1 CAPITULO - EL SERA KIM JAEJOONG
Kim Nuri, dueña de una sobrenatural belleza, todo de ella iba más allá del límite estético. Deseada por muchos envidiada por muchas, sin embargo su vida no era sinónimo de belleza. Un ramillete de sombras la acompañaban en el trayecto de su adolescente vida, con 15 años y tres hermanas, estuvo rodeada de la envidia, egoísmo, maldad y muy pronto la mas repudiada de las sombras, la muerte, pasaría por su casa.
- Nuri… nos vamos…
No era novedad que se trasladaran de un lugar a otro, para ser precisos de hacienda en hacienda, pero este año había sido uno de los más “movidos” a comparación de anteriores.
- ¿Por que mama?...aquí estamos demasiado bien…
- HE DICHO QUE NOS VAMOS!...
De la cabellera y a rastras kim Nuri fue llevada por su madre a su habitación, ni las suplicas ni las quejas inmutaron a su progenitora. Aquellos ojos ardientes, llenos de experiencias turbias y aquella boca digna de ser comparada con un volcán en actividad, estaban a punto de presenciar como su familia se venia en picada. Utilizando el cuerpo de su hija, la aventó consiguiendo abrir la puerta.
- Háganle entender a su hermana que cuando su madre da una orden… TIENEN QUE OBEDECERLA!...
Con los ojos desorbitados, Kim Nora, yulia y Lena, hijas bastardas del mismísimo demonio hecho mujer, miraban horrorizadas como Nuri al pasar la mano por su cabellera mechones de pelo se quedaban impregnados en ella. El portazo advirtió que el peligro ya se había ido, solo por el momento.
- Cuando aprenderás a cerrar tu asquerosa boca Nuri…
Nora se había pronunciado, primera en la familia y también primera en envidiar a Nuri. Calificarla como una puta seria muy poco, la rutina en su vida era ir vendiéndose por toda la hacienda a cuanto hombre se le cruzara por en frente. Con 16 años ya se había revolcado con más de una docena de leones hambrientos de sexo.
- Cierra tú la boca Nora…
Yulia, cuarta en la familia y primera en el corazón de Nuri. Recipiente de las lagrimas de su hermana mayor, sin dudarlo daría la vida por ella, porque simplemente Nuri era como su madre, ya que frente a la indiferencia de su progenitora no podía hacer mas que meterse en la cabeza que para la mujer que le dio la vida ella no existía. A sus doce años aprendió que vivir era probablemente mas duro que la propia muerte.
- Que te dijo mama eh…
La indiferente de Lena, tercera de las hermanas y aspirante a ser como Nora. Y aunque no le hacia la vida imposible a Nuri, su lujuria tenia controlada su mente por completo y si no se controlaba, el alcohol también empezaría a apoderarse de sus sentidos.
- Que nos vamos de aquí…
- Como?... pero a donde?...
- No se Lena, solo nos vamos…
- Esa puta bruja cuando nos dejara tranquilas…
Nora era quien mas rencor acumulado en su interior tenia, hija de la violación no hacia mas que maldecir todo los días a aquella “bruja” como llamaba a su madre. Pero el que fuera fruto de un acto aberrado como ese no era el motivo de su odio, estaba segura que aquella mujer que la pario, en un arranque de histeria asesino a su padre adoptivo , quien si era padre biológico de Nuri, otro de los motivos del porque tanta envidia contra su hermanastra. Celos o no?, asesino al único ser que le había dado amor puro y sincero, el verdadero cariño paternal que tanto había disfrutado mientras lo tuvo a su lado.
- Alisten sus cosas… antes de que regrese…
Quince minutos y maletas hechas en la puerta esperaban el anuncio de que otro largo viaje les esperaba. Pesados pasos por el corredizo de la hacienda se hacían oír, el peligro nuevamente se acercaba, cada vez estaba mas cerca y la manija de la puerta girar no fue mas que la confirmación de aquella advertencia.
- NURI!... el dueño quiere verte…
Tan macabra como su sonrisa fue la expresión de la hija mayor de las Kim.
- Porque le buscas amantes a ella eh?… yo iba a ir con él después…
- Cállate pequeña perra…
- Y TU YA LARGATE!...
Las manos sudorosas de yulia tenían muy sujetas las de su hermana, no quería dejarla ir, sabia perfectamente para que iba con el dueño de esta hacienda.
- YULIA!... QUIERES QUE LE VAYA PEOR A TU HERMANA…
- No – entre sollozos ese “No” fue mas una suplica que una respuesta.
- ENTONCES SUELTALA!...
“Perdóname” sintiendo gran culpa dejo ir a su hermana, mejor dicho su madre, la vio salir por aquella puerta, aquella que a partir de pocas horas dejara de oír las agonías y penas de las hermanas Kim.
Tras haber cerrado con temor ese pedazo de madera, sus manos no querían separarse de aquel metal que servía de llave para ingresar a ese cuarto oscuro lleno terror. Camino llorosa y temblorosa, otros habitantes de la hacienda solo la miraban y dejaban pasar. “Por que a mi”, se repetía para si misma, no entendía el porque de sus desdichas, tanto dolor para poco aguante. Los minutos pasaban y con este el miedo crecía. Detuvo el paso y frente a una gran puerta con detalles elegantes, dio dos golpes con el puño cerrado contra este.
- Pase!...
Una masculina voz le aviso que tenia el ingreso libre. Un solo pie dentro y su respiración se detuvo, camino guiada por el pánico hacia aquella cama que marcaria su vida. Su propia madre la había vendido al dueño, un hombre joven y atractivo pero casado con una mujer enferma y sentenciada a muerte, que ahora cuenta los minutos que le quedan de vida, postrada en una cama de hospital.
Sabia lo que vendria pero no quería y si no lo hacia moriría a manos de su propia madre. Su ojos carecían de vida en esos momentos, su piel hermosa y blanca, parecía morirse junto con sus palpitaciones. Indefensa ante tal mirada deseosa de sexo. Acercándose tal y como lo pidió, quedo frente al borde de la cama.
Una pierna y luego la otra para quedar arrodillada frente al tipo. La acerco a su rostro tomándola por la cintura. Su cuello ya era presa de esos labios hambrientos que querían devorarla lo más pronto posible. Muerta era como se sentía, este hombre no despertaba mas que repulsión en ella, esta noche seria un juguete sexual ofertado por su dueña.
- No sabes cuantas ganas te tenía niña…
Recostándola aun seguía devorando su cuello y labios que no respondían ante aquellos ardientes besos. Con la mirada fija al techo, solo quería que todo esto terminara, arrancando su camisa y todo lo que tuviera encima, sus pechos ya estaban siendo succionados ferozmente por esos criminales labios. Las manos del hombre recorrían su cintura para ir bajando hasta sus piernas que aun estaban vestidas. El pantalón pronto yacía en el suelo junto con las ropas del dueño.
- Sabes muy bien…
Poco a poco la excitación en Nuri iba subiendo, después de todo no era de madera, pero si de hielo que con cada beso se empezaba a ir derritiendo. Sus manos ahora estaban incrustadas en la espalda del hombre, quien seguía disfrutando de sus senos. Sus piernas sentían el placer de ser recorridas por tan masculinas manos, el deseo le iba subiendo desde los pies y pronto terminaría en su cabeza, para finalmente perder el control.
El acto sexual habia empezado y Nuri no podia hacer mas que soportar todo lo que venga y durara. El hombre la recorria deseoso, y no tardo en poseerla por completo salvajemente.
La velocidad siguió en aumento y pronto la cabalgata se tiño de un líquido blanco. Sintió como ya ese pedazo de carne flácida salió de su interior, aun podía sentir el eco de las penetraciones dentro suyo.
- Límpiame y lárgate ya…
No podía ni siquiera respirar, las piernas estaban tan entumecidas y todo su interior ardia y dolía en demasía.
- ANDA MUEVETE!...
Empujándola con el brazo termino por tirarla al suelo, cayendo esta sobre su brazo izquierdo, a gatas como si recién estuviera aprendiendo a caminar, comenzó a moverse para recoger la ropa del hombre. Coloco la ropa sobre la cama y aun en cuatro patas tomo una toalla e intentándose levantar tomo impulso con ayuda de una silla.
Aun desnuda y con ambas piernas temblorosas sumado al dolor punzante que recorría toda su columna. Con mucha dificultad llego hasta el baño que se encontraba dentro de la recamara. Doblo la toalla y la humedeció, pero antes de salir el espejo la obligaba a mirar su cruda realidad.
- En que has caído Nuri…
Hablaba con su reflejo como si se tratara de su confidente, a comparación de otras ocasiones esta fue la primera vez que pudo ver el recorrido de sus lágrimas. Se lavo el rostro y abriendo la puerta, le tiro la toalla húmeda al animal que ya dormía. A velocidad de la luz tomo sus ropas y se vistió soportando aun el dolor. Salió corriendo con dirección a la habitación en donde se encontrarían aun su madre y hermanas. Toco la puerta y al acto se abrió.
- HASTA QUE APARECES!...
- Perdón mama…
- CALLATE ZORRA TOMA TUS COSAS YA VAMOS DE SALIDA…
Para colmo de males siempre tenían que hacerla sentir culpable de todo. Su vida era un remolino de desastres que venía con furia y que aun no estaba dispuesta a calmarse.
Dos meses despues
A los dos meses de haber dejado esa hacienda, llegaron a otra llamada “La Corbela”. Mucha mas bella que la anterior y en donde parecía que las aguas se habían calmado por una buena temporada. Otras cinco familias vivían ahí, entre ellas la familia Jung, quienes ya destacaban por los años que venían sirviéndoles a los patrones de aquella gran hacienda. Los más antiguos entre todos.
Pronto la competitiva señora Kim, buscaría tomar ese puesto cueste lo que le cueste. El señor Jung cuya característica principal era el ser noble y sobretodo bondadoso, nunca era de quienes buscaban pleitos ni mucho menos caía en la manos de la envidia. Pero asi como el padre, el hijo era quien mas cariño y amor se llevaba por parte del dueño de La Corbela. ¿Porque? Jung Soon representaba para el mayor, el hijo modelo que el habría querido tener si tan solo su mujer no hubiera fallecido. Soon con mucha nobleza regresaba todos esos actos de generosidad y afecto hacia el y hacia su padre, con un trabajo arduo todos los días. Pero la familia Jung no estaría completa sin el nieto que salió afortunado de tener dos abuelos tan cariñosos. Su abuelo dueño de la hacienda y su abuelo biológico. El pequeño Jung Yunho, con tan solo 6 meses ya había probado el trago amargo del abandono. Su madre al tenerlo huyo cobarde dejándolo en los brazos de su padre y ante la mirada rencorosa del abuelo del niño. Nunca se supo de ella y eso era lo mejor para las tres generaciones Jung.
La rivalidad entre las mujeres Kim y los hombres Jung, iba en aumento y todo ocasionado gracias a la bruja Kim, apodo que se gano por su comportamiento en la hacienda y divulgado por su hija Nora. Pronto en medio de todo el revuelo, un amor puro y sincero fue creciendo por parte de ambas familias rivales. El corazón de Nuri ahora no solo palpitaba por necesidad si no también por amor, Soon en poco tiempo se había ganado su corazón y este ahora tenia otra razón por la cual seguir viviendo, su padre, su hijo y ahora la bella Nuri.
Dos meses y la palabra embarazo marco a las Kim. Nuri y yulia se encargaron de ocultarlo mientras se pudo y con los síntomas tuvieron que ingeniárselas. La madre Kim cansada de que su hija se hubiera vuelto tan enfermiza, fue en busca del doctor del pueblo, persona a la cual acudió Nuri y su hermana cuando se presento el tercer desvanecimiento. Según sus hijas todo esos síntomas eran propios de una anemia por la que Nuri estaba atravesando. Las ropas anchas de Nuri también le daban mala espina, ella comía ahora más que antes y ya pasado 5 meses esa pancita que se empezaba a notar por las ropas, solo indicaban una cosa que tendría que confirmar. Y como se lo imaginaba, Nuri su segunda hija estaba en estado de espera.
- NURI DONDE ESTAS!...
Los portazos resonaban por toda el pasadizo de la hacienda.
- Que pasa mamá…
- ESTAS EMBARAZADA ESTUPIDA!...
Un manotazo directa a la mejilla de Nuri la dejo rendida en el suelo, los gritos llegaron directos a los oídos de los habitantes del lugar quienes salieron de sus habitaciones para ver el espectáculo que se llevaba a cabo justo enfrente de sus puertas. Soon quien al ver rendida en el suelo al amor de su vida, fue sin pensarlo dos veces a su lado, el pequeño Yunho en brazos de su abuelo solo permanecían mirando desde la puerta de la habitación como su padre/hijo iba a ayudar a la agredida.
- YA BASTA SEÑORA!...
- Seguro ese hijo que esperas es de este pobre diablo verdad?...
Soon ayudo a ponerse de pie a Nuri quien mantenía una mano en su barriguita haciendo como escudo y masajeándolo como si estuviera calmando a su bebe dentro de ella.
- SOLO TE DIGO UNA COSA… CUANDO NASCA ESE BASTARDO… NO LO QUIERO CERCA DE MI!... ENTENDISTE…
Ni una sola palabra mas y la bruja Kim había desaparecido yendo a quien sabe donde. Como siempre Nora se reía de las desgracias de su pobre hermana, Lena y su indiferencia jamás salió de la habitación, pero Yulia salió al encuentro de su hermana, otros de los que vivían allí se acercaron a ella, demostrándole todo su apoyo ya que Nuri demostraba su humildad y generosidad con todo ellos, se había ganado un lugar en el corazón de cada uno.
- Vamos a mi habitación si… puedes venir Yulia…
Nuri afirmo con su cabeza y se dejo llevar por Soon a la habitación en donde se encontraban su hijo y su padre. Escoltada por ambos lados Nuri sabia que este momento iba a llegar, pero esta vez su madre había cruzado el límite, no tenía por que hacer un escándalo dentro de la hacienda. Con suerte y todo lo sucedido no llegaría a oídos del dueño.
- Papá la traje conmigo… no quiero dejarla sola…
- Pasen hijo, yunho ya esta durmiendo…
Los tres pasaron cerrando la puerta el Señor Jung. Acostaron a Nuri en la cama izquierda, al voltear quedo frente al menor de los Jung, mirándolo con ternura.
- El pequeño yunho ya esta creciendo…
Las miradas se posaron sobre ella para luego posarse sobre sus lagrimas. Se las limpio esbozando luego una sonrisa.
- Hija… ese niño que esperas es de Soon…
El señor Jung no pudo más con su duda y tenia que salir de ellas.
- Cuanto hubiera querido yo que fuera de su hijo… pero no…
Soon y yulia se acercaron a ella y la abrazaron “Si me permites… yo puedo ser como un padre para tu hijo”. Nuri había confirmado que tenia al amor de su vida a lado de ella, lo beso en la mejilla y Soon le devolvió el beso pero en la frente.
Exactamente nueve meses cumplidos, la noche se lleno de contracciones. Gracias al cielo en esos momentos Nuri estaba con Soon jugando con el pequeño yunho. A cada contracción se mordía el labio para no dejar salir el dolor por su boca pero conforme las contracciones se hacían mas notables no podía evitar quejarse de dolor, el pequeño yunho asustado lloraba al ver a su ahora madre adoptiva quejarse con frecuencia. En el acto tomaron las cosas que ya estaban listas en la habitación de Soon, antes de salir de la recamara marco por teléfono al dueño para pedirle prestado su carro. El patrón con mucho gusto acepto y le mando el auto con uno de sus trabajadores en segundos.
En pocos minutos Nuri ya estaba echada en una cama del hospital del pueblo, ya en trabajo de parto. No dejaron entrar a Soon junto con ella, entrelazaba sus manos debido al nerviosismo haciéndose daño de vez en cuando. Mientras tanto la segunda de las Kim, aferraba sus manos a los costados de la cama soportando el dolor. Se le habia roto la fuente ya y el doctor le indicaba cada cuanto pujar. Dos enfermeras a sus costados le secaban el sudor y acariciaban el cabello para relajarla. Le estaba costando dar a luz debido a su tensión. Las enfermeras le hablaban y acariciaban para seguir relajándola, hasta que un ultimo intento y el chillido de una criatura inundaba la sala de parto.
- Es un niño!
Grito una de las enfermeras, bañada en sudor y aliviada por haber traído al mundo a su hijo, Nuri esbozo una gran sonrisa de satisfacción. Colocaron a su primogénito junto a ella, lo miro y sintió como su corazón se lleno de vida nuevamente, vida que creía muerta pero ahora ya no era igual, todo iba a cambiar para ella. Dejaron entrar a Soon y este corrió a lado de su amado y el recién nacido, quien al verlo recordó el día del nacimiento de su pequeño yunho y como si fuera su hijo lo acaricio.
- Como le pondrán a su hijo?...
Nuri y Soon se miraron y ante aquella pregunta sonrieron juntos, él veía en la mirada de ahora la madre primeriza la respuesta a ese interrogante.
- Jaejoong – suspiro – el será Kim Jaejoong…
Oh que lindo fic, pese a que dice que no esta terminado, me encantara leerlo. gracias por compartir
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