Last Vow/Bow cap 2

Una entrevista donde actué como un tonto sucedió a continuación. Estaba visiblemente emocionado y cada frase que decía la culminaba con una mirada curiosa a donde estaba YunHo. Era tan vistoso que era imposible ignorarlo. Me sorprendía aún más encontrarme su mirada también.


Su mirada producía vértigo y una sensación cortante en las tripas… parecía ser un tipo tan fuerte y decidido que intimidaba con solo respirar. Pese que la impresión fue todo menos buena, quería hablar con él… ignoro las razones, pero esperaba impacientemente el desenlace de la entrega de premios para poder conocerlo, después de todo, era el trainee más famoso ahí presente.


Instantes después de recibir mi premio me percaté de que se había ido sin darme cuenta. Me sentía un poco tonto e impotente; tenía ganas de pedirle a DongHae su número para poder hablar con él, pero luego de razonar, resultaría extraño que un hombre desconocido te llame sin razón alguna y sobre todo resultaría sospechoso.


“Valió la pena, Jaejoong” aquella frase no abandona mis pensamientos ni por un momento y varias veces me encontré a mi mismo pronunciándola inconscientemente en voz alta.


Pasé por un café en starbucks. Mi cabeza era un caos indescifrable. Había festejado y bebido la semana entera con el grupo de concursantes. Tenía el aspecto de un mendigo malhumorado y gruñón. Me sentía culpable… qué pensarían mis padres al verme en este estado, pero qué importaba, me lo merecía de todos modos… o al menos de eso quería convencerme para no sentirme tan mal.


Me senté en uno de los taburetes del mostrador principal… no quería verle la cara a nadie, si daba la espalda a todos creo que cualquiera entendería el mensaje. No quería hablar y así lo intentase, no podía conversar propiamente de todos modos y cualquier ruido fuera de lo normal me enfurecería.


- Buenos días – Dijo – lamento molestarte.


Me volteé desesperado, no quería que nadie me molestara.


- Lo siento, DongHae dejó esto en casa… No lo he visto en días y no creo que pueda verlo por ahora. ¿Podrías entregarle su reloj por mí?


Una punzada en el estómago no me dejaba hablar… sólo me quedé mirándolo con los ojos tan abierto como platos.


- Discúlpame, pensé que eran amigos, Jaejoong-sshi.


Qué?! Recordaba mi nombre?! Por qué me sentía incómodamente emocionado? Y por qué era tan educado conmigo?


- Hasta luego.


- YO – Dije torpemente y casi en grito - Sí, si lo conozco. Disculpa… no te… reconocí. Lo lamento.


- ¿Entonces sí puedes entregárselo?- Me dijo clavándome la mirada en las pupilas.


- EH… sí! Yo podría…. Hmm, qué es? – Volví a acuñar torpemente. Era obvio que era un estúpido reloj.


- Su reloj – bajó la mirada y me lo mostró – parece que lo ha olvidado en mi casa.


- Es mío… ese idiota – dije sin pensar- Es tan olvidadizo…


- Así que es tuyo? – Se sonrío como de costumbre – Entonces haberte molestado valió la pena! Bueno, ahí está. Lamento haberte molestado, nuevamente. – Hizo una pequeña reverencia y dio media vuelta para abandonar el lugar.


- NO – dije casi en grito. Yunho volteó inmediatamente algo aturdido y sorprendido- … que no ha sido una molestia. – Me bajé del taburete rápidamente


– Muchas gracias.- Hice como tres reverencias seguidas.


Yunho no aguantó su encantadora risa e hizo un gesto para tratar de contenerla.


– No hay de qué. Nos veremos pronto.


Valió la pena haberme molestado. Así se fue de la tienda, con su caminar resuelto y decidido. Contemplé atentamente sus pasos y lo vi pasar frente a la vitrina con mi mirada impenetrable y semblante molesto. De pronto me miró también por un segundo y desvió su mirada al suelo sin dudarlo.


Porque yo también lo intimido.

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