saber que hacer o decir. Jamás se había sentido tan incomodo e impotente en toda su vida.

- YunHo, tu lleva a JungSoo. Tenemos que llevarlos a un hospital- ¿Llevarlos? Jung miró a Micky pidiendo una explicación, pero su duda se aclaró rápido al percatarse del estado en el que YoungWoon se encontraba. Tal parece que se golpeó con algo al caer, pues su cabeza tenía una herida y sangraba bastante, manchándole la mitad de la cara e impidiéndole abrir un ojo. Se puso blanco al verlo en ese estado; miró hacía donde minutos atrás estuvo tirado, notando que allí también había mucha sangre. KangIn se veía muy mareado, pálido y casi a punto de desmayarse. Para colmo, no sólo lo vio el alto, si no también LeeTeuk que alcanzó a decir “Oh, por dios” antes de quedar en shock.

Todo había pasado tan rápido. ¿En qué momento había pasado todo esto? Hace un rato iba de camino a su casa con una esperanzador futuro para él y su hermana, preocupándose de algo que tenía tan poca importancia que ni siquiera podía recordar ahora, por causa de sus nervios. Y ahora ese chico serio, Micky y él llevaban a un chico en un shock tremendo y a otro que le salía sangre y más sangre de la cabeza al auto de Micky para llevarlos al hospital. Si alguien le hablaba en ese momento, seguro explotaría y se pondría a gritar como siempre lo hacía para liberar la tensión.

Llegaron hasta una puerta de metal que comunicaba al exterior. Ya estaba muy oscuro, por lo que el masajista sólo se limitó a no perder de vista a YooChun.

- ¿¡Qué demonios pasó!?- un afligido JaeJoong se acercó al grupo, seguido de KiBum un poco más atrás. YooChun había dejado al medio inconciente KangIn para buscar las llaves de su auto, dejándole todo el peso a Shim - ¿Está herido?- al verlos, YunHo recordó en qué venía pensando momentos antes, pero ya estaba ahí. Estaba molesto por muchas cosas; desde aflicciones de la infancia hasta la última cosa en la lista, que fue por la que explotó.

- ¡Deja de hacer preguntas y ayúdame!- pero dicha frase no fue dicha sólo por él. Junto con Jung, al mismo tiempo, ‘Minnie’ había dicho exactamente lo mismo, en el mismo tono y también igual de enojado. Ambos se miraron unos segundos, entonces comprendieron que no eran tan diferentes como parecían ser.

Joongie, por su parte, quedó pasmado ante la simultánea reacción violenta de su amigo y el masajista, pero reaccionó rápidamente y se apresuró a ayudar al menor, claro. KiBum se acercó al mayor y comenzó a revisar sus pupilas a duras penas, con la poca luz que tenía.

- Esta en shock por completo…- mientras con una mano levantaba sus párpados superiores, con la otra cogió su muñeca y le tomó el pulso – está totalmente reactivo y ajeno a lo que pasa. Su presión está muy baja también-

- Eres médico- preguntó con sumo interés el castaño.

- No, mi padre es médico. Hay muchos libros de medicina en mi casa- respondió seriamente, sin sacar la vista de LeeTeuk

- ¡Vamos, vamos… súbanlo rápido!- el ratón les hacía un ademán con la mano para que se dieran prisa, mientras el rubio acomodaba a KangIn por el otro lado del vehículo. KiBum entro al auto para ayudar dende dentro a subir a LeeTeuk y ChangMin se sentó de copiloto.

- Ustedes llévenselos al hospital rápido. YunHo y yo iremos en mi auto- le dijo el rubio a Micky antes de que este cerrara su puerta y arrancara a toda velocidad. – Vamos, rápido- ambos corrieron hasta el lujoso auto de JaeJoong, subieron y arrancaron igual de veloces para alcanzar al otro auto.

- Jamás había visto a alguien sangrar de esa manera- comentó el alto completamente nervioso.

- Fue un golpe en la cabeza. Siempre se sangra mucho ahí- respondió frío el otro mientras daba bocinazos y corría a toda velocidad por la carretera detrás del automóvil de su amigo.

- ¿Qué habrá pasado para que ambos quedaran así?- se escuchaba muy afligido y preocupado. El era muy protector con todas las personas y odiaba verlas sufrir.

- Él sobrepasó su límite- obviamente no entendió a qué se refería, pero fue suficientemente claro que no debía preguntar más.

En pocos minutos ya se encontraban en el hospital, los afectados habían sido ingresados y los 5 restantes esperaban bajo una tensión enorme. En el pasillo donde se encontraban, no volaba ni una mosca, cada uno estaba sumido en sus propios pensamientos, analizando el largo día que todos tuvieron. De pronto, el sonido de un celular vibrando rompió el seco silencio, haciendo que todos revisaran sus bolsillos.

- Es el mío- dijo Jung y todo lo miraron - ¿Hola? Cielo… si, estoy bien no te preocupes…- por alguna razón, todos estaban pendientes de la conversación que Jung mantenía con ‘cielo’. Le daba explicaciones y le pedía constantemente disculpas. Le prometió que volvería pronto y que se cuidara mucho. Que la quería demasiado.

No era extraño que un chico heterosexual tan bien parecido como lo era YunHo tuviese una novia igual de hermosa y agradable. Al menos fue eso lo que todos pensaron, a excepción de Micky que sabía muy bien de quien se trataba.

YunHo colgó y se dio la vuelta para encontrarse con las miradas de todos sobre él.

- ¿Quieres que te vaya a dejar?- preguntó Joongie más serio que nunca.

- ¿Eh? No, no… está bien, no te preocupes- no sabía porqué pero JaeJoong parecía cada vez más enojado. Seguramente le molestó el hecho de que alguien lo llamase en una situación como esa, pero ¿Cómo iba a saber su hermana que estaba en el hospital?

- ¿Familiares del señor Park JungSoo?- rápidamente y como un imán, todos se acercaron hacia el médico, pero solo uno respondió

- Yo. Soy su primo- el masajista miro sorprendido a su amigo. ¿El era su primo? Pero había corrido hacia KangIn, ¿Por qué ayudar a un desconocido y no a su familia?

- El chico se ve bastante afectado por lo que pasó. Quisiera hacerle algunas preguntas-

- Claro-

- Leí en la ficha médica que el paciente había sufrido una violación a los 14 años. ¿Es eso cierto?- Jung abrió los ojos sorprendido.

“Él sobrepasó su límite”

¡Ahora lo entendía todo!

- Si señor, lo es-

- Bien…- el hombre comenzó a anotar cosas en la ficha – El otro joven ingresado, ¿Qué relación tiene con este?-

- Son novios- respondió de inmediato JaeJoong, dejando a YooChun con la palabra en la boca.

- Oh, muy bien… ¿Usted es cercano al otro joven?- esta vez se dirigía al rubio que estaba a su izquierda

- Si, es mi primo- ¿¡QUÉ!? ¿Ahora su hyung era primo de KangIn? ¡No eran ni parecidos! Si no lo hubiese escuchado de los labios del mismo JaeJoong en ese momento, no lo hubiese creído.

- Okay. Usted y usted van a acompañarme. Debo hacerles más preguntas- dijo señalando a Micky y Joongie con el lápiz.

- Oiga. ¡Usted nos llena de preguntas pero no nos informa nada!- gritó el rubio fuera de sus casillas.

- Está bien, cálmese joven. El señor Park está estable pero no puede tener visitas hasta mañana y el señor Kim, a pesar de la cantidad de sangre que derramó, sólo tiene una herida de menor gravedad en la cabeza por lo que se repondrá pronto. No se preocupen, ellos estarán bien-

- ¿Entonces por que tantas preguntas? No tiene sentido si usted dice que ya están fuera de peligro- interrumpió el más alto de todos.

- El hecho que se repondrán no quiere decir que el ataque de pánico del señor Park haya sido sin importancia. Además, el hecho de que el joven haya sido violado complica los procedimientos- hubo un enorme silencio, mostrando caras afligidas de todos los conocidos de la pareja – Señores, por favor, acompáñenme- sin más discusión, ambos familiares siguieron al doctor hasta el interior de la sala.

- KiBum…- habló JaeJoong antes de cerrar la puerta – Llama a HeeChul por favor. Él debe estar aquí – el chico le sonrió, dándole a entender que lo haría y JaeJoong le devolvió la sonrisa, cerrándose la puerta luego.

Ahora el que sentía miradas sobre él era el Kim que quedaba. Eran miradas tan intensas, miradas que lo acusaban de algo. Una podía entenderla a la perfección, pero había otra que le confundía.

- Voy a buscar café, ¿Alguno quiere que traiga algo?- preguntó algo incómodo, tratando de escapar de esas profundas miradas.

- Café para mí también- contestó pesadamente el menor.

- Nada para mi, gracias- respondió amable YunHo, a pesar de su mirada que no decía precisamente lo mismo.

La noche fue avanzando, Micky y Jae volvieron de su ‘interrogatorio’ con el médico, llamaron a los padres de ambos un poco antes de que HeeChul apareciera como alma que lleva el diablo entre los jóvenes.

- Joongie- lo llamó apenas pudo divisarlo, llegó casi corriendo hacia él y lo abrazó con fuerza, dándose apoyo mutuamente. – ¿Que pasó?-

- No lo sabemos Chul…- contestó triste

- Lo que te dije por teléfono es todo lo que sabemos- agregó KiBum que estaba algo aislado. HeeChul soltó lentamente al rubio y descubrió a YunHo entre los presentes

- ¿Tú también estás aquí?- preguntó sorprendido. Comprendía por que todos estaban ahí, pero el nuevo no encajaba.

- Si. Yunie y yo fuimos los primeros en entrar a la habitación. Íbamos a casa y sentimos un ruido muy fuerte. El nos ayudó a traerlo y todo- explicó brevemente el ratón

- Oh, ya veo- miró al castaño completamente enternecido y se acercó a él para acariciarle la mejilla. – Muchas gracias, de verdad- Jung se sintió realmente bien en ese momento. Había estado muy tenso con todo en las últimas horas y ese rostro lleno de emoción y agradecimiento le alivianó el alma. Sonrió

- No hay de qué. Siempre que pueda ayudarlos lo haré- el pelirrojo sonrió aún más y lo abrazó como hace un rato había hecho con el rubio, solo que esta vez tuvo que ponerse de puntillas por la diferencia de altura

- Eres un sol…- le dijo, pero rápidamente se separo de él – ¡Santo dios estas heladísimo! ¿Estás bien?- efectivamente, YunHo no había llevado nada para abrigarse ese día y ahora que ya no estaba corriendo ni haciendo esfuerzos, el calor corporal de su cuerpo había bajado considerablemente.

- Estoy bien, no te preocupes- respondió con una sonrisa, pero ya el ratón estaba encima de él.

- Estás muy helado, ¿Por qué no dijiste nada?- ya no había más remedio, debía dejar de fingir

- Lo siento, no quería molestar…- la princesa miró lleno de furia en los ojos a YooChun

- Ay, Dandy Boy ¿¡Cómo puedes ser tan desconsiderado con tu amigo!? No te preocupes, yo te llevaré casa ^0^- y sin más, lo tomó del brazo y lo tironeó para empezar a caminar, pero rápidamente Park se interpuso en su camino y alzó ambos brazos a los costados.

- ¡De eso nada! Chul ah, déjalo en paz, ¿No ves que le das miedo?- antes que HeeChul le pidiese una explicación al masajista este negó fuertemente con la cabeza y con los ojos muy abiertos.

- Oigan…- interrumpió un molesto JaeJoong – No comiencen a hacer escenas ahora-

- ¡Yo no hice nada! Fue él- dijeron ambos al mismo tiempo y se miraron enfadados - ¡No me copies!- volvieron a hablar al unísono - ¡Basta!-

ChangMin, quien era el único que estaba sentado, movió la cabeza en forma de negación, resignado a las eternas discusiones de “Dandy Boy” y “Chul ah”. Silencioso, como sólo el podía, se levantó de su asiento y camino calmadamente hacia el trío. Tomó de la mano a YunHo sin inmutarse

- Tú- señaló al extravagante pelirrojo – Deberías llevar a casa a “tu querido Joongie” y a tu “KiBumie” que están muy cansados.- el chico miró a los dos y agachó la cabeza - Y tú - señaló al ratón - ¿Ya llamaste a “tu amado delfín”?- Micky abrió los ojos como platos al recordar que había quedado con él y que ya era MUY tarde.

Sin decir nada más, caminó por el pasillo tomado de la mano con YunHo y la natural calma que lo caracterizaba. YunHo, por su parte, se despidió de todos algo aturdido y se dejó arrastrar por el alto hasta la entrada del hospital. Una vez allí, el chico apático sacó su teléfono móvil y marcó dos teclas

- Soy yo. Necesito que estés donde te dije lo más rápido posible, ¿Estás cerca? Mejor. Adiós- colgó y miró al castaño que esperaba expectante – Esperaremos que el chofer llegue y tu le indicarás la dirección de tu casa, ¿Entendido?- siempre tan serio y distante, ¿Es que acaso no podía hablar de otra forma? Asintió sin más remedio.

- Claro hyung, muchas gracias- hizo una reverencia quedando con la vista mirando al piso y la espalda encorvada.

ChangMin dudó por un momento. Ese chico prácticamente de su mismo porte (y eso era decir mucho) y claramente mayor que él, ¿Le había llamado ‘hyung’?. Por primera vez, había dejado su apatía a un lado delante del nuevo, dando paso a una enorme cara de sorpresa.

- ¿Cómo? ¿Hyung?- YunHo levantó la vista sin enderezarse aún.

- ¿Cuántos años tiene?- [Usa un lenguaje formal] preguntó algo dudoso

- 21…- respondió frunciendo el seño. ¿Es que acaso su adorable cara no se lo decía?

- ¡Oh vaya! Pensé que eras el mayor – el castaño se relajó, regalando una amplia sonrisa. ChangMin odiaba eso. De todos sus empleados, no había ninguno que lo trataba con el respeto que merecía; todo por ser el menor. Eso no tenía nada que ver, el era jefe y le debían respeto independiente de la edad que tuviera o si lo conocían desde antes. Además, la personalidad juguetona de YooChun y la sobre protectora de JaeJoong provocaba que, al fin de cuentas, todos los empleados del spa terminen haciendo lo que se les venga en gana.

- Aun así soy tu jefe- lo dijo de la forma más venenosa que pudo. Había cometido un gran error dejándole pasar actitudes a los demás. Este chico nuevo era su oportunidad para marcar el territorio que siempre debió pertenecerle.

- Lo se, tranquilo- respondió aún sonriente, a pesar de que tembló al escuchar ese tono de voz – Entiendo que quieras que se te respete, después de todo es lo que te corresponde- en ese momento una limusina se detuvo en la entrada del hospital. El más alto indicó que ese era el vehículo que esperaban, empujando a un anonadado YunHo que se resistía a subir a tan lujoso vehículo

- ¡Sube ya!- regañó molesto – Hace frío y te vas a resfriar. Mañana debes ir a trabajar ¿Sabes?-

- Oye… me siento incómodo tratándote de igual, ¿Te importa si te llamo hyung aunque no lo seas?- ChangMin volvió a mirarle sorprendido. ¿Decirle hyung aún sabiendo que era menor que él? Ese chico era una caja de sorpresas.

- Como quieras pero entra ya…- finalmente pudo meterlo donare del vehículo y cerró la puerta, pero inmediatamente después, Jung bajó el vidrio

- ¡Hyung!- lo llamó antes de que se fuera – JaeJoong hyung me dijo que no todos en el spa eran…- ya había comenzado a hablar, pero se arrepentía

- ¿Gays?- completó la frase con una pregunta

- Si…- dijo apenado el castaño - ¿Él se refería a ti?-

- No creo- respondió con total naturalidad – Si quieres conocer a esa persona ve mañana en tu hora de descanso a la piscina techada.

- ¡Muchas gracias ChangMin hyung!- el susodicho asintió – Adiós, nos vemos mañana ¡Ah, y gracias!- la limusina se alejó, llevándose al masajista dejos del alcance visual del alto.

- Jung YunHo…- sin poder evitarlo, sonrió. No quería admitirlo, pero ese masajista le había caído muy bien y… “hyung” soltó una risa tonta que pronto oculto con una cara muy seria. Carraspeó un poco y se adentró al hospital. No podía descuidar a Joongie ni un minuto.



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ZhouMi llegó muy agotado a casa. El estar protegiendo personas le ocupaba mucha energía y el hecho de hacerlo de incógnito lo ponía aún peor. Era difícil fingir ser un matón de colegio cuando eres justamente todo lo contrario.

Entró a su casa y saludo a su hermano mayor sin siquiera mirarlo. Se dirigió directamente a su habitación para desplomarse sobre la cama.

- ¿Eso es todo? Ni siquiera me preguntas como estoy- dijo el hermano desde la puerta.

- Lo siento, estoy cansado- respondió a duras penas, con su cabeza hundida en la cama.

- Mimi, necesito que vayas el jueves al spa después de clases. Voy a necesitar tu ayuda-

- Claro, como quieras- respondió, levantando perezosamente una mano. El hombre sonrió, se lanzó sobre el en la cama y comenzó a saltar sobre él.

- Por eso te quiero. Eres mi hermano favorito- le dijo feliz mientras desordenaba su cabello

- Soy el único que tienes, tonto. Y ni siquiera soy real- a pesar del movimiento de la cama, el moreno ni se inmutaba

- Tú eres real para mi. ¿Yo no lo soy para ti?- se ladeó un poco para poder mirarlo, mientras Mimi ladeaba la cabeza para poder respirar.

- Claro que si lo eres, pero es que… ah! Olvídalo-

- ¡NO, no, no!- comenzó a canturrear el otro mientras seguía saltando

- ¿Qué demonios te pasa? ¿Ha vuelto tu admiradora o admirador secreto?- le preguntó ya mareado de tanto movimiento

- ¡Si!- respondió con una enorme sonrisa.

Luego de eso, ambos comenzaron a jugar, como lo hacían siempre que podían. Siempre fueron demasiado cercanos y cariñosos entre ellos, al no tener a nadie más. Jugaron hasta que el mayor se cansó y fue a preparar la cena. Apenas éste se fue, el moreno se abalanzó desesperado hacia su bolso y sacó de él una fotografía. La miró con ternura y suspiró. Era la foto del chico que le robaba el sueño y a quien protegía a toda costa, sin que él lo supiera. Le había tomado esa foto a escondidas, mientras estaba leyendo un libro a orillas de un canal. Se veía tan hermoso, tan irresistible.

“Henry…” dijo en un susurro.



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La limusina de detuvo afuera del humilde edificio en el que vivía hace algunos meses. Se bajó y agradeció una y mil veces al chofer por llevarlo hasta casa.

Apenas la limusina se fue, su celular comenzó a vibrar y lo tomó relajadamente sin siquiera mirar la pantalla. Sabía de quien se trataba

- No te preocupes, ya voy entrando-

- “¿Eh? ¿Cómo sabías que te llamaba yo y para eso?”- YunHo se sorprendió al escuchar la voz al otro lado de la línea

- ¡ChangMin hyung!- dijo sorprendido

- ¡Claro que soy yo, tonto!- le gritó molesto, peor casi no se notó, pues al fondo se escuchaba una sarta de griteríos provenientes de muchas voces.

- Hyung, no te escucho bien…- dijo tapándose el otro oído para evitar los ruidos del exterior

- Ay, es que estos no paran de hablar / Chul ah tu debes saber donde está /… entonces pasó a dejar ¡Ya te dije que no lo se! / ¿Yo me voy con Bumie? / Si, será mejor que yo me vaya contigo /… ¿¡PUEDEN CALLARSE DE UNA MALDITA VEZ!?- a pesar de que se suponía que conocía a todos los que hablaban, lo hacía tan atropelladamente que no podía distinguirlos.

- ChangMin hyung, no te preocupes, ya llegué a casa y estoy bien...- mientras daba las respectivas explicaciones, seguía escuchando a todos hablar en el fondo, pero no se detuvo. Aunque por dentro le pareció que faltaba alguien… quizás.

- ¿¡JUNSU PUEDES CALLARTE Y SACAR TU ENORME TRACERO DE MI CARA!? ESTOY HABLANDO CON EL CHICO Y NO ESCUCHO NA…- no alcanzó a escuchar la frase entera y colgó. No había nada más que decir: el ya había llegado y estaba bien, no tuvo que preguntar si ya habían salido del hospital, pues al volumen en el que hablaban dejaba claro que sí. Todo resuelto.

- YunHo ah- sintió una voz a sus espaldas que lo alarmó. No porque hablara de repente, si no porque hubiese jurado que lo escucho en el teléfono hace rato. Pero, ¿Cómo había llegado hasta ahí? Y lo más importante ¿Qué hacía ahí?

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