Jung YunHo esperaba impaciente a que su amigo legara al parque donde habían acordado reunirse. Estaba nervioso, algo asustado de que las cosas no salieran bien; aunque Yoochun le había asegurado que este trabajo era seguro y sabía que podía confiar en él. Aún así, los nervios no querían separarse de él. Seguramente, el hecho de ser ahora el líder de su familia le estaba haciendo presión.
- Vaya, que puntual eres…- reconoció de inmediato la voz de su amigo y ante el comentario hecho miró la hora en su reloj. Efectivamente, eran las 3 de la tarde en punto.
- Es verdad. Estoy hace un rato aquí. La verdad es que no puedo dejar de estar tan nervioso- respondió mientras lo saludaba y empezaban a caminar.
- Te entiendo, pero como ya te dije, todo esta hablado. No eres la primera persona que llevo- aunque conocía hace muy poco a su nuevo amigo, a YunHo le agradaba mucho su personalidad y carisma. No es que fuese gay ni nada de eso. No. Solo que YooChun era de esas personas que simplemente te agradaban.
- ¡Oh, cierto!- recordó de pronto – Me dijiste que tu novio trabajaba también allí, no?- la cara sonriente del moreno paso a una sumamente melancólica y clavó la mirada al suelo haciendo que la sombra del sombrero que llevaba puesto le ensombreciera los ojos.
- Él y yo… ya no estamos saliendo- aclaró con voz débil
- Oh, lo siento ¿Terminaste tu relación con él?-
- No. En realidad fue él quien terminó… conmigo- aunque aún no lo conociera bien, YunHo se sorprendió de aquella revelación. Con lo simpático que ese chico mostraba ser, ¿Qué podría haber provocado aquella ruptura? Sin mencionar que parecía ser un chico bastante popular.
- Lo siento- dijo finalmente y luego de un breve silencio. Pero el menor rápidamente cambio su expresión, volviendo a su anterior sonrisa, sólo que esta vez miraba al frente
- No te preocupes. De todas formas hoy tendré la oportunidad de verlo y hablar con él, aprovechando que te llevo-
- Espero que las cosas se solucionen YooChun ah- el susodicho sonrió ampliamente y miró a los profundos ojos del mayor
- Muchas gracias YunHo. Y para los amigos, soy Micky-
Hablaron de YunHo el resto del camino. Ciertos detalles de su vida y de sus metas en Seúl, su nueva ciudad-hogar. Caminaron por unas cuantas cuadras más, donde la ciudad tomaba otro aire y entorno, al ser ese sector uno de alta categoría social. En este sector estaba el nuevo trabajo de YunHo. Un establecimiento realmente grande y que, se notaba, era nuevo. Tenía grandes ventanales, hermosos jardines y una pintura blanquecina que le daba al edificio luz propia.
En el momento en que el castaño lo vio, quedó sin palabras. Era realmente magnífico y aunque tuviese que limpiar el piso sería un orgullo trabajar ahí. Su admiración fue tal, que sus ojos brillaron y su boca se abrió en una enorme sonrisa de felicidad y asombro. De verdad agradecía al cielo por poner a Micky en su camino y haberle dado esa tremenda oportunidad que, obviamente, no desperdiciaría por nada del mundo.
El ratón, por su parte, se alegró mucho de que, con una simple y primera mirada, su amigo se emocionara de esa manera. Dejaba claro que el no frecuentaba lugares como ese, debido a su situación económica. Pero eso era sólo el principio y todavía faltaba que Jung hablara con el dueño del recinto y su supervisor directo en su nuevo empleo, para después poder ver a su ex-novio.
- Lo mejor esta adentro baby, no te quedes parado aquí- le dijo al oído al más alto que poco más y se le caía la baba de la boca mirando el edificio. Este reaccionó de inmediato y comenzó a seguir a paso lento a su amigo.
Aunque sabía que la entrevista ni siquiera había empezado, realmente se moría por correr a su casa y contarle a su hermana que trabajaría en… ¿Cómo se llama? Rápidamente y justo antes de entrar, buscó y leyó lo que decía con letras grandes y elegantes
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