Perfect Day. Cap 1

Era demasiado sencillo introducir aquellas piezas en tan ligero aparato. No le hacia falta pensar mientras lo hacia. Simplemente lo hacia inconscientemente. Parecía tan concentrado mientras miraba con remordimientos aquella arma tras haber terminado de introducir la última bala. Completamente cargada, con todas aquellas intenciones en ella.
Jaejoong nunca había tenido un arma cargada en sus manos, aquella era la primera vez que utilizaba algo similar, y tener aquello en sus manos no daba aquella seguridad que “todos” afirmaban que daba, si no todo lo contrario. Sabía para que la utilizaría y aquello es lo que mas miedo le provocaba. Todo aquel momento para él parecía tan irreal ...
Tras hacer aquella extraña tarea, se dedico a vagar por el apartamento, pensando bien en que se proponía a hacer.
Pensaba mientras no paraba de caminar descalzo.
<<¿Por qué? … - pensó mientras se detenía en aquella habitación, donde disponía de un gran montón de fotos pasadas de él junto a Yunho - ¿Por que no puedo parar de sentir este inmenso odio? ¿Cuántas veces habrá tocado su cuerpo mientras yo me ausentaba?>>
Jaejoong no podía dejar de pensar en aquello mientras sostenía una de aquellas fotos, simplemente Yunho había sido lo mas importante para él durante mucho tiempo, ahora, sus vidas se habían desunido, y solo el tiempo que se encontraban a escondidas era el tiempo que les quedaba para recordar que, a pesar de todas las mentiras que debían decir para ocultar aquello, aun se tenían, o aquello era lo que Jaejoong siempre había pensado …

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Changmin se había quedado rendido en el sofá del apartamento que él y Yunho compartían. Aquel había sido un día agotador. Aquellas malditas promociones hacían que Changmin siempre se quedara sin aliento al terminar el día, pero se sentía agradecido de poder trabajar junto con Yunho, ambos actuaban con muchas ilusiones en el escenario.
A pesar, de que Yunho siempre había sido muy exigente con él, en el fondo sabía que aquello solo acrecentaba más su admiración por el mayor. Era el único con el que sentía una especie de sumisión.
A pesar que Changmin lucia mucho mas maduro y grande que en los tiempos en los que debuto en el mundo de la música, y en el que conoció a Yunho, para este ultimo ver a Changmin acurrucado en el sofá le hacia recordar que seguía siendo un “pequeño diablo”.

Yunho agarro una manta y la extendió sobre el cuerpo esbelto y yaciente de Changmin en el sofá. Yunho no pudo evitar inclinarse para olisquear aquellos cabellos del menor, como si este se tratara de un niño pequeño que acaba de sumirse en un sueño. No lo podía evitar.
Changmin abrió levemente los ojos, con una expresión de sueño en su ya adulto rostro. Alzo la mirada para ver a un Yunho cerca e inclinado hacia él, olisqueándolo como si se tratara de algún tipo de flor. Pero aquello no sorprendió al menor, quien ya estaba acostumbrado a las “muestras de cariño” que Yunho le dedicaba de tanto en tanto y que él era incapaz de negárselas por mas que lo quisiera intentar, Yunho seguía siendo el único hombre que se le aproximaba tanto, que lo podía tocar sin limitaciones, y rozar sus labios.

Changmin se froto los ojos para intentar despejarse.
— Me e quedado dormido en el sofá …— susurro mas que hablar, sintiéndose arropado por la manta que este le había tendido, para después dirigir de nuevo la mirada a Yunho, que ya se había apartado un poco de él.
Yunho estaba completamente vestido, a pesar de las altas horas de la noche en la que se encontraban. Changmin dirigió la mirada a uno de los relojes cercanos y después volvió a mirar a Yunho.
— ¿Te vas a estas horas? — le pregunto intentando incorporarse del sofá pero Yunho velozmente se lo impidió. Poso ambas manos en los hombros del menor para retenerlo tendido, a lo que Changmin no se opuso, si no que lo miro inquiriéndole una respuesta.
Yunho tenia una mirada tan penetrante y oscura como la mayoría de veces
— Si — contesto con rapidez — Voy a salir — continuo. Changmin sabia que algunos días (realmente muy pocos) Yunho salía a altas horas de la noche. Changmin no sabia donde, pero hacia parecer que sabia donde iba, cuando en realidad nuca lo supo.

Alguna vez Changmin pensó en hacer lo mismo que hacen en las películas, y seguirlo de incógnito para saber a que misterioso lugar iba Yunho, pero nunca se atrevió hacer tal cosa. Yunho imponía en él cierta autoridad que siempre lo limitaba.
— Mañana tenemos que ir a muchos sitios, tenemos mucho trabajo, ¿Por qué irte a estas horas cuando puedes descansar? A veces realmente no te entiendo, hyung — le dijo con lógica. Se sentía extraño teniendo que hablar tumbado, pero Yunho seguía reteniéndolo.
— Yo también a veces no te entiendo …— le dijo Yunho — Ya pareces un hombre tan responsable, parece que no te dejes llevar por nada ni nadie, entonces ¿Por qué te dejas manejar por mi? — le pregunto de pronto, como si quisiera desviar el tema.
Pero no hubo respuesta, Changmin no sabia la respuesta de aquello.
Yunho se aproximo a él, poniéndose de cuclillas a su lado y de pronto beso tímidamente aquellos labios cerrados.
Changmin ni tan siquiera se movió, se mantuvo quieto como si se tratara de un muñeco con el que Yunho podía jugar. ¿Que más le quedaba…? Yunho muchas veces le había susurrado entre bastidores de algún Show “-tu eres lo único que me queda-” , Changmin se compadecía de el Líder. Ahora mientras sentía los labios de el mayor sobre los suyos se daba cuenta de que realmente era lo único que le quedaba a Yunho, o eso pensaba...
Así que dejaba que el mayor deslizara sutilmente sus perfectas manos sobre su pecho cubierto por aquella fina camiseta. Dejaba que la ágil y cálida lengua de Yunho se introdujera entre sus rosados y singulares labios, y que sus manos se deslizaran subiendo su camiseta hasta un poco mas debajo de las axilas.
De pronto Yunho paro aquel beso para embozar una sonrisa encima de los labios del menor, dejándolo algo confuso cuando sintió las manos de Yunho deslizarse por su pecho descubierto.
— Siempre que te toco me sorprende lo mucho que as crecido. — dijo sobre sus labios dejando un cálido aliento, mientras hacia círculos sin sentido, suavemente con las yemas de los dedos sobre el bien formado pecho del menor.
Volvió a besarle tiernamente antes de desplazarse un poco para llegar a la cintura de Changmin, quien se sintió enormemente avergonzado cuando Yunho retiraba aquella manta dejándola en el suelo y después le quitaba con cuidado los pantalones. ¿Por qué no lo detenía? Simplemente nunca pudo.

Yunho acaricio con sus anchas manos las largas y ahora desnudas piernas de Changmin, quien se sintió completamente desnudo y avergonzado al tener la camiseta a medio quitar, y estar tumbado de aquella manera en el sofá, sin apenas poder moverse.
Yunho lo miro y le dedico una de esas sonrisas tan blancas y adorables que no siempre le dedicaba, y que le hizo estremecer inexplicablemente.
Yunho no tardo en besar con cierto fervor los muslos desnudos del menor, al principio los beso con ternura, para después sacar su rosada lengua y lamer sin tapujos su piel. Changmin lo miro ya excitado, y observo como Yunho tenia sus ojos cerrados saboreando, besando y lamiendo sus muslos hasta sensibilizar su cuerpo.
El mayor subió con sus labios hasta tener su rostro en aquella zona peligrosa, en la que Changmin no podía evitar respirar profundo, al sentir el cálido aliento cerca de su cubierta erección.
Se sobre salto cuando rápidamente Yunho deslizo su ropa interior para dejarlo completamente indefenso.
— Yunho … esto …— intento decir algo con un hilo de voz, pero Yunho solo se limito a agarrar sin compasión el miembro y a deslizar sutilmente su fuerte mano, empuñando aquel trozo de carne que acrecentaba en cada momento — Ngg Yun … Yun-Ho … — intento decir su nombre pero una extraña oleada de placer apretó su garganta, dejando que de sus labios solo saliera aquellas palabras mal colocadas, mientras llevaba sus brazos hacia atrás e intentaba hacer presión en el posa brazos.
Yunho acerco un poco su rostro dejando aquel cálido aire que exhalaba de su boca en el miembro del menor, logrando que este ultimo se removiera un poco dejando al descubierto su rostro de placer, que a pesar de ser ahora todo un adulto seguía teniendo aquel perfil tan aniñado, que al estar excitado era aun mas hermoso.
Cuando Yunho acelero el movimiento de sus hábiles manos, pudo lograr escuchar la dulce y melosa voz de Changmin, que siempre era hermosa al cantar pero también era hermosa al escucharla suplicar
— Mas … mas fuerte … por-favor … — gimió avergonzado cuando sintió que una de las manos del mayor aceleraba sobre su extensión, y la otra exploraba y acariciaba a su alrededor, logrando que Changmin alcanzara un tamaño que nunca antes Yunho había visto en el menor.

Por lo que Yunho oía y veía sabia que Changmin estaba apunto de tocar la cima con los dedos, y así fue. Cuando Yunho paso sus dedos sobre la punta sintiendo como aquel liquido se colaba entre sus expertos dedos.
Acerco sus labios y beso sutilmente el cálido miembro de Changmin a la par en la que probaba el sabor de su semilla, dejándole sentir sus labios (Aquellos con los que Changmin había fantaseado que le envolvían).
Escucho al menor suspirar, y respirar con algo de dificultad. Pero ya todo aquello había en cierto modo terminado.
Yunho se incorporo de pie agarrando la manta que se había quedado en el suelo y la extendió de nuevo sobre Changmin, quien se traba de ocultar el rostro sudoroso con las manos, arrepentido por haberse dejado llevar y haber terminado tan pronto.

Se escucho de pronto un golpe que hizo que Changmin retirara sus manos de su rostro dejandole ver de nuevo. Se percato de que aquel sonido se trataba de la puerta, y no tardo en darse cuenta de que ya Yunho no estaba…

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Un trago más. Un trago más. Sentía que se bebería toda aquella botella de un trago si tuviera que esperar un segundo mas en aquella maldita habitación. (Que solo era iluminada por la luz que desprendía el exterior, y la flamante luz de la luna)
Quizás era el destino el que hizo que Yunho se olvidara de aquella cita. Si, debía de ser eso …, aquello era lo que pensaba Jaejoong mientras sentado daba una calada mas a aquel fino cigarrillo y volvía a probar aquel amargo sabor de la bebida.
Dejo de nuevo aquel vaso de cristal sobre la mesa de aquella desastrosa habitación de aquel alejado Motel de carretera en la que se citaba con Yunho no muy seguido, como si fueran dos amantes de alguna novela romántica, que se tienen que ver a escondidas.
Jaejoong detestaba mentir, detestaba verse a escondidas, detestaba aquella situación, empezaba a albergar odio hacia la persona que mas amaba. Acaso ¿se había vuelto loco? Quizás …, pero hubo un momento mientras esperaba a Yunho en el que lo odiaba mas que amaba. Miro de nuevo aquella bolsa que había dejado al lado de la cama, allí donde se albergaba lo que mas temía sacar ...

De pronto sus pensamientos se fueron dispersando cuando escucho el estruendo de la puerta. Jaejoong apago el cigarro y el humo se disipo en la habitación.
Alguien golpeaba con fuerza la puerta. Era él ...
Cuando Jaejoong abrió la puerta lo observo tras ella. Tan alto, con es tez morena y aquellos ojos oscuros. El corazón se le acelero.
Yunho entro en la habitación haciendo un gesto de disgusto al oler el aire impregnado de tabaco en un sitio tan pequeño.
Jaejoong cerró la puerta y lo siguió hasta que ambos quedaron en mitad de aquella pequeña, humilde y horrible morada en el cual sabían que nunca sospecharían su presencia.
Yunho hizo una cruz con las manos, indicando que nadie lo había seguido o visto, era como un tipo de código que Jaejoong y él mantenía.
— Tardaste tanto que ya pensaba marcharme — confeso Jaejoong de pronto, mirando a Yunho a los ojos, intentando buscar en ellos algo que le recordara al Yunho que antes era, y del cual se había enamorado sin remedio.
— Changmin estaba despierto …, y me tuve que esperar a que durmiera para venir — le explico, a pesar de Jaejoong no le había pedido una explicación, a la vez en la que se deshacía de la chaqueta y gorra que lo cubrían.
No hacia falta conocer a fondo a Yunho para saber cuando este mentía, en su rostro se podía leer claramente que aquellas palabras solo eran una excusa. Y aquella sonrisa no hacia mas que elevar esa sospecha.
— Te escuche, el otro día …, hace tiempo que no me ves, decías … — empezó a hablar Jaejoong mientras dejaba ver una sonrisa de sarcasmo — Odio mentir — continuo diciendo — Eres tan feliz sin mi como aparentas, ¿enserio?. Haces tus cosas y … — de pronto Yunho lo corto
— Tú también mientes — le espeto — Estoy harto de tener que hablar de lo mismo cada vez que nos encontramos — dijo.
— ¡Ya apenas nos encontramos! — le grito Jaejoong. Después intento serenarse, aquello parecía una estupida pelea de amantes — Ahora llegas tarde … después se te olvidara venir … — dijo mientras se le humedecía los ojos.
— Nunca me olvidaría — aseguro Yunho mientras se acercaba algo mas a Jaejoong, pero sin ser capaz de hacer algo para calmarlo.
— Si, te olvidaras … — dijo seguro Jaejoong, mientras bajaba la mirada — No te quieres dar cuenta de … de lo mucho que yo te necesito — le confeso mientras alzaba de nuevo la mirada para encontrarse con la de Yunho.
— ¿Crees que no lo se? Si no lo supera no estaría aquí — Yunho parecía decir aquello como si se tratara de algún tipo de guión que tenia ya improvisado para esos casos.
Alzo una mano para acariciar la suave mejilla de Jaejoong para después decirle con palabras sutiles:
— Se que no estamos pasando un buen momento, pero, eso no tiene nada que ver aquí, en este lugar, aquí, donde estamos ahora, solo estamos tu y yo, … — le comento mientras con la mano que sujetaba su rostro le hacia mirar alrededor de la tenue habitación — , solos tu y yo, ¿para que te vas a preocupar de lo que pasa?, no, no te preocupes de eso ahora …—
— Por que al salir por esa puerta, volveremos al punto en el que estábamos antes de entrar aquí. Ya no estaremos tu y yo. ¿Como quieres que no me preocupe? — le contesto.
Toda aquella situación molestaba a Jaejoong, no lo podía soportar, fuera de aquella habitación daba aquella extraña impresión de que ambos eran como “enemigos” enfrentados por diferentes opiniones y caminos.
Jaejoong puso una tierna y entristecida mirada en sus hermosos ojos rasgados.
— Jae … Boo … mi amor …. — empezó a decir seguido, mientras pasaba su mano por los oscuros cabellos de Jaejoong, y se acercaba al rostro preocupado del mayor. Aquel tono parecía ser de un hombre experto en seducir — Bésame ¿si? — le incito cerrando los ojos.
Jaejoong obedeció besando dulcemente la barbilla de Yunho rozando muy levemente su grueso labio inferior
— Así … olvídate de todo — le dijo Yunho con una extraña voz de deseo mientras Jaejoong besaba dulcemente su barbilla — me gusta el Jaejoong de siempre, el introvertido …, no te vuelvas en ese melancólico …—
De pronto Yunho devoro los labios de Jaejoong como si fuera lo ultimo que haría. Dejando aquellos gruesos labios rojizos por la pasión en la que lo besaba. Arrincono el cuerpo de Jaejoong hasta tumbarlo sobre la cama y quedar encima de su aun preocupado amante.

Sin poder evitarlo ambos sonrieron de manera cómplice, pues sabia que harían el amor como siempre lo hacían cuando se encontraban. Jaejoong sentía que solamente se encontraban para ello.
Y mientras Yunho ya empezaba a recorrer su cuello con aquellos calientes besos, Jaejoong solamente pensaba en que había echo mal para que acabara de ese modo las cosas entre los dos.
Si, sentía algunas veces esos dulces y cálidos labios sobre su blanquecina piel pero … ¿por que no era igual que antes?.

Mientras Yunho lo desvestía él solo podía pensar en lo mucho que lo odiaba, en mucho que odia a Yunho por haber cambiado, por haberle dejado días solo, por no estar con él cuando mas lo necesitaba. Cuando termino de desnudarle, después hizo lo mismo él, hasta que ambos quedaron descubiertos.
Yunho paso sus inquietas manos por el cuerpo desnudo de su siempre amante como si quisiera recorrer todo los rincones (que ya conocía) en un solo segundo, mientras Jaejoong mas que concentrarse o dejar su mente volar, pensaba, intentando adivinar cuantas veces Yunho habría pasado aquellas mismas manos que tocaban ahora su cuerpo el cuerpo de Changmin.
Yunho apenas se dio cuenta de la preocupación de Jaejoong, ya que estaba demasiado concentrado en el cuerpo desnudo de su amante. Acaricio con sus labios el tatuaje que el mayor presentaba en el pecho, para después bajar solo un poco y encontrarse con aquella rosada “golosina” que apretó dulcemente con los labios y lamió, para después morder sin compasión, haciendo que inevitablemente Jaejoong soltara un pequeño alarido.
Jaejoong parecía haber empezado a desconectar de sus pensamientos cuando Yunho se tumbo completamente sobre él, con su ancho cuerpo cubriendole, y lo abrazo con cierta ternura, sintiendo como aquel gran y palpitante trozo de carne rozaba su miembro.
Yunho lo volvió a besar frenéticamente mientras sus manos, que envolvían la espalda de Jaejoong, hacia presión en aquel otro tatuaje que presentaba en la espalada dejándolo completamente enrojecido. El menor de ambos movía sus caderas para rozar su intimidad con la ya erecta de su amante. Hasta que paro de pronto impaciente, incapaz de seguir con aquel juego preliminar
— Ah …, no puedo esperar mas, ¿Por qué eres tan endiabladamente perfecto? — le pregunto Yunho cuando separo sus labios de Jaejoong, quien estaba mucho mas callado y tranquilo que en sus otros “encuentros”.

Yunho se incorporo quedando sentado sobre la cama, poso ambas manos en la cintura del otro y la subió para que su intimidad quedara cerca de aquella entrada en la que ya ansiaba introducirse.
Después miro a Jaejoong quien seguía tumbado. Ambos extrañamente se quedaron un rato mirándose, Jaejoong con aquella expresión en su rostro que parecía decir: “-No me voy a oponer-” y que siempre dejaba “vía libre” a Yunho, quien sin pensarlo ni un solo segundo se introdujo de a poco en ese deseado “túnel” arrancando un extraño y doloroso grito a el mayor, que ni tan siquiera había sido preparado para ello.
— ¿Te duele? … Pronto te gustara — dijo Yunho con una voz de excitación, al sentir que se abría paso en aquel interior tan caliente y oprimido. Dijo aquello con aquel tono de voz que nunca antes había escuchado Jaejoong. Dijo aquellas palabras con una malévola sonrisa en sus labios que Jaejoong no pudo ver por tener los ojos cerrados a causa del dolor que de pronto sentía.
A medida que se iba introduciendo se sentía mas atrapado por la calidez de Jaejoong, era tan dulce como siempre, aunque él siempre solía actuar de manera introvertida y activa. A Yunho le parecía muy extraño verlo tan sumiso y dolorido.
Jaejoong rodeo con sus desnudas piernas las caderas de Yunho haciendo improvisadamente que este se introdujera mas en él, alcanzando un punto inimaginable, que hizo estallar un gemido a Jaejoong, que resonó en toda la habitación.
Por muchas diferencias que él y Jaejoong pudieran tener fuera de aquella habitación Yunho era incapaz de resistir sin estar con Jaejoong, adoraba aquellos momentos, aunque pudiera sonar frívolo, y aunque Jaejoong nunca se lo creía cuando lo decía, lo amaba y lo quería ante todo.

Yunho empezó a embestir provocando que Jaejoong gimoteara a la vez en la que empezaba a ambientarse una calidez entre ambos que provocaba que ambos sudaran de placer, empañando sus cuerpos, logrando hacer reflejos entre la tenue habitación.

Cuando Jaejoong empezó a gemir y a decir unas cuantas incoherencias cada vez que sentía que entraba y salían de él cada vez mas y mas rápido, Yunho no pudo evitar recordar a Changmin, pero no sintió remordimientos al recordar a Changmin momentos antes de llegar a aquella “cita”, todo lo contrario, adoraba la cara de placer de Changmin tanto como adoraba la de Jaejoong, al que ahora miraba. Ambos tenían esa cara tan dulce y placentera, aquellos tan diferentes labios entre abiertos, nunca podría elegir que gemidos adoraba mas, ni que rostro amaba mas. Yunho era sin duda un maldito egoísta, nunca confesaría a Jaejoong que mientras estaban intimando estaba pensando en lo mucho que adoraba tener también a Changmin en casa.
Yunho se inclino para llegar al tendido Jaejoong y lo beso en los labios para no sentir culpabilidad al pensar en esas cosas en tal momento. Después bajo de sus labios a su cuello mientras movía frenéticamente sus caderas.
Jaejoong movió su cabeza hacia el lado derecho, para observar aquella bolsa que había dejado cerca de la cama.
— Yun-ho … ah … — lo llamo sin poder dejar de gemir y suspirar . Yunho acerco su oído a sus labios para que le hablara — quiero … quiero cambiar de postura …— dijo con un hilo de voz, para después dejar escapar un gemido sobre su odio, cosa que excito a Yunho.
— Mmm, ah ya decía que estabas muy sumiso … — dijo Yunho con un tono gracioso, mientras dejaba que Jaejoong tomara el control.

Yunho se tendió en la cama, y Jaejoong se puso encima de él, volviendo a dejar que Yunho se introdujera en él. Jaejoong tomo el ritmo posando las palmas de sus manos sobre el ancho y moreno pecho de Yunho a la vez en la que bajaba y subía sobre su miembro.
Yunho no podía resistir más, agarro la cintura Jaejoong para que fuera mas duramente, mientras observar como Jaejoong se movía sobre él con la cabeza hacia atrás, con sus labios enrojecidos y aquellos oscuros cabellos apegados en su ya sudorosa frente, la luz del exterior iluminaba su perfecto cuerpo en movimiento que Yunho tanto deseaba y amaba, el cual no pudo evitar tocar con habilidad hasta llegar al miembro del mayor para atenderlo, y que no duro mucho tiempo hasta derramarse con unos cuantos toques.
Yunho sabía que su cuerpo tampoco resistiría mucho más, y cuando Jaejoong volvió a hundirse en él, este ultimo sintió como se llenaba su cavidad de aquella cálida semilla, del mismo modo como en otras épocas había sentido, mientras el otro gemía ronco y gustoso de haber terminado dentro de él.

Jaejoong se movió un poco hacia la derecha, sin dejar de estar encima de Yunho. Estaba muy cerca de la bolsa, solo debía estirar un poco el brazo para cogerla.
Miro a Yunho que estaba tendido bajo a él completamente sudado y con aquella mirada perfecta y entre abierta. Jaejoong le dedico una juguetona sonrisa mientras rebuscaba en el interior de la bolsa, que después tiro hacia un lado cuando encontró lo que buscaba.
Yunho dejo escapar una carcajada cuando observo el arma de fuego que Jaejoong había sacado:
— Has venido preparado … — le dijo Yunho, que seguía tendido, mientras observaba lo bien que le quedaba a Jaejoong llevar un arma cuando iba completamente desnudo y envuelto en aquel sudor — ¿esos son los juegos que te excitan? ... — pregunto pensando que aquella arma de “mentira” era para algún tipo de juego nuevo que el introvertido Jaejoong quería probar.
— Ahora, cuando terminamos, me felicitaras …— dijo Jaejoong mientras intentaba agarrar el arma con cuidado — sacaras tu teléfono, de aquella chaqueta con la que te camuflas, y me dirás que día perfecto quieres que nos encontremos, mas bien, en mitad de la noche, muy tarde, para no levantar sospechas, en un sitio que sea horrible, para que nadie nos imagine allí. Lo apuntaras en tu teléfono junto con todas tus tareas de promoción, me dejaras aquí, y te iras felizmente a tu apartamento … que compartes con Changmin … ah … él también te excita ¿cierto? — le pregunto Jaejoong mientras de pronto apuntaba a alguna parte del cuerpo Yunho con la pistola, tenso los músculos de los brazos, estaba nervioso.
Yunho de pronto quería decir algo, Jaejoong no quería escuchar “Si, Changmin realmente me excita” ni nada por el estilo, no quería escuchar mas a Yunho, lo odiaba, ¿Podía odiar a la persona que mas amaba en el mundo?
Si. Lo odia tanto como lo quería. Estaba celoso, estaba melancólico de todos aquellos momentos que vivieron y ya no vivían. Lo odia. Y solo podía pensar en lo mucho que lo odiaba cuando apretó el gatillo y cerro los ojos, sin dejar contestar a Yunho, sin poder apenas pensar...

A pesar de haber apretado el gatillo el silencio seguía siendo presente, aquel silenciador que llevaba aquella arma de fuego le había servido para silenciar su dolor.
Jaejoong tenia los ojos cerrados, y ese silencio le hacia tener el mayor miedo que había tenido en toda su vida.
Había apretado aquella arma, le había apuntado a Yunho, pero era incapaz de abrir los ojos para afirmar aquello, le temblaban las manos, el arma callo de ellas sin poder evitarlo, sintió una corriente de aire frío en su cuerpo desnudo, una angustia subió de su pecho a su garganta provocándole esas ganas tremendas de llorar.
No podía abrir los ojos, pero no le quedo otra que abrirlos para ver que todo aquello era una farsa, para ver que esa bala no le había dado. Pero al abrirlos se encontró con la realidad de sus actos, y aquel cuerpo de aquel hombre que tanto amaba tendido bajo él.
Los ojos abiertos de par en par por la impresión, y aquellos labios que había besado en forma de “O” que parecían estar apunto de querer decir algo. Jaejoong empezó a temblar, cuando observo como la sangre empezaba a salir sin cesar del brazo del menor, como se deslizaba por su piel, por aquella hermosa piel de Yunho.
Apenas era capaz de calmar sus temblores y aquellas lagrimas que empezaban a fluir tal como la sangre de su compañero ...

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Changmin se sintió un idiota … pensó en seguir a Yunho, pero una vez mas decidió quedarse en el apartamento, pero esta vez lo esperaría …
Si, aunque tuviera que estar en vela toda la noche.
Se cubrió con la manta con la que Yunho le cubrió y espero despierto a pesar de que ya podía ver que el amanecer se acercaba.
No importaba sus ojeras, no importaba el sueño, Changmin esperaría a que Yunho apareciera por la puerta de nuevo …

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