I'll protect you, Teokboki

Título: I’ll protect you, Teokboki*

Autor: Aemin

Pareja: YunJae

Extension: One shot

Género: Lime/Lemon

*Teokboki: pastel de arroz picante.

Trailer:

Aigo~ estoy agotado. Un día más de correr como loco, tengo tantas actividades que a veces me pregunto cómo es que mi cabeza aún no explota. Entre componer nuevas canciones, cantarlas con los chicos, correr al estudio a grabar, mantener al tanto a las fans vía twiter, cuidar que Yoochun no se coma la cabeza de Junsu y viceversa, volver al departamento, cocinar, seguir componiendo, alimentar a Gigi, Jiji y Vick, cenar con los chicos, twitear un poco más…ah, y ahora también echarle ganas al nuevo dorama… termino exhausto a eso de las 11 pm si bien me va. Y sin embargo sigo frente a la computadora, qué necedad. Entro a algunos blogs, busco noticias…más que nada de ustedes dos. ¿Dónde están? ¿Qué están haciendo? ¿Cómo esta nuestro viejo apartamento? Mierda…siempre que pienso en eso me pongo tan melancólico…y luego las fans se quejan de que las canciones que compongo son tristes, ¿qué no tengo derecho a tener corazón? Y lo que es peor, no tengo derecho a haberme equivocado. No es como si nos hubieran dado muchas opciones…

Qué más da ahora…


Encuentro un blog YunJae…no puedo evitar reírme con las cosas que escriben de nosotros dos, las imágenes, los dibujos, las ediciones por computadora. Me sonrojo. Me acuerdo de tantas cosas…respiro profundo…guardo algunas imágenes para mis noches de triste soledad…y cierro esos malditos blogs o me harán llorar. Otra vez. Abro mis documentos y me decido a continuar componiendo ese OST para el drama en el que estoy ahora. Me pongo los audífonos y mientras muerdo el borrador del lápiz, mi mente se llena de nuestras viejas canciones. Sí, tengo guardadas todas y cada una en mi i-tunes. ¿Masoquismo? Es muy probable, pero soy como los adictos, no puedo evitarlo. Bolita, ralla, dos bolitas…poco a poco voy componiendo la canción, aunque quizás Yoochunnie tenga que corregirla después. A la vez vienen a mi mente las palabras adecuadas para la letra. “No puedo verte…cuando…vuelva…vuelvo a abrir mis ojos…no encuentro tu…” Uhm…”tu corazón que se…” Que se quedó lejos donde ya no puedo alcanzarlo. No, Jaejoong, cordura. “Que se desvaneció con los recuerdos…”, sí, eso está mejor. “Can-sa-dos…recuerdos…”

En eso escucho uno de nuestros duetos… en Love in the ice… “Si fuera yo quien te ha de amar, Buscaría el camino a tu corazón, Y con ternura y con amor, Llenaría de calor…”

No sé en qué momento el lápiz resbaló de mis dedos. Mis ojos se quedaron perdidos en otro tiempo y lugar, mientras mi cuerpo sigue presente en mi pequeño estudio, viendo a la pared… como si tuviera un viaje ancestral te veo en una conferencia, sonriendo…no puedo creerlo, pues cuando suena un celular escucho “Be my girl”…be my girl, ésa canción que compusimos como JYJ, y tú pareces reconocerla y seguir el beat*…sacudo mi cabeza y me doy cuenta de que otra vez estoy frente a la pantalla y que estoy viéndote en youtube, un video bajo el título “Yunho is JYJ’s #1 fanboy”. ¿Cuántas veces ya he hecho esto de seguirte en la red…con el cerebro en automático?


-Oh, es Yunho hyung… - la voz de Junsu suena de la nada tan cerca de mí, en mi oreja, que me da un escalofrío.
-S-sí…son los dos…- le respondo, mirándolo apenas.
-Yah, se ven tan callados~ – ahora suena Yoochun detrás de mí. Volteo a verlo, - tan serios y…no sé si es ilusión mía, pero parecen cansados y tristes. Changminnie…

Ah, Soulmate, tú también extrañas a tu chico…

-No puedo…creer que lo diga, pero...extraño que me esté molestando,- confesó Junsu de pronto.
Creo que ninguno nos esperábamos lo que sucedió, ni la resaca posterior, peor que la del soju.

Acerco mi muñeca a mis labios y muerdo ligeramente mi manga, tenso.

-Voy a darle de comer a mis gatitos –dijo Junsu y salió a la sala.
-Hyung…-Yoochun me da palmadas en el hombro y se va, dejándonos a solas.

¡Dios, qué patético sonó eso! ¡A solas! ¿Tú y yo o yo y la pantalla? La pantalla no respira, no responde cuando le hablo, no dice lo que necesito oír, y ya que responda a mi tacto es algo muy diferente a lo que espero sentir. Seguro mis dientes acabaron perforando mi manga de tanto que la mordí, conteniendo mis sentimientos hasta que no pude más y la pantalla por poco fue a dar al suelo del empujón que le di al escritorio. Me auto-abrazo cuando mis ojos me delatan e intento pensar en otra cosa…cualquier otra…la que sea…

Donde sea que estás en este momento… ¿estás pensando en mí? Yunho yah, ¿aún recuerdas todo lo que hemos pasado juntos? Cuantas veces me abrazaste, cuantas veces te acercaste a mí y yo a ti, para picarnos, rozarnos, tocarnos, molestarnos, y eso sólo frente a las cámaras. Cuántos besos nos dimos, cuántas veces nos estrechamos entre nuestros brazos… ¿Acaso las lágrimas cubren tus ojos cuando me extrañas y necesitas, como me pasa a mi?

“Quiero cuidarte…incluso tus malos hábitos me han hecho reír cuando todo parece muy difícil para mí…”

Ese hábito de abrazarme por la cintura cuando te dije un millón de veces: “No soy mujer, maldita sea Yunho, no me abraces así”. O ese otro hábito de gritar tan agudo cuando tocamos el límite en la cama…que hace que me sonroje y sólo quiera más de ti. Y luego despertar a tu lado y verte dormir…con la boca abierta y los ojos a la mitad…me provocas a abrazarte, a querer cuidarte aunque siempre, SIEMPRE fue al revés, eras tú quien cuidaba de mí, sobre todo en los aeropuertos…

Escribo y escribo, tacho, vuelvo a colocar esa bolita que borré y la vuelvo a borrar...sólo así me siento más liviano…

“Puede ser algo difícil pero…voy a decirte que te amo…”

Así es…lo supiste la primera vez que lo hicimos en ese baño…saranghae, Yunho yah…
“…hasta el día en que vuelvas tú a mis brazos primero…”

Yoochun toca la puerta y me dice que ya es muy tarde, que mejor duerma. Aunque le hago caso, en pijama, sobre la cama y bajo las sábanas, sigo pensando en ti.

“¿Irás a un calor diferente, dejándome, y serás feliz? Aún así no puedo dejarte, aunque duela como la muerte”*

¿Sería el colmo si me tocara pensando en ti? Al demonio, como si no lo hubiera hecho antes…

***
-¡Jaejoong-shi! – una chica del staff me llamó un día, después de comer, y me dijo en voz baja, - conseguí lo que me pediste.
-¿Jinjo? – no puedo evitar sonreír cuando me dicta el número. Lo guardo en mi celular pero no puedo esperar a marcarlo. La chica me guiña un ojo y desaparece como por arte de magia. Llegan Junsu y Yoochun justo cuando estoy a punto de ser derrotado por la tentación y rápidamente guardo mi celular; quiero mantener mi secreto, mío y sólo mío. Al menos por ahora.

El día pasa como muchos otros, grabaciones, ensayos de coreografías. Aaay girl…enrollo enrollo la cuerda…aay girl…salto, salto, she should be my babe, babe…chaljjatta ne sarang…blah blah blah…

Vamos a comer, fuera, en un puesto, según nosotros vamos de incógnitos. Junsu bromea y Yoochun se ríe, como siempre. Me rio también, después de todo sí es gracioso. Veo las noticias en la pantalla que tienen ahí; estás en una presentación en vivo. No creo soportar verla y me volteo viendo hacia la calle. Entonces recuerdo y saco mi celular, viendo el número. Ése número. Me muerdo los labios, trago saliva, mi dedo está por picar la tecla del telefonito verde cuando Junsu grita: “¡Ah, que cansancio! ¿Nos vamos ya, hyung?”

-Ah…claro…-respondo, tomado por sorpresa, y vuelvo a guardar mi celular.

Pagamos y nos vamos a casa.

Estando ahí, Junsu acapara el baño tras pelear con Yoochun en la puerta, luego Soulmate se baña también y cada uno se pone a hacer lo de siempre antes de dormir: Junsu juega con sus gatos, ve la tele y llama a su gemelo, todo al mismo tiempo, mientras Yoochun lee su manga de Bleach. Me baño el último, y es mejor, porque puedo tomarme mi tiempo. Entro al agua, cierro los ojos y dejo que el agua me vaya cubriendo, empezando por mi cabello, resbalando por mi frente y mis mejillas hasta mi cuello, mis hombros, mi torso y el resto hasta mis pies. Recuerdo aquella vez que entraste al baño sin tocar, pensando que no había nadie, y me viste. Te reprendí y en lugar de irte te desnudaste y entraste al agua conmigo. A pesar de los toquidos de Changmin en la puerta, diciendo que con nuestro porno él no escuchaba el de su pantalla, no nos detuvimos. Me tenías contra la pared, ese día te dejé ser quien dominara, a fin de cuentas me gustaba sentirte de cualquier manera. Devorabas mi espalda, mi abdomen, yo no sabía donde dejar mis manos…



-¡Hyung, ya me voy a dormir!

Junsu, ¿es necesario que me avises, como si de verdad fuera la omma aquí? Supongo que ahora soy el líder por ser el mayor, qué se yo. Y junto con el jabón, mi fantasía se fue por el drenaje.
Me seco y voy a mi habitación a ponerme el pantalón del pijama. Me estiro un poco y me dejo caer en el colchón, mirando el techo, sintiendo mi cabello aún húmedo y mi piel fresca. Volteo a un lado y veo mi celular en la mesita. Lo tomo y me siento, pensativo.

-Sé hombre, Jaejoong…-me digo para animarme, busco el número y pico ese telefonito verde.
Un toque. Dos. Cuatro….empiezo a asustarme cuando…

-¿Yobopseio?

Es tu voz. La tuya. Suenas desconfiado pero eres tú. Siento que me falta el aire y mi garganta se seca demasiado rápido.

-¿Yobopseio? –repites.
-Y-Yunho yah… -apenas logro articular.

Silencio.

-Yun –
-¿Cómo es que…?
-No fue fácil. Me alegra que…que esta vez sí seas tú…
-Hyung…

Una pausa.

-Jaejoong ah… -dices en voz más baja, como un susurro. Cierro mis ojos, mordiendo mis labios.
-¿Sí? Soy yo…
-Babo, ¿crees que no reconozco tu voz aún hoy?
-Te vi en las noticias…
-¿En serio?
-Yunho, quiero verte…
-Joongie…

Esa palabra…Dios, ya puedo morir en paz…

-…No sé si pueda…el mánager…
-Iré a buscarte – no pienso lo que digo, sólo abro la boca, como siempre, - ¿dónde estarán mañana?
-Si te ven…
-¿Dónde? Por favor, dime dónde…

***

-¿Hyung?
Changmin llegó a mi lado cuando colgué. Tuve que fingir que no había pasado nada y secarme la mejilla y el ojo con la mano.

-¿Malas noticias?
-No…al contrario –sonrío lentamente y volteo a verlo. Me mira con infinito desprecio, como si no tuviera derecho a ser feliz si él tampoco, - ¿quieres que le de un mensaje al pato y el conejo?

Esa última palabra surtió efecto. Sonrió levemente, por un momento volvió a ser el Changmin de siempre, pero negó.
-No sé qué decirles. Quizás mañana lo sepa – y se va a subirse a la van. Rio en voz baja, guardo mi celular y subo tras él.


Oh sí, mañana será un gran día…

***

Era nuestro día libre. Libre con comillas, muchas comillas, porque a veces nos entretenemos componiendo alguna canción nueva, o corrigiendo otra, revisando las fotos posibles del nuevo álbum…en fin. Sin embargo esa vez decidí tomármelo libre en serio, tanto que terminando de comer simplemente me levante de la mesa, fui al baño a lavarme los dientes y ponerme algo de colonia, y estaba por salir cuando Yoochun preguntó:

-¿A dónde vas con tanta prisa, hyung?
-Tengo algo importante que hacer –le respondí simplemente y abro la puerta, - les encargo los platos, no salgan si llueve, ¿araso? – sonreí y salí del departamento, caminando tan rápido como podía hasta el elevador y de ahí a mi auto.

Salí a las bellas calles de Seúl a la mitad del día y conduje hasta ese punto que acordamos. te mandé un mensaje y pronto respondiste “Te veo alla~”

Me recliné en el asiento y encendí un cigarro, abriendo la ventana para sacar el humo. Pasaron varios minutos, quizás media hora más o menos, cuando otro auto negro se estacionó detrás de mí. De él bajaste tú, miraste detenidamente a un lado y te apresuraste a caminar hacia la puerta trasera del mío. Quité el seguro de la puerta y entraste rápidamente, casi dejándote caer en el asiento. Te miré desde el retrovisor y sonreí, tú me devolviste la sonrisa y arranqué, conduciendo nuevamente, con calma mientras mi corazón palpitaba desbordante. Solo mirarte por el retrovisor me hace sentir mejor, mientras te quitabas los lentes, acomodabas tu sudadera y notaba algo de tierra en tus pantalones deportivos.

-¿Bascketball? – te pregunté, por decir algo. Asentiste y sonreíste.
-Me hacía falta salir a jugar un rato – respondiste. Sonrío también y sigo conduciendo hasta llegar al hotel. Bajas primero y mientras tú entras y pides la habitación, yo me doy la vuelta y me estaciono a una calle. Caminé como si nada por la calle hasta llegar al hotel. Te mandé un mensaje preguntándote el número de habitación y fui directo al elevador. Me tomó todo el trayecto vertical tranquilizarme y hacerme a la idea de que nos reencontraríamos. Ya nos habíamos visto pero no contaba del todo…aún. Salí del elevador y caminé hasta encontrar la puerta con el número 708.

Toqué la puerta, abriste y después de que la cerraste tras de mí, nos miramos en el pasillo, como si nos estuviéramos reconociendo.

-Hyung… -murmuraste, dando unos pasos hacia mí, - Jejung ah… - pusiste tu mano sobre mi hombro y yo te miré a los ojos.
-Yunho yah…

Inclinándote un poco pegaste tu frente a la mía y nos miramos a los ojos, sintiendo nuestros alientos tan cerca... No habías cambiado casi en nada, sólo tus facciones eran un poco más afiladas, pero fuera de eso eras el mismo Yunho que tanto había extrañado. ¿Yo habré cambiado mucho desde la última vez que nos vimos?

Tus labios se posaron lentamente sobre los míos y yo los separé para besarnos mejor, cerrando los ojos. Sentí tus manos desabrochando mi chamarra y mi camisa, deteniéndose en mi cintura y sujetándola con firmeza, mientras nuestros labios se disfrutaban despacio, con paciencia.

Nuestras manos por el contrario se empezaron a acelerar, tirando de la ropa para hacerla a un lado, yo pronto acariciando tu abdomen también, por debajo de la sudadera y la camisa. Bajaste un lado de mi camisa con todo y chamarra y tus labios pasaron de los míos a mi mejilla y a mi cuello, luego a mi hombro. Se sentían tan cálidos contra mi piel… Aferré tu camisa por la espalda, ansioso de sentir más y más, tus labios parecían insaciables por todo mi torso. Dejé escapar suaves quejidos con cada beso hasta que tus labios regresaron a los míos, devoradores. Para entonces ya tirábamos de nuestras prendas sin piedad, sin importar si algún botón salía volando mientras tus pies guiaban los míos lentamente hacia la habitación.

Te sentaste lentamente sobre la cama y yo te seguí, hincándome sobre tus piernas, besándote. Con mis manos lentamente fui recorriendo tu espalda, por Dios, que bien te has puesto últimamente, podía sentir cada músculo perfectamente esculpido bajo mis dedos. Sentí tu aliento en mi cuello y escuché tus suaves y profundos gemidos, estabas tan ansioso…tanto como yo.
Apenas podíamos controlarnos para tomarnos nuestro tiempo y darnos el increíble placer que desde hacía mucho no nos habíamos dado…

-Uhhmm…Jejungie…-gemiste contra mi pecho, besándolo después. Incliné mi cuerpo hacia ti, sintiéndome bastante excitado con eso. Abrazaste mi cintura y me jalaste, recostándote conmigo encima. Solo llevábamos el pantalón puesto pero podía sentir nuestros miembros creciendo contra el otro.

Sonó tu celular y yo lo tomé de tu bolsillo antes de que lo agarraras para contestar.

-No…-te susurré, y veo sin querer la imagen que llevas en la pantalla. Mi corazón se aceleró al vernos en Paris haciendo el signo de paz y amor; lo dejo sobre la mesa y vuelvo a mirarte, tomando tus mejillas, - no…no estás disponible ahora…ni siquiera estas en el planeta…-besé tus labios y me correspondiste, hambriento.


Me levanté un poco y así hincado sobre ti empecé a darte un suave masaje por tus hombros, tu pecho, tu abdomen. Te deseaba tanto pero también quería gozarlo, te había extrañado muchísimo y quería que este reencuentro fuera maravilloso. Tu expresión lo decía todo, estabas disfrutando y mucho. Bajé mis manos un poco hacia tu pantalón, sintiendo cómo crecías bajo la ropa. Volví a subir mis manos pero las detuviste, bajándolas hacia tu bulto, sonrojado. Sonreí comprendiendo y me recosté de lado para besarte mientras te acariciaba y tú hacías lo mismo sobre mi pantalón. Despacio te encimaste sobre mí, soltando mi entrepierna y acariciando mi espalda y mi trasero, besándome con pasión. Yo te abracé y no sabía ya dónde poner mis manos.


Tu lengua contra la mía mientras tus manos apretaban mi trasero y tu pelvis se presionaba contra mi cuerpo, haciéndome delirar. No pude evitar mover mi cadera un poco, como si ya te hiciera mío, tanto así era el placer que me estabas dando. Torpemente me desabrochaste el pantalón y me terminaste de desnudar, masajeándome después, manipulándome como sabías que quería. Luego usaste tu boca, arrancándome roncos gemidos de placer. Dejaste de hacerlo y volteaste hacia mí, sonriendo, jadeando, tu cuerpo despidiendo ese aroma dulce y seductor de la intimidad. Sonreí y te llamé a mi lado para volvernos a besar mientras nos acariciábamos, rodando por la cama.

Te desnudé también y dejamos que nuestros cuerpos se sintieran contra el otro, pecho con pecho, cadera con cadera, nuestra ansiedad creciendo más y más y acumulándose en esa zona de nuestro cuerpo que también se rozaba. Detuve mis dedos en tu entrada para estimularte mientras las caricias y besos seguían. En un principio te quejaste pero poco a poco empezaste a gemir con cada movimiento en tu interior, deseoso.

-Yunnie…-gemí en tu oído cuando sentí necesario tenerte, urgente entrar en ti. Separaste más tus piernas y despacio fui presionándome para entrar, poco a poco.
-Jaejoong~~…aagh…- echaste la cabeza atrás al sentirme y aproveché para besar tu cuello, sin detener mi intromisión. – aahhh…aigoo…
-¿Estás bien? –murmuré besando detrás de tu oreja.
-S-sí…ungh…casi…olvido….tu tamaño…aahhh…
-Ah, Yunho…

Poco a poco hicimos vibrar el colchón de la cama, tus brazos aferrándose a mi espalda mientras yo acariciaba tus muslos, ayudándome para ir más profundo. Cada vez que mi cadera topaba con la tuya, gemías con fuerza. Besé tus hombros, tu cuello, tu rostro. Tu expresión denotaba infinito placer. Te gustaba que te domaran de vez en cuando, tigre hentai. Quizás te apode así para que nadie sepa de nuestros encuentros…no, mejor no, es muy obvio…


-¡Ah! – tus manos apretando mi trasero me sacaron de mis pensamientos, haciéndome embestirte un poco más rápido. Introdujiste un dedo en mi interior y eso solo me llevó más rápido al éxtasis, gimiendo y embistiendo con fuerza. Tus dedos se movían en mí al mismo ritmo que mi miembro en ti. Te besé con necesidad. Me separé buscando aire y mientras mordisqueabas mi cuello entre gemidos nos giraste, quedando tú encima. Te moviste sobre mí un par de veces más y luego te levantaste, sacándome de ti. Te miré, jadeante, mi corazón y mi hombría a cien. Estábamos en la orilla de la cama. Tomaste mis manos y me jalaste para colocarme boca abajo, más al centro del colchón, y mientras besabas mi espalda te acomodaste detrás de mí. Levanté un poco mi cintura, ofreciéndome, sabiendo que así como te gustaba que te dominara, también disfrutabas de hacerme estremecer bajo tu cuerpo. Sonreíste:

-Jaejoong ah…así como estas, eres la encarnación de la lujuria, sucio - y sujetándome entraste, fue algo doloroso pero con cada movimiento me llené de placer. Tirabas te mi cintura para llegar hasta el fondo y yo me dejaba hacer, gimiendo. Lentamente recosté todo mi cuerpo sobre las sábanas cuando necesité apoyo y tú me seguiste, aumentando las embestidas y llenando mi espalda de caricias y mi cuello de besos. Giré mi cara hacia la tuya y te besé con lujuria.

-Ummgh Yunhoo….me vengo…me…aah…me vendré pronto…
-Joongie… -me giraste de nuevo para tenerme encima, sentado sobre ti, inclinados sobre el colchón, rebotando.

Tocaste mi punto más sensible tres o cuatro veces en el proceso mientras me ayudabas con tu mano a ver estrellas y llegué con un gemido fuerte. Gemiste también pero aún no llegabas, estabas muy cerca. Temblando me levanté y te recosté, acomodándome sobre ti, frente a frente, y volví a llevarte a mi interior, prolongando mi orgasmo y haciéndome temblar más. Sujetaste mi cadera con una mano, tomando mi mano con la otra y te moviste debajo; entrelacé nuestros dedos, gimiendo sin control hasta que te sentí corriéndote en mi interior pocas estocadas después con un jadeo ensordecedor. Te saqué de mi interior y me desplomé en tus brazos, agotado pero satisfecho. Jadeamos al mismo tiempo, abrazándonos.

-Tengo hambre…-susurraste después.
-Pidamos servicio a la habitación…yo lo pago…-te sonreí.
-¿Me estás consintiendo, Jejung?
Por toda respuesta besé tus labios y tomé el teléfono, sentándome para hablar mejor. Te sentaste detrás de mi y pasaste un brazo por mis hombros, recargándote.
-¿Qué quieres cenar?
-Uhmmm…hace mucho que no como teokboki…¿hay?

Teokboki, tu comida favorita.

-¿Tienen teokboki? –pregunté al teléfono, - sí tienen, ¿puede traernos dos órdenes a la habitación? Y dos botellas de soju. Gracias…aigo… ¿Yunho yah?
-Si lo repetimos después de cenar, vomitarás…
Me jalaste lejos del teléfono y el auricular quedó colgando. Mordiste el lóbulo de mi oreja, haciéndome reir.
-Me debes dos años, así que prepárate, Jae…


***
-Se te cae la sonrisa de la cara, hyung…

Changmin me miró con ironía en cuanto entré al departamento.

-¿Por qué lo dices? –le pregunté, jugando.
-Porque no te cabe más dicha en el rostro. Hyung, si no quieres que nadie sepa que te dieron la revolcada de tu vida, no seas tan evidente.

Pude haberme molestado pero en lugar de eso me acerqué a él y le revolví el cabello como cuando acabábamos de debutar. Claro que no le gustó y me miró con una mezcla de puchero e infinito desprecio.

-Tranquilo, le pedí que le diera tu número al conejo y al pato, luego me lo agradeces – le respondí y me fui a mi cuarto. Por fin podría soñar en paz.

***

-¡Yah! Dámelo a mi primero, hyung~ - el YooSu inició otra escaramuza intentando arrebatarme el celular para anotar los números de Yunho y Changmin en los suyos. Me safé de ellos y coloqué el celular en la mesa.

-Uno por uno, si me lo rompen se los cobro, ¿araso?
-Ye~
-Ah, y recuerden ser discretos, nadie pude saber de nuestro contacto con ellos.
-Ye~ -contestó Junsu, picándole los botones a mi celular.
-¿En dónde los guardaste, hyung? No los encuentro ni en la C ni en la Y.

Soulmate, a veces me dan tantas ganas de darte un zape…

-¿Quién es “teokboki”? –preguntó Junsu. Me sonrojé y eso bastó por respuesta.
-¿Cómo guardaste a Changmin? –preguntó Yoochun, algo desesperado a punto de quitarle el celular a Junsu.
- Tokio tower. T-T
-Yo le pondré Inglourious bastard…I-B –dijo Junsu en su mal inglés, guardando el número, aludiendo a una película.
-Yo estoy pensando ponerle Bambi…

No sé si Junsu rio primero que yo con eso.

-Bueno, en lo que te decides… -Junsu se pegó el teléfono a la oreja, - ¡Changmin aaaaaaaaaaah! Yah, no empieces tan pronto, ¿qué no me extrañas? Yah…yah, déjame lo digo primero… -empezó a alejarse hacia su habitación, - kirin desu~… ¿eh? Ue kyang kyang kyang~

-Lástima, Chun, te ganó Junsu.
-Mejor, así estará de buen humor cuando me conteste a mi – sonrió como siempre que piensa en romance, sobre todo con él.

Sonriendo me voy a mi cuarto también. Nuestros días han sido luminados por un rayo de sol, y estoy orgulloso de ello. Veo el techo mientras me adormezco, pensativo, durmiendo por después con una gran sonrisa.


Unos días después por poco piso un paquete que dejaron en la puerta. Lo levanto y lo abro antes de ver la tarjeta. En su interior hay un anillo de plata, y junto a él el espacio para otro anillo idéntico. Sonrío y me lo pongo. Leo después la tarjeta en mi cuarto.


“Gracias por todo, Boo. No te preocupes por el otro anillo, ya has de imaginar dónde está. <3~ Teokboki”

FIN