Sus ojos vagaban hacia las calles de Seúl con un ligero toque de incertidumbre en lo profundo, las imágenes de toda una vida pasando fugaces delante de ellos, los tiempos de felicidad, congoja y costumbre raudos y sin detenerse en alguno particular, a su lado Yunho permanecía rígido, sus propios ojos fijos en el asiento delantero, un rictus de pánico temblando en sus labios apretados y ya casi blanquecinos. Changmin no los había perdonado, pero sabía que el líder era demasiado bueno para su propia integridad física y mental, después de todo, y aunque Changmin no fuese cristiano, conocía demasiado bien el dicho ‘El camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones’.
El otro hizo ademán de ver por tercera vez la hora en menos de quince minutos desesperado, su cuerpo gritaba ‘¿Por qué no se mueve más rápido?’ El propio Changmin sentía aquel vacío gigantesco en sus entrañas.
Fue entonces que el brillo de un flash le sacó de su contemplación ‘Paparazzis’, chasqueó la lengua por lo bajo maldiciendo a esas ratas que vivían del dolor y vida ajenos, lo cierto es que ahora no le importaba, la compañía cuando supiese al lugar que se dirigían, sus managers a quienes habían mentido o incluso sus propias ‘fans’, incluidas aquellas que odiaba a los otros, cuando se enterasen del rumbo que hubiesen tomado, las manos apretadas de Yunho se lo dejaban claro, era una decisión tomada, el líder dejaría de huir y con él Changmin, después de todo, los otros tres también eran su responsabilidad.
Yunho tembló ligeramente y la mano del menor se abrió paso aferrándose con fuerza a la de su amigo.
-¿Min?
-Están bien Hyung, están bien.
Pero Yunho parecía no creerlo así, sus ojos algo rojizos deseaban entregarse a la pena que acarreaba. La van se detuvo frente a la puerta del hospital, sin intentar eludir al cardumen de noteros y periodistas ya apostados en ella, a pesar de que el evento había sucedido hacía menos de una hora y en tiempo record.
-¿Vienen por los demás?
-¿Alguna declaración sobre el estado de los miembros?
-¿Esto significa una reconciliación?
Changmin deseaba gritar, gritar por lo indiscreto de sus preguntas, por lo vacío de aquellas miradas, porque podrían perfectamente estar preguntando su opinión sobre el suicidio de uno de ellos y hacerlo con la misma frialdad que informaban el clima todo por el bien de una cuña. Por ello mismo respiró hondo y caminando tras el líder, eludió las preguntas de estos con el mismo rostro estoico que utilizaba en sus arribos al aeropuerto, como si estuviese y no al tiempo allí, como si nada le importase, pero si importaba y más de lo que muchos creían o llegaban a suponer. Sus ojos fijos trataban de no exteriorizar el pánico que sentía, su corazón latía errático y no sabía realmente que hacer con sus manos ¿Empuñarlas o dejarlas libres?, era una pregunta francamente estúpida pero era en lo único que su mente pensaba, tenía tantas preguntas, tantas cosas que había dejado de lado y que necesitaba aclarar, sabía de buena fuente que Yunho si había hablado con ellos y discutido muchos cabos sueltos que para Changmin continuaban siendo un tabú, el mismo de vez en cuando recibía alguna que otra llamada protocolar de Junsu, de aquellas repletas de silencios incómodos y palabras atoradas en la garganta, esas que tienes con personas que ya no conoces.
Fue entonces que los vio, Junsu con su cabeza vendada y el rostro más triste que alguna vez hubiesen visto en él, Yoochun con un brazo enyesado y un pie a mal traer tratando de dar algo de conforme mientras sujetaba su hombro, el menor alzó la vista y por un fugaz segundo el tiempo pareció detenerse.
-Yunho... Changmin- Fue un susurro exiguo -¿Qué...?
Junsu lucía estático, tal cual si sus ojos estuviesen librando una batalla con su propio cerebro siendo este último incapaz de concebir aquello que los primeros veían, una sonrisa nerviosa en sus labios y los pensamientos a flor de piel para quien quisiera contemplarlos, un comportamiento tan pero tan Junsu y al tiempo no... tan pero tan vulnerable. Yoochun era harina de otro costal, sus ojos lucían heridos, ocultos del mundo como si quisiera sufrir en silencio, parecía que culpase al destino por lo sucedido en el lugar, todo su cuerpo se contradecía a sí mismo, un aura fría y cálida al tiempo envolviéndole y alejando al mundo de su universo interno, universo al cual tan solo Junsu parecía tener acceso libre de momento.
Se escuchó un suave murmullo y solo allí Changmin notó a Hyunjoong y Seunghyun[1] en los asientos al final del pasillo, el primero con la mirada extraviada, el segundo sosteniéndole firme de los hombros.
-Jaejoong...
Había comenzado el líder, pero Changmin era capaz de deducirlo de antemano, los dos últimos no estarían allí si no fuese el mayor quien por alguna razón no estuviese en condición de sumarse a tan incómoda fiesta de miradas furtivas. Junsu ahogó un gemido incierto y de pronto Changmin comenzó a sentir las mismas mariposas de hacía años, nervios, desesperación, el enojo en lo más profundo de su cuerpo disipando de a poco. Yunho fue el primero en moverse, caminando firme hacia los otros dos, el porte de un líder que siempre le acompañaba más a flor de piel que nunca y estrechando a Junsu en un abrazo que hacía mucho tiempo ambos necesitaban dar, uno que estremeció el cuerpo de Yoochun de un lado a otro, como si su yo interno luchase consigo mismo para encontrar la respuesta correcta.
-¿Por...qué?- Una pregunta estrangulada en los labios del compositor, Yunho no parecía tener una réplica satisfactoria para el otro muchacho. -¡¿Por qué?!
El abrazo se extendió rápidamente hacia él atrapándole entre los otros dos y por un segundo Changmin creyó ver aquel brillo casi infantil que acompañaba a Yoochun cuando recién le conocieran.
-¿Qué sucedió?
Se atrevió a preguntar después de unos minutos, Hyunjoong alzó la vista, ojos inyectados en lágrimas, hostilidad en lo profundo de sus pupilas marchitas por la pena.
-Sus putas fans, eso sucedió.
Seunghyun estrechó el abrazo esperando con ello calmar al otro, el solista parecía listo saltarles encima en cualquier momento, Changmin no podía culparle, aun cuando no estaba al tanto de todos los antecedentes, podía deducir más o menos que había sucedido, el menor no lograba recordar bien desde hacía cuanto tiempo una fan le había hecho sentir tan miserable.
***
Pasar la noche en aquel estrecho y frío pasillo no era muy agradable, si a eso le sumas la ansiedad, cansancio y los estúpidos periodistas que de vez en cuando lograban burlar la seguridad del lugar, se volvía francamente insufrible. Se encontraban solo los cuatro, algunas de las hermanas de Jaejoong venían en camino y el resto viajaría al otro día, Hyunjoong por fin había sido disuadido por su amigo de ir a comer algo y cambiarse de ropa, después de todo ambos tenían una agenda que cumplir, las de ellos estaban canceladas hasta nuevo aviso... La compañía no estaba feliz, nada de feliz.
-Changmin, deberías ir a tomar café- Yunho lucía preocupado por él -la máquina no está lejos.
-No tengo ganas de ir Hyung.
-¿Quieres que yo vaya por uno para ti?
No pudo negarse nuevamente, al parecer el sentirse necesitado lograba calmar en algo a su líder, Changmin no era capaz de ver al mayor con aquel rostro preocupado y ojeroso, así que asintió dando en el gusto al mayor. Yunho caminó hacia la máquina de bebidas en el otro piso, topando en medio con uno de sus compañeros que volvía del baño.
-Yunho...- Yoochun se veía algo más compuesto ahora, su rostro algo más tranquilo, quizás había llegado a un punto en que la pena ya no le alcanzaba -¿Alguna novedad?
El líder tan solo negó con su cabeza retomando nuevamente su camino y apretando con ligereza el hombro del otro al pasar para infundirle algo de ánimo.
Lo cierto es que no tenían idea de nada, Jaejoong había sido ingresado directamente a cuidados intensivos con un TEC Cerrado, mitad vivo... mitad muerto, Changmin ya no sabía bien que pensar al respecto, la única certeza que tenía es que en lo profundo de su cuerpo deseaba gritar, gritar por este Jaejoong que se les escapaba entre los dedos, deseaba hacerlo pero no podía, porque Yoochun permanecía ajeno, el algún mundo aparte, Junsu había explotado y sus lágrimas hablaban millones de cosas al mismo tiempo, cosas que Changmin a ratos no lograba entender, como si se tratase de un código secreto entre el mayor y sus dos compañeros, un código que él y el líder ya no lograban descifrar. No podía porque él mismo se lo estaba negando.
Yunho volvió con su café y tomó asiento junto al ahora rubio Junsu removiéndose incómodo mientras trataba de encontrar algo de conforte, Changmin sabía que se estaba culpando, lo podía deducir de sus puños blanquecinos y el agarre fuerte que ahora ejercía sobre la mano de su compañero.
-Chang...- Sin embargo, fue Yoochun quien habló, aún sin mirarle con palabras atoradas en el pecho –Changmin-ah- Dijo algo más seguro.
-¿Qué... qué quieres?
-Changmin, si quieres llorar... solo hazlo.
No supo bien si fueron sus palabras o el hecho de que hacía horas buscaba una escusa para hacerlo, sus lágrimas se hicieron presentes, agolpadas entre sus pestañas, un ardor intenso en sus ojos, manos sudorosas y cuerpo tiritando, de rabia, de desazón, de saber que debió hacer algo antes...
-No sé a qué...- Comenzó, pero no podía evitarlo, sus lágrimas escapaban raudas por las mejillas, por la situación, por Jaejoong, por él mismo y todas esas cosas que jamás pudo aclarar con el otro. Un te amo en oídos sordos, un te amo que llegó en el momento menos oportuno... aquel último pensamiento le llegó como una enorme ola, ahogándole.
-Jaejoong... Jaejoong...- Sus piernas de golpe no fueron capaces de sostenerle, Yunho corrió a su encuentro y le estrechó con fuerza entre sus brazos esperando con ello consolarle al menos un poco, sin embargo el menor parecía inconsolable, Junsu se acercó tímido casi pidiendo permiso aferrándose con fuerza a su espalda.
-Nunca le dije... Yunho, por la mierda, nunca le dije ¿Que haré ahora? Nunca le dije...
No parecía entrar en razón, era casi como si estuviese llorando la muerte del mayor, quizás de por sí, ya comenzaba a perder las esperanzas de verlo con vida nuevamente. Yoochun se levantó raudo y un sonido hueco se dejó escuchar en la habitación, Changmin cayó al suelo casi llevando consigo a los otros dos con la mejilla roja por el golpe, un flash se escuchó en la distancia, para el siguiente día... toda Corea sabría lo acontecido.
-Yoochun-ah...- Junsu exclamó al verle tiritar, Yunho lucía confuso pero aún así caminó hacia el menor para levantarlo.
Yoochun se libró del amague que Junsu hiciera para abrazarle tratando de no perder los ojos del otro.
-No hables... no hables de él como si estuviese muerto Changmin, no está muerto y no lo estará en mucho tiempo.
La rabia y sufrimiento eran plausibles en su voz y quizás fue eso mismo lo que logró centrar al joven, hacía mucho tiempo de que no veía al otro como ‘Mayor’, sintió reflotar aquel respeto de antaño que tuviese por los tres.
-Lo siento... lo siento Hyung- Junsu atoró un hipido entre sus labios, Changmin se encontraba temblando como un niño, como aquel que conocieran hacía tanto tiempo ya, ese que había abandonado su cuerpo con los años por crecer de golpe.
De algún modo insólito toda el aura del lugar se levantó, quizás era el hechizo liberador de un par de golpes, tal como pasara en antaño con Jaejoong, alivianando los sentimientos, casi podían escuchar la risa del mayor diciendo que solo eso necesitaban.
-Él se recuperará Changmin... y entonces serás un buen amigo y te disculparás por esto que acabas de decir... y entonces... le dirás.
Los ojos del menor se alzaron hacia él, Yoochun sabía, estaba escrito en sus ojos ya tranquilos y perentorios, seguramente el otro le había dicho.
-Está bien- Concluyó –Está bien- Claro que lo haría, perder una segunda oportunidad dada era cosa de idiotas y Changmin era muchas cosas pero definitivamente no un idiota.
Hyunjoong y Seunghyun[1]: Amigos de Jaejoong, en especial el primero que es miembro de SS501, también ha salido en dramas. El segundo es TOP de Big bang.
Hasta ahora tengo siete capítulos de este fanfic, ocho si cuento el que tengo casi listo, espero que les agrade, habrán otras parejas a futuro pero el Jaemin/Minjae es mi OTP y por ende es la que jamás desarmaré, lo digo desde ahora.
ahhhhhh !!!!!!!!! creo que me agarro un ataque XD KYA!!!!!! gracias por subirlo ^^ no veo la hora de leer los próximos capis :D
ResponderEliminarNo voy a dormir preocupada por Jae ajjajajjajaja XP pobre Min me rompió el alma TT.TT
aaaaaaaaaaaaaaa más más quiero maaaaaaas
ResponderEliminarMuchas gracias a ambas/os por leer n_n me alegra mucho que les gustase, hace poco envié el segundo cap seguro sube en la próxima actualización. Sino siempre pueden intentar leerlo en mi blog, de nuevo muchas gracias por leer. ♥
ResponderEliminarme gusto mucho! me pondré enseguida con el siguiente cap :)
ResponderEliminarahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh amo este fic!!!! dios amo a todas las autoras de jaemin!!! <3<3<3<3<3<3
ResponderEliminarEstá demasiado genial. Me gusta tu redacción. Y le has dado al clavo al como reaccionarían los chicos ;;;;
ResponderEliminarGracias ;;;;;;