Es verano en Seúl, el último mes, no hay estudiantes ruidosos, la mayoría de ellos están de vacaciones, pocas personas usan el tren para trasladarse a sus empleos. Que pesado trabajar cuando los demás descansan. Hace mucho calor y el sistema de aire acondicionado de este vagón en especial parece no funcionar adecuadamente. Para Changmin no es agradable llegar al trabajo sudado, el odia sudar cuando está con traje, odia usar traje en verano, aunque no le importaría sudar en otras situaciones. Su rostro reprime una sonrisa pícara y solo queda una incipiente mueca ante su ardiente pensamiento.
Todos los pasajeros hacen algo, están ocupados, leyendo, conversando en voz baja abanicándose, sosteniéndose, apartándose del sol, solo uno de ellos no hace nada, un chico que tendrá casi su misma edad, no muy alto, con un cuerpo esbelto……, esbelto???, su propio cuerpo da un respingo, eso no es algo que un hombre heterosexual como él, debería pensar de otro hombre, pero lo cierto es que sí, si es esbelto, no es muy musculoso, pero su tórax es más ancho que su cintura y sus piernas se ven fuertes dentro de ese holgado pantalón blanco. Su mirada vuelve hacia arriba, la camisa que usa es semitransparente, es sexy y el cinturón que le cruza el pecho resalta sus pectorales. Gotitas de sudor diminutas se deslizan por su frente y cuello, volviendo su piel tostada brillante, deseable. En algún momento sin sentido, su imaginación le hizo preguntarse qué se sentiría lamerlas de la fuente. Sin embargo al llegar a sus ojos, la expresión cambio su ánimo, el joven estaba triste, arrimado hacia atrás en una funda de algún instrumento de cuerda y hacia la izquierda sobre el marco de una ventana, sus brazos le colgaban a los lados, en actitud de abandono, mientras el tren sale a la superficie, el sol le ilumina el rostro, es hermoso, “parece un ángel”, pensó Changmin, no se protege de la luz.
El calor del sol es fuerte y abrasador mientras está parado junto a la ventana, pero no le importa, en verdad nada importa ya, sin embargo hay algo mucho más caliente que le recorre el cuerpo, tiene mucha pereza de moverse pero la curiosidad lo embarga, con descuido sus ojos buscan la fuente de calor, tras unos segundos, se sorprende, un hombre con ojos francamente escrutadores es el culpable, al verse descubierto, el otro baja su mirada, y emite una media sonrisa ladeada, es encantador, además está loco, cómo se le puede ocurrir subirse en traje al tren en verano?. Sonrió para sí mismo y continuó su viaje sin pensar en el hombre otra vez.
No se fijó dónde se había bajado pero el joven ya lo había hecho, en el momento en el que se sintió atrapado hurgando con su mirada se había sentido avergonzado y se había girado para no hacer más el ridículo.
A la tarde una vez más sin caer en cuenta en que parada subía, lo vio ya instalado en su vagón, el mirón de la mañana, aquel cargaba el saco de su traje en las manos, ya estaba sin corbata y su camisa semiabierta dejaba ver unos pocos centímetros de piel dorada del pecho como la de su rostro, “SEXY” pensó Junsu con lascivia, sonrió, algunas personas los separaban y el ángulo de su posición hacía imposible que el otro lo viera. Trató de olvidarse de sus problemas entregándose a la genial tarea de analizar al mirón, era alto, mucho, tal vez le llevaba más de 10 cm, buen cuerpo, con espalda triangular, y cintura delgada, con brazos trabajados que se adivinaban bajo la fina camisa blanca, el cinturón café que rodeaba su cintura se amoldaba y tenía una caída magnífica, Junsu pensó que este hombre no bailaba pero era fuerte, debía hacer algún deporte, y le gustó más. Bajó su mirada para continuar su escrutinio. El bulto leve que sobre salía del pantalón beige hacía adivinar un bien ponderado “compañero de juegos”, Junsu no pudo evitar reírse ante su pensamiento, este tipo está para que “te den toda la noche” pensó, y una risa ahogada se le escapó.
Una risita ahogada lo sacó de sus cavilaciones pos-trabajo que lo tenían un poco preocupado, dio un paso adelante buscando al que le desconcentró y ahí estaba, “el ángel”, riéndose de no sabía qué, tenía una sonrisa que derretía, eso lo puso contento pues no le había gustado verlo triste. Poco después se bajó en su parada y fue a casa.
Todo el verano, es decir el mes que restaba, viajaron de la misma forma, Junsu arrimado a la ventana, en la misma melancólica posición, Changmin agarrado de su tubo al otro lado del vagón, se observaban a hurtadillas el uno al otro, estudiándose en espacios intercalados de tiempo, Changmin se sabía ya todos los mínimos cambios en las facciones del chico, cuando estaba más triste o cansado que otros días, sus sonrisitas esporádicas.
De unos días para acá, los dos jugaban a encontrarse con los ojos, solo unos segundos, la expresión del joven era una especie de desafío que Changmin no se atrevía a aceptar.
El verano fue dando paso al otoño, la gente empezó a usar ropa más abrigada, o sea dígase no iba casi desnuda y Changmin ya no tenía tantos problemas con su traje, había decidido que se le acercaría hoy al joven, siempre pensaba en él, ya no salía de su mente, eso ya no le molestaba, estaba tan distraído con sus pensamientos que cuando se dio cuenta el chico ya estaba subido en su vagón, habiendo 10 vagones, ellos siempre se subían al mismo, el número cinco, sin haberse puesto de acuerdo previamente. Y así nunca podía ver su estación.
Al verlo se alegró, sin embargo algo no iba bien, mientras caminaba hacia su objetivo, una manada de estudiantes, que volvían a clases se adentró en su vagón, llevado por la fuerza de la multitud estuvo a punto de estrellarse contra la ventana del otro lado del vagón, un cuerpo sin embargo, se lo había impedido, y Oh!, adivinen que, el cuerpo no era ni más ni menos que el del ángel. Su rostro se veía adolorido, debió ser un golpe muy fuerte.
- Lo siento…….-susurró Changmin, abriendo mucho los ojos-.
El joven negó con un movimiento de cabeza, en señal de que no le había pasado nada, sin embargo un leve rubor de incomodidad se colocó en sus mejillas, al notar que Changmin no se retiraba ni un poco y tampoco le daba espacio para respirar. Changmin captó la idea y colocó sus enormes brazos a cada lado del chico (obsérvese los brazo de Changmin en las fotos del TOHO TREE TOUR) y se hizo para atrás.
- Mejor?........-volvió a susurrar Changmin-.
No, la verdad es que no, no estaba mejor, estaba peor, más acalorado, como pensaba el hombre guapo y mirón que él podía estar mejor cuando le tenía literalmente acorralado entre sus brazos y su espléndido cuerpo contra una pared, ni el ruido de los bulliciosos estudiantes que se contaban sus anécdotas veraniegas lo sacaba de su ensoñación. Además por el breve momento que en que sus cuerpos tuvieron contacto absoluto Junsu pudo sentir el enorme bulto pélvico que chocó contra su abdomen, al ser él más bajito, claro no se decepcionó, era lo que él esperaba largo y proporcionado. Su vergüenza no le permitió levantar los ojos, solo miró a un lado.
El sonrojo no bajaba ni un poco, una oleada más de gente apretujó a todos los que estaban dentro, una vez más Changmin fue con todo su cuerpo contra Junsu, sus brazos fueron insuficientes para protegerlo. Una vez más Junsu tuvo la oportunidad de ser estimulado de esa forma. Esta vez la cara de Changmin casi se estrella contra la pared.
Entre tanto ajetreo, Changmin miraba las sonrosadas mejillas del angelito y le parecía de lo más natural, un hombre debe sentirse muy avergonzado de semejante situación, pero más allá de su lógico análisis en el que se encontraba para no pensar en el hecho en sí de que la multitud lo había llevado a estrellarse literalmente con el chico rubio y melancólico, y que se estaba dando una sobada fenomenal contra su abdomen, se fijó, que realmente debía tener una barra de chocolate por lo firme que se sentía, no supo cuantos minutos pasaron, solo intentaba no seguir sus impulsos de sobarse un poco más fuerte y con intención al genial hombrecito que tenía delante, le molestaba sobremanera que no quisiera mirarlo, habían jugado todo el mes pasado y ahora que estaban frente a frente, escapaba, vaya cobarde.
Esta gente bulliciosa había arruinado la profunda conversación que había decidido tener. Aunque ahora que lo pensaba bien, en realidad no sabía en qué estaba pensando cuando tuvo la idea de acercarse.
¿Qué le iba a decir?, “oye porqué tan triste?”, demasiado cliché, “podemos hablar de lo que te pasa”, ni siquiera eran amigos, o conocidos, tan solo se habían observado todo el verano mientras viajaban en el tren público.
Vas mal Changmin, vas mal.
Un aviso conocido le despertó de sus cavilaciones. La megafonía típica.
- “Parada Actual: Estación Central de Gagnam”………………siguiente parada………..”……….”..
Era su parada……….
- Demonios me pasé mí parada………………..
Una vocecita muy diferente a la que hubiera esperado del hombrecito rubio se escuchó muy molesta, al parecer él era el culpable de que el desconocido al que había querido ayudar hubiera perdido su parada. Cómo para quitarse la culpa que inmediatamente nació dentro de él, lo sacó con todas sus fuerzas del gentío apelotonado, tanta fuerza usó en su acción que casi caen juntos en el andén.
Genial!, el mirón hermoso, casi destroza su guitarra en el acto de sacarlos, pero la verdad es que le salvó, sabía que solo no lo hubiera logrado, lo malo era que ya estaba tarde y ya se había pasado una parada.
Al terminar de acomodarse las ropas, sin mirarse, siguieron caminando hasta la salida de la estación. El aire frío del incipiente otoño les devolvió la serenidad perdida por todos los acontecimientos. Mirándose de reojo, se despidieron tácitamente, y cada cual tomó su camino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
excelente capitulo me gusto mucho espero que pronto pase algo con min y junsu no tardes gracias.
ResponderEliminarese min si que no perdió el tiempo y lo supo aprovechar el cínico y se tallo su S en el abdomen de junsu que ya estaba comparándose con un foco rojo de tanta pena que le estaba dando por el refriegue de min
ResponderEliminarPobre, justo cuando tiene el valor para ir a hablarle a Junsu, aparece toda esa multitud de estudiantes, el pobre si que tiene mala suerte hahaha, pero si que se ganó un poco con esa 'sobadita' jajajaja Min jamás pierde esa mente pervertida... Esta muy interesante la historia.
ResponderEliminarGracias por compartir.
simplente genial... Me encantado la historio kyaaaaaa.... Eso que tarde en dicidir leerla y no me arepiento... Estuvo emocionate el priemer capitulo.
ResponderEliminarMe gusto mucho este primer capitulo. La manera en que esta narrado, hace muy amena la lectura. Es interesante la idea de un par de desconocidos, descubriendose y tal vez enamorandose? A traves de viajes de tren compartidos.
ResponderEliminarVoy por loz demas capitulos