Una noche juntos

Titulo: Una noche juntos
Autor: Luzy
Parejas: Homin
Genero: Lemon
Estado: One-shot

Mi habitación estaba justo al lado de la suya. Me dejé caer pesadamente sobre la confortable cama. Ni siquiera tuve fuerzas de cambiarme y el sueño comenzaba a pesarme en los parpados, hasta que me sumí en un sueño profundo que duró hasta la media noche, cuando unos lentos pasos se acercaban a mi habitación- ¡Otra vez no, no ahora!- pensé para mis adentros. La puerta corrediza se deslizó lentamente dejando entre ver una sobra a través de la rendija, el corazón me palpitó con fuerza haciéndome levantar de la cama y dar un paso hacia adelante, pero mi sorpresa fue mayor cuando la puerta se abrió por completo y me dejó ver la figura de Changmin.

- Disculpa… Creí que estarías dormido.- dijo avergonzado.
- ¿Pasa algo?- pregunté alarmado.
- No!- negó primero.- Bueno, sí…- dudó.- Es que no quiero dormir solo, no esta noche.- confesó.

Sonreí y le extendí la mano invitándole a acostarse junto a mí. Sus mejillas se colorearon de un intenso rojo y me esquivaba la mirada. Tomé su rostro entre mis manos y lo obligué a mirarme. De pronto sentí que todo el sueño que tenía se había esfumado.

-Changmin-ah… nunca haría algo que tu no desearas.- leyendo intuitivamente sus pensamientos. El afirmó con la cabeza.
- Yunho… yo...
-No tengas miedo minnie… habla.- cuando trató de hablar las palabras se quedaron en su garganta. Lo besé.

El correspondió a mis labios aferrándose a mi cuerpo y estrechándome con sus brazos. Ambos nos besamos envueltos en la pasión que corría torrencial por nuestras venas, esta vez el deseo ganó a mi autocontrol dejando que mi cuerpo perdiera cierta rigidez que había mostrado anteriormente. Mis manos recorrieron su espalda y cintura haciéndome conocer todo su definido cuerpo, mientras el se desinhibía poco a poco y sus manos acariciaban lentamente mi cuello y rostro. Ambos ardíamos jadeantes de deseo. Cada beso nos dejaba anhelantes de tener más del otro. Deslicé mis manos en el cuello de su playera para descubrir sus suaves hombros dejando libre su clavícula que no dudé en besar desesperadamente, mientras sus manos quitaban el pans caer a mis pies. Lo tomé de la cintura para acostarlo en el lecho; sus labios resaltaban rojos y deseables y sus párpados estaban entreabiertos mientras sus mejillas seguían coloreadas de ese tono rojizo. El extendió los brazos para recibirme nuevamente en esos anhelantes labios. Nuestras lenguas jugaron elevando aún más aquella adrenalina que corría furiosa reflejándose en nuestras pieles. Changmin se deshizo fácilmente de mi camisola apartándola a un lado dejando al descubierto mi dorso, sus manos y labios recorrieron cada centímetro de mi piel haciéndome sentir escalofríos. Despoje su playera dejando a la vista su pecho, besé sus pectorales y bajé lentamente hasta su vientre que saboreé con gusto mientras el se arqueaba de placer. Poco después entre caricias y besos me zafé de su pantalon. Ambos nos aferrábamos el uno al otro absorbiendo hasta el último suspiro de excitación. Recorrí los firmes muslos de mi compañero arrancándole gemidos de placer que salían de su boca con la mayor suavidad. Escucharlo me hacía enloquecer; lo levanté de las sábanas y de un ágil movimiento posicionándolo sobre mi regaso, lo cual sentí como este se estremeció, automáticamente el ocultó el rostro en mi pecho, lo abracé y le susurré nuevamente.

- No tengas miedo minnie… eres hermoso… Y te deseo.
- Yo… también te deseo… Hyung.- mientras besaba mi cuello y hombros.

- No me digas Hyung.. – le repoche acariciando su cabello.

- Ok..

Pronto nuestra conversación quedó ahogada cuando me atreví a acariciar su entrepierna, y de entre sus labios escapó un leve gemido, mientras yo seguia con suaves masajes. Comencé a despojar la última pieza que cubría su intimidad. Pude sentir la tibia piel mientras lo acariciaba, Changmin se aferraba a mi espalda dejándome marcas con sus uñas. Quise probar más, quería descubrirlo por completo, fui saboreando todo su cuerpo hasta llegar a mi objetivo, probar de aquel miembro mientras se arqueaba y se sujetaba a las sábanas tratando ahogar el placer en su garganta, pero era una lucha difícil y acabó por exorar más de aquel estímulo, sonreí complaciente para mí mismo, mientras mi lengua jugaba en aquella punta rosa a punto de explotar. Entonces subí de nuevo hasta la altura de su rostro y el cobro venganza deslizando una de sus manos a mi zona que ya comenzaba a despertar y que una ayuda de ese tipo no venía nada mal.



Sus dedos de forma inocente pero llena de picardía me hacían sentir un cosquilleo y luego una onda cargada de electricidad recorrió mi cuerpo haciéndome gemir como nunca, haciéndome sentir el sabor de su deseo mientras su mano acariciaba con más vehemencia. No pude esperar más y me deshice de aquella prenda que comenzaba a causar molestias en mi inevitable y esperada erección. Traté de no apresurarme de modo que Changmin confiara plenamente en mí. Sus ojos se alzaron hacia los míos.
En aquellos ojos se reflejaban la curiosidad pero también podía leer cierto temor en
ellos. Acaricié su rostro y besé sus labios con delicadeza mientras me esforzaba por contenerme, el correspondió a mi beso y ejerció una pequeña presión a mitad de mí espalda para decirme que estaba listo. Me hice espacio entre sus firmes y suaves muslos y entré con la mayor rapidez y suavidad que pude para ahorrarle cualquier incomodidad o dolor. Sentí como su cuerpo dio un leve respingo y sus uñas se aferraron a mi piel mientras que todos sus músculos se tensaron ahogando alguna expresión; me abracé a el para ayudarlo a relajarse. Changmin comenzó a besarme y a apretarme junto a el haciéndome sentir su ya humeda piel contra mí. Aquel contacto desató una nueva ola enérgica haciéndome apreciar su tibia estrechez. Salí y entré intensificando gradualmente la velocidad a medida que su cuerpo me imploraba más y yo también deseaba más.



Era imposible cansarme de ese vaivén tan placentero que me brindaba mi hermoso compañero. Aquel lugar cálido y húmedo me brindaba las mejores sensaciones. Juntos conformábamos uno solo, unidos en placer y el amor. Sus piernas me rodeaban formando una jaula de la que no podía ni quería escapar, mientras me susurraba una y otra vez que me amaba y yo gritaba su nombre sintiendo cada una de sus letras.

- Te... amo Yunho- aahh...
- Te amo mi minnie nnh...

Nuestros cuerpos compenetrados en el deseo carnal comenzaban a llegar al máximo placer, a ese momento extasiante. El besaba y mordía mis labios y sus manos se aferraban a mis brazos, a mi espalda mientras su cuerpo formaba un arco perfecto dejándome sentir la firmeza de sus muslos, de su espalda. Acaricié sus cabellos mientras mi minnie también se enredaba en los míos. Entonces, una última estocada profunda cargada de la más pura excitación acabó por derramar aquel tibio líquido en el, que nos hizo llegar hasta la cima del placer, y nuestros gemidos se unieron en uno solo. Nuestros cuerpos perlados y jadeantes rasgaban el cielo deseando no bajar de allí nunca más.
Podía sentir la respiración entrecortada y el repiqueteo del corazón de Changmin latir contra el mío.



Me dejé caer a su lado y el se abrazó a mí con fuerza mientras trataba de recuperar el ritmo normal de la respiración. Lo estreché contra mí para protegerlo, para asegurarme de que era real y dejó descansar su mano en mi mejilla.

- Yunho...
- No digas nada…- poniéndole un dedo en los labios para luego besarlos.

El cansancio hizo mella en nosotros, tomé la sábana para arroparnos. El rostro y su brazo derecho reposaban en mi pecho mientras mi brazo izquierdo lo mantenía acercada a mí en un abrazo. En tan solo un par de minutos nos dejamos caer en los hipnotizantes brazos de Morfeo.