Fue en ese momento cuando recibió el primer mensaje de Jaejoong, caminaba por la ciudad habiendo perdido el interés por la búsqueda de esos repuestos, miraba su teléfono no creyendo en lo que leía, Jae necesitaba hablar con el después de cinco años y de jamás aclarar nada, hoy quería conversar. No estaba seguro de lo que estaba haciendo, pero que rayos, ¿cuando lo había estado? Desde que dejo a Jaejoong atrás la inseguridad se había vuelto parte de su lema de vida, no sabía si tenía ganas de verlo o no, y para variar su orgullo hablaba por él. Jaejoong había sido el causante de todo su sufrimiento, el que le había hecho ser infeliz por cinco años, no pudiendo ser capaz de querer a nadie más que a el.
“No” envió esperando que la única instancia donde se vieran fuera el encuentro que estaba organizando Junsu, pero recibió nuevamente otro mensaje, y otro, y otro. De verdad este chico insistía mucho. “¿Vives donde mismo?” Respondió la última vez inseguro de lo que estaba haciendo. Recibida la respuesta de Jaejoong camino hacia su departamento, no estaba muy lejos, pero tampoco quería llegar tan pronto, de alguna forma necesitaba que los segundos pasaran más lentos pero no ocurría así. Queria saldar esa deuda pendiente, y darle un fin a todo su sufrimiento que lo había acompañado en todo su caminar, Queria decirle cuanto lo odiaba y cuanto quería verle desaparecer de la faz de la tierra, quería que jaejoong dejara de existir en su corazón y en sus pensamientos.
No se había percatado del gran desorden que tenía en su departamento, era casi imposible tener todo listo antes de que llegara Changmin. Corría para todos lados intentando recoger lo que mas pudiera, ropa sucia, papeles, zapatos, discos, basura, todo fuera de lugar, y es que se debía comprender que era un hombre solo viviendo en un departamento pequeño.
Eran cinco años que los separaban, desde ese día, en que decidió no hablarle más creyendo que seria por su bien, se alejo por completo de su pequeño para no provocarle un daño mayor. Seria un encuentro difícil, quizás amor mezclado con la inseguridad de la adolecencia, remordimientos y confusiones que le impidió ser sincero desde un principio.
A pesar de que quería verlo, no sabia que decirle, nunca se había puesto a pensar que haría el dia en que volvieran a verse, ¿serian tan amigos como antes? ¿se le podría punto final a todo lo que pudo haberlos unido algún dia? Por el momento solo quería verle.
Los minutos pasaban y Jaejoong había comenzado a correr de un lado para otro alrededor de su departamento vestido con pantalón de pijama y su pelo húmedo por la ducha, ni siquiera había pensado en que prepararle de comer a Changmin, mientras el joven de lentes y alto, caminaba por las calles de Seúl en dirección al departamento que alguna vez visitó. Se escondía del frio entre su abrigo mientras recordaba que lo había hecho marcharse.
Decidió preparar lo que siempre le preparaba, un bol picante de ramen, de ese que hacia que tus labios terminaran hinchados por el calor y rojos por lo picante. De ese que competían al comer. Había pasado media hora desde ese último mensaje cuando el timbre del departamento sonó, su estomago se retorció y sintió que era Changmin el que había llegado después de esperar por cinco años.
-¿Quién?-pregunto tras la puerta para obtener una respuesta de ese reflejo alto que se veía tras el vidrio glaseado.
-Changmin, abre la puerta que hace frio. –Sentía que hace solo minutos había dejado ese departamento atrás, las mismas magulladuras por las pataletas que le daban a Jaejoong cuando su madre lo regañaba, las mismas marcas de los rallones que habían hecho cuando necesitaron sacar una cuenta. Queria mantenerse distante para poder darle fin a todo de una buena vez, su orgullo no podía ser dejado de lado después de haber sido rechazado por uno de sus mejores amigos para que iniciara una relación con “otro”
Jae abrió la puerta encontrándose con el mismo joven de hace un rato, ese que le había llamado imbécil y que ahora podía ver más claramente gracias a la luz del ambiente. Sus facciones no habían cambiado, solo ahora su rostro era un poco mas largo, su nariz algo gruesa y sus labios secos, los mismos lentes y el pelo mucho mas largo.
-Pasa- indico al menor de los dos.
-Gracias.- Solo avanzo unos pasos, no estaba dispuesto a estar mas de diez minutos dentro de ese departamento que lo había visto sufrir y que lo seguiría viendo en las mismas condiciones si decidia continuar como estaban.
Jaejoong miraba la ancha espalda de Changmin, la cual también había crecido, ahora era todo un hombre, sentía que a pesar de los años él era el mismo, no podía hacer otra cosa más. Lo abrazó por la espalda sorprendiéndolo, necesitaba recordar que era su pequeño Changmin. Ese abrazo inesperado, que por mucho tiempo espero, lo sentía familiar, pese a todo el odio que pudo haber sentido alguna vez, su Hyung era el mismo de siempre, ese que le gustaba improvisar y romper los esquemas.
Las manos de Jaejoong se encontraron en el torso de Changmin, no quería soltarlo, no quería volver a dejarlo ir y arrepentirse nuevamente todo lo que le quedaba de vida por verlo partir. Las que fueron tomadas por Changmin para alejarlo de su cuerpo, no quería tener ni el mas minimo contacto con ese que le había hecho sufrir por tanto tiempo.
-Que crees que haces Jaejoong?- preguntó soltando las manos de Jae para dejarlas caer y evitar tenerlo cerca, se alejo unos cuantos pasos y lo miro a los ojos con rabia- ¿A que crees que vine? Si estas pensado que olvide, estas equivocado. –Jaejoong no lo miraba y escondia su mirada por sobre su cuello. Tenia la sensación de que nunca debió haber dado pie para que un reencuentro se iniciara. –Sigues tan estúpido como siempre Jaejoong, un pobre imbécil, que nunca ha sabido lo que quiere, y que cree que todo el mundo debe seguirle.
-Ni te imaginas lo mucho que te extrañe- lo miro repentinamente- No te imaginas cuanta falta me has hecho, Perdoname…
-Y que me eche al bolsillo todo el sufrimiento por el que pase, no mereces llamarte hombre, eres un pobre animal que solo busca sobrevivir,
-¿Por qué te fuiste?!
- ¿Por qué me fui? Por que no estaba dispuesto a ver como jugabas con todos, como disfrutabas la vida haciendo sufrir a los demás, solo pensaste en ti, siempre has pensado en ti, me das asco jaejoong, eres lo peor que pudo haber nacido en el mundo. Changmin le lanzaba todo lo que por cinco años había acumulado, esa rabia que le impedía continuar ssu vida con normalidad, Se deshacía de las palabras sin pensar en todo lo que decía, quería que Jaejoong se enterara de todo lo que había pasado, y poder marcharse tranquilo a su hogar.
EL mayor había comenzado a llorar frente a Changmin, no podía hacer nada mas que demostrarle su arrepentimiento.
-Tú no entiendes…
-¿Qué no entiendo? Entiendo perfectamente todo lo que ha sucedido, eres un estúpido, jamás pensaste en lo que a mi me hacia feliz, nunca fui capaz de pensar en otra persona como lo hice contigo, te ame Jaejoong, que quise tanto, pero todo ese amor, con el tiempo se transformo en un odio inmenso que solo quería verte desaparecer.
-NUNCA ENTENDISTE NADA, SIGUES PENSANDO COMO UN NIÑO- grito, con su rostro inundado por las lagrimas que le impedían ver con claridad, entendía todo el odio que podía sentir Changmin, pero el pequeño no entendía sus razones.-Eres un pendejo! Nunca entendiste por que hice lo que hice, Te quería tanto Min, que cuando me dijiste lo que sentías por mi no pude más que evitar hacerte daño y perder tu amistad, sabia que si lo nuestro no funcionaba, nada volvería a ser como antes, Tenia miedo a perderte, y lo único que logre fue hacerte más daño, ¿crees que eres el único que lo ha pasado mal acá? ¿Nunca te preguntaste por que hacia eso?, mi relación con Yunho no duro ni un mes, el día que partiste ha sido el peor día de mi vida, no verte nunca más ha sido el peor castigo que me han podido dar, pensaba y pienso todos los días en ti. Solo que después de perderte me di cuenta que te amaba de la misma forma que me amabas tu.
El rostro de Changmin se había desfigurado, no podía entender las razones de Jaejoong para que este se alejara de el, quería entenderlo, pero sentía que su orgullo, ese enorme orgullo que había creado desde ese día, era lo que le impedía estar a su lado. Si fue al departamento de Jaejoong, jamás fue con las intenciones de buscar una explicación, solo quería poder desahogarse y decir todo lo que pensaba. Ahora Era Jaejoong el que le declaraba su amor a Changmin y no podía entender nada de lo que ahí ocurría, su tono de voz bajó, sentía una gran opresión en su pecho que le impedía seguir con el ritmo de la conversación que llevaban, Todo había cambiado nuevamente, y volvía a lo que había sido hace cinco años.
-Hyung, tu no sabes….- le dijo Changmin a Jaejoong sin convencerse de lo que acababa de oir.
-Si se Changmin, no he podido dormir tranquilo ni un solo día desde que partiste, he vivido arrepentido y angustiado, querer saber donde estabas, pero que nadie me digiera nada. Ha sido un tortura, me has tenido pagando lo que te hice todo este tiempo, por favor perdóname.- De improviso junto sus labios, de la misma manera como lo había hecho el menor hace cinco años atrás, la sorpresa había hecho que los ojos de Changmin se abrieran como platos ante esa reacción, no quería saber lo que Jae estaba haciendo, tampoco entenderlo, solo quería besarlo como alguna vez el lo hizo. Lo abrazo correspondiéndole con intensidad esa calidez dejando de lado todo ese orgullo que había construido el cual quedaba tirado en el suelo en menos de un segundo.- Te ame, y siempre te he amado, no quise hacerte daño y creí lo mejor, intente querer a otro, pero no pude, y por mi culpa los dos odiábamos a la misma persona, tu me odiabas a mi por no dejarte quererme y yo me odiaba a mi por hacer que te alejaras de mi, perdóname, perdóname- nuevamente unió sus labios en un intenso beso, donde sus alientos se unían y se transformaban en uno solo.
-Eres un estúpido Hyung, - susurro Changmin- soy un estúpido por arrancar, y más ahora, soy un estúpido por volver y escuchar todo lo que me dices, sabiendo que debo partir de nuevo, separarme de ti una vez fue difícil y si creo todo lo que me dices no se si aguantare separarme de ti dos veces, eres un estúpido por dejarme conocerte, por hacerme adicto a ti, creí que se me pasaría lo que sentía por ti, por tenerme como un muerto en vida todo este tiempo, por permitir que intentara arrancar tu aroma de mi cuerpo estando con otros, te odio por ser Jaejoong- decía mientras su rostro se humedecía por las lagrimas que caían silenciosamente -pero me fue imposible, cada día este sentimiento crecía cada vez más y se hacia más intenso y lo único que quería era regresar y verte y besarte. Y si ahora te tengo, no podre separarme nunca más de ti. Me harás sufrir otra vez y no quiero sentir de nuevo toda esa pena, Te amo estúpido.
No se hacían necesarias más palabras, ambos ya sabían lo que pasaba por la cabeza del otro, ambos sabían lo que sentían sus corazones, las manos de Jae se escondieron en la cabellera de Changmin, esa que no conocía, mientras se besaban aun en la entrada del departamento, Changmin lo abrazaba para no dejarlo ir, de sus sueños había pasado a ser realidad y tenerlo ahí era lo que siempre había querido, poder amarlo como siempre se imaginó. Sus manos se entretenían en la espalda del castaño mientras la tetera indicaba que el agua ya estaba hervida.
-¿Tienes hambre?-le pregunto Jae apoyando su frente en el mentón del menor
-Tengo hambre de ti…
Sus corazones se habían desahogado y por fin sentían, de manera separada que estaban libres de toda confusión, poco a poco Changmin entendió las razones de Jaejoong, para dejarle partir y a pesar de eso, esas declaraciones les habían permitido ser sinceros con ellos mismos.
-vives solo por lo que veo- pregunto mientras Jae echaba agua caliente a sus platos de comida-
-Si, hace cuatro años más o menos, mi madre encontró trabajo muy lejos de acá, la paga era buena así que prefirió irse, y yo me quede acá, comencé a trabajar a penas salí del instituto así que tenia como vivir en Seúl. ¿Y tu? ¿Cómo lo hiciste para vivir allá?
-Una semana antes de despedirme, pedí la transferencia de instituto, no pensé que saldría tan rápido, cuando me dieron la respuesta le conté a mis padres y me apoyaron, era algo asi como un intercambio, me enviaban todos los meses una suma de dinero para pagar el arriendo de una habitación, y yo trabajaba por las tardes en el instituto ayudando a un profesor, con lo que me pagaban podía vivir relativamente tranquilo, no tenia deudas y necesitaba para comer diariamente, ni siquiera pagaba pasaje de bus, me iba caminando todos los días para ahorrar, después que salí del instituto, entre a la universidad a estudiar música, seguía con el trabajo de medio tiempo y también me dieron unas horas para trabajar como profesor de música. Y ahora ando en busca de unos repuestos para las guitarras del instituto, no quedaban allá y se demoraban mucho tiempo en llegar, me mandaron a eso, y tengo que volver en tres días.
Jaejoong le entregaba ese plato listo para servir con un rostro angustiado, sabía que por muy bello que fuera todo a partir de ahora, solo serian tres días.
Changmin también entendió su mirada y en verdad era la misma que podía tener él en esos momentos.
Sus miradas se juntaron en un mismo pensamiento, esperando que cualquiera de los dos digiera algo, a pesar de que eran innecesarias las palabras en ese momento.
-Serán tres días Hyung…
-Lo se, estoy pensando que podemos hacer, tenemos mucho de que conversar. Primero come y luego vemos que hacer.
Comieron ese ramen que había preparado Jaejoong, ese mismo con el que compitieron para ver quien lo terminaba primero sin morir en el intento, hacían sonar los fideos que en repetidas ocasiones habían golpeado sus narices por la velocidad, las que goteaban esa agua que corría cuando te resfriabas y con sus ojos lagrimosos les impedía ver con claridad, se reian de la situación y de sus labios hinchados por el calor y lo picante.
-Ahh!- dijo Jaejoong mientras levantaba sus brazos comenzando a estirar su cuerpo-esto si que estaba bueno, ves? De nuevo te gane comiendo ramen.
-Eres un tramposo Hyung, esta es la primera vez que me ganas y fue por que me atore con la sopa! Pudiste haberme ayudado, casi morí, pero tu preferiste seguir compitiendo, eres una mala persona.-Changmin se había levantado para retirar los platos y lavarlos, era una buena costumbre que había adquirido viviendo solo.
Caminaron hacia ese sillón para sentarse nuevamente a conversar de todo el tiempo que habían estado separados y continuar mostrando lo que sus corazones por tanto tiempo habían querido decir.
-vaya si que has cambiado Minnie- le dijo tomando un mechón de su pelo que le tapaba uno de sus ojos para esconderlo detrás de su oreja.- eres una persona completamente distinta, ya no eres ese niño de apariencia inocente que sonreía tiernamente. Ahora eres todo un hombre.
-Tu también has cambiado mucho Hyung, misteriosamente tu pelo esta mas claro, tienes tus facciones mas marcadas y tu cara no es tan redonda.- Changmin no era el mas cambiado entre los dos, ambos habían madurado, pero a pesar del cambio sus miradas eran las mismas y podían conocerlas en cualquier parte del mundo.
-¿Te acuerdas minnie?
-¿Qué cosa?
-En este sillón cometí la estupidez mas grande del universo, te habías declarado y yo te dije que…
-Si me acuerdo, pero ahora no viene al caso recordar esas cosas- dijo cazando sus labios nuevamente para consumirlos en un beso intenso y candente, necesitaba de él, por cinco años necesito de la persona que le había hecho mas daño en su vida y ahora no lo dejaría arrancar, su lengua se había introducido en la boca de Jaejoong para que ambas se conocieran y jugaran, lo abrazaba fuertemente pudiendo sentir la calidez de su pecho en el de él. Sus manos poco a poco se comenzaron a perder por debajo de la polera del joven de piel blanca y labios rosados como una frutilla, sentía esa necesidad de hacerle de todo en ese preciso instante, solo que no se atrevía a llegar mas allá. Lo soltó sin que Jaejoong se lo esperara dejándolo tambalearse mientras de su chaqueta alcanzaba su teléfono celular, debía hacer una llamada antes de continuar.
-Junsu…-dijo al momento de que le contestaran- lo siento mucho, pero esta noche no llegare a dormir a tu casa.
Y colgó el teléfono sin dejarle iniciar una conversación al su amigo que había contestado por el otro lado del teléfono. Fue entonces cuando comenzó a besarle en serio, con las intenciones comprendidas a base solo de miradas.
Jaejoong quería lo mismo que Changmin, le besaba cada vez mas intenso, sus manos ya habían recorrido todo lo permitido y no sabia si aguantaría seguir siendo decente.
Se puso de pie y tomando de la mano a Changmin hizo que este le siguiera, sus besos recorrían su cuello y su rostro y lentamente fueron conociendo su pecho. Uno a uno, los botones de la camisa de Changmin fueron soltados por Jaejoong, para darle paso a ese sector de su cuerpo que le había sido prohibido, fruto de miles de sueños indecentes, le recorrió con sus manos tibias, y pudo sentir con ellas su piel y sus tetillas erizadas, su lengua caliente comenzó a seguir el mismo camino que habían marcado sus manos, para subir y perderse en su cuello nuevamente.
Le habían dado el pase para hacer lo que no se atrevía, años queriendo hacerlo y hoy lo tenía para él solo. Lo despojó de sus ropas mientras el castaño se entretenía comiéndoselo a besos, le quitó su polera que le mostraba su delgado cuerpo estructural y que quería conocer de memoria. Lo recorrió con sus dedos, generándole esa sensación de placer en las partes más sensibles de su abdomen, solo hasta que se le habían acabado los sectores permitidos.
Lo tenía acorralado contra la pared a pesar de ser unos cuantos centímetros mas bajo que el, pero no quería quedarse donde estaba y sabia que lo permitido para los dos ya se había acabado y estaban en el limite de la indecencia. Lo tomó de nuevo de sus manos para llevarlo hasta su cama, donde ya habían avisado que pasarían la noche, haciendo que se recostara, se coloco entre sus piernas para continuar besándolo, quería comérselo a besos y no soltarlo nunca mas, tenerlo para él solo, amarlo y dejarse amar. Su lengua recorría su abdomen y bajaba hasta su ombligo, hasta encontrarse con esa parte que irradiaba calor y que sentía hinchada. Sin preguntarle tomo el botón de su pantalón para sacarlo de su lugar y permitirle continuar con los besos a los cuales Changmin miraba atento, su calzoncillo le indicaba que bajo el había algo que esperaba por Jae, paso su manos y notó lo caliente que estaba. El miembro de Changmin estaba latente, esperando por Jaejoong, el cual lentamente lo fue tomando con una de sus manos para introducirlo en su boca y comenzar a succionarlo.
Los gemidos de Changmin se hacían más fuertes mientras Jaejoong intensificaba el juego entre su lengua y su miembro, lo besaba y jugaba con el, mientras jae se entretenía de esa forma, Changmin se intentaba quitar su pantalón que tanto le molestaba, necesitaba despojarse de toda su ropa para entregarse por completo.
El castaño lo recorría completo con su lengua hasta alcanzar nuevamente sus labios, fue el momento donde Changmin comenzó a tener el control de la situación, lo tomó de su delgada cadera para dejarlo bajo el, ubicándose en la misma posición que lo tenia, entre sus piernas, comenzó a besar su cuello, pecho, bajando por su abdomen depositando su lengua en su ombligo, haciendo lo mismo que habían hecho con él. Desabrocho su pantalón para retirarle esa molesta prenda que le impedía conocer su sexo, y besarlo de la misma forma en que lo había hecho con él.
Lo tomó con fuerza y comenzó a masturbarlo, primero lento y luego mas rápido. Los gemidos de Jae se hacían mas intensos y placenteros, quería llevarlo al mismo cielo y hacer que gritara por él.
-Minnie…- gimió- Si sigues, terminaré y no quiero, quiero que lo hagamos…
Changmin dejo de masajear su miembro para arrodillarse frente al Jae entre sus piernas, tocando su entrada con uno de sus dedos para luego introducirlo y prepararlo para hacer el amor. Estaban húmedo de sudor, tenían sus cuerpos calientes y sedientos del otro. Lentamente Changmin introdujo su miembro en Jaejoong , el que se había sentado sobre el, lentamente Jaejoong movia su cuerpo, parecía danzar, se meneaba sobre Changmin con el sexo del menor dentro de el. Con una de sus manos Changmin acariciaba el miembro de Jae, haciéndolo gemir y temblar del placer, se besaban intensamente, y ninguno aminoraba el sonido de sus gemidos, susurrando sus nombres.
-Te… amo… Jae- Le dijo Changmin entre gemidos, mientras masajeaba el sexo de Jae dejándolo sin respiración.
-Te…. A... mo… Minnie- Las envestidas eran cada vez mas rápidas, sus cuerpos apretados y excitados temblaban de placer, terminando en los cuerpos cansados y extasiados. Calleron en la cama besándose tiernamente entrelazando sus manos para iniciar la primera noche juntos en ese departamento que les vio crecer, sufrir y amarse.
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O.O omg!! muy bueno el lemon jeje
ResponderEliminarporfin estan juntos^^